La competencia contribuye al crecimiento económico, la innovación y la productividad, impulsando la recuperación económica general, pero también puede contribuir a la igualdad de género. Al incorporar activamente las consideraciones de género en su trabajo diario, las autoridades de competencia tienen el potencial de mejorar la eficacia y el impacto de sus iniciativas, fomentando al mismo tiempo una economía más competitiva, resiliente e inclusiva.
Estas Herramientas exploran diez formas diferentes de aplicar una perspectiva de género a la política de competencia, mismas que son resumidas a continuación y se explican con más detalle en el Anexo A.