El empleo total en la OCDE volvió a los niveles previos a la crisis a finales de 2021 y siguió creciendo en los primeros meses de 2022. La tasa de desempleo de la OCDE bajó gradualmente desde su máximo del 8,8% en abril de 2020 hasta un nivel del 4,9% en julio de 2022, algo inferior al 5,3% registrado en diciembre de 2019. Sin embargo, la recuperación del mercado laboral ha sido desigual en los distintos países y sectores y todavía es incompleta, mientras que su sostenibilidad se ve cuestionada por las repercusiones económicas de la guerra de agresión no provocada, no justificada e ilegal de Rusia contra Ucrania.
Al inicio de la pandemia de COVID-19, México experimentó una de las caídas más pronunciadas del empleo en toda la OCDE. Sin embargo, gracias a una vacunación efectiva, a la recuperación gradual del turismo y a la reactivación del consumo interno, en el verano 2022 su empleo total era levemente superior al de finales de 2019 (62,6% en julio 2022 versus 62,4% en diciembre 2019). En comparación, algunos países de la OCDE – entre ellos Estados Unidos y el Reino Unido – aún no han recuperado totalmente el nivel de empleo total anterior a la crisis.
Del mismo modo, tras más de dos años desde el inicio de la pandemia de COVID-19, la tasa de desempleo en México ha vuelto a los niveles anteriores a la crisis. En particular, luego de saltar hasta un máximo de 5,5% en junio de 2020, en julio de 2022 la tasa de desempleo desestacionalizada volvió a un nivel (3,3%) similar al de diciembre de 2019 (3,2%).
Sin embargo, el mercado laboral mexicano todavía tiene que absorber el aumento inicial de la inactividad, que se produjo en todos los países de la OCDE en 2020, cuando la pandemia desalentó la búsqueda activa de empleo. Por ejemplo, las tasas de inactividad en México se mantienen por encima de los niveles anteriores a la crisis en aproximadamente un punto porcentual. Los adultos mayores, y en particular los del grupo de edad de 65 a 74 años, son los que más propensión tienen a permanecer inactivos en México. De hecho, como los riesgos relacionados con el COVID-19 aumentan con la edad, muchos adultos mayores optaron por dejar de trabajar durante la pandemia. Como consecuencia de esto, la tasa de inactividad para el grupo de edad de 65 a 74 años se ha mantenido casi 4 puntos porcentuales más alta en el cuarto trimestre de 2021 que en el cuarto trimestre de 2019.
Además, si bien al inicio de la pandemia la proporción de trabajadores (jóvenes y adultos) empleados en la economía informal se redujo drásticamente debido a la inestabilidad de sus puestos de trabajo, la reapertura de la economía volvió a situar la tasa de informalidad de México en el 56% en marzo de 2022 (sólo 2 puntos porcentuales por debajo del promedio pre-crisis).