Uruguay ha tenido notables progresos durante el último decenio. Medidas macroeconómicas estables y el favorable entorno exterior han permitido un crecimiento dinámico y el financiamiento de políticas sociales. Así mismo, se han mejorado sustancialmente varias dimensiones del marco de bienestar de las personas y se han paliado considerablemente los riesgos externos. Sin embargo, de cara al futuro, se plantean desafíos al mantenimiento del desempeño. Para poder hacer frentes a estos desafíos se requiere encontrar el balance entre objetivos de largo plazo y la estabilidad macroeconómica y fiscal.
Uno de los principales obstáculos al crecimiento económico es la provisión insuficiente de capital humano y competencias. Varios retos persisten para la educación, que, junto con la política fiscal, son recursos cruciales para reducir las desigualdades y mantener el desarrollo económico. Adicionalmente, Uruguay necesita abordar los déficits de mano de obra para evitar restricciones a su crecimiento, especialmente ahora que las exportaciones son más intentas en mano de obra calificada. Es importante orientar las políticas sociales y el gasto hacia los grupos más vulnerables.