Como presidente del Grupo de Trabajo sobre Delitos Fiscales y Otros Delitos (TFTC), tengo el honor de presentar la segunda edición de la guía “Lucha contra los delitos fiscales: los Diez Principios Globales”. Esta nueva edición incluye contra-estrategias para abordar a los profesionales que permiten la comisión de delitos fiscales y otros delitos de cuello blanco, casos de estudio exitosos en la recuperación de activos (tales como criptomonedas) y mejores prácticas para la cooperación internacional en la lucha contra los delitos fiscales. También recopila los informes por país de 33 jurisdicciones, dentro de las que se encuentran los 27 miembros de la OCDE. Todas estas jurisdicciones están trabajando con el objetivo común de una implementación mundial plena de los Diez Principios Globales por medio del establecimiento de una norma común de aplicación de la ley tributaria e investigación fiscal para mejorar la cooperación internacional y construir relaciones de confianza entre las organizaciones responsables de la investigación de los delitos fiscales. En la actualidad, estos Diez Principios Globales se complementan con el Modelo de madurez para la investigación de delitos fiscales, lo que les permite a las jurisdicciones realizar una autoevaluación sobre el nivel de implementación y práctica de los Diez Principios Globales en sus investigaciones tributarias nacionales, que a su vez les brinda un claro camino a seguir para lograr mayores posibles mejoras.
El TFTC, creado en 2010 como sucesor del pequeño Sub-Grupo de Delitos Fiscales y Lavado de Dinero, también se ocupa de cuestiones estrechamente ligadas y frecuentemente interrelacionadas con el delito fiscal, tales como el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo y la corrupción, como así también asuntos transversales tales como el “enfoque del gobierno en su conjunto” establecido en el Diálogo de Oslo de la OCDE. La lista de informes publicados por el TFTC durante los últimos diez años es impactante. Tanto estos informes, como otro material pertinente están publicados en el sitio web de la OCDE.
Por más de 20 años he tenido a cargo la División Estratégica Anti-Fraude del Ministerio Federal Finanzas de Austria, y debo decir que el TFTC es un órgano único –lo fue entonces y lo es ahora– y su creación fue un hito de enorme importancia para la mejora de los esfuerzos internacionales en el abordaje de los delitos fiscales y otros delitos conexos. Miro hacia atrás con orgullo por mi participación desde el principio en este grupo y su extenso programa de trabajo.
Un logro excepcional del trabajo de la OCDE en el ámbito de la aplicación de la ley es haber conectado la lucha contra los delitos fiscales con la lucha contra el lavado de dinero. Las Recomendaciones del Consejo de la OCDE sobre las medidas fiscales para seguir luchando contra el cohecho de funcionarios extranjeros en las operaciones comerciales internacionales, y la facilitación de la cooperación entre las administraciones tributarias y otras agencias de aplicación de la ley en la lucha contra delitos graves, representan pasos cruciales para el intercambio efectivo de información entre las administraciones tributarias, otras agencias de aplicación de la ley y las unidades de inteligencia financiera. Además, es alentador ver a la OCDE trabajando para expandir la cooperación internacional en la lucha contra los delitos fiscales, inclusive la recuperación y repatriación de activos derivados de delitos fiscales.
Para el futuro, aprovecharé esta oportunidad para destacar tres áreas prioritarias en particular.
En primer lugar, la importancia de apoyar a los países en desarrollo y sus administraciones tributarias en el fortalecimiento de capacidades para lograr investigaciones exitosas de los delitos fiscales. En un mundo cada vez más interconectado económicamente, las amenazas económicas y financieras tales como el IVA trasfronterizo y otras formas de fraude fiscal, el lavado de dinero, la corrupción y los flujos financieros ilícitos, afectan a todas las jurisdicciones, tanto desarrolladas como en desarrollo. Además, sin un abanico completo de instrumentos y capacidades para combatir los delitos fiscales, los países en desarrollo pueden tener dificultades para asegurar un futuro económico más sostenible. Por ello, en 2013, se inauguró la Academia Internacional para la Investigación de Delitos Tributarios y Financieros de la OCDE en Ostia. Luego, entre los años 2017 y 2019, se crearon centros regionales para África en Nairobi, para Latinoamérica en Buenos Aires y para la región de Asia-Pacífico en Tokio. Sinceramente espero que la Academia funcione como un nodo de conocimiento para todos los países desarrollados y en desarrollo, permitiéndoles luchar mejor contra la evasión fiscal y otros delitos tributarios, incluyendo los mecanismos tributarios internacionales y los flujos financieros ilícitos.
En segundo lugar, debemos observar de cerca la efectividad de las prácticas y políticas de intercambio de información actuales. Si bien, por supuesto, es de gran importancia salvaguardar la confidencialidad de la información del contribuyente, esta puede ser una fuente importante para la evaluación de riesgos por delitos fiscales y lavado de dinero. En particular, creo que deberíamos analizar más a fondo cómo las unidades de inteligencia financiera pueden acceder de manera oportuna y eficiente a la amplia información sobre las cuentas financieras mantenidas por los contribuyentes fuera de su jurisdicción de residencia, que ahora se intercambia automáticamente bajo las Normas Comunes de Presentación de la Información de la OCDE (CRS). Por supuesto, existen una cantidad de cuestiones importantes que deben ser tomadas en consideración, pero espero que el TFTC pueda ayudar a crear una base de evidencia que fundamente por qué el intercambio de esta información puede ser una importante herramienta para abordar los delitos fiscales.
En tercer lugar, y en el mismo sentido, espero que el TFTC también pueda impulsar los debates sobre el intercambio de información sobre beneficiario efectivo entre los investigadores penales y esperemos que eso ocurra más cerca del tiempo real. Las sociedades fantasma que operan en múltiples jurisdicciones facilitan muchos delitos. Según los procedimientos tradicionales de solicitud de intercambio de información, el tiempo necesario para rastrear estas sociedades y comprender los intrincados vínculos que pueden existir entre ellas, puede terminar frustrando las investigaciones penales en algunos casos. En un mundo interconectado, donde la tecnología puede lograr mucho en tan poco tiempo, esta es un área en la que seguramente podemos mejorar.
Finalmente, quisiera nuevamente recomendarles la segunda edición de los Diez Principios Globales, que deberían guiarnos a nosotros y a nuestras administraciones asociadas hacia un trabajo conjunto más efectivo en la lucha contra los delitos fiscales. Sigamos colaborando, comunicándonos y cooperando.
Herwig Heller
Presidente del TFTC de la OCDE / 2019-2021
Director Anti-Fraude, Ministerio Federal de Finanzas de Austria