Los efectos recientes de la inmigración en la economía argentina parecen ser limitados, pero positivos. En promedio, la inmigración no está asociada ni con la pérdida de empleo ni con una disminución de los ingresos de la población nacida en Argentina. Por el contrario, la inmigración altamente calificada está asociada con ingresos laborales en aumento entre los egresados de la universidad, y la inmigración de mujeres poco calificadas viene con una mayor participación en la fuerza laboral de las mujeres autóctonas poco calificadas. Se calcula que la contribución de los inmigrantes al valor agregado es inferior a su participación en la fuerza laboral, pero superior a su proporción en la población. Se calcula también que la contribución de los inmigrantes a las finanzas públicas en 2013 fue mínima. Más políticas migratorias y no migratorias, así como una mejor coordinación entre diversos ámbitos de políticas, podrían fomentar aún más la integración y la contribución económica de los inmigrantes.
Cómo los inmigrantes contribuyen a la economía de Argentina es resultado de un proyecto realizado por el Centro de Desarrollo de la OCDE y la Organización Internacional del Trabajo, con el apoyo de la Unión Europea. El proyecto se propuso analizar varios efectos económicos —en el mercado laboral, el crecimiento económico y las finanzas públicas— de la inmigración en diez países socios: Argentina, Costa Rica, Côte d'Ivoire, Ghana, Kirguistán, Nepal, la República Dominicana, Ruanda, Sudáfrica y Tailandia. Las pruebas empíricas proceden de una combinación de análisis cualitativos y cuantitativos de fuentes de datos secundarias y en algunos casos primarias.