En muchos sectores la actividad ha conseguido repuntar y adaptarse parcialmente a las restricciones derivadas de la pandemia. La administración de vacunas está cogiendo ritmo y se espera que las medidas gubernamentales de estímulo, en especial en Estados Unidos, darán un importante impulso a la economía. No obstante, las perspectivas de un crecimiento sostenido varían mucho entre países y sectores. Es esencial un despliegue más rápido y eficaz de la vacunación en todo el mundo.
Las perspectivas económicas han mejorado en los últimos meses, y a finales de 2020 se hizo patente el repunte del comercio y la producción industrial. Se prevé que el crecimiento del PIB mundial sea del 5,6% este año, lo que supone una revisión al alza de más de un punto porcentual con respecto a las Perspectivas Económicas de la OCDE de diciembre 2020. Se espera que a mediados de 2021 la producción mundial alcanzará niveles previos a la pandemia, aunque en gran parte dependerá de la carrera entre las vacunas y las nuevas variantes del virus.
El despliegue mundial de vacunas sigue siendo desigual, con restricciones que persisten en algunos países y sectores.
En el escenario al alza, las perspectivas de crecimiento mejorarían si la producción y distribución de dosis se acelera, si hay una mayor coordinación global y si se logra anticiparse a las mutaciones del virus. Esto permitiría relajar antes las medidas de contención y el crecimiento se acercaría a las previsiones de actividad previas a la pandemia. Sin embargo, en el escenario a la baja, el gasto de los consumidores y la confianza empresarial se verían afectados si los programas de vacunación no fuesen lo suficientemente rápidos para reducir las tasas de infección, o si se generalizan las nuevas variantes y se requiere modificar las vacunas actuales.
Acelerar la producción y el despliegue de las vacunas es la mejor política económica con la que contamos en la actualidad para que nuestras economías y el empleo vuelvan a crecer.
La pandemia está ampliando las diferencias de rendimiento económico entre países y entre sectores, con el riesgo de perjudicar a largo plazo las perspectivas de empleo y el nivel de vida de muchas personas. Los gobiernos deben utilizar todos los recursos necesarios para acelerar la vacunación en todo el mundo; invertir en una transformación digital y sostenible así como mantener el apoyo a los ingresos de las personas y las empresas hasta que las economías puedan reabrirse plenamente.
Mire la conferencia de prensa con Laurence Boone, economista jefe de la OCDE.
Las perspectivas económicas mundiales están inmersas en la incertidumbre. Es necesario que los gobiernos tomen medidas para aumentar la confianza y así poder afianzar la recuperación.
Las perspectivas de una recuperación económica más sólida tras la pandemia del COVID-19 han mejorado con el despliegue gradual de las vacunas a nivel mundial y importante apoyo de políticas fiscales, aunque las diferencias de rendimiento económico están aumentando entre los países y dentro de ellos.
Este informe provisional ofrece actualizaciones de las proyecciones mundiales y de los países del G20 realizadas en la edición de diciembre de 2020 de las Perspectivas Económicas de la OCDE (número 108).