En este capítulo se describe la reciente evolución del mercado y se destacan las proyecciones a mediano plazo para los mercados mundiales de productos lácteos durante el periodo 2021-2030. Se examina la evolución de los precios, la producción, el consumo y el comercio de la leche, los productos lácteos frescos, la mantequilla, el queso, la leche descremada en polvo y la leche entera en polvo. El capítulo concluye con un análisis de los riesgos e incertidumbres importantes que podrían afectar a los mercados mundiales de productos lácteos durante las próximas 10 campañas comerciales.
OCDE‑FAO Perspectivas Agrícolas 2021‑2030
7. Lácteos y sus productos
Resumen
7.1. Aspectos relevantes de la proyección
El sector de los lácteos ha demostrado ser notablemente resiliente durante la pandemia de COVID-19. El carácter perecedero de la leche líquida fresca y de los productos lácteos frescos los hizo particularmente vulnerables a las interrupciones en la cadena de suministro; no obstante, desde una perspectiva mundial, el sector no resultó tan significativamente impactado como otros. Los efectos de la pandemia variaron de una región a otra y las repercusiones negativas oscilaron entre la escasez de contenedores para embarques y la eliminación de productos excedentes. Al mismo tiempo, otros países hicieron ajustes rápidos y exitosos a sus sistemas de producción y sus asuntos laborales, con lo que las perturbaciones en su entorno comercial habitual fueron mínimas. Muchos países adoptaron medidas de confinamiento que afectaron al consumo fuera del hogar, que a menudo incluye un gran porcentaje de productos lácteos; el consumo en el hogar (es decir, las ventas al menudeo) compensó en parte estas pérdidas. En general, los rápidos ajustes a la producción y al envasado evitaron situaciones de gran escasez o excedentes a nivel mundial.
El mayor efecto de la pandemia se relacionó con el precio de la mantequilla, en comparación con otros productos lácteos, debido a la pérdida de la demanda de grasa láctea por parte del sector de la hostelería. Se prevé que el precio mundial de la mantequilla permanecerá en los niveles posteriores a la pandemia, pero será considerablemente más alto que el precio de la leche descremada en polvo (LDP), como ha sucedido desde 2015, motivado por la demanda creciente de grasa láctea en comparación con otros sólidos de leche y a la intervención de la Unión Europea en la LDP (desde las primeras compras en 2015 hasta la eliminación final en 2019). Aunque se supone que la brecha entre el precio de la mantequilla y el de la LDP seguirá siendo marcada durante esta década, se espera que durante el periodo de proyección se reduzca. La demanda de LDP, en particular en los países en desarrollo, superará a la demanda de grasa láctea en el mercado internacional y disminuirá la brecha de precios entre los dos productos básicos.
Se prevé que la producción mundial de leche (alrededor de 81% de vaca, 15% de búfala y 4% de cabra, oveja y camella combinadas) crecerá 1.7% anual durante el periodo de proyección (a 1 020 millones de toneladas [Mt] en 2030, un ritmo más rápido que el de la mayoría del resto de principales productos agrícolas básicos). El crecimiento previsto del número de animales productores de leche (1.1% anual) es más alto que el crecimiento promedio previsto del rendimiento (0.7%), ya que se espera que los rebaños crezcan más rápido en los países con rendimientos más bajos y con rebaños compuestos por animales con menor rendimiento (es decir, cabras y ovejas). Se prevé que India y la República Islámica del Pakistán (en adelante, Pakistán), importantes productores de leche, aportarán más de la mitad del crecimiento de la producción mundial de leche durante los próximos 10 años y representarán más de 30% de la producción de leche en 2030. Se espera que la producción del segundo mayor productor de leche a nivel mundial, la Unión Europea, crezca más lentamente que el promedio mundial, debido a sus políticas públicas sobre una producción sostenible y al desacelerado crecimiento de su demanda interna.
La mayor parte de la producción de lácteos se consume en productos lácteos frescos,1 que no están procesados o lo están ligeramente (es decir, pasteurizados o fermentados). Se espera que la proporción de productos lácteos frescos en el consumo mundial aumente durante esta década debido al fuerte crecimiento de la demanda en India, Pakistán y África, impulsado por incrementos en los ingresos y la población. Se prevé que en los países desarrollados, el consumo per cápita crecerá modestamente, de 23.6 kg en 2018-2020 a 25.2 kg (sólidos de leche) en 2030, en comparación con el incremento de 10.7 kg a 12.6 kg en los países en desarrollo. Las preferencias de consumo en los países desarrollados se inclinan a los productos procesados, en tanto que en los países en desarrollo los productos lácteos frescos comprenden más de 75% del consumo promedio per cápita de productos lácteos en sólidos de leche (Figura 7.1). La desigualdad regional es importante en los países en desarrollo, donde la participación de los productos lácteos frescos en el consumo per cápita puede variar entre 99% en Etiopía y 5.8% en Filipinas.
El consumo de productos lácteos procesados oscila considerablemente de una región a otra. El segundo producto lácteo más importante consumido en términos de sólidos de leche (después de los productos lácteos frescos) es el queso. El queso se consume primordialmente en Europa y América del Norte, y las cantidades van en aumento en ambas regiones. En Asia, la mantequilla es el producto lácteo procesado más consumido y representa casi la mitad de todo el consumo de productos lácteos procesados en términos de sólidos de leche. La mantequilla también tiene el mayor crecimiento del consumo estimado, aunque a partir de una base baja en relación con Europa y América del Norte. En África, el queso y la leche entera en polvo (LEP) representan la mayor parte del consumo de productos lácteos procesados en sólidos de leche. No obstante, durante los próximos 10 años, se espera que la LDP registre el mayor crecimiento, aunque, de nuevo, a partir de una base de consumo baja.
La leche se comercializa internacionalmente sobre todo en forma de productos lácteos procesados. Se espera que la República Popular China (en adelante, China) se mantenga como el principal importador de productos de leche, pese al ligero incremento de su producción interna en relación con la década anterior. Japón, el Sudeste asiático, la Federación de Rusia (en adelante, Rusia), México, el Cercano Oriente y África del Norte seguirán siendo otros importantes importadores netos de productos lácteos. En comparación con el resto del mundo, el consumo per cápita de productos lácteos es bajo en Asia, sobre todo en el Sudeste asiático. Sin embargo, se espera que el crecimiento económico y demográfico, así como el cambio hacia alimentos y productos ganaderos de mayor valor, sigan impulsando el aumento previsto en la demanda de importación de productos lácteos en muchos países asiáticos. Los acuerdos comerciales internacionales (por ejemplo, el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico [TIPAT], el Acuerdo Económico y Comercial Global entre la Unión Europea y Canadá [CETA] y el acuerdo comercial preferencial entre Japón y la Unión Europea) establecen medidas específicas para los productos lácteos (por ejemplo, contingentes arancelarios) que crean oportunidades para un mayor crecimiento del comercio.
Los flujos comerciales de los productos lácteos podrían sufrir grandes alteraciones por los cambios realizados en el entorno de política comercial. Por ejemplo, entre la Unión Europea y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (en adelante, Reino Unido) se comercializan grandes cantidades de queso y otros productos lácteos. El comercio entre las dos regiones podría resultar afectado por la nueva relación, con retrasos en el transporte y cambios en las regulaciones que ya están aumentado las fricciones comerciales. Se espera que el Tratado entre México, Estados Unidos de América (en adelante, Estados Unidos) y Canadá (T-MEC o USMCA) influya en los flujos comerciales de lácteos en América del Norte, con un acceso creciente por parte de Estados Unidos a los mercados de productos lácteos de Canadá y México. Si bien en la actualidad representan una participación relativamente pequeña del comercio, algunos países sudamericanos, como Argentina y Chile, podrían convertirse en competidores en el mercado mundial de productos lácteos, con la LEP y la LDP, respectivamente. Hasta la fecha, los grandes países consumidores de leche, India y Pakistán, son en gran medida autosuficientes y no se han integrado en el mercado internacional. Una mayor participación en el comercio por parte de estos dos países podría ejercer un efecto importante sobre los mercados mundiales.
Las políticas de producción sostenible o los intereses manifiestos del consumidor alterarían las proyecciones para el sector de lácteos. En algunos países, la producción de lácteos representa un porcentaje considerable de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI), lo cual da pie a debates sobre la forma en que los ajustes de la producción de lácteos podrían contribuir a reducir dichas emisiones. Se están considerando ajustes técnicos, con diferentes implicaciones para el equilibrio de los productos básicos. En regiones con alta densidad de pastoreo, la escorrentía de nitrógeno y fosfato puede crear problemas ambientales si no se gestiona adecuadamente. Las regulaciones planificadas o aplicadas para abordar el tema de la contaminación podrían afectar notablemente a la producción de lácteos, en especial en Países Bajos, Dinamarca y Alemania. Por otra parte, estas presiones podrían generar soluciones innovadoras que mejoren la competitividad a largo plazo.
Se espera que el interés del consumidor en la dieta vegana y la preocupación acerca de los efectos de la producción de lácteos en el medio ambiente continúen impulsando el consumo de sustitutos de origen vegetal de los productos lácteos en el mercado de líquidos. Las ofertas de productos de origen vegetal siguen diversificándose año tras año y se expanden más allá de los sustitutos tradicionales como bebidas de soya, almendra y coco. Los nuevos productos ofrecidos demuestran ser populares entre los consumidores e incluyen bebidas basadas en avena, arroz y cáñamo. También ha adquirido popularidad una serie de bebidas basadas en frutos secos (anacardo, avellana, macadamia), aunque aún no se ha probado que sean más sostenibles en términos ambientales, específicamente en lo que respecta al uso del agua. Se espera un fuerte crecimiento en el Sudeste asiático, Europa y América del Norte, aunque a partir de volúmenes bajos. Es probable que siga aumentando el número de productos ofrecidos, a medida que los consumidores de estas regiones busquen alternativas a los productos lácteos que sean sin lactosa, veganas o sostenibles.
7.2. Evolución reciente del mercado
El efecto de la pandemia de COVID-19 sobre el sector de los lácteos fue relativamente moderado, en contraste con la preocupación inicial de que se trataba de un sector particularmente vulnerable. El mayor efecto de la pandemia se observó en los precios mundiales de la mantequilla, en comparación con otros precios de productos lácteos, debido a la pérdida de demanda de grasa láctea por parte del sector de la hostelería. Los precios de la mantequilla cayeron más drásticamente en 2020, en comparación con los precios de la LEP, que disminuyeron con un margen más pequeño, y con los precios de la LDP y el queso, que se incrementaron. Las exportaciones e importaciones mundiales crecieron con constancia en años anteriores, pero en 2020 el crecimiento se mantuvo estable. La desaceleración en el transporte, las perturbaciones en la cadena de valor y la menor demanda contribuyeron al cambio en el crecimiento de las exportaciones e importaciones. Sin embargo, en general, el sector se adaptó con rapidez y mitigó muchos de los drásticos efectos iniciales de los primeros meses de la pandemia.
La producción mundial de leche aumentó 1.4% en 2020 y totalizó cerca de 861 Mt. En India, el mayor productor de leche del mundo, la producción se incrementó 2.1%, sumando 195 Mt. No obstante, India tiene poco efecto en el mercado mundial de lácteos, ya que solo comercializa cantidades marginales de leche y productos lácteos. La producción india casi no fue afectada por la pandemia y los excedentes de leche se procesaron en leche en polvo.
Los tres principales exportadores de productos lácteos son Nueva Zelandia, la Unión Europea y Estados Unidos. En 2020, la producción de leche se incrementó en la Unión Europea y Estados Unidos, respectivamente, en tanto que en Nueva Zelandia disminuyó ligeramente por la sequía surgida al final de la temporada. Ya que el consumo interno de productos lácteos en estos tres países es estable, la disponibilidad de productos lácteos frescos y productos procesados para exportación no sufrió afectaciones significativas. En China, el mayor importador de productos lácteos del mundo, la producción de leche se incrementó 6.6% y las importaciones de lácteos se mantuvieron fuertes en 2020.
7.3. Precios
El término precios internacionales de los productos lácteos se refiere a los precios de los productos procesados de los principales exportadores de Oceanía y Europa. No incluye leche sin procesar, ya que por lo general esta no se comercializa. Los dos principales precios de referencia para los productos lácteos son la mantequilla y la LDP; la mantequilla es la referencia para la grasa láctea y la LDP para otros sólidos de leche. En conjunto, la grasa láctea y otros sólidos de leche representan cerca de 13% del peso de la leche y el resto es agua.
La fuerte volatilidad de los precios internacionales de los productos lácteos se deriva de su pequeña participación comercial (alrededor de 7% de la producción mundial de leche), el predominio de unos cuantos exportadores e importadores y un entorno restrictivo de políticas comerciales. La mayoría de los mercados nacionales están poco conectados con esos precios, ya que los productos lácteos frescos dominan el consumo, y solo una pequeña parte de la leche se procesa en comparación con la que se fermenta o pasteuriza.
Desde 2015, el precio de la mantequilla aumentó mucho más que el de la LDP. La demanda creciente de grasa láctea, junto con la intervención de la LDP por parte de la Unión Europea (de las primeras compras en 2015 a la eliminación final en 2019), hicieron surgir una brecha de precios emergente entre los dos productos. En tanto que el precio de la mantequilla seguirá sustentado por una demanda creciente de grasa láctea en comparación con otros sólidos de leche en el mercado internacional, la demanda mundial de LDP superará a la de grasa láctea, lo cual reducirá la brecha de precios entre los dos productos durante el periodo de proyección (Figura 7.2).
Después de la eliminación completa de las existencias de intervención en la Unión Europea, los precios de la LDP se recuperaron en 2019, sin verse muy afectados por la pandemia en 2020, y permanecerán estables en términos reales a lo largo del periodo de proyección. Los precios anuales de la mantequilla alcanzaron un punto máximo en 2017, motivados por los cambios en las preferencias en la dieta, que provocaron un incremento de la demanda, pero desde entonces han estado a la baja. Se espera que los precios de la mantequilla sigan bajando con moderación en términos reales después de recuperarse ligeramente de la pronunciada bajada sufrida en 2020. Se espera que los precios mundiales de la LEP y del queso resulten afectados por la evolución de los precios de la mantequilla y la LDP, de acuerdo con el contenido respectivo de sólidos grasos y no grasos.
7.4. Producción
Se prevé que la producción mundial de leche aumentará 1.7% anual (a 1 020 Mt para 2030) durante esta década, con mayor rapidez que la mayoría de los demás productos básicos agrícolas principales. Si bien el crecimiento mundial promedio de los rebaños (1.1% anual) es mayor que el crecimiento mundial promedio del rendimiento (0.7% anual), los cambios en los promedios se deben a que los rebaños crecen a un ritmo más acelerado en los países con rendimientos relativamente bajos y con rebaños compuestos de animales con menor rendimiento. En casi todas las regiones del mundo, se espera que el crecimiento del rendimiento contribuya más a los incrementos de la producción que el crecimiento de los rebaños (Figura 7.3). Algunos factores que impulsan el aumento del rendimiento son la optimización de los sistemas de producción de leche, la mejora en la salud de los animales, la mejora en la eficiencia de reproducción y las mejoras genéticas.
Se espera que India y Pakistán aporten más de la mitad del crecimiento de la producción mundial de leche durante los siguientes 10 años, y también se espera que representen más de 30% de la producción mundial de leche en 2030. La producción provendrá, sobre todo, de pequeños rebaños de vacas o búfalas. Se prevé que los rendimientos mantendrán su ritmo rápido y aportarán más al crecimiento de la producción. No obstante, el incremento en los tamaños de los rebaños y el crecimiento limitado de la superficie de pastos requieren una intensificación en el uso de esta. En ambos países, casi toda la producción se consumirá internamente, ya que pocos productos lácteos frescos y procesados se comercializan a nivel internacional.
Se prevé que la producción de la Unión Europea aumentará con mayor lentitud que el promedio mundial. Se prevé que los rebaños lecheros disminuirán (−0.5% anual), pero que los rendimientos de la leche crecerán 1% anual durante el periodo de proyección. La producción de la Unión Europea tiene su origen en una combinación de sistemas productivos basados en pastos y en forraje. Además, se espera que una proporción creciente de la leche producida sea orgánica o provenga de otros sistemas de producción no convencionales. En la actualidad, más de 10% de las vacas lecheras se encuentran en sistemas orgánicos ubicados en Austria, Suecia, Letonia, Grecia y Dinamarca, pero no se limitan a estos. En países como Alemania y Francia también se ha observado un incremento en la producción orgánica de lácteos. Estas granjas orgánicas tienen rendimientos casi una cuarta parte más bajos que las granjas de producción convencional, así como altos costos de producción, pero constituyen más de 3% de la producción de leche de la Unión Europea, lo cual señala una prima de precio considerable para la leche proveniente de Europa. En términos generales, se espera que la demanda interna (de queso, mantequilla, crema y otros productos) crezca ligeramente y que la mayor parte de la producción adicional se destine a la exportación.
América del Norte tiene uno de los más altos rendimientos promedio por vaca, ya que la proporción de la producción basada en pasto es baja y el uso de forraje se concentra en mayores rendimientos de rebaños lecheros especializados (Figura 7.4). Se espera que los rebaños de vacas lecheras de Estados Unidos y Canadá permanezcan casi sin cambios y se calcula que el crecimiento de la producción provenga de mayores incrementos en los rendimientos. Dado que se prevé que la demanda interna de grasas lácteas seguirá siendo más fuerte, Estados Unidos exportará principalmente LDP, en tanto que las exportaciones canadienses de LDP dependerán del límite establecido en el T-MEC. Estados Unidos también exportará una cantidad considerable de queso, suero de leche y lactosa.
Nueva Zelandia es el productor más orientado a la exportación, pero el crecimiento de la producción de leche ha sido muy moderado en los últimos años. Su producción se basa sobre todo en pastoreo y los rendimientos son considerablemente más bajos que los de América del Norte y Europa. No obstante, Nueva Zelandia es competitiva gracias a la eficiencia de la gestión del pasto. Los principales factores que limitan el crecimiento son la disponibilidad de la tierra y las crecientes restricciones ambientales. No se esperan cambios a una producción más basada en forraje.
En África se espera un fuerte crecimiento de la producción, más que nada motivado por el incremento de los rebaños. En términos generales, estos tendrán un bajo rendimiento y un considerable porcentaje de la producción de leche provendrá de cabras y ovejas. La mayoría de las vacas, cabras y ovejas pastan y son utilizadas para otros fines, por ejemplo, para la producción de carne, como medio de tracción y como ahorro. Se espera que el pastoreo adicional tenga lugar en la misma superficie de pastos, lo cual puede provocar un uso más intensivo que puede generar un pastoreo local excesivo. Se prevé que, durante el periodo de proyección, cerca de una tercera parte de la población ganadera del mundo se hallará en África y representará más de 5% de la producción mundial de leche.
Se prevé que menos de 40% de la leche se procesará para convertirla en productos como mantequilla, queso, LDP, LEP o suero en polvo. Se aprecia una considerable demanda directa de productos alimenticios de mantequilla y queso, sobre todo de este último, y en la actualidad dichos productos representan un gran porcentaje del consumo de sólidos lácteos en Europa y América del Norte. La LDP y la LEP son productos muy comercializados y en gran medida se producen solo para estos propósitos. Ambos se utilizan en el sector de procesamiento de alimentos, especialmente en productos de repostería y panadería, así como en fórmulas infantiles.
Se prevé que la producción de mantequilla se incrementará a una tasa similar relativa a la producción total de leche, de 1.9% anual, como reflejo de la fuerte demanda de mantequilla en los países desarrollados y en China. Se prevé que todos los demás productos lácteos crecerán a un ritmo más lento: 1.2% anual para la LDP y el queso, y 1.4% anual para la LEP. La menor tasa de crecimiento de la LEP se debe a la disminución del crecimiento de la demanda en China, Tailandia y Filipinas. La desaceleración de la tasa de crecimiento del queso se debe a la importancia de los mercados de alimentos de lento crecimiento de Europa y América del Norte.
7.5. Consumo
La mayor parte de la producción de lácteos se consume como productos lácteos frescos, que incluyen los pasteurizados y los fermentados. Se espera que durante esta década aumente la proporción de los productos lácteos frescos en el consumo mundial, motivado por el incremento de la demanda en India y Pakistán, que a su vez es impulsada por el aumento en los ingresos y el crecimiento demográfico. Se prevé que el consumo mundial per cápita de productos lácteos frescos se incrementará 1.2% anual durante la década, a un ritmo ligeramente más rápido que el de los últimos 10 años y se verá motivado por un mayor crecimiento del ingreso per cápita.
El nivel de consumo de leche en términos de sólidos lácteos per cápita será muy distinto entre países (Figura 7.1). El ingreso per cápita del país y el efecto de las preferencias regionales serán factores destacados que impulsarán esta variación en el consumo. Por ejemplo, se espera que la ingesta per cápita sea alta en India y Pakistán, pero baja en China. Se espera que la proporción de productos lácteos procesados (en especial el queso) en el consumo total de sólidos lácteos se relacione estrechamente con la evolución de los ingresos y con variaciones motivadas por las preferencias locales, las restricciones resultantes de la dieta y el nivel de urbanización.
En Europa y América del Norte, la demanda total per cápita de productos lácteos frescos se mantiene estable o a la baja, pero su composición cambió durante los últimos años hacia la grasa láctea, como la leche de consumo directo y la crema enteras. Estudios recientes que han presentado una visión más positiva sobre los beneficios para la salud del consumo de grasas lácteas podrían influir en los consumidores, a diferencia de los mensajes de las décadas de 1990 y de 2000. Además, este cambio podría deberse a la creciente preferencia del consumidor por alimentos menos procesados o más saludables, así como a un mayor interés potencial en la repostería casera.
El mayor porcentaje del consumo total de queso corresponderá a Europa y América del Norte, donde se espera que la ingesta per cápita se siga incrementando. El consumo de queso también aumentará en sitios en los que tradicionalmente no ha formado parte de la dieta nacional. En los países del Sudeste asiático, la urbanización y el aumento de los ingresos han motivado más comidas fuera del hogar, en particular comida rápida, como hamburguesas y pizzas. Vale la pena destacar que la pandemia no solo ha aumentado el uso de comestibles comprados a través de Internet y comida para llevar en estas regiones, sino que también ha centrado la atención de los consumidores en alimentos que consideran más saludables o más integrales. Los cambios mencionados en los hábitos de consumo de las personas beneficiaron al sector de los lácteos.
Si bien algunas regiones son autosuficientes, por ejemplo, India y Pakistán, se espera que el consumo total de lácteos en los países de África, el Sudeste asiático, el Cercano Oriente y África del Norte crezca con mayor rapidez que la producción, con el respectivo incremento en las importaciones. Dado que el comercio de la leche de consumo directo es más costoso, se espera que este crecimiento adicional de la demanda se cubra con leches en polvo, a las cuales se añade agua para el consumo final o procesamiento posterior.
El uso dominante de la LDP y la LEP seguirá proviniendo del sector de manufactura, en especial en productos de repostería y panadería, así como en las fórmulas infantiles. Un pequeño porcentaje de los productos lácteos, sobre todo la LDP y el suero en polvo, se utilizan como forraje. China importa ambos productos para forraje, pero el brote de peste porcina africana (PPA) redujo su demanda. Se espera que con la recuperación prevista (véase el Capítulo 6 sobre la carne) la demanda de LDP y suero en polvo para forraje crezca durante la próxima década.
7.6. Comercio
Alrededor de 7% de la producción mundial de leche se comercializa a nivel internacional. Ello se debe sobre todo a su carácter perecedero y a su alto contenido de agua (más de 85%). Notorias excepciones son las pequeñas cantidades de productos lácteos fermentados comercializados entre países vecinos productores de lácteos (por ejemplo, Canadá y Estados Unidos, Suiza y otros países de la Unión Europea), así como las importaciones de leche de consumo directo por parte de China. Las importaciones chinas de este producto provienen en su mayoría de la Unión Europea y de Nueva Zelandia, y se incrementaron considerablemente en los últimos años. El comercio de leche de consumo directo es viable principalmente por la capacidad que tienen los productos de leche y crema tratados a temperatura ultraelevada para ser transportados a largas distancias, pero también debido en algunos casos a las favorables tarifas de flete chinas. Las importaciones netas de productos lácteos frescos por parte de China durante el periodo base ascendieron a cerca de 0.9 Mt y se prevé que dicha cantidad aumentará 1.5% anual durante el periodo de proyección. La participación en el comercio de la LEP y la LDP en el comercio es alta: más de 50% de la producción mundial de leche, puesto que dichos lácteos suelen producirse solo como medio de almacenaje y comercio de la leche durante un periodo más prolongado o una distancia más larga.
Los tres principales exportadores de productos lácteos en el periodo base son la Unión Europea, Nueva Zelandia y Estados Unidos. Se prevé que, en conjunto, estos tres países representarán alrededor de 62% del queso, 70% de la LEP, 76% de la mantequilla y 83% delas exportaciones de LDP en 2030 (Figura 7.5). Australia, otro exportador, perdió participaciones de mercado, aunque sigue exportando una buena cantidad de queso y LDP. En el caso de la LEP, Argentina es también un importante exportador y se prevé que representará 5% de las exportaciones mundiales para 2030. Durante los últimos años, Bielorrusia se ha convertido en un importante exportador, al orientar sus exportaciones principalmente al mercado ruso, debido al embargo de este país a varios importantes exportadores de lácteos.
La Unión Europea seguirá siendo el principal exportador de queso del mundo, seguida por Estados Unidos y Nueva Zelandia. Se prevé que la participación de la Unión Europea en las exportaciones mundiales de queso será de alrededor de 46% para 2030, sustentadas por el incremento de las exportaciones de este producto a Canadá, en el marco del Acuerdo CETA, y a Japón, tras la ratificación en 2019 del acuerdo de comercio bilateral. Por otro lado, se prevé que el Reino Unido, Rusia, Japón, la Unión Europea y Arabia Saudita serán los cinco principales importadores de queso en 2030. Con frecuencia estos países son también exportadores de queso y se espera que el comercio internacional aumente el número de opciones de quesos disponibles para los consumidores.
Nueva Zelandia se mantiene como la fuente principal de mantequilla y de LEP en el mercado internacional y se prevé que hacia 2030 sus participaciones de mercado serán de cerca de 40% y 53%, respectivamente. China es el principal importador de LEP proveniente de Nueva Zelandia, pero se prevé que el comercio entre ambos países será considerablemente menos dinámico durante el periodo de proyección. El crecimiento de la producción interna de leche previsto en China limitará el aumento de las importaciones de LEP. Se espera que, durante el periodo de las perspectivas Nueva Zelandia se diversifique y expanda ligeramente su producción de queso.
Las importaciones se extienden con amplitud creciente en los diferentes países, y los destinos dominantes para todos los productos lácteos son los países desarrollados del Cercano Oriente y África del Norte (NENA), el Sudeste asiático y China (Figura 7.6). Se espera que China se mantenga como el principal importador de lácteos del mundo, particularmente de LEP. El consumo per cápita de productos lácteos en China es relativamente bajo, pero durante la década anterior hubo incrementos importantes en la demanda y se prevé que el crecimiento de esta continuará. La mayor parte sus importaciones de lácteos provienen de Oceanía, aunque en los últimos años la Unión Europea incrementó sus exportaciones de mantequilla y LDP a este país. Se espera que las importaciones por parte del Cercano Oriente y África del Norte provengan sobre todo de la Unión Europea, y que Estados Unidos y Oceanía se conviertan en los mayores proveedores de leches en polvo del Sudeste asiático. Los países desarrollados importaron una gran cantidad de queso y mantequilla (alrededor de 55% y 42%, respectivamente) de las importaciones mundiales en 2018-2020. Se espera que dichos porcentajes disminuyan ligeramente para 2030.
Aunque los efectos de la pandemia mengüen, en muchos países no pertenecientes a la OCDE su repercusión en el producto interno bruto (PIB) será duradera y el crecimiento de los ingresos per cápita será menor que el estimado antes de su aparición. Es probable que el impacto en los ingresos afecte de manera desproporcionada a los hogares más pobres y disminuya su consumo, en especial en Asia Central, Indonesia y los países menos adelantados de África. Puesto que la demanda de productos lácteos, en concreto los procesados como la mantequilla y el queso, está estrechamente relacionada con los aumentos de los ingresos, se estima que habrá una menor demanda de importaciones de mantequilla por parte de estos países.
7.7. Temas clave e incertidumbres
La pandemia de COVID-19 ha afectado a la vida cotidiana de todo el mundo. Si bien el sector de los lácteos se mantuvo relativamente estable tras su aparición, pueden suscitarse cambios estructurales que tendrán efectos a largo plazo. Las tasas de vacunación, conectadas con la reducción de las restricciones y la recuperación económica, varían en gran medida de una región a otra. Lo anterior afectará a los productos lácteos como el queso, que suelen consumirse fuera del hogar (por ejemplo, en hamburguesas y pizzas). Al mismo tiempo, podría darse un cambio hacia la cocina y la repostería caseras, así como una mayor concentración en alimentos que los consumidores perciben como integrales o saludables. La pandemia también disminuyó el nivel general promedio del PIB en muchos países, lo cual tiene implicaciones para el sector de los lácteos, ya que un consumo creciente de este tipo de productos está ligado al aumento de los ingresos per cápita en muchas regiones. Tampoco quedan claros los efectos de una recuperación mundial escalonada, ya que puede haber implicaciones más duraderas para las cadenas de suministro que abarcan diversas regiones.
La creación de acuerdos comerciales o los cambios en los ya existentes afectarían a la demanda y a los flujos comerciales de lácteos. Se espera que el T-MEC (o USMCA) influya en los flujos comerciales de productos lácteos en América del Norte, y que sus miembros obtengan mayor acceso a los mercados internos de estos productos. La nueva relación comercial entre el Reino Unido y la Unión Europea también se encuentra en su etapa inicial. Históricamente, entre las dos regiones se han comercializado grandes cantidades de queso y otros productos lácteos, pero las fricciones en esta materia han aumentado, a medida que los importadores y los exportadores exploran el nuevo y cambiante entorno comercial. El embargo de Rusia a varios productos lácteos de los principales países exportadores se levantó parcialmente en 2020 para fortalecer el suministro interno de lácteos durante la pandemia. El embargo se levantó temporalmente en los casos concretos del suero en polvo utilizado en fórmulas infantiles y los productos lácteos especializados.
Los flujos comerciales de lácteos podrían resultar considerablemente afectados por los cambios en el entorno comercial. Hasta la fecha, India y Pakistán, los grandes países consumidores de lácteos, no se han integrado en el mercado internacional de dichos productos, ya que se prevé que la producción nacional aumentará con rapidez para responder a la creciente demanda interna. Las futuras inversiones en la infraestructura de la cadena de refrigeración en estas regiones incrementarán su autosuficiencia en este sector. Países como Polonia, Ucrania y en especial Bielorrusia podrían también surgir como participantes en el mercado mundial, ya que tienen insumos agrícolas favorables (terrenos llanos, un clima ideal, costos competitivos de mano de obra y forraje) y están cerca de los mercados tradicionales de productos lácteos.
Los cambios en las políticas internas son aún inciertos. En el marco del T-MEC (o USMCA), Canadá limitó sus exportaciones de LDP, permitió un mayor acceso al mercado y eliminó su designación Clase 7, que en un principio estableció para cumplir con la Decisión de Nairobi de la Organización Mundial del Comercio sobre la eliminación de los subsidios a las exportaciones. Bajo ciertas circunstancias, sigue en pie la posibilidad de que la Unión Europea realice una compra de intervención de LDP y mantequilla a precios fijos, lo cual causó gran repercusión en el mercado en los últimos años.
El papel de los sustitutos de origen vegetal de los productos lácteos (por ejemplo, bebidas de soya, almendra, arroz y avena) en el sector de líquidos lácteos se incrementó en muchas regiones, por ejemplo en América del Norte, Europa y Asia Oriental. Los sustitutos disponibles siguieron expandiéndose más allá de las opciones tradicionales y se ramificaron en varios frutos secos, leguminosas y otros cultivos. Algunas de las causas son la intolerancia a la lactosa, el interés en la salud y la preocupación del consumidor por el impacto ambiental de la producción de lácteos. Las tasas de crecimiento de los sustitutos de origen vegetal de los productos lácteos son fuertes, aunque a partir de una base baja; sin embargo, hay visiones en conflicto respecto de su impacto ambiental y sus relativos beneficios para la salud. Los sustitutos populares, como las bebidas de almendra y de soya han sido cuestionados en materia de la sostenibilidad ambiental, a medida que más consumidores consideran otros problemas ambientales aparte de las emisiones de GEI, como el uso del agua y la deforestación. Las dietas flexivegetariana, vegetariana y vegana van en aumento, pero, dada la gama de preferencias de dichos consumidores, no queda claro el efecto en el consumo de productos lácteos. De igual manera, la intolerancia a la lactosa es un aspecto que preocupa a algunos consumidores, pero cada vez se cuenta con más productos lácteos sin lactosa para quienes no optan por sustitutos de origen vegetal. En general, los efectos a largo plazo de los sustitutos de origen vegetal sobre la demanda de productos lácteos son inciertos.
La legislación ambiental podría causar una fuerte repercusión en la evolución futura de la producción de lácteos. Las emisiones de GEI provenientes de las actividades relacionadas con su producción constituyen un alto porcentaje de las emisiones totales de algunos países (por ejemplo, Nueva Zelandia e Irlanda) y cualquier cambio en políticas relacionadas podría afectar a la producción de lácteos. La creciente tendencia hacia las prácticas sostenibles como el acceso al agua y la gestión de estiércol son áreas adicionales en las que los cambios en las políticas públicas podrían influir. No obstante, una legislación ambiental más estricta podría ayudar a buscar soluciones innovadoras que mejoren la competitividad del sector a largo plazo.
La producción mundial de leche podría limitarse debido a fenómenos climáticos imprevistos, en especial porque esto concierne a la producción de leche basada en pastoreo, que es el método predominante en el mundo. El cambio climático incrementa la probabilidad de que se produzcan periodos de sequía, inundaciones y amenazas de enfermedades, todo lo cual puede repercutir en el sector de los lácteos de varias formas (por ejemplo, volatilidad de los precios, rendimientos de la leche y ajustes del inventario de vacas).
Las enfermedades animales y su propagación podrían afectar la producción de leche. La mastitis es una de las enfermedades infecciosas más comunes en el ganado lechero en todo el mundo y en todos los tipos y tamaños de explotaciones agrícolas. Asimismo, es la más dañina desde un punto de vista económico y causa un gran impacto en el rendimiento de la leche y en su calidad. Los avances futuros en cuanto a concienciación, identificación y tratamiento de dicha enfermedad podrían generar incrementos importantes en la producción de leche mediante la disminución de las pérdidas. Con miras a controlar numerosas enfermedades, incluida la mastitis, suelen utilizarse tratamientos basados en antimicrobianos. Esto ha despertado preocupación respecto del uso excesivo de los antimicrobianos y el desarrollo de resistencia a los mismos, lo que podría reducir la eficacia de los tratamientos existentes y requerir que se elaboren nuevos. La evolución de este proceso será una incertidumbre para la esta década.
Nota
← 1. La denominación de productos lácteos frescos abarca todos los productos lácteos y tipos de leche no incluidos en los productos procesados (mantequilla, queso, leche descremada en polvo, leche entera en polvo, suero en polvo y, en algunos casos, caseína). Las cantidades se expresan en equivalentes de leche de vaca.