Colombia está expuesta a importantes riesgos de desastre. Su topografía y clima la hacen propensa a peligros geológicos, como terremotos y deslizamientos, así como a riesgos hidrometereológicos significativos, incluyendo inundaciones y sequías. La gran mayoría de su población es susceptible a uno o más peligros naturales.
Varios factores socioeconómicos contribuyen a la creciente complejidad de los riesgos de desastre. Primero, el desplazamiento forzoso causado por décadas de conflicto armado y el reciente influjo de migrantes desde la frontera con la República Bolivariana de Venezuela han contribuido a la tendencia de urbanización acelerada. La presión de expandir áreas urbanas para acomodar más ciudadanos ha forzado a que se construya en áreas no aptas para ese fin. Especialmente para las poblaciones vulnerables por pobreza, quienes terminan residiendo en viviendas informales expuestas al peligro. Segundo, los cambios climáticos a largo plazo en Colombia y la variabilidad del clima a corto plazo se suman a la incertidumbre de desastres en el futuro. Finalmente, la creciente exploración de recursos de petróleo y gas de forma no convencional y la significativa expansión de plantas hidroeléctricas podría aumentar la lista de riesgos naturales/tecnológicos.
Con la Ley 1523/2012, Colombia inició un ambicioso proceso de reforma para establecer un marco efectivo para la gobernanza del riesgo de desastre, que logre incluir la resiliencia dentro de la agenda política nacional. Esta Evaluación de Gobernanza de Riesgo de la OCDE mide el progreso de la implementación de la Ley 1523/2012 y provee recomendaciones para fortalecer los esfuerzos de Colombia hacia el futuro.