Numerosos obstáculos impiden a los países en desarrollo – y en particular a los menos adelantados – aprovechar oportunidades comerciales que podrían ayudarlos a reducir la pobreza. La iniciativa de Ayuda para el Comercio ha permitido crear conciencia de la ayuda que dichos países necesitan para superar esos obstáculos. Gracias a ello, los temas comerciales ocupan un lugar cada vez más destacado en las estrategias de desarrollo de un número creciente de países en desarrollo, y los donantes están respondiendo con un incremento de los recursos destinados a la creación de capacidad comercial en ámbitos tales como las políticas, las instituciones y las infraestructuras.
Este informe de vigilancia sobre la Ayuda para el Comercio (el segundo de este tipo) documenta los resultados obtenidos por esta iniciativa hasta la fecha. En él se examinan tendencias y novedades y se hace un análisis exhaustivo de la participación de los donantes y los países asociados. Además, se aborda la dimensión regional de la Ayuda para el Comercio y se exponen tres proyectos de infraestructura transfronterizos. Por último, se incluyen hojas informativas que ayudarán a evaluar los resultados y las repercusiones de la Ayuda para el Comercio.
Las principales conclusiones son positivas. Con todo, las perspectivas se ven afectadas por la actual crisis económica mundial. Hoy, más que nunca, la Ayuda para el Comercio es fundamental para que los proveedores de los países en desarrollo puedan fortalecer su capacidad y penetrar en los mercados mundiales. El mensaje central del informe es claro: la Ayuda para el Comercio debe seguir siendo un componente esencial de la asistencia para el desarrollo. A este respecto, se proponen en el informe varias medidas que pueden impulsar el diálogo sobre la Ayuda para el Comercio.