En respuesta a los retos identificados en el capítulo 2, este capítulo sugiere algunas recomendaciones de políticas para implementar la economía circular en la ciudad de Valladolid, España. Las recomendaciones de políticas van acompañadas de una lista de acciones para su aplicación concreta, de acuerdo con las prácticas internacionales.
La Economía Circular en Valladolid, España
3. Recomendaciones de políticas y acciones para una economía circular en Valladolid, España
Abstract
Introducción
Se han identificado un total de 19 recomendaciones en función del papel de la ciudad como promotora, facilitadora y habilitadora de la economía circular (Tabla 3.1). Estas recomendaciones van acompañadas de un conjunto de acciones destinadas a apoyar la transición de Valladolid hacia una economía circular. Las acciones propuestas son indicativas y se basan en prácticas internacionales, teniendo en cuenta el contexto local. Estas prácticas internacionales llevadas a cabo en el ámbito de la economía circular por ciudades, regiones y gobiernos nacionales pueden servir de inspiración para la aplicación de las recomendaciones. Como tales, no se espera que sean replicadas en Valladolid, sino que proporcionan a la ciudad un conjunto de ejemplos para el desarrollo y la implementación de las acciones sugeridas.
Tabla 3.1. Recomendaciones de políticas para la economía circular en Valladolid, España
Promotor |
Facilitador |
Habilitador |
---|---|---|
Realizar análisis del metabolismo urbano |
Coordinar la hoja de ruta local con otras estrategias a nivel regional y nacional, para maximizar las sinergias y colaboraciones |
Identificar los instrumentos normativos que deben adaptarse para fomentar la transición a una economía circular |
Desarrollar una estrategia de economía circular con objetivos claros y medibles |
Conectar el gobierno local con las universidades, las empresas y los ciudadanos |
Identificar las herramientas fiscales y económicas para la economía circular |
Mapear empleos circulares en la ciudad por sectores |
Apoyar el desarrollo de las empresas y estimular el espíritu empresarial en la economía circular |
Reforzar el papel de la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico |
Promover la “visión circular” “predicando con el ejemplo” |
Reforzar el intercambio de experiencias con las ciudades vecinas |
Implementar la contratación pública ecológica |
Reforzar la comunidad circular |
Desarrollar programas de formación sobre la economía circular |
|
Concienciar sobre las oportunidades y herramientas para avanzar hacia una economía circular |
Permitir iniciativas a pequeña escala |
|
Introducir una certificación o una etiqueta para las “empresas circulares” como incentivo para las empresas locales |
Reforzar la eficacia de las subvenciones municipales relacionadas con la economía circular |
|
Desarrollar un marco de seguimiento y evaluación |
Es importante tener en cuenta que:
Las acciones no son obligatorias ni vinculantes: Las acciones identificadas abordan una variedad de formas de implementar y alcanzar los objetivos. Sin embargo, no son obligatorias ni vinculantes. Representan sugerencias, cuya idoneidad y viabilidad debe evaluar cuidadosamente el municipio de Valladolid de forma inclusiva, con la participación de las partes interesadas, según proceda. A su vez, puede explorarse la combinación de más de una acción, si es necesario.
Debe considerarse la priorización de las acciones: Teniendo en cuenta la inviabilidad de abordar todas las recomendaciones al mismo tiempo, la priorización es clave. Como tal, los pasos dados hacia una transición circular deben ser progresivos.
Deben evaluarse los recursos para la ejecución: La aplicación de las acciones requerirá recursos humanos, técnicos y financieros. A la hora de priorizar y evaluar la idoneidad y viabilidad de las acciones sugeridas, deben evaluarse cuidadosamente los recursos necesarios para ponerlas en práctica, así como el papel de las partes interesadas que pueden contribuir a la fase de ejecución.
Las acciones propuestas deberían actualizarse en el futuro: Pueden surgir nuevos pasos y objetivos potenciales a medida que las acciones comiencen a aplicarse.
Varias partes interesadas deberían contribuir a su aplicación: Las recomendaciones de políticas y las acciones conexas deben aplicarse como una responsabilidad compartida por una amplia gama de actores. Los grupos de partes interesadas que han contribuido a este informe y a la identificación de las acciones están representados en Figura 3.1. Tienen un papel clave como “habiliatadores” del sistema de economía circular en Valladolid, España, junto con otras partes interesadas que participarán en el futuro.
Valladolid puede desempeñar un papel de promotor, facilitador y habilitador de la estrategia de economía circular. Las ciudades actúan como promotoras cuando identifican las prioridades, promueven proyectos concretos e involucran a las partes interesadas; son facilitadoras cuando fomentan la cooperación entre las partes interesadas, los ciudadanos y los niveles de gobierno. El papel de habilitador de la ciudad implica establecer las condiciones necesarias para la economía circular (por ejemplo, actualizar los marcos normativos, catalizar fondos, etc.). Para impulsar la economía circular en Valladolid, la ciudad podría aplicar las recomendaciones detalladas en esta sección.
Promover una visión y una estrategia para la economía circular
La ciudad de Valladolid muestra una fuerte voluntad de iniciar el camino hacia la economía circular con un equipo dedicado, fondos disponibles y una comunidad de emprendedores de la economía circular. Estas son condiciones relevantes para promover la economía circular en la ciudad. Para impulsar la economía circular en Valladolid, la ciudad podría implementar las recomendaciones detalladas en esta sección.
Realizar análisis del metabolismo urbano
Los análisis del metabolismo urbano tendrían como objetivo: i) desarrollar el conocimiento sobre los flujos de materiales de la ciudad para reducir con el tiempo la extracción de recursos (input) y las externalidades negativas como la contaminación y los residuos (output); ii) reutilizar los materiales, cuando sea posible; iii) identificar las prioridades de la ciudad a partir del análisis de las tendencias de consumo y producción. La ciudad podría cooperar con la universidad para llevar a cabo el análisis, que debería actualizarse periódicamente y realizarse a escala metropolitana y regional. El estudio sobre el metabolismo urbano en París podría tomarse como ejemplo (Circular Metabolism, 2017[1]).
Acciones clave:
Colaborar con universidades y centros de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) para el análisis del metabolismo urbano.
Evaluar la escala del análisis a nivel metropolitano y regional, con la colaboración de las autoridades competentes.
Identificar acciones concretas de seguimiento para reducir el consumo de recursos y los resultados negativos, como la contaminación. En el caso del agua, los materiales y la energía, por ejemplo, pueden implementarse soluciones digitales (por ejemplo, contadores de agua, aplicaciones de datos móviles para soluciones de movilidad, aplicaciones para el ahorro de energía), además de políticas adecuadas.
Difundir los resultados del análisis del metabolismo y comunicarlos claramente al público.
Realizar el análisis del metabolismo de forma periódica (por ejemplo, una vez al año o bianualmente), además de actualizar los estudios medioambientales y climáticos con regularidad.
Desarrollar una estrategia de economía circular con objetivos claros y medibles
Una ciudad circular requeriría diseñar una visión de cómo debería ser la ciudad en el futuro. Una visión circular de la ciudad implica abstenerse de una visión que conciba la economía circular como una forma de optimizar el sistema lineal actual. Aunque ya existan varias iniciativas en Valladolid, están fragmentadas y, por tanto, es difícil determinar los impactos sociales, económicos y medioambientales relevantes. Una visión global ayudaría a mejorar la coherencia entre las diferentes iniciativas. Esto implica mapear los sectores que aplican los principios de la economía circular y encontrar sinergias entre ellos, con el fin de evitar políticas aisladas o soluciones a corto plazo. La estrategia debe garantizar que las actividades de la economía circular conduzcan a un replanteamiento de los modelos de producción y consumo y de las colaboraciones a lo largo de la cadena de valor. En Tabla 3.2presentan ejemplos de estrategias de economía circular a nivel subnacional. Una vez establecidos, se deben vincular metas medibles a los objetivos. Algunos marcos de medición de la economía circular, aplicados a nivel de ciudad, son los siguientes: Measuring the Circular Economy: Developing an indicator set for Opportunity Peterborough [Medición de la economía circular: Desarrollo de un conjunto de indicadores para Opportunity Peterborough] (Morley, Looi and Zhao, 2018[2]), Indicators for a Circular Economy [Indicadores para una economía circular] (Vercalsteren, Christis and Van Hoof, 2018[3]), Circular Economy Framework Monitoring Report, Greater Porto Area, Portugal [Informe de seguimiento del marco de la economía circular, Área del Gran Oporto, Portugal] (LIPOR, 2018[4]).
Tabla 3.2. Iniciativas de economía circular a nivel subnacional
Ciudad |
País |
Iniciativa |
---|---|---|
Ámsterdam |
Países Bajos |
Amsterdam Circular 2020-25 (2019) |
Área Metropolitana De Barcelona (AMB) |
España |
Circular economy promotion programme AMB circular (2019): i) Industrial Symbiosis Metropolitan Project ii) Platform of Natural Resources iii) Circular Economy Table |
Región de Bruselas-Capital |
Bélgica |
Regional Programme for the Circular Economy 2016-20 (PREC) |
Flandes |
Bélgica |
Circular Flanders, 2016 |
Nantes |
Francia |
Circular Economy Roadmap Nantes (2018) (Feuille de route économie circulaire Nantes Métropole) |
París |
Francia |
Circular Economy Plan 2017-20 (2017) (Plan économie circulaire de Paris 2017-20) |
Rotterdam |
Países Bajos |
Rotterdam Circularity Programme 2019-23 |
Escocia |
Reino Unido |
Making Things Last: A Circular Economy Strategy for Scotland (2016) |
Tilburg |
Países Bajos |
Tilburg Circular Agenda 2019 |
Fuente: OECD (forthcoming[5]), The Circular Economy in Cities and Regions, Synthesis Report, OECD Publishing, Paris.
Acciones clave:
Trazar un mapa de las iniciativas circulares existentes en varios sectores
Identificar los sectores clave (por ejemplo: la regeneración urbana, el turismo, la construcción, los residuos, etc.) que podrían generar impactos económicos, ambientales y sociales relevantes, establecer prioridades y posibles colaboraciones.
Identificar las actividades que pueden ser relevantes para pasar de un sistema lineal a uno circular (por ejemplo: el diseño ecológico, los servicios en lugar de la propiedad).
Definir objetivos y acciones
Definir objetivos realistas y orientados a los resultados, a corto, medio y largo plazo (por ejemplo: proyectos relacionados con la economía circular, número de edificios circulares que deben construirse, etc.).
Alinear los objetivos de la estrategia de economía circular con los objetivos de las políticas existentes (por ejemplo: transición energética, cambio climático, ciudad inteligente y planificación urbana).
Involucrar a las partes interesadas
La economía circular es una responsabilidad compartida entre las partes interesadas que deben participar desde la fase cero de la estrategia para crear consenso y visión. Los pasos consisten en (OECD, 2015[6]):
Diseñar una metodología participativa para involucrar a las partes interesadas clave para trabajar en la definición y co-creación de una estrategia de economía circular que refleje sus preocupaciones:
Trazar un mapa de todas las partes interesadas que tienen un interés en el resultado o que pueden verse afectadas, así como su responsabilidad, motivaciones principales e interacciones.
Definir la línea final de la toma de decisiones, los objetivos de la participación de las partes interesadas y el uso esperado de las aportaciones.
Utilizar técnicas de participación de las partes interesadas, garantizando la representación efectiva de todas ellas en el proceso.
Asignar los recursos financieros y humanos adecuados y compartir la información necesaria para la participación de las partes interesadas orientada a los resultados.
Evaluar periódicamente el proceso y los resultados de la participación de las partes interesadas para aprender, ajustar y mejorar en consecuencia.
Integrar los procesos de participación en marcos legales y políticos claros, estructuras/principios organizativos y autoridades responsables.
Adaptar el tipo y el nivel de compromiso a las necesidades y mantener el proceso flexible a las circunstancias cambiantes.
Aclarar cómo se utilizarán las aportaciones.
Comunicar claramente la responsabilidad de cada actor en el municipio.
Organizar campañas de comunicación y actividades en la ciudad para sensibilizar a las partes interesadas sobre los objetivos y beneficios de la economía circular y sobre cómo pueden contribuir los ciudadanos.
Crear espacios de participación para los ciudadanos y las partes interesadas a lo largo de las diferentes fases de aplicación de la estrategia de economía circular. Los instrumentos para la participación de las partes interesadas incluyen:
Foros con múltiples partes interesadas.
Talleres.
Desayunos de trabajo sobre la economía circular.
Metodologías de co-creación.
Circuitos de retroalimentación.
Desarrollar un plan financiero
Diseñar un conjunto de acciones para la consecución de los objetivos, definir los resultados esperados y asignar un presupuesto y recursos a cada una de las acciones.
Desarrollar un plan financiero para la implementación de la estrategia.
Identificar y comunicar los costes (medioambientales, sociales y de oportunidad) y los beneficios de las actividades circulares en comparación con los enfoques lineales (escenario de referencia o no adopción de medidas).
Seguimiento y evaluación
Identificar indicadores y objetivos medibles (económicos, sociales y medioambientales) para supervisar y evaluar la estrategia. Los indicadores propuestos por la OCDE (forthcoming[5]) puede tenerse en cuenta:
Establecimiento de la estrategia
Número de administraciones/departamentos públicos que participan en el diseño de la estrategia de economía circular.
Número de acciones identificadas para alcanzar los objetivos.
Número de proyectos de economía circular para aplicar las acciones.
Número de personal empleado para el diseño de la estrategia de economía circular en la ciudad/región/administración.
Número de partes interesadas que participan en la creación conjunta de la estrategia de economía circular.
Número de proyectos financiados por la ciudad/gobierno regional/Número total de proyectos.
Número de proyectos financiados por el sector privado/Número total de proyectos.
Aplicación de la estrategia
Residuos desviados del vertedero (T/habitante/año o %).
Emisiones de CO2 evitadas (T CO2/habitante o %).
Materia prima evitada (T/habitante/año o %).
Utilización de material recuperado (T/habitante/año o %).
Ahorro de energía (Kgoe/habitante/año o %).
Ahorro de agua (ML/habitante/año o %).
Comunicar claramente el objetivo y los resultados previstos de la estrategia.
Mapear los empleos circulares en la ciudad por sectores
La visión de la economía circular también podría trazar un mapa de las posibles oportunidades de creación de empleo, ya sea a partir de nuevas actividades o de cambios en las empresas, que requieran adaptación. Esto podría ayudar a: i) obtener una visión general de la situación futura del empleo y detectar los sectores más vulnerables; ii) hacer coincidir la oferta y la demanda en el mercado laboral de la ciudad y sus alrededores; y iii) establecer premisas para adaptar los programas educativos y la formación a las necesidades de la transición a la economía circular, incluso para que el sector empresarial incluya la circularidad en los procesos y prácticas de producción. En Recuadro 3.1presentan algunos enfoques de los empleos circulares a nivel de la ciudad.
Recuadro 3.1. Enfoques urbanos de los empleos circulares
La transición a la economía circular tiene el potencial de generar nuevos empleos. Para 2035, la Comisión Europea (CE) espera crear más de 170.000 nuevos puestos de trabajo directos relacionados con la economía circular mediante la aplicación del Paquete de Economía Circular. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que, para 2030, el empleo en los sectores de servicios (50 millones) y de gestión de residuos (45 millones) será el que más crezca en todo el mundo (OIT, 2018[7]) A continuación, se exponen algunos ejemplos de cómo las ciudades dan cuenta de los empleos “circulares”.
En 2016, la ciudad de París (Francia) identificó 66.500 empleos a tiempo completo relacionados con la economía circular. En su mayoría, los empleos están asociados a la gestión de la energía, las energías renovables, la incineración de residuos con recuperación de energía y parte de las actividades relacionadas con las infraestructuras de transporte. Además, se consideran 7 categorías adicionales de actividades relacionadas con la economía circular: el ecodiseño, la ecología industrial y territorial, la economía funcional, el suministro sostenible, el consumo responsable, la prolongación de la vida útil y el reciclaje. La cuantificación de los puestos de trabajo se realiza a través de tres enfoques: por sector de actividad (puestos de trabajo en el alquiler, la reparación, la de segunda mano, el transporte, las industrias de materias primas secundarias, la recogida de residuos con recuperación de energía); por tipo de productos (por ejemplo, el papel reciclado); por instituciones específicas registradas (puestos de trabajo que tienen lugar en instituciones registradas como Organizaciones de Responsabilidad del Productor, PRO, por sus siglas en inglés).
En 2013, la ciudad de Londres (Reino Unido) contabilizó 46.700 empleos en actividades de economía circular. Se consideraron tres tipos de empleos en: reciclaje (venta al por mayor de residuos y chatarra); reutilización (reparación de productos metálicos, maquinaria y equipos; reparación de ordenadores, aparatos electrónicos y artículos domésticos; y venta al por menor de artículos de segunda mano); y actividades de alquiler y arrendamiento. El Consejo de Residuos y Reciclaje de Londres (LWARB) indica que, de aquí a 2030, los puestos de trabajo de ventas y servicios al cliente aumentarán un 1,18%, seguidos de los de cualificación media (0,66%) y los de alta cualificación (0,30%). El LWARB identifica tres niveles de especialización laboral: i) alta cualificación (por ejemplo, gerentes, directores y altos funcionarios, puestos profesionales y técnicos asociados); ii) media cualificación (por ejemplo, funciones administrativas y de secretaría, ocupaciones comerciales cualificadas y operarios de procesos, plantas y máquinas); iii) baja cualificación (por ejemplo, ventas y servicios al cliente y ocupaciones elementales.
En 2016, el Área Metropolitana de Ámsterdam (AMA) (Países Bajos) contabilizó 140.000 puestos de trabajo como parte de la economía circular (el 11% del total de puestos de trabajo del área). La tecnología digital, el diseño circular y la extensión de la vida útil son los sectores más relevantes. La AMA definió siete elementos circulares clave para los “empleos directamente circulares”, divididos en “empleos circulares centrales” y “empleos circulares facilitadores”. Los “empleos circulares centrales” están relacionados con actividades que dan prioridad a los recursos regenerativos (por ejemplo, el sector de las energías renovables); preservan y amplían lo que ya está hecho (por ejemplo, el sector de la reparación); utilizan los residuos como recurso (por ejemplo, el reciclaje); y replantean los modelos de negocio (por ejemplo, las actividades de alquiler o arrendamiento). Los “empleos circulares facilitadores” pretenden crear valor conjunto a partir de colaboraciones (por ejemplo, las asociaciones profesionales y de redes); diseñar para el futuro (por ejemplo, la arquitectura o el diseño industrial); e incorporar la tecnología digital (por ejemplo, la innovación digital). También se identifican los “empleos indirectamente circulares” y se refieren a todos los demás sectores que ofrecen servicios a las actividades de los empleos circulares y que crean actividades circulares de apoyo (por ejemplo, la educación, la administración y los servicios profesionales). Los seis grupos de habilidades relevantes para los futuros empleos circulares son: habilidades básicas (capacidades que facilitan la adquisición de nuevos conocimientos); resolución de problemas complejos (habilidades para resolver problemas nuevos y complejos en entornos del mundo real); habilidades de gestión de recursos (capacidades para la asignación eficiente de recursos); habilidades sociales (habilidades para trabajar con la gente hacia la consecución de objetivos comunes); habilidades de sistemas (capacidades para entender, evaluar y mejorar los “sistemas sociotécnicos”); y habilidades técnicas (competencias para diseñar, organizar, utilizar y reparar máquinas y sistemas tecnológicos).
También hay ejemplos de indicadores para medir la creación de empleo:
En Peterborough (Reino Unido), “Circular Peterborough”, el programa local de economía circular, desarrolló ocho indicadores que incluyen dimensiones socioeconómicas, uno de los cuales mide el “porcentaje de empleos circulares y el porcentaje de negocios circulares”. El informe “Measuring the Circular Economy: Developing an indicator set for Opportunity Peterborough” detalla seis subindicadores para medir el “porcentaje de empleos de la economía circular” en la ciudad: venta al por menor de bienes de segunda mano en tiendas; actividades de alquiler y arrendamiento; venta al por mayor de residuos y chatarra; actividades de recogida de residuos y reparación de ordenadores y enseres domésticos; reparación e instalación de maquinaria.
La ciudad de Toronto (Canadá) mide la dimensión social de la economía circular a través de tres indicadores: el número de empleos verdes creados y asegurados, el número de personal de la ciudad formado en los principios de la contratación circular y las actividades de utilización de activos/reparto.
Fuente: EC (2016[8]), Circular Economy Package: Four Legislative Proposals on Waste, European Commission; ILO (2018[9]), World Employment and Social Outlook 2018 – Greening with Jobs, http://www.ilo.org/publns (accessed on 29 January 2020); City of Paris (2019[10]), Quantifier les emplois de l“économie circulaire de Paris - Synthèse; LWARB (2017[11]), Employment and the Circular Economy: Job Creation through Resource Efficiency in London, http://www.wrap.org.uk (accessed on 29 January 2020); Circle Economy/ EHERO (2018[12]), Circular Jobs and Skills in the Amsterdam Metropolitan Area, https://assets.website-files.com/5d26d80e8836af7216ed124d/5d26d80e8836af6ddeed12a2 (accessed on 5 February 2020); Morley, A., E. Looi and C. Zhao (2018[2]), Measuring the Circular Economy: Developing an Indicator Set for Opportunity Peterborough; City of Toronto (2018[13]), Circular Economy Procurement Implementation Plan and Framework.
Acciones clave:
Realizar estudios específicos para identificar las futuras oportunidades de empleo en la ciudad por sectores:
Desarrollar actividades de consulta con representantes de diversos sectores, desde el comercio minorista hasta la hostelería y los servicios, para comprender el nivel de circularidad en todas las cadenas de valor e identificar las lagunas y las oportunidades de trabajo.
Analizar el tipo de habilidades requeridas, desde las de baja a las de alta cualificación y los niveles de competencia por sector.
Reforzar el sector artesanal para la reutilización de productos.
Adecuar las capacidades financieras, humanas y técnicas a las necesidades identificadas.
Explorar la posibilidad de incorporar la economía circular como un nuevo tema de trabajo en el diálogo social en curso entre la ciudad de Valladolid, las instituciones del sector empresarial y los sindicatos.
Promover la “visión circular” “predicando con el ejemplo”
La ciudad podría empezar a aplicar los principios circulares en sus actividades y servicios para dar ejemplo. El municipio debería ser un ejemplo de cambio y convertirlo en un objetivo explícito, con el fin de: i) mostrar la viabilidad de avanzar hacia una transición circular a través de acciones específicas; ii) “practicar lo que se predica” a través de ejemplos y actividades concretas; iii) sensibilizar al público sobre los impactos de la economía circular. Esto podría hacerse, por ejemplo, mediante: la reducción de la generación de residuos (prohibiendo los plásticos de un solo uso, como los vasos, en los eventos municipales y en las actividades diarias); la aplicación del modelo de producto como servicio a través de la contratación pública (pagando por un servicio de iluminación adaptado a las necesidades del municipio en lugar de comprar bombillas y aparatos); y el fomento del uso de materiales secundarios. Desde 2015, Ámsterdam (Países Bajos) ha puesto en marcha el programa “Learning by doing” (“Aprender haciendo”), que pretende demostrar con ejemplos empíricos que la economía circular es rentable en todos los aspectos, reuniendo a diferentes departamentos de la ciudad y a diversas partes interesadas para definir acciones políticas. En cuanto a los nuevos modelos de negocio basados en el alquiler y el uso compartido, cabe citar los siguientes ejemplos: El Aeropuerto Schiphol de Ámsterdam alquila la luz como un servicio, en lugar del modelo tradicional de compra de bombillas: con este modelo, Schiphol paga por la luz que utiliza mientras que Philips sigue siendo el propietario de todas las instalaciones y es responsable de su rendimiento y durabilidad (Circular Economy Club, 2019[14]). La ciudad de Tokio (Japón) pretende reducir las emisiones de CO2 producidas durante la celebración de los Juegos Olímpicos de 2020 mediante el alquiler y el arrendamiento de materiales, el ahorro de recursos, la minimización de la producción de residuos y el uso de materiales reciclados para los uniformes de los participantes, entre otras medidas (Organising Committee of the Olympic and Paralympic Games Tokyo 2020, 2018[15]).
Acciones clave:
Implementar modelos circulares dentro de la ciudad y comunicarlos claramente a los ciudadanos. Algunos ejemplos de estas prácticas podrían ser:
Contratación Pública Verde (CPV): criterios de adjudicación que favorecen la transición a una economía circular (por ejemplo, reutilización, durabilidad, reparabilidad, compra de productos de segunda mano o refabricados).
Modelos de negocio que pasarían de la propiedad a los servicios (por ejemplo, modelo de producto como servicio a través de la contratación pública: pagar por un servicio de iluminación adaptado a las necesidades del municipio en lugar de comprar bombillas y aparatos; alquilar un servicio de mobiliario en lugar de comprar muebles específicos, etc.).
Reducción de la generación de residuos (por ejemplo, planes para evitar la producción de residuos; reducir el uso de papel o prohibir los plásticos de un solo uso, como los vasos, en los actos municipales y las actividades cotidianas).
Suministro de los contenedores necesarios para la recogida selectiva en toda la ciudad.
Comunicar claramente a los ciudadanos los objetivos, todas las iniciativas circulares que está promoviendo la ciudad y los avances conseguidos (por ejemplo, porcentaje de plástico de un solo uso evitado en un año, etc.).
Reforzar la comunidad circular
Gracias a las subvenciones municipales dedicadas a la economía circular, existe una creciente comunidad circular en Valladolid. Por lo tanto, es importante dar un impulso y asegurarse de que la comunidad pueda fortalecerse. Esto reforzaría el compromiso con la transición a la economía circular en varios sectores; reduciría las posibles resistencias al cambio del modelo tradicional de la economía lineal y aumentaría la conciencia ciudadana sobre la economía circular. Podrían utilizarse varias herramientas, como el fomento de los instrumentos de comunicación (plataformas en internet y fuera de internet para promover proyectos e iniciativas) y la creación de espacios de encuentro y diálogo. Por ejemplo, una plataforma en línea dedicada a la economía circular en la que las distintas partes interesadas puedan compartir información sobre eventos y experiencias podría ser una forma de promover las sinergias entre ellas. La plataforma en línea debería ser gestionada y moderada por una entidad fiable identificada.
Acciones clave:
Crear un foro de la economía circular, liderado por la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico, que establezca un diálogo entre los ciudadanos, las empresas, los emprendedores (que hayan respondido a la convocatoria de ayudas municipales o las nuevas empresas).
Crear un grupo de trabajo o comité permanente compuesto por diferentes actores (sector privado, administración pública, sindicatos, asociaciones empresariales, etc.) para proponer ideas e intercambiar experiencias. Incluir un calendario de reuniones para garantizar la continuidad.
Crear una plataforma en línea o un sitio web con información clara y accesible sobre las herramientas existentes y las oportunidades futuras. La plataforma en línea debe ser una herramienta dinámica y viva gestionada y moderada por una entidad identificada y de confianza (por ejemplo, la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico).
Explorar la posibilidad de establecer un “pacto para la economía circular” en la ciudad, entre empresas y entidades locales, similar al pacto para la economía circular establecido a nivel nacional.
Identificar incentivos, premios y retos por parte de los vecinos para estimular nuevas ideas y motivar a la comunidad circular.
Concienciar sobre las oportunidades y herramientas para avanzar hacia una economía circular
Es fundamental ofrecer ejemplos de casos empresariales de éxito (por ejemplo, en términos de ahorro de costes y creación de empleo). Una forma de hacerlo sería a través de “embajadores de la economía circular”. La ciudad de Londres, a través de su Junta de Residuos y Reciclaje, ha empezado a reclutar “embajadores de la economía circular” en diferentes empresas y autoridades locales para compartir información sobre los beneficios de la economía circular para cada sector económico y sensibilizar al lugar de trabajo (London Waste and Recycling Board, 2017[16]). Los arquitectos, urbanistas, artistas y ecologistas también podrían ofrecer ejemplos de buenas prácticas y enfoques multidisciplinares. Otro instrumento podría ser la creación de una plataforma a modo de mercado donde las empresas pudieran intercambiar, vender y comprar productos y materiales reutilizables. Una práctica similar se lleva a cabo en la ciudad de Austin (Estados Unidos) a través del Austin Materials Marketplace [Mercado de Materiales de Austin], que es una plataforma totalmente digital.
Acciones clave:
Se pueden considerar varias herramientas:
Campañas de comunicación para mostrar los impactos de la economía circular y explicar cómo los ciudadanos y las diferentes partes interesadas pueden contribuir a ella. Estas campañas podrían incluir experiencias reales de actores que ya han incorporado la economía circular en sus procesos.
Conferencias y seminarios en colegios y universidades para sensibilizar a niños y estudiantes de Valladolid.
Sitio web dedicado para compartir conocimientos, buenas prácticas por sector en relación con la economía circular (por ejemplo, crear un repositorio digital de proyectos de economía circular en Valladolid).
Eventos para el intercambio de conocimientos, la creación de redes y la promoción de la economía circular.
Redes sociales para compartir información de iniciativas actuales.
Incorporar programas de hábitos saludables en la estrategia de economía circular cuando sea conveniente (por ejemplo, consumo, eliminación de residuos alimentarios, urbanismo saludable, entre otros).
Considerar la introducción de la figura de “embajadores de la economía circular” en el municipio, el sector privado y la sociedad civil (por ejemplo, empresas, entidades locales, sindicatos) como delegados responsables de compartir la información sobre los impactos de la economía circular.
Crear delegados de medio ambiente en los comités de empresa que incorporen los temas de la economía circular a sus responsabilidades.
Explorar herramientas para favorecer la reutilización y crear una “cultura” circular, tales como:
Plataformas de intercambio de bienes y materiales usados (por ejemplo, muebles, textiles, puntos limpios, etc.).
Ferias y eventos para el intercambio de bienes usados.
Solicitudes de intercambio de bienes usados.
Plataformas de subproductos industriales por sectores para facilitar la circularidad interempresarial.
Introducir una certificación o una etiqueta para las “empresas circulares” como incentivo para las empresas locales
La ciudad podría considerar la introducción de una certificación o una etiqueta para las empresas que sigan los principios circulares, con el fin de: ayudar a los consumidores a distinguir las empresas que adoptan los principios de la economía circular; promover la adopción de modelos de economía circular en los procesos de transformación de las empresas privadas; identificar los materiales producidos y utilizados de forma circular y recompensar a las empresas circulares e incentivar a otras a iniciar su transición. Hay varios ejemplos de etiquetas y certificados que se conceden cuando los productos se producen localmente, con poco o ningún embalaje, se reduce el consumo de energía, se tratan adecuadamente los residuos según la mejor opción disponible, etc. (Recuadro 3.2). Los criterios de etiquetado podrían formularse tras estudios detallados por parte de universidades y centros de investigación, incorporando al mismo tiempo la opinión de los comercios locales.
Recuadro 3.2. Ejemplos de productos etiquetados para la economía circular
Las certificaciones se realizan para garantizar a las partes interesadas y a los clientes que los productos y servicios cumplen los requisitos vinculados a la economía circular. Tanto el sector privado como las autoridades nacionales y locales están tomando medidas en este sentido para desarrollar e introducir etiquetas para la economía circular:
OrganiTrust®, un organismo de certificación mundial, expide certificados sobre la economía circular en los siguientes sectores: material en contacto con alimentos, cuidado personal y cosméticos, muebles, juguetes para niños, textiles y tejidos, electrónica, materiales de construcción, equipos de seguridad médica y productos químicos y detergentes domésticos. Además, también otorga esta calificación a algunas actividades de servicios, entre las que se encuentran el transporte, la construcción, las telecomunicaciones, la limpieza y el aparcamiento. Una vez que el producto o servicio ha conseguido la certificación, debe renovarse anualmente.
El certificado “Amsterdam Made” se creó a petición del Ayuntamiento de Ámsterdam. Su principal objetivo consiste en informar a los consumidores sobre los productos que se fabrican en la zona de Ámsterdam, al tiempo que se busca impulsar la creatividad, la innovación, la sostenibilidad y la artesanía.
La hoja de ruta francesa para la economía circular, 50 medidas para una economía 100% circular, lanzada por el Ministerio de la Transición Ecológica y Solidaria (Ministère de la transition écologique et solidaire) en 2018, incluye el despliegue de un etiquetado medioambiental voluntario en 5 sectores piloto (mobiliario, textil, hoteles, productos electrónicos y productos alimentarios).
El Libro Blanco sobre la Economía Circular del Gran París (Mairie de Paris, 2015[17]) contempla 65 propuestas, entre ellas el diseño y uso de etiquetas de economía circular. Más concretamente, pretende dar mayor visibilidad a las etiquetas medioambientales existentes en Francia, como NF Environment (una etiqueta de certificación colectiva para los productores que cumplen con las especificaciones de calidad medioambiental) y la etiqueta ecológica europea, así como el desarrollo de una etiqueta de calidad para los productos de segunda mano.
Fuente: French Government (2018[18]), 50 Measures for a 100% Circular Economy, http://www.ecologique-solidaire.gouv.fr/sites/default/files/FREC%20-%20EN.pdf (accessed on 6 June 2019); Amsterdam Made (2019[19]), Homepage, http://www.amsterdammade.org/en/ (accessed on 6 June 2019); Mairie de Paris (2015[17]), White Paper on the Circular Economy of Greater Paris, https://api-site.paris.fr/images/77050 (accessed on 11 June 2019); Organi Trust (2019[20]), Circular Economy and Organic Certification, https://organitrust.org/ (accessed on 11 June 2019); HQE-GBC (2019[21]), Circular Economy for HQE Sustainable Construction.
Acciones clave:
Reforzar el etiquetado ecológico existente en los procesos de producción de las empresas de Valladolid, introduciendo los principios de la economía circular y haciendo un seguimiento de los avances.
Tener en cuenta los criterios de economía circular para la certificación. Por ejemplo:
Uso de materiales reciclados.
Desarrollo de cálculos de análisis de vida.
Procesos de deconstrucción.
Presentación de un plan de reutilización de materiales.
Prolongación de la vida útil del producto (por ejemplo, garantía prolongada, disponibilidad de piezas de recambio de un producto para permitir su reparación).
Concepto de “producto como servicio”.
Basándose en la información de las experiencias internacionales, dar prioridad a determinados sectores para realizar experiencias piloto sobre certificados circulares.
Colaborar con las universidades y centros de investigación locales para analizar los criterios de las certificaciones circulares.
Definir directrices comunes para los productos y procesos de la economía circular a nivel local con el fin de obtener la certificación.
Promover el reconocimiento sistemático de las buenas prácticas mediante auditorías.
Promover el desarrollo de actividades para mejorar el uso y el valor de las certificaciones (por ejemplo, un banco de materiales).
Facilitar la coordinación multinivel para la economía circular
La ciudad puede facilitar la colaboración y la cooperación entre un amplio abanico de actores para hacer realidad la economía circular sobre el terreno. A continuación, se describen las posibles acciones que la ciudad podría aplicar.
Coordinar la hoja de ruta local con otras estrategias a nivel regional y nacional, para maximizar las sinergias y colaboraciones
Esta recomendación pretende fomentar la coherencia política entre diferentes estrategias/hojas de ruta que pueden referirse a varios sectores, desde la alimentación hasta la movilidad y el uso del suelo, y que tienen objetivos comunes, desde la reducción de residuos hasta la neutralidad climática. Por lo tanto, vincular las estrategias existentes a nivel regional y nacional puede permitir al gobierno local alcanzar objetivos comunes, al tiempo que se identifican sinergias. Por ejemplo, el Programa Regional para la Economía Circular 2016-20 de la Región de Bruselas está coordinado por tres ministros y cuatro organismos administrativos regionales (Region of Brussels, 2016[22]); la Agencia Pública de Residuos de Flandes (OVAM) tomó la iniciativa en 2018 de crear una plataforma nacional para la economía circular, a través de la cual los máximos niveles de los departamentos de medio ambiente federales y regionales, los departamentos de economía/innovación y los departamentos de finanzas se reúnen dos veces al año para decidir una acción común en los ámbitos políticos prioritarios (OECD, forthcoming[5]).
Acciones clave:
Identificar las estrategias existentes y los objetivos relacionados que pueden alcanzarse a través de la economía circular (por ejemplo, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático).
Identificar sinergias entre las estrategias existentes y futuras de la ciudad (por ejemplo, cambio climático, vivienda, energía, planificación urbana, etc.) para incorporar los principios de la economía circular.
Identificar las iniciativas de economía circular disponibles a nivel regional y nacional y el papel de la ciudad para contribuir a la consecución de los objetivos.
Crear plataformas de coordinación, por ejemplo:
Organizar seminarios y talleres, y reuniones ad-hoc para alinear los intereses de las autoridades locales, regionales y nacionales.
Red de economía circular que incluya representantes de los municipios de Castilla y León, de la región y del gobierno nacional.
Acuerdos de cooperación entre Valladolid, la Comunidad Autónoma de Castilla y León y otros municipios de la región para la puesta en marcha de proyectos conjuntos de economía circular.
Explorar las oportunidades derivadas de los contratos/acuerdos con el gobierno regional y nacional como herramientas para el diálogo, para experimentar, empoderar y aprender.
Conectar el gobierno local con las universidades, las empresas y los ciudadanos
La mejora de la coordinación entre las principales partes interesadas permitiría adquirir conocimientos sobre la economía circular, así como alcanzar un conjunto de objetivos compartidos, alcanzables y realistas. Por ejemplo, la investigación académica podría estar relacionada con las necesidades locales para una transición hacia la economía circular y conectada con el ecosistema productivo local de las pequeñas y medianas empresas (PYMES). Esto también podría hacerse a través de “retos” y “convocatorias abiertas” para resolver problemas municipales y estimular la innovación. Algunos ejemplos internacionales pueden servir de inspiración. Por ejemplo, Start-up in Residence (San Francisco, Estados Unidos) y el Amsterdam Circular Challenge (Ámsterdam, Países Bajos) ponen en contacto a entidades de nueva creación (start-ups) con empresas ya existentes para que aporten soluciones a los problemas de la ciudad mediante procesos de selección transparentes.
Acciones clave:
Identificar posibles pilotos y experimentaciones que impliquen a departamentos de I+D+i y universitarios, en función de las necesidades del municipio (por ejemplo, actividades circulares en el sector de la movilidad, el turismo, la alimentación, los residuos, la bioeconomía, etc.).
Recoger propuestas académicas y empresariales para poner en marcha actividades circulares con impacto social y considerar el apoyo para su puesta en marcha (por ejemplo, apoyo financiero para los estudiantes).
Acuerdos de colaboración entre el municipio y la universidad para trabajar en áreas prioritarias relacionadas con la economía circular a nivel local.
Colaborar con las universidades para implementar la economía circular en los programas educativos existentes.
Organizar eventos, talleres y ferias en los que las empresas puedan compartir sus necesidades tecnológicas y encontrar nuevos socios.
Crear plataformas interactivas en línea para animar a los partes interesadas a intercambiar información entre ellas sobre sus necesidades y a supervisar las actividades y actualizaciones de la plataforma.
Crear espacios de trabajo colaborativo (co-working) para el intercambio de ideas entre varios actores.
Colaborar con las empresas y los sindicatos para iniciar o impulsar su transición hacia la economía circular. Incluir este asunto en el diálogo social entre la ciudad, los sindicatos y las empresas.
Apoyar el desarrollo de las empresas y estimular el espíritu empresarial en la economía circular
La ciudad puede apoyar a las empresas a través de herramientas normativas, financieras y de desarrollo de capacidades para proporcionar condiciones que estimulen los negocios circulares en las empresas de nueva creación y en las ya existentes. Algunas prácticas internacionales son: Prodock, la incubadora de escala del puerto de Ámsterdam que, desde 2016, ayuda a negocios y empresas a cocrear soluciones en un espacio de trabajo compartido en diversos temas, desde la transformación de residuos húmedos en gas renovable, hasta la producción de productos químicos de base biológica sostenibles, o el reciclaje de residuos de plástico y jabón en el sector de la hostelería. La Junta de Residuos y Reciclaje de Londres creó un programa llamado Advance London para poner en marcha y ampliar empresas relacionadas con la economía circular. Enriquecer los servicios de consultoría ofrecidos a las empresas con un componente sobre prácticas de la economía circular podría ser otra forma de promover la innovación (por ejemplo, la Cámara de Comercio podría hacerlo o participar activamente). Además, facilitar el diálogo sobre el potencial de la economía circular por sectores en las agrupaciones empresariales existentes que reúnen a las pymes y a los centros de conocimiento también podría promover nuevos modelos de negocio y la innovación. Es fundamental que los expertos de cada sector (por ejemplo, turismo, construcción, residuos, etc.) compartan experiencias para comprender mejor lo que se puede hacer, dónde están las lagunas y cómo se pueden superar.
Acciones clave:
Se han identificado diversas herramientas a partir de las prácticas internacionales, como:
Exenciones fiscales o de la seguridad social para las empresas que realicen inversiones ambientalmente relevantes relacionadas con la economía circular (por ejemplo, tecnologías de energía sostenible como la recuperación de energía).
Ventanilla única para las empresas que buscan información sobre modelos de negocio circulares y sobre la normativa y la legislación.
Plataforma para compartir ejemplos específicos de casos de éxito y fracasos en modelos de negocio circulares.
Espacios para experimentar y compartir resultados.
Servicios de pre-incubación para garantizar que los empresarios tengan una oportunidad razonable de éxito y viveros de empresas para fomentar el intercambio de conocimientos y las pruebas piloto.
Creación de comunidades para facilitar el aprendizaje entre iguales.
Establecer una colaboración con la Cámara de Comercio de Valladolid para servicios de consultoría, formación y programas de tutoría ad-hoc.
Explorar formas de reducir las cargas burocráticas para las empresas circulares y de nueva creación.
Reforzar el intercambio de experiencias con las ciudades vecinas
La ciudad de Valladolid participa en varios proyectos internacionales que permiten el intercambio con ciudades europeas. Participar en redes de ciudades relacionadas con la economía circular y aprender de otras ciudades puede ser una importante fuente de inspiración para Valladolid. Esto incluiría acciones específicas (por ejemplo, sistema de devolución de botellas de plástico, recogida puerta a puerta) y el desarrollo de capacidades, formación, e iniciativas de comunicación. Podría crearse una red de ciudades vecinas para investigar el potencial de las actividades de economía circular en la zona, en la que Valladolid podría desempeñar un papel destacado, dada su experiencia.
Acciones clave:
Crear espacios de diálogo e intercambio de experiencias, potenciando las acciones comunes y los procesos de aprendizaje dentro del área metropolitana. Estas iniciativas podrían incluir:
Eventos y talleres para intercambiar historias de éxito, buenas prácticas y obstáculos.
Asociaciones temáticas que promueven acciones comunes entre las ciudades del área metropolitana y dentro de la región, donde Valladolid puede tomar un papel de liderazgo, habiendo avanzado en una serie de iniciativas de economía circular.
Reforzar el diálogo sobre la economía circular con la Diputación Provincial y la Federación de Municipios y Provincias.
Participar activamente en redes de ciudades relacionadas con la economía circular, compartiendo conocimientos y aprendiendo de otras ciudades (a nivel regional, nacional e internacional).
Seguir y participar en eventos relacionados con la economía circular en las ciudades.
Habilitar las condiciones económicas y de gobernanza para la adopción de la economía circular
La aplicación de la economía circular implica la creación de las condiciones económicas y de gobernanza necesarias. Por ello, el gobierno de la ciudad podría adoptar las acciones que se detallan en la siguiente sección.
Identificar los instrumentos normativos que deben adaptarse para fomentar la transición a una economía circular
Esto incluye investigar qué instrumentos pueden utilizarse a nivel local para permitir la transición a la economía circular y los que necesitan coordinación con otros niveles de gobierno. Los instrumentos reguladores incluyen: requisitos específicos para el uso del suelo, permisos medioambientales (por ejemplo, para sistemas descentralizados de agua, residuos y energía), regulación para los proyectos piloto y la experimentación. Por ejemplo, en los Países Bajos, se espera que el marco jurídico y normativo a nivel local y regional se adapte a la Estrategia Nacional de Economía Circular (OCDE, de próxima publicación[5]).
Acciones clave:
Identificar las herramientas reguladoras disponibles (por ejemplo, uso del suelo, planificación urbana, permisos medioambientales, plan de residuos) que pueden permitir la transición a una economía circular ahora y en el futuro.
Identificar las lagunas y los obstáculos normativos, que pueden ir más allá del ámbito local según la competencia de otros niveles de gobierno.
Identificar plataformas de diálogo en las que el gobierno local pueda intercambiar con el regional y el nacional sobre posibles obstáculos regulatorios que no puedan ser tratados a nivel local, así como sobre instrumentos regulatorios que puedan fomentar las prácticas circulares.
Asesorar a las empresas sobre la legislación relacionada con la economía circular.
Identificar las oportunidades para establecer requisitos específicos sobre el uso de la energía, las necesidades de agua, la demolición y la construcción circular.
Identificar las herramientas fiscales y económicas para la economía circular
Existen varias herramientas fiscales y económicas que la ciudad de Valladolid podría considerar aplicar para impulsar la economía circular. Se trata de impuestos locales, bonificaciones fiscales, incentivos, etc. Estas herramientas pueden incentivar o desincentivar los comportamientos hacia la economía circular, como el aumento de la recogida selectiva de residuos. Las acciones también pueden mejorar el acceso a la financiación de los proyectos de economía circular en las fases de inicio, ejecución y ampliación. Algunas experiencias internacionales son: el sistema DIFTAR del Gobierno neerlandés es un sistema basado en tarifas diferenciadas para incentivar la mejora de la separación de residuos en origen (pay-as-you-throw [pagar-por-tirar]); reducciones del IVA para las empresas que trabajan en proyectos de economía circular en Shanghai (China) y para los artículos reutilizados (Suecia); descuentos en las tasas de residuos para las empresas en Milán (Italia) y San Francisco (Estados Unidos).
Acciones clave:
Trazar las medidas que la ciudad puede adoptar en función de sus competencias fiscales. Se han identificado una serie de herramientas fiscales a partir de las prácticas internacionales, como:
Impuesto sobre bienes inmuebles en función del consumo energético de los edificios.
Impuesto de sociedades (por ejemplo, basado en el nivel de generación de residuos, el consumo de agua y energía, el uso de materiales reciclados como materia prima).
Reducción del IVA en los productos etiquetados como circulares (por ejemplo, fáciles de reciclar y reutilizar, de proximidad).
Reducciones fiscales para los materiales de segunda mano.
Descuento en las tasas de residuos según criterios preseleccionados.
Tasas diferenciadas para la separación y el reciclaje de residuos (por ejemplo, enfoque de pagar por lo que se tira).
Explorar la posibilidad de actualizar las herramientas económicas municipales (por ejemplo, subvenciones) para fomentar un modelo local de economía circular.
Reforzar el papel de la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico
La Agencia de Innovación y Desarrollo Económico debería reforzar su papel como actor clave para la economía circular en el municipio y coordinador entre los departamentos municipales. Es importante que las partes interesadas identifiquen una entidad responsable ‑ que coordine, organice y supervise la interacción entre las partes interesadas que participan en las actividades de creación de redes y la comunidad de la economía circular en la ciudad.
Acciones clave:
Establecer funciones y responsabilidades claras dentro de la agencia en coordinación con los departamentos municipales.
Dirigir el proceso de cocreación de la estrategia de economía circular de Valladolid (por ejemplo, organizando reuniones, comprometiéndose con las partes interesadas, definiendo los pasos necesarios para desarrollar la estrategia, etc.).
Realizar actividades de marketing, aumentar la publicidad y mejorar la comunicación con los ciudadanos y las empresas (por ejemplo, organizando conferencias y charlas circulares).
Participar en redes centradas en la economía circular.
Incorporar la economía circular a las responsabilidades formales de la agencia.
Crear un equipo específico encargado de los temas relacionados con la economía circular.
Adecuar las necesidades a los recursos (financieros, técnicos y humanos).
Evaluar periódicamente la actividad de la agencia y mejorarla según convenga.
Establecer asociaciones y colaboración con otros socios institucionales, según proceda.
Implementar la contratación pública verde
La contratación pública verde (CPV) es una herramienta fundamental para que las ciudades fomenten la transición circular, reduciendo los impactos ambientales de las compras públicas a nivel de la ciudad. La CPV debe promover la ecoeficiencia, el diseño ecológico y el consumo colaborativo. Por ejemplo, la ciudad de Liubliana (Lituania) incluyó requisitos medioambientales en sus licitaciones; la ciudad de París (Francia) adoptó un sistema de contratación pública responsable; la ciudad de Toronto (Canadá) estableció un Plan y Marco de Implementación para la Contratación Pública en la Economía Circular para utilizar su poder adquisitivo como motor en la reducción de residuos, el crecimiento económico y la prosperidad social (City of Toronto, 2018[13]).
Acciones clave:
Incluir los principios circulares en las especificaciones técnicas, los criterios de selección y adjudicación de contratos, así como en las cláusulas de ejecución de los mismos (por ejemplo, reutilización, durabilidad, reparabilidad, productos de segunda mano o refabricados).
Adaptar el sistema de evaluación de la contratación pública, aumentando el valor de las calificaciones sociales y medioambientales en comparación con los criterios de precio.
Establecer requisitos claros en las licitaciones para fomentar el cambio de materiales, la calidad y el mantenimiento (por ejemplo, utilizar materiales secundarios en los bienes adquiridos públicamente).
Aplicar el análisis del ciclo de vida y desarrollar criterios para evaluar el ciclo de vida de los activos utilizados por cada servicio municipal, y utilizarlos para realizar el análisis de las infraestructuras, las soluciones y los proveedores para fomentar soluciones más sostenibles en los servicios municipales.
Proporcionar formación al personal de las instituciones públicas responsable de la inclusión de los criterios circulares en los pliegos de condiciones.
Desarrollar programas de formación sobre la economía circular
El objetivo de esta recomendación es proporcionar a los emprendedores y empleados conocimientos y herramientas más profundos para tener éxito en sus proyectos circulares, al tiempo que se mejoran los conocimientos para desarrollar actividades circulares. Esto podría hacerse en cooperación con la Cámara de Comercio para crear capacidades entre los emprendedores y los gestores de pequeñas negocios y concienciar sobre el potencial de la economía circular y los nuevos modelos de negocio. Por ejemplo, la Cámara de Comercio de Glasgow (Reino Unido) ofrece programas de creación de capacidades para las empresas que pretenden pasar a una economía circular (Zero Waste Scotland, 2019[23]).
Acciones clave:
Colaborar con las asociaciones empresariales, los sindicatos y la Cámara de Comercio de Valladolid, para cocrear programas conjuntos de formación para emprendedores y trabajadores, para impulsar la economía circular y los nuevos modelos de negocio.
Identificar los programas de formación y educación existentes a nivel universitario o llevados a cabo por centros de investigación y fundaciones para establecer posibles sinergias y proporcionar apoyo si es necesario.
Permitir iniciativas a pequeña escala
Identificar lugares, zonas y comunidades que experimenten y compartan herramientas entre los vecinos para desarrollar iniciativas a pequeña escala puede ser un primer paso para fomentar el cambio de cultura a nivel local, probar la viabilidad de las iniciativas circulares con un menor riesgo, estimular la creación de nuevas ideas y modelos de negocio circulares y compartir el conocimiento sobre las prácticas de la economía circular. El proyecto desarrollado en el barrio de La Victoria puede servir de ejemplo para este tipo de iniciativas (Recuadro 2.5). Desde 2010 en París, Francia, el Urban Lab ha acompañado más de 200 experimentos y ha consolidado una metodología para apoyar la experimentación efectiva en 4 etapas principales: i) la definición del proyecto experimental y su evaluación; ii) la búsqueda del sitio experimental; iii) el despliegue de la experimentación; y iv) la valoración y la transformación. Para facilitar el acceso a estos lugares de experimentación, el Urban Lab trabaja desde hace 10 años en el desarrollo de un marco jurídico al que las empresas de nueva creación (start-ups) pueden referirse para el desarrollo de sus proyectos (por ejemplo, un modelo de acuerdo para el uso de espacios de titularidad pública por un periodo de tiempo determinado) (Urban Lab, 2019[24]).
Acciones clave:
Explorar e identificar lugares para implementar y pilotar iniciativas a nivel de barrio, como por ejemplo:
Proyectos piloto para alcanzar los objetivos de separación de residuos, sistemas de recogida puerta a puerta, reducción de residuos alimentarios y reducción de la producción de residuos (por ejemplo, contenedores inteligentes).
Soluciones digitales para reducir el consumo de agua y energía y el reciclaje de agua en edificios públicos y actividades comerciales.
Nuevos modelos de negocio, potenciando la prevención de residuos, reduciendo el consumo de recursos y fomentando el consumo local. Esto podría lograrse con:
La promoción de la economía colaborativa (por ejemplo, para el uso de herramientas y equipos).
El fomento de la compra de productos locales.
El fomento de los servicios de refabricación, reacondicionamiento y reparación en 3D (por ejemplo, de equipos informáticos, textiles y muebles).
La promoción de la reutilización (por ejemplo, mercados de segunda mano, intercambio de materiales y bienes).
Reforzar la eficacia de las subvenciones municipales relacionadas con la economía circular
Si bien las subvenciones municipales para la economía circular han estimulado el espíritu empresarial en la economía circular en la ciudad, pueden considerarse algunas mejoras para aumentar la eficacia de los fondos. Al mismo tiempo, podrían explorarse fuentes de financiación alternativas más allá de las subvenciones municipales. Algunos ejemplos de prácticas internacionales son los fondos rotatorios y los planes de financiación en cooperación con instituciones financieras privadas y semipúblicas (por ejemplo, bancos, fondos empresariales) (Recuadro 2.3).
Acciones clave:
Identificar y actualizar un conjunto de criterios que puedan ayudar a seleccionar los proyectos, basándose en convocatorias anteriores, y evaluar las propuestas recibidas en función de la “escalabilidad” de cada proyecto.
Distinguir entre los solicitantes, ya que las organizaciones del sector privado y las de sin ánimo de lucro tienen diferentes medios, recursos y alcance y, por lo tanto, pueden ser evaluadas sobre la base de criterios específicos.
Supervisar y evaluar los impactos logrados por los proyectos financiados y el tipo de beneficios colectivos conseguidos, por ejemplo, en términos sociales y medioambientales.
Compartir información sobre las otras oportunidades de financiación una vez finalizada la subvención. Las opciones posibles podrían ser: créditos blandos, fuentes de financiación alternativas y no bancarias, crowdfunding, préstamos entre iguales, redes de business angels y capital riesgo.
Considerar la posibilidad de aplicar auditorías externas a los proyectos.
Desarrollar un marco de seguimiento y evaluación
Identificar el grado de “circularidad” de la ciudad, lo que funciona, lo que no y lo que puede mejorarse es importante para avanzar hacia la transición a una economía circular. El marco de indicadores de la OCDE sobre la economía circular en las ciudades y regiones puede contribuir a ello. Estos indicadores propuestos por la OCDE podrían sumarse a los 16 indicadores de sostenibilidad existentes que la ciudad ha definido en 2016 en relación con la calidad de vida, la movilidad, la calidad del aire y la contaminación (Agenda 21, 2016[25]). Los indicadores de la OCDE propuestos para la evaluación de la estrategia de economía circular en las ciudades y regiones se detallan en Recuadro 3.3.
Acciones clave:
Identificar los indicadores y datos disponibles para el seguimiento de los avances y la evaluación de los resultados de la estrategia de economía circular, como los propuestos por la OCDE (de próxima aparición[5]).
Repetir la evaluación cada año.
Recuadro 3.3. El marco de indicadores de la economía circular propuesto por la OCDE para ciudades y regiones
El marco de indicadores de la economía circular propuesto por la OCDE para las ciudades y regiones consiste en una autoevaluación de las condiciones clave de gobernanza para evaluar el nivel de avance hacia una economía circular en las ciudades y regiones. Se compone de 10 dimensiones clave, cuya aplicación los gobiernos y las partes interesadas pueden evaluar sobre la base de un sistema de puntuación, indicando el nivel de aplicación de cada dimensión (Principiante, En curso y Avanzado).
Tabla 3.3. Marco de indicadores de la economía circular de la OCDE para ciudades y regiones
Nivel de avance |
|||
---|---|---|---|
Principiante |
En curso |
Avanzado |
|
Marco de la economía circular |
La ciudad/región tiene previsto desarrollar una estrategia de economía circular, pero aún no ha comenzado. |
La estrategia de economía circular está en desarrollo. |
Existencia de una estrategia de economía circular con objetivos y prioridades específicas, acciones, sectores y un marco de seguimiento. |
Mecanismos de coordinación |
No existen mecanismos de coordinación, pero se están desarrollando. |
Existencia de diálogos en todos los niveles de gobierno, pero no centrados en la economía circular. |
Los mecanismos de coordinación entre niveles de gobierno para establecer y aplicar una estrategia o iniciativa de economía circular están bien establecidos y funcionan. |
Coherencia entre políticas |
Las iniciativas de economía circular aún no están alineadas con otros ámbitos políticos relacionados (por ejemplo, el cambio climático, el desarrollo sostenible y la calidad del aire). |
Las iniciativas de economía circular están alineadas con algunos ámbitos políticos específicos relacionados (por ejemplo, el cambio climático, el desarrollo sostenible y la calidad del aire), pero siguen estando fragmentadas. |
Existencia de una coherencia política global entre las iniciativas de economía circular y los ámbitos políticos relacionados (por ejemplo, el cambio climático, el desarrollo sostenible y la calidad del aire). |
Economía y finanzas |
No hay instrumentos financieros actuales, pero están previstos. |
Existencia de un presupuesto dedicado al gasto medioambiental que se prevé utilizar también para proyectos de economía circular. |
Existencia de un programa de financiación e incentivos económicos para proyectos de economía circular con objetivos específicos, sectores prioritarios y un marco de seguimiento de los resultados. |
Innovación |
No hay espacios para pruebas y proyectos piloto, pero está previsto. |
Está en desarrollo el diseño de espacios para pruebas y proyectos piloto de economía circular |
Existencia de espacios para pruebas y proyectos piloto de economía circular. |
Compromiso de las partes interesadas |
Existencia de una iniciativa para el mapeo de los actores más relevantes de la ciudad/región. |
Existencia de un diálogo con las partes interesadas para el diseño y la aplicación de la estrategia de economía circular. |
Existencia de espacios de participación de las partes interesadas a través de los cuales se utilizan las aportaciones para el diseño y la aplicación de las estrategias circulares. |
Desarrollo de capacidades |
Existencia de programas de desarrollo de capacidades en materia de economía verde y sostenible. |
Existencia de programas de desarrollo de capacidades para las actividades relacionadas con el diseño, el establecimiento y la aplicación de una iniciativa de economía circular. |
Programas regulares de desarrollo de capacidades para las actividades relacionadas con el diseño, el establecimiento, la aplicación y el seguimiento de la estrategia de economía circular. |
Contratación pública verde |
Se está desarrollando la contratación pública verde. |
Existencia de un modelo de contratación ecológica que incluya criterios medioambientales (por ejemplo, reducción de las emisiones de CO2). |
Existencia de un marco de contratación pública circular (por ejemplo, desviación de residuos de las actividades de contratación, materias primas evitadas y porcentaje de contenido reciclado). |
Datos e información |
Identificación de datos sobre la gestión de residuos y campañas de información para prevenir la generación de residuos. |
Existencia de datos sobre la gestión de residuos y campañas de información sobre la economía circular. |
Existencia de un sistema de información sobre la economía circular. Los datos están disponibles públicamente y los ciudadanos y las empresas están informados de las oportunidades relacionadas con los modelos y comportamientos empresariales circulares. |
Seguimiento y evaluación |
No existe un marco de seguimiento ni de evaluación. |
Existencia de un marco de seguimiento y evaluación que incluya los aspectos medioambientales. |
Existencia de un marco de seguimiento y evaluación que incluya los aspectos medioambientales, económicos y sociales. |
Según la autoevaluación, la ciudad/región identificará su propio nivel de avance hacia la transición a una economía circular, identificará las carencias y establecerá sus propios objetivos de mejora. La metodología para la autoevaluación consiste en un sistema de puntuación que puede indicar el nivel de avance de las ciudades y regiones circulares hacia la transición. Se están desarrollando sub-indicadores para especificar mejor cada dimensión y se pondrán a prueba en los estudios de caso del Programa de la OCDE sobre la Economía Circular en Ciudades y Regiones.
Fuente: OECD (forthcoming[5]), The Circular Economy in Cities and Regions, Synthesis Report, OECD Publishing, Paris.
References
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