La economía mundial se enfrenta a importantes desafíos. El crecimiento ha perdido impulso, la elevada inflación se ha extendido por todos los países y productos, y está resultando persistente. Los riesgos están sesgados a la baja. La escasez de suministro de energía podría provocar un mayor aumento de los precios. Las subidas de las tasas de interés, necesarias para frenar la inflación, aumentan las vulnerabilidades financieras. La guerra de Rusia en Ucrania incrementa los riesgos de endeudamiento en los países de bajos ingresos y la inseguridad alimentaria.
La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania ha provocado una enorme conmoción en los precios de la energía que no se veía desde la década de 1970.
El aumento de los precios de la energía lastra con fuerza la economía mundial, lo que se agravará si los niveles de gas europeo almacenados son insuficientes. Dicho escenario podría imponer un racionamiento en Europa y perjudicar también al resto de países, a medida que se disparan los precios del gas en todo el mundo.
Esto generaría un crecimiento menor y un incremento de los precios en Europa y en el resto del mundo
Se prevé que factores como el endurecimiento de la política monetaria, el aumento de las tasas de interés reales, la persistencia de los elevados precios de la energía, el débil crecimiento de los ingresos reales de los hogares y el descenso de la confianza debiliten, todos ellos, el crecimiento. Estados Unidos y Europa están experimentando una brusca desaceleración y se prevé que, en 2023, las principales economías de mercado emergentes de Asia representen cerca de tres cuartas partes del crecimiento del PIB mundial.
Las presiones inflacionistas se han intensificado, en gran parte debido a la guerra en Ucrania, que ha hecho subir los precios de la energía y de las materias primas alimentarias. El encarecimiento de la energía ha contribuido a que aumenten los precios en una amplia canasta de bienes y servicios. El endurecimiento de la política monetaria y la desaceleración del crecimiento contribuirán a que eventualmente se modere la inflación.
The global economy is facing mounting challenges amidst the largest energy market shock since the 1970s and the cost-of-living crisis for many households from rising inflation pressures. The OECD Economic Outlook, Volume 2022 Issue 2 highlights the unusually imbalanced and fragile outlook, the significant downside risks associated with energy market developments and rising financial vulnerabilities as interest rates are raised, and the associated policy challenges. Well-designed and timely policy actions are required to maintain economic stability, enhance energy security and strengthen the prospects for future growth.