En este capítulo se describen las principales tendencias y los retos emergentes que el sector agrícola afronta en las seis regiones de la FAO, a saber: Asia y el Pacífico, que se divide en Asia Desarrollados y Asia Oriental, y Asia meridional y Sudeste asiático; África subsahariana; el Cercano Oriente y África del Norte; Europa y Asia Central; América del Norte; y América Latina y el Caribe. Se destacan las proyecciones para la producción, el consumo y el comercio para el periodo 2022-2031, y se proporciona información de referencia sobre las características regionales clave.
OCDE‑FAO Perspectivas Agrícolas 2022‑2031
2. Informes regionales
Resumen
2.1. Introducción
En los informes regionales de las Perspectivas destacan las tendencias generales para las regiones definidas por la FAO en la aplicación de su plan de trabajo a nivel mundial. Al reconocer la diversidad entre las distintas regiones, la intención no es comparar los resultados de unas con otras. Más bien, los informes resumidos describen algunos de los avances regionales más recientes, poniendo de relieve las respuestas a los desafíos globales y las tendencias emergentes en cada región, y relacionándolas con los principales mensajes contenidos en las Perspectivas. Por lo general, las evaluaciones comparan el punto final de la proyección de las Perspectivas (2031) con el periodo base de 2019-2021. Para este año, la amplia y diversa región de Asia y el Pacífico se desglosó en dos informes separados: Asia Desarrollados y Asia Oriental, y Asia meridional y Sudeste asiático.
Las repercusiones de la pandemia de COVID-19, aún en desarrollo en el mundo, así como la respuesta a esta, difieren en las distintas regiones. Si bien los informes resumidos no contienen una evaluación cuantitativa específica del efecto de la pandemia, sí reflejan las proyecciones macroeconómicas más recientes disponibles y el grado en el cual las medidas impuestas para frenar la propagación de la COVID-19 influyeron en este contexto. De igual manera, las repercusiones de la guerra de la Federación de Rusia (en adelante, Rusia) contra Ucrania pueden afectar a las distintas regiones a corto plazo, pero los informes no ofrecen análisis cuantitativo alguno sobre este impacto. Por consiguiente, las tendencias y los temas abordados en este capítulo son los que se espera que apuntalen las Perspectivas, a medida que las economías resurjan de las perturbaciones inesperadas recientes, suponiendo que sus efectos sobre la producción, el consumo y el comercio de alimentos, forraje y combustibles se moderarán gradualmente.
Este capítulo consta de siete secciones, con textos, cuadros y gráficos informativos por cada región, siguiendo un formato similar. En una sección de contexto se definen las principales características regionales y se establece el entorno a partir del cual se describen en las secciones posteriores la proyección sobre producción, consumo y comercio. Cada informe regional contiene un anexo con gráficos y cuadros comunes que muestran los aspectos clave de la proyección para la región.1
2.2. Perspectivas regionales: Asia Desarrollados y Asia Oriental
2.2.1. Datos de referencia
La urbanización es un impulsor clave en una región económicamente diversa
La región de Asia Desarrollados y Asia Oriental2 comprende varios países que desempeñan una función esencial en los mercados mundiales. Entre ellos se encuentran la República Popular China (en adelante, China) y Japón, la segunda y tercera economías del mundo, respectivamente. Con 1 600 millones de habitantes, la región es la segunda más poblada de las abordadas en este capítulo, pero se prevé que su crecimiento demográfico de 0.1% anual será uno de los más lentos durante este decenio. Los niveles de ingresos per cápita oscilan entre USD 8 340 en China y USD 61 653 en Australia. La urbanización ha avanzado rápidamente en toda la región y se estima que, en 2031, 74% de la población residirá en entornos urbanos, en comparación con solo 42% en 2000. La urbanización contribuye al cambio de la dieta, al sustentar el aumento del consumo de alimentos de mayor valor, así como de alimentos más procesados y convenientemente empacados, y, por consiguiente, la rápida transformación de los sistemas alimentarios. La base de recursos agrícolas de la región es muy limitada en China, la República de Corea (en adelante, Corea) y Japón, pero abundante en Australia y Nueva Zelandia.
A nivel regional, el producto interno bruto (PIB) per cápita disminuyó 0.7% en 2020, aunque su disminución en los países desarrollados se compensa por el crecimiento constante de China de 1.9%. Desde una perspectiva económica, tal situación la convierte en una de las regiones menos afectadas por la pandemia de COVID-19. Asimismo, su recuperación fue una de las más rápidas. El crecimiento regional repuntó 5.4% en 2021, con una amplia recuperación en todos los países de la región, al grado que el ingreso promedio per cápita en 2021 era ya 4.7% mayor que el de 2019. Se prevé que, durante el periodo de proyección, el ingreso per cápita crecerá 3.4% anual, lo que implica que en 2031 el ingreso será 45% mayor que el promedio en el periodo base. El aumento del ingreso será un impulsor clave de la demanda en China, mientras que en los países desarrollados de ingresos altos podrían ser más importantes las preferencias de los consumidores.
La participación de la agricultura primaria y el valor agregado de la pesca en la economía disminuyeron a alrededor de 5.5%, y se espera que para 2031 se ubique en 4.5%. A medida que las economías crecían, la participación promedio de los alimentos en el gasto total de los hogares se situaba en cerca de 13% en el periodo base, pero oscilaba dentro de la región entre 17% en China y apenas 8% en Australia. Donde la proporción del gasto en alimentos es alta, las perturbaciones en los precios y el ingreso pueden influir notoriamente en la seguridad alimentaria de la región, pero las perturbaciones mundiales podrían verse amortiguadas en cierta medida por la protección interna en algunos países.3
La región abarca un conjunto de importantes exportadores e importadores de productos agrícolas y alimentarios. China es el más grande importador neto de productos alimentarios básicos en el mundo, Japón el segundo y Corea el sexto.4 Los tres tienen un fuerte impacto a nivel mundial en los mercados agrícolas y las cadenas de valor. Por el contrario, Nueva Zelandia y Australia se encuentran entre los 10 mayores exportadores netos de productos básicos alimentarios en términos de valor, sobre todo productos ganaderos y productos lácteos. En la región existe un extenso y creciente comercio interregional basado en la especialización.
La región afronta numerosos y diversos desafíos. En China, Corea y Japón, los recursos naturales son limitados, por lo que los insumos adquiridos suelen aplicarse con demasiada intensidad, lo que plantea problemas de sostenibilidad. En algunas zonas, los recursos hídricos han llegado a niveles alarmantemente bajos. En Australia, las sequías son ahora más frecuentes y graves, fenómeno que probablemente perdurará ante el cambio climático. En estos contextos, las inversiones continuas en el crecimiento de la productividad en la región serán fundamentales para la sostenibilidad futura. Se estima que el crecimiento de la productividad total de los factores (PTF) en la región en la última década fue de 1.6% anual, por debajo del 2% anual de la década anterior a ella.5 Mientras que la producción creció 19% entre 2010 y 2019, los insumos ajustados por calidad crecieron solo 3%, pues la reducción de 28% en los insumos de mano de obra fue más que compensada por un aumento sustancial de 62% en el capital, y ganancias de 5% y 2% en materiales y uso de la tierra, respectivamente.
Las enfermedades de los animales, como la peste porcina africana (PPA) y la gripe aviar, siguen representando una amenaza para la producción de carne en la región y es preciso contar con mejores medidas para gestionarla. Excepto Australia y Nueva Zelandia, las políticas gubernamentales intervencionistas son fundamentales en los mercados nacionales y, dada la importancia de estos países en los mercados mundiales, los cambios en sus políticas internas tienen el potencial de un impacto considerable en el mercado mundial.
2.2.2. Producción
El dominio de China en la región seguirá en aumento
La región, que comprende solo cinco países, constituye la mayor productora mundial de productos básicos agrícolas y pesqueros, y se espera que para 2031 represente 27% del valor de la producción mundial. A China le corresponde la mayor parte de este valor: en promedio, durante el periodo base 2019-2021, su participación de la producción total agrícola y pesquera en la región de Asia Desarrollados y Asia Oriental se acercó a 90%. China es el único impulsor importante del crecimiento en la región: se prevé que su producción agrícola y pesquera aumentará 20%, en tanto que, en el resto de la región, las moderadas ganancias obtenidas en Australia y Nueva Zelandia se compensarán con las bajas registradas en Japón y Corea. Aparte de la recuperación del sector ganadero siguiendo el brote de la PPA, el crecimiento de la región en su conjunto se desaceleró ante la maduración de los mercados nacionales, la evolución de las políticas públicas, la apertura de los mercados y el fortalecimiento de la competencia comercial.
Dadas las limitaciones de recursos, las ganancias de productividad son fundamentales y el crecimiento esperado en el valor de la producción agrícola y pesquera de 17.7% durante este decenio tendrá lugar a pesar de que la tierra utilizada para la agricultura se reducirá 1%. La reducción prevista de 1.8% de la tierra para pastoreo en la mayor parte de la región no se verá compensada por completo con el aumento de 2.2% de las tierras de cultivo, en particular en Australia y Nueva Zelandia. El valor generado por hectárea de tierra de cultivo ya es ahora más alto en la región de Asia Desarrollados y Asia Oriental que en cualquier otra; sin embargo, se esperan nuevos aumentos de 1.3% anual, motivados por los cambios en la mezcla de cultivos y por los incrementos en los rendimientos atribuidos al progreso en nuevas variedades de semillas, a las mejoras de las prácticas de producción y a la expansión del riego. Se espera que el valor de la producción de cultivos crezca 1.6% anual, con lo que su proporción del valor total de la producción agrícola y pesquera subirá de 61% actual a 63% para 2031. No obstante, sus índices de escasez de agua y de uso de fertilizantes sintéticos son los más altos de todas las regiones por hectárea, lo cual agudiza la preocupación por el medio ambiente y por la seguridad alimentaria.
La región contribuye de manera importante a la producción mundial de varios cultivos, incluidos arroz, maíz y trigo. También aporta gran parte de las harinas proteicas y del aceite vegetal producidos en el mundo, mayormente resultado de la trituración de semillas oleaginosas importadas. China es casi exclusivamente responsable de la producción de maíz de la región, así como de más de 90% de su producción de arroz y 80% de la de trigo. Se espera que durante el periodo de proyección China expanda su superficie de producción de maíz en 5%, lo cual, combinado con el incremento de los rendimientos de casi 7% para 2031, arroja un crecimiento de la producción de 12%. Por el contrario, se espera que la superficie cultivada de arroz y trigo disminuya 2.5% y 2.4%, respectivamente. En el caso del arroz, los aumentos de los rendimientos de casi 9% y el crecimiento de la producción de 6%, son suficientes para elevar su participación en la producción total de la región a 94% para 2031. También se espera que mejoren los rendimientos del trigo, aunque su aumento del rendimiento de 3.6% apenas propiciará un crecimiento de la producción de 1.1%, causando que la participación de China en la producción regional baje ligeramente. Se espera que Australia, con unos rendimientos de más de 11% en una superficie bastante estable, contribuya a un aumento de 8% de la producción para 2031 y represente casi 60% del trigo adicional producido en la región.
La producción ganadera representa solo 21% del valor total de la agricultura y la pesca en la región en el periodo base 2019-2021, y se espera que esta proporción disminuya aún más debido al crecimiento de apenas 14% esperado para 2031, muy por debajo del 20% observado en la producción de cultivos sobre tierras en contracción. China es el país que más contribuye a la producción ganadera, principalmente de cerdo y aves de corral, los cuales constituyen 56% y 28% de su producción total de carne, respectivamente. El sector de la carne de cerdo de China representa 77% del crecimiento de la producción de carne del país en los próximos 10 años. Tras la grave afectación por el brote de PPA, que redujo su inventario de cerdos en 21% en 2019 y 3.3% más en 2020, este crecimiento parte de una base muy reducida y refleja en gran medida una recuperación. Se espera que el ganado porcino de China no supere los niveles de 2018 sino hasta 2025. Sin embargo, para 2031 la producción será 5% mayor que la de 2018. La razón es la intensificación a gran escala del sector conforme se recupera de la PPA y el reemplazo de un gran número de productores pequeños por grandes unidades de producción comercial que priorizan la bioseguridad. Con su corto ciclo, la producción avícola de China creció rápidamente entre 2019 y 2021 porque el déficit en la producción de carne de cerdo provocó que los precios de la carne en la región alcanzaran niveles sin precedentes. A medida que esta tasa de crecimiento se consolide a mediano plazo, la región en su conjunto aumentará su producción 14% durante el periodo de proyección de 10 años. A pesar de que su participación de la producción total de carne en la región de Asia Desarrollados y Asia Oriental es mucho menor, la base de recursos de Australia es más propicia para el ganado bovino, el cual representa casi la mitad de su producción total de carne. A su vez, Australia aporta casi una cuarta parte de la producción de carne de bovino de la región en su conjunto y es el principal impulsor de su incremento (1.5% anual).
Casi 40% de la producción pesquera mundial se produce en la región y 90% de ella proviene de China. Se prevé que en 2031 el valor de la producción pesquera de la región, medido en términos reales, será 16% mayor que los niveles actuales, limitado por los cambios de eficiencia y sostenibilidad establecidos en el 14º Plan Quinquenal de China. A nivel regional, la leve reducción de -0.1% anual en la pesca de captura contrasta con el crecimiento de 1.8% anual en acuicultura, que en 2031 podría representar más de tres cuartas partes de la producción pesquera total de la región.
Se prevé que las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) provenientes de la agricultura de la región aumentarán 4.0% hacia 2031. Se prevé que las emisiones de origen animal crecerán 7.8%, lo que refleja un aumento de 5% y de 8% en los rebaños bovinos y ovinos, respectivamente. Sin embargo, se espera que durante el periodo de 10 años las emisiones provenientes de los cultivos disminuyan -0.2%. No obstante, si se le considera en relación con el valor generado por la agricultura y la pesca, se espera que continúe la disminución histórica de las emisiones de GEI por unidad de valor producido, aunque a un ritmo más lento.
2.2.3. Consumo
Cambio notable hacia productos ganaderos en las dietas
La moderada disminución del PIB per cápita, combinada con las medidas de apoyo al ingreso en los países desarrollados, implicó que en 2020 las repercusiones de la pandemia de COVID-19 en la seguridad alimentaria fuesen menores que en la mayoría de las demás regiones. Si bien la pandemia sin duda influyó en el comportamiento de los consumidores y afectó a las cadenas de suministro agrícola, la prevalencia, de moderada a grave, de la inseguridad alimentaria aumentó solo ligeramente en Asia Oriental, pero disminuyó en Oceanía. La disponibilidad total de calorías en la región disminuyó solo 0.14%. Se espera que para 2031 la disponibilidad total de calorías en la región aumente cerca de 200 kcal diarias por persona, para llegar a un total de 3 460 kcal, 13% por arriba del promedio mundial y la segunda más alta de todas las regiones.
Las poblaciones de muchas partes de la región están envejeciendo, y las tasas de dependencia6 en Japón y Corea aumentarán a 53.2% y 38.2% para 2030, respectivamente. En general, se supone que la tendencia al envejecimiento de la población tendrá un efecto moderador en las tasas de crecimiento del consumo total de alimentos en estos países. En la región en general, y en China en particular, los estilos de vida urbanizados generarán un aumento del consumo de carnes, grasas y azúcares, los cuales superarán a la mayoría de los demás grupos de alimentos. El consumo de aceite vegetal se ubicará por arriba de 29 kg per cápita para 2031, superando el promedio mundial en más de 50%. Dado el nivel de desarrollo y madurez de la mayoría de los países de la región, el mayor cambio en la dieta se producirá en China, donde se espera que el consumo de productos de origen animal aumente a expensas de los cereales básicos, como el arroz.
Se espera que la disponibilidad de proteínas en la región aumente en casi 9 g al año por persona para 2031, para superar los 115 g al año por persona para 2031. El principal impulsor de dicho aumento es el crecimiento de 16% en el consumo promedio de carne en la región, que añadirá 8 kg per cápita a los niveles actuales para 2031. Este crecimiento en el consumo de carne oscila entre 18% en China y menos de 3% en los países de ingresos más altos, como Japón, Australia y Nueva Zelandia. A nivel regional, se espera que para 2031 el consumo de pescado crezca 13% o 5 kg per cápita en relación con el periodo base, lo que incluye un fuerte crecimiento de 15% en China, junto con una disminución compensada de 7% en Japón y de 2% en Nueva Zelandia.
La región representa alrededor de una cuarta parte del forraje utilizado en todo el mundo, proporción que se espera se mantenga prácticamente sin cambio para 2031. El uso para forraje es determinado por diversos factores, como su intensidad en los distintos sistemas de producción y la eficiencia de la conversión del forraje entre las distintas especies. Se espera que para 2031 el uso para forraje en la región aumente 14%, contemplando un incremento de 16% en China por la creciente demanda de las explotaciones porcinas y avícolas cada vez más intensivas. Si bien estos sistemas a gran escala y completamente comerciales utilizan el forraje de forma más intensiva que los productores más pequeños y tradicionales, la combinación de un ambiente controlado y una genética mejorada también genera una conversión del forraje mucho mejor. Teniendo en cuenta todos estos factores, se espera que el uso total de forraje en China crezca un poco más lento que la producción de forraje. En Australia y Nueva Zelandia, cuyos sistemas de producción de lácteos, carne de vacuno y carne de ovino son más flexibles en cuanto a la intensidad del uso de forraje y más dependientes de las tierras para pastoreo, el crecimiento del uso de forraje es menor: 9% en Nueva Zelandia y 5% en Australia. En los sistemas de producción intensiva en forraje, el maíz y las harinas proteicas se mantienen como los ingredientes principales de la mayoría de las raciones de forraje premezcladas y se espera que durante este decenio su uso en el forraje en toda la región crezca 13% y 16%, respectivamente.
En estas Perspectivas se supone que para 2031 China no habrá implementado del todo la ambiciosa normativa E10 a nivel nacional. Anunciada inicialmente en 2017 con miras a ponerla en marcha en la mayor parte del país para 2020, la normativa se orientó a eliminar las existencias excesivas de maíz. Las existencias han disminuido y, en promedio, en el periodo base se ubicaban cerca de 20% por debajo del pico de 2015. Para 2031, se prevé que las existencias solo aumentarán 2%, en comparación con un incremento de 15% en el uso para forraje y de 6% en el uso total. De esta manera se supone que los incentivos para ampliar la producción de etanol serán limitados, por lo que la tasa de mezcla se mantiene en 2% para el periodo de proyección. China produce casi todo el etanol de la región y se espera que para 2031 represente alrededor de 8% de la producción mundial de etanol.
2.2.4. Comercio
La región seguirá siendo el mayor importador neto de alimentos
La región es el mayor importador neto entre los que se incluyen en las Perspectivas y se espera que para 2031 su déficit aumente 9%. Esta posición proviene principalmente de las importaciones que llegan a Asia Oriental, en particular a China y a Japón, y oculta las exportaciones netas de la región de Oceanía. La región de Asia Oriental constituye un gran importador neto de soya, maíz, trigo y productos ganaderos, en tanto que la región de Oceanía es un importante exportador neto de trigo, cebada, colza, azúcar, carne y productos lácteos.
Se espera que el valor neto de las importaciones de la región aumente 13% para 2031 en relación con el periodo base 2019-2021. Más de 80% de las importaciones adicionales corresponderán a China, el mayor importador de soya del mundo. Después de disminuir en 2018 y 2019, resultado de la combinación de medidas comerciales y de la demanda reducida de sus disminuidas piaras, las importaciones de soya por parte de China se recuperaron hasta alcanzar niveles sin precedentes en 2020, a pesar de los desafíos logísticos y las restricciones relacionadas con la actual pandemia de COVID-19. Los principales factores impulsores fueron la rápida expansión de su sector avícola, así como la recuperación de sus piaras. Se espera que estos factores de demanda persistan y que, al disminuir en términos generales las restricciones en el entorno comercial, las importaciones de soya de China se incrementen 16% para 2031. Por consiguiente, China representará 63% del comercio mundial de soya. El sector del forraje también impulsa la demanda adicional de maíz, pero en este caso China recurre menos a las importaciones y representa solo 11% de las importaciones mundiales. Gracias al fuerte crecimiento de la producción interna, se espera que las importaciones de maíz disminuyan para 2031, lo que hará que la participación de China en su comercio mundial sea inferior a 5%.
En el apogeo del brote de PPA en China, las importaciones de carne aumentaron considerablemente, pero se prevé que durante los próximos 10 años bajarán 25%, a medida que su propia producción continúa expandiéndose. Pese al aumento de la demanda de importaciones por parte de Corea durante el mismo periodo, las importaciones de carne de la región disminuirán 14%. Es probable que una parte significativa de las importaciones de Asia Oriental se cubra con el aumento de las exportaciones de Oceanía, donde las exportaciones de carne de Australia aumentarán 27% (516 mil toneladas [kt]). Cerca de 80% de este aumento se atribuye a la carne de bovino.
La región de Oceanía es un importante exportador de muchos otros productos y se espera que la mayoría de ellos aumente durante el periodo de proyección. Las exportaciones de trigo de Australia crecerán 8% para 2031, lo cual implica que su participación en las exportaciones mundiales de trigo disminuirá hasta situarse justo por debajo de 10%; sin embargo, a corto plazo podría ser un gran proveedor si las exportaciones de la región del Mar Negro se ven restringidas por la guerra. Pese a su escasa extensión territorial, Nueva Zelandia representa más de 30% de las exportaciones mundiales de carne de ovino y 23% de las de productos lácteos. Ante la limitación cada vez mayor de sus tierras para pastos, que disminuirá aún más para 2031, se prevé que el crecimiento de las exportaciones, tanto de productos lácteos como de carne de ovino, se desacelerará durante el decenio, pero seguirá siendo suficiente para mantener la participación de Nueva Zelandia en las exportaciones mundiales en niveles cercanos a los actuales.
Cuadro 2.1. Indicadores regionales: Asia Desarrollados y Asia Oriental
Promedio |
% |
Crecimiento2 |
||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
2009-11 |
2019-21 (base) |
2031 |
Base a 2031 |
2012-21 |
2022-31 |
|||||
Supuestos macro |
||||||||||
Población ('000) |
1 573 436 |
1 647 156 |
1 669 198 |
1.34 |
0.43 |
0.08 |
||||
PIB per cápita1 (kUSD) |
9.09 |
12.97 |
18.85 |
45.31 |
3.37 |
3.44 |
||||
Producción (Mm USD de 2014-16) |
||||||||||
Valor neto de la producción agrícola y pesquera3 |
948.9 |
1109.4 |
1306.2 |
17.74 |
1.21 |
1.34 |
||||
Valor neto de la producción de cultivos3 |
540.8 |
681.2 |
816.1 |
19.80 |
2.07 |
1.63 |
||||
Valor neto de la producción ganadera3 |
244.7 |
233.3 |
265.0 |
13.57 |
-1.14 |
0.48 |
||||
Valor neto de la producción pesquera3 |
163.4 |
194.9 |
225.1 |
15.52 |
1.39 |
1.34 |
||||
Cantidad producida (kt) |
||||||||||
Cereales |
506 675 |
612 650 |
655 650 |
7.02 |
0.99 |
0.65 |
||||
Legumbres |
6 782 |
8 363 |
9 809 |
17.28 |
3.04 |
0.91 |
||||
Raíces y tubérculos |
38 912 |
45 614 |
49 031 |
7.49 |
1.59 |
0.56 |
||||
Semillas oleaginosas4 |
28 019 |
33 622 |
35 634 |
5.98 |
1.17 |
0.49 |
||||
Carne |
88 091 |
87 759 |
107 469 |
22.46 |
-0.98 |
0.86 |
||||
Lácteos5 |
9 244 |
10 156 |
10 633 |
4.69 |
0.57 |
0.32 |
||||
Pescado |
58 066 |
69 322 |
80 084 |
15.52 |
1.40 |
1.34 |
||||
Azúcar |
15 355 |
15 033 |
15 605 |
3.80 |
-2.10 |
0.26 |
||||
Aceite vegetal |
21 363 |
30 297 |
35 645 |
17.65 |
3.23 |
1.15 |
||||
Producción de biocombustibles (Mnl) |
||||||||||
Biodiésel |
1 046 |
2 141 |
1 880 |
-12.20 |
4.01 |
-4.07 |
||||
Etanol |
8 606 |
10 971 |
11 540 |
5.19 |
2.02 |
0.24 |
||||
Uso de la tierra (kha) |
||||||||||
Uso total de la tierra agrícola |
932 744 |
908 435 |
899 087 |
-1.03 |
-0.20 |
-0.10 |
||||
Uso total de la tierra para producción de cultivos6 |
171 872 |
173 481 |
177 333 |
2.22 |
-0.14 |
0.37 |
||||
Uso total de la tierra para pastoreo7 |
760 872 |
734 954 |
721 754 |
-1.80 |
-0.21 |
-0.21 |
||||
Emisiones de GEI (Mt CO2-eq) |
||||||||||
Total |
936 |
886 |
922 |
4.04 |
-0.88 |
0.15 |
||||
Cultivos |
423 |
398 |
398 |
-0.15 |
-1.46 |
0.00 |
||||
Animal |
496 |
472 |
509 |
7.80 |
-0.35 |
0.29 |
||||
Demanda y seguridad alimentaria |
||||||||||
Disponibilidad diaria de calorías per cápita8 (kcal) |
3 045 |
3 259 |
3 464 |
6.27 |
0.63 |
0.39 |
||||
Disponibilidad diaria de proteínas per cápita8 (g) |
94.0 |
106.4 |
115.3 |
8.34 |
0.94 |
0.52 |
||||
Disponibilidad de alimentos per cápita (kg/año) |
||||||||||
Alimentos básicos9 |
162.2 |
164.0 |
164.8 |
0.47 |
0.11 |
0.03 |
||||
Carne |
46.4 |
47.4 |
55.1 |
16.20 |
0.16 |
0.48 |
||||
Lácteos5 |
4.8 |
5.4 |
5.5 |
3.37 |
1.34 |
0.25 |
||||
Pescado |
30.7 |
35.9 |
40.5 |
12.69 |
1.13 |
1.20 |
||||
Azúcar |
11.9 |
12.5 |
13.6 |
8.99 |
-0.07 |
0.73 |
||||
Aceite vegetal |
20.3 |
26.5 |
29.1 |
9.78 |
2.99 |
0.54 |
||||
Comercio (Mm USD de 2014-16) |
||||||||||
Comercio neto3 |
- 58 |
- 126 |
- 141 |
11.79 |
.. |
.. |
||||
Valor de las exportaciones3 |
102 |
118 |
134 |
13.26 |
0.37 |
1.20 |
||||
Valor de las importaciones3 |
161 |
245 |
275 |
12.50 |
3.37 |
0.91 |
||||
Coeficiente de autosuficiencia10 |
||||||||||
Cereales |
96.2 |
91.3 |
93.3 |
2.27 |
-0.51 |
0.12 |
||||
Carne |
98.9 |
90.3 |
93.8 |
3.90 |
-1.22 |
0.27 |
||||
Azúcar |
86.3 |
73.9 |
68.8 |
-6.94 |
-0.83 |
-0.81 |
||||
Aceite vegetal |
66.9 |
69.3 |
72.6 |
4.82 |
0.12 |
0.53 |
Notas: 1. El PIB per cápita se expresa en dólares estadounidenses (USD) constantes de 2010. 2. Tasas de crecimiento de mínimos cuadrados (véase el Glosario). 3. El valor neto de los datos sobre agricultura y pesca siguen la metodología de FAOSTAT, con base en el conjunto de productos básicos representados en el modelo Aglink-Cosimo valorados a precios de referencia internacionales para 2014-2016. Las proyecciones de los cultivos no incluidos se hicieron con base en tendencias a largo plazo. 4. Las semillas oleaginosas representan la soya y otras semillas oleaginosas. 5. Los lácteos incluyen la mantequilla, el queso, las leches en polvo y los productos lácteos frescos, expresados en unidades equivalentes de sólidos de leche. 6. La superficie del uso de la tierra para producción de cultivos representa múltiples cosechas de cultivos arables. 7. El uso de la tierra para pastoreo representa la tierra disponible para pastoreo de animales rumiantes. 8. Las calorías o proteínas diarias per cápita representan la disponibilidad y no la ingesta. 9. Los alimentos básicos representan los cereales, las semillas oleaginosas, las legumbres, las raíces y tubérculos. 10. El coeficiente de autosuficiencia se calcula como Producción / (Producción + Importaciones - Exportaciones)*100.
Fuentes: FAO (2022), FAOSTAT Hojas de Balances de alimentos e Índices de comercio (bases de datos), http://www.fao.org/faostat/en/#data; OCDE/FAO (2022), “OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas”, Estadísticas de la OCDE sobre agricultura (base de datos), http://dx.doi.org/10.1787/agr-outl-data-en.
2.3. Perspectivas regionales: Asia meridional y Sudeste asiático
2.3.1. Datos de referencia
La región de Asia meridional y Sudeste asiático7 es la más poblada de las analizadas en este capítulo. De sus 2 700 millones de habitantes –34% de la población mundial–, casi la mitad vive en India. Desde el punto de vista económico, en las últimas décadas el desempeño de la región ha sido muy variado. El ingreso per cápita varía entre USD 1 157 en los países menos adelantados (PMA) de Asia y USD 56 900 en Singapur, pero el promedio global asciende a poco más de USD 3 000 per cápita.
La actividad económica se recuperó en 2021, con un aumento de 4.5% del PIB per cápita siguiendo la caída en 2020 de 5.2% provocada por la pandemia de COVID-19. India fue el país más afectado, con un descenso de más de 8% en 2020, pero se espera que en 2022 se recupere por arriba de los niveles anteriores a la pandemia. Se prevé que durante los próximos 10 años el crecimiento económico será el más fuerte de todas las regiones, aunque las tasas se han reducido en su mayoría como resultado del debilitamiento de las perspectivas económicas mundiales. Excepciones a esta tendencia son los países dotados de reservas energéticas o de productos básicos, los cuales se beneficiarán de los altos precios de los productos básicos primarios. Se prevé que con este crecimiento la proporción de la agricultura, la pesca y la silvicultura primarias seguirá bajando a largo plazo y pasará de alrededor de 14% en el periodo base, a cerca de 10% para 2031.
Con el crecimiento económico, la proporción promedio de los alimentos en el gasto de los hogares de la región se situó por debajo de 17%. Sin embargo, en los PMA, la proporción es de 30%8 y, por consiguiente, en los primeros años del periodo de las Perspectivas, el aumento de los precios de los alimentos afectará considerablemente la seguridad alimentaria de muchos de estos países. Con alrededor de 580 millones de hectáreas (Mha) de tierras agrícolas, los recursos son relativamente escasos: apenas 0.2 hectáreas (ha) por persona, en comparación con el promedio mundial de cerca de 0.6ha/persona. No obstante, la región ha mantenido un superávit comercial en productos agrícolas.
Las presiones sobre los recursos se intensificarán en tanto el crecimiento demográfico se mantenga cerca de 1% anual. El crecimiento de la PTF, de 2% anual, superó el promedio mundial de 1.4% anual en la última década, lo cual facilitó el crecimiento económico.9 En el decenio hasta 2019, el crecimiento de la producción, de aproximadamente 3% anual, se logró con un incremento de solo 0.5% anual de los insumos, principalmente materiales como los fertilizantes y, en menor medida, el capital, a medida que disminuía la mano de obra. Sin embargo, la demanda interna de productos agrícolas es cada vez mayor. La urbanización va en aumento en toda la región; se espera que la proporción de la población que reside en zonas urbanas alcance más de 45% para 2031, en comparación con un promedio de 40% entre 2019 y 2021. Dado que gran parte de la población de la región es vegetariana, reacia al consumo de carne de cerdo o intolerante a la lactosa, es aún un tanto incierto cómo cambiarán las preferencias de los consumidores a medida que aumenten los ingresos, en particular en lo que respecta al consumo de productos de origen animal.
La región abarca muchos exportadores e importadores importantes de diversos productos agrícolas y alimentarios. Históricamente, la región tiene una balanza comercial positiva relativamente pequeña. En los últimos años se exportó casi una cuarta parte del valor total de la producción agrícola y pesquera. En las exportaciones regionales predominan los productos vegetales, especialmente el arroz y el aceite vegetal, donde la región tiene una participación de 79% y 61% de las exportaciones mundiales, respectivamente. La región del Sudeste asiático se considera un actor importante en las cadenas de valor mundiales, en concreto las relacionadas con el aceite vegetal y sus productos más procesados.10
Los principales desafíos que enfrenta la región se vinculan con su capacidad para aumentar la productividad y la innovación, sobre todo frente a los riesgos del cambio climático y la necesidad de afrontar la inseguridad alimentaria. Esta inseguridad se mantiene elevada y en la región se concentra cerca de un tercio de la población subalimentada del mundo. Es fundamental lograr un crecimiento económico continuado en una época de incertidumbre mundial con respecto a los mercados internacionales. Su base de recursos naturales, es decir su capital natural, fue sometida a gran presión durante los periodos de desarrollo anteriores, en particular en los países del Sudeste asiático, y se requieren soluciones innovadoras. Los principales retos de política pública se refieren a la naturaleza y al alcance de los planes de intervención del mercado y a la manera en que afectan a las interacciones con los mercados mundiales.
2.3.2. Producción
La región de Asia meridional y Sudeste asiático es la segunda mayor contribuyente a la producción mundial total en términos de valor de la agricultura y la pesca. La producción de cultivos representa la mayor parte, pero la producción ganadera crece con mayor rapidez. El aumento de 25% de la producción agrícola previsto para 2031 sobrepasa el crecimiento demográfico, lo cual implica que la producción agrícola aumentará en términos per cápita.
Se espera que, en relación con el periodo 2019-2021, la producción de cultivos se incremente 22%, lo que equivale a 62% de la producción agrícola y pesquera total para 2031. El aumento de la productividad es clave para esta expansión, pues se espera que la tierra utilizada para la producción de cultivos solo crezca 1.3% durante el periodo de 10 años. De hecho, el incremento del valor por hectárea de tierra de cultivo se acelerará durante el periodo de proyección, para sumar 1.6% anual, cifra que refleja la intensificación y la mejora de la productividad. La región es una de las principales contribuyentes a la producción mundial de varios productos, como el arroz, el aceite vegetal, las legumbres y el azúcar. Excepto para el aceite vegetal, que se mantiene estable, se espera que la participación de la región en la producción mundial aumente para todos los productos mencionados.
La producción de cereales se concentra en India, Indonesia, la República Islámica del Pakistán (en adelante, Pakistán) y los PMA, como Bangladesh, Camboya y Myanmar. Por sí sola, India representa cerca de 70% de la producción de trigo y 40% de la producción de arroz, y se espera que para 2031 contribuya con 48% de la producción adicional de arroz. El crecimiento de la producción de arroz se deriva de las mejoras de la productividad, con una expansión de la superficie de cultivo de alrededor de 2.5% en India y en los PMA de Asia para 2031, en comparación con un aumento de 16.5% en los rendimientos.
La región es el principal contribuyente a la producción mundial de aceite vegetal, lo que se atribuye a la producción de aceite de palma en Malasia e Indonesia. En particular en Malasia, el sector depende en gran medida de la mano de obra extranjera y, en los últimos dos años, resultó afectado por la propagación de la COVID-19 y las restricciones asociadas a la circulación de personas; esto elevó las restricciones estructurales que ya habían limitado la oferta antes de la pandemia. Si bien fue evidente cierta recuperación en Indonesia, las condiciones climáticas en Malasia contribuyeron a que la producción de 2021 fuera la más baja de los últimos 15 años. Pese a que en 2022 se aprecia una leve recuperación, la desaceleración de la expansión de la superficie de palma aceitera madura implica que el crecimiento de la producción en Indonesia y en Malasia se mantendrá más lentamente este decenio, pero conservará una participación combinada de 33% en la producción mundial de aceite vegetal.
En la actualidad los productos ganaderos representan 22% del valor de la producción agrícola y pesquera, y un crecimiento de 2.9% anual conducirá a una expansión de esta participación a 25% para 2031. India y Pakistán son los principales contribuyentes a este crecimiento, que proviene sobre todo de los productos lácteos. El crecimiento de la producción de leche, de 41% para 2031, se deriva de un aumento de 21% en el rebaño de vacas, a pesar de una pequeña contracción del uso de la tierra de pastoreo, y a una mejora de 17% en los rendimientos de la leche por vaca. La producción de carne está dominada por las aves de corral, que también representarán más de 60% de la producción adicional de carne para 2031. El crecimiento de este sector se debe en gran medida a la mayor intensidad del forraje y a mejoras realizadas en la reproducción. La producción regional de carne de cerdo es limitada y se concentra principalmente en la República Socialista de Viet Nam (en adelante, Viet Nam) y el Reino de Tailandia (en adelante, Tailandia). Después de las fuertes disminuciones registradas en 2019 y 2020 debido a la PPA, en 2021 la producción de carne de cerdo en Viet Nam se recuperó y aumentó 5%. Dado que en la producción predominan los pequeños productores, la recuperación tardará muchos años, de modo que no se espera que la producción supere los niveles de 2018 sino hasta 2024.
La producción pesquera es un importante contribuyente de la producción agrícola de la región, con 15% del valor total. Sin embargo, el crecimiento de 15% para 2031 es el más lento entre los tres subsectores, lo que debilita su contribución a lo largo del tiempo. Si bien se espera que la pesca de captura se mantenga estable, lo cual refleja las limitaciones de los recursos, el crecimiento de 2.1% anual de la acuicultura implica que superará a la pesca de captura para 2027 y que para 2031 representará 52% de la producción total.
Las emisiones totales de GEI directamente provenientes de la agricultura aumentarán 8.8% para 2031 con respecto al periodo 2019-2021, impulsadas mayormente por el sector ganadero. Si bien las emisiones relacionadas con los cultivos permanecerán estables, las relacionadas con la ganadería, reflejo del incremento en los rebaños de rumiantes, aumentarán a un ritmo consistente con el de la última década de 1.1% anual. Para 2031, 29% de las emisiones de GEI relacionadas con la agricultura a nivel mundial serán atribuibles a esta región.
2.3.3. Consumo
Los avances positivos en la reducción de la inseguridad alimentaria y la subalimentación logrados durante años en la región de Asia meridional y Sudeste asiático se detuvieron en 2020, en gran parte debido al impacto de la pandemia de COVID-19 sobre el ingreso y la asequibilidad de los alimentos. En especial en Asia meridional, la prevalencia de la subalimentación aumentó más de 15% por primera vez en una década y el número de personas subalimentadas rebasó 300 millones en 2020. Si bien la fuerte recuperación económica en la región, con un crecimiento del ingreso de 4.5% en 2021 y un 4.7% adicional previsto para 2022, debería ayudar a superar la inseguridad alimentaria a corto plazo, el actual repunte de los precios de los productos básicos puede impedir una mejora significativa. A mediano plazo, la combinación de una moderada disminución del crecimiento demográfico, la aceleración del crecimiento del ingreso y una urbanización constante, aunque lenta, sustentarán la evolución continua de los hábitos alimentarios y fortalecerán la demanda de alimentos ricos en calorías y nutrientes (Kelly, 2016[1]) (Reardon et al., 2014[2]). Se prevé que para 2031, la disponibilidad media de calorías en la región aumentará casi 200 kcal diarias por persona hasta alcanzar un promedio de poco más de 2 850 kcal, apenas 6.5% por debajo del promedio mundial. El aumento se verá impulsado principalmente por un mayor consumo de productos lácteos, carne y aceites vegetales.
Los cereales, en particular el arroz, se mantienen como la principal fuente de disponibilidad de calorías en la región. Para 2031, 53% del total de calorías provendrán de los cereales (de los cuales casi 30% corresponderá al arroz). Esto se compara con 55% de cereales y 31% del arroz en el periodo 2019-2021 y obedece a una moderada expansión de 3.5% en el consumo per cápita de arroz durante el periodo de 10 años, sobre todo en India. Por su parte, en Viet Nam e Indonesia, se espera que el consumo de arroz disminuya y sea sustituido por el trigo.
La ingesta promedio de proteínas sigue muy por debajo del promedio mundial, pero aumentará en 7 g diarios por persona hasta sumar 75 g diarios por persona para 2031. Esto se debe al creciente consumo de carne y productos lácteos. En el caso de la carne, el consumo crecerá partiendo de una base pequeña hasta alcanzar 15.5 kg per cápita para 2031 —todavía más de 20 kg por debajo del promedio mundial—, lo cual refleja el limitado consumo de carne en India en particular. La carne de aves de corral representará más de la mitad del consumo adicional. El consumo de productos lácteos ya es mucho mayor que el nivel mundial y el incremento de casi 30% en el consumo per cápita para 2031 hará que aumente 32% por arriba del promedio del nivel mundial. Se espera que el consumo de productos lácteos frescos sea el de más rápido crecimiento, motivado por un crecimiento considerable tanto en India como en Pakistán.
A medida que crece la producción ganadera y lechera, la combinación de la expansión de los rebaños, el aumento de la intensidad del uso para forraje y la mejora de la eficiencia respaldarán un crecimiento de 26% en el uso para forraje para 2031. El maíz constituye la mayor parte del forraje, pero su participación es menor que la de muchas otras regiones, con un aporte adicional significativo de las harinas proteicas. Se espera que tanto el maíz como las harinas proteicas utilizadas para forraje aumenten 2.2% anual, suficiente para mantener bastante estable la participación de ambos productos en el uso total del forraje.
El aumento de las normativas, mayormente en India, hace que la región casi duplique su participación en el uso mundial de etanol, de 6.5% en el periodo 2019-2021 a 11% para 2031. En la actualidad, la proporción de la región en el uso mundial de biodiésel es mucho mayor (21%), pero también se espera que aumente a 30% para 2031, sobre todo como resultado de los incrementos registrados en Indonesia y, en mucha menor medida, en Malasia y Tailandia.
En Indonesia se espera que la normativa de mezcla provoque que los suministros nacionales de aceite de palma se destinen al mercado del biodiésel. Junto con el fuerte apoyo al precio del aceite vegetal a corto plazo motivado por las actuales restricciones de la oferta, esto podría ayudar a catalizar la inversión en el sector. Sin embargo, la disponibilidad de tierras sigue siendo una limitación y un factor clave que contribuye a los retrasos en la replantación de la palma aceitera en los últimos años. Esto también explica la desaceleración del crecimiento de la producción regional de aceite vegetal durante el periodo de las perspectivas, con una expansión prevista de 17% para 2031, en comparación con 43% de la última década.
2.3.4. Comercio
La región sigue siendo un pequeño exportador neto de productos básicos agrícolas, aunque se espera que para 2031 registre un déficit menor. La cifra agregada oculta grandes diferencias dentro de la región. Se espera que tanto India como el Sudeste asiático mantengan su posición como exportadores netos, aunque también que el superávit comercial de India disminuya. En cambio, las importaciones netas de los PMA y de otros países en desarrollo de la región siguen en aumento.
La región es un gran exportador neto de arroz, aceite vegetal, pescado y fruta fresca. Se espera que las exportaciones de arroz crezcan de manera sustancial, con un promedio anual de 3%, con lo que la participación de la región en las exportaciones mundiales aumentará a 86% para 2031. Esto se debe en gran medida a India, que representa 51% de las exportaciones adicionales, pero también se prevé un fuerte crecimiento en Tailandia, Viet Nam y los PMA como Myanmar. Si bien Indonesia y Malasia seguirán siendo los principales exportadores de aceite vegetal, la participación de la región en las exportaciones mundiales continuará disminuyendo. Esto se debe en su mayor medida a la reducción de la participación en el mercado de Malasia, cuyas exportaciones de aceite de palma se prevé que aumentarán solo 0.6% anual. Se espera que las exportaciones de pescado de la región disminuyan durante los próximos 10 años, porque el crecimiento del consumo en la región supera la producción. Una parte importante del pescado que se comercializa se producirá dentro de la región.
La dependencia de la región de las importaciones de trigo, maíz, semillas oleaginosas, harinas proteicas y azúcar aumentará para 2031. Sin embargo, la proporción del consumo total de carne suministrada por medio de las importaciones disminuirá, pues la producción ganadera depende cada vez más de los productos forrajeros importados. Viet Nam es el principal impulsor de esta tendencia, ya que las importaciones de carne de cerdo caen precipitadamente desde los niveles del periodo base, que habían aumentado en gran medida como consecuencia del brote de PPA.
Cuadro 2.2. Indicadores regionales: Asia meridional y Sudeste asiático
Promedio |
% |
Crecimiento2 |
||||
---|---|---|---|---|---|---|
2009-11 |
2019-21 (base) |
2031 |
Base a 2031 |
2012-21 |
2022-31 |
|
Supuestos macro |
||||||
Población ('000) |
2 352 335 |
2 655 571 |
2 943 680 |
10.85 |
1.18 |
0.91 |
PIB per cápita1 (kUSD) |
2.25 |
3.06 |
4.60 |
50.19 |
2.90 |
3.98 |
Producción (Mm USD de 2014-16) |
||||||
Valor neto de la producción agrícola y pesquera3 |
798.0 |
1049.6 |
1303.5 |
24.19 |
2.50 |
1.91 |
Valor neto de la producción de cultivos3 |
527.4 |
659.4 |
803.6 |
21.88 |
1.85 |
1.70 |
Valor neto de la producción ganadera3 |
159.9 |
233.1 |
318.8 |
36.76 |
3.91 |
2.87 |
Valor neto de la producción pesquera3 |
110.6 |
157.1 |
181.0 |
15.25 |
3.32 |
1.24 |
Cantidad producida (kt) |
||||||
Cereales |
489 824 |
574 421 |
677 519 |
17.95 |
1.42 |
1.41 |
Legumbres |
24 831 |
36 298 |
45 798 |
26.17 |
4.47 |
1.77 |
Raíces y tubérculos |
36 890 |
51 325 |
62 559 |
21.89 |
2.87 |
1.70 |
Semillas oleaginosas4 |
15 655 |
19 277 |
22 945 |
19.03 |
3.23 |
1.28 |
Carne |
30 084 |
41 478 |
53 873 |
29.88 |
3.01 |
2.36 |
Lácteos5 |
27 913 |
42 951 |
60 829 |
41.62 |
4.66 |
3.28 |
Pescado |
39 278 |
55 184 |
63 596 |
15.24 |
3.19 |
1.24 |
Azúcar |
43 487 |
51 836 |
60 341 |
16.41 |
1.12 |
0.71 |
Aceite vegetal |
65 796 |
94 119 |
109 679 |
16.53 |
3.39 |
1.05 |
Producción de biocombustibles (Mnl) |
||||||
Biodiésel |
1926.03 |
12652.03 |
16824.01 |
32.97 |
15.04 |
1.31 |
Etanol |
3 644 |
7 456 |
15 977 |
114.29 |
6.17 |
5.87 |
Uso de la tierra (kha) |
||||||
Uso total de la tierra agrícola |
566 906 |
579 933 |
584 168 |
0.73 |
0.25 |
0.05 |
Uso total de la tierra para producción de cultivos6 |
358 290 |
372 427 |
377 151 |
1.27 |
0.42 |
0.08 |
Uso total de la tierra para pastoreo7 |
208 616 |
207 506 |
207 016 |
-0.24 |
-0.05 |
-0.02 |
Emisiones de GEI (Mt CO2-eq) |
||||||
Total |
1 576 |
1 680 |
1 828 |
8.81 |
0.70 |
0.67 |
Cultivos |
693 |
720 |
720 |
0.07 |
0.42 |
0.02 |
Animal |
869 |
944 |
1 090 |
15.49 |
0.91 |
1.12 |
Demanda y seguridad alimentaria |
||||||
Disponibilidad diaria de calorías per cápita8 (kcal) |
2 497 |
2 653 |
2 857 |
7.71 |
0.68 |
0.70 |
Disponibilidad diaria de proteínas per cápita8 (g) |
61.6 |
67.9 |
74.5 |
9.74 |
0.9 |
0.9 |
Disponibilidad de alimentos per cápita (kg/año) |
||||||
Alimentos básicos9 |
176.8 |
181.6 |
190.1 |
4.68 |
0.34 |
0.32 |
Carne |
11.3 |
13.3 |
15.5 |
16.60 |
1.70 |
1.29 |
Lácteos5 |
12.7 |
16.7 |
21.3 |
27.21 |
3.11 |
2.29 |
Pescado |
12.4 |
15.0 |
16.1 |
7.48 |
1.69 |
0.60 |
Azúcar |
19.3 |
20.9 |
21.9 |
4.65 |
0.17 |
0.40 |
Aceite vegetal |
10.4 |
12.9 |
14.6 |
12.66 |
2.05 |
0.97 |
Comercio (Mm USD de 2014-16) |
||||||
Comercio neto3 |
13 |
42 |
13 |
-69.01 |
.. |
.. |
Valor de las exportaciones3 |
165 |
239 |
259 |
8.48 |
3.10 |
0.65 |
Valor de las importaciones3 |
153 |
197 |
246 |
24.81 |
3.76 |
1.92 |
Coeficiente de autosuficiencia10 |
||||||
Cereales |
96.1 |
92.2 |
92.6 |
0.37 |
-0.67 |
-0.04 |
Carne |
93.6 |
96.5 |
97.4 |
0.97 |
-0.05 |
0.10 |
Azúcar |
94.9 |
96.4 |
93.4 |
-3.15 |
0.37 |
-0.62 |
Aceite vegetal |
146.5 |
131.3 |
123.5 |
-5.94 |
-1.27 |
-0.50 |
Notas: 1. El PIB per cápita se expresa en dólares estadounidenses (USD) constantes de 2010. 2. Tasas de crecimiento de mínimos cuadrados (véase el Glosario). 3. El valor neto de los datos sobre agricultura y pesca siguen la metodología de FAOSTAT, con base en el conjunto de productos básicos representados en el modelo Aglink-Cosimo valorados a precios de referencia internacionales para 2014-2016. Las proyecciones de los cultivos no incluidos se hicieron con base en tendencias a largo plazo. 4. Las semillas oleaginosas representan la soya y otras semillas oleaginosas. 5. Los lácteos incluyen la mantequilla, el queso, las leches en polvo y los productos lácteos frescos, expresados en unidades equivalentes de sólidos de leche. 6. La superficie del uso de la tierra para producción de cultivos representa múltiples cosechas de cultivos arables. 7. El uso de la tierra para pastoreo representa la tierra disponible para pastoreo de animales rumiantes. 8. Las calorías o proteínas diarias per cápita representan la disponibilidad y no la ingesta. 9. Los alimentos básicos representan los cereales, las semillas oleaginosas, las legumbres, las raíces y tubérculos. 10. El coeficiente de autosuficiencia se calcula como Producción / (Producción + Importaciones - Exportaciones)*100.
Fuentes: FAO (2022), FAOSTAT Hojas de Balances de alimentos e Índices de comercio (bases de datos), http://www.fao.org/faostat/en/#data; OCDE/FAO (2022), “OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas”, Estadísticas de la OCDE sobre agricultura (base de datos), http://dx.doi.org/10.1787/agr-outl-data-en.
2.4. Perspectivas regionales: África subsahariana
2.4.1. Datos de referencia
El aumento de la productividad es un desafío importante
La región de África subsahariana (en adelante, ASS) es grande y diversa, y alberga a 14% de la población mundial. Sus tendencias de crecimiento económico y su perfil demográfico destacan entre las siete regiones11 incluidas en este capítulo. El crecimiento demográfico es el más alto entre ellas y, a pesar de los rápidos avances alcanzados, la urbanización es aún, por un amplio margen, la más lenta. Se espera que para 2031 la región añadirá a su población 334 millones de personas más respecto al periodo 2019-2021, cifra que representa una tasa de crecimiento de 2.5% anual. Aunque casi dos tercios de los pobladores adicionales de ASS residirán en zonas urbanas, 52% de la población general seguirá viviendo en zonas rurales en 2031. Esto la convierte en la única región donde más de la mitad de la población residirá en zonas rurales para 2031, y una de las dos únicas (junto con el Cercano Oriente y África del Norte) en las que aún se espera que el tamaño absoluto de la población rural continúe en aumento durante el decenio.
Las economías de la región suelen depender mucho de los productos básicos basados en recursos, como los agrícolas, el petróleo y los metales. La agricultura, la pesca y la silvicultura representan cerca de 17% del PIB, y se espera que disminuyan a 15% hacia 2031. Se espera que el crecimiento económico, en términos per cápita, sea menos sólido que en otras regiones emergentes en desarrollo y que se eleve en 1.3% anual. Después de la contracción de 5% sufrida en 2020 durante la pandemia de COVID-19, el PIB per cápita repuntó apenas 1.1% en 2021, y se espera otro 1% en 2022. La limitada recuperación, pese al apoyo prestado por los fuertes precios de los productos básicos a nivel mundial, refleja los prolongados efectos de las restricciones económicas destinadas a frenar la propagación de la pandemia, los limitados recursos para fomentar la recuperación y las persistentes restricciones de viajes que redujeron la aportación del sector turístico. Al ritmo de recuperación previsto, el PIB per cápita no superará los niveles anteriores a la pandemia sino hasta 2025. El desempeño económico varía considerablemente dentro de la región y las economías menos desarrolladas crecen con mayor rapidez, aunque partiendo de una base más baja. El ingreso regional promedio per cápita es el más bajo del mundo, USD 1 719, y se prevé que aumentará a USD 1 920 para 2031 (en dólares estadounidenses de 2010). En los PMA de la región, el ingreso promedio per cápita sumará solo USD 1 000 anuales.
Los hogares de la región gastan en promedio alrededor de 23% de sus ingresos en alimentos, lo que representa el porcentaje más alto de todas las regiones. Esta proporción varía considerablemente según el país y los PMA de la región gastan 33% en promedio.12 Dada la elevada proporción del ingreso total destinada a la alimentación, la región es particularmente vulnerable a los elevados precios de los alimentos previstos a corto plazo, lo cual afectará en gran medida al bienestar económico, la seguridad alimentaria y la diversidad nutricional. La disponibilidad de calorías per cápita es ya mucho menor que en la mayoría de las otras regiones, lo que incrementa aún más el impacto de la pandemia de COVID-19 en la asequibilidad de los alimentos y la seguridad alimentaria. En la publicación de la FAO El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (2021) se señala que la prevalencia de la subalimentación aumentó de 20.6% en 2019 a 24.1% en un solo año (2020), en tanto que el número de personas subalimentadas en la región aumentó en 44 millones. Aunque la prevalencia de la subalimentación en la región había ido en aumento desde 2018, la pandemia provocó una rápida aceleración y el actual entorno de precios altos de los alimentos podría frenar aún más el avance.
África subsahariana es una región agroecológicamente diversa y con abundancia de tierras, la cual representa 15% de las tierras de cultivo y 20% de las de pastoreo mundiales. Sin embargo, en muchos países, la alta densidad poblacional prevaleciente en las zonas rurales provoca que el sector agrícola enfrente la presión de la escasez de tierras y la disminución del tamaño de las parcelas. Gran parte de la tierra aún disponible en la región se concentra en unos cuantos países y/o está en gran parte bajo cubierta forestal. En consecuencia, en el periodo 2019-2021 la región produjo solo 7% del valor global de la producción agrícola y pesquera. Por el contrario, su gran población, con sus elevadas necesidades de consumo y su singular composición dietética, dependiente de los alimentos básicos, provocó que la región representara 41% del consumo mundial de raíces y tubérculos, y 13% de los cereales, en comparación con solo 7% del azúcar y 6% del aceite vegetal y el pescado a nivel mundial. Asimismo, la proporción comparativamente pequeña del consumo mundial de carne (4%) y de productos lácteos frescos (5%) refleja un poder adquisitivo más débil y un bajo contenido de proteínas en la dieta de casi toda la región. En general, la autosuficiencia de África subsahariana en términos de los principales productos básicos alimentarios está disminuyendo, debido a que el crecimiento poblacional de la región rebasa la tasa de crecimiento de la oferta interna.
Uno de los mayores desafíos que la región enfrentará en el periodo de proyección es mejorar la seguridad alimentaria y reducir el hambre en un entorno de ingresos bajos. Si bien se han logrado mejoras y experiencias exitosas en determinados países, la productividad en la mayor parte de la región es aún baja. Se estima que la PTF en ASS se redujo 2% durante la década hasta 2019, ya que el gran crecimiento de los insumos, mayormente del capital (incluido el ganado), no se acompañó con el correspondiente crecimiento de la producción.13 La concentración de la abundancia de tierras en unos cuantos países implica posibles e importantes oportunidades para expandir el comercio intrarregional, pero es preciso reducir los costos para mejorar la competitividad comercial. Por consiguiente, se supone que durante el periodo de las perspectivas las importaciones de la región continúen en aumento. En un mercado mundial cada vez más volátil, reducir los costos del comercio y cerrar la brecha de productividad abre las puertas para que la región suministre productos alimentarios más asequibles a su creciente población.
2.4.2. Producción
El aumento de la productividad es la clave del crecimiento
Se espera que, en términos de valor agregado neto, la producción agrícola y pesquera de ASS crezca 2% anual promedio. Tomando en cuenta el rápido crecimiento demográfico, esto significa que la producción per cápita seguirá disminuyendo, tendencia evidente desde 2015 (Figura 2.9). Se prevé que para 2031 la producción de cultivos representará 75% de la producción total, en tanto que la proporción de productos ganaderos se mantendrá bastante constante en 18%, y que la participación de la producción pesquera disminuirá ligeramente a 7%. Los alimentos y forraje básicos, como cereales, legumbres, raíces y tubérculos, serán las principales fuentes de crecimiento. En el caso de los cereales y las raíces y tubérculos, la participación de la región en el mercado mundial aumentará durante el periodo de las perspectivas. Para 2031, la región ASS podría representar más de 40% de la producción mundial de raíces y tubérculos, 21% de la producción de legumbres y 6.5% de la producción de cereales. Se prevé que la producción de algodón crecerá 1.5% anual y aumentará su participación en el mercado mundial a 8% para 2031. Cerca de 70% del algodón de la región será producido por los PMA, de los cuales gran parte provendrá de África Occidental, donde los principales contribuyentes son Burkina Faso y Benin.
El crecimiento de 25% de la producción de cultivos durante el decenio se basará en la combinación de tres factores: expansión de la superficie, cambio de la mezcla de cultivos y aumento de la productividad. Expresado por unidad de tierra utilizada en la agricultura, el valor real de la producción de cultivos seguirá creciendo 1.9% anual, motivada por una cierta intensificación de los cultivos. En muchos países se utiliza el intercultivo de frijoles y cereales. El cultivo doble también prevalece en las regiones tropicales con precipitación bimodal, así como sistemas de riego en África austral, donde la soya y el trigo suelen producirse consecutivamente en un solo año. Se espera también que la expansión del cultivo de arroz en la región, sobre todo en Nigeria, se base en cosechas múltiples anuales.
Si bien la región se considera abundante en tierras, estas se concentran en unos cuantos países: Sudán, Madagascar, la República Democrática del Congo, Mozambique, Angola, la República del Congo, la República Centroafricana, la República Democrática Federal de Etiopía y Zambia, que representan aproximadamente 65% de la tierra disponible para expansión (Chamberlain et al., 2014). En otros lugares, la expansión en curso del uso de la tierra agrícola se ve limitada por la fragmentación de la tierra, los conflictos en algunos países con abundancia de tierras y la presencia de otros usos competidores, como la minería y la expansión urbana. Todo ello acentúa la importancia de lograr un aumento de la productividad en la región.
Se prevé que los rendimientos promedio de los cereales aumentarán 22% durante el periodo de las perspectivas, es decir, una tasa similar a la de la década pasada. Los continuos incrementos en el rendimiento en la mayoría de los cultivos principales provienen de inversiones en variedades de cultivos localmente adaptadas y mejoradas, así como de la optimización de las prácticas de gestión. Si bien el crecimiento del rendimiento en la mayoría de los cultivos supera las tasas previstas a nivel mundial, se parte de una base que suele ser de menos de la mitad del promedio mundial. Por consiguiente, la brecha considerable de la región relativa a los rendimientos alcanzados en el resto del mundo se reducirá, pero seguirá siendo significativa para 2031. Los esfuerzos emprendidos para cerrar por completo la brecha de rendimiento se ven entorpecidos por el uso limitado de insumos, riego e infraestructura. A pesar de la aplicación generalizada de programas de subsidio para fertilizantes en muchos países, su uso es el más bajo de todas las regiones y, como importador neto de fertilizantes, los fuertes aumentos de costos a corto plazo podrían afectar aún más las compras y el uso (Figura 2.10). Con una fuerte dependencia de la producción en tierras de secano y ante los crecientes desafíos ecológicos, la región podría ser una de las más seriamente afectadas por el cambio climático, lo cual indica que el crecimiento de los rendimientos tendrá que lograrse en un entorno cada vez más volátil.
Se prevé que el valor neto de la producción ganadera se elevará 28% en los próximos 10 años y los aumentos más rápidos provendrán de la leche y las aves de corral. Para 2031, la región añadirá 10.5 Mt de leche y 2.9 Mt de carne (1.0 Mt de carne de aves de corral, 894 kt de carne de bovino, 629 kt de carne de ovino y 362 kt de carne de cerdo).
Los sistemas de producción de carne de bovino y ovino de la región son extensivos y el crecimiento en la durante el decenio se verá impulsado por la expansión del rebaño, más que por el aumento de la productividad. En el periodo 2019-2021, la región representaba solo 7% de la producción mundial de carne de bovino, pero casi 17% del rebaño bovino mundial. Se prevé que la participación de la región en el rebaño bovino mundial se incrementará a más de 19% para 2031, aunque su participación en la producción mundial de carne de vacuno solo aumentará medio punto porcentual. Del mismo modo, la región aporta 14% de la producción mundial de carne de ovino y representa 25% del rebaño ovino del mundo. Se espera que la producción de carne de ovino aumente 29% en los próximos 10 años y que la región incremente su participación mundial a 15%, pero seguirá apacentando a 28% del rebaño mundial. Sin embargo, la expansión de los rebaños para 2031 se producirá en una superficie de pastoreo casi invariable.
Aunque los sistemas de producción avícola extensiva sigan siendo comunes en la región, se ha registrado un mayor grado de intensificación, sobre todo en países como Sudáfrica, que producen excedentes de cereales para forraje. Si bien se parte de una base reducida, se espera que la intensidad del forraje continúe en aumento en la región, a medida que se modernicen las cadenas de suministro en países como Zambia y Tanzania; sin embargo, muchos pequeños productores aún utilizan insumos forrajeros que no provienen de los cereales y que a menudo son adquiridos de manera informal. En países que ya usan el forraje de forma más intensiva, las mejoras genéticas y una optimizada conversión del forraje reducen con el tiempo la cantidad de forraje requerido por animal. En general, en la región, el efecto neto es que el uso para forraje crezca marginalmente a una tasa más rápida que la de la producción de carne. Una parte del forraje se utiliza en la producción de pescado, que se espera aumente 14% para 2031. La expansión prevista de 32% en el sector de la acuicultura, comparada con el 13% de la pesca de captura, parte de una base pequeña y, para 2031, la acuicultura todavía representará únicamente 9% de la producción pesquera, en comparación con 8% en el periodo base.
Sobre la base de estas proyecciones sobre producción, se espera que las emisiones de GEI de la región directamente provenientes de la agricultura crezcan 14% para 2031, respecto al periodo base. ASS representará 40% del incremento mundial de las emisiones directas de la agricultura y, por tanto, 16% de las emisiones directas mundiales para 2031. No obstante, se espera que las emisiones agrícolas por valor en dólares estadounidenses de la producción en la región sigan una tendencia a la baja.
2.4.3. Consumo
Mejora lenta pero insuficiente del estado de la nutrición
La región ASS concentra a la mayoría de los pobres del mundo. La prevalencia de personas subalimentadas en la región es también la más alta del mundo. La deficiente seguridad alimentaria de la región se agravó aún más con la pandemia de COVID-19. Las interrupciones en la cadena de suministro, en especial en los sectores informales, limitaron la accesibilidad, en tanto que las perturbaciones en los ingresos y en el empleo debilitaron la asequibilidad. La lenta recuperación económica prolongará las limitaciones en la asequibilidad, sobre todo en el entorno de precios altos previsto a corto plazo. La seguridad alimentaria y la subalimentación probablemente seguirán siendo un reto, y aun cuando los niveles de ingreso empiezan a recuperarse, sostener esa recuperación requerirá mejorar la disponibilidad, la accesibilidad, la asequibilidad y la utilización de los suministros de alimentos en el futuro.
La lenta recuperación de los niveles de ingreso promedio siguiendo la contracción económica de 2020 indica que el crecimiento demográfico sigue siendo el mayor impulsor del consumo cada vez mayor de alimentos (Figura 2.13). Esta combinación de un rápido crecimiento de la población y el aumento potencial de la disponibilidad de calorías per cápita convierte a la región en una de las mayores fuentes de demanda adicional para el sector agrícola mundial en el periodo de proyección. Se prevé que la participación de la región en el consumo mundial de calorías alimentarias subirá de 11.5% en el periodo base a 13.5% para 2031.
La contribución de los alimentos básicos a la disponibilidad de calorías total es mayor en ASS que en cualquier otra región. Si bien se espera que el consumo per cápita de alimentos básicos aumente aún más para 2031, la proporción de dichos alimentos en la disponibilidad de calorías total se mantiene bastante constante. Para la mayoría de los demás grupos de productos básicos, como carne, lácteos, pescado, azúcar y aceites vegetales, los niveles de consumo per cápita son los más bajos del mundo en la actualidad. En tanto que el consumo per cápita de productos lácteos y aceites vegetales aumentará durante el decenio, el de carne, pescado y azúcar disminuirá debido a la lenta recuperación del crecimiento del ingreso después la pandemia. Esto implica que la diversificación de la dieta seguirá siendo lenta, pero el consumo total de alimentos se elevará considerablemente en todos los productos básicos, debido al rápido crecimiento demográfico.
El aumento de 79 kcal al día durante el periodo de las perspectivas permitirá que la disponibilidad promedio de calorías en la región sea mayor de 2 500 kcal diarias per cápita para 2031. Esta cifra está muy por debajo del promedio mundial de 3 040 kcal al día y la ingesta de calorías en la región seguirá siendo la más baja del mundo para 2031. Se espera que el consumo de proteínas solo aumente 1.2 g por persona al día, sobre todo las provenientes de fuentes vegetales. Aunque se espera que el consumo de productos lácteos aumente, esto se verá más que compensado por la disminución del consumo per cápita de carne y pescado durante los próximos 10 años, lo cual limita las mejoras en la ingesta de nutrientes y micronutrientes vitales.
Durante el periodo de proyección, los cereales superarán a las raíces y tubérculos como la principal fuente de alimentación del sector ganadero. Sin embargo, el uso total para forraje en ASS es bajo y para 2031 representará menos de 4% del forraje total consumido en el mundo, a pesar de que la región alberga a 16% de la población mundial.
2.4.4. Comercio
Se depende cada vez más de las importaciones y los avances en los acuerdos comerciales regionales son lentos
Se espera que la región dependa cada vez más de las importaciones para cerrar la brecha entre la producción y el consumo nacionales. Con pocas excepciones, la mayoría de los productos alimentarios básicos de la región se producen para consumo interno y no para exportación. Sin embargo, muchos países se benefician de la contraestacionalidad en el hemisferio norte y de costos de mano de obra competitivos, que propician la exportación neta de productos frescos de alto valor.
Se prevé que el déficit comercial en los principales productos alimentarios aumentará durante los próximos 10 años. Evaluado a precios de referencia mundiales constantes (2014-2016), se prevé que el déficit crecerá considerablemente y pasará de alrededor de USD 9 mil millones (Mm) a USD 26 Mm para 2031.
Entre los problemas relacionados con la pandemia en 2020, los volúmenes de las importaciones de cereales aumentaron, en tanto que las importaciones de carne, pescado, aceite vegetal y azúcar disminuyeron. En el punto álgido de la primera ola de la pandemia, el comercio intrarregional afrontó numerosas dificultades logísticas, que ocasionaron largos retrasos en las aduanas terrestres (Njiwa and Marwusi, 2020[3]). Al suavizarse las restricciones en las últimas olas de la pandemia, a medida que se adaptaban las estrategias, también se incrementaron las importaciones de carne, pescado y cereales, pero el gran incremento de los precios impidió importar azúcar y aceite vegetal para la región ASS. Asimismo, la región es aún afectada por problemas mundiales, como la escasez de contenedores, los altos fletes y el aumento de los costos locales del combustible, todo lo cual se suma al costo del comercio en una región que ya de por sí obtiene una mala puntuación en los indicadores de eficiencia comercial, como el Índice de desempeño logístico del Banco Mundial.
A lo largo de los próximos 10 años, las importaciones de cereales, carne, pescado, azúcar y aceites aumentarán considerablemente, a una tasa más rápida que la producción. El trigo constituye casi la mitad de las importaciones de cereales de la región y Rusia ha sido históricamente el mayor proveedor, con grandes volúmenes provenientes también de Ucrania. Por consiguiente, la evolución de la guerra de Rusia contra Ucrania aumentará la preocupación por la disponibilidad y los costos del trigo importado. Las exportaciones de la mayoría de los principales productos básicos tenderán a disminuir con el tiempo. La región no es autosuficiente en productos básicos alimentarios y se espera que su dependencia de las importaciones se acentúe durante el periodo de proyección. No obstante, en el caso de las frutas y verduras frescas, se espera que el valor real de las exportaciones aumente 31% y 48%, respectivamente, para 2031. En consecuencia, el valor total de las exportaciones agrícolas en términos reales (2014-2016) podría aumentar 23% para 2031.
A diferencia de los cultivos alimentarios básicos, la mayor parte de la producción de algodón se vende en los mercados mundiales y para 2031 más de 90% del algodón de la región se destinará a la exportación. Un gran porcentaje del algodón proviene de los PMA y se espera que la participación de la región en las exportaciones mundiales aumente ligeramente durante el periodo de las perspectivas.
Hace poco más de un año se inició el comercio en el marco del Acuerdo sobre la Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA). Su objetivo de mejorar el comercio interno es fundamental para el desarrollo económico de la región, en particular considerando la creciente incertidumbre mundial. La pandemia de COVID-19 retrasó su aplicación y en 2020 el comercio intraafricano se redujo a 16%, en comparación con un promedio de 18% durante cinco años. Los productos agrícolas constituyen cerca de una cuarta parte del comercio intraafricano y las interrupciones en la cadena de suministro debidas a la pandemia redujeron claramente las actividades comerciales.
El propósito del AfCFTA es lograr un arancel cero en 90% de las líneas arancelarias, mediante un enfoque gradual aplicado durante un periodo de 10 años en el caso de los PMA y cinco años para los demás países. Sin embargo, en enero de 2022 solo se habían alcanzado acuerdos sobre las normas de origen para 88% de las líneas arancelarias. Otros retrasos en los avances se deben a que algunos miembros de las uniones aduaneras no han ratificado el acuerdo. Botswana, Sudán del Sur, Benin, Guinea-Bissau y Liberia aún no lo han ratificado, lo que impide que varios sindicatos regionales operen plenamente bajo condiciones preferenciales, a menos que se puedan hacer concesiones para permitir que el acuerdo se implemente de forma individual. Pese al lento inicio, se logró avanzar en cierta medida y hasta 76% de los países depositaron ya los instrumentos de ratificación. En esencia, esto refleja el compromiso de poner en marcha el acuerdo. Aunque es necesario concluir otros compromisos relacionados con las normas de origen, en última instancia el acuerdo solo excluirá 3% de las líneas arancelarias y, por consiguiente, tiene grandes posibilidades de aumentar el comercio intraafricano a mediano plazo.
Más de 50 países asumieron compromisos relativos al acceso al mercado del comercio de servicios, que a menudo complementan y sustentan el comercio de bienes, en tanto que las negociaciones sobre los protocolos que cubren la inversión, la política de competencia, los derechos de propiedad intelectual, el comercio digital y las mujeres y los jóvenes en el comercio siguen en curso para incrementar al máximo los beneficios del AfCFTA.14 Una iniciativa clave es el Sistema Panafricano de Pago y Liquidación (PAPSS, por sus siglas en inglés), puesto en práctica recientemente por el Banco Africano de Exportación e Importación (Afreximbank) y el Secretariado del AfCFTA. El PAPSS permite hacer pagos transfronterizos instantáneos en las respectivas monedas locales, elimina de forma efectiva las fronteras financieras del continente y formaliza e integra los sistemas de pago africanos.
Además de los aranceles, un factor relevante que limita el comercio dentro de la región lo constituyen las elevadas barreras no arancelarias. Si bien el acuerdo incluye el reconocimiento mutuo de normas y licencias, así como la armonización de las medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF), muchas de estas barreras no arancelarias son más difíciles de eliminar o reducir. Los costos no arancelarios del comercio en el continente, según los datos de costos comerciales de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África (CEPA) y el Banco Mundial, se estiman en un equivalente ad valorem de alrededor de 283%. Además, son más de 300% en el caso de los productos agrícolas15 y más de 100% más altos en comparación con el de las manufacturas no agrícolas. Uno de los principales factores que contribuyen a ello es el elevado costo del transporte terrestre, derivado de la deficiente infraestructura y de la ineficacia de los puestos fronterizos. Lo anterior se confirma porque solo seis países de ASS figuran en la mitad superior de la clasificación del Índice de desempeño logístico del Banco Mundial, que abarca a 160 países en total. Tomando en cuenta las regulaciones aplicadas hasta la fecha y la necesidad de finalizar los calendarios para la reducción de aranceles y las listas de productos sensibles, en la proyección de referencia de este año no se incluyó ningún impacto perceptible.
Cuadro 2.3. Indicadores regionales: África subsahariana
Promedio |
% |
Crecimiento2 |
||||
---|---|---|---|---|---|---|
2009-11 |
2019-21 (base) |
2031 |
Base a 2031 |
2012-21 |
2022-31 |
|
Supuestos macro |
||||||
Población ('000) |
823 015 |
1 078 061 |
1 412 143 |
30.99 |
2.72 |
2.46 |
PIB per cápita1 (kUSD) |
1.67 |
1.72 |
1.92 |
11.49 |
-0.43 |
1.26 |
Producción (Mm USD de 2014-16) |
||||||
Valor neto de la producción agrícola y pesquera3 |
213 |
286 |
357 |
24.71 |
2.50 |
1.96 |
Valor neto de la producción de cultivos3 |
151 |
213 |
267 |
24.92 |
2.89 |
1.92 |
Valor neto de la producción ganadera3 |
44 |
50 |
65 |
28.46 |
1.14 |
2.47 |
Valor neto de la producción pesquera3 |
17 |
22 |
25 |
14.03 |
2.08 |
1.12 |
Cantidad producida (kt) |
||||||
Cereales |
116 434 |
160 064 |
202 852 |
26.73 |
3.38 |
2.07 |
Legumbres |
13 634 |
20 468 |
25 909 |
26.58 |
3.77 |
1.86 |
Raíces y tubérculos |
61 857 |
94 412 |
117 858 |
24.83 |
2.92 |
1.94 |
Semillas oleaginosas4 |
7 325 |
8 474 |
9 687 |
14.31 |
1.02 |
1.13 |
Carne |
9 423 |
12 268 |
15 194 |
23.85 |
2.59 |
2.13 |
Lácteos5 |
3 392 |
3 619 |
5 015 |
38.61 |
0.47 |
3.27 |
Pescado |
5 980 |
7 803 |
8 903 |
14.09 |
2.08 |
1.12 |
Azúcar |
6 556 |
7 600 |
8 898 |
17.08 |
1.00 |
0.89 |
Aceite vegetal |
5 328 |
7 513 |
8 958 |
19.23 |
3.03 |
1.24 |
Producción de biocombustibles (Mnl) |
||||||
Biodiésel |
0 |
0 |
0 |
148.75 |
0.00 |
2.25 |
Etanol |
732 |
994 |
970 |
-2.44 |
4.83 |
2.72 |
Uso de la tierra (kha) |
||||||
Uso total de la tierra agrícola |
860 717 |
883 817 |
885 653 |
0.21 |
0.14 |
0.01 |
Uso total de la tierra para producción de cultivos6 |
207 172 |
223 930 |
225 314 |
0.62 |
0.23 |
0.00 |
Uso total de la tierra para pastoreo7 |
653 545 |
659 887 |
660 339 |
0.07 |
0.11 |
0.01 |
Emisiones de GEI (Mt CO2-eq) |
||||||
Total |
709 |
842 |
988 |
17.28 |
1.68 |
1.42 |
Cultivos |
215 |
196 |
198 |
0.75 |
-0.86 |
0.04 |
Animal |
493 |
645 |
789 |
22.33 |
2.57 |
1.80 |
Demanda y seguridad alimentaria |
||||||
Disponibilidad diaria de calorías per cápita8 (kcal) |
2 433 |
2 433 |
2 512 |
3.25 |
0.01 |
0.38 |
Disponibilidad diaria de proteínas per cápita8 (g) |
61.7 |
59.3 |
60.5 |
2.02 |
-0.32 |
0.27 |
Disponibilidad de alimentos per cápita (kg/año) |
||||||
Alimentos básicos9 |
178.1 |
196.4 |
203.7 |
3.71 |
0.38 |
0.24 |
Carne |
10.3 |
10.7 |
10.9 |
1.94 |
-0.07 |
0.07 |
Lácteos5 |
4.5 |
3.7 |
4.0 |
6.65 |
-1.70 |
0.82 |
Pescado |
8.2 |
7.7 |
7.5 |
-3.24 |
-1.23 |
-0.34 |
Azúcar |
10.4 |
10.5 |
10.7 |
1.84 |
-0.36 |
0.30 |
Aceite vegetal |
7.7 |
8.4 |
9.1 |
8.49 |
-0.67 |
0.87 |
Comercio (Mm USD de 2014-16) |
||||||
Comercio neto3 |
-11 |
-9 |
-26 |
199.51 |
.. |
.. |
Valor de las exportaciones3 |
30 |
48 |
59 |
22.88 |
3.91 |
1.65 |
Valor de las importaciones3 |
41 |
57 |
86 |
50.13 |
2.58 |
3.87 |
Coeficiente de autosuficiencia10 |
||||||
Cereales |
84.2 |
82.3 |
78.1 |
-5.03 |
0.11 |
-0.45 |
Carne |
88.7 |
85.3 |
79.4 |
-6.89 |
-0.35 |
-0.37 |
Azúcar |
75.8 |
66.3 |
58.4 |
-11.85 |
-0.61 |
-1.98 |
Aceite vegetal |
58.9 |
57.4 |
50.4 |
-12.25 |
1.13 |
-1.52 |
Notas: 1. El PIB per cápita se expresa en dólares estadounidenses (USD) constantes de 2010. 2. Tasas de crecimiento de mínimos cuadrados (véase el Glosario). 3. El valor neto de los datos sobre agricultura y pesca siguen la metodología de FAOSTAT, con base en el conjunto de productos básicos representados en el modelo Aglink-Cosimo valorados a precios de referencia internacionales para 2014-2016. Las proyecciones de los cultivos no incluidos se hicieron con base en tendencias a largo plazo. 4. Las semillas oleaginosas representan la soya y otras semillas oleaginosas. 5. Los lácteos incluyen la mantequilla, el queso, las leches en polvo y los productos lácteos frescos, expresados en unidades equivalentes de sólidos de leche. 6. La superficie del uso de la tierra para producción de cultivos representa múltiples cosechas de cultivos arables. 7. El uso de la tierra para pastoreo representa la tierra disponible para pastoreo de animales rumiantes. 8. Las calorías o proteínas diarias per cápita representan la disponibilidad y no la ingesta. 9. Los alimentos básicos representan los cereales, las semillas oleaginosas, las legumbres, las raíces y tubérculos. 10. El coeficiente de autosuficiencia se calcula como Producción / (Producción + Importaciones - Exportaciones)*100.
Fuentes: FAO (2022), FAOSTAT Hojas de Balances de alimentos e Índices de comercio (bases de datos), http://www.fao.org/faostat/en/#data; OCDE/FAO (2022), “OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas”, Estadísticas de la OCDE sobre agricultura (base de datos), http://dx.doi.org/10.1787/agr-outl-data-en.
2.5. Perspectivas regionales: Cercano Oriente y África del Norte
2.5.1. Datos de referencia
El aumento de la demanda con las limitaciones de la oferta impulsa la dependencia cada vez mayor de las importaciones
La región del Cercano Oriente y África del Norte16 abarca un conjunto de países con diversos perfiles de ingresos que a menudo afrontan retos similares relacionados con el entorno de la producción agrícola. Los recursos terrestres e hídricos son limitados y menos de 5% de la tierra total de la región se clasifica como cultivable. Todos los países de la región, excepto Iraq y Mauritania, afrontan escasez de agua y en algunos esta condición es extrema, con menos de un cuarto de los niveles sostenibles sobre una base per cápita. Dados sus ya limitados recursos hídricos, es particularmente vulnerable al cambio climático.
En todo el espectro de las economías menos desarrolladas, de ingresos medios y altos, la región incluye muchos países del Golfo exportadores de petróleo. Al ser el petróleo su principal fuente de ingresos, los mercados de la energía son muy importantes para su actividad económica y pueden influir mucho en las perspectivas de la demanda. En este sentido, de mantenerse la volatilidad de los mercados energéticos registrada durante los dos últimos años, así como los altos precios del petróleo previstos a corto plazo, afectarán los niveles de ingresos más que en cualquier otra región incluida en estas Perspectivas.
Por el difícil entorno de producción agrícola de la región, esta se ha convertido en una de las mayores importadoras netas de alimentos y sus tasas de autosuficiencia de casi todos los productos básicos, en particular de cereales, aceite vegetal y azúcar, son bajas (Figura 2.15). Su dependencia de las importaciones acentúa su vulnerabilidad ante las incertidumbres relativas al comercio, como las expuestas en el sistema de comercio mundial por la pandemia de COVID-19, los desafíos logísticos persistentes a medida que la pandemia continúa evolucionando y las posibles limitaciones de abastecimiento de la región del Mar Negro, donde la guerra en curso puede afectar a los suministros de exportación de los principales productos básicos, como el trigo, el maíz y los productos de semillas oleaginosas. Rusia y Ucrania han sido tradicionalmente los dos mayores proveedores de trigo de la región, pero incluso cuando se abastecen desde otros lugares, el fuerte aumento de los precios de los cereales importados pone en riesgo la asequibilidad de los alimentos básicos en las regiones de ingresos más bajos. Con un gasto promedio en alimentos de alrededor de 15% del gasto total de los hogares y de 33% en los PMA, las perturbaciones en los ingresos y los precios pueden ejercer efectos importantes sobre el bienestar.17
Históricamente, los recursos limitados de la región se han visto mermados por políticas públicas orientadas a estimular la producción y reducir la dependencia del comercio de cereales básicos. Dichas medidas, diseñadas para reducir la dependencia del comercio, pueden también restringir el crecimiento, ya que estos cereales compiten con los cultivos de mayor valor por los limitados recursos hídricos y reducen la disponibilidad de productos frescos que, de otro modo, podrían contribuir a mejorar la diversidad de la dieta. El conflicto geopolítico prevaleciente en la región ha reducido aún más la inversión y ha desplazado a las poblaciones, lo que dificulta aún más la producción.
En la actualidad, el PIB del sector de la agricultura, la silvicultura y la pesca representa alrededor de 5% del PIB total de la región, y se espera que disminuya a 4% para 2031. La República Árabe de Egipto (en adelante, Egipto) produce casi 30% del valor neto de la producción agrícola y pesquera de la región y otro 48% se atribuye al resto de África del Norte (14% de los PMA y 34% de otros países de África del Norte). Se espera que estos porcentajes aumenten en los próximos 10 años, de modo que para 2031 África del Norte constituya casi 80% del valor neto de la producción agrícola de la región.
Se espera que el crecimiento demográfico, un factor importante que determina la demanda, disminuya ligeramente de casi 23% en la última década a 20% en los próximos 10 años. Esta tasa de crecimiento es superada solo por la región de ASS y ocasionará que para 2031 la población de la región supere los 500 millones de personas. Se espera que casi dos tercios de la población residan en zonas urbanas, lo cual puede fomentar el consumo de productos de mayor valor, como carne y productos lácteos, pero también productos de conveniencia, que suelen contener aceite vegetal y azúcar. Sin embargo, la asequibilidad también será importante y, dada la fuerte dependencia del ingreso proveniente de las exportaciones, las economías de la región fueron de las más afectadas por la pandemia de COVID-19 en 2020, cuando el ingreso per cápita se contrajo más de 7%, con una moderada recuperación de 1.3% en 2021. Incluso en plena alza de los precios del petróleo, se espera que la actividad económica apenas aumente a 3.3% en 2022 y, a mediano plazo, llegue a un promedio de 1.6% anual. En consecuencia, es poco probable que constituya un impulsor importante de la demanda durante el periodo de proyección. Esto es preocupante en una región donde una dieta saludable es inasequible para más de la mitad de la población (FAO et al., 2021[4]).
Algunos de los mayores desafíos afrontados por la región durante el periodo de las Perspectivas se relacionan con garantizar el acceso a productos alimentarios asequibles a una población en aumento en un entorno de crecimiento de ingresos bajos. La dependencia de las importaciones es inevitable dadas las limitaciones a la producción y la dotación de recursos naturales, pero en un mercado mundial cada vez más volátil, se requerirán políticas y prácticas de contratación pública ágiles para garantizar la seguridad alimentaria, ya que se espera que durante este decenio sigan disminuyendo las tasas de autosuficiencia en la mayoría de los principales productos básicos.
2.5.2. Producción
Se necesita una mayor productividad para hacer frente a las graves limitaciones de recursos
Se prevé que la producción agrícola y pesquera de la región se incrementará 1.6% anual en los próximos 10 años, cifra similar a la del crecimiento demográfico. La dependencia de la región de los mercados mundiales seguirá en aumento (Figura 2.14). La producción de cultivos constituye la mayor parte del valor total y un crecimiento promedio de 1.4% anual es suficiente para mantener su participación en el valor total en 60% para 2031. El crecimiento de la producción ganadera es más fuerte (2.1% anual) y su participación en el valor neto total se incrementará a 28% para 2031.
La producción pesquera es un contribuyente importante al valor total de la producción, pero el crecimiento de poco menos de 1% anual hará que su participación disminuya ligeramente a 11.2% para 2031. Recientemente, el crecimiento provino de la pesca de captura en zonas costeras, pero las poblaciones de peces están bajo presión, lo que redunda en una desaceleración significativa durante el periodo de las Perspectivas. La contribución de la acuicultura a la producción pesquera total está creciendo y el principal contribuyente es Egipto.
Se espera que el uso total de las tierras agrícolas se mantenga en un nivel bastante estable, pero también una pequeña disminución el uso de las tierras de cultivo para 2031. Lo anterior tiene lugar mayormente en el Reino de la Arabia Saudita (en adelante, Arabia Saudita), donde las condiciones no son propicias para el cultivo a gran escala, así como en los PMA de África del Norte. Para 2031, casi 38% del total de las tierras de cultivo podría destinarse a la producción de cereales, en comparación con el 34% del periodo base. Este aumento proviene principalmente de los cereales secundarios y del trigo, que se espera que para 2031 aporten 59% y 38%, respectivamente, del total de la tierra utilizada para cereales.
Aumentar la productividad es imprescindible en una región limitada por la disponibilidad de tierra cultivable y agua. La PTF creció moderadamente (1.2% anual) en la década hasta 2019, impulsada en gran medida por el aumento de los insumos de capital.18 Durante la última década, el valor generado por hectárea de tierra utilizada para la producción de cultivos se elevó de manera constante (1.4% anual) y se espera que este ritmo se acelere en los próximos 10 años para llegar a 1.6% anual. Esta tendencia engloba múltiples factores, entre ellos, una mayor intensidad de los cultivos, como se aprecia en el mantenimiento de la superficie de cultivo cosechada, pese a la reducción de 2.8 Mha en el uso de tierras de cultivo, junto con considerables incrementos en el rendimiento. Se esperan mejoras de rendimiento de todos los cultivos principales en los próximos 10 años; en promedio, en términos anuales, el trigo aumentará 0.8%, el maíz 0.5%, otros cereales secundarios 1.5%, el arroz 1.5% y las legumbres 1.0%. De este modo, los rendimientos del trigo ascenderán a cerca de 78% del promedio mundial, en tanto que los demás cereales secundarios únicamente llegarán a 47% del promedio mundial.
El crecimiento de la producción de carne se derivará en gran medida de las aves de corral, que superan con creces a todos los demás tipos de carne, con un crecimiento de 3.1% anual durante los siguientes 10 años, pero significativamente más lento respecto al decenio pasado. También se esperan ciertos avances en la producción de carne de bovino, con un crecimiento de 1.6% anual, consecuencia de una contracción en el pasado. La producción de carne de ovino se mantendrá prácticamente sin cambios para 2031.
Las emisiones directas de GEI provenientes de las actividades ganaderas de la región se incrementarán 3.8% para 2031 respecto al periodo 2019-2021, lo cual contrasta con el crecimiento de 28.6% y 24.2% de la producción de carne y lácteos, respectivamente, y refleja la importancia del aumento de la productividad para contener las emisiones. Previendo que las emisiones de los cultivos aumentarán 2.2%, se supone que las emisiones totales directamente provenientes de la agricultura aumentarán 3.4% para 2031. Se prevé que la disminución histórica de las emisiones producidas por el valor unitario de la producción agrícola continuará.
2.5.3. Consumo
Lograr un cambio hacia dietas más saludables y diversas es un desafío
Las políticas alimentarias de la región se han centrado tradicionalmente en la seguridad alimentaria al sustentar el consumo de alimentos básicos, principalmente cereales, con lo que se afianzarán las dietas consistentes en alimentos básicos. En los últimos años, las políticas se han ampliado para incluir productos de origen animal. No obstante, la prevalencia de la subalimentación y el número absoluto de personas subalimentadas se elevaron en los últimos años, incluso antes de la pandemia de COVID-19, que en 2020 aceleró esta tendencia. Se espera que la disponibilidad total de calorías en la región aumente un poco hasta 3 020 kcal diarias por persona para 2031, cifra ligeramente por debajo del promedio mundial. Esto refleja tanto el carácter prolongado de la recuperación económica —que solo prevé que el ingreso per cápita no superará los niveles anteriores a la pandemia sino hasta 2025—, como una mayor conciencia sobre la alimentación saludable, subrayada por la reducción de calorías de productos como el aceite vegetal y los edulcorantes. Sin embargo, dentro de la región se aprecia una gran diversidad: por ejemplo, la disponibilidad de calorías en los PMA sigue siendo baja y solo llegará a 2 594 kcal diarias por persona, cerca de 15% por debajo del promedio mundial.
Según las proyecciones para la dieta promedio de la región, en 2031, alrededor de 54% de las calorías provendrán de los cereales, cifra mucho mayor que el promedio mundial de 44%. Un fenómeno similar se aplica al azúcar, donde la participación de la región en el consumo total de calorías derivadas del azúcar será de 9%, en comparación con un promedio mundial de 7%. La dieta, que se basa en alimentos ricos en almidón y azúcar, es rica en calorías, pero pobre en nutrientes, y suele relacionarse con una creciente incidencia de sobrepeso y obesidad, y con diversas enfermedades crónicas, como la diabetes. Al mismo tiempo, la prevalencia de la subalimentación, así como del retraso en el crecimiento y la emaciación en niños pequeños, es alta en algunos países, sobre todo aquellos afectados por conflictos. Esto es señal de que la ‘triple carga’ de la subalimentación será un desafío político que habrá que abordar a mediano plazo. Sin embargo, la asequibilidad aún representa un gran obstáculo para la adopción de dietas más saludables.
Se prevé que el nivel promedio de disponibilidad de proteínas en la región ascenderá a 85 g al día en 2031, apenas mayor que el del periodo base. Asimismo, se espera que la disminución de las proteínas provenientes de alimentos de origen vegetal sea más que compensada por fuentes de proteínas de carne y pescado de mayor calidad.
El crecimiento del sector ganadero, en especial en el de las aves de corral, aumentará 20% el uso para forraje durante el periodo de proyección. Se espera que productos básicos como el maíz, la cebada y las harinas proteicas representen más de 75% del uso total para forraje. La mayor parte de las materias primas para forraje seguirá importándose; por ejemplo, las importaciones de maíz, ascenderán a 34 Mt para 2031, en comparación con 27 Mt en el periodo base. La tendencia refleja las políticas públicas que asignan mayor prioridad a la producción de cultivos alimentarios que a la de cultivos para forraje en un entorno con un potencial de producción muy limitado.
2.5.4. Comercio
Las importaciones de alimentos y forraje seguirán en aumento
El fuerte crecimiento demográfico de la región, en conjunto con su limitada capacidad de producción, seguirá impulsando mayores importaciones de alimentos durante el decenio. Se espera que para 2031 la región sea el segundo mayor importador neto de alimentos, después de la región de Asia Desarrollados y Asia Oriental, pero en términos per cápita será el más grande. Dentro de la región, las importaciones de alimentos por persona son más elevadas en Arabia Saudita y en la zona de Otros Cercano Oriente, que incluye a los Estados del Golfo (Figura 2.14).
En medio de los desafíos logísticos y económicos de la pandemia, la facturación total de las importaciones de la región, expresada en términos reales, disminuyó en 2020 en relación con 2019. Luego de un modesto incremento en 2021, se espera que se eleve considerablemente en 2022, en consonancia con la recuperación económica. Se espera que para 2031 la facturación de las importaciones de la región aumente 29% en relación con el periodo base. Se espera que las importaciones aumenten para casi todos los productos básicos, aunque a un ritmo más lento respecto al de la década pasada. Para 2031, las importaciones de la región mantendrán elevadas tasas de participación en el mercado mundial para muchos productos básicos, como el trigo (26%), el azúcar (22%) y el maíz (17%). La región también tendrá una alta participación en el comercio mundial de carne de ovino (33%), queso (19%) y aves de corral (18%) para 2031. En la mayoría de los casos, estas proporciones se mantienen sin cambios en sus altos niveles actuales. Dada la relevante función de la región en los mercados mundiales y el importante papel de las importaciones en los mercados nacionales, la evolución de cualquiera de los mercados tiene amplias implicaciones para la seguridad alimentaria.
Cuadro 2.4. Indicadores regionales: Cercano Oriente y África del Norte
Promedio |
% |
Crecimiento2 |
||||
---|---|---|---|---|---|---|
2009-11 |
2019-21 (base) |
2031 |
Base a 2031 |
2012-21 |
2022-31 |
|
Supuestos macro |
||||||
Población ('000) |
341 456 |
418 698 |
503 315 |
20.21 |
1.97 |
1.64 |
PIB per cápita1 (kUSD) |
6.16 |
6.27 |
7.36 |
17.40 |
-0.39 |
1.64 |
Producción (Mm USD de 2014-16) |
||||||
Valor neto de la producción agrícola y pesquera3 |
107.8 |
132.4 |
157.1 |
18.71 |
1.89 |
1.56 |
Valor neto de la producción de cultivos3 |
66.7 |
80.7 |
95.0 |
17.77 |
1.93 |
1.44 |
Valor neto de la producción ganadera3 |
31.0 |
35.7 |
44.5 |
24.75 |
0.65 |
2.07 |
Valor neto de la producción pesquera3 |
10.0 |
16.0 |
17.6 |
9.96 |
4.86 |
0.95 |
Cantidad producida (kt) |
||||||
Cereales |
50 494 |
52 882 |
66 234 |
25.25 |
-0.39 |
1.09 |
Legumbres |
1 520 |
1 804 |
2 116 |
17.33 |
2.32 |
1.25 |
Raíces y tubérculos |
2 723 |
3 902 |
4 857 |
24.47 |
2.62 |
2.09 |
Semillas oleaginosas4 |
1 011 |
1 046 |
1 136 |
8.63 |
-0.36 |
1.14 |
Carne |
6 755 |
8 350 |
10 740 |
28.61 |
2.40 |
2.38 |
Lácteos5 |
3 550 |
3 232 |
4 017 |
24.29 |
-0.63 |
2.13 |
Pescado |
3 544 |
5 655 |
6 219 |
9.98 |
4.86 |
0.95 |
Azúcar |
2 970 |
3 540 |
4 439 |
25.41 |
1.10 |
1.59 |
Aceite vegetal |
1 467 |
2 377 |
2 621 |
10.25 |
6.50 |
1.05 |
Producción de biocombustibles (Mnl) |
||||||
Biodiésel |
0.02 |
0.02 |
0.04 |
115.85 |
0.00 |
0.69 |
Etanol |
626 |
614 |
771 |
25.47 |
1.92 |
1.87 |
Uso de la tierra (kha) |
||||||
Uso total de la tierra agrícola |
461 914 |
430 551 |
430 464 |
-0.02 |
0.00 |
0.00 |
Uso total de la tierra para producción de cultivos6 |
59 411 |
62 799 |
62 199 |
-0.96 |
0.03 |
-0.11 |
Uso total de la tierra para pastoreo7 |
402 503 |
367 752 |
368 266 |
0.14 |
-0.01 |
0.02 |
Emisiones de GEI (Mt CO2-eq) |
||||||
Total |
217 |
242 |
250 |
3.44 |
0.80 |
0.42 |
Cultivos |
47 |
57 |
58 |
2.15 |
2.55 |
0.12 |
Animal |
171 |
185 |
192 |
3.84 |
0.31 |
0.52 |
Demanda y seguridad alimentaria |
||||||
Disponibilidad diaria de calorías per cápita8 (kcal) |
2 988 |
3 005 |
3 020 |
0.50 |
-0.29 |
0.18 |
Disponibilidad diaria de proteínas per cápita8 (g) |
84.3 |
84.7 |
85.3 |
0.72 |
0.0 |
0.0 |
Disponibilidad de alimentos per cápita (kg/año) |
||||||
Alimentos básicos9 |
220.4 |
218.6 |
219.5 |
0.44 |
-0.25 |
0.06 |
Carne |
24.1 |
24.2 |
25.7 |
6.08 |
-0.31 |
0.51 |
Lácteos5 |
12.8 |
10.8 |
11.4 |
5.44 |
-2.07 |
0.53 |
Pescado |
9.7 |
10.7 |
11.8 |
10.46 |
0.43 |
0.84 |
Azúcar |
32.6 |
32.1 |
32.1 |
-0.07 |
-0.35 |
0.06 |
Aceite vegetal |
11.7 |
12.5 |
13.7 |
9.20 |
-0.51 |
0.85 |
Comercio (Mm USD de 2014-16) |
||||||
Comercio neto3 |
-59 |
-74 |
-99 |
34.01 |
.. |
.. |
Valor de las exportaciones3 |
22 |
33 |
39 |
17.12 |
5.54 |
1.26 |
Valor de las importaciones3 |
81 |
107 |
138 |
28.76 |
1.55 |
2.35 |
Coeficiente de autosuficiencia10 |
||||||
Cereales |
40.6 |
38.2 |
37.7 |
-1.29 |
-1.34 |
-0.67 |
Carne |
68.0 |
68.8 |
69.6 |
1.18 |
0.76 |
0.21 |
Azúcar |
26.6 |
27.6 |
27.3 |
-0.80 |
-0.15 |
-0.08 |
Aceite vegetal |
23.2 |
27.6 |
24.8 |
-10.01 |
3.8 |
-1.0 |
Notas: 1. El PIB per cápita se expresa en dólares estadounidenses (USD) constantes de 2010. 2. Tasas de crecimiento de mínimos cuadrados (véase el Glosario). 3. El valor neto de los datos sobre agricultura y pesca siguen la metodología de FAOSTAT, con base en el conjunto de productos básicos representados en el modelo Aglink-Cosimo valorados a precios de referencia internacionales para 2014-2016. Las proyecciones de los cultivos no incluidos se hicieron con base en tendencias a largo plazo. 4. Las semillas oleaginosas representan la soya y otras semillas oleaginosas. 5. Los lácteos incluyen la mantequilla, el queso, las leches en polvo y los productos lácteos frescos, expresados en unidades equivalentes de sólidos de leche. 6. La superficie del uso de la tierra para producción de cultivos representa múltiples cosechas de cultivos arables. 7. El uso de la tierra para pastoreo representa la tierra disponible para pastoreo de animales rumiantes. 8. Las calorías o proteínas diarias per cápita representan la disponibilidad y no la ingesta. 9. Los alimentos básicos representan los cereales, las semillas oleaginosas, las legumbres, las raíces y tubérculos. 10. El coeficiente de autosuficiencia se calcula como Producción / (Producción + Importaciones - Exportaciones)*100.
Fuentes: FAO (2022), FAOSTAT Hojas de Balances de alimentos e Índices de comercio (bases de datos), http://www.fao.org/faostat/en/#data; OCDE/FAO (2022), “OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas”, Estadísticas de la OCDE sobre agricultura (base de datos), http://dx.doi.org/10.1787/agr-outl-data-en.
2.6. Perspectivas regionales: Europa y Asia Central
2.6.1. Datos de referencia
Una región muy diversa en la que la guerra de Rusia contra Ucrania influirá en los resultados
La región de Europa y Asia Central19 abarca dos continentes e incluye un conjunto de países en diversas etapas de desarrollo, que presentan grandes diferencias en términos demográficos, recursos agrícolas y políticas públicas. Los principales productores agrícolas de la región abarcan la Unión Europea, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (en adelante, Reino Unido), Rusia, Ucrania, Turquía y Kazajstán. La región alberga al 12% de la población mundial, pero la evolución de la dinámica demográfica difiere de un país a otro. En términos generales, se espera que la población de la región se mantenga bastante estable y aumente solo 1% durante los siguientes 10 años. La cifra refleja la estabilidad que priva en Europa Occidental, una baja en Europa del Este y un crecimiento de 1% anual en Asia Central. La región está muy urbanizada y, para 2031, 75% de su población vivirá en entornos urbanos.
El ingreso promedio de la región supera los USD 26 000 per cápita anual, pero hay diferencias considerables entre los países. Los niveles de ingresos oscilan entre poco más de USD 38 000 per cápita anual en las economías altamente desarrolladas de Europa Occidental, USD 12 250 per cápita en las regiones orientales dependientes de recursos y apenas USD 5 000 per cápita anual en Asia Central. En 2020, la pandemia de COVID-19 y las restricciones impuestas para frenar su propagación provocaron una disminución promedio de 5.6% del PIB real per cápita de la región, aunque algunos países resultaron más afectados que otros, como consecuencia de las diferencias en los métodos de gestión del virus. Tras un firme repunte alcanzado en 2021, caracterizado por un crecimiento de 5%, en 2022 la región enfrenta una nueva desaceleración, a medida que la guerra en curso continúa. Si bien la magnitud y el alcance de sus efectos dependerán de su duración y del resultado que arroje, la guerra ya desencadenó una crisis humanitaria y sin duda influirá en las perspectivas de crecimiento dentro y fuera de la región. Aparte de las repercusiones directas de la guerra, la dependencia de la región de la energía, los fertilizantes y los cereales provenientes de Rusia aumentarán su vulnerabilidad a las perturbaciones. Las remesas de Rusia a Asia Central también pueden resultar afectadas. La guerra en curso empañará las proyecciones a mediano plazo que, según los supuestos de referencia, podrían esperar un crecimiento récord en el ingreso per cápita real de la región de 1.8% anual.
En el punto álgido de la pandemia de COVID-19, la agricultura de la región afrontaba ya muchos desafíos, como cuellos de botella logísticos, escasez de mano de obra y cambios en la cantidad y la composición de la demanda. Tras sortear con éxito muchos de ellos, la guerra añadió otra capa de complejidad e incertidumbre significativa en 2022 y respecto al futuro. Rusia es un importante proveedor de insumos para la producción agrícola del resto de Europa y Asia Central, y de muchos otros países fuera de la región. Tanto Rusia como Ucrania también contribuyen de manera significativa a las exportaciones agrícolas, y la prolongación de las restricciones a la producción y a las exportaciones ejercerá un gran impacto en el sector. Al mismo tiempo, ambos países son también importadores clave de varios productos agroalimentarios provenientes de otras naciones de la región, a los cuales se les dificultará encontrar mercados alternativos con tan poca antelación.
La participación de la agricultura primaria, la silvicultura y la producción pesquera en el PIB total oscila entre apenas 1.6% en la Unión Europea y 12% en Ucrania. Se estima que en el periodo 2019-2021, la participación de los alimentos en el gasto de los hogares ascendió a cerca de 10% promedio en la región, desde alrededor de 6% en Reino Unido hasta cerca de 17% en Ucrania.20 También se aprecia una gran disparidad en el crecimiento de la PTF en la región: en Europa Occidental, dicho crecimiento fue de solo 6% en la década hasta 2019, en tanto que en Europa del Este fue de casi 50%, caracterizado por un gran aumento de la productividad laboral.
La región produce 16% del valor mundial de la producción agrícola y pesquera, proporción que podría disminuir a 15% para 2031, a causa, en gran parte, del estancamiento registrado en Europa Occidental. A la producción de cultivos corresponde un promedio de 56% del valor neto de la producción total, al pescado 8% y al ganado 36%. En la última década, la región representó 11% del crecimiento total del valor neto mundial de la agricultura y la pesca, y 38% del crecimiento de las exportaciones mundiales. Esta creciente orientación hacia la exportación fue impulsada en gran medida por Europa del Este, donde los niveles de productividad en los sectores agrícola y ganadero mejoraron, aunque, con una población bastante estática y niveles de consumo relativamente maduros, el crecimiento de la demanda ha sido débil. Al menos a corto plazo, es probable que la guerra revierta esta tendencia, pues ya se cuestiona la capacidad de Ucrania de plantar, cosechar y procesar productos agrícolas en 2022. La reconstrucción de la infraestructura destruida por la guerra puede tardar años, lo que ocasiona problemas de conectividad con los mercados y dudas sobre cuándo se restablecerá la plena capacidad productiva. La medida en que estos cambios puedan persistir en el mediano plazo aún no es clara y dependerá, en última instancia, de cómo se resuelva la guerra. La duración de las sanciones impuestas a Rusia será un factor relevante que afectará el comercio en la región, al igual que los embargos rusos a las importaciones de la Unión Europea, que se han renovado constantemente desde 2014, así como los futuros acuerdos comerciales entre esta y el Reino Unido.
En comparación con otras regiones, la aportación de los productos ganaderos y de origen animal es significativa, tanto desde el punto de vista de la producción como del consumo. Constituyen más de un tercio del valor neto de la producción agrícola y pesquera, y representan 26% y 53%, respectivamente, de la disponibilidad total de calorías y proteínas. La Unión Europea es una de las principales zonas productoras, consumidoras y comercializadoras de leche y productos lácteos, y, si bien su participación en la producción mundial de leche sigue disminuyendo, la producción y el comercio de productos de alto valor, como el queso y la mantequilla, van en aumento. El consumo per cápita de queso y mantequilla es seis y tres veces mayor que el promedio mundial, respectivamente.
En la Unión Europea se asigna cada vez más prioridad a la sostenibilidad ambiental, tanto desde la perspectiva de los consumidores como de las políticas públicas. Por ejemplo, la Estrategia de la Granja a la Mesa, que forma parte del Pacto Verde Europeo, es una estrategia de crecimiento inclusivo orientada a fomentar sistemas alimentarios justos, saludables, respetuosos con el medio ambiente y sostenibles. En el futuro, esto puede influir en la demanda, en los intercambios comerciales, así como en la tasa de crecimiento de la productividad y la producción en la región. Los avances tecnológicos y su adopción, que incluye la tecnología digital, serán fundamentales para lograr este objetivo.
Entre las regiones abarcadas en estas Perspectivas, la de Europa y Asia Central es la que se enfrenta a mayor incertidumbre debido a la guerra en curso. La magnitud y la duración de su impacto solo se aclararán a su debido tiempo. Las Perspectivas suponen, de manera implícita, que la capacidad productiva se restablecerá por completo a mediano plazo, lo cual redundará en un mayor crecimiento de la balanza comercial positiva de la región para 2031. Sin embargo, una guerra prolongada en la región del Mar Negro podría tener repercusiones muy distintas, considerando su aportación a la producción y las exportaciones dentro de Europa y Asia Central. Además, la gran destrucción de infraestructura, la pérdida de vidas humanas y el desplazamiento de la mano de obra exigirán que se hagan considerables inversiones para restablecer la capacidad de la cadena agroalimentaria. Regresar a la normalidad podría llevar muchos años, incluso décadas, y generar cambios notorios en la estructura del sector.
2.6.2. Producción
La productividad es la clave del crecimiento a mediano plazo
Se prevé que el valor neto de la producción agrícola y pesquera (neta de insumos de forraje y semillas) crecerá 8% para 2031 en comparación con el promedio del periodo 2019-2021, con Europa Occidental permaneciendo prácticamente sin cambios, Europa del Este creciendo 13%, y Asia Central, casi 28%. El fuerte crecimiento de Europa del Este, bastante incierto porque no toma en cuenta en su totalidad los prolongados efectos de la guerra actual, será encabezado por Ucrania, Turquía y Rusia, con 5%, 20% y 11%, respectivamente. Tanto en Ucrania como en Rusia, el crecimiento será encabezado por los sectores agrícolas. Sin embargo, en Turquía, pese a que tanto los cultivos como la producción ganadera crecen con fuerza, se espera que para 2031, el valor de la producción ganadera aumente más rápido que el de los cultivos (24% y 20%, respectivamente).
Se espera que la disminución a largo plazo del uso de tierra agrícola continúe en el futuro, aunque con lentitud, lo cual indica que el mayor crecimiento del sector será apuntalado por el aumento de la productividad. Aunque el uso total de la tierra sigue una tendencia a la baja, se espera cierta reasignación entre las de pastoreo y las de cultivo. Asimismo, se espera que la tierra utilizada para pastoreo se reduzca 0.8% para 2031, es decir, el doble de la tasa de contracción prevista para la tierra utilizada para la producción de cultivos.
Se espera que el valor de la producción de cultivos en la región aumente 10% durante los próximos 10 años, cifra que representa más de 71% del crecimiento de la producción agrícola y pesquera de la región. Aunque se utilizarán más tierras para la producción de cultivos, el aumento de la productividad también contribuirá considerablemente a este crecimiento. Se espera que el valor neto de la producción por hectárea de tierra de cultivo aumente una media anual de 1.1%, lo que refleja una combinación de intensificación de la tierra y aumento de los rendimientos. Se espera que la superficie cosechada aumente casi 8.8 Mha, en comparación con una baja de 1.5 Mha en el uso de las tierras de cultivo. La intensificación redunda en el aumento de la superficie cosechada en toda Europa Occidental y del Este. También se espera que los rendimientos de todos los cultivos principales suban, oscilando entre 3% del trigo y 5.9% del maíz y las semillas oleaginosas.
El crecimiento de la producción de cultivos en la región se sustenta en su mayor parte en el aumento de la producción de cereales y semillas oleaginosas en la región del Mar Negro. Dados los supuestos de las Perspectivas de que se restablece la capacidad productiva a mediano plazo, se prevé que Rusia y Ucrania sostendrán un crecimiento sólido del maíz, el trigo, la soya y otras semillas oleaginosas, con lo que su participación combinada subirá a 41% en el caso del maíz, 39% en el del trigo y 54% en todas las semillas oleaginosas. Tanto en Rusia como en Ucrania, se espera que la producción de maíz sea la que más crezca de todos los cultivos, y que el trigo y otras semillas oleaginosas aumenten significativamente. A pesar de la expansión de la superficie en ambos países, las mejoras en los rendimientos impulsarán la mayoría de los aumentos de producción para 2031. La participación combinada de 82% en la producción adicional de maíz y trigo proyectada para toda la región para 2031 destaca el alcance del riesgo y la incertidumbre que una guerra prolongada conlleva.
Se prevé que la producción ganadera aumentará a un ritmo más lento que los cultivos: únicamente 0.4% anual durante el periodo de proyección. Europa Occidental sigue representando la mayor parte de la ganadería de la región; sin embargo, a medida que la transición a la sostenibilidad ambiental avance, se registrará una moderada contracción durante el decenio, por lo que su participación bajará de 62% en el periodo 2019-2021 a 60% para 2031. Un mayor crecimiento en el resto de la región provocará que el valor total de la producción ganadera aumente 3% durante los siguientes 10 años; asimismo, la aportación de Europa del Este crecerá a 29% y la de Asia Central a 12% del total de la región. Excepto Asia Central, donde los inventarios de ganado aún están en expansión, el crecimiento de la producción animal se basará más que nada en la intensificación, lo cual generará mayores pesos en canal del ganado. Se espera que el crecimiento del volumen total de la producción avícola se fortalezca en toda la región y que suba 6% para 2031. Se espera que la producción pesquera crezca 7% durante la década. Con un crecimiento de 12% de la producción acuícola, en comparación con 6% de la pesca de captura, la participación de la acuicultura en la producción pesquera total de la región se incrementará a 21% hacia 2031.
Se espera que la producción de productos lácteos se mantenga fuerte. Se espera que el crecimiento de Asia Central y Europa del Este se acelere para llegar a 39% y 12%, respectivamente, en 2031. Por el contrario, se espera que la producción de lácteos en Europa Occidental crezca solo 3%. Sin embargo, la expansión de la producción de lácteos cubrirá cada vez más la demanda internacional, pues se espera que durante el periodo de proyección se exporte una proporción cada vez mayor de la mantequilla, el queso y la leche en polvo de la región. Para 2031, la región representará 43% de las exportaciones mundiales de productos lácteos. La mayor parte de las exportaciones de lácteos provendrá de la Unión Europea, cuya participación en el total de las exportaciones regionales de dichos productos aumentará a 71% para 2031. Sin embargo, debido a la transición hacia la sostenibilidad ambiental, la participación de la Unión Europea en la producción mundial de leche disminuirá de 18% en el periodo 2019-2021 a 15% para 2031.
Se prevé que para 2031 las emisiones de GEI directamente provenientes de la agricultura se reducirán de manera moderada (1.3%). Sin embargo, considerando el aumento de la productividad, se prevé que las emisiones de GEI expresadas en relación con la producción agrícola disminuirán 8.3% en comparación con el nivel alcanzado en el periodo base 2019-2021. La reducción de las emisiones en relación con la producción es mayor en Asia Central y Asia Oriental (12% y 14%, respectivamente), en tanto que en Europa Occidental únicamente bajarán 5%.
2.6.3. Consumo
Crecimiento lento de los alimentos de origen animal en Europa Occidental, pero mejores perspectivas en Asia Central
La mayor parte de la región constituye un mercado bastante maduro, pero los consumidores no se libraron de las repercusiones de la pandemia de COVID-19 (De Vet et al., 2021[5]) (FAO, 2020[6]) (OECD, 2020[7]). Los efectos sobre el consumo de alimentos se agravaron en 2020 y obedecieron sobre todo a las restricciones de asequibilidad a corto plazo, principalmente en países donde los consumidores gastan un mayor porcentaje de su ingreso total en alimentos y donde las medidas de apoyo a los ingresos fueron menos integrales. Asimismo, los cambios en la mezcla de productos y en los canales de compras públicas relacionados con las secuelas de la pandemia de COVID-19 afectaron al consumo general. Las ventas al por menor aumentaron y se consumió una cantidad mayor de alimentos en el hogar, en tanto que los consumidores optaron por comprar en línea, por adquirir más productos locales y productos con una vida útil más prolongada. La pandemia acentuó tendencias de consumo ya evidentes, como el creciente reconocimiento de los hábitos alimentarios saludables, que sostendrán su influencia en la demanda a mediano plazo. Pese a que muchas de las repercusiones de la pandemia se han atenuado, en Europa del Este inquieta ahora la seguridad alimentaria como resultados de la guerra en curso; a mediados de abril de 2022 habían salido de Ucrania casi cinco millones de refugiados y había más de siete millones de personas desplazadas dentro del país desde los inicios de la invasión rusa en febrero de 2022.
La disponibilidad diaria promedio de calorías per cápita en la región se ubica muy por arriba del promedio mundial y se prevé que aumentará 35 kcal por día hasta sumar más de 3 440 kcal por día. El aumento se concentra en Europa del Este y Asia Central y se atribuye sobre todo al mayor consumo de productos lácteos, cereales y legumbres. Si bien el consumo de azúcar en Asia Central sigue en aumento, se prevé que la demanda de azúcar en la región en su conjunto mantendrá su tendencia a la baja motivada por la mayor conciencia sobre la salud de los consumidores europeos. Se prevé que el consumo de azúcar per cápita en Europa Occidental disminuirá 1.3 kg al año hacia 2031, pero se mantendrá casi 60% por arriba del promedio mundial.
Se prevé que la disponibilidad de proteínas per cápita en la región se incrementará 2 g por día para llegar a 105 g por día en 2031, es decir 20% más que el promedio mundial de 87 g por día. La disponibilidad de proteínas de origen vegetal está creciendo, con un aumento del consumo per cápita de legumbres de 20% gracias a que se le relaciona con resultados positivos en términos de salud y para 2031 ascenderá a más de 5 kg per cápita anual. No obstante, el mayor incremento de la disponibilidad de proteínas provendrá aún de los productos de origen animal, en particular del mayor consumo de productos lácteos. En toda la región, la demanda interna de productos lácteos se mantendrá fuerte y aportará 12% de la ingesta diaria de calorías en 2031 y 20% de la disponibilidad de proteínas diaria. Las tendencias del consumo son similares a las de la producción; se espera que el consumo per cápita se reduzca en Europa Occidental, a diferencia de Europa del Este y Asia Central, donde aumentará en gran medida. El consumo de carne crece con más lentitud, aunque se espera que en 2031 se acerque a 59 kg per cápita anual, 2.2% por arriba del nivel del periodo base. En su mayor parte, este crecimiento provendrá de la carne de aves de corral, cuyo consumo aumentará 1.4 kg hasta alcanzar un promedio de 24 kg per cápita al año. En cambio, se prevé que durante los próximos 10 años el consumo de carne de cerdo y de bovino bajará a 0.1% en promedio anual. También se espera que el consumo de pescado se reduzca ligeramente hacia 2031, aunque los niveles de consumo per cápita de Europa Occidental se mantendrán 1 kg per cápita por arriba del promedio mundial de 18.8 kg para 2031. Por otra parte, en Asia Central el consumo de pescado ascenderá a apenas 3 kg per cápita, es decir, alrededor de 16% del promedio mundial.
Debido en gran medida a la importancia de los productos de origen animal, la región consume casi una cuarta parte del forraje proteico mundial. El menor crecimiento del sector ganadero, junto con la mayor eficiencia en el uso para forraje, redundará en un crecimiento más lento de 3%, en comparación con 10% alcanzado en la última década. Para 2031, la participación de la región en el uso mundial de forraje podría bajar a casi 22%. Al igual que la producción ganadera, la mayor parte del incremento en el uso para forraje tiene lugar en Europa del Este y Asia Central, a diferencia de la pequeña reducción en Europa Occidental. Se espera que el uso del maíz para forraje crezca más rápido que el del trigo, lo que señala un mayor crecimiento de la producción de carne en Europa del Este y una pequeña reducción en Europa Occidental.
2.6.4. Comercio
La guerra de Rusia contra Ucrania limita el crecimiento de las exportaciones de cultivos
Los modelos comerciales de la región de Europa y Asia Central cambiaron sustancialmente en la década pasada. Tradicionalmente considerada como uno de los mayores importadores netos, el déficit comercial en productos agrícolas de la región se redujo a menos de la mitad del nivel registrado hace una década. El cambio se debe al aumento de las exportaciones de Europa del Este, que ha pasado a convertirse en un exportador neto (Figura 2.19). Dicho cambio fue apuntalado por Ucrania y Rusia, donde la combinación del aumento de la productividad y el lento crecimiento de la demanda interna generó un superávit exportable cada vez mayor, pero donde la guerra actual también afectará en gran medida las perspectivas. Con una gran base territorial, tanto Europa del Este como Asia Central gozan de una ventaja comparativa en la producción de cereales y semillas oleaginosas. Junto con sus niveles de consumo ya elevados y un crecimiento demográfico limitado, esto debería permitir que el crecimiento de las exportaciones mejore aún más la balanza comercial neta de la región, dando por hecho que la capacidad productiva se restablecerá después de la guerra. Según los supuestos de referencia, se espera que para 2031 la región sea el segundo mayor exportador neto, detrás de América Latina y el Caribe, pero si la guerra se prolongara impediría que esto se concrete.
El volumen total de las exportaciones de la región podría aumentar 23% para 2031 en comparación con el periodo base, impulsado por una expansión de 28% en las exportaciones de cultivos y un aumento más moderado de 10% en las exportaciones de productos de origen animal. Se prevé que las exportaciones de cereales de la región crecerán de 161 Mt durante el periodo base a 190 Mt en 2031, cifra que representa un aumento de 18%, y que la región de Cercano Oriente y África del Norte será el principal importador. Con esto su participación en el mercado mundial aumentará a 36% para 2031. Si bien el trigo predomina en las exportaciones de cereales de la región, el maíz cobra cada vez más importancia. Se espera que las exportaciones de trigo aumenten 18%, con lo que representarán 55% de las exportaciones mundiales, mientras que las exportaciones de maíz crezcan 17%, hasta representar 22% del mercado mundial para 2031.
La región constituye un gran exportador de carne y productos lácteos, pero el crecimiento de las exportaciones de carne y lácteos es más lento que el de los productos de cultivo. La región representa 44% de las exportaciones mundiales de carne de cerdo y 29% de la de aves de corral. La fuente principal es la Unión Europea, que aporta 90% de las exportaciones de carne de cerdo, 59% de la de bovino y 53% de la de aves de corral de la región. La contribución de la Unión Europea la convierte en la región exportadora de productos lácteos más importante del mundo. La región aporta 41% de las exportaciones mundiales de productos lácteos, de los cuales 70% proviene de la Unión Europea. En el caso del queso, la región representa 59% del mercado mundial, del cual 40% corresponde a la Unión Europea. En todos los productos lácteos, la participación de la Unión Europea y de la región en su conjunto en el comercio mundial aumentará. Para 2031, la Unión Europea contribuirá con 44%, 31%, 34% y 11%, respectivamente, de las exportaciones mundiales de queso, mantequilla, leche descremada en polvo (LDP) y leche entera en polvo (LEP).
Encabezada por Rusia y Noruega, la región es también uno de los exportadores de pescado más importantes. Las exportaciones rusas podrían aumentar 31% durante el periodo de proyección de 10 años, con lo que apalancaría un crecimiento de 14% en la región de Europa y Asia Central.
Aunque el crecimiento será más lento, la región seguirá siendo un importador clave. Gran parte de este comercio tiene lugar dentro de la región, en la que Asia Central es un importador neto de productos de origen animal. Si se toma en cuenta la importancia del comercio intrarregional, el estatus futuro del embargo a las importaciones por parte de Rusia y la guerra afectarán al comercio dentro y fuera de la región. Aparte de los productos ganaderos, la región de Europa y Asia Central es un gran importador de harina proteica y se espera que su participación en las importaciones mundiales disminuya de 34% en el periodo de base a 29% en 2031. La región también importa grandes cantidades de azúcar y etanol, pero se prevé que estas se reducirán durante el periodo de proyección y resultarán afectadas por las sanciones en el sector energético como consecuencia de la guerra.
Cuadro 2.5. Indicadores regionales: Europa y Asia Central
Promedio |
% |
Crecimiento2 |
||||
---|---|---|---|---|---|---|
2009-11 |
2019-21 (base) |
2031 |
Base a 2031 |
2012-21 |
2022-31 |
|
Supuestos macro |
||||||
Población ('000) |
895 571 |
932 572 |
943 026 |
1.12 |
0.39 |
0.08 |
PIB per cápita1 (kUSD) |
23.79 |
26.40 |
31.94 |
20.99 |
1.10 |
1.76 |
Producción (Mm USD de 2014-16) |
||||||
Valor neto de la producción agrícola y pesquera3 |
584.4 |
664.8 |
715.7 |
7.65 |
1.32 |
0.77 |
Valor neto de la producción de cultivos3 |
330.1 |
372.4 |
408.5 |
9.70 |
1.28 |
1.01 |
Valor neto de la producción ganadera3 |
206.3 |
240.3 |
251.1 |
4.50 |
1.44 |
0.38 |
Valor neto de la producción pesquera3 |
48.1 |
52.2 |
56.1 |
7.51 |
1.12 |
0.80 |
Cantidad producida (kt) |
||||||
Cereales |
508 768 |
601 972 |
628 511 |
4.41 |
1.75 |
0.95 |
Legumbres |
8 194 |
13 082 |
16 498 |
26.11 |
6.58 |
2.41 |
Raíces y tubérculos |
28 715 |
31 843 |
33 047 |
3.78 |
2.00 |
0.75 |
Semillas oleaginosas4 |
49 054 |
69 654 |
84 094 |
20.73 |
3.29 |
1.51 |
Carne |
60 224 |
72 098 |
72 725 |
0.87 |
1.87 |
0.00 |
Lácteos5 |
24 902 |
29 365 |
32 698 |
11.35 |
1.61 |
1.09 |
Pescado |
17 150 |
18 720 |
20 088 |
7.31 |
1.20 |
0.79 |
Azúcar |
26 628 |
27 456 |
28 522 |
3.88 |
0.66 |
0.33 |
Aceite vegetal |
24 019 |
34 441 |
40 669 |
18.08 |
3.30 |
1.22 |
Producción de biocombustibles (Mnl) |
||||||
Biodiésel |
10600.38 |
15449.29 |
16220.30 |
4.99 |
2.81 |
-0.98 |
Etanol |
6 792 |
7 842 |
8 517 |
8.60 |
1.10 |
0.81 |
Uso de la tierra (kha) |
||||||
Uso total de la tierra agrícola |
802 188 |
796 355 |
791 139 |
-0.65 |
-0.09 |
-0.05 |
Uso total de la tierra para producción de cultivos6 |
335 722 |
333 679 |
332 198 |
-0.44 |
-0.09 |
-0.07 |
Uso total de la tierra para pastoreo7 |
466 467 |
462 675 |
458 942 |
-0.81 |
-0.10 |
-0.04 |
Emisiones de GEI (Mt CO2-eq) |
||||||
Total |
719 |
745 |
735 |
-1.28 |
0.30 |
-0.11 |
Cultivos |
172 |
188 |
187 |
-0.72 |
0.77 |
0.06 |
Animal |
528 |
538 |
531 |
-1.28 |
0.15 |
-0.16 |
Demanda y seguridad alimentaria |
||||||
Disponibilidad diaria de calorías per cápita8 (kcal) |
3 344 |
3 394 |
3 443 |
1.46 |
0.13 |
0.26 |
Disponibilidad diaria de proteínas per cápita8 (g) |
100.9 |
103.0 |
105.4 |
2.4 |
0.2 |
0.3 |
Disponibilidad de alimentos per cápita (kg/año) |
||||||
Alimentos básicos9 |
167.2 |
167.8 |
171.2 |
2.03 |
0.02 |
0.19 |
Carne |
55.1 |
57.5 |
58.8 |
2.23 |
0.43 |
0.15 |
Lácteos5 |
26.7 |
29.4 |
31.8 |
8.14 |
0.89 |
0.90 |
Pescado |
16.3 |
15.7 |
15.6 |
-0.80 |
-0.23 |
0.06 |
Azúcar |
36.6 |
34.6 |
33.8 |
-2.29 |
-0.48 |
-0.13 |
Aceite vegetal |
18.9 |
22.4 |
23.9 |
6.90 |
0.87 |
0.34 |
Comercio (Mm USD de 2014-16) |
||||||
Comercio neto3 |
- 48 |
- 18 |
32 |
-278.84 |
.. |
.. |
Valor de las exportaciones3 |
421 |
561 |
693 |
23.37 |
2.72 |
1.84 |
Valor de las importaciones3 |
468 |
580 |
660 |
13.91 |
2.14 |
1.09 |
Coeficiente de autosuficiencia10 |
||||||
Cereales |
109.4 |
119.2 |
125.0 |
4.84 |
0.65 |
0.56 |
Carne |
99.0 |
108.4 |
105.5 |
-2.67 |
1.06 |
-0.20 |
Azúcar |
79.8 |
84.4 |
89.7 |
6.23 |
1.00 |
0.55 |
Aceite vegetal |
81.8 |
95.7 |
110.3 |
15.22 |
1.6 |
1.4 |
Notas: 1. El PIB per cápita se expresa en dólares estadounidenses (USD) constantes de 2010. 2. Tasas de crecimiento de mínimos cuadrados (véase el Glosario). 3. El valor neto de los datos sobre agricultura y pesca siguen la metodología de FAOSTAT, con base en el conjunto de productos básicos representados en el modelo Aglink-Cosimo valorados a precios de referencia internacionales para 2014-2016. Las proyecciones de los cultivos no incluidos se hicieron con base en tendencias a largo plazo. 4. Las semillas oleaginosas representan la soya y otras semillas oleaginosas. 5. Los lácteos incluyen la mantequilla, el queso, las leches en polvo y los productos lácteos frescos, expresados en unidades equivalentes de sólidos de leche. 6. La superficie del uso de la tierra para producción de cultivos representa múltiples cosechas de cultivos arables. 7. El uso de la tierra para pastoreo representa la tierra disponible para pastoreo de animales rumiantes. 8. Las calorías o proteínas diarias per cápita representan la disponibilidad y no la ingesta. 9. Los alimentos básicos representan los cereales, las semillas oleaginosas, las legumbres, las raíces y tubérculos. 10. El coeficiente de autosuficiencia se calcula como Producción / (Producción + Importaciones - Exportaciones)*100.
Fuentes: FAO (2022), FAOSTAT Hojas de Balances de alimentos e Índices de comercio (bases de datos), http://www.fao.org/faostat/en/#data; OCDE/FAO (2022), “OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas”, Estadísticas de la OCDE sobre agricultura (base de datos), http://dx.doi.org/10.1787/agr-outl-data-en.
2.7. Perspectivas regionales: América del Norte
2.7.1. Datos de referencia
Un sector agroalimentario de alto desempeño y resiliente
América del Norte es más homogénea que otras regiones analizadas en este capítulo. Estados Unidos de América (en adelante, Estados Unidos) y Canadá son dos países altamente desarrollados con economías maduras y diversificadas. Sus 369 millones de habitantes representan menos de 5% de la población mundial, porcentaje que se espera que disminuya durante el decenio dado su crecimiento demográfico de solo 0.6%. La participación de la agricultura, la silvicultura y la pesca en el PIB regional total es de apenas 1.1% y, sin embargo, la región es una de las que más aportan a la agricultura mundial.
Con 10% de la tierra utilizada para la agricultura a nivel mundial, la región tiene la mayor cantidad de tierra agrícola por persona. Contribuye con 9% de la producción agrícola y pesquera mundial, y brinda el valor más alto de producción agrícola y pesquera per cápita. Durante el periodo 2019-2021, la región alcanzó el tercer mayor superávit comercial de productos básicos agrícolas (después de América Latina y Asia meridional y Sudeste asiático) y representa 13% de las exportaciones mundiales. Sin embargo, la participación de América del Norte en la agricultura mundial disminuye lentamente con el tiempo, a medida que la producción y las exportaciones de otras regiones crecen con mayor rapidez. Se prevé que para 2031, América del Norte aportará 12% de las exportaciones agrícolas y pesqueras mundiales. Si bien todavía se espera que para 2031 aún mantenga el tercer mayor superávit comercial, este será de menos de 60% del valor del periodo base.
La agricultura en América del Norte se caracteriza por una alta intensidad de insumos, pero en el decenio hasta 2019, la PTF estimada en realidad disminuyó 1%, después de un fuerte crecimiento en la década anterior debido en gran parte a las inversiones de capital.21 El uso de fertilizantes es alto en comparación con la mayoría de las demás regiones, lo cual indica que el aumento de los costos de los fertilizantes a corto plazo reducirá considerablemente los márgenes. La producción también tiende a ser intensiva en capital, pues tiene lugar predominantemente en grandes unidades comerciales. En consecuencia, la región registra índices muy altos de productividad de la tierra y el ganado, medida por los rendimientos de los cultivos, los rendimientos de la leche y los coeficientes consumo-producción de ganado-carne. La disminución a largo plazo en el uso de la tierra agrícola y de la tierra dedicada a la producción de cultivos se desaceleró en los últimos años, lo cual refleja que en la década pasada se presentó una contracción apenas moderada. Los rendimientos mejoraron al grado de que la producción de cultivos aumentó 12% durante el mismo periodo. Se espera que esta tendencia continúe y que se logre un aumento de 13% en la producción de cultivos, a pesar de la disminución prevista de 2% en el uso de las tierras de cultivo para 2031. La producción ganadera contribuye de manera importante, porque en la última década su participación en el valor total de la producción agrícola subió a 36% en promedio entre 2019 y 2021. Esto se compara con el promedio mundial de la participación de ganado (30%). Sin embargo, el inventario de ganado es proporcionalmente menor dada su alta productividad. Por ejemplo, la producción de carne de bovino por animal es el triple del promedio mundial. La producción de pescado de la región es pequeña en comparación con otras regiones, y su participación en la producción mundial bajará aún más, a 3% en 2031.
El consumo de alimentos per cápita en la región es el más alto de todos. Esto se debe al mayor ingreso per cápita (USD 54 588) y a la tasa de urbanización más alta (83%), que influyen tanto en el nivel como en la composición de la ingesta de alimentos. En 2020, la pandemia de COVID-19 y las medidas impuestas para frenar su propagación redujeron el PIB per cápita regional 4.2%. Pese a que en 2020 la prevalencia de inseguridad alimentaria registró el primer aumento interanual desde 2014, la base madura de consumidores, combinada con las medidas de apoyo al ingreso y los posteriores paquetes de estímulos, provocaron que las alteraciones causadas por la pandemia afectaran más a la composición y distribución de las ventas de alimentos que a la cantidad consumida. Con el cierre de restaurantes y la disminución de la actividad hotelera, los alimentos consumidos fuera del hogar se redujeron, en tanto que las ventas de comestibles al por menor aumentaron, lo que derivó en cambios significativos en la cadena de suministro de alimentos. Antes de la pandemia, la mitad de los dólares estadounidenses y 35% de los canadienses se gastaban en alimentos consumidos fuera del hogar (Saksena et al., 2018[8]) (Canning, Weersink and Kelly, 2016[9]). El cambio en las ventas al por menor también incluyó cambios en el tipo de alimentos y los tamaños de los envases demandados. La adaptación de la cadena de suministro de alimentos tomó tiempo, por lo que los residuos a corto plazo aumentaron; sin embargo, en pocos meses se logró volver a niveles casi normales y es probable que la cadena de suministro sea más resiliente a futuras crisis debido a dicha adaptación (Weersink et al., 2021[10]).
La recuperación de la recesión provocada por la pandemia en 2020 fue sólida y en 2021 el PIB per cápita aumentó casi 5%, lo cual bastó para que los niveles absolutos superaran los de 2019. Tras un nuevo crecimiento de 3% en 2022, se prevé que el ingreso real per cápita aumentará 1.1% promedio anual durante los próximos 10 años. Considerando que los niveles de ingresos son ya altos y que el crecimiento demográfico es de 0.6% anual, los posibles cambios en las preferencias alimentarias podrían influir significativamente en la demanda de alimentos durante el periodo de las perspectivas. Además de su influencia en el poder adquisitivo, la pandemia también puede tener efectos duraderos sobre dichas preferencias, proporcionando un renovado interés en los beneficios de una dieta saludable.
Si bien las estimaciones contemplan un considerable desperdicio de alimentos, la disponibilidad de calorías y de proteínas en la región ya alcanzó en el periodo 2019-2021 un promedio de 3 808 kcal diarias por persona y 114 g diarios por persona, cifras alrededor de 29% y 36% más altas, respectivamente, que el promedio mundial. El consumo de alimentos es proporcionalmente alto en productos de origen animal, con porcentajes de calorías y proteínas de 29% y 64%, respectivamente, en comparación con los promedios mundiales de 18% y 40%. La dieta de América del Norte tiene también un alto contenido de aceite vegetal y edulcorantes, con porcentajes calóricos de 19% y 15%, en comparación con los promedios mundiales de 10% y 8%, respectivamente. Por su dieta y estilo de vida tienen mayor incidencia de obesidad y de enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación, como la diabetes. Sin embargo, pese a este nivel de consumo agregado y dada la gran desigualdad de ingresos, se estima que entre 10 y 13% de la población de la región padece inseguridad alimentaria, incluso antes de registrarse las repercusiones de la pandemia (Tarasuk and Mitchell, 2020[11]).
América del Norte (en concreto, Estados Unidos) es la mayor región productora de biocombustibles, con una participación en la producción y exportación mundiales de más de 40% y 35%, respectivamente. Comprende sobre todo etanol derivado de maíz como materia prima y, en menor medida, biodiésel derivado del aceite de soya. El principal impulso a la producción han sido las políticas públicas y las normas obligatorias se cumplen en gran medida con tasas de mezcla cercanas a la barrera de mezcla para los combustibles utilizados en el transporte; sin embargo, los persistentemente altos precios del petróleo crudo pueden aportar un nuevo ímpetu. El comercio dentro de la región es importante, pues Canadá depende mucho de las importaciones de etanol de Estados Unidos para cumplir con su propia norma obligatoria de mezcla.
La región de América del Norte es una de las principales productoras y exportadoras de productos agrícolas y, de mantenerse los actuales precios elevados por las limitaciones de suministro de la región del Mar Negro debido a la guerra, su capacidad para responder aumentando su oferta será fundamental para la disponibilidad y asequibilidad de alimentos a nivel mundial. La disminución del uso de tierras de cultivo en el pasado indica que sería posible lograr una cierta expansión. No obstante, algunas evidencias muestran que el crecimiento de la productividad se desaceleró en la última década (Fuglie, 2015[12]) y, al subir los costos ambientales, la competitividad podría verse mermada en el futuro.
2.7.2. Producción
El aumento de la productividad impulsa una mayor producción con menos tierra
Se prevé que la producción agrícola y pesquera de América del Norte seguirá en expansión, aunque a un ritmo más lento (11%) durante el periodo de proyección, en relación con el pasado. Si bien los precios son altos a corto plazo, los precios reales estables y, en algunos casos, a la baja a mediano plazo, aunados a la fortaleza del dólar estadounidense, siguen siendo los principales impulsores de una expansión más lenta. A diferencia de la década pasada, se espera que el crecimiento sea más fuerte en los sectores agrícolas, con un incremento de 13% para 2031 en relación con el periodo 2019-2021, en tanto que la producción ganadera y pesquera solo crecerá 7%.
El crecimiento de la producción de cultivos, que tendrá lugar pese a que perdura la disminución histórica del uso de la tierra para cultivo, el cual se reducirá 2% más hacia 2031, implica que la producción de cultivos por hectárea seguirá en aumento. Se prevé que el uso de la tierra para producir cereales se incrementará 3.6%, con lo que su participación del total de tierras de cultivo se elevará a 42% en 2031. Se espera que la superficie de tierra para semillas oleaginosas aumente 7% en los próximos 10 años, motivado por los altos precios observados al principio del periodo de las perspectivas y la demanda de forraje relacionada con el crecimiento de la producción ganadera y con el aumento de la producción de biocombustibles. De tal modo, la proporción de semillas oleaginosas en la superficie total de tierra para cultivo aumentará a 29% para 2031. Partiendo de una base mucho menor, la superficie de tierra utilizada para producir legumbres también crecerá 9% en los próximos 10 años, mientras que la dedicada a raíces y tubérculos seguirá disminuyendo. Se espera que la superficie cosechada total de la región se contraiga solo 1.5%, menos que el uso total de la tierra debido a una cierta intensificación. Esto conlleva una baja de 2% en Estados Unidos, mientras que la superficie cosechada de Canadá podría crecer casi 1%. En Estados Unidos, la producción total de cultivos aumentará 12% en relación con el periodo base, mientras que el crecimiento en Canadá será mucho mayor con 21%. En el caso de Canadá, el crecimiento se deriva en cierta medida de un periodo base débil, debido a la fuerte reducción de la producción de cultivos en 2021, cuando la producción de cereales y semillas oleaginosas bajó 29% y 25%, respectivamente. En el mediano plazo, el crecimiento de la producción en ambos países proviene sobre todo de aumentos en los rendimientos que oscilan entre 8% en el caso de los cereales y 12% en el de las semillas oleaginosas.
En 2020, el impacto de la recesión relacionada con la pandemia de COVID-19 provocó una presión a la baja sobre los precios de la carne, a causa de la reducción del poder adquisitivo de los consumidores, así como a la influencia de la pandemia y de las medidas impuestas para frenar su propagación sobre la capacidad de las instalaciones de procesamiento. La combinación de la recuperación de la demanda y las limitaciones de la oferta debidas a los elevados costos del forraje impulsarán la recuperación a corto plazo, tras el cual los precios reales tenderán a la baja. Por consiguiente, se espera que el crecimiento de la producción de carne en América del Norte se desacelere, pero que, aun así, la producción regional aumente a 56 Mt para 2031, 6% más que en el periodo base. De los 3.1 Mt de incremento, 2.8 Mt (90%), provienen de Estados Unidos. Se espera que la producción de carne de aves de corral crezca más rápido entre las carnes principales (0.7% anual) y que en 2031 represente 59% de la carne adicional producida. En consecuencia, su participación en la producción total de carne se elevará a 47% para 2031. El crecimiento de la producción de carne de cerdo es solo ligeramente más lento que el de las aves de corral y se espera que, por su parte, la producción de carne de bovino aumente a una tasa anual más lenta, de apenas 0.3%.
Las mejoras en los rendimientos de la leche de vacas lecheras son las que más contribuyen al incremento de 13% de la producción de leche. Se prevé que para 2031, los rebaños de vacas lecheras crecerán 3% respecto del periodo base y que los rendimientos de la leche subirán 9%. Dadas las preferencias de los consumidores, una parte cada vez mayor de la leche se destinará a los productos lácteos procesados y una parte cada vez menor a la leche líquida.
En la producción pesquera de América del Norte sigue predominando la pesca de captura, que aporta 89% de la producción total. Se espera que la producción total de pescado aumente a 6.4 Mt para 2031, con lo que se añadirá 7% a los 6 Mt producidos en el periodo base. Más de 65% de la producción adicional provendrá de Estados Unidos. La acuicultura sigue desarrollándose, aunque a partir de una base menor, y se espera que para 2031 aporte 12.4% de la producción total.
Se prevé que el aumento de las emisiones totales de GEI provenientes de la agricultura se desacelerará en relación con la última década y que, expresado en términos per cápita, disminuirá. Las emisiones totales de la agricultura serán 1.4% más altas en 2031 que en el periodo base. Las emisiones provenientes de las actividades ganaderas son las que más contribuyen, con un crecimiento de 1.5% vinculado con la expansión menor del inventario de rumiantes. Sin embargo, se prevé que las emisiones del sector agrícola se reducirán 0.5%.
2.7.3. Consumo
Las preferencias de los consumidores podrían impulsar la demanda durante el decenio
En las economías desarrolladas de Canadá y Estados Unidos, los cambios en el consumo de alimentos per cápita se verán determinados en gran medida por los cambios en las preferencias, pero ahora se prevé que estos últimos serán menores. Los efectos de la pandemia pueden haber motivado que se preste mayor atención a las dietas saludables, lo que tendría una marcada influencia en los productos frescos, pero estos no se cubren directamente en estas Perspectivas. En algunas categorías de productos individuales, como los edulcorantes y el aceite vegetal, parece surgir una tendencia a la baja. Medido por la disponibilidad calórica, el consumo de alimentos en América del Norte aumentará ligeramente hacia 2031 en 14 kcal diarias por persona, con lo que seguirá siendo 25% mayor que el promedio mundial y el promedio más alto de todas las regiones incluidas en las Perspectivas. A nivel regional, se estima que la mayor disminución será en los edulcorantes (−55 kcal) y en los cereales (−13 kcal). Dichas tendencias se compensan en parte con el aumento del consumo de productos de origen animal, incluidos la carne (+8 kcal) y los lácteos (+19 kcal). El incremento de la disponibilidad calórica total será mayor en Canadá (24 kcal) que en Estados Unidos (13 kcal), pero en 2031 los niveles absolutos de disponibilidad calórica seguirán siendo mucho más altos en Estados Unidos que en Canadá.
La ingesta de proteínas en la región aumentará ligeramente, de 114 g/día en el periodo base a 116 g/día para 2031. Se espera que la división entre fuentes de origen animal y vegetal se mantenga bastante constante, y que la proporción de proteínas obtenidas de fuentes animales suba menos de 1%, hasta sumar 65% de la disponibilidad total de proteínas para 2031. Se prevé un aumento de 0.7 kg per cápita en el consumo de carne, de 1.3 y 0.3 kg per cápita en la carne de aves de corral y de cerdo, respectivamente; en la carne de vacuno se prevé una baja de 0.9 kg per cápita. Sobre la base de materia seca, se espera que el consumo de productos lácteos disminuya 4% para 2031. Sin embargo, se espera que la disponibilidad de proteínas provenientes de los productos lácteos se incremente, en gran parte debido al crecimiento del consumo de queso de 1.3 kg per cápita por año. Se prevé que el consumo de pescado aumentará 5% en 2031 en relación con el periodo base. Debido a la baja en el largo plazo en el consumo de cereales, la disponibilidad de proteínas provenientes de fuentes vegetales se reducirá ligeramente, pese al aumento en el consumo de legumbres de 14% para 2031.
El uso de forraje en la región es significativo, pues consume más energía/calorías que en el uso final para alimentos (Figura 2.23). Tras el aumento de la producción ganadera, se prevé que el uso total para forraje se incrementará 12%, para sumar 304 Mt para 2031, y la participación del maíz (incluidos los granos secos de destilería) en el uso para forrajes aumentará lentamente hasta 69%, mientras que la harina proteica caerá a 16%.
La producción de biocombustibles es un mercado importante para los cereales forrajeros en la región. Se prevé que la producción de etanol aumentará 5.9%, a casi 64 Mml para 2031, con el apoyo de los programas de descarbonización. En medio de un énfasis cada vez mayor en la sostenibilidad, se espera que la producción de biodiésel se expanda 4% durante el periodo de proyección. Las perspectivas para el biocombustible dependen en gran medida de la evolución del sector energético y de las políticas públicas sobre biocombustibles. Estados Unidos indicó que en el verano de 2022 podría aprobar el uso de mezclas de etanol de 15%. Si esto fuera así, y sobre todo si dicha mezcla se extendiera, los efectos sobre los mercados mundiales podrían ser significativos.
2.7.4. Comercio
Tanto las exportaciones como las importaciones aumentarán
El superávit del comercio agrícola de América del Norte disminuyó 27% en la última década. Se prevé que esta tendencia se mantendrá durante el periodo de las perspectivas, con un crecimiento más rápido de las importaciones netas en la región (1.6% anual) que el de las exportaciones (1.0% anual). Tanto el crecimiento de las importaciones como el de las exportaciones se desacelerará, lo cual refleja el debilitamiento de la demanda interna y externa, y la consecuente desaceleración del crecimiento de la producción. Las relaciones comerciales, en particular entre Estados Unidos y China, constituyen un factor relevante que ha afectado a la región, debido a los grandes volúmenes de comercio bilateral. Tras un periodo turbulento, las relaciones mejoraron y en 2021 China fue el principal mercado para las exportaciones agrícolas estadounidenses. Lo anterior indica que las oportunidades comerciales se reanudarán y posiblemente se ampliarán, y demuestra la demanda adicional de productos alimentarios de China tras la expansión de la producción avícola y la rápida reconstrucción de su manada de cerdos después de la PPA. El Tratado de Libre Comercio entre México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), que entró en vigor el 1 de julio de 2020 para sustituir al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), también influyó en el comercio intrarregional y dio paso a importantes exportaciones adicionales de Estados Unidos a Canadá y a México en 2021.
Se prevé que el valor de las exportaciones, medido a los precios internacionales de los productos básicos en el periodo 2014-2016, aumentará 12% para 2031 en relación con el periodo base 2019-2021. La cifra se compara con un aumento de 20% en la última década. La reducción del crecimiento se relaciona en gran medida con la disminución de las exportaciones de soya (a pesar de la mejora en las relaciones comerciales con China), de maíz y de etanol.
En los últimos tiempos, la región perdió una considerable participación en el comercio del maíz, el trigo y la soya. En el caso del maíz, se espera que esta tendencia continúe, aunque a un ritmo más lento, a causa de la creciente competencia de América Latina y, antes de la guerra, de la región del Mar Negro. Se prevé que la participación de América del Norte en las exportaciones mundiales de soya se estabilizará durante la segunda mitad de las perspectivas, en alrededor de 37%. Se espera que la participación de América del Norte en el comercio mundial de etanol se estabilice en alrededor de 50%, y que su participación en el comercio mundial de carne de cerdo y de LDP aumente (Figura 2.24).
Si bien registra un superávit comercial, la región es también un gran importador de productos agrícolas. Se espera que el valor neto de las importaciones, medido en precios constantes de 2014-2016, se incremente 20% para 2031. Anteriormente, la región solía ser un gran importador neto de carne de bovino, y si bien mantiene una gran participación en las importaciones mundiales (18%), las exportaciones nacionales se elevaron al grado de convertirse en un exportador neto en la última década. Se espera que esta tendencia persista y que la participación de la región en las exportaciones mundiales de carne de bovino se mantenga en aproximadamente 18% en 2031, en tanto que su participación en las importaciones mundiales seguirá disminuyendo. La región sigue siendo un importador relativamente grande de pescado, con una participación de 15% en los mercados mundiales, y se espera que las importaciones crezcan 11% para 2031. La región también es un gran importador de frutas y verduras frescas, lo cual se espera que persista durante el periodo de las perspectivas.
Cuadro 2.6. Indicadores regionales: América del Norte
Promedio |
% |
Crecimiento2 |
||||
---|---|---|---|---|---|---|
2009-11 |
2019-21 (base) |
2031 |
Base a 2031 |
2012-21 |
2022-31 |
|
Supuestos macro |
||||||
Población ('000) |
343 112 |
368 735 |
392 615 |
6.48 |
0.68 |
0.56 |
PIB per cápita1 (kUSD) |
48.41 |
54.59 |
63.54 |
16.40 |
1.18 |
1.13 |
Producción (Mm USD de 2014-16) |
||||||
Valor neto de la producción agrícola y pesquera3 |
339.9 |
385.4 |
426.3 |
10.61 |
1.35 |
0.71 |
Valor neto de la producción de cultivos3 |
204.8 |
228.5 |
258.6 |
13.17 |
0.96 |
0.72 |
Valor neto de la producción ganadera3 |
117.9 |
140.2 |
149.9 |
6.89 |
2.38 |
0.73 |
Valor neto de la producción pesquera3 |
17.2 |
16.7 |
17.8 |
6.82 |
-1.23 |
0.52 |
Cantidad producida (kt) |
||||||
Cereales |
447 068 |
489 441 |
545 459 |
11.45 |
1.01 |
0.53 |
Legumbres |
7 415 |
9 620 |
11 491 |
19.45 |
1.40 |
1.52 |
Raíces y tubérculos |
4 995 |
5 636 |
5 897 |
4.65 |
0.88 |
0.28 |
Semillas oleaginosas4 |
16 806 |
21 508 |
27 191 |
26.42 |
0.47 |
0.99 |
Carne |
45 565 |
52 514 |
55 591 |
5.86 |
1.99 |
0.65 |
Lácteos5 |
11 859 |
14 227 |
16 108 |
13.23 |
1.80 |
1.14 |
Pescado |
6 139 |
5 961 |
6 362 |
6.73 |
-1.16 |
0.51 |
Azúcar |
6 950 |
7 609 |
8 616 |
13.23 |
0.89 |
0.44 |
Aceite vegetal |
13 564 |
18 243 |
19 959 |
9.41 |
3.10 |
1.11 |
Producción de biocombustibles (Mnl) |
||||||
Biodiésel |
2469.68 |
9283.36 |
9631.41 |
3.75 |
9.40 |
-1.28 |
Etanol |
50 338 |
60 172 |
63 721 |
5.90 |
1.34 |
0.21 |
Uso de la tierra (kha) |
||||||
Uso total de la tierra agrícola |
465 270 |
463 768 |
463 304 |
-0.10 |
0.07 |
-0.01 |
Uso total de la tierra para producción de cultivos6 |
174 130 |
172 362 |
168 694 |
-2.13 |
0.13 |
-0.19 |
Uso total de la tierra para pastoreo7 |
291 140 |
291 407 |
294 610 |
1.10 |
0.03 |
0.10 |
Emisiones de GEI (Mt CO2-eq) |
||||||
Total |
426 |
440 |
446 |
1.37 |
0.50 |
0.19 |
Cultivos |
123 |
128 |
128 |
-0.53 |
-0.02 |
-0.09 |
Animal |
278 |
280 |
285 |
1.51 |
0.57 |
0.29 |
Demanda y seguridad alimentaria |
||||||
Disponibilidad diaria de calorías per cápita8 (kcal) |
3 680 |
3 808 |
3 822 |
0.35 |
0.55 |
0.07 |
Disponibilidad diaria de proteínas per cápita8 (g) |
112.0 |
114.1 |
115.8 |
1.5 |
0.7 |
0.2 |
Disponibilidad de alimentos per cápita (kg/año) |
||||||
Alimentos básicos9 |
134.5 |
133.4 |
132.1 |
-0.99 |
0.09 |
-0.07 |
Carne |
92.5 |
98.5 |
99.2 |
0.71 |
1.23 |
0.12 |
Lácteos5 |
32.1 |
34.9 |
36.3 |
3.94 |
0.92 |
0.45 |
Pescado |
19.2 |
19.7 |
20.7 |
5.00 |
0.55 |
0.12 |
Azúcar |
31.9 |
30.6 |
30.0 |
-1.97 |
0.31 |
-0.31 |
Aceite vegetal |
35.4 |
39.4 |
41.6 |
5.63 |
1.14 |
0.63 |
Comercio (Mm USD de 2014-16) |
||||||
Comercio neto3 |
33 |
24 |
14 |
-41.41 |
.. |
.. |
Valor de las exportaciones3 |
148 |
177 |
198 |
12.06 |
1.81 |
0.97 |
Valor de las importaciones3 |
115 |
153 |
184 |
20.44 |
2.05 |
1.63 |
Coeficiente de autosuficiencia10 |
||||||
Cereales |
125.3 |
130.6 |
126.5 |
-3.15 |
0.22 |
-0.07 |
Carne |
115.8 |
115.9 |
114.8 |
-0.93 |
0.11 |
0.01 |
Azúcar |
62.1 |
68.5 |
71.5 |
4.29 |
0.83 |
0.01 |
Aceite vegetal |
102.1 |
94.9 |
97.1 |
2.41 |
-0.40 |
0.42 |
Notas: 1. El PIB per cápita se expresa en dólares estadounidenses (USD) constantes de 2010. 2. Tasas de crecimiento de mínimos cuadrados (véase el Glosario). 3. El valor neto de los datos sobre agricultura y pesca siguen la metodología de FAOSTAT, con base en el conjunto de productos básicos representados en el modelo Aglink-Cosimo valorados a precios de referencia internacionales para 2014-2016. Las proyecciones de los cultivos no incluidos se hicieron con base en tendencias a largo plazo. 4. Las semillas oleaginosas representan la soya y otras semillas oleaginosas. 5. Los lácteos incluyen la mantequilla, el queso, las leches en polvo y los productos lácteos frescos, expresados en unidades equivalentes de sólidos de leche. 6. La superficie del uso de la tierra para producción de cultivos representa múltiples cosechas de cultivos arables. 7. El uso de la tierra para pastoreo representa la tierra disponible para pastoreo de animales rumiantes. 8. Las calorías o proteínas diarias per cápita representan la disponibilidad y no la ingesta. 9. Los alimentos básicos representan los cereales, las semillas oleaginosas, las legumbres, las raíces y tubérculos. 10. El coeficiente de autosuficiencia se calcula como Producción / (Producción + Importaciones - Exportaciones)*100.
Fuentes: FAO (2022), FAOSTAT Hojas de Balances de alimentos e Índices de comercio (bases de datos), http://www.fao.org/faostat/en/#data; OCDE/FAO (2022), “OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas”, Estadísticas de la OCDE sobre agricultura (base de datos), http://dx.doi.org/10.1787/agr-outl-data-en.
2.8. Perspectivas regionales: América Latina y el Caribe
2.8.1. Datos de referencia
Gran potencial de ampliar la producción, pero la pobreza frena el consumo de alimentos
La región de América Latina y el Caribe22 comprende alrededor de 8.5% de la población mundial, con un crecimiento de 0.7% anual, lo que agregará 57 millones de personas para 2031. Al ser la región más urbanizada de las regiones en desarrollo, se espera que para 2031, 84% de su población resida en entornos urbanos. Si bien este dato también implica que la mayoría de los pobres de la región residirán en sitios urbanos, la incidencia de la pobreza en las zonas rurales sigue persistentemente alta. Las estructuras de las explotaciones agrícolas de la región son sumamente diversas; abarcan desde las grandes explotaciones comerciales orientadas a la exportación que predominan en la producción agrícola del Cono Sur, especialmente en Argentina y la República Federativa de Brasil (en adelante, Brasil), hasta unos 15 millones de explotaciones agrícolas pequeñas y familiares responsables de gran parte de la producción de alimentos de la región (OECD/FAO, 2019[13]).
Desde hace algún tiempo, la región se ha visto afectada por una considerable incertidumbre económica, que se agravó por la pandemia de COVID-19.23 En términos per cápita, el ingreso se redujo 1.8% anual durante la década pasada. Dados los desafíos estructurales preexistentes, los efectos de la pandemia fueron particularmente graves en la región y el PIB per cápita bajó 7.3% en 2020. A pesar del fuerte repunte de 5.3% registrado en 2021, se prevé que el ingreso absoluto per cápita no superará los niveles anteriores a la pandemia sino hasta 2023. Debido a la magnitud de los diferentes desafíos previos en la región, la recesión provocada por la pandemia también fue mayor en algunos países. Por ejemplo, en Argentina, ya desde antes de 2020, el tipo de cambio tenía una pronunciada tendencia a la depreciación, pero esta se aceleró durante la pandemia y el PIB real per cápita se redujo casi 11%. La recuperación de Argentina también es más prolongada y, aunque el ingreso per cápita superará los niveles de 2019 para 2022, aún será menor que el de una década atrás.
Después de lograr grandes avances iniciales en su reducción, a partir de 2014 la prevalencia de la subalimentación en la región comenzó a aumentar de nuevo. Los efectos combinados de la recesión económica, el deterioro de las condiciones financieras y las perturbaciones en la cadena de valor aceleraron esta tendencia, y en 2020 se observó el mayor aumento interanual de la subalimentación y la inseguridad alimentaria desde el inicio de la tendencia al alza. Entre 2014 y 2020, el número de personas con hambre aumentó 79%, y en 2020 las personas en situación de inseguridad alimentaria moderada o severa constituían 41% de la población. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe señala que en 2021 la pandemia subió la tasa de pobreza extrema en la región a 13.8%, tras aumentar a 13.1% en 2020. En comparación con 2019, tal situación dejó a 13 millones de personas más en la pobreza extrema durante un periodo de dos años, lo cual agravó considerablemente la inseguridad alimentaria.
Se espera que en el mediano plazo el PIB per cápita de la región aumente 1.6% anual en promedio, para llegar en 2031 a USD 10 190 per cápita, cifra 23% menor que el promedio mundial y solo 3% mayor que su nivel en 2014. Se estima que la participación de los alimentos en el gasto de los hogares será de cerca de 14% en promedio para el periodo 2019-2021. La inestabilidad macroeconómica y los precios de los alimentos pueden afectar considerablemente la seguridad alimentaria de la región en los próximos 10 años.24
Abundante en tierras y agua, la región representa 13% de la producción mundial de productos agrícolas y pesqueros y 17% del valor neto de las exportaciones de dichos productos. Dicho porcentaje aumentará aún más durante el decenio, lo que destaca la importancia para la región de la apertura comercial a nivel mundial. La demanda de exportaciones será la fuente decisiva del crecimiento a mediano plazo. El aumento de la competitividad favoreció el crecimiento de las exportaciones, pues la PTF creció 40% entre 2000 y 2019.25 A pesar de la disminución de la mano de obra, el crecimiento de la producción fue sustentado por el aumento de los insumos materiales, sobre todo los fertilizantes, que se duplicaron durante el periodo 2000-2019. Estos insumos afrontarán dificultades por los costos más altos registrados al principio del periodo de las Perspectivas y pueden limitar el crecimiento. Si bien la región tiene una gran orientación exportadora, el comercio intrarregional es bajo y algunos de sus países, como Panamá y El Salvador, son importadores netos.
Pese a la importancia de las exportaciones, los sectores agrícola y pesquero representan cerca de 10% del PIB. Esta proporción aumentó en 2020 debido a la resiliencia de la agricultura y a la exención de las restricciones del confinamiento. Podría aumentar aún más a corto plazo si las restricciones de suministro derivadas de la guerra de Rusia contra Ucrania provocan un aumento prolongado de los precios en los mercados de exportación, lo que incrementaría la producción. Sin embargo, se prevé que a mediano plazo la participación de la agricultura y la pesca en el PIB disminuya marginalmente en América Latina y el Caribe. Los sectores agrícola y pesquero también enfrentan algunos desafíos, ya que se han visto cada vez más afectados por fenómenos climáticos adversos y por las recientes alzas en los costos de transporte, energía y fertilizantes.
A pesar de ser el mayor exportador neto de todas las regiones cubiertas en las Perspectivas, la región de América Latina y el Caribe todavía enfrenta grandes desafíos para reducir la inseguridad alimentaria. Esto se debe en gran medida a problemas de distribución del ingreso y a las consecuentes limitaciones de asequibilidad, y no a la disponibilidad de alimentos en la región. El crecimiento impulsado por las exportaciones redujo la vulnerabilidad del sector a la inestabilidad macroeconómica de la región, aunque ello implica que la volatilidad del mercado mundial y la renovada atención prestada a las cadenas de suministro nacionales en muchas partes del mundo tras la pandemia podrían afectar a sus perspectivas de crecimiento. Se prevé que el crecimiento de las exportaciones de la región se desacelerará en relación con el pasado reciente, en consonancia con un crecimiento más lento de la producción, pero también con el debilitamiento de la demanda mundial de importaciones. La región también afronta retos relacionados por la mayor concentración de las exportaciones por destinos, la cual expone la demanda de exportaciones a mayores riesgos de mercado.
2.8.2. Producción
Buenas perspectivas de mayor productividad de los cultivos y el ganado
Se prevé que la producción agrícola y pesquera de la región crecerá 14% en los próximos 10 años. Alrededor de 64% de este crecimiento proviene de la producción de cultivos, cerca de 28% del sector ganadero y el 8% restante de la pesca.
Se espera que la intensificación tenga mucho que ver con el aumento de la producción agrícola, a pesar de la abundancia de tierras de la región. Con un mayor número de cultivos dobles, la superficie cosechada aumentará 6.7%, con un aumento concomitante del uso de las tierras de cultivo de solo 3.4% para 2031. Entre las 12.4 Mha de crecimiento de la superficie cosechada para 2031, casi 3.2 Mt y 2.6 Mt, respectivamente, se atribuyen al cultivo adicional de soya y maíz. La región seguirá siendo el mayor productor de soya del mundo, al aportar 53% de la producción mundial para 2031. Lo anterior significa que cualquier reducción de la oferta relacionada con el clima de la región puede tener un efecto significativo en los precios mundiales. Suponiendo condiciones climáticas más favorables, la región tiene un amplio potencial para aumentar la producción y cubrir las posibles limitaciones de la oferta con una guerra prolongada. La contribución de la región a la producción mundial de cereales es menor, pero se espera que su participación en la producción de maíz aumente a casi 18% para 2031.
En el pasado, el aumento de la productividad contribuyó en gran medida al crecimiento de la producción de cultivos. Para los principales cultivos, como el maíz y la soya, los rendimientos mejoraron 23% y 13%, respectivamente, durante los últimos 10 años. Se espera que esta tendencia continúe y se alcance un aumento promedio de los rendimientos previsto para 2031 de aproximadamente 10% en la mayoría de los principales productos agrícolas. Esto favorece la mejora continua del valor neto de la producción de cultivos por hectárea de tierra, el cual ya es el segundo más alto entre las regiones incluidas en estas Perspectivas y se espera que aumente 1.2% anual adicional durante los siguientes 10 años. La región hace un uso intensivo de fertilizantes, solo superada por la región de Asia Desarrollados y Asia Oriental, e importa grandes cantidades, lo cual implica que los fuertes aumentos de los costos de los fertilizantes, agravados por la guerra, podrían limitar el crecimiento de los rendimientos y la producción a corto plazo.
El crecimiento de la producción ganadera también se beneficiará de los aumentos de la productividad y de una mayor intensificación, con un mayor uso de cereales para forraje en la producción. La producción de carne de aves de corral representará más de 55% del crecimiento de la producción de carne para 2031, en tanto que la producción de carne de vacuno y de cerdo representará 29% y 16%, respectivamente. A pesar de las presiones a corto plazo observadas en los primeros años de las Perspectivas, los coeficientes de precios carne-cereales forrajeros serán favorables a mediano plazo, lo cual favorecerá la expansión de la producción de carne de aves de corral y de cerdo, ambas basadas en el uso intensivo de forraje en la producción. El incremento de la carne de bovino se deberá al incremento de la productividad, al aumento del peso en canal y a la expansión de 3% en el número de rebaños para 2031, lo que supondrá un crecimiento de 10.8%.
La producción pesquera se recuperará de la moderada contracción sufrida en los últimos 10 años y registrará un crecimiento de 12% para 2031. El desarrollo de la acuicultura en varios países de la región es el impulsor predominante de la producción pesquera, al aportar más de 60% de la producción adicional para 2031. Se espera que la pesca de captura se muestre volátil durante el periodo de proyección por los efectos de El Niño, que tienden a afectar a los peces (principalmente la anchoveta) utilizados para la producción de harina y aceite de pescado.
Se prevé que las emisiones de gases de efecto invernadero crecerán marginalmente 0.1% anual durante el periodo de proyección. La mayor parte de este aumento se debe a la producción de cultivos, cuyas emisiones aumentarán 3.2% durante el periodo de 10 años, frente a un aumento de 2.3% de la producción ganadera. Sin embargo, en relación con el valor neto de la producción agrícola, las emisiones por unidad de valor de la producción disminuirán, aunque a un ritmo más lento que el observado en el pasado.
2.8.3. Consumo
Los consumidores cambian poco a poco sus hábitos alimentarios
Tras una baja a corto plazo, motivada por los efectos de la pandemia sobre el poder adquisitivo y la prolongada recuperación, se prevé que la ingesta de calorías per cápita promedio se incrementará a mediano plazo hasta alcanzar 3 077 kcal/día para 2031. Esto supone un aumento de 60 kcal/día en comparación con los niveles del periodo 2019-2021 y se atribuye sobre todo a los productos de origen animal. El aumento de las calorías obtenidas a partir de alimentos de origen vegetal se ve limitado por una gran disminución de los edulcorantes (–28 kcal) y posiblemente apunta a una mayor concienciación sobre la salud entre los consumidores. No obstante esta disminución, la región se mantendrá como la mayor consumidora de azúcar per cápita del mundo. En toda la región se han impuesto iniciativas como la mejora de los programas de alimentación escolar y la legislación sobre el etiquetado en el frente de los envases, en un intento de abordar el doble reto de la creciente prevalencia de sobrepeso y obesidad, pero también los persistentes problemas de inseguridad alimentaria y calidad nutricional. La calidad de los alimentos entre los segmentos de la población con bajos ingresos tiende a verse afectada por los persistentes problemas relacionados con la pobreza.
Se espera que la ingesta de proteínas per cápita aumente hasta 89 g/día para 2031, cifra que supone un incremento de 3.1 g/día durante el periodo. Los productos de origen animal aportarán la mayor parte del aumento, más de 70%, y el aumento del consumo de productos lácteos contribuirá mayoritariamente. Para su perfil demográfico de ingresos medios, el consumo de carne de la región ya es alto, con casi 61 kg/año, cerca del doble del promedio mundial. Sin embargo, se prevé que el consumo de carne per cápita solo aumentará 3.3% en los próximos 10 años, pues los consumidores aumentarán su ingesta de proteínas de otras fuentes. El consumo de pescado, que en términos per cápita equivale a solo la mitad del promedio mundial, se incrementará apenas 1 kg/per cápita, a 10 kg, cifra comparable con la década pasada.
Se espera que la creciente intensificación del sector ganadero sustente un aumento de 15% en el uso para forraje para 2031. Dos tercios de ese incremento provendrán del maíz, cuyo uso para forraje crecerá 18%, aunque también se prevé que las harinas proteicas crecerán 13%, lo que supondrá 19% del uso adicional de forraje para 2031. De este modo, el maíz y las harinas proteicas aportarán de manera conjunta más de 75% del uso adicional para forraje.
Pese a que la participación del uso de caña de azúcar es bastante constante, la producción de etanol de la región aumentará 6% para 2031 en relación con el periodo base, contribuyendo con 15% del crecimiento mundial de la producción de etanol. Brasil, con su programa Renovabio, es el mayor productor de etanol de la región y se mantendrá como un proveedor importante del mercado mundial. Si bien se supone que los elevados precios del crudo impulsarán la demanda de biocombustibles en el corto plazo, la evolución de los sectores mundiales de la energía y el transporte a mediano plazo seguirá siendo una de las principales incertidumbres a las que se enfrenta el sector de los biocombustibles de la región.
2.8.4. Comercio
La orientación al comercio abierto es crucial para el sector agroalimentario de la región
Como un productor principal de excedentes agrícolas, las exportaciones han sido un componente clave que ha impulsado el crecimiento de la agricultura, reduciendo la vulnerabilidad del sector a las perturbaciones exógenas y a los riesgos económicos de la región. La tasa de crecimiento de las exportaciones ha permitido que la participación de las exportaciones en la producción agrícola total aumente de forma constante, junto con la contribución de la región al comercio mundial. Durante los últimos 10 años, su superávit comercial casi se duplicó y su participación en las exportaciones mundiales creció hasta 17%. Para 2031, se espera que la región aumente su superávit comercial en 28% más, para representar 18% de las exportaciones mundiales. La desaceleración del crecimiento de las exportaciones refleja una ralentización en Brasil, que aporta más de la mitad de las exportaciones de la región. Sin embargo, aunque más lento que 6% anual alcanzado en la última década, se espera que el crecimiento de las exportaciones de Brasil siga siendo mayor de 2% anual y, combinado con el fuerte crecimiento de las exportaciones de frutas y verduras de México, Costa Rica y Ecuador, la participación del valor neto de las exportaciones en la producción agrícola y pesquera de la región debería acercarse a 50% para 2031.
El sólido crecimiento de la oferta permitirá a la región consolidar su posición como principal exportador de maíz, soya, carne de vacuno, carne de aves de corral, harina de pescado, aceite de pescado, azúcar y etanol. Con la excepción de la harina de pescado, el etanol y el azúcar, la región aumentará su participación en el mercado mundial de todos los productos básicos mencionados. Para 2031, representará 61% de las exportaciones mundiales de soya, 59% de las de azúcar, 45% de las de harina de pescado, 43% de las de maíz, 40% de las de carne de vacuno y aceites de pescado, 32% de las de carnes de aves de corral y 25% de las de etanol.
Dada la importancia de la región en el mercado mundial, el grado de apertura al comercio tendrá importantes consecuencias para el sector. La pandemia y las restricciones relacionadas provocaron múltiples cuellos de botella en los sistemas comerciales mundiales, añadiendo costos y poniendo de manifiesto los riesgos en las cadenas de suministro mundiales. La medida en que esto influya en el comercio será crucial para la región. Al mismo tiempo, la capacidad de responder a las limitaciones de suministro de la región del Mar Negro mientras persiste la guerra podría permitirle aumentar su participación en el mercado a corto plazo. El Acuerdo de Libre Comercio entre la UE y Mercosur y la Asociación Económica Integral Regional podrían ampliar aún más las oportunidades comerciales, pero las relaciones comerciales fuera de la región, como las existentes entre China y Estados Unidos, también pueden desempeñar un papel. Aunque los beneficios para la región de un mercado global orientado al comercio son evidentes, la mejora de la integración del mercado interno y del funcionamiento de las PYME, las cooperativas y las explotaciones familiares ampliaría el comercio dentro de la región, diversificando así las oportunidades de mercado y reforzando la resiliencia del sector.
Cuadro 2.7. Indicadores regionales: América Latina y el Caribe
Promedio |
% |
Crecimiento2 |
||||
---|---|---|---|---|---|---|
2009-11 |
2019-21 (base) |
2031 |
Base a 2031 |
2012-21 |
2022-31 |
|
Supuestos macro |
||||||
Población ('000) |
589 712 |
652 217 |
708 787 |
8.67 |
0.97 |
0.73 |
PIB per cápita1 (kUSD) |
9.32 |
8.66 |
10.19 |
17.66 |
-1.81 |
1.58 |
Producción (Mm USD de 2014-16) |
||||||
Valor neto de la producción agrícola y pesquera3 |
435.9 |
538.5 |
614.3 |
14.08 |
2.23 |
1.08 |
Valor neto de la producción de cultivos3 |
240.1 |
311.8 |
360.7 |
15.70 |
2.38 |
1.30 |
Valor neto de la producción ganadera3 |
148.8 |
180.9 |
202.4 |
11.92 |
2.03 |
0.77 |
Valor neto de la producción pesquera3 |
47.0 |
45.9 |
51.2 |
11.62 |
2.09 |
0.80 |
Cantidad producida (kt) |
||||||
Cereales |
186 644 |
274 962 |
318 628 |
15.88 |
3.34 |
1.19 |
Legumbres |
6 748 |
7 640 |
8 431 |
10.35 |
1.20 |
1.00 |
Raíces y tubérculos |
14 623 |
14 050 |
15 013 |
6.86 |
-0.03 |
0.63 |
Semillas oleaginosas4 |
5 097 |
6 181 |
6 933 |
12.16 |
2.94 |
0.80 |
Carne |
46 101 |
54 816 |
61 613 |
12.40 |
1.60 |
0.91 |
Lácteos5 |
8 938 |
9 994 |
11 706 |
17.13 |
0.00 |
1.42 |
Pescado |
16 674 |
16 255 |
18 151 |
11.66 |
2.10 |
0.80 |
Azúcar |
54 971 |
56 905 |
63 649 |
11.85 |
-0.98 |
1.65 |
Aceite vegetal |
20 879 |
27 337 |
31 421 |
14.94 |
2.36 |
1.30 |
Producción de biocombustibles (Mnl) |
||||||
Biodiésel |
4673.03 |
8896.96 |
10834.98 |
21.78 |
5.28 |
1.65 |
Etanol |
27 592 |
36 656 |
38 948 |
6.25 |
3.29 |
0.91 |
Uso de la tierra (kha) |
||||||
Uso total de la tierra agrícola |
672 957 |
672 201 |
679 465 |
1.08 |
0.01 |
0.09 |
Uso total de la tierra para producción de cultivos6 |
160 482 |
172 019 |
177 866 |
3.40 |
0.80 |
0.28 |
Uso total de la tierra para pastoreo7 |
512 475 |
500 182 |
501 599 |
0.28 |
-0.25 |
0.03 |
Emisiones de GEI (Mt CO2-eq) |
||||||
Total |
1 009 |
1 069 |
1 095 |
2.37 |
0.66 |
0.10 |
Cultivos |
100 |
117 |
121 |
3.18 |
1.58 |
0.23 |
Animal |
886 |
923 |
944 |
2.26 |
0.58 |
0.07 |
Demanda y seguridad alimentaria |
||||||
Disponibilidad diaria de calorías per cápita8 (kcal) |
2 946 |
3 017 |
3 077 |
2.00 |
-0.04 |
0.33 |
Disponibilidad diaria de proteínas per cápita8 (g) |
81.7 |
86.0 |
89.1 |
3.6 |
0.2 |
0.3 |
Disponibilidad de alimentos per cápita (kg/año) |
||||||
Alimentos básicos9 |
159.5 |
157.5 |
161.5 |
2.54 |
-0.19 |
0.25 |
Carne |
57.6 |
61.4 |
63.4 |
3.30 |
0.48 |
0.22 |
Lácteos5 |
15.8 |
15.9 |
17.2 |
8.26 |
-0.75 |
0.69 |
Pescado |
8 |
9 |
10 |
5.74 |
-0.01 |
0.34 |
Azúcar |
45 |
38 |
36 |
-5.41 |
-1.68 |
-0.56 |
Aceite vegetal |
18 |
18 |
20 |
14.55 |
-1.18 |
1.31 |
Comercio (Mm USD de 2014-16) |
||||||
Comercio neto3 |
81 |
145 |
186 |
27.89 |
.. |
.. |
Valor de las exportaciones3 |
151 |
240 |
298 |
24.30 |
4.26 |
1.88 |
Valor de las importaciones3 |
71 |
94 |
112 |
18.75 |
3.20 |
1.52 |
Coeficiente de autosuficiencia10 |
||||||
Cereales |
102.1 |
107.3 |
108.9 |
1.42 |
0.57 |
0.09 |
Carne |
110.2 |
111.8 |
111.2 |
-0.57 |
0.28 |
0.01 |
Azúcar |
215.7 |
227.9 |
248.6 |
9.09 |
-0.02 |
1.39 |
Aceite vegetal |
127.7 |
131.5 |
124.2 |
-5.57 |
0.29 |
-0.52 |
Notas: 1. El PIB per cápita se expresa en dólares estadounidenses (USD) constantes de 2010. 2. Tasas de crecimiento de mínimos cuadrados (véase el Glosario). 3. El valor neto de los datos sobre agricultura y pesca siguen la metodología de FAOSTAT, con base en el conjunto de productos básicos representados en el modelo Aglink-Cosimo valorados a precios de referencia internacionales para 2014-2016. Las proyecciones de los cultivos no incluidos se hicieron con base en tendencias a largo plazo. 4. Las semillas oleaginosas representan la soya y otras semillas oleaginosas. 5. Los lácteos incluyen la mantequilla, el queso, las leches en polvo y los productos lácteos frescos, expresados en unidades equivalentes de sólidos de leche. 6. La superficie del uso de la tierra para producción de cultivos representa múltiples cosechas de cultivos arables. 7. El uso de la tierra para pastoreo representa la tierra disponible para pastoreo de animales rumiantes. 8. Las calorías o proteínas diarias per cápita representan la disponibilidad y no la ingesta. 9. Los alimentos básicos representan los cereales, las semillas oleaginosas, las legumbres, las raíces y tubérculos. 10. El coeficiente de autosuficiencia se calcula como Producción / (Producción + Importaciones - Exportaciones)*100.
Fuentes: FAO (2022), FAOSTAT Hojas de Balances de alimentos e Índices de comercio (bases de datos), http://www.fao.org/faostat/en/#data; OCDE/FAO (2022), “OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas”, Estadísticas de la OCDE sobre agricultura (base de datos), http://dx.doi.org/10.1787/agr-outl-data-en.
Referencias bibliográficas
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[5] De Vet, J. et al. (2021), Impacts of the COVID-19 pandemic on EU industries, https://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/STUD/2021/662903/IPOL_STU(2021)662903_EN.pdf.
[6] FAO (2020), “The impact of COVID-19 on food and agriculture in Europe and Central Asia and FAO’s reponse”, Conferencia Regional de la FAO para Europa, http://www.fao.org/3/ne001en/ne001en.pdf.
[4] FAO et al. (2021), 2021 State of Food Security and Nutrition in the World, https://docs.wfp.org/api/documents/WFP-0000130141/download/?_ga=2.154581233.899495763.1652097841-333767505.1650548299.
[12] Fuglie, K. (2015), “Accounting for growth in global agriculture”, Bio-Based and Applied Economics, pp. 201-234, https://doi.org/10.13128/BAE-17151.
[1] Kelly, M. (2016), “The Nutrition Transition in Developing Asia: Dietary Change, Drivers and Health Impacts”, Drivers and Health Impacts. En: Jackson P., Spiess W., Sultana F. (eds) Eating, Drinking: Surviving. SpringerBriefs in Global Understanding. Springer, Cham, pp. 83-90, https://doi.org/10.1007/978-3-319-42468-2_9.
[3] Njiwa, D. y K. Marwusi (2020), Improving the Functioning of Regional Food Supply Chains and Trade amidst the COVID-19 pandemicin East and Southern Africa, https://agra.org/wp-content/uploads/2020/08/Improving-Functioning-of-Regional-Food-Supply-Chains.pdf.
[7] OCDE (2020), “Supporting livelihoods during the COVID-19crisis: closing the gaps in safety nets”, OECD Policy Responses to Coronavirus (COVID-19), https://www.oecd.org/coronavirus/policy-responses/supporting-livelihoods-during-the-covid-19-crisis-closing-the-gaps-in-safety-nets-17cbb92d/.
[13] OECD/FAO (2019), OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas 2019-2028, Publicaciones de la OCDE, París, https://doi.org/10.1787/agr_outlook-2019-en.
[2] Reardon, T. et al. (2014), Urbanization, Diet Change, and Transformation of Food Supply Chains in Asia, Michigan State University, http://www.fao.org/fileadmin/templates/ags/docs/MUFN/DOCUMENTS/MUS_Reardon_2014.pdf.
[8] Saksena, M. et al. (2018), America’s Eating Habits: Food Away From Home, U.S. Department of Agriculture, Economic Research Service, https://www.ers.usda.gov/webdocs/publications/90228/eib-196.pdf?v=6386.4.
[11] Tarasuk, V. y A. Mitchell (2020), Household food insecurity in, Toronto: Research to identify policy options to reduce food insecurity (PROOF), https://proof.utoronto.ca/wp-content/uploads/2020/03/Household-Food-Insecurity-in-Canada-2017-2018-Full-Reportpdf.pdf.
[10] Weersink, A. et al. (2021), “COVID-19 and the agri-food system in the United States and Canada”, Agricultural Systems, Vol. 188, https://doi.org/10.1016/j.agsy.2020.103039.
Notas
← 1. A menos que se especifique lo contrario, los datos utilizados en la descripción de la situación histórica y actual de cada región se agregan partiendo de la base de datos subyacente utilizada en las proyecciones. Estos datos provienen de diversas fuentes, como los cuestionarios de los países de la OCDE y las bases de datos de AMIS, FAOSTAT, Naciones Unidas (Población) y FMI (Macro), con intervenciones de las Secretarías de la OCDE y la FAO.
← 2. Australia, China, Corea, Japón, Nueva Zelandia.
← 3. Fuente OCDE-FAO interpolada para 2019-2021 partiendo de la base de datos del Proyecto de Análisis del Comercio Mundial (GTAP) 2011, usando los datos de gasto alimentario y del PIB utilizados en estas Perspectivas.
← 4. Este análisis supone que la UE-27 es una región integral.
← 5. (Fuglie, 2015[12]). Las estimaciones se basan en el conjunto de datos de Productividad Agrícola Internacional elaborado por el USDA. Véase https://www.ers.usda.gov/data-products/international-agricultural-productivity.
← 6. La tasa de dependencia de la tercera edad se calcula dividiendo la población mayor de 65 años entre la población de 15 a 64 años.
← 7. Filipinas, India, Indonesia, Irán (República Islámica de), Malasia, Pakistán, Tailandia, Viet Nam, Asia Menos Desarrollada, Otros Países en Desarrollo de Asia y Oceanía. Para las regiones mencionadas, véase el cuadro condensado para la agrupación regional de los países.
← 8. Fuente OCDE-FAO interpolada para 2019-2021 partiendo de la base de datos del Proyecto de Análisis del Comercio Mundial (GTAP) 2011, usando los datos de gasto alimentario y del PIB utilizados en estas Perspectivas.
← 9. (Fuglie, 2015[12]) (actualizado a 2019, USDA).
← 10. Véase "Sudeste Asiático, Perspectivas y Desafíos" en OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas 2017-2026.
← 11. Para las regiones mencionadas, véase el cuadro condensado para la agrupación regional de los países.
← 12. Fuente OCDE-FAO interpolada para 2019-2021 partiendo de la base de datos del Proyecto de Análisis del Comercio Mundial (GTAP) 2011, usando los datos de gasto alimentario y del PIB utilizados en estas Perspectivas.
← 13. (Fuglie, 2015[12]) (actualizado a 2019, USDA).
← 14. Consulta informal de la FAO con los ministros de agricultura africanos, celebrada el 4 de abril de 2022, con vistas a la 32ª Conferencia Regional de la FAO para África.
← 15. Base de datos de costos comerciales de la CESPAP y el Banco Mundial. https://www.unescap.org/resources/escap-world-bank-trade-cost-database; verificado en el informe Tralac: https://www.tralac.org/resources/infographics/15537-intra-africa-non-tariff-trade-costs-for-the-period-2015-2019.html;
← 16. Cercano Oriente: Arabia Saudita y otros países de Asia Occidental. Menos desarrollado: África del Norte Menos Desarrollado. África del Norte: Otros países de África del NortePara las regiones mencionadas, véase el cuadro condensado para la agrupación regional de los países.
← 17. Fuente OCDE-FAO interpolada para 2019-2021 partiendo de la base de datos del Proyecto de Análisis del Comercio Mundial (GTAP) 2011, usando los datos de gasto alimentario y del PIB utilizados en estas Perspectivas.
← 18. (Fuglie, 2015[12]) (actualizado a 2019, USDA, agregación regional de países).
← 19. Para las regiones mencionadas, véase el cuadro condensado para la agrupación regional de los países.
← 20. Fuente OCDE-FAO interpolada para 2019-2021 partiendo de la base de datos del Proyecto de Análisis del Comercio Mundial (GTAP) 2011, usando los datos de gasto alimentario y del PIB utilizados en estas Perspectivas.
← 21. (Fuglie, 2015[12]) (actualizado a 2019, USDA).
← 22. Otros ALC: Chile, Colombia, Paraguay, Perú y América del Sur y Central y el Caribe. Para las regiones mencionadas, véase el cuadro condensado para la agrupación regional de los países.
← 23. Véase también "Perspectivas de la Agricultura y el Desarrollo Rural en las Américas: Una perspectiva para América Latina y el Caribe 2021-2022", CEPAL, FAO, IICA. https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/47209/1/ECLAC-FAO21-22_en.pdf.
← 24. Fuente OCDE-FAO interpolada para 2019-2021 partiendo de la base de datos del Proyecto de Análisis del Comercio Mundial (GTAP) 2011, usando los datos de gasto alimentario y del PIB utilizados en estas Perspectivas.
← 25. (Fuglie, 2015[12]) (actualizado a 2019, USDA).