La actividad económica de Colombia se ha desacelerado tras una de las recuperaciones más sólidas entre los países de la OCDE tras la recesión provocada por la pandemia. Mientras que la gestión eficaz de las políticas fiscales y monetarias fue clave para impulsar la recuperación, se necesita una agenda de reformas integrales para impulsar el crecimiento de largo plazo, según el último Estudio Económico de la OCDE sobre Colombia.
El estudio destaca la necesidad de una política fiscal prudente e impulsar la inversión para desbloquear el potencial económico del país. Se espera que el crecimiento económico sea del 1.8% en 2024, lo que refleja los impactos persistentes de las políticas macroeconómicas restrictivas y el modesto crecimiento global. La OCDE proyecta que el crecimiento del PIB aumente al 2.8 % en 2025, a medida que los efectos de la relajación de políticas y la mejora de las condiciones económicas mundiales surtan efecto. Sin embargo, se espera que la inversión siga siendo débil. Se estima que el potencial de crecimiento de Colombia sea inferior al 3 %, lo que hace esencial aumentar la inversión y la productividad, ambas claves para continuar convergiendo con otros países de la OCDE.
"Colombia necesita revitalizar la inversión para impulsar la productividad y para desbloquear su potencial para un crecimiento fuerte y sostenible a largo plazo", afirmó Álvaro Santos Pereira, Economista en Jefe de la OCDE, junto al Ministro de Finanzas y Crédito Público, Ricardo Bonilla. "Colombia tiene muchas ventajas: su ubicación geográfica, su riqueza natural, una población joven y un fuerte potencial para las energías renovables. Ahora es el momento de implementar una agenda de reformas amplia y ambiciosa para fomentar el crecimiento y las igualdades de oportunidades".
Reducir la informalidad empresarial y la carga regulatoria podría impulsar la inversión privada y mejorar el potencial de crecimiento de Colombia. Lograrlo requiere reformas integrales, que incluyan la reducción de la tasa de impuestos corporativos, facilitar el acceso a crédito asequible y fomentar un entorno de políticas estable y predecible. Ampliar la cobertura a más empresas de los regímenes simplificados de impuestos e insolvencia y las ventanillas únicas reducirían significativamente los costos de cumplimiento normativo. Otras medidas para reducir la informalidad empresarial y laboral podrían incluir la reducción de las contribuciones a la seguridad social para los trabajadores de menores ingresos, la mejor aplicación de las leyes laborales y tributarias y mejorar las habilidades.
El gobierno debe continuar con la consolidación fiscal y cumplir con la regla fiscal para ayudar a reducir los costos de financiamiento de la deuda pública, apoyando así la sostenibilidad de la deuda pública. Mejorar la eficiencia del gasto e implementar una reforma tributaria integral, gradual y bien comunicada crearía un espacio fiscal para inversiones sociales y productivas. Una reforma tributaria de ese tipo requiere el traslado de la carga tributaria de las empresas a las personas físicas, reducir exenciones tributarias y la evasión.
Mejorar las igualdades de oportunidades requiere una acción decidida en varias áreas, incluida la expansión de la cobertura de los servicios de cuidado infantil y de personas mayores para aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral y mejorar la calidad de la educación en todos los niveles. Combinado con la reducción de la informalidad, estas reformas llevarían a una distribución más equitativa de las oportunidades, al mismo tiempo que impulsarían el crecimiento económico. Para fomentar la convergencia regional, Colombia puede desarrollar infraestructura de transporte interconectada por carretera, ferrocarril, mar y río, fortalecer las capacidades de los gobiernos subnacionales y mejorar los mecanismos de igualación en el sistema de transferencias fiscales.
Los abundantes recursos naturales y el potencial de energía renovable de Colombia la posicionan para liderar la transición global hacia la sostenibilidad; sin embargo, se necesitan reformas sustanciales. Acelerar la generación de energía renovable, respaldada por un marco regulatorio estable, y redoblar los esfuerzos en la adaptación al cambio climático, son clave para construir una economía resiliente al cambio climático. Alinear la tasa del impuesto al carbono con los objetivos de reducción de emisiones de Colombia respaldaría la diversificación hacia alternativas de los combustibles fósiles e impulsaría un crecimiento económico sostenible.
Consulta el resumen del Estudio con los principales hallazgos y gráficos (este enlace se puede usar en artículos de medios).
Para mayor información, se invita a los periodistas a ponerse en contacto con la Oficina de Medios de la OCDE (+33 1 45 24 97 00).
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