En medio de una crisis financiera global, las economías de América Latina y el Caribe se encuentran en mejor posición para hacer frente a nuevos desafíos. La región debe aprovechar esta oportunidad para diseñar e implementar mejores políticas de desarrollo económico y social. Esto implica conciliar cambios estructurales, crecimiento e inclusión social. Para ello, los gobiernos de la región deben reducir las desigualdades en la distribución del ingreso, mejorar el acceso a los servicios públicos y a las oportunidades, y promover la diversificación de economías frecuentemente dependientes de la exportación de unos pocos productos primarios.
Mejorar la eficiencia de la administración pública es crucial para enfrentar estos desafíos de corto y largo plazo. El cambio decisivo solo se producirá si América Latina y el Caribe llevan a cabo reformas fiscales significativas que permitan asegurar los recursos necesarios para alcanzar los objetivos prioritarios del desarrollo. Los gobiernos de la región han identificado tres áreas fundamentales en las que se deben invertir recursos adicionales: educación, infraestructura e innovación y desarrollo productivo. Las tres tienen un gran potencial para aumentar la competitividad y la inclusión social. En cada una de ellas, se debe avanzar hacia administraciones públicas más eficientes y con capacidad de emprender con eficacia acciones estratégicas.
Índice de materias:
Capítulo 1: Panorama macroeconómico
Capítulo 2: Hacia una gestión pública para el desarrollo
Capítulo 3: La reforma de la política ?scal
Capítulo 4: Reformas en los sistemas educativos
Capítulo 5: Estado y reformas en las políticas públicas de infraestructura
Capítulo 6: Institucionalidad para la innovación y el desarrollo productivo