América Latina está volviendo los ojos hacia China y Asia, y éstas le corresponden. Se trata de un cambio signicativo: por primera vez en su historia, América Latina puede beneciarse no de uno, sino de tres importantes motores del desarrollo mundial. Hasta la década de los ochenta, Estados Unidos era el mayor socio comercial de la región. En los noventa, un segundo motor de desarrollo surgió con el boom de la inversión europea en América Latina. Ahora, en los albores del nuevo siglo, la creciente in‑uencia económica global de Asia, y en particular la de China, supone un potencial tercer motor de desarrollo.
Este libro plantea las oportunidades y los retos que las economías latinoamericanas enfrentarán a medida que aumente la preponderancia de China en la economía mundial y en los mercados tradicionales de América Latina.