Al igual que en el resto de los países de América Latina, la transición verde traerá grandes desafíos en Colombia, pero también la oportunidad de construir un nuevo modelo de desarrollo que sea más sostenible, inclusivo y que genere mayor valor agregado. Por un lado, este proceso involucrará la transformación del aparato productivo y, en particular, la renovación de varios sectores económicos para mitigar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Por otro lado, la transición verde demandará la creación de nuevas prácticas en materia de adaptación para fortalecer la resiliencia del país ante eventos climáticos extremos. La aprobación de la Ley 2169 de 2021 en Colombia se une a una serie de esfuerzos del país para impulsar el progreso de la transición verde y hacer frente al cambio climático. Esta ley tiene como objetivo promover el desarrollo bajo en carbono del país mediante el establecimiento de metas y medidas mínimas en materia de carbono-neutralidad y resiliencia climática. Anticipar las futuras disrupciones en el mercado laboral como consecuencia de la transformación del aparato productivo a lo largo de la transición verde es clave para asegurar que dicha transición no solo sea sostenible sino también justa e inclusiva.