Tras una lenta recuperación de la pandemia, la economía mexicana ha sorteado bien el entorno mundial de endurecimiento de las condiciones financieras y aumento de la incertidumbre. La política fiscal tiene un sólido historial en el logro de los objetivos fiscales y el mantenimiento de una deuda pública baja. Una mayor recaudación de impuestos permitiría mantener la prudencia fiscal y abordar importantes necesidades de gasto en áreas de mejora de la productividad, como la educación, las infraestructuras, las transiciones digital y verde, y la lucha contra la corrupción y la delincuencia. México tiene un gran potencial para atraer inversiones de empresas que buscan trasladar sus operaciones a América del Norte. Esta es también una oportunidad importante para difundir los beneficios del comercio en todo el país y crear más y mejores vínculos en la cadena de valor.
Lectura complementaria