El sector agrícola de Chile juega un papel importante en el desarrollo de la economía del país, ayudando a elevar los ingresos y a reducir la pobreza. El sector se beneficia de un clima macroeconómico estable y de un entorno comercial abierto, asimismo, las exportaciones han crecido rápidamente, en particular para productos de alto valor, tales como el vino y la fruta. La prioridad actual del Gobierno es ampliar la base de crecimiento de la agricultura integrando de manera exitosa a los pequeños agricultores del país en las estructuras comerciales.   Este estudio mide el nivel y la magnitud del apoyo que se brinda a la agricultura chilena, y evalúa la eficacia de las medidas actuales en el logro de sus objetivos. El estudio revela que Chile ofrece mucho menos  apoyo y protección a su sector agrícola en comparación con la mayoría de los países de la OCDE, a pesar de que los gastos del gobierno en el sector se han triplicado en términos reales durante los últimos diez años. Cerca de la mitad de ese gasto se debe a bienes públicos como infraestructura y riego, mientras que la otra mitad se compone principalmente de las medidas que buscan hacer más competitivos a los agricultores de Chile.  Este reporte sugiere formas en las que se puede mejorar la eficacia de esas políticas, incluyendo la evaluación sistemática de la ejecución de las mismas, por medio de una coordinación más estrecha entre los organismos gubernamentales y con la elaboración de políticas para los pequeños agricultores y para los trabajadores agrícolas asalariados en un contexto amplio de la economía, para que las políticas agrícolas puedan centrarse en los agricultores potencialmente competitivos y se distingan de manera efectiva  e otros desarrollos y políticas sociales.