Los países difieren en la manera que utilizan las calificaciones de los alumnos, pero tienden a recompensar el dominio de las habilidades y las actitudes que promueven el aprendizaje. Los profesores tienden a calificar con mejores notas a las chicas y a los estudiantes que se encuentran en una condición socioeconómica más favorecida a pesar de que no se hayan desempeñado mejor o tengan mejores actitudes que los chicos y estudiantes en una posición socioeconómica más desfavorecida. Aparentemente, las calificaciones no sólo miden el progreso de los estudiantes en la escuela, sino que indican las habilidades, comportamientos, hábitos y actitudes que son evaluados en la escuela.