Las Directrices Internacionales sobre IVA presentan un conjunto de estándares aceptados internacionalmente y de recomendaciones de medidas destinadas a asegurar una adecuada coordinación en la aplicación de los sistemas nacionales de IVA dentro del contexto del comercio internacional. Se centran principalmente en el comercio de servicios e intangibles. En particular, comprenden los principios y mecanismos recomendados para hacer frente a los desafíos para la recaudación de IVA sobre el comercio transfronterizo de productos digitales que han sido identificados en el contexto del proyecto sobre Erosión de la Base Imponible y Traslado de Beneficios (BEPS, por sus siglas en inglés) de la OCDE y el G20. Estas Directrices fueron adoptadas como Recomendación por el Consejo de la OCDE en septiembre de 2016.