La situación de emergencia sanitaria global generada por el virus COVID-19, así como sus consecuencias económicas y sociales, han provocado disrupciones en casi todos los aspectos de la vida de todos los grupos sociales. Sin embargo, cada parte de la población se ha enfrentado a los efectos de esta de manera diferente dependiendo del grupo de edad al cual pertenece.
Para los jóvenes, y en particular aquellos más vulnerables, la crisis provocada por el COVID-19 presenta riesgos considerables en las áreas de educación, empleo, salud mental e ingresos disponibles. Además, mientras que los jóvenes y generaciones venideras asumirán la mayoría de las consecuencias económicas y sociales de la crisis a largo plazo, su bienestar podría verse afectado por consideraciones de orden económico o de equidad a corto plazo.
A fin de evitar exacerbar las desigualdades entre generaciones, y para involucrar a los jóvenes en generar más resiliencia social, los gobiernos deberán anticipar el impacto que las medidas de mitigación y recuperación de la crisis tendrán sobre los diferentes grupos de edad, a través de la aplicación de mecanismos de gobernanza eficaces.
Basado en los hallazgos de una encuesta realizada a 90 organizaciones juveniles en 48 países, este documento describe un número de iniciativas concretas que los gobiernos puedan emplear para conceptualizar políticas de recuperación inclusivas y equitativas que sean justas para todos..