A medida que las escuelas cierran ante la crisis de COVID-19 (en más de 140 países ahora), las oportunidades de aprendizaje en línea, consideradas como un recurso extraescolar adicional, se convirtieron en una cuerda de salvamento fundamental para la educación.
Las oportunidades que las tecnologías digitales ofrecen son mucho más que una solución provisional para utilizarse durante la crisis. La tecnología digital nos permite encontrar respuestas del todo nuevas a lo que las personas aprenden, cómo aprenden, dónde aprenden y cuándo lo hacen. La tecnología puede facilitar a los profesores y a los estudiantes el acceso a materiales especializados que trascienden los libros de texto, en múltiples formatos y en formas que puedan atravesar el tiempo y el espacio. Junto con los grandes profesores, los sistemas inteligentes de aprendizaje en línea no solo nos enseñan ciencia; son capaces de observar a la vez cómo estudiamos, cómo aprendemos ciencias, qué tipo de tareas y pensamientos nos interesan y qué tipo de problemas nos parecen aburridos o difíciles. En consecuencia, los sistemas pueden adaptar la experiencia de aprendizaje a nuestro estilo personal de aprender con una minuciosidad y precisión mucho mayores que las que un aula tradicional puede ofrecer. Del mismo modo, los laboratorios virtuales nos permiten diseñar, realizar y aprender de los experimentos, en vez de limitarse a aprender sobre ellos.
Dicho esto, la crisis de COVID-19 se presentó en un momento en el que la mayoría de los sistemas educativos participantes en la ronda más reciente del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) de la OCDE no están preparados para integrarse al mundo de las oportunidades de aprendizaje digital. A continuación se presentan algunas cifras aleccionadoras. Los datos se recabaron como parte de la evaluación mundial PISA 2018 y se basan en muestras representativas de 79 sistemas educativos que incluyen a más de 600 000 jóvenes de 15 años de edad. A menos que se indique lo contrario, las cifras se refieren a la media de los 36 países miembros de la OCDE. Los datos que no se proporcionan en esta nota están disponibles en la base de datos de PISA.