Este capítulo presenta el panorama del bienestar en los cuatro principales aglomerados urbanos de la provincia de Córdoba (Argentina): Gran Córdoba, Río Cuarto-Las Higueras, Villa María-Villa Nueva y San Francisco (conjuntamente denominados “Aglomerados de Córdoba”). Utilizando alrededor de 30 indicadores estadísticos, se analiza el desempeño de los aglomerados de Córdoba en 12 dimensiones de bienestar; a través de un ejercicio comparativo con respecto a 391 regiones TL2 (primer nivel administrativo sub-nacional) de 36 países de la OCDE y 98 regiones TL2 de Brasil, Perú, Colombia y Costa Rica. Asimismo, en un enfoque más local, se presentan las desigualdades en bienestar entre los cuatro aglomerados de Córdoba, Argentina.
¿Cómo va la vida en la provincia de Córdoba, Argentina?
Capítulo 2. Panorama del bienestar regional en Córdoba
Abstract
Introducción: Indicadores para medir el Bienestar
Como resultado del primer Diálogo de Políticas y Desarrollo Regional entre la provincia de Córdoba y la OCDE (OECD, 2016b), la Secretaría de Gobernación de Córdoba, a través de su Dirección General de Estadísticas y Censos (DGEyC), decide hacer uso del marco de la OCDE para medir el bienestar en los cuatro principales aglomerados de la provincia (Gran Córdoba, Río Cuarto-Las Higueras, Villa María-Villa Nueva, y San Francisco). La provincia de Córdoba solicitó que la OCDE le acompañe en el proceso de modernizar y, principalmente, fortalecer su infraestructura estadística, a través de “Desarrollar un marco de bienestar multidimensional alineado con el marco de Bienestar Regional de la OCDE y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y producir los indicadores necesarios para evaluar el bienestar a nivel regional”.
El marco de bienestar regional de la OCDE cuenta con 12 dimensiones que se miden a través de distintos indicadores relevantes – principalmente indicadores objetivos (e.g., exposición a partículas PM2.5), pero también indicadores subjetivos (e.g., satisfacción con la vida, autorreportada) que contribuyen a una comprensión más completa del bienestar. El marco típicamente utiliza 13 indicadores base para todas las regiones grandes de la OCDE, pero puede ser adaptado a las especificidades territoriales de cualquier país, ciudad o región. Por ejemplo, este marco fue utilizado para evaluar el bienestar en México en 2015 a nivel regional (OCDE, 2015c), en Dinamarca en 2016 a nivel de ciudad (OCDE, 2016a), y más recientemente en la provincia de Córdoba en 2018 a nivel de Aglomerado.
La Secretaría General de la Gobernación, junto con la OCDE, realizó un proceso multi-actor para adaptar el marco de bienestar regional a las necesidades provinciales. Después de diversas mesas de diálogo llevadas a cabo en la ciudad de Córdoba (del 13 al 17 de Noviembre de 2017) entre los actores interesados (gobierno, sector privado, academia y sociedad civil), la DGEyC y la OCDE acordaron medir el bienestar en Córdoba a través de los 30 indicadores listados en la Tabla 2.1. Para ello, se tuvieron que ajustar algunas metodologías, adaptar definiciones, así como producir nuevos indicadores. Por ejemplo, 2 de los 13 indicadores de base de la OCDE fueron remplazados (solo para el propósito de este reporte) y 17 nuevos indicadores fueron añadidos (ver Capítulo 1 para una descripción detallada del marco de bienestar de la OCDE).
Tabla 2.1. Indicadores seleccionados para medir el Bienestar en Córdoba
Dimensiones |
Indicadores |
Definición |
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Ingresos |
Ingreso familiar* |
Ingreso familiar bruto (antes de impuestos y transferencias) ajustado por unidad de consumo ("equivalente") |
Tasa de exclusión por ingresos* |
Porcentaje de personas con ingresos brutos por debajo del 60% de la mediana |
|
Índice de Gini para ingresos* |
Índice de Gini para ingresos brutos (0 para perfecta igualdad y 1 para perfecta desigualdad) |
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Proporción entre quintiles (S80/S20) para ingresos |
Proporción entre el ingreso bruto promedio del primer y último quintil |
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Vivienda |
Habitaciones por persona* |
Número promedio de habitaciones por persona (excluidos baño, inodoro, cocina, lavadero y garaje) |
Viviendas sin servicios básicos** |
Porcentaje de personas sin acceso a baño de uso único del hogar con descarga de agua y desagüe a cloacas o pozo ciego con cámara séptica |
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Gasto en vivienda |
Porcentaje del ingreso total bruto de los hogares que se destina a pago de alquiler (solo hogares que alquilan) |
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Tenencia de la vivienda |
Porcentaje de hogares que son propietarios de su vivienda |
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Empleo |
Tasa de empleo (ocupación)* |
Empleados como porcentaje de la población (de 15 a 64 años de edad) |
Tasa de desempleo (desocupación)* |
Desempleados como porcentaje de la población económicamente activa (de 15 a 64 años de edad) |
|
Tasa de desempleo de largo plazo* |
Porcentaje de la población económicamente activa desempleado durante más de un año (de 15 a 64 años de edad) |
|
Tasa de desempleo de los jóvenes* |
Desempleados como porcentaje de la población económicamente activa (de 15 a 24 años de edad) |
|
Tasa de informalidad |
Trabajadores sin descuento jubilatorio como porcentaje de los empleados (de 15 a 64 años de edad) |
|
Educación |
Logro educativo de la PEA* |
Porcentaje de la población económicamente activa (PEA) con por lo menos educación media superior (de 15 a 64 años de edad) |
Logro educativo de los adultos** |
Porcentaje de la población con por lo menos educación media superior (de 25 a 64 años de edad) |
|
Balance vida-trabajo |
Trabajadores con un horario laboral largo** |
Porcentaje de empleados con un horario laboral rutinario de 50 horas o más por semana (de 15 a 64 años de edad) |
Desplazamiento residencia-trabajo |
Porcentaje de la población ocupada que se desplaza a trabajar a un municipio diferente del de residencia (de 15 a 64 años de edad) |
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Tiempo de desplazamiento al lugar de trabajo |
Porcentaje de la población ocupada que dura 30 minutos o más en llegar a su lugar de ocupación principal (de 15 a 64 años de edad) |
|
Transporte privado para ir al lugar de trabajo |
Porcentaje de la población ocupada que utiliza vehículo o moto (de 15 a 64 años de edad) |
|
Transporte público para ir al lugar de trabajo |
Porcentaje de la población ocupada que utiliza transporte público colectivo urbano o suburbano (de 15 a 64 años de edad) |
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Salud |
Esperanza de vida* |
Número de años que un recién nacido puede esperar vivir |
Tasa de mortalidad infantil* |
Número de muertes de niños menores de un año de edad por cada 1 000 nacidos vivos |
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Salud percibida** |
Porcentaje de personas que declara tener muy buena o buena salud (de 18 años o más) |
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Medio ambiente |
Contaminación del aire * |
Exposición anual a partículas finas 2.5 (PM2.5), ponderada por población, en microgramos por metro cúbico |
Seguridad personal |
Tasa de homicidios* |
Número de homicidios por cada 100 000 habitantes |
Compromiso cívico y gobernanza |
Participación electoral* |
Número de personas que votó como porcentaje de la población registrada para votar (en la última elección Nacional) |
Voluntariado** |
Porcentaje de personas (de 18 a 64 años de edad) que participó en una ONG, caridad, u otras actividades de voluntariado en los últimos 12 meses |
|
Acceso a servicios |
Hogares con acceso a internet* |
Porcentaje de hogares con acceso a internet en el domicilio |
Comunidad y apoyo social |
Red de apoyo social* |
Porcentaje de personas que tienen al menos un amigo con quien contar en caso de necesidad (de 18 años o más) |
Satisfacción con la vida |
Satisfacción con la vida* |
Promedio reportado de satisfacción con la vida (población de 18 años o más) en una escala de 0 a 10 (donde 0 representa la peor vida posible y 10 la mejor vida posible) |
* Disponible para la mayoría de las regiones y países de la OCDE.
** Disponible solo para los países de la OCDE (en este reporte).
Notas: Indicadores base en negritas. Con excepción del indicador de Contaminación del aire que fue estimado por la OCDE, todos los indicadores de esta tabla referentes a los Aglomerados de Córdoba fueron proporcionados por la Dirección General de Estadísticas y Censos (DGEyC) de la Provincia de Córdoba.
El siguiente apartado comienza mostrando de manera general el panorama del bienestar en los aglomerados de Córdoba enfocándose principalmente en los 13 indicadores base (ver Tabla 2.1 y Figura 2.1); mientras que las secciones siguientes de este capítulo también hacen uso de los 17 indicadores complementarios para revisar con más detalle el desempeño de los aglomerados de Córdoba en cada una de las 12 dimensiones de bienestar de la OCDE: Ingresos, Vivienda, Empleo, Educación, Balance vida-trabajo, Salud, Medio ambiente, Seguridad personal, Compromiso cívico y gobernanza, Acceso a servicios, Comunidad y apoyo social, y Satisfacción con la vida. Todos los indicadores que provienen de la Encuesta de Bienestar de la DGEyC corresponden al segundo semestre de 2018, con la excepción de ingreso familiar bruto que por razones metodológicas (el deflactor se encuentra disponible solo en una escala de tiempo anual) fue estimado como un indicador anual para 2018. Cabe señalar que un taller técnico entre la OCDE y la DGEyC se llevó a cabo del 27 al 29 de junio de 2018 en la provincia de Córdoba para definir y calcular indicadores preliminares de bienestar utilizando los microdatos disponibles de la Encuesta de Bienestar. Finalmente, bajo la solicitud de la DGEyC para asegurar la calidad de los indicadores usados en este reporte, la OCDE también estimó lo indicadores de bienestar para los aglomerados de Córdoba usando los microdatos de la Encuesta de Bienestar 2018 y verificó que sus resultados coincidieran con los indicadores proporcionados por la DGEyC.
Panorama general del Bienestar en los Aglomerados de Córdoba
Aplicando la metodología de la OCDE para medir y comparar el bienestar entre regiones y ciudades (Recuadro 2.1), la Figura 2.1 muestra los resultados (puntajes normalizados de 0 a 10, donde 10 representa el mejor resultado posible) para cada dimensión de bienestar en los aglomerados de Córdoba comparado a 391 regiones grandes (TL2) de la OCDE (Recuadro 2.2). La comparación se basa en los 13 indicadores clásicos de la OCDE de la OECD Regional well-being tool (www.oecdregionalwellbeing.org) – con la excepción de ingreso familiar disponible que, si bien es el indicador recomendado por la OCDE, fue remplazado por ingreso familiar bruto debido a la disponibilidad de datos en los aglomerados de Córdoba, y la tasa de mortalidad estandarizada que fue substituida por la tasa de mortalidad infantil debido a la gran relevancia de ésta última en el contexto de Córdoba desde la adopción de los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM) en el 2000 (cuando Argentina fijó el objetivo de reducir la tasa de mortalidad infantil a 8.5 muertes por cada 1 000 nacidos vivos para 2015). Estos 13 indicadores son, de aquí en adelante, también referidos como “indicadores base” de los aglomerados de Córdoba.
Los aglomerados de Córdoba presentan uno de los más altos desempeños en las dimensiones de Comunidad y apoyo social, así como Satisfacción con la vida; situándose, respectivamente, por arriba del 95% y 80% de las 391 regiones de la OCDE estudiadas. Por otro lado, en las dimensiones de Compromiso cívico y gobernanza, Educación, Seguridad, Empleo, Acceso a servicios, y Medio ambiente, los resultados son similares al promedio de la OCDE (i.e., promedio simple de las regiones grandes de la OCDE con datos disponibles); y – con la excepción de Empleo – superiores a los niveles promedio observados en la mayoría de las regiones de Chile y México. En la dimensión de Ingresos existen aún algunas brechas en los niveles de ingreso familiar que pueden ser acortadas con respecto a la OCDE, dado que los aglomerados de Córdoba se encuentran entre el 40% más bajo de las regiones en esta dimensión. Finalmente, con respecto a Vivienda y Salud los aglomerados de Córdoba presentan uno de los desempeños más bajos si se les compara a las regiones de la OCDE.
Si bien el marco de la OCDE para medir el Bienestar permite identificar de forma simplificada el desempeño relativo de un país, ciudad o región, en una serie de dimensiones que son cruciales para el bienestar de las personas; es importante profundizar en cada una de estas dimensiones para identificar con mayor precisión las particularidades que están generando dichos resultados. A continuación, se discuten con mayor detalle los resultados de los indicadores incorporados por la provincia de Córdoba para medir el desempeño de sus aglomerados (denominados como “Aglomerados de Córdoba”) en las distintas dimensiones de bienestar.
El panorama general de los aglomerados de Córdoba en las dimensiones materiales de Vivienda e Ingresos revela un desempeño por debajo del promedio de la OCDE y de la mayoría de las regiones grandes (TL2). No obstante, cuando se va más allá de los niveles promedio y se mira a la distribución, Córdoba se encuentra entre las regiones con mejor desempeño en igualdad de ingresos. El espacio (habitaciones por persona), calidad (viviendas sin baño interior privado con desagüe a cloacas o pozo ciego con cámara séptica)1 y gasto en vivienda (costo del alquiler) se revelan adversos si se les compara con los niveles observados en la OCDE. Si bien, los ingresos de las familias también se registran por debajo del promedio de la OCDE, su nivel es superior al observado en todas las regiones de México y Chile. Por otro lado, al estudiar la distribución del ingreso en los aglomerados de Córdoba, se descubre uno de los mejores desempeños con respecto a las regiones de la OCDE y muy por encima de sus pares latinoamericanos. Más concretamente, los aglomerados cordobeses han logrado alcanzar una tasa de exclusión por ingreso2 del 23.76% (top 15% de las regiones TL2) y un índice de Gini de 0.37 (el noveno mejor desempeño observado comparado a las regiones de la OCDE).
El desempeño de los aglomerados de Córdoba en la dimensión de Empleo es muy similar al promedio de la OCDE, pero existen aún importantes brechas de género. Las tasas de empleo y desempleo (total, de largo plazo y de los jóvenes) en los aglomerados son muy cercanas al promedio de las regiones TL2 observadas en la OCDE. No obstante, la situación no es la misma cuando se exploran las diferencias en participación en el mercado laboral por grupos de género. Las brechas de género en empleo y desempleo son considerablemente superiores en Córdoba con respecto la mayoría de las regiones de la OCDE. Esta desigualdad es aún más notable si se considera que en la dimensión de Educación, la proporción de mujeres con al menos educación media superior es considerablemente más grande que la proporción de hombres con el mismo logro educativo. En otras palabras, a pesar de que la población femenina tiene más competencias y habilidades por logro educativo que la población masculina, esto no se ve reflejado en su integración al mercado laboral.
Aunque los aglomerados de Córdoba presentan niveles de Educación ligeramente por debajo del promedio de la OCDE, su desempeño en esta dimensión es en realidad superior al de la mayoría de los países y regiones latinoamericanas aquí estudiadas. En términos de logro educativo de los adultos, los aglomerados cordobeses presentan niveles superiores al promedio país de Chile, Colombia, Brasil, Costa Rica y México. En el mismo sentido, los niveles de educación de la Población Económicamente Activa (PEA) en Córdoba se clasifican en el top 1% de las regiones latinoamericanas de los países antes mencionados (tan solo ligeramente por debajo de la región chilena de Antofagasta). Es importante señalar que estos resultados positivos en educación son en gran medida generados por una población femenina altamente educada, relativamente a la población masculina cordobesa.
En el tema de Seguridad, Córdoba muestra tasas de homicidio más altas que el 75% de las regiones de la OCDE; no obstante, en comparación con las regiones de México, Colombia, Perú y Chile; los aglomerados muestran un desempeño favorable (top 5% de las 105 regiones en estos países con datos disponibles) – únicamente por detrás de dos regiones en Perú y una en México.
Aunque la contaminación del aire ha disminuido en la provincia de Córdoba, más esfuerzos tienen que ser implementados para alcanzar los niveles sugeridos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La exposición de los Cordobeses a la contaminación del aire por partículas PM2.5 ha disminuido de manera estable en los últimos 22 años. De 1995 a 2017 la exposición a partículas PM2.5 ha caído en alrededor de 20% hasta alcanzar un nivel de 15.2 microgramos por metro cúbico (μg/m3) – un nivel todavía por encima de los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud, de 10 μg/m3. El nivel de PM2.5 de los aglomerados de Córdoba se encuentra ligeramente por arriba del promedio de la OCDE (13 μg/m3) y del promedio de Argentina (14.2 μg/m3), y es la mediana de las 23 provincias de Argentina y la Ciudad de Buenos Aires. En un análisis al interior de la provincia de Córdoba, se observa que los 26 departamentos de Córdoba permanecen por arriba de los límites de exposición a partículas PM2.5 sugerido por la OMS – en particular los departamentos de Presidente Roque S. P. y Capital, los cuales presentan la mayor contaminación del aire por PM2.5 (cerca de los 16 μg/m3). Los departamentos de Marcos Juárez, Sobremonte, Minas y Pocho tienen los niveles más bajos de exposición a PM2.5, con niveles cercanos a los 13 μg/m3.
En cuanto a los indicadores de Comunidad y apoyo social, y Satisfacción con la vida, los aglomerados de Córdoba muestran muy buenos resultados en comparación a las regiones TL2 de la OCDE. Con alrededor de 97% de la población declarando contar con alguien en caso de dificultades y con un nivel promedio de Satisfacción con la vida de 7.5 (donde 10 es la máxima satisfacción), los aglomerados se sitúan en el top 5 y 15% de las regiones de la OCDE en estas dos dimensiones, respectivamente. En el mismo sentido, la evaluación subjetiva que los Cordobeses tienen de sus vidas es muy alta en términos de salud percibida; con cerca de un 83% de las personas declarando tener buena o muy buena salud, los aglomerados de Córdoba se sitúan por encima de 31 países de la OCDE (de 36 países observados). Este resultado sugiere un desempeño mixto en la dimensión de Salud para los aglomerados, ya que cuando se observan medidas objetivas como mortalidad infantil y esperanza de vida se tienen resultados adversos para Córdoba en comparación a la OCDE. A pesar de que la tasa de mortalidad infantil ha venido disminuyendo en Córdoba en los últimos 25 años, alcanzando resultados más favorables que en el 80% de las regiones de Chile, México y Perú, su nivel aún se encuentra entre el 20% más bajo de las regiones de la OCDE.
Otra dimensión donde se encuentran resultados opuestos, dependiendo del indicador que se analiza, es la de Compromiso cívico y gobernanza. Los aglomerados de Córdoba muestran altos niveles de participación ciudadana a través del voto (que es obligatorio) – 78% de participación electoral, muy por encima del promedio de la OCDE de 68% y superando al 75% de sus regiones. Sin embargo, el indicador de voluntariado revela que tan solo 12% de las personas de 18 a 64 años de edad se involucran en actividades de voluntariado (e.g., beneficencia, ONG, sindicatos, cooperativa escolar, etc.). De esta manera, los aglomerados de Córdoba se posicionan por debajo de 19 países de la OCDE (de 28 países registrados) en cuanto a este indicador.
Finalmente, los aglomerados de Córdoba están por debajo del desempeño la mayoría de regiones OCDE en las dimensiones de Balance vida-trabajo y Acceso a servicios. Con casi un 16% de los empleados Cordobeses revelando trabajar 50 horas o más por semana, los aglomerados se clasifican con un desempeño inferior al de 32 países de la OCDE (de los 36 observados). Por otro lado, mientras que en las regiones de la OCDE (en promedio) cerca del 74% de los hogares cuentan con Acceso a internet, en los aglomerados de Córdoba solo el 68% de las familias cuentan con este servicio; este resultado sitúa a Córdoba al nivel del 26% de regiones TL2 con menor accesibilidad.
Recuadro 2.1. Cálculo de puntuaciones para las Dimensiones de Bienestar
Los indicadores de bienestar se expresan en diferentes unidades dependiendo de su naturaleza; por ejemplo, el ingreso de los hogares se expresa en USD PPA, mientras que la esperanza de vida y la participación electoral se expresan en años y como el porcentaje de personas registradas (en el padrón electoral) que asistieron a votar, respectivamente. Con el objetivo de comparar los indicadores de bienestar usando la misma escala, la OCDE ha realizado un ejercicio de normalización con el método min-max; una formula estadística que transforma los valores de los indicadores a una escala que va del 0 al 10 (donde 10 es el valor máximo posible que puede obtener el indicador normalizado).
Esta transformación del valor real del indicador a una puntuación de bienestar (0-10) se puede resumir en tres pasos principales:
1. Se identifica el valor regional mínimo y el valor regional máximo para cada indicador de bienestar utilizando una muestra sin valores extremos.
2. Se normalizan los indicadores aplicando las formulas min-max a cada valor regional (ver abajo).
3. Se calcula la media aritmética de los indicadores normalizados pertenecientes a la misma dimensión de bienestar.
Antes de aplicar estos pasos, y con el fin de reducir problemas de sesgo, se ordenan las regiones de menor a mayor valor, para cada indicador, y se excluyen del cálculo de normalización los valores extremos. Más precisamente, (por indicador) las regiones que están por debajo del percentil 4 y por arriba del percentil 96 se excluyen para la aplicación de los primeros dos pasos. En el caso de la tasa de homicidios – un indicador muy sesgado por algunas regiones con valores extremos – las regiones por debajo del percentil 10 y por arriba del percentil 90 se excluyen del cómputo. Estos criterios permiten obtener puntuaciones entre 0 y 10 más homogéneamente distribuidas – e.g., si este criterio no se aplicara para la tasa de homicidios, la mayoría de las regiones tendría una puntuación entre 9 y 10 en la dimensión de seguridad, y solo unas cuantas regiones con valores extremos registrarían una puntuación de cero.
Después de esta consideración inicial, se calculan las puntuaciones para las regiones que no se excluyeron por tener valores extremos; se obtiene su puntuación con la formula si se trata de un indicador con un sentido positivo (e.g., empleo, satisfacción con la vida), o con la formula si se trata de un indicador con un sentido negativo (e.g., desempleo, contaminación del aire). Una vez calculados estos valores, se recuperan las regiones con valores extremos y se les asigna el valor 0 o 10 correspondiente.
x^i=10*(xi-min(x)max(x)-min(x)) |
xˇi=10*(max(x)-ximax(x)-min(x)) |
Finalmente, basados en el tercer paso, cuando una dimensión de bienestar es medida con más de un indicador (e.g., Empleo que incluye la tasa de empleo y la tasa de desempleo o Salud que utiliza esperanza de vida y tasas de mortalidad), se calcula la puntuación de la dimensión de bienestar a través de un promedio simple de los indicadores pertenecientes a la misma dimensión.
Fuente: OECD (2014), How’s Life in Your Region?: Measuring Regional and Local Well-being for Policy Making, https://doi.org/10.1787/9789264217416-en.
Recuadro 2.2. ¿Cómo se definen las regiones TL2?
Para aumentar la comparabilidad internacional, la OCDE clasifica las regiones en dos niveles territoriales que reflejan la organización administrativa de los países. Las regiones grandes de la OCDE (TL2) representan el primer nivel administrativo de los gobiernos subnacionales, por ejemplo, las Provincias en Canadá, las Comunidades Autónomas en España, las Regiones en Francia o los Estados en Estados Unidos de América. Los indicadores de bienestar presentados en este capítulo se elaboraron para 391 regiones grandes de la OCDE. Los datos sobre estas regiones ofrecen también información sobre las disparidades interregionales en las diversas dimensiones de bienestar, lo que demuestra que en algunos casos las disparidades dentro de los países son mayores que las disparidades entre estos. Debido a que las regiones administrativas grandes incluyen a los gobiernos locales y muchas zonas con diferentes funciones económicas (por ejemplo, ciudades y zonas rurales), la OCDE diseñó también una clasificación común de “regiones pequeñas”, que son subdivisiones de las grandes y por lo general corresponden a unidades administrativas, excepto las de Alemania, Australia, Canadá y Estados Unidos de América. En el caso de estos países, las regiones pequeñas se refieren a divisiones estadísticas o económicas fijadas por los países y utilizadas para la recolección de información. Con base en los criterios de densidad demográfica, porcentaje de la población que reside en comunidades rurales, tamaño de zonas urbanas y distancia a los centros urbanos, la tipología rural-urbana de la OCDE clasifica las regiones pequeñas como “predominantemente rurales remotas”, “predominantemente rurales cercanas a una ciudad”, “intermedias” y “predominantemente urbanas” (Brezzi et al., 2011). La mayoría de los países de la OCDE y no pertenecientes a la Organización tienen una definición propia de las regiones rurales y urbanas, si bien estos criterios son muy similares a los de la tipología rural-urbana de la OCDE, los umbrales elegidos pueden diferir.
Fuente: OECD (2015a), ¿Cómo va la vida? 2015: Medición del bienestar, https://doi.org/10.1787/9789264240735-es; Brezzi, M., L. Dijkstra y V. Ruiz (2011), “OECD Extended Regional Typology: The Economic Performance of Remote Rural Regions”, https://doi.org/10.1787/5kg6z83tw7f4-en.
Ingresos
Aunque el marco de la OCDE para medir el bienestar sostiene la idea de que los ingresos (muchas veces imprecisamente aproximados a través del PIB per cápita y su crecimiento) no es el único ni necesariamente el principal elemento para medir el bienestar, es importante reconocer la utilidad que las condiciones monetarias pueden aportar a la calidad de vida. Los ingresos de las familias son típicamente un elemento primordial para satisfacer las necesidades materiales de alimentación y vivienda de las personas. Asimismo, los ingresos pueden ayudar a las personas a desarrollarse intelectualmente; por ejemplo, invirtiendo en su educación, salud o en actividades culturales. Los ingresos proveen también de seguridad a las familias, no solo en términos materiales, sino para tomar decisiones acerca de sus vidas y sus relaciones interpersonales (e.g., iniciar una empresa o formar una familia con hijos).
Para medir la dimensión de bienestar de Ingresos en los aglomerados de Córdoba, los siguientes indicadores fueron seleccionados:
Ingreso familiar bruto (antes de impuestos y transferencias) ajustado por unidad de consumo ("equivalente") – indicador base,
Porcentaje de personas con ingresos brutos por debajo del 60% de la mediana,
Índice de Gini para ingresos brutos (0 para perfecta igualdad y 1 para perfecta desigualdad), y
Proporción entre el ingreso bruto promedio del primer y último quintil.
Los ingresos en los aglomerados de Córdoba están por debajo del promedio OCDE, pero por encima de sus pares latinoamericanos. Según la definición de ingreso por unidad de consumo (o ingreso familiar equivalente) aquí utilizada (Recuadro 2.3), el ingreso promedio anual de los hogares en los aglomerados de Córdoba para 2018 fue de USD 12 756 PPA (a precios de 2010), equivalente al 80% del promedio de la OCDE, y por debajo del 60% (191 de 319) de las regiones. No obstante, en un contexto latinoamericano, esta cifra es superior al nivel observado en todas las regiones de México y Chile – aunque solo ligeramente superior a Santiago y Antofagasta, las regiones latinoamericanas de la OCDE con los mejores resultados en este indicador (Figura 2.2).
Recuadro 2.3. Medición de los ingresos y su distribución
Los indicadores para medir la dimensión de Ingresos se definen de la manera siguiente:
Ingreso familiar bruto equivalente (por unidad de consumo): es el ingreso declarado de los hogares antes de añadir transferencias y de descontar impuestos. Este indicador se ajusta por el número de unidades de consumo en el hogar (“equivalente”). Más precisamente, el ingreso bruto del hogar se divide por la raíz cuadrada del número de miembros del hogar. Se expresa a precios de 2010 (utilizando el deflactor de precios implícito del gasto de consumo final de las familias a nivel nacional) y en dólares estadounidenses (USD) ajustados mediante paridades de poder adquisitivo (PPA) para el consumo individual real (utilizando el factor de conversión a PPA de 2010 del Banco Mundial). La OCDE típicamente sugiere el uso de ingreso disponible (después de transferencias e impuestos) para medir esta dimensión de bienestar. Sin embargo, debido a la disponibilidad de datos en los aglomerados de Córdoba, y para mantener la comparabilidad con las regiones de la OCDE, se decidió utilizar el ingreso familiar bruto proveniente de Encuestas de Hogares (en oposición a utilizar cuentas nacionales) para este análisis.
Como parte de su agenda estadística para mejorar la medición de las condiciones materiales de las personas, la DGEyC debe apuntar a estimar el ingreso disponible equivalente de los hogares en los aglomerados de Córdoba. En la OCDE, el ingreso disponible de los hogares se obtiene al sumar al ingreso bruto de las personas (salarios, autoempleo e ingreso de capital, así como transferencias monetarias en curso recibidas de otros sectores) las transferencias sociales en especie que las familias reciben del gobierno (como servicios de educación y atención a la salud) y de restarle a esta cantidad los impuestos sobre el ingreso y el patrimonio, así como las aportaciones a la seguridad social pagadas por las familias. Este indicador, principalmente tomado de las cuentas nacionales de la OCDE, también considera la depreciación de bienes de capital consumidos por las familias.
Exclusión por ingresos: es una medida de desigualdad basada en el conteo de personas por debajo de una línea relativa de ingresos (a veces denominada como pobreza relativa en contraste con las medidas de pobreza absoluta). Se presenta como el porcentaje de personas que se encuentran por debajo del 60% de la mediana del ingreso bruto equivalente de un país o región determinada.
Índice de Gini (desigualdad en ingresos): es una medida descriptiva de la desigualdad de ingresos en la población. Se calcula con base en microdatos (recopilados de encuestas a familias y registros administrativos) del ingreso familiar bruto equivalente. El Índice de Gini, que es más sensible a los cambios en la parte media de la distribución, oscila entre 0 (punto en el que todos tienen el mismo nivel medio de ingreso) y 1 (donde todo el ingreso se concentra en una sola persona). Un cambio de un “punto gini” significa un cambio de 0.01, en esta escala de 0 a 1 (OECD, 2015a).
Proporción de ingresos entre quintiles (S80/S20): es una medida de desigualdad de ingresos más sensible a los cambios en los extremos de la distribución; se refiere al porcentaje de todo el ingreso recibido por el 20% más rico de la población, dividido entre el porcentaje de todo el ingreso recibido por el 20% más pobre. Se calcula con base en medidas del ingreso familiar bruto equivalente.
Fuente: OECD (2018c), “Income distribution”, https://doi.org/10.1787/data-00654-en; OECD (2015a), ¿Cómo va la vida? 2015: Medición del bienestar, https://doi.org/10.1787/9789264240735-es; Piacentini, M. (2014), "Measuring Income Inequality and Poverty at the Regional Level in OECD Countries", https://doi.org/10.1787/5jxzf5khtg9t-en.
Para no reducir el análisis de los Ingresos a un solo indicador que presente los niveles promedio, la provincia de Córdoba ha incluido en sus estadísticas de bienestar los indicadores de Exclusión por ingresos, Desigualdad en los ingresos según el Coeficiente de Gini, Proporción entre quintiles (S80/S20), así como los Ingresos por grupos de género. La distribución de los ingresos dentro de una sociedad puede ser tan o incluso más importante para el bienestar que los niveles promedio de riqueza. Altos niveles de desigualdad en términos de ingresos pueden generar repercusiones negativas no solo en el crecimiento económico de una sociedad (OCDE, 2015b), sino también en el sentido de pertenencia a la misma (dimensión de comunidad), la cooperación entre personas, el compromiso cívico y la confianza en las instituciones. Por tanto, es muy importante observar las diferencias de ingresos entre grupos poblacionales (e.g., de género, origen étnico, nacionalidad, etc.).
A pesar de que sus niveles de ingreso no son tan altos, los aglomerados de Córdoba revelan bajos niveles de exclusión monetaria relativa. Mientras que, en promedio, las regiones de la OCDE revelan tener a cerca de un tercio de su población por debajo de la línea relativa de exclusión (60% de la mediana de los ingresos de la región); en los aglomerados de Córdoba, tan solo el 23.76% de la población se encuentra por debajo de esta línea (Figura 2.3). En este indicador, los aglomerados tienen un desempeño superior al registrado en 87% (268 de 288) de las regiones de la OCDE. Asimismo, midiendo la desigualdad en términos del coeficiente de Gini (donde mayores valores representan mayor desigualdad), los aglomerados argentinos revelan muy bajos niveles de desigualdad. Con un coeficiente de Gini de 0.37, 10 puntos Gini inferior al promedio de la OCDE de 0.47 (donde un punto gini equivale a una centésima del índice de Gini), los aglomerados de Córdoba presentan la novena menor desigualdad observada con respecto a todas las regiones de la OCDE (únicamente dos regiones de Australia y siete regiones de Turquía se desempeñan mejor que Córdoba en este indicador). En el contexto latinoamericano este desempeño positivo es aún más pronunciado, ya que el coeficiente de Gini cordobés se encuentra 13 puntos Gini por debajo de los promedios observados en México y Chile (cercanos a un valor de 0.5) (Figura 2.4).
Las diferencias en los ingresos anuales de los hogares son relativamente pequeñas cuando se hace la comparación entre aglomerados (Tabla 2.2). Si se compara el mejor y el peor desempeño por aglomerado se puede ver que los ingresos de las familias de San Francisco son apenas 9% superiores a los ingresos de los hogares de Gran Córdoba. Esta diferencia es inferior a la mitad de la brecha en ingresos generada por las desigualdades de género.
En los aglomerados de Córdoba, los hogares encabezados por hombres tienden a tener ingresos 20% superiores a los ingresos de hogares encabezados por mujeres. Esta desigualdad es muy similar en los cuatro aglomerados (Tabla 2.2). Por ejemplo, mientras en Villa María-Villa Nueva – el aglomerado de menor brecha – los hogares con jefatura masculina tienen 18% más ingresos que los hogares de jefatura femenina, en Gran Córdoba – el aglomerado de mayor brecha – esta desigualdad por género asciende a 20.6%.
Las medidas de distribución de los ingresos presentan resultados consistentes entre aglomerados. Mientras que los indicadores de tasa de exclusión relativa, índice de Gini y la razón entre quintiles revelan que Gran Córdoba es el aglomerado con mayores desafíos en términos de igualdad económica, Río Cuarto-Las Higueras es la aglomeración con el mejor desempeño en distribución de los ingresos basado en estos tres indicadores (Tabla 2.2).
Tabla 2.2. Ingresos en los Aglomerados de Córdoba
Territorio |
Género |
Ingresos de los hogares (USD PPA, precios constantes 2010) |
Tasa de exclusión (%) |
Índice de Gini (0 a 1) |
Razón entre quintiles |
---|---|---|---|---|---|
Gran Córdoba |
Total |
12 657 |
24.15 |
0.3705 |
7.09 |
Mujeres |
11 246 |
. |
. |
. |
|
Hombres |
13 561 |
. |
. |
. |
|
Río Cuarto-Las Higueras |
Total |
12 970 |
21.48 |
0.3351 |
5.66 |
Mujeres |
11 549 |
. |
. |
. |
|
Hombres |
13 804 |
. |
. |
. |
|
Villa María-Villa Nueva |
Total |
13 093 |
24.29 |
0.3613 |
6.38 |
Mujeres |
11 749 |
. |
. |
. |
|
Hombres |
13 864 |
. |
. |
. |
|
San Francisco |
Total |
13 825 |
22.75 |
0.3567 |
6.34 |
Mujeres |
12 220 |
. |
. |
. |
|
Hombres |
14 617 |
. |
. |
. |
|
Aglomerados de Córdoba |
Total |
12 756 |
23.76 |
0.3667 |
6.9 |
Mujeres |
11 345 |
. |
. |
. |
|
Hombres |
13 640 |
. |
. |
. |
Fuente: DGEyC (2018), Encuesta de Bienestar, https://estadistica.cba.gov.ar.
Vivienda
Las condiciones de vivienda pueden jugar un rol fundamental en el bienestar de las familias. La vivienda no solo garantiza abrigo y seguridad personal, sino que también provee de un espacio para que las personas realicen muchas de sus actividades diarias, como estudio y alimentación, y desarrollen relaciones familiares saludables. Contar con una vivienda puede también aumentar la seguridad financiera de las familias; la vivienda es muchas de las veces una garantía para acceder a préstamos y, consecuentemente, poder realizar inversiones y emprendimiento.
Para cubrir la dimensión de bienestar de Vivienda en los aglomerados de Córdoba, los siguientes indicadores son considerados:
Número promedio de habitaciones por persona (excluidos baño, inodoro, cocina, lavadero y garaje) – indicador base,
Porcentaje de personas sin acceso a baño de uso único del hogar con descarga de agua y desagüe a cloacas o pozo ciego con cámara séptica,
Porcentaje del ingreso total bruto de los hogares que se destina a pago de alquiler (solo hogares que alquilan), y
Porcentaje de hogares que son propietarios de su vivienda.
El espacio de la vivienda medido como habitaciones por persona está por debajo de los niveles observados en la OCDE. La Figura 2.5 muestra que el número promedio de habitaciones por personas en las viviendas de los aglomerados de Córdoba es de 1.36, por debajo del promedio de 1.8 de la OCDE, e inferior al observado en 76% (316 de 413) de las regiones. El número de habitaciones promedio en los aglomerados cordobeses es muy similar al promedio país de Turquía, y superior al de todas las regiones de Hungría, Israel, Estonia, México, República Eslovaca y Polonia.
La calidad de la vivienda en los aglomerados de Córdoba medida como los servicios y elementos con las que cuenta ésta, es menor que en los demás países de la OCDE con la excepción de Chile y Letonia. Un indicador utilizado por la OCDE para cubrir este aspecto es el referente al porcentaje de la población que habita viviendas sin baño que sea interior y de uso único del hogar, y que a su vez disponga con descarga de agua y desagüe a cloacas o pozo ciego con cámara séptica (solo disponible a nivel nacional para los países de la OCDE). Cabe señalar que, aunque la mayoría de los hogares en los aglomerados de Córdoba cuentan con un baño (99.9%), no todos estos baños son de interior, o de uso exclusivo del hogar, o con desagüe a cloacas o pozo ciego con cámara séptica. De acuerdo a la Figura 2.6, el porcentaje de personas que habitan en viviendas sin acceso a este servicio básico es de 9.2% en los aglomerados de Córdoba, contra un 2.1% de la OCDE.
En Córdoba, el gasto en vivienda (solo gasto en alquiler) representa alrededor del 30% del ingreso bruto familiar total; mientras que en la región promedio de la OCDE los gastos en vivienda (que además de alquiler incluyen gastos en servicios) ascienden a alrededor de un quinto del ingreso disponible total del hogar (dado que la comparabilidad en el indicador de gasto en vivienda entre los aglomerados de Córdoba y la OCDE es limitada, los resultados comparativos aquí discutidos deben verse únicamente como una primera aproximación). El gasto en vivienda en los aglomerados de Córdoba es relativamente superior al que experimentan el 86% (159 de 185) de las regiones TL2 observadas. Si bien, los aglomerados Cordobeses representan la parte urbana de su provincia, y por tanto es de esperarse que las rentas sean superiores al de regiones que incluyen también su área rural (como es el caso de muchas regiones TL2); la Figura 2.7 muestra que aun en regiones mayormente urbanas como Gran Londres, Viena, o Auckland, los gastos en vivienda (relativos al ingreso de la familia) pueden ser menores a un cuarto del ingreso disponible familiar total.
Existen desigualdades importantes entre los aglomerados de Córdoba principalmente en el indicador de viviendas sin servicios básicos, aunque también se observan diferencias en los demás indicadores de vivienda. Si bien la disponibilidad de baño en la vivienda es prácticamente universal en los cuatro aglomerados de Córdoba, la calidad de estos baños no es la misma entre aglomerados. Mientras que Río Cuarto-Las Higueras registra tan solo 2% de su población habitando viviendas sin acceso a baño interior de uso único del hogar con descarga de agua y desagüe a cloacas o pozo ciego con cámara séptica (similar al promedio de la OCDE), en San Francisco este indicador asciende a 11.4% (principalmente debido a muchas viviendas que no cuentan desagüe a cloacas o pozo ciego con cámara séptica) (Tabla 2.3). Por otro lado, San Francisco es el aglomerado con mejor desempeño en términos de espacio, tenencia y gasto en vivienda.
Tabla 2.3. Vivienda en los Aglomerados de Córdoba
Territorio |
Habitaciones por persona |
Viviendas sin servicios básicos (%) |
Tenencia (%) |
Gasto en vivienda (%) |
Hogares que alquilan vivienda (%) |
---|---|---|---|---|---|
Gran Córdoba |
1.31 |
10.24 |
62.71 |
30.11 |
25.8 |
Río Cuarto-Las Higueras |
1.58 |
1.97 |
63.99 |
26.17 |
24.1 |
Villa María-Villa Nueva |
1.44 |
5.95 |
64.12 |
29.51 |
26.7 |
San Francisco |
1.66 |
11.42 |
68.13 |
25.5 |
24.1 |
Aglomerados de Córdoba |
1.36 |
9.25 |
63.17 |
29.54 |
25.6 |
Notas: El indicador de Hogares que alquilan su vivienda (%) fue añadido para contextualizar el indicador de Gasto en vivienda (%), el cual para los Aglomerados de Córdoba corresponde únicamente a gasto en alquiler. Sin embargo, cabe señalar que el indicador de porcentaje de hogares que rentan su vivienda no fue seleccionado como uno de los indicadores principales para medie el bienestar en los Aglomerados de Córdoba.
Fuente: DGEyC (2018), Encuesta de Bienestar, https://estadistica.cba.gov.ar.
Empleo
Tener un empleo bien remunerado y que corresponda con los intereses y objetivos de desarrollo personal es determinante para alcanzar una vida con bienestar. Un empleo de calidad no solo garantiza una fuente de ingresos para satisfacer necesidades materiales como alimentación, vivienda y servicios; sino también, provee una plataforma para el desarrollo intelectual y de competencias, y para la expansión de la red social de apoyo. En contraste, el desempleo puede tener efectos muy negativos en la salud física y mental del individuo, así como de las personas que lo rodean. El desempleo de largo plazo tiende a llevar a una pérdida de las competencias y habilidades adquiridas por el individuo para el trabajo; situación que dificulta aún más la reinserción al empleo, y que representa, además de un menor bienestar individual, una pérdida de capital humano en la sociedad. Una sociedad que garantice oportunidades para todos requiere de un mercado de trabajo inclusivo, donde la participación laboral sea indistinta del género.
Para cubrir la dimensión de bienestar de Empleo en los aglomerados de Córdoba, los siguientes indicadores son utilizados:
Empleados como porcentaje de la población (de 15 a 64 años de edad) – indicador base,
Desempleados como porcentaje de la población económicamente activa (de 15 a 64 años de edad) – indicador base,
Porcentaje de la población económicamente activa desempleado durante más de un año (de 15 a 64 años de edad),
Desempleados como porcentaje de la población económicamente activa (de 15 a 24 años de edad), y
Trabajadores sin descuento jubilatorio como porcentaje de los empleados (de 15 a 64 años de edad).
La tasa de empleo en los aglomerados de Córdoba es similar al promedio de regiones de la OCDE y de los países latinoamericanos. La Figura 2.8 muestra que la tasa de empleo de los aglomerados de Córdoba es de 61%, muy similar a la tasa promedio de las regiones de la OCDE de 64%, dicha tasa es superior a la tasa de empleo de todas las regiones de Grecia y Turquía; no obstante, es inferior a 244 de 386 regiones de la OCDE. En relación con países de América Latina con datos disponibles, la tasa de ocupación en los aglomerados de Córdoba es muy similar al promedio país de México, Chile y Brasil, y ligeramente inferior al promedio de Perú y Colombia.
En los aglomerados de Córdoba existe una menor participación de las mujeres en el mercado laboral en comparación a sus pares hombres. La Figura 2.9, muestra la diferencia en puntos porcentuales entre la tasa de empleo masculina y la tasa de empleo femenina. Los aglomerados de Córdoba muestran una brecha de género en tasa de empleo de 23.5 puntos porcentuales, 10 puntos por encima de la brecha promedio de la OCDE y superior a la desigualdad observada en el 83% (320 de 386) de las regiones de la OCDE. Solo algunas regiones de Grecia, Italia, Chile, Perú, Brasil y Colombia, y la mayoría de las regiones de México y Turquía tienen una brecha de género en empleo superior a la observada en los aglomerados de Córdoba.
La tasa de desempleo de los aglomerados de Córdoba es de 8.4%, ligeramente por encima del promedio de la OCDE, y menor que la registrada en todas las regiones de Grecia, España, Portugal y Letonia. La Tasa de desempleo de largo plazo en los aglomerados de Córdoba (3.3%) es también muy similar al promedio de la OCDE (3%). No obstante, el desempleo de largo plazo es mayor en los aglomerados de Córdoba que en el 71% de las regiones de la OCDE (Figura 2.10 y Figura 2.11).
En los aglomerados de Córdoba el desempleo afecta de manera más severa a ciertos grupos poblacionales por razones de edad y género. La Figura 2.12 explora la tasa de desempleo de los jóvenes (de 15 a 24 años de edad), mientras que la Figura 2.13 documenta la brecha de género en desempleo. En los aglomerados de Córdoba el desempleo de los jóvenes es de 25%, un nivel por encima del promedio de la OCDE (17.6%). Solo 18% (68 de 375) de las regiones de la OCDE tienen una tasa de desempleo de los jóvenes superior a la de los aglomerados de Córdoba. La tasa de desempleo de los jóvenes en los aglomerados de Córdoba es menor que en todas las regiones de España, Portugal, Grecia e Italia (con excepción de cuatro regiones italianas), regiones de países muy afectados por la crisis de la zona euro. La Figura 2.13, muestra la diferencia en entre la tasa de desempleo de mujeres y hombres, valores más altos representan una mayor dificultad de la mujer, con respecto al hombre, para integrarse al mercado laboral. La brecha de género en la tasa de desempleo es de 3.5 puntos porcentuales para los aglomerados de Córdoba, mayor al promedio de la OCDE de 1.7 puntos porcentuales. Esta brecha es más alta que la observada en todas las regiones de 33 países (de 39 disponibles). Solo en algunas regiones de Brasil, Colombia, España, Italia, Grecia y Turquía, la brecha de género es más severa que la observada en los aglomerados cordobeses.
Aunque todos los aglomerados pueden mejorar en la incorporación de la mujer al mercado laboral, en Gran Córdoba las rigideces que enfrentan las mujeres, relativas a los hombres, son las más altas (con una brecha de género en empleo por encima de los 24 puntos porcentuales). La Tabla 2.4 muestra que la brecha de género en la tasa de empleo es muy elevada y cercana a los 20 puntos porcentuales en todos los aglomerados excepto en San Francisco, donde esta brecha es de 16 puntos porcentuales – aunque también superior al promedio de la OCDE. Asimismo, se observan disparidades entre aglomerados en la brecha de género en desempleo. Mientras en San Francisco y Río Cuarto-Las Higueras la brecha es cercana a cero, en Gran Córdoba el desempleo de las mujeres es 4.7 puntos porcentuales superior al de los hombres.
El desempleo de los jóvenes y la tasa de informalidad (porcentaje de trabajadores sin descuento jubilatorio) muestran importantes disparidades entre aglomerados. Por ejemplo, cuando en Villa María-Villa Nueva se registra una tasa de desempleo de los jóvenes cercana al 11%, en Gran Córdoba esta tasa alcanza el 27%. Por otro lado, Villa María-Villa Nueva es también el aglomerado de peor resultado en el tema de la informalidad, con cerca de 40% de sus trabajadores sin aportes para la jubilación; 10 puntos porcentuales por encima de Gran Córdoba, el aglomerado de mejor resultado en este indicador.
Tabla 2.4. Empleo en los Aglomerados de Córdoba
Territorio |
Género |
Empleo (%) |
Desempleo (%) |
Desempleo de largo plazo (%) |
Desempleo de los jóvenes (%) |
Informalidad (%) |
---|---|---|---|---|---|---|
Gran Córdoba |
Total |
60.44 |
9.23 |
3.69 |
26.6 |
32.86 |
Mujeres |
48.54 |
11.93 |
. |
. |
. |
|
Hombres |
72.95 |
7.25 |
. |
. |
. |
|
Río Cuarto-Las Higueras |
Total |
61.67 |
5.27 |
0.72 |
18.24 |
39.34 |
Mujeres |
52.34 |
4.68 |
. |
. |
. |
|
Hombres |
71.6 |
5.71 |
. |
. |
. |
|
Villa María-Villa Nueva |
Total |
67.67 |
3.37 |
1.12 |
10.77 |
42.3 |
Mujeres |
57.31 |
2.48 |
. |
. |
. |
|
Hombres |
78.32 |
4.02 |
. |
. |
. |
|
San Francisco |
Total |
65.58 |
6.09 |
3.32 |
24.75 |
33.35 |
Mujeres |
57.7 |
5.41 |
. |
. |
. |
|
Hombres |
73.61 |
6.58 |
. |
. |
. |
|
Aglomerados de Córdoba |
Total |
61.16 |
8.4 |
3.25 |
24.78 |
34.04 |
Mujeres |
49.72 |
10.44 |
4.82 |
33.97 |
. |
|
Hombres |
73.16 |
6.89 |
2.1 |
19.66 |
. |
Fuente: DGEyC (2018), Encuesta de Bienestar, https://estadistica.cba.gov.ar.
Educación
La educación no solo es fundamental para que las personas puedan obtener un trabajo de calidad que les ayude a garantizar sus necesidades materiales, sino que es un medio para lograr un desarrollo intelectual y de competencias que lleven al individuo a alcanzar sus objetivos de vida personales. Proveyendo de oportunidades para todos desde edades muy tempranas, la educación puede ser un medio para facilitar la movilidad social de las personas (i.e., salir de la pobreza) y reducir la desigualdad. La OCDE utiliza también el logro educativo de la Población Económicamente Activa (PEA) como una medida que provee información sobre el nivel de competencias de la fuerza laboral. Una PEA con mayores competencias debería poder acceder más fácilmente a un trabajo de calidad; asimismo, para la PEA empleada, altos niveles de educación deberían traducirse en mayores niveles de productividad e innovación en las empresas. Asimismo, la educación contribuye a sociedades más democráticas y funcionales; altos niveles de educación están relacionados con mayor participación ciudadana y compromiso cívico.
Para cubrir la dimensión de bienestar de Educación en los aglomerados de Córdoba, los siguientes indicadores fueron seleccionados:
Porcentaje de la población económicamente activa (PEA) con por lo menos educación media superior (de 15 a 64 años de edad) – indicador base, y
Porcentaje de la población con por lo menos educación media superior (de 25 a 64 años de edad).
El desempeño de los aglomerados de Córdoba en educación está por debajo de la media de la OCDE, pero cabe señalar que existe una mayor tasa de población femenina altamente educada en comparación a la población masculina. Con un 73% de su población adulta (de 25 a 64 años de edad) con al menos educación media superior, los aglomerados cordobeses se encuentran por debajo del promedio de la OCDE (78%), pero presentan niveles superiores al promedio país de Chile, Italia, España, Colombia, Brasil, Portugal, Costa Rica, Turquía y México – todos éstos por debajo del 65% – y de Argentina (con un 59%) (Figura 2.14). La Figura 2.15 muestra que la brecha en educación entre mujeres y hombres en los aglomerados de Córdoba (de 5.1 puntos porcentuales) se encuentra junto con el promedio país de Portugal, Estonia, Letonia, Irlanda y Lituania, entre las más altas de la OCDE, y superior que en 33 de los 39 países observados.
En los aglomerados de Córdoba, 75% de la población económicamente activa (PEA) cuentan con al menos educación media superior; el mismo nivel que el promedio de la OCDE, pero por debajo del nivel registrado en 63% de las regiones de la OCDE (243 de 386). No obstante, en comparación a las regiones de América Latina, Córdoba se clasifican en el top 1% de las regiones que conforman Chile, Colombia, Brasil, Costa Rica y México (tan solo ligeramente por debajo de la región chilena de Antofagasta) (Figura 2.16).
Las diferencias intra-provinciales en los indicadores de educación (sin distinción de género) son relativamente bajas. La diferencia máxima entre aglomerados en logro educativo para la población adulta es de cerca de 6 puntos porcentuales (entre Gran Córdoba y Río Cuarto-Las Higueras) y de 6.5 puntos porcentuales si se analiza el logro educativo de la PEA (entre Gran Córdoba y Villa María-Villa Nueva). Por otro lado, existen grandes disparidades en la brecha de género en logro educativo entre la población adulta y la PEA, y entre aglomerados. Mientras la brecha de género en logro educativo (diferencia entre el resultado de las mujeres con respecto al de los hombres) es de alrededor de 5 puntos porcentuales para la población adulta, esta diferencia asciende a 11 puntos porcentuales si se analiza en relación a la PEA. La brecha de género en educación de la PEA también presenta considerables disparidades entre aglomerados; mientras San Francisco registra una brecha de 9 puntos porcentuales, Río Cuarto-Las Higueras revela una brecha de género de 18 puntos porcentuales (Figura 2.17; Tabla 2.5).
Tabla 2.5. Educación en los Aglomerados de Córdoba
Territorio |
Género |
Educación de los adultos (%) |
Educación de la Población Económicamente Activa (%) |
---|---|---|---|
Gran Córdoba |
Total |
74.18 |
76.31 |
Mujeres |
76.31 |
82.23 |
|
Hombres |
71.92 |
71.97 |
|
Río Cuarto-Las Higueras |
Total |
67.83 |
71.03 |
Mujeres |
73.07 |
80.99 |
|
Hombres |
62.04 |
63.23 |
|
Villa María-Villa Nueva |
Total |
67.98 |
69.54 |
Mujeres |
72.04 |
76.44 |
|
Hombres |
63.64 |
64.47 |
|
San Francisco |
Total |
69.29 |
70.52 |
Mujeres |
69.82 |
75.48 |
|
Hombres |
68.74 |
66.55 |
|
Aglomerados de Córdoba |
Total |
73.04 |
75.2 |
Mujeres |
75.52 |
81.51 |
|
Hombres |
70.41 |
70.53 |
Fuente: DGEyC (2018), Encuesta de Bienestar, https://estadistica.cba.gov.ar.
Balance Vida-Trabajo
La disposición que las personas tienen de su tiempo es clave para su bienestar individual; lo anterior no siempre es fácil de lograr, especialmente cuando se tiene un trabajo de tiempo completo: la actividad a la que más dedican su tiempo las personas empleadas es al trabajo. Si bien tener un empleo es primordial para satisfacer ciertas necesidades materiales y personales, es importante destinar tiempo a otras actividades que enriquecen la salud y vida de las personas. El deporte, las actividades culturales, el pasar tiempo con la familia, así como tener un adecuado descanso después del trabajo, son elementos fundamentales para una vida sana y equilibrada. Lograr un buen balance vida-trabajo es importante no solo para el individuo, sino para las personas que lo rodean; por ejemplo, el bienestar de los hijos puede ser altamente impactado por el tiempo que los padres les dedican.
Para medir la dimensión de bienestar de Balance vida-trabajo en los aglomerados de Córdoba, los siguientes indicadores fueron seleccionados:
Porcentaje de empleados con un horario laboral rutinario de 50 horas o más por semana (de 15 a 64 años de edad),
Porcentaje de la población ocupada que se desplaza a trabajar a un municipio diferente del de residencia (de 15 a 64 años de edad),
Porcentaje de la población ocupada que dura 30 minutos o más en llegar a su lugar de ocupación principal (de 15 a 64 años de edad),
Porcentaje de la población ocupada que utiliza vehículo o moto (de 15 a 64 años de edad), y
Porcentaje de la población ocupada que utiliza transporte público colectivo urbano o suburbano (de 15 a 64 años de edad).
Para medir el Balance vida-trabajo, la DGEyC decidió incorporar el indicador de “Trabajadores con un horario laboral largo”, que corresponde a los empleados de 15 a 64 años de edad que declaran trabajar 50 horas o más por semana (ver Recuadro 2.4 para más detalles sobre la definición de la OCDE). Este indicador, aún no disponible para las regiones TL2 de la OCDE (excepto para los Estados de México; ver OCDE, 2015c), se compara con los promedios de los países en la Figura 2.18. Según dicha gráfica, alrededor del 16% de los empleados Cordobeses trabajan 50 horas o más por semana, cerca de 4 puntos porcentuales por arriba del promedio de la OCDE. En comparación con los aglomerados de Córdoba, solo Turquía, México, Japón y Corea presentan mayores proporciones de trabajadores laborando 50 horas o más por semana. La Figura 2.19 muestra que todas las regiones de México presentan un desempeño más desfavorable que el de Córdoba, con la excepción de Jalisco que se podría equiparar al nivel de los aglomerados Cordobeses.
Recuadro 2.4. Medición del Balance Vida-Trabajo
Los dos indicadores principales de balance vida-trabajo utilizados por la OCDE se definen en los siguientes párrafos:
Trabajadores con horario laboral largo: corresponde a los empleados que trabajan 50 horas o más a la semana como porcentaje del total de trabajadores pertenecientes al mismo grupo de edad (para los aglomerados de Córdoba se aplicó utilizando la población de 15 a 64 años). El límite se fija en 50 horas porque, después de tomar en cuenta el tiempo de traslado, el trabajo no remunerado y las necesidades básicas (como dormir y comer), es probable que a los trabajadores que de forma rutinaria trabajan más de 50 horas a la semana les queden muy pocas horas (una o dos a la semana) para realizar otras actividades. Además, en los países donde hay leyes que imponen un horario máximo de trabajo, este suele limitarse a 48 horas a la semana. Los datos se obtienen de las encuestas nacionales a la fuerza laboral y son comparables en general entre países.
Tiempo dedicado al ocio y al cuidado personal: estos datos se muestran para un día común y se refieren a empleados de tiempo completo. Con el fin de mejorar la comparabilidad entre los países en los que las tasas de empleo difieren, la información se recopila mediante encuestas nacionales sobre uso del tiempo, lo cual implica que los encuestados lleven un diario de sus actividades durante uno o más días representativos de un periodo determinado. Las actividades consideradas en la definición de “tiempo dedicado al ocio y al cuidado personal” incluyen dormir, comer, asearse, hacer ejercicio, pasar tiempo con amigos y familiares, y tiempo de traslado invertido en actividades de ocio y de cuidado personal. Para algunos países y algunos tipos específicos de actividades, puede ser difícil comparar estas encuestas. Los datos utilizados por la OCDE se toman de la Encuesta Europea Armonizada sobre Uso del Tiempo; la base de datos Eurostat sobre uso del tiempo, microdatos y tabulaciones de la encuesta de uso de tiempo para uso público, de las oficinas nacionales de estadística.
Los dos indicadores aquí presentados aportan una medidas directas e indirectas del tiempo disponible para actividades no laborales que contribuyen al bienestar individual y familiar. Sin embargo, medir el balance vida-trabajo es una tarea más difícil. En primer lugar, la manera en que las personas asignan su tiempo es determinada por la necesidad, la preferencia individual, y los contextos cultural, social y familiar. Esto significa que lo que una persona siente que es “equilibrado” puede no serlo para otra. Las personas que dirigen su propio negocio podrían tener un incentivo extra para trabajar muchas horas a la semana; y, por consiguiente, se les excluye para el cálculo de este indicador; no obstante, esto puede influir en los resultados si los empleados por cuenta propia constituyen un porcentaje importante de la fuerza laboral total. En segundo lugar, como los indicadores aquí presentados se centran solo en la cantidad de tiempo dedicado a diferentes tareas, no aclaran la calidad del tiempo que se pasa fuera del trabajo y, por tanto, tampoco provee información sobre el goce que este tiempo representa en la vida de cada individuo. En tercer lugar, en la mayoría de los países de la OCDE, las encuestas sobre uso de tiempo se realizan de forma muy específica o poco frecuente (es decir, cada 5 o 10 años), lo cual genera indicadores obsoletos y consecuentemente irrelevantes.
Fuente: OECD (2015a), ¿Cómo va la vida? 2015: Medición del bienestar, https://doi.org/10.1787/9789264240735-es.
Al interior de la provincia es posible ver algunas discrepancias entre aglomerados en términos de balance vida-trabajo. Buscando expandir su entendimiento sobre el uso de tiempo y de servicios de transporte dentro de los aglomerados, la DGEyC incorporó en esta dimensión los indicadores (además del indicador de largas jornadas de trabajo) que se presentan en la Tabla 2.6. Mientras que tan solo el 15.5% de los trabajadores en Gran Córdoba declaran trabajar largas jornadas, este número se eleva hasta un 22% en Villa María-Villa Nueva. Casi el 14% de la población de Villa María-Villa Nueva se tiene que desplazar de su municipio de residencia para ir a trabajar; mientras que solo el 4.7% de los habitantes de Gran Córdoba lo tiene que hacer. No obstante, el tiempo de desplazamiento es mayor en éste último. Asimismo, se observa que tanto el porcentaje de personas que tardan más de 30 minutos en llegar a su lugar de trabajo como el porcentaje de personas que usan el transporte público para ir a trabajar aumenta a medida que el aglomerado es más grande en términos poblacionales. Por ejemplo, mientras que el 39% de los habitantes de Gran Córdoba tardan más de 30 minutos en llegar a su lugar de ocupación principal, tan solo el 4% de los habitantes de San Francisco incurre en esto (Figura 2.20).
Tabla 2.6. Balance Vida-Trabajo en los Aglomerados de Córdoba
Territorio |
Género |
Trabajadores con horario laboral largo (%) |
Desplazamiento fuera del municipio por trabajo (%) |
Más de 30 minutos desplazamiento residencia-trabajo (%) |
Transporte privado (%) |
Transporte público (%) |
---|---|---|---|---|---|---|
Gran Córdoba |
Total |
15.53 |
4.69 |
39.06 |
42.81 |
37.17 |
Mujeres |
7.98 |
4.62 |
38.65 |
30.54 |
46.32 |
|
Hombres |
20.77 |
4.75 |
39.37 |
51.76 |
30.49 |
|
Río Cuarto-Las Higueras |
Total |
18.34 |
5.07 |
12.95 |
58.35 |
15.04 |
Mujeres |
8.48 |
1.45 |
13.91 |
40.97 |
25.47 |
|
Hombres |
25.99 |
8.18 |
12.12 |
73.18 |
6.15 |
|
Villa María-Villa Nueva |
Total |
21.92 |
13.93 |
8.94 |
56.63 |
5.45 |
Mujeres |
16.67 |
10.34 |
5.66 |
45.29 |
8.41 |
|
Hombres |
25.91 |
16.97 |
11.56 |
65.37 |
3.21 |
|
San Francisco |
Total |
19.04 |
2.96 |
4.27 |
71.32 |
2.52 |
Mujeres |
14.61 |
0 |
0.04 |
65.89 |
3.88 |
|
Hombres |
22.59 |
5.48 |
7.59 |
75.59 |
1.46 |
|
Aglomerados de Córdoba |
Total |
16.34 |
5.26 |
33.28 |
46.29 |
31.65 |
Mujeres |
8.89 |
4.51 |
32.4 |
34.02 |
39.96 |
|
Hombres |
21.62 |
5.86 |
33.94 |
55.43 |
25.46 |
Fuente: DGEyC (2018), Encuesta de Bienestar, https://estadistica.cba.gov.ar.
Salud
Tener una larga vida con salud (i.e., libre de enfermedades) es uno de los aspectos que las personas valoran más. La salud física y mental, además de su valor intrínseco, es fundamental para desarrollarse en otras dimensiones de bienestar, como el empleo, la educación y el balance vida-trabajo. Una mala salud, tiende a generar dolor físico y emociones negativas que se traducen en menores niveles de satisfacción con la vida.
Para cubrir la dimensión de bienestar de Salud en los aglomerados de Córdoba, se consideran los siguientes indicadores:
Número de años que un recién nacido puede esperar vivir – indicador base,
Número de muertes de niños menores de un año de edad por cada 1 000 nacidos vivos – indicador base, y
Porcentaje de personas que declara tener muy buena o buena salud (de 18 años o más).
La tasa de mortalidad infantil promedio en los aglomerados de Córdoba de 2014 a 2016 fue de 8.1 muertes de menores de un año por cada 1 000 nacidos vivos. Este valor es 60% más alto que el promedio de las regiones de la OCDE en 2015 (de 4.9 muertes de menores de un año por cada 1 000 nacidos vivos). Asimismo, tan solo 60 de 391 regiones de la OCDE tienen una tasa de mortalidad infantil superior a la registrada en los aglomerados de Córdoba (Figure 2.21). El desempeño de los aglomerados en este indicador es mejor si se le compara a las regiones de países de América Latina con datos disponibles. La tasa de mortalidad infantil en los aglomerados de Córdoba es menor a la observada en todas las regiones de Perú y México, y en dos (de quince) regiones de Chile. Cabe enfatizar, que la tasa de mortalidad infantil en Córdoba ha disminuido de 21.4 muertes infantiles por cada 1 000 nacidos vivos en 1990-1992 a 8.1 en 2014-16.
La esperanza de vida al nacer en los aglomerados de Córdoba es de 76 años, alrededor de 4 años menos que el promedio de la OCDE y por debajo del 85% (371 de 444) de todas las regiones TL2 observadas en la Figura 2.22. No obstante, si se le compara con las regiones de Chile, Colombia, México y Perú, su nivel en este indicador está por arriba del 65% (68 de 101) de las regiones pertenecientes a estos países. Por otro lado, la brecha de género en esperanza de vida (diferencia en esperanza de vida entre mujeres y hombres) de los aglomerados es muy similar a la de la OCDE (de 5.5 años) y menor a la de un tercio de las regiones (112 de 338) (Figura 2.23).
En contraste con los resultados mostrados por los indicadores objetivos de salud; el indicador subjetivo de salud percibida muestra que cerca de un 83% de las personas mayores de 18 años en los aglomerados de Córdoba declara tener buena o muy buena salud. Este resultado sitúa a los aglomerados por encima del promedio de la OCDE (69%) y de 31 países (de 36 países observados), solo por debajo del promedio país de Canadá, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Australia e Israel (Figura 2.24). Por otro lado, cuando se calcula la brecha de género en salud percibida (diferencia en salud percibida entre hombres y mujeres), se registra que los hombres tienden a percibirse con mejores niveles de salud que las mujeres; la diferencia en los aglomerados de Córdoba es de 6 puntos porcentuales, tan solo dos puntos porcentuales por arriba del promedio de la OCDE (Figura 2.25). Mientras que el contraste entre los resultados de indicadores objetivos y subjetivos de salud podría parecer extraño, se debe señalar que en los últimos años la literatura ha documentado este tipo de disparidades (e.g., Johnston et al., 2007 o Mosca et al., 2013). Al mismo tiempo, cuando se trabaja con indicadores subjetivos autorreportados de bienestar, se debe considerar que estos indicadores pueden estar sujetos a sesgos provenientes de aspectos culturales (Exton et al., 2015).
La Figura 2.26 muestra algunas disparidades entre aglomerados en los indicadores de salud. Mientras la tasa de mortalidad infantil es de 7.6 en San Francisco, ésta asciende a 9.4 en Villa María-Villa Nueva. Asimismo, la diferencia entre los aglomerados con mayor y menor salud percibida es de 6 puntos porcentuales (entre Río Cuarto-Las Higueras y Villa María-Villa Nueva, respectivamente). Aunque los hombres tienden a considerarse más saludables que lo que se consideran las mujeres, existen algunas variaciones entre aglomerados. Por ejemplo, la brecha de género en salud percibida en San Francisco es de 5.5 puntos porcentuales (nivel similar de salud percibida entre hombres y mujeres), mientras que esta brecha de género es significativamente positiva y cercana a los 9 puntos porcentuales en Villa María-Villa Nueva (los hombres se perciben con mejor salud que las mujeres) (Tabla 2.7).
Tabla 2.7. Salud en los Aglomerados de Córdoba
Territorio |
Género |
Tasa de mortalidad infantil (muertes de menores de año por cada 1 000 nacidos vivos) |
Esperanza de vida (años) |
Salud autorreportada (%) |
---|---|---|---|---|
Gran Córdoba |
Total |
8.04 |
76.36 |
83.27 |
Mujeres |
79.05 |
80.42 |
||
Hombres |
73.45 |
86.28 |
||
Río Cuarto-Las Higueras |
Total |
8.09 |
74.56 |
83.95 |
Mujeres |
77.44 |
80.89 |
||
Hombres |
71.54 |
87.16 |
||
Villa María-Villa Nueva |
Total |
9.41 |
73.92 |
75.03 |
Mujeres |
77.17 |
70.51 |
||
Hombres |
70.56 |
79.06 |
||
San Francisco |
Total |
7.64 |
76.13 |
84.54 |
Mujeres |
79.97 |
81.41 |
||
Hombres |
72.24 |
87.19 |
||
Aglomerados de Córdoba |
Total |
8.11 |
75.99 |
82.86 |
Mujeres |
78.79 |
79.94 |
||
Hombres |
73 |
85.89 |
Fuente: DGEyC (2018), Encuesta de Bienestar, https://estadistica.cba.gov.ar.
Acceso a servicios
Acceso a servicios es una dimensión muy ligada al aspecto espacial del bienestar; la accesibilidad no solo determina la disponibilidad de elementos básicos como agua potable, servicios de salud y educación (e.g., hospitales y escuelas), sino también la relocalización de las personas y consecuentemente la dinámica en vivienda, demanda de transporte y trabajo, entre otras. El acceso a internet es un servicio que, si bien no se considera como básico, cada vez se torna más relevante. Por ejemplo, como una herramienta que puede reducir la falta de oportunidades en educación y empleo a través de toda la información y redes profesionales que pone a disposición de los usuarios.
Para cubrir la dimensión de bienestar de Acceso a servicios en los aglomerados de Córdoba, el siguiente indicador es considerado: Porcentaje de hogares con acceso a internet en el domicilio – indicador base.
El acceso a internet domiciliario de los hogares en los aglomerados de Córdoba muestra un nivel moderado, especialmente si se considera que esta cifra corresponde exclusivamente a la parte urbana de la provincia de Córdoba. La Figura 2.27 muestra que tan solo el 68% de los hogares en los aglomerados de Córdoba cuentan con acceso a internet, muy por debajo del promedio de la OCDE de 74%. El acceso a internet en los aglomerados de Córdoba es superior al promedio país de México, Chile, Brasil, Grecia y Turquía, pero menor al nivel observado en tres cuartos (288 de 387) de las regiones de la OCDE.
A nivel intra-provincial, se observan algunas discrepancias entre los aglomerados de Córdoba. Mientras el 71% de los hogares de San Francisco cuentan con acceso a internet, tan solo 67% de los hogares de Río Cuarto-Las Higueras se benefician de este servicio (Tabla 2.8).
Tabla 2.8. Acceso a servicios en los Aglomerados de Córdoba
Territorio |
Acceso a internet (%) |
---|---|
Gran Córdoba |
67.76 |
Río Cuarto-Las Higueras |
67.24 |
Villa María-Villa Nueva |
68.78 |
San Francisco |
70.76 |
Aglomerados de Córdoba |
67.89 |
Fuente: DGEyC (2018), Encuesta de Bienestar, https://estadistica.cba.gov.ar.
Seguridad
La seguridad personal es clave para lograr una calidad de vida digna. La violencia e inseguridad tienen un alto impacto no solo en la integridad física y psicológica de las víctimas, sino también de las personas que las rodean y, consecuentemente, en el tejido social. Asimismo, una falta de capacidad de las autoridades para garantizar la seguridad puede llevar a altos niveles de desconfianza en las instituciones. La tasa de homicidios es un indicador común de seguridad; no obstante, existen otros indicadores recomendados por la OCDE que podrían ayudar a comprender en mayor profundidad esta dimensión de bienestar (Recuadro 2.5).
Recuadro 2.5. Medición de seguridad personal
Muertes por agresión (homicidios): se refiere a los casos en los que la agresión se registra como la causa de la muerte en los certificados de defunción oficiales. Se expresa como una tasa, y se calcula como el número de homicidios por cada 100 000 personas. Las estadísticas de causas de muerte provienen de los sistemas nacionales de registro civil, recopilados por las autoridades nacionales y cotejadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se incluyen solo causas de muerte médicamente certificadas.
Para medir la seguridad personal, la Provincia de Córdoba incorpora el indicador de homicidios por cada 100 000 personas; no obstante, existen otros indicadores sugeridos por la OCDE que podrían ayudar a comprender en mayor profundidad esta dimensión del bienestar:
Victimización autorreportada: este indicador refleja el porcentaje de personas que respondieron “Sí” a la siguiente pregunta, incluida en Encuesta Mundial Gallup (y a veces también disponible en encuestas de victimización): “¿Ha sufrido usted alguna agresión o robo durante los últimos 12 meses?”.
Sensación de seguridad al caminar a solas por la noche: este indicador muestra el porcentaje de personas que respondieron positivamente a la pregunta: “¿Se siente usted seguro al caminar a solas por la noche en la ciudad o zona que habita?”. La fuente de estos datos para la OCDE es la Encuesta Mundial Gallup (pero también puede obtenerse de otras encuestas de percepción).
Un conjunto ideal de indicadores de seguridad personal informaría sobre los diversos delitos y ataques sufridos por las personas, y los ponderaría de acuerdo con su gravedad. Sin embargo, los registros oficiales de delitos no son altamente comparables entre países debido a las diferencias entre lo que se considera (y cuenta) como delito en cada país, y en las prácticas de denuncia y registro de crímenes. Los datos de la OCDE se refieren a muertes por agresión tal como se asientan en los sistemas nacionales del registro civil y no a homicidios registrados por la policía. Un informe reciente elaborado en conjunto por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (INEGI) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito presenta una guía para mejorar la disponibilidad y la calidad de las estadísticas de delincuencia a nivel nacional e internacional (UNODC, 2013).
Las encuestas sobre delincuencia y victimización son una herramienta fundamental para medir las experiencias de las personas a este respecto y, si bien se realizan en algunos países, no se basan en normas y metodologías comunes. Los datos de encuesta pueden atraer la atención a los problemas de delincuencia que afectan más a menudo a las personas, y pueden aportar medidas de cambios en los niveles de delincuencia con el tiempo. No obstante, se debe tener en cuenta que los datos provenientes de encuestas solo proporcionan un aproximado del volumen de los actos ilícitos que ocurren en la sociedad. En primer lugar, algunos delitos pueden subestimarse o sobrestimarse por la interpretación subjetiva del encuestado sobre lo que es un delito. En segundo lugar, es posible que algunas personas se rehúsen a divulgar información sobre incidentes delicados, como ataques sexuales o violencia entre pareja. En tercer lugar, en la precisión de las encuestas sobre victimización influye la capacidad de las personas de recordar delitos pasados (cuanto más tiempo haya transcurrido, menos probable es que se recuerde el incidente con exactitud). Por último, puede ser difícil de capturar a través de encuestas a los hogares los tipos no convencionales de delitos, como la corrupción.
Los riesgos para la seguridad personal de la gente pueden provenir de otras fuentes distintas a la delincuencia. Los accidentes de tránsito y en medios de transporte, los riesgos laborales y el riesgo de desastres naturales son algunos factores que afectan la seguridad personal. Los conflictos violentos y guerras tienen también un profundo impacto en la seguridad, pues ponen en peligro la vida y el estilo de vida de la gente (OCDE, 2015a).
Fuente: OECD (2015a), ¿Cómo va la vida? 2015: Medición del bienestar, https://doi.org/10.1787/9789264240735‑es; OECD (2011), “Personal security”, http://dx.doi.org/10.1787/9789264121164‑13‑en; UNODC (2013), Report of the National Institute of Statistics and Geography of Mexico and the United Nations Office on Drugs and Crime, http://unstats.un.org/unsd/statcom/doc13/2013-11-CrimeStats-E.pdf.
Para cubrir la dimensión de bienestar de Seguridad en los aglomerados de Córdoba, esta sección utiliza el indicador de Número de homicidios por cada 100 000 habitantes – indicador base.
La tasa de homicidios en los aglomerados de Córdoba es de 3.56 por cada 100 000 habitantes; esta tasa es muy similar a la tasa promedio de Alemania, y menor a la de Estados Unidos, Perú, Chile y México. Sin embargo, es mayor que la registrada en 75% de las regiones de la OCDE (296 de 391). En un contexto Latinoamericano, la tasa de homicidios en los aglomerados de Córdoba es de las más bajas si se le compara con las regiones de México, Colombia, Perú y Chile – solo 3 regiones Latinoamericanas (de 105) presentan tasas de homicidios más bajas que en los aglomerados de Córdoba (Figura 2.28).
Las tasas de homicidios no varían considerablemente entre los cuatro aglomerados de Córdoba. La diferencia más amplia en este indicador se registra entre Villa María-Villa Nueva con una tasa de 2.5 homicidios por cada 100 000 personas y Río Cuarto-Las Higueras con una tasa de homicidios de 4.2 (tan solo 11% mayor que la tasa de homicidios promedio de las regiones de la OCDE, de 3.8 homicidios por cada 100 000 personas) (Tabla 2.9).
Tabla 2.9. Seguridad en los Aglomerados de Córdoba
Territorio |
Homicidios por cada 100 000 personas |
---|---|
Gran Córdoba |
3.54 |
Río Cuarto-Las Higueras |
4.21 |
Villa María-Villa Nueva |
2.48 |
San Francisco |
4.11 |
Aglomerados de Córdoba |
3.56 |
Fuente: DGEyC (2018), Encuesta de Bienestar, https://estadistica.cba.gov.ar.
Medio ambiente
Un medio ambiente saludable es clave para el bienestar en el presente, pero también para sostener el bienestar a través del tiempo. En términos de bienestar individual, se ha demostrado que la calidad del medio ambiente es fundamental para la salud de las personas, y por tanto puede constituir también un tema de salud pública. Asimismo, una amplia gama de riesgos para la salud se relaciona con la exposición a la mala calidad del aire. Existe evidencia de que la exposición crónica a partículas (PM) contribuye al riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como cáncer de pulmón (OECD, 2014). En el mismo sentido, la exposición a partículas finas (PM2.5), principalmente provenientes de vehículos, producción de energía y quema de biomasa agrícola, representan una amenaza para la salud de las personas.
Para cubrir la dimensión de bienestar de Medio ambiente en los aglomerados de Córdoba, el siguiente indicador es considerado: Exposición anual a partículas finas 2.5 (PM2.5), ponderada por población, en microgramos por metro cúbico – indicador base. Este indicador proviene de la base de datos de Estadísticas de Medio ambiente de la OCDE (OECD, 2018b), no de la DGEyC; y cubre toda la provincia de Córdoba. Cabe señalar que la provincia de Córdoba, junto a universidades y técnicos, ha avanzado en elaborar “Estándares de Aire para la provincia de Córdoba”. Asimismo, se están realizando trabajos para medir la calidad del aire desde la provincia; no obstante, estos métodos aún se encuentran en una etapa de evaluación.
Se estima que, en la OCDE en 2017, 325 muertes por cada millón de habitantes se debieron al deterioro en la salud causado por exposición a partículas en el ambiente (i.e., partículas finas 2.5 o PM2.5) (OECD, 2018a). En Argentina, el número de muertes por cada millón de habitantes asciende a 337, lo cual representa alrededor de 15 000 muertes por año debido a enfermedades causadas por este tipo de contaminación del aire. Este número de muertes en Argentina se debe a una exposición de 14.2 microgramos por metro cubico de partículas PM2.5, por encima de los niveles sugeridos por la OMS – 10 microgramos por metro cúbico de exposición anual promedio (WHO, 2006). De manera similar, la provincia de Córdoba enfrenta niveles de exposición a PM2.5 de 15.2 μg/m3 – por encima del promedio en Argentina y de los niveles límites establecidos por la OMS (Figura 2.29) (para más detalles sobre la definición, ver Recuadro 2.6).
Recuadro 2.6. Medición de la calidad del Medio ambiente
Exposición anual a contaminación atmosférica (“Contaminación del aire”): Se refiere a la exposición promedio de toda la población a partículas finas que sean menores a 2.5 micrones de diámetro (PM2.5). Los principales componentes de las partículas PM2.5 son sulfato, nitrato, amoniaco, cloruro de sodio, carbono negro, polvo mineral y agua; estas partículas son potencialmente las más dañinas para la salud comparadas a otros contaminantes del aire. Los datos aquí mostrados se tomaron de la base de datos OECD Environment Statistics, y se calculan a partir de observaciones vía satélite reportadas en van Donkelaar et al. (2016). La exposición de la población a estas partículas se calcula tomando los estimados de la contaminación atmosférica (basados en datos satelitales, estaciones terrestres y un modelo de transporte de químicos en el aire) en un espacio determinado (e.g., 1 km2) y se multiplican (ponderan) por la población de ese mismo espacio (para más detalles sobre la metodología ver Mackie, Haščič y Cárdenas Rodríguez, 2016).
No obstante, aún dentro de la misma zona urbana, la exposición personal a la contaminación atmosférica varía en alto grado, según el sitio en el que se viva y trabaje, las ocupaciones, estilos de vida y conducta. Esto significa que la exposición promedio de la población a la contaminación atmosférica puede ocultar grandes variaciones y desigualdades. Los jóvenes, los ancianos y las personas ya enfermas son particularmente vulnerables a los efectos nocivos para la salud de la contaminación atmosférica (Brezzi y Sanchez-Serra, 2014).
El concepto “calidad del medio ambiente” es muy amplio, y un conjunto ideal de indicadores informaría sobre diversos medios ambientales (e.g., suelo, agua, aire), sobre el acceso de las personas a servicios y equipamientos ambientales, así como sobre el impacto de los riesgos ambientales en la salud humana. Desafortunadamente, los datos disponibles están dispersos y no son comparables entre países. La falta de información objetiva sobre la calidad del agua es una brecha importante, mientras que las medidas basadas en la percepción pueden presentar problemas de comparabilidad. Los datos sobre el acceso a espacios verdes constituyen otra omisión significativa que podría resolverse en el futuro con información obtenida vía satélite (OECD, 2015a).
Fuente: Mackie, A., I. Haščič y M. Cárdenas Rodríguez (2016), “Population Exposure to Fine Particles: Methodology and Results for OECD and G20 Countries”, https://doi.org/10.1787/5jlsqs8g1t9r-en; van Donkelaar, A. et al. (2016), “Global estimates of fine particulate matter using a combined geophysical-statistical method with information from satellites, models, and monitors”, http://pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/acs.est.5b05833; OECD (2015a), ¿Cómo va la vida? 2015: Medición del bienestar, https://doi.org/10.1787/9789264240735-es; Brezzi, M. y D. Sanchez-Serra (2014), “Breathing the Same Air? Measuring Air Pollution in Cities and Regions”, http://dx.doi.org/10.1787/5jxrb7rkxf21-en.
Para más detalles técnicos:
Shaddick, G. et al. (2016), “Data integration model for air quality: A hierarchical approach to the global estimation of exposures to ambient air pollution”, Journal of Royal Statistical Society, Series C (Applied Statistics), http://dx.doi.org/10.1111/rssc.12227; Shaddick, G. et al. (2018), “Data integration for the assessment of population exposure to ambient air pollution for global burden of disease assessment”, Environmental Science and Technology, http://dx.doi.org/10.1021/acs.est.8b02864.
De acuerdo con Figura 2.30, la exposición a la contaminación del aire por partículas PM2.5 en la provincia de Córdoba ha disminuido de manera estable en los últimos 22 años. De 1995 a 2017 la exposición a partículas PM2.5 ha caído en cerca de 20%, de 19.2 a 15.2 microgramos por metro cúbico (μg/m3) – un nivel todavía por encima de los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud, de 10 μg/m3. Este nivel se encuentra por ligeramente por arriba del promedio de la OCDE (de 13 μg/m3) y del promedio de Argentina (de 14.2 μg/m3), y es la mediana de las 23 provincias de Argentina y la Ciudad de Buenos Aires (posición 12 de 24) (Figura 2.31).
En un análisis al interior de la provincia de Córdoba, se observa que los 26 departamentos de Córdoba permanecen por arriba de los límites de exposición a partículas PM2.5 sugerido por la OMS – en particular los departamentos de Presidente Roque S. P. y Capital, los cuales presentan la mayor contaminación del aire por PM2.5 (cerca de los 16 μg/m3). Los departamentos de Marcos Juárez, Sobremonte, Minas y Pocho tienen los niveles más bajos de exposición a PM2.5, con niveles cercanos a los 13 μg/m3. En general, la Figura 2.32 muestra niveles más bajos de contaminación del aire en los departamentos del este y norte de la provincia, y niveles más altos de PM2.5 en los departamentos del sur y en Capital.
Compromiso cívico y Gobernanza
Para que una democracia funcione bien, es fundamental la participación y el compromiso de los ciudadanos en las distintas actividades que componen la vida pública. A través de la participación y el compromiso cívico, las personas pueden influenciar y determinar las decisiones de gobierno y las políticas públicas que impactan la vida y el bienestar tanto individual como colectivo. Uno de los indicadores más comunes de Compromiso cívico es el de participación electoral (porcentaje de votos con respecto a los registrados para votar). Teniendo en cuenta que existen importantes diferencias en las características institucionales de los sistemas de electorales de los países de acuerdo al tipo de elección, las medidas aquí mostradas se refieren a elecciones nacionales (parlamentarias o presidenciales), las cuales típicamente atraen a los mayores porcentajes de votantes en cada país. El voto es una de las formas tradicionales de participación ciudadana; no obstante, existen otras formas de compromiso cívico, si bien menos exploradas, que son importantes para que una sociedad democrática funcione adecuadamente. Una de estas formas, que la OCDE, de la mano del INEGI y ahora de la DGEyC, ha comenzado explorar es el voluntariado.
Para cubrir la dimensión de bienestar de Compromiso cívico y gobernanza en los aglomerados de Córdoba, los siguientes indicadores fueron seleccionados:
Número de personas que votó como porcentaje de la población registrada para votar (en la última elección Nacional) – indicador base, y
Porcentaje de personas (de 18 a 64 años de edad) que participó en una ONG, caridad, u otras actividades de voluntariado en los últimos 12 meses.
La participación electoral en Córdoba es de las más altas en la OCDE (Figura 2.33). Con casi 78% del padrón participando en la elección Nacional de 2015, los aglomerados de Córdoba se encuentran por encima del 75% (298 de 391) de las regiones de la OCDE y 9.5 puntos porcentuales por arriba del promedio de la OCDE.
El nivel de voluntariado en los aglomerados de Córdoba es bajo, la Figura 2.34 muestra que tan solo el 12% de las personas entre 18 y 64 años de edad ha participado en este tipo de actividades (e.g., beneficencia, ONG, sindicatos, cooperativa escolar, etc.) en los últimos 12 meses. Los aglomerados de Córdoba se posicionan por debajo de 19 países de la OCDE (de 28 países registrados). Este nivel de participación es inferior al promedio país de Chile (por casi 5 puntos porcentuales), pero superior al promedio país de México (por cerca de 6.5 puntos porcentuales). La Figura 2.35, revela que el nivel de voluntariado (de las personas de 18 años o más) en los aglomerados Cordobeses es superior al de 31 regiones de México (de 32), tan solo por debajo del Estado Mexicano de Colima.
La Tabla 2.10 muestra que las discrepancias en participación electoral entre aglomerados son prácticamente nulas. Este no es el caso para el indicador de voluntariado, donde Gran Córdoba presenta niveles de voluntariado de tan solo 10%, mientras que San Francisco y Villa María-Villa Nueva presentan niveles alrededor del 20% – por arriba del promedio de la OCDE y muy similar al promedio país de Bélgica, Finlandia y Australia. Finalmente, cuando se analizan las desigualdades en voluntariado por género, se observa que las mujeres tienden a participar más en estas actividades que los hombres; principalmente en Río Cuarto-Las Higueras, donde el voluntariado de las mujeres es de 24.5% – cerca de 9 puntos porcentuales superior al voluntariado de los hombres (Figura 2.36).
Tabla 2.10. Compromiso Cívico en los Aglomerados de Córdoba
Territorio |
Género |
Participación electoral (%) |
Voluntariado (%) |
---|---|---|---|
Gran Córdoba |
Total |
77.72 |
10.38 |
Mujeres |
. |
12 |
|
Hombres |
. |
8.77 |
|
Río Cuarto-Las Higueras |
Total |
78.67 |
19.81 |
Mujeres |
. |
24.57 |
|
Hombres |
. |
15.22 |
|
Villa María-Villa Nueva |
Total |
77.02 |
20.59 |
Mujeres |
. |
21.82 |
|
Hombres |
. |
19.42 |
|
San Francisco |
Total |
76.59 |
20.22 |
Mujeres |
. |
18.54 |
|
Hombres |
. |
21.19 |
|
Aglomerados de Córdoba |
Total |
77.72 |
12.29 |
Mujeres |
. |
13.93 |
|
Hombres |
. |
10.7 |
Fuente: DGEyC (2018), Encuesta de Bienestar, https://estadistica.cba.gov.ar.
Comunidad y Apoyo social
Las relaciones sociales positivas son una importante fuente de bienestar para el individuo. La soledad y la falta de integración en la comunidad tienden a generar un bajo nivel de bienestar subjetivo, de participación ciudadana y de cooperación en la sociedad; en casos extremos, esto se puede traducir en violencia y criminalidad. Las relaciones sociales saludables no solo previenen este aislamiento, sino que brindan herramientas y apoyo para el desarrollo de las personas (apoyo emocional y material en momentos de necesidad). Para medir esta dimensión la OCDE utiliza un indicador que consiste en el porcentaje de personas que responden poder contar con un amigo o familiar en caso de dificultades; no obstante, se requieren de mejores medidas para cubrir esta dimensión (Recuadro 2.7).
Para cubrir la dimensión de bienestar de Comunidad y apoyo social en lo aglomerados de Córdoba, el siguiente indicador ha sido calculado: porcentaje de personas que tienen al menos un amigo con quien contar en caso de necesidad (de 18 años o más) – indicador base.
Con alrededor de 97% de la población encuestada declarando contar con algún amigo o familiar en caso de dificultades, los aglomerados se sitúan en el top 5% de las regiones de la OCDE y en el primer lugar de las regiones Latinoamericanas en esta dimensión del bienestar. Tan solo 13 regiones de 9 países se sitúan por encima del desempeño de los aglomerados cordobeses en este indicador (Figura 2.37).
Recuadro 2.7. Medición de Comunidad y Apoyo social
El indicador de Red de apoyo social percibida se basa en la pregunta: “Si estuviera usted en dificultades, ¿tiene parientes o amigos con quienes puede contar para que lo ayuden cuando los necesite o no?” Los datos aquí mostrados reflejan el porcentaje de la muestra que respondió “sí”. La fuente de estos datos es la Encuesta Mundial Gallup (para más detalles ver Brezzi y Diaz Ramirez, 2016).
El apoyo social puede provenir de diversas fuentes (e.g., la pareja, un amigo, un miembro de la familia o un colega del trabajo) y asumir diferentes formas: apoyo emocional, apoyo práctico (e.g., acompañar o llevar a un familiar al médico), apoyo financiero y apoyo relacionado con la profesión o el trabajo, por nombrar solo algunos. La medida aquí presentada se centra en la ayuda en tiempos difíciles, pero no proporciona información sobre la calidad o naturaleza del apoyo brindado (OECD, 2015a).
Un conjunto de indicadores sobre relaciones sociales más completo describiría diversas relaciones tanto en términos calidad como de cantidad. Algunos de los enfoques más comunes para medir las relaciones sociales se basan en indicadores indirectos, como estadísticas de registro en asociaciones (e.g., clubes culturales o deportivos, y organizaciones religiosas o profesionales) o en el número de organizaciones voluntarias en un espacio específico. Sin embargo, estas medidas han sido objeto de críticas porque se limitan a la participación en redes formales y no capturan claramente las conexiones informales como las que las personas mantienen con amigos y parientes. Además, la pertenencia formal a asociaciones y su importancia para el bienestar de las personas pueden diferir con el tiempo y entre países, lo cual dificulta la comparabilidad internacional. Los diarios sobre uso de tiempo podrían resultar una fuente útil de información acerca del tiempo que se pasa con otras personas, en términos de cantidad y también de calidad (OECD, 2015a).
Varias encuestas oficiales recopilan información sobre redes de apoyo social y relaciones personales; por ejemplo, las encuestas sociales generales en Australia, Canadá y Nueva Zelanda. Sin embargo, la mayoría de las estadísticas oficiales sobre relaciones sociales no son comparables a nivel internacional (Scrivens y Smith, 2013).
Fuente: Brezzi, M. y M. Diaz Ramirez (2016), “Building subjective well-being indicators at the subnational level: A preliminary assessment in OECD regions”, https://doi.org/10.1787/5jm2hhcjftvh-en; OECD (2015a), ¿Cómo va la vida? 2015: Medición del bienestar, https://doi.org/10.1787/9789264240735-es; Scrivens, K. y C. Smith (2013), “Four Interpretations of Social Capital: An Agenda for Measurement”, http://dx.doi.org/10.1787/5jzbcx010wmt-en.
Los aglomerados de Córdoba no presentan diferencias significativas entre el nivel de apoyo social declarado por mujeres y el valor registrado para los hombres. Por otro lado, a pesar de que las tasas de apoyo social para hombres son bastante altas en todos los aglomerados de Córdoba (por arriba del 94%), existen algunas disparidades entre aglomerados. Mientras el 99% de la población masculina (de 18 años o más) en Río Cuarto-Las Higueras declara contar con alguien en caso de dificultades, en Villa María-Villa Nueva solo el 94% de los hombres declara contar con este tipo apoyo (Tabla 2.11).
Tabla 2.11. Apoyo social en los Aglomerados de Córdoba
Territorio |
Género |
Red de apoyo social (%) |
---|---|---|
Gran Córdoba |
Total |
96.89 |
Mujeres |
96.75 |
|
Hombres |
97.06 |
|
Río Cuarto-Las Higueras |
Total |
98.6 |
Mujeres |
98.49 |
|
Hombres |
98.72 |
|
Villa María-Villa Nueva |
Total |
95.59 |
Mujeres |
97.28 |
|
Hombres |
94.12 |
|
San Francisco |
Total |
96.9 |
Mujeres |
99.59 |
|
Hombres |
94.75 |
|
Aglomerados de Córdoba |
Total |
96.98 |
Mujeres |
97.04 |
|
Hombres |
96.92 |
Fuente: DGEyC (2018), Encuesta de Bienestar, https://estadistica.cba.gov.ar.
Satisfacción con la vida
El indicador de satisfacción con la vida es una medida de bienestar subjetivo que refleja cómo las personas evalúan, de manera global, el conjunto de aspectos y circunstancias que componen sus vidas. Así mismo, es importante que las personas puedan expresar cómo es que ellas perciben sus propias vidas; por lo anterior, la OCDE ha promovido un conjunto de medidas de bienestar subjetivo que incluyen, además del indicador de satisfacción con la vida, medidas sobres sentimientos y emociones de las personas, así como sobre el propósito y el valor que las personas dan a lo que hacen en la vida (ver Recuadro 2.8; OECD, 2013b; OECD, 2015a).
Recuadro 2.8. Medición de Bienestar Subjetivo
Satisfacción ante la vida: Se refiere a la calificación media en una escala de 11 puntos. Se basa en preguntas que a grandes rasgos siguen el formato recomendado en los lineamientos de la OCDE (OECD, 2013b): “En general, ¿cuán satisfecho está usted con la vida en su conjunto en estos días?” (o alguna traducción similar, para Córdoba se utilizó: “En una escala del 0 al 10… ¿Cuán satisfecho está con su vida en general?”), con respuestas del 0 (“nada satisfecho”) al 10 (“completamente satisfecho”). La fuente de estos datos para la OCDE es la Encuesta Mundial Gallup (para más detalles ver Brezzi y Diaz Ramirez, 2016).
Si bien en este capítulo se incluye únicamente el indicador de Satisfacción con la vida para medir el bienestar subjetivo, la OCDE promueve también el uso de otros indicadores para complementar esta dimensión:
Sensación de valía de la vida: Se refiere a la calificación media en una escala de 11 puntos, de 0 (nada valioso) a 10 (completamente valioso). Se basa en la pregunta: “En general, ¿hasta qué grado siente usted que lo que hace en la vida es valioso?” Este indicador, disponible para países europeos, se puede obtener del módulo especial sobre el bienestar de la EU-SILC (Estadísticas de Ingresos y Condiciones de Vida de la Unión Europea).
Equilibrio positivo de afecto: Se define como el porcentaje de la población que afirmó haber sentido más emociones positivas que negativas el día anterior. Se basa en las respuestas a seis preguntas formuladas como: “¿Experimentó usted los siguientes sentimientos durante una buena parte del día de ayer? …” Las respuestas son un sencillo sí o no. El afecto negativo se mide con experiencias de preocupación, enojo y tristeza; en tanto que el positivo, con experiencias de gozo, calma y risas o sonrisas frecuentes. Se considera que una persona tiene un equilibrio positivo de afecto si el número de respuestas afirmativas a las preguntas positivas es mayor que el número de respuestas afirmativas a las preguntas negativas. Los datos para obtener este indicador provienen de la Encuesta Mundial Gallup.
La publicación Guidelines on Measuring Subjective Well-Being de la OCDE (OECD, 2013b) presenta recomendaciones adecuadas a nivel internacional sobre la recopilación, informe y análisis de datos sobre bienestar subjetivo en los tres principales componentes de bienestar subjetivo (evaluaciones de vida, medidas eudaimónicas y afecto). En ella se analizan en detalle los aspectos metodológicos y el diseño de la encuesta, y se incluyen diversos módulos de preguntas prototipo que las agencias nacionales e internacionales pueden adoptar si desean medir el bienestar subjetivo en sus estudios.
Fuente: OECD (2015a), ¿Cómo va la vida? 2015: Medición del bienestar, https://doi.org/10.1787/9789264240735‑es; Brezzi, M. y M. Diaz Ramirez (2016), “Building subjective well‑being indicators at the subnational level: A preliminary assessment in OECD regions”, https://doi.org/10.1787/5jm2hhcjftvh‑en; OECD (2013b), OECD Guidelines on Measuring Subjective Well-being, https://doi.org/10.1787/9789264191655-en.
Para medir la dimensión de bienestar de Satisfacción con la vida en los aglomerados de Córdoba, la DGEyC ha calculado el siguiente indicador: Promedio reportado de satisfacción con la vida (población de 18 años o más) en una escala de 0 a 10 (donde 0 representa la peor vida posible y 10 la mejor vida posible) – indicador base.
El promedio de satisfacción con la vida en los aglomerados de Córdoba es de 7.5 (en una escala del 0 al 10, donde 10 es la mayor satisfacción), por encima del promedio de la OCDE (6.7), y mayor al reportado en 84% (324 de 385) de las regiones. Este nivel es muy similar al promedio observado en Canadá, Suiza y Países Bajos; comparado con países de América Latina, solo diez regiones de México y Aysén en Chile registran niveles superiores de satisfacción con la vida a los de los aglomerados cordobeses (Figura 2.38).
En la provincia de Córdoba la satisfacción con la vida no varía demasiado entre aglomerados. La satisfacción subjetiva con la vida es la más alta en Río Cuarto-Las Higueras y Villa María-Villa Nueva (7.8), y la más baja en Gran Córdoba (7.4). Finalmente, la Tabla 2.12 ilustra que no existen discrepancias significativas en términos de la satisfacción con la vida autorreportada por mujeres con respecto a los hombres.
Tabla 2.12. Satisfacción con la Vida en los Aglomerados de Córdoba
Territorio |
Género |
Satisfacción con la vida (0 a 10) |
---|---|---|
Gran Córdoba |
Total |
7.4 |
Mujeres |
7.35 |
|
Hombres |
7.45 |
|
Río Cuarto-Las Higueras |
Total |
7.8 |
Mujeres |
7.79 |
|
Hombres |
7.81 |
|
Villa María-Villa Nueva |
Total |
7.78 |
Mujeres |
7.76 |
|
Hombres |
7.8 |
|
San Francisco |
Total |
7.69 |
Mujeres |
7.63 |
|
Hombres |
7.74 |
|
Aglomerados de Córdoba |
Total |
7.48 |
Mujeres |
7.43 |
|
Hombres |
7.52 |
Fuente: DGEyC (2018), Encuesta de Bienestar, https://estadistica.cba.gov.ar.
Indicadores compuestos por Dimensión de Bienestar
Existe un amplio consenso sobre la importancia de medir el bienestar de manera multidimensional; no obstante, el uso de un gran número de indicadores por dimensión puede generar dificultades para interpretar y comunicar los resultados observados. En este sentido surge una necesidad por el uso de indicadores compuestos. La OCDE utiliza el método min-max para transformar los valores de los indicadores a una puntuación normalizada del 0 al 10 (donde 10 es el mejor resultado). Posteriormente, el puntaje normalizado de una dimensión de bienestar es calculado como el promedio simple de los valores normalizados de los indicadores pertenecientes a una misma dimensión de bienestar (Recuadro 2.1).
La Figura 2.39 muestra los resultados agregados por dimensión de bienestar de los aglomerados de Córdoba en comparación a 391 regiones TL2 de la OCDE. El Panel A se basa en los 13 indicadores clásicos de la OECD Regional well-being tool (www.oecdregionalwellbeing.org) – con la excepción de ingreso familiar disponible que fue remplazado por ingreso familiar bruto debido a la disponibilidad de datos, y la tasa de mortalidad estandarizada que fue substituida por la tasa de mortalidad infantil debido a la gran relevancia de ésta última en el contexto de Córdoba (ver Tabla 2.13).
Tabla 2.13. Indicadores utilizados para Clasificaciones
Dimensiones |
Indicadores |
Panel A |
Panel B |
---|---|---|---|
Ingresos |
Ingreso familiar* |
Sí |
Sí |
Tasa de exclusión por ingresos* |
Sí |
||
Índice Gini para ingresos* |
Sí |
||
Vivienda |
Habitaciones por persona* |
Sí |
Sí |
Empleo |
Tasa de empleo (ocupación)* |
Sí |
Sí |
Tasa de desempleo (desocupación)* |
Sí |
Sí |
|
Desempleo de largo plazo* |
Sí |
||
Tasa de desempleo de los jóvenes* |
Sí |
||
Brecha de género en tasa de empleo* |
Sí |
||
Brecha de género en tasa de desempleo* |
Sí |
||
Educación |
Logro educativo de la PEA* |
Sí |
Sí |
Salud |
Esperanza de vida* |
Sí |
Sí |
Tasa de mortalidad infantil* |
Sí |
Sí |
|
Brecha de género en esperanza de vida* |
Sí |
||
Medio ambiente |
Contaminación del aire * |
Sí |
Sí |
Seguridad personal |
Tasa de homicidios* |
Sí |
Sí |
Compromiso cívico y gobernanza |
Participación electoral* |
Sí |
Sí |
Acceso a servicios |
Hogares con acceso a internet* |
Sí |
Sí |
Comunidad y apoyo social |
Red de apoyo social* |
Sí |
Sí |
Satisfacción con la vida |
Satisfacción ante la vida* |
Sí |
Sí |
* Disponible para la mayoría de las regiones y países de la OCDE.
Nota: Indicadores base en negritas.
El Panel A (Figura 2.39) muestra que, utilizando los 13 indicadores base, los aglomerados de Córdoba tienen un muy buen desempeño en las dimensiones de Comunidad y apoyo Social, y Satisfacción con la vida – donde los aglomerados se sitúan en el top 20% de 391 regiones de la OCDE. Los resultados son altos también para Compromiso cívico; mientras que resultados promedio son registrados para Ingresos, Educación, Medio ambiente y Empleo. Los rankings para Acceso a servicios, Seguridad y Vivienda no son muy favorables para los aglomerados de Córdoba, donde se encuentran apenas por encima del 20% más bajo de las regiones de la OCDE. Finalmente, y debido principalmente a una esperanza de vida baja, los aglomerados de Córdoba se encuentran en el 20% más bajo de las regiones de la OCDE en la dimensión de Salud.
Como es de esperarse, los puntajes y rankings que se registran para cada dimensión de bienestar son sensibles a los indicadores que se utilizan para el ejercicio. Por lo anterior, es importante tener un conjunto de indicadores que capturen de la mejor forma posible lo que cada dimensión de bienestar intenta evaluar según el contexto de la región o ciudad donde el marco de bienestar es aplicado. Asimismo, el peso que se le asigna a un indicador sobre otro o aspectos como la distribución de un indicador entre los grupos de personas son elementos importantes a definir.
La Figura 2.39 Panel B incluye medidas de distribución para Ingresos (tasa de exclusión en ingresos y índice de Gini), así como brechas de género en Empleo, Desempleo y Esperanza de vida (también se incluye el desempleo de largo plazo y el desempleo de los jóvenes, ver Tabla 2.13). El Panel B muestra un cambio en la lectura del desempeño para las dimensiones de Ingresos y Empleo, no así para Salud. Cuando se incluyen medidas de distribución del ingreso, la dimensión de Ingresos para Córdoba pasa de ser el cuarto mejor desempeño por dimensión, a ser el segundo mejor resultado en términos de las 11 dimensiones analizadas. Esto se debe a la baja desigualdad de ingresos en los aglomerados de Córdoba, en relación a las regiones grandes de la OCDE. En contraste, al incluir las brechas en acceso al mercado laboral entre mujeres y hombres, el desempeño de Córdoba en la dimensión de Empleo cae tres lugares relativamente a las 11 dimensiones de bienestar, y pasa de la séptima a la décima posición.
Referencias
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Brezzi, M. y D. Sanchez-Serra (2014), “Breathing the Same Air? Measuring Air Pollution in Cities and Regions”, OECD Regional Development Working Papers, No. 2014/11, OECD Publishing, Paris, http://dx.doi.org/10.1787/5jxrb7rkxf21-en.
Brezzi, M., L. Dijkstra y V. Ruiz (2011), “OECD Extended Regional Typology: The Economic Performance of Remote Rural Regions”, OECD Regional Development Working Papers, No. 2011/06, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/5kg6z83tw7f4-en.
DGEyC (2018), Encuesta de Bienestar, https://estadistica.cba.gov.ar.
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Notas
← 1. Aunque prácticamente todos los hogares en los aglomerados de Córdoba cuentan con un baño (99.9%), no todos estos baños son de interior, o de uso exclusivo del hogar, o con desagüe a cloacas o pozo ciego con cámara séptica.
← 2. En las bases de datos de la OCDE este indicador también se conoce como Tasa de pobreza relativa, pero para evitar confusiones respecto a los indicadores de Pobreza absoluta que produce tanto el INDEC como la DGEyC, se decidió que en este reporte este indicador sea denominado como “Tasa de exclusión por ingresos”.