Este capítulo describe las tendencias de consumo de tabaco por parte de adultos y jóvenes en países de América Latina y el Caribe (ALC). También señala los efectos adversos del consumo de tabaco, como la carga que supone para la salud pública, los importantes gastos sanitarios que genera y la pérdida de productividad que conlleva. El capítulo analiza el estado actual de la implementación de las políticas de control del tabaco en la región y discute el rol de los impuestos al tabaco de aumentar los precios de los cigarrillos.
Tributación del tabaco en América Latina y el Caribe (versión abreviada)
1. Contexto actual
Copy link to 1. Contexto actualResumen
1.1. Consumo de tabaco en los países de ALC
Copy link to 1.1. Consumo de tabaco en los países de ALCEl consumo de tabaco sigue siendo significativo en los países de ALC, sobre todo entre los hombres (Gráfico 1.1). Actualmente, alrededor del 12% de la población de ALC consume tabaco, siendo la prevalencia entre los hombres tres veces superior a la de las mujeres. Entre la población masculina de esta región, las tasas de prevalencia del tabaquismo más elevadas se registran en Chile, donde casi uno de cada tres hombres consume tabaco (31%), seguido de Argentina (29%). En cambio, las tasas más bajas entre la población masculina se registran en Panamá (8%). La prevalencia del tabaquismo entre la población femenina refleja el patrón observado en la masculina, con Chile y Argentina presentando las tasas más elevadas. Sin embargo, los países en los que se registran las tasas más reducidas entre la población femenina son Barbados, Guatemala, Honduras, Belice, El Salvador y Panamá, donde la prevalencia del tabaquismo es inferior al 2%.
Los cigarrillos son el producto de tabaco más consumido en los países de ALC. En 2022, un promedio del 86% de los consumidores de tabaco de ALC fumaba cigarrillos (Gráfico 1.2). Esta tasa es inferior en República Dominicana, donde el consumo de cigarrillos representa el 65% del consumo de tabaco, lo que podría atribuirse a la popularidad de otros productos de tabaco como los cigarros puros o habanos y las pipas.
El número promedio de cigarrillos consumidos varía significativamente entre los países de ALC (Gráfico 1.3). Las cifras de ventas al por menor registradas en 2022 indican que el consumo de cigarrillos per cápita en los países con mayor consumo cuadruplica el de los países donde el consumo es menor. En los países con una prevalencia más elevada del tabaquismo, el promedio de cigarrillos consumidos por persona también es mayor (obsérvese que los datos solo muestran las ventas legales por número de fumadores, no obstante, es posible que los fumadores consuman cigarrillos legales e ilegales). Así, mientras que un fumador ocasional de 15 años o más en Bolivia fuma en promedio unos 1 300 cigarrillos anualmente, un fumador ocasional en Argentina, donde la prevalencia del consumo de tabaco es mayor, fuma en promedio 5 225 cigarrillos al año (es decir, más de 14 cigarrillos al día, todos los días del año).
Evidencias de los seis países de ALC en los que se ha realizado la Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos (GATS) muestran que la mayoría de los consumidores adultos de tabaco actuales son consumidores diarios (Gráfico 1.4). En Brasil y Uruguay, el 90% y el 85%, respectivamente, de los fumadores actuales afirman fumar a diario. En cambio, en México y Panamá se observa un patrón diferente, puesto que el número de fumadores ocasionales es ligeramente superior al de los que fuman a diario, lo que significa que si bien una porción significativa de los fumadores ocasionales fuma a diario en esos países, la mayoría lo hace más bien de manera más ocasional.
El nivel de dependencia a la nicotina varía en función del país. La dependencia a la nicotina se suele medir mediante dos indicadores: el número de cigarrillos consumidos al día y el tiempo transcurrido desde que el fumador se despierta hasta que consume el primer producto de tabaco. De los seis países de ALC para los que se dispone de información de la GATS sobre el promedio de cigarrillos consumidos al día por fumadores actuales diarios, México registró las cifras más bajas (un promedio de 8,3 cigarrillos por fumador diario actual) y Panamá y Uruguay las más elevadas (14,8 y 15,2, respectivamente) (Gráfico 1.5). En cuanto al otro indicador de dependencia a la nicotina, los fumadores diarios de tabaco en Brasil parecen ser los más dependientes (el 60% de los fumadores diarios consumen tabaco durante los 30 primeros minutos tras despertarse), seguidos de los de Costa Rica y Panamá. Los fumadores diarios de México y Argentina parecen ser menos dependientes al tabaco, pues en ambos países cerca del 57% de esos fumadores tarda en fumar al menos 60 minutos desde que se despierta.
La dependencia a la nicotina no presenta un patrón consistente según el sexo en los países de ALC. Las encuestas de Argentina y Panamá muestran una mayor dependencia a la nicotina entre hombres adultos en comparación con las mujeres, mientras que en Brasil y Costa Rica las mujeres presentan un nivel de dependencia más elevado (Gobierno de Argentina, 2013[4]), (Gobierno de Brasil, 2010[10]), (Gobierno de Costa Rica, 2017[11]), (Gobierno de México, 2023[7]), (Gobierno de Panamá, 2013[8]), (Gobierno de Uruguay, 2017[9]). Las encuestas de Uruguay y México no proporcionan evidencias concluyentes que exista un patrón de dependencia a la nicotina en función del sexo.
Existe una correlación entre la edad de los fumadores, las características familiares socioeconómicas y la dependencia a la nicotina. Es más probable que los fumadores diarios de 65 años o más fumen en los primeros 30 minutos desde que se despiertan (48% de esta población), en comparación con la población fumadora media (40% – media de todos los países calculada a partir de la GATS de cada país). Además, por lo general, de las encuestas se desprende que los fumadores diarios con unos ingresos familiares reducidos o un bajo nivel educativo suelen mostrar mayores niveles de dependencia a la nicotina. Sin embargo, México parece una excepción, puesto que, aunque sigue apreciándose una ligera distinción en función del nivel educativo, el patrón se está invirtiendo y el consumo de tabaco es menor entre las personas con ingresos más bajos que entre aquellas con ingresos más altos (Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU/ OMS, 2016[12]). En México, las personas que no han recibido una educación formal fuman un promedio de 8,3 cigarrillos al día y el 43,5% de ellas fuma en los primeros 30 minutos desde que se despierta. En cambio, los fumadores con estudios universitarios fuman un promedio de 7,7 cigarrillos al día y solo el 21% de ellos fuma en los primeros 30 minutos desde que se despierta (Gobierno de México, 2023[7]). En general, los resultados corroboran un estudio de 2016 que documenta una relación inversa entre ingresos y consumo de tabaco en los países de ALC (Bardach et al., 2016[13]).
La demanda de cigarrillos en los países de ALC es relativamente inelástica. Esto significa que la cantidad de cigarrillos consumida no varía significativamente cuando se produce un cambio en el precio. En la mayoría de los países de ALC, la elasticidad-precio de los cigarrillos se sitúa probablemente por debajo de -0,5, con una elasticidad a corto plazo de -0,31 y una elasticidad a largo plazo de -0,43 (Guindon, Paraje and Chaloupka, 2018[14]).1 Una elasticidad-precio de -0,31 significa que un incremento del 10% en el precio de los cigarrillos conllevaría una reducción del 3,1% en la cantidad de cigarrillos consumida.
1.2. Evolución del consumo de tabaco en la región de ALC
Copy link to 1.2. Evolución del consumo de tabaco en la región de ALCEl consumo de tabaco ha disminuido considerablemente durante las dos últimas décadas en la región de ALC. La prevalencia del tabaquismo entre las personas de 15 años o más de edad pasó de un 20% en 2005 a un 12% en 2022 (Gráfico 1.6). Durante este período, la reducción en la prevalencia de tabaquismo en los hombres fue del 34% y, para las mujeres, del 45%.
No obstante, las encuestas nacionales sugieren que no todos los países de ALC están registrando una reducción significativa en el consumo de tabaco. Pese a la tendencia regional a la baja en el consumo del tabaco durante los últimos 17 años, todavía quedan por lograr avances significativos en cada uno de los países, sobre todo considerando el reciente estancamiento en la disminución del consumo de tabaco entre 2020 y 2022, como se observa en el gráfico anterior. Un ejemplo de este fenómeno es Chile, donde la prevalencia total del consumo de tabaco descendió del 35,2% en 2018 al 32, 5% en 2020. Sin embargo, al mismo tiempo, no se redujo la prevalencia del consumo de tabaco entre usuarios diarios y tampoco la prevalencia de personas que alguna vez han probado el tabaco (Gobierno de Chile, 2021[15]). Por otra parte, se produjo un aumento estadísticamente significativo en la intensidad del tabaquismo, medida como el número de días durante el mes en los que se consuma tabaco (21 días en 2018 y 22 días en 2020) (Gobierno de Chile, 2021[15]).
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto negativo en la prevalencia del consumo de tabaco en varios países. La pandemia conllevó elevados niveles de estrés, malestar y aislamiento social, que posiblemente llevaron a un aumento de la prevalencia del consumo a nivel global (o una ralentización de la tendencia decreciente) (Sarich et al., 2022[16]). Esto provocó que la caída de las tasas de prevalencia fuera menor y que algunos países registraran un aumento en la prevalencia del consumo de tabaco entre ciertos estratos sociales (por ejemplo, la población con ingresos altos de México).
1.3. Consumo de tabaco entre los jóvenes
Copy link to 1.3. Consumo de tabaco entre los jóvenesExiste una variación significativa (de alrededor de 20 puntos porcentuales) en el porcentaje de jóvenes que consumen tabaco en los países de ALC (Gráfico 1.7). En la mitad de los países de ALC, la prevalencia del consumo de tabaco entre los jóvenes es mayor que entre la población adulta. Al mismo tiempo, la prevalencia del consumo de tabaco entre los jóvenes en la mayoría de los países de ALC sigue las mismas tendencias que la de los adultos, en la medida en que los países de ALC con índices bajos de consumo de tabaco entre los adultos también tienden a registrar niveles más bajos entre los jóvenes. Por ejemplo, al igual que sucede con la población adulta en la región de ALC, la prevalencia del consumo de tabaco en jóvenes de entre 13 y 15 años en muchos países de la región es inferior al 15%. Entre los países de ALC con una menor proporción de jóvenes consumidores de tabaco se incluyen El Salvador, Perú y Costa Rica. A la inversa, algunos países muestran una alta prevalencia del consumo de tabaco entre los jóvenes, similar a la de la población adulta. Los países de ALC con la mayor proporción de jóvenes consumidores de tabaco son Argentina y Chile, donde el 20% y el 25%, respectivamente, de los menores de entre 13 y 15 años son consumidores de tabaco.
La edad media de iniciación del tabaquismo no parece estar correlacionada con la prevalencia del consumo de tabaco entre los jóvenes de los países de ALC. Al mismo tiempo, aunque la edad de iniciación de los fumadores diarios oscila entre los 16 y los 18 años, el riesgo de empezar a fumar a diario comienza en la preadolescencia. Un informe del 2023 sobre tres países latinoamericanos (Argentina, Brasil y México) muestra una probabilidad de iniciación en torno a los 12 o 13 años, con un pico a los 17 (Franco-Churruarin and González-Rozada, 2023[17]). La edad media en la que se empieza a fumar a diario es de 18,2 años en México; 17,0 en Argentina; 17,0 en Brasil; 16,9 en Panamá; 16,3 en Uruguay y 16,1 en Costa Rica (Franco-Churruarin and González-Rozada, 2023[17]; Gobierno de Costa Rica, 2017[11]; Gobierno de México, 2023[7]; Gobierno de Panamá, 2013[8]; Gobierno de Uruguay, 2017[9]).
Los cigarrillos electrónicos destacan como el producto de nicotina más consumido por los jóvenes de ALC (Gráfico 1.8). En promedio, un 8% de jóvenes de entre 13 y 15 años actualmente consume nicotina mediante cigarrillos electrónicos2 en ALC. En Trinidad y Tobago se observa la mayor prevalencia del consumo de cigarrillos electrónicos durante los últimos 30 días (casi el 18% de los jóvenes usa cigarrillos electrónicos), seguido de Paraguay (12%) (Gráfico 1.8). Los cigarrillos tradicionales son la segunda forma más popular de consumo de nicotina entre los jóvenes: un 7,7% de la población de 13 a 15 años opta por esta forma de consumo de nicotina. Argentina, México y Haití registran las mayores tasas de prevalencia del consumo de cigarrillos entre los jóvenes de 13 a 15 años, que oscilan entre el 14% y el 18%. Por su parte, Antigua y Barbuda, República Dominicana y Paraguay presentan las tasas de prevalencia más bajas de consumo de cigarrillos entre los jóvenes (inferior al 3% en todos estos países). La prevalencia del consumo de tabaco sin humo es más reducida que la de los cigarrillos tradicionales y electrónicos, siendo Venezuela y Dominica los países con una mayor prevalencia del tabaco sin humo entre jóvenes, de alrededor del 8% (Gráfico 1.8).
1.4. Impacto negativo del consumo de tabaco
Copy link to 1.4. Impacto negativo del consumo de tabacoEl consumo de tabaco es la principal causa prevenible de muerte y discapacidad a nivel mundial, y conlleva elevados costos sanitarios y pérdidas de productividad. Los consumidores de tabaco corren el riesgo de sufrir diversos problemas de salud a lo largo de su vida y, en particular, de padecer enfermedades no transmisibles. Debido a que no hay un nivel seguro de consumo de tabaco (Gobierno de Estados Unidos, 2017[19]), el tabaquismo tiene efectos negativos tanto para los individuos como para la sociedad en su conjunto. Los costos atribuibles al tabaquismo son de diferentes tipos, en particular:
La carga sanitaria que representan las enfermedades cardiovasculares, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el cáncer, entre otros.
El gasto en salud para el tratamiento de enfermedades asociadas al consumo de tabaco y a la exposición al humo ajeno. Además, tratar la adicción a la nicotina genera costos adicionales.
La pérdida de productividad derivada de una menor participación laboral a causa de las enfermedades y muertes relacionadas con el consumo de tabaco, tanto para los propios consumidores de tabaco, como también para sus eventuales cuidadores.
1.4.1. Carga sanitaria del consumo de tabaco
Más de 350 000 personas mueren en la región de ALC cada año a causa del consumo de tabaco o de la exposición al humo ajeno (Cuadro 1.1). Las estimaciones sugieren que la exposición al humo ajeno causa más de 52 000 muertes al año, representando un 3% de los fallecimientos anuales de personas adultas en ALC. Si bien el número de muertes atribuibles al consumo de tabaco y a la exposición al humo ajeno varía significativamente entre países de la región debido al tamaño relativo de la población de cada país, algunos países registran un porcentaje de muertes por exposición al humo ajeno superior a otros. Por ejemplo, las tasas de Guatemala, Nicaragua y Chile exceden del 20%, lo que significa que el 20% de las muertes relacionadas con el consumo de tabaco en estos países se deben a la exposición al humo ajeno. En cambio, entre los países que presentan las tasas más bajas de muertes por exposición al humo ajeno (alrededor del 11%) se encuentran Barbados, República Dominicana y Uruguay. Las estimaciones también apuntan a que cerca de 70 millones de fumadores de la región están en riesgo de morir o sufrir enfermedades relacionadas con el tabaco (Astudillo, Cruces and Puig, 2022[20]).
Cuadro 1.1. Muertes atribuidas al consumo de tabaco
Copy link to Cuadro 1.1. Muertes atribuidas al consumo de tabaco2021
|
Número de muertes atribuidas al consumo de tabaco |
Número de muertes atribuidas a la exposición al humo ajeno |
Porcentaje de muertes relacionadas con el tabaco provocadas por la exposición al humo ajeno |
Muertes totales atribuidas al consumo de tabaco |
---|---|---|---|---|
Antigua y Barbuda |
31 |
6 |
16% |
37 |
Argentina |
30 745 |
5 313 |
15% |
36 058 |
Bahamas |
137 |
23 |
14% |
160 |
Barbados |
119 |
15 |
11% |
134 |
Belice |
106 |
18 |
14% |
124 |
Bermudas |
51 |
7 |
12% |
58 |
Bolivia |
3 090 |
614 |
17% |
3 703 |
Brasil |
134 182 |
20 638 |
13% |
154 820 |
Chile |
7 142 |
1 826 |
20% |
8 967 |
Colombia |
13 226 |
2 711 |
17% |
15 937 |
Costa Rica |
1 575 |
237 |
13% |
1 812 |
Cuba |
15 271 |
2 430 |
14% |
17 701 |
Dominica |
32 |
6 |
16% |
37 |
Ecuador |
3 605 |
628 |
15% |
4 234 |
El Salvador |
1 549 |
351 |
18% |
1 900 |
Granada |
39 |
8 |
16% |
47 |
Guatemala |
3 057 |
885 |
22% |
3 942 |
Guyana |
311 |
65 |
17% |
375 |
Haití |
2 934 |
691 |
19% |
3 624 |
Honduras |
4 139 |
913 |
18% |
5 052 |
Jamaica |
1 259 |
229 |
15% |
1 487 |
México |
39 509 |
8 020 |
17% |
47 529 |
Nicaragua |
1 280 |
341 |
21% |
1 621 |
Panamá |
991 |
161 |
14% |
1 151 |
Paraguay |
3 955 |
592 |
13% |
4 548 |
Perú |
6 800 |
1 127 |
14% |
7 927 |
República Dominicana |
6 362 |
765 |
11% |
7 127 |
Saint Kitts y Nevis |
19 |
4 |
17% |
23 |
Santa Lucía |
76 |
11 |
12% |
87 |
San Vicente y las Granadinas |
49 |
10 |
16% |
59 |
Suriname |
332 |
63 |
16% |
395 |
Trinidad y Tobago |
892 |
196 |
18% |
1 088 |
Uruguay |
3 801 |
479 |
11% |
4 280 |
Venezuela |
14 085 |
2 881 |
17% |
16 966 |
Total |
300 749 |
52 261 |
16% |
353 010 |
Fuente: Global Burden of Disease Collaborative Network. Global Burden of Disease Study 2021 (Instituto de Métricas y Evaluación Sanitarias, 2024[21]).
El consumo de tabaco plantea un reto importante para la salud en la región de ALC. Las diez causas más comunes de muerte por consumo de tabaco son las siguientes: cardiopatía isquémica; EPOC; cáncer de tráquea, de bronquios y pulmón; infarto; infección de las vías respiratorias bajas; diabetes; cáncer de laringe; aneurisma aórtico; cáncer de esófago, y cáncer de estómago (Gráfico 1.9). Estas enfermedades provocan el 88% de las muertes relacionadas con el tabaco de la región. En ALC, cerca de 70 000 consumidores de tabaco mueren cada año a causa de cardiopatías isquémicas (26% de las muertes anuales relacionadas con el tabaco) y, en menor medida, a causa de la EPOC (16%) y del cáncer de tráquea, bronquios o pulmón (14%).
La cardiopatía isquémica es la principal causa de muerte entre los consumidores de tabaco, mientras que el tabaquismo es el principal factor de riesgo de cáncer de pulmón y de otras enfermedades respiratorias, como la EPOC. En los países de ALC, más del 40% de los casos de cáncer de las vías respiratorias son atribuibles al consumo de tabaco (Gráfico 1.10), si bien esta cifra oscila desde el 21% en Haití hasta el 62% en Uruguay y Paraguay. Este patrón refleja la prevalencia del consumo de tabaco en cada país, recogida en el Gráfico 1.1; esto es, los países en los que la prevalencia del consumo de tabaco es menor también registran tasas más reducidas de cáncer de las vías respiratorias, y viceversa.
1.4.2. Impacto de las enfermedades relacionadas con el tabaco en el gasto en salud
El gasto en salud atribuible al tabaquismo se debe principalmente al tratamiento de enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco. El gasto en salud asociado al consumo de tabaco se deriva de los costos de hospitalización, atención médica, medicamentos y terapias de las personas que sufren enfermedades relacionadas con el tabaco. Además, el tratamiento de la adición a la nicotina supone costos adicionales, como los servicios de asesoramiento, los tratamientos de sustitución con nicotina y los productos farmacológicos, como los parches de nicotina o algunos medicamentos sujetos a prescripción médica destinados a ayudar a las personas a dejar de fumar. Por otra parte, además de los gastos médicos generados por los propios fumadores, hay otros costos asociados a la prestación de servicios sanitarios a las personas expuestas al humo ajeno, incluyendo a la población infantojuvenil y a los adultos no fumadores. Adicionalmente, hay costos medioambientales asociados al consumo de tabaco (desde el impacto de la producción y fabricación del tabaco hasta la gestión de los residuos durante el proceso de fabricación y con posterioridad). En consecuencia, muchas estimaciones no tienen en cuenta diversos costos adicionales, lo que provoca una subestimación significativa de los costos reales del uso de tabaco, especialmente en países donde el tabaco se cultiva de forma extensiva.
Los costos médicos anuales atribuibles al tabaquismo varían significativamente entre países de ALC (Cuadro 1.2). Los países donde los costos médicos atribuibles al tabaquismo, expresados como proporción del producto interno bruto (PIB), resultan más elevados son Uruguay, Paraguay, Chile y Bolivia, que registran unas cifras del 1,5% en el caso de Uruguay y del 0,8% para los demás países mencionados (Pichon-Riviere et al., 2020[22]). Por el contrario, Honduras tiene asociado el costo médico per cápita más bajo; los costos médicos anuales atribuibles al tabaquismo representan el 0,3% del PIB anual o el 3,5% del gasto total en salud. Esta diferencia de costos entre países se correlaciona con las variaciones en la intensidad del consumo de tabaco per cápita, en la que destacan Uruguay, Paraguay y Chile con una intensidad y/o tasa relativamente elevada de prevalencia del tabaquismo en comparación con Honduras (véase el Gráfico 1.3). No obstante, las bajas cifras relativas a Honduras podrían ser engañosas debido a la capacidad de su infraestructura sanitaria y, por lo tanto, no representar con exactitud los costos reales necesarios para hacer frente a los gastos médicos atribuibles al tabaquismo. A pesar del gran impacto del consumo de tabaco en la economía y la salud pública en la región de ALC, que se estima en 27 000 millones de USD, la recaudación de los impuestos al tabaco representa solo alrededor de la tercera parte de este costo (véase también el Recuadro 1.1).
Cuadro 1.2. Costos médicos atribuibles al tabaquismo
Copy link to Cuadro 1.2. Costos médicos atribuibles al tabaquismoCostos médicos totales y per cápita atribuibles al tabaquismo en USD y como porcentaje del gasto total en salud y del PIB, y recaudación de los impuestos al tabaco como porcentaje de los costos médicos atribuibles al tabaquismo en 2015
Costos médicos anuales atribuibles al tabaquismo |
Recaudación de impuestos selectivos al consumo de tabaco como proporción de costos médicos anuales atribuibles al tabaquismo |
||||
---|---|---|---|---|---|
Costos totales, millones de USD |
Costos per cápita, USD |
En % del gasto total en salud |
En % del PIB |
||
Argentina |
3 817 |
88 |
7,3% |
0,6% |
55% |
Bolivia |
250 |
23 |
11,8% |
0,8% |
6% |
Brasil |
11 830 |
567 |
5,7% |
0,7% |
26% |
Chile |
1 901 |
106 |
9,4% |
0,8% |
79% |
Colombia |
1 709 |
35 |
9,7% |
0,6% |
10% |
Costa Rica |
242 |
50 |
5,7% |
0,4% |
26% |
Ecuador |
476 |
30 |
5,6% |
0,5% |
41% |
Honduras |
56 |
7 |
3,5% |
0,3% |
52% |
México |
4 768 |
37 |
8,0% |
0,4% |
47% |
Paraguay |
301 |
45 |
10,7% |
0,8% |
20% |
Perú |
796 |
25 |
8,0% |
0,4% |
9% |
Uruguay |
800 |
233 |
16,7% |
1,5% |
26% |
Total 12 países |
26 946 |
51 |
6,9% |
0,6% |
36% |
Nota: Todos los costos se expresan en millones de USD de 2015. La información de este Cuadro se ha obtenido del Cuadro 1 y del Cuadro 3 de la fuente citada a continuación.
Fuente: Elaboración propia a partir de (Pichon-Riviere et al., 2020[22]).
Recuadro 1.1. Impuestos sobre el tabaco y pérdidas económicas asociadas al consumo de tabaco
Copy link to Recuadro 1.1. Impuestos sobre el tabaco y pérdidas económicas asociadas al consumo de tabacoDos estudios han calculado la recaudación tributaria y los costos asociados al consumo de tabaco y concluido que la actual recaudación de los impuestos al tabaco cubre solo una parte de los costos económicos atribuidos a su consumo.
Un estudio de 2023 concluyó que los impuestos vigentes sobre el tabaco permiten recuperar el 15% de las pérdidas económicas en la región de ALC (según los datos de ocho países seleccionados: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Perú). Según este estudio, aunque en los ocho países los impuestos recaudados estaban lejos de cubrir los costos generados por el consumo de tabaco, las tasas de recuperación oscilaban desde el 4,4% en Perú hasta el 29,2% en Chile. En este estudio, los costos considerados incluían las pérdidas de productividad a causa de muerte prematura y discapacidad, los costos de cuidado y los costos médicos (Pichon-Riviere et al., 2023[23]).
Otro estudio concluyó que la recaudación tributaria obtenida de las ventas de cigarrillos representaba en 2015 el 36% de los costos estimados de salud atribuidos al tabaquismo en doce países de ALC (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México, Paraguay, Perú y Uruguay) (Cuadro 1.2). Los gastos comprendían tanto los costos médicos como la merma de la calidad de vida asociada a las principales enfermedades relacionadas con el tabaco (Pichon-Riviere et al., 2020[22]).
Por ello, subir los impuestos para aumentar el precio de los cigarrillos generaría beneficios significativos para la salud y la economía. Por ejemplo, se calculó que aplicar un aumento del 50% en el precio de los cigarrillos mediante una subida de los impuestos en doce países de ALC podría evitar más de 300 000 muertes, prevenir 1,3 millones de enfermedades y permitiría ganar nueve millones de años de vida en buen estado de salud, lo que supondría un ahorro de 27 000 millones de USD en gasto sanitario en la próxima década (Pichon-Riviere et al., 2020[22]). El beneficio económico acumulado de este tipo de iniciativa en la región de ALC alcanzaría los 44 000 millones de USD (Pichon-Riviere et al., 2023[23]).
1.4.3. Pérdidas de productividad asociadas al consumo de tabaco
La pérdida de capital humano resultante de la morbilidad y la mortalidad atribuibles al tabaquismo es tan elevada como los costos de salud generados a la sociedad (OMS, 2022[24]). Esto incluye las consecuencias sociales y económicas del tabaquismo en el sentido más amplio, como la disminución de la productividad derivada del absentismo laboral y su impacto económico negativo para el empleador y el empleado. Las estimaciones sugieren que estos costos adicionales representan más del 50% de la carga económica total asociada al consumo de tabaco (Pichon-Riviere et al., 2023[23]) (Gráfico 1.11). Un estudio llevado a cabo en ocho países de ALC relativo a los costos sanitarios y económicos concluyó que las pérdidas económicas asociadas al consumo de tabaco alcanzan los 50 000 millones de USD (Pichon-Riviere et al., 2023[23]). La cuantía de esta pérdida económica atribuible al uso de tabaco equivale al 1,4% del PIB cumulado de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Perú (países que representan el 80% de la población latinoamericana).
1.5. Políticas de control del tabaco en los países de ALC
Copy link to 1.5. Políticas de control del tabaco en los países de ALCMúltiples factores han contribuido a la reducción del consumo de tabaco en la región de ALC. Estos factores comprenden campañas antitabáquicas masivas, iniciativas de salud pública y prohibiciones al uso de tabaco que han provocado una mayor concienciación sobre los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco, un aumento de los precios y una menor accesibilidad de los productos de tabaco (Rodriguez-Iglesias and Chaloupka, 2018[25]; Sandoval et al., 2022[26]). Algunos países también han puesto en marcha programas exhaustivos de control del tabaco que incluyen políticas como la colocación de advertencias gráficas en el empaquetado del tabaco, la prohibición de fumar en espacios públicos y una subida de los impuestos al tabaco (OMS, 2019[27]).
Las medidas tributarias y no tributarias son complementarias e interactúan para lograr el éxito general de las intervenciones públicas contra el tabaco. Aunque los impuestos son la herramienta más eficaz para reducir el consumo de tabaco, las medidas no tributarias también son necesarias para conseguir erradicar el tabaquismo de forma efectiva y duradera en el largo plazo (Hutchinson et al., 2022[28]; Paraje, Muñoz and Pruzzo, 2023[29]). Así, aunque este informe se centra principalmente en la política de impuestos al tabaco, ello no significa que no sea necesario emprender reformas en el ámbito no tributario.
El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS) establece una serie de directrices para abordar la epidemia de tabaquismo y aplicar medidas de control del tabaco. Evaluar el grado de implementación del CMCT de la OMS puede servir como punto de referencia de la actuación de un país con respecto al control del tabaquismo. El paquete de medidas MPOWER permite comparar a los países en función de su grado de adhesión a las directrices del CMCT de la OMS (Recuadro 1.2) (OMS, 2020[30]).
Recuadro 1.2. Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS) y paquete de medidas MPOWER
Copy link to Recuadro 1.2. Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS) y paquete de medidas MPOWEREl CMCT de la OMS se formalizó en 2005 en respuesta a la globalización de la epidemia de tabaquismo. Tiene por objeto abordar algunas de las causas de esa epidemia, en particular, diversos factores complejos con efectos transfronterizos; entre ellos, la liberalización del comercio y las inversiones extranjeras directas, la publicidad del tabaco, la promoción y el patrocinio transnacionales, y el tráfico ilícito de productos de tabaco. Es el primer tratado internacional de salud pública negociado bajo los auspicios de la OMS y contiene una serie de directrices y requisitos para la aplicación de las medidas disponibles de control del tabaco más costo-efectivas que son necesarias para frenar la epidemia de tabaquismo.
Entre las intervenciones clave que las Partes del CMCT de la OMS deben implementar, destacan las medidas relacionadas con los precios e impuestos al tabaco (artículo 6); la protección contra la exposición al humo ajeno de tabaco en lugares interiores de trabajo, lugares públicos cerrados y medios de transporte público (artículo 8); la colocación de advertencias gráficas de gran tamaño en el empaquetado de los productos de tabaco para advertir sobre los riesgos del tabaco para la salud (artículo 11), y una prohibición total de la publicidad, la promoción y el patrocinio de los productos de tabaco (artículo 13).
Estas medidas pueden considerarse el punto de partida para una aplicación integral del Convenio. El CMCT de la OMS también aborda algunas otras cuestiones, como la divulgación de información y la regulación de los ingredientes de los productos de tabaco, la prohibición de la venta de productos de tabaco por menores o a menores, el tratamiento de la adicción al tabaco, la investigación e intercambio de información entre países y la promoción de la sensibilización del público.
Mientras que las directrices del CMCT de la OMS sientan las bases para que los países implementen y administren sus políticas de control del tabaco, el paquete de medidas MPOWER se formuló en 2007 para proporcionar las herramientas necesarias para pasar a la acción en el ámbito del control del tabaco. Las medidas MPOWER apoyan a los países a aplicar intervenciones efectivas a nivel nacional para reducir la demanda de tabaco. La abreviatura inglesa «MPOWER» está compuesta por los términos siguientes:
Monitor – Vigilar el consumo de tabaco y las políticas de prevención.
Protect – Proteger a la población del humo de tabaco.
Offer – Ofrecer ayuda para dejar el tabaco.
Warn – Advertir de los peligros del tabaco.
Enforce – Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.
Raise – Aumentar los impuestos al tabaco.
A finales de 2023, 183 partes habían ratificado el CMCT de la OMS. Todos los países de ALC, menos Argentina, Cuba, Haití y República Dominicana son Partes de dicho Convenio. La aplicación de medidas de control del tabaco ha avanzado en los últimos años, especialmente en los países con rentas bajas y medias, donde se concentra una mayor incidencia del tabaquismo. Actualmente, el tabaco consumido por más de la mitad de la población mundial contiene advertencias gráficas de gran tamaño sobre los riesgos para la salud, y un tercio de dicha población tiene acceso a servicios para dejar de fumar que se alinean con las mejores prácticas.
Fuente: Informe OMS de 2021 sobre los progresos realizados a escala mundial en la aplicación del convenio marco de la OMS para el control del tabaco (OMS, 2022[24]); Informe OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo (OMS, 2021[31]); Panorama de la Salud 2021 de la OCDE (OCDE, 2021[32]).
El paquete de medidas MPOWER permite evaluar la efectividad de las políticas de control del tabaco en los distintos países. Todas las columnas del Cuadro 1.3 muestran el nivel de aplicación en el país de cada una de las seis medidas que forman parte del paquete MPOWER. Cada grupo de medidas MPOWER recibe una calificación conforme a los criterios señalados en el anexo Cuadro 1.A.1, cuya escala de colores se corresponde con el nivel de implementación, de modo que el azul más oscuro significa que se aplican las mejores prácticas, mientras que los azules más claros denotan un menor nivel de aplicación para cada grupo de medidas.
Los países de ALC han realizado avances significativos en la implementación del paquete de medidas MPOWER. De los 33 países de la región, 25 han logrado el nivel más alto de implementación para al menos una de las medidas del paquete MPOWER (Cuadro 1.3). Brasil supera al resto de países de ALC ya que alcanzó el nivel más alto de implementación (mejor práctica) en todas las medidas MPOWER. Le siguen Uruguay, que ha conseguido el nivel de mejor práctica en cinco medidas, Chile, Costa Rica, México y Panamá, que han obtenido ese nivel en cuatro medidas. Por el contrario, los países con baja implementación del paquete de medidas MPOWER son Bahamas, Belice, Dominica, Granada, Haití, República Dominicana, Saint Kitts y Nevis, San Vicente y las Granadinas.
Solo siete países de ALC han implementado políticas completas en materia de vigilancia del consumo de tabaco (medida M). Esto significa que solo estos siete países disponen de sistemas de monitoreo que proporcionan datos actualizados, regulares y exhaustivos sobre el consumo de tabaco entre la población adulta y juvenil. La vigilancia del consumo de tabaco se vio dificultada por la pandemia de COVID-19, que supuso un obstáculo para los esfuerzos de recopilación de datos entre los años 2020 y 2022, así como para la publicación del resultado de las encuestas realizadas antes y durante la pandemia (OMS, 2023[33]). Esto explica la reducción en el número de países que alcanzaron unos altos niveles de aplicación de las medidas MPOWER según los datos 2022 en comparación con los datos de 2020. Mientras que en el informe de 2020 solo hay cinco países (Barbados, Belice, Dominica, Haití y Saint Kitts y Nevis), que no tenían datos representativos recientes sobre la prevalencia del consumo de tabaco entre adultos y jóvenes, en el informe de 2022 son diez los países para los que no se dispone de dichos datos. Esos países son Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Honduras, República Dominicana, Saint Kitts y Nevis, y Suriname (Cuadro 1.3).
La mayoría de los países de la región de ALC ha establecido con éxito entornos libres de humo (medida P). En comparación con otras regiones de la OMS, ALC ha alcanzado el nivel máximo de aplicación de la medida P (a 31 de diciembre de 2022) (OMS, 2023[33]). Los países con los estándares más altos en esta categoría disponen de espacios públicos, lugares de trabajo interiores y medios de transporte público totalmente libres de humo. Sin embargo, en siete países (Bahamas, Belice, Dominica, Granada, Haití, San Kitts y Nevis, y San Vicente y las Granadinas) no se han establecido prohibiciones para garantizar que al menos dos tipos de espacios públicos y lugares de trabajo estén totalmente libres de humo. Los espacios públicos donde es más común que no se haya prohibido fumar en estos siete países comprenden centros de atención sanitaria, centros educativos y universidades (OMS, 2023[33]).
Solo alrededor del 10% de los países de ALC se sitúa al nivel de las mejores prácticas en lo que se refiere a programas de cesación del tabaco (medida O). Solo cuatro países (Brasil, Costa Rica, Jamaica y México) ofrecen una línea telefónica nacional de ayuda para dejar de fumar, tratamientos de sustitución con nicotina y otros servicios gratuitos de este tipo. La mayoría de los países se sitúa en las dos categorías intermedias de cumplimiento, lo que significa que ofrecen tratamientos de sustitución con nicotina u otros servicios de ayuda para el abandono del tabaco, aunque no de manera gratuita, o que, de tales tratamientos u otros servicios, al menos uno lo ofrecen a título gratuito (OMS, 2023[33]). Cuatro países no ofrecen servicios de ayuda para dejar de fumar: Antigua y Barbuda, Dominica, Granada y Haití.
La región de ALC ha aplicado con éxito las medidas relativas al empaquetado y etiquetado de los productos de tabaco y al desarrollo de campañas nacionales antitabáquicas en medios de comunicación (medida W, con dos subcategorías correspondientes a las advertencias de salud y los medios de comunicación). En 19 países de ALC que alcanzaron el nivel de las mejores prácticas en esta medida incorporan advertencias que cubren en promedio el 50% o más del frontal y la parte posterior del empaquetado y presentan todas las características pertinentes. En cambio, nueve países (Bahamas, Belice, Dominica, Granada, Guatemala, Haití, República Dominicana, Saint Kitts y Nevis, y San Vicente y las Granadinas) se sitúan en la categoría más baja de aplicación de esta medida. Esto implica que estos países aún no han implantado las advertencias obligatorias sobre los riesgos del tabaco o bien exigen incluir advertencias pero de pequeño tamaño (un tamaño promedio inferior al 30% del frontal y de la parte posterior). Además, no llevaron a cabo ninguna campaña nacional antitabáquica de al menos tres semanas de duración entre julio de 2020 y junio de 2022.
Menos de un tercio de los países de ALC ha alcanzado el nivel más alto de aplicación de las medidas para el seguimiento y el cumplimiento de las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco (medida E). Mientras que nueve países de la región de ALC han adoptado medidas relativas a la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco al nivel máximo de aplicación, 16 países no establecen ningún tipo de prohibición o prevén ciertas prohibiciones, pero estas no comprenden la televisión, la radio y los medios impresos nacionales.
Solo cuatro países de ALC han alcanzado el nivel máximo de aplicación en lo que respecta a la proporción de impuestos indirectos en el precio de venta al por menor de los productos de tabaco (medida R). Para alcanzar el nivel de las mejores prácticas, la proporción de los impuestos indirectos correspondiente a los impuestos selectivos al consumo de tabaco y a otros impuestos indirectos como el impuesto al valor agregado (IVA) debería ser al menos del 75% del precio al por menor. Solo cuatro países (Argentina, Brasil, Chile y Nicaragua) han alcanzado el nivel de las mejores prácticas en este ámbito (Cuadro 1.3 y Gráfico 1.12). Más de la mitad de los países (20) recibe una baja calificación en la medida R, puesto que la proporción de los impuestos se mantiene por debajo del 50% del precio al por menor. En seis de estos veinte países, a saber, Antigua y Barbuda, Cuba, Guyana, Paraguay, Saint Kitts y Nevis, y San Vicente y las Granadinas, la proporción de los impuestos es inferior al 25% del precio al por menor, siendo Cuba el país que alcanza la menor proporción con el 10% del precio al por menor (Cuadro 1.3 y Gráfico 1.12).
1.6. Eficacia de la política de impuestos al tabaco en la subida del precio de los cigarrillos
Copy link to 1.6. Eficacia de la política de impuestos al tabaco en la subida del precio de los cigarrillosLa asunción que subyace en la medida MPOWER R es que una proporción de impuestos elevada refleja un alto grado de tributación y, por tanto, un alto precio de los cigarrillos con impuestos incluidos. En efecto, este indicador reconoce que aumentar el precio del tabaco mediante la aplicación de unos impuestos elevados es una de las herramientas más eficaces para reducir el consumo de tabaco (Ngo et al., 2022[34]; Sandoval et al., 2022[35]). Los precios altos incentivan a los fumadores para dejar o reducir el consumo de tabaco y disuaden a fumadores potenciales de empezar a fumar. Además, los precios elevados hacen que los cigarrillos sean menos asequibles y disuaden a los jóvenes de empezar a fumar.
Con pocas excepciones, la proporción de los impuestos indirectos en los precios al por menor de los cigarrillos sigue siendo relativamente baja en los países de ALC, al menos en comparación con el objetivo de la OMS del 75%. En 2022, la proporción de los impuestos indirectos al tabaco en el precio al por menor de la marca de cigarrillos más vendida era en promedio del 46,7% en los países de ALC (Gráfico 1.12). Aunque el precio medio ponderado de los cigarrillos es preferible a la marca de cigarrillos más vendida para reflejar las cuotas de mercado, este dato no está disponible para todos los países de ALC. Por tanto, el resto del informe se basa en el precio de las marcas de cigarrillos más vendidas.
Sorprendentemente, en los países de ALC que han logrado alcanzar el objetivo de la medida R, el precio de los cigarrillos es más bajo que en los países donde la proporción de los impuestos es más moderada (Gráfico 1.13). En los países en los que la proporción de los impuestos al tabaco supera el 75%, el precio promedio de los cigarrillos es más bajo (5,9 USD en paridad de poder adquisitivo o «USD en PPA»), en comparación con los países en los que la proporción de los impuestos al tabaco se sitúa entre el 25% y el 50% (promedio de 7,4 USD en PPA) y con el grupo de países con una proporción de impuestos de entre el 50% y el 75% (promedio de 8,2 USD en PPA). Por ejemplo, Brasil es el segundo país de toda la región de ALC en el que la proporción de los impuestos al tabaco es más elevada (80%) (Gráfico 1.12) y también el segundo país en el que los precios al por menor de los cigarrillos son más bajos (2,1 USD en PPA) (Gráfico 1.13), por lo que los cigarrillos siguen siendo muy asequibles (Gráfico 1.14). Por tanto, no hay garantía que los cigarrillos sean costosos (es decir, tengan un precio elevado) en los países donde se cumple el objetivo de la proporción de los impuestos del 75%. Este es el motivo que llevó a diseñar el Sistema de puntuación fiscal de los cigarrillos, que permite considerar de forma conjunta el precio de los cigarrillos, su asequibilidad, la proporción de los impuestos y la estructura de los impuestos selectivos (Drope et al., 2024[36]).
Por otra parte, los países de ALC que presentan los resultados más rezagados en la medida R son los que, a su vez, tienen los cigarrillos más económicos de la región (Gráfico 1.13). Los países de ALC con una proporción de impuestos al tabaco inferior al 25% son también los países en los que, en promedio, los precios de los cigarrillos son más bajos (4,6 USD en PPA). En este caso, el indicador relativo a la proporción de impuestos es más idóneo para reflejar la ineficacia de las políticas de impuestos al tabaco.
Para medir la eficacia de las políticas y reformas en materia de impuestos al tabaco, el indicador R de MPOWER debe complementarse con otro indicador que mida la asequibilidad de los productos de tabaco. No existe necesariamente una correlación positiva entre la proporción de los impuestos y el precio de los cigarrillos (Chaloupka et al., 2021[38]). Además, la proporción de los impuestos al tabaco y el precio de los cigarrillos no proporcionan información suficiente sobre la capacidad del consumidor para comprar cigarrillos. Por consiguiente, la proporción de los impuestos y el nivel de precios deben complementarse con un indicador de la asequibilidad. En este contexto, la aplicación del paquete de medidas MPOWER incluye información sobre la evolución del indicador de asequibilidad entre 2012 y 2022 (OMS, 2023[33]). La asequibilidad de los cigarrillos se mide por lo general como el PIB per cápita necesario para comprar 2 000 cigarrillos de la marca más vendida (o más económica o premium) de cigarrillos en un país y en un año en particular (Blecher, 2020[39]). La asequibilidad de los cigarrillos varía significativamente en los distintos países de ALC (Gráfico 1.14).
No existe una correlación positiva entre la proporción de los impuestos y la asequibilidad de los cigarrillos, sino al contrario. Por ejemplo, en los países donde la proporción de los impuestos excede el 50%, los cigarrillos de las marcas más vendidas son más asequibles (para comprar 2 000 cigarrillos se necesita, en promedio, un 4,2% del PIB per cápita) que en países con una proporción de los impuestos de entre el 25% y el 50% (para comprar 2 000 cigarrillos se necesita, en promedio, un 6,2% del PIB per cápita) (Gráfico 1.14). Sin embargo, en los países en los que la proporción de los impuestos es menor, los productos de tabaco son los más asequibles para todos los rangos de precios disponibles, esto es, para las marcas más económica, premium y más vendida (Gráfico 1.14 y Gráfico 1.15).
En los países con una mayor proporción de los impuestos al tabaco, el mercado del tabaco se caracteriza por una menor dispersión, en promedio, de los precios (Gráfico 1.15). Una mayor dispersión de los precios entre las marcas de cigarrillos ofrece a los fumadores más oportunidades para consumir productos de menor valor. En lugar de dejar o reducir el consumo de tabaco, los fumadores (especialmente los jóvenes y la población de ingresos más bajos) pueden optar por productos más baratos. Los países con una proporción de los impuestos indirectos al tabaco superior al 50% se caracterizan por una menor dispersión, en promedio, de los precios al por menor en comparación con los países en los que la proporción de los impuestos se sitúa entre el 25% y el 50. Esto podría explicarse porque los impuestos al tabaco con estructuras ad valorem son más comunes en países con una proporción de los impuestos inferior al 50% y estas estructuras no suelen contribuir a reducir la dispersión de precios (Cuadro 3.1 del capítulo 3).
En la mayoría de los países de ALC, los cigarrillos no se volvieron menos asequibles desde 2012 (Cuadro 1.4). Los cigarrillos se volvieron menos asequibles en diez países de ALC entre 2012 y 2022, aunque solo en cinco de ellos (Bahamas, Colombia, Dominica, Honduras y Nicaragua) esto podría deberse a un aumento de la proporción de los impuestos al tabaco. Por otro lado, los cigarrillos se volvieron más asequibles durante los últimos diez años en dos países, incluido Brasil, pese a que la proporción de los impuestos en los precios al por menor en Brasil es superior al nivel de las mejores prácticas de la OMS del 75% (Cuadro 1.3 y Gráfico 1.12). En 14 países de ALC la asequibilidad de los cigarrillos no ha disminuido y la proporción de los impuestos no ha aumentado. En general, estas tendencias indican que se han registrado algunos avances en la región, aunque moderados.
La eficacia de la política de impuestos al tabaco debería evaluarse teniendo en cuenta múltiples indicadores en lugar de centrarse únicamente en el indicador R de MPOWER. La relación entre los cambios en la carga tributaria, los precios al por menor y la asequibilidad del tabaco es compleja y depende de varios factores, como las reformas de los impuestos al tabaco, la respuesta de la industria tabaquera a las reformas tributarias (o a la ausencia de ellas), las estrategias de fijación de precios, y el crecimiento de los ingresos nominales en un país (influyendo tanto la inflación como el crecimiento de los ingresos reales) (CIRC, 2008[40]; Drope, Siu and Chaloupka, 2022[41]). La interacción de estos factores y su repercusión en la asequibilidad y la carga tributaria, tenidas en cuenta en el Sistema de Puntuación Fiscal de los Cigarrillos, se reflejan en el Cuadro 1.5 y se analizan en profundidad en el capítulo 5. A este respecto, cabe hacer dos observaciones clave:
Si los precios al por menor aumentan, ya sea a causa de una subida de los impuestos o del incremento del precio neto de impuestos, a un ritmo inferior al crecimiento de los ingresos nominales, los cigarrillos no se vuelven menos asequibles.
La proporción de los impuestos podría reducirse pese a una subida de impuestos si el incremento del precio al por menor neto de impuestos es superior a dicha subida.
Cuadro 1.4. Evolución de la proporción de los impuestos al tabaco y de la asequibilidad de los cigarrillos
Copy link to Cuadro 1.4. Evolución de la proporción de los impuestos al tabaco y de la asequibilidad de los cigarrillos2012 a 2022
Los cigarrillos son menos asequibles desde 2012 y la proporción de los impuestos aumentó |
Los cigarrillos son menos asequibles desde 2012 pero la proporción de los impuestos no aumentó |
Los cigarrillos no son menos asequibles desde 2012 pese a que la proporción de los impuestos aumentó |
Los cigarrillos no son menos asequibles desde 2012 y la proporción de los impuestos no aumentó |
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Bahamas Colombia Dominica Honduras Nicaragua |
Chile Ecuador El Salvador Suriname Trinidad y Tobago |
Argentina Brasil Paraguay Perú Santa Lucía San Vicente y las Granadinas |
Antigua y Barbuda Barbados Belice Costa Rica Cuba Granada Guatemala Guyana Jamaica México Panamá República Dominicana Saint Kitts y Nevis Uruguay |
Nota: La información incluida en esta Cuadro refleja las tendencias en la proporción de los impuestos al tabaco y la asequibilidad de la marca de cigarrillos más vendida. La proporción de los impuestos al tabaco equivale a la carga tributaria derivada de los impuestos indirectos totales que gravan una cajetilla de 20 cigarrillos de la marca más vendida, incluidos los impuestos selectivos, el IVA, los derechos de importación y cualquier otro impuesto indirecto, expresada sobre el precio al por menor de la cajetilla. El indicador de la asequibilidad mide el porcentaje del PIB per cápita del país necesario para comprar 100 cajetillas de 20 cigarrillos. Un porcentaje más alto refleja una menor asequibilidad de los cigarrillos, y un porcentaje más bajo, una mayor asequibilidad. Para evaluar si las cifras de asequibilidad variaron en promedio desde 2012 se ha tomado el análisis desarrollado en el Informe OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo (OMS, 2023[33]). En este Informe se calculó la variación porcentual anual media en la asequibilidad computada como la tasa de crecimiento por mínimos cuadrados para todos los países con datos disponibles para cuatro o más años. Se consideró que la asequibilidad de los cigarrillos no había variado si la tendencia de los mínimos cuadrados en el PIB per cápita que se requiere para adquirir 2 000 cigarrillos (esto es, 100 cajetillas de 20 cigarrillos) no fue significativa a nivel del 5%. Se consideró que la asequibilidad de los cigarrillos había disminuido, o aumentado, si la tendencia de los mínimos cuadrados en el PIB per cápita que se requiere para adquirir 2 000 cigarrillos fue positiva, o negativa, y significativamente distinta de cero a nivel del 5%.
Fuente: Informe OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo (OMS, 2023[33]).
Cuadro 1.5. Principales factores detrás de la evolución de la proporción de los impuestos al tabaco y de la asequibilidad de los cigarrillos
Copy link to Cuadro 1.5. Principales factores detrás de la evolución de la proporción de los impuestos al tabaco y de la asequibilidad de los cigarrillos
Escenario |
Razones |
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Los cigarrillos se vuelven menos asequibles y la proporción de los impuestos aumenta |
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Los cigarrillos se vuelven menos asequibles aunque se reduce la proporción de los impuestos |
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Los cigarrillos se vuelven más asequibles a pesar de que la proporción de los impuestos aumenta |
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Los cigarrillos se vuelven más asequibles y la proporción de los impuestos se reduce |
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Fuente: OCDE.
Referencias
[20] Astudillo, K., G. Cruces and J. Puig (2022), Four Strategies to Make Tobacco Taxation an Effective Tool to Reduce Consumption, Banco Interamericano de Desarrollo, https://blogs.iadb.org/gestion-fiscal/en/four-strategies-to-make-tobacco-taxation-an-effective-tool-to-reduce-consumption/ (consultado el 13 de septiembre de 2023).
[2] Banco Mundial (2022), Población, total - América Latina y el Caribe, Banco Mundial, https://data.worldbank.org/indicator/SP.POP.TOTL?locations=ZJ-XJ (consultado el 27 de junio de 2024).
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[38] Chaloupka, F. et al. (2021), Cigarette Tax Scorecard (2nd Edition), Tobacconomics, https://tobacconomics.org/research/cigarette-tax-scorecard-2nd-edition/.
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[36] Drope, J. et al. (2024), Tobacconomics cigarette tax scorecard (3rd ed.), Bloomberg School of Public Health, Johns Hopkins University, https://tobacconomics.org/research/cigarette-tax-scorecard-3rd-edition/.
[41] Drope, J., E. Siu and F. Chaloupka (2022), “Perseverance is innovation: the journey to successful tobacco tax reform”, Tobacco Control, Vol. 31/2, pp. 241-242, https://doi.org/10.1136/tobaccocontrol-2021-057088.
[3] Euromonitor International (2023), Euromonitor International’s Tobacco Industry edition, https://www.euromonitor.com/tobacco (consultado el 1 de agosto de 2023).
[37] FMI (2023), World Economic Outlook Database, Fondo Monetario Internacional, https://www.imf.org/en/Publications/WEO/weo-database/2023/October (consultado el 13 de enero de 2024).
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[10] Gobierno de Brasil (2010), Global adult tobacco survey Brazil 2008, Instituto Nacional de Câncer/ OPS, https://cdn.who.int/media/docs/default-source/ncds/ncd-surveillance/data-reporting/brazil/gats/gats-2008-brazil-report-en.pdf?sfvrsn=69bc0d3_5&download=true.
[15] Gobierno de Chile (2021), Décimo Cuarto Estudio Nacional de Drogas en Población General 2020, Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, https://www.senda.gob.cl/principales-resultados-del-decimo-cuarto-estudio-nacional-de-drogas-en-poblacion-general-2020/.
[6] Gobierno de Costa Rica (2023), GATS Global Adult Tobacco Survey Fact Sheet : Costa Rica 2022, Ministerio de Salud, https://stacks.cdc.gov/view/cdc/148219 (consultado el 13 de junio de 2024 ).
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[19] Gobierno de Estados Unidos (2017), Tobacco, Instituto Nacional del Cancer, https://www.cancer.gov/about-cancer/causes-prevention/risk/tobacco (consultado el 13 de enero de 2024 ).
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[8] Gobierno de Panamá (2013), Global Adult Tobacco Survey Panama 2013, Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, https://cdn.who.int/media/docs/default-source/ncds/ncd-surveillance/data-reporting/panama/pan_report2013.pdf?sfvrsn=4b125f53_1&download=true.
[9] Gobierno de Uruguay (2017), Global Adult Tobacco Survey Uruguay 2017, Ministerio de Salud Pública de Uruguay/ Instituto Nacional de Estadísticas, https://cdn.who.int/media/docs/default-source/ncds/ncd-surveillance/data-reporting/uruguay/gats_uruguay_2017_countryreport.pdf?sfvrsn=3349b05b_1&download=true.
[14] Guindon, G., G. Paraje and F. Chaloupka (2018), “The Impact of Prices and Taxes on the Use of Tobacco Products in Latin America and the Caribbean”, American Journal of Public Health, Vol. 108/S6, pp. S492-S502, https://doi.org/10.2105/ajph.2014.302396r.
[28] Hutchinson, B. et al. (2022), “The case for investment in tobacco control: lessons from four countries in the Americas”, Revista Panamericana de Salud Pública, Vol. 46, p. 1, https://doi.org/10.26633/rpsp.2022.174.
[21] Instituto de Métricas y Evaluación Sanitarias (2024), Results from the 2021 Global Burden of Disease (GBD) study, Global Burden of Disease Collaborative Network, https://vizhub.healthdata.org/gbd-results/ (consultado el 26 de junio de 2024).
[12] Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU/ OMS (2016), The Economics of Tobacco and Tobacco Control, Monografía sobre el control del tabaco del Instituto Nacional del Cáncer, Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., Institutos Nacionales de Salud, Instituto Nacional del Cáncer, Organización Mundial de la Salud, https://cancercontrol.cancer.gov/sites/default/files/2020-08/m21_complete.pdf.
[34] Ngo, A. et al. (2022), “As countries improve their cigarette tax policy, cigarette consumption declines”, Tobacco Control, Vol. 33/e1, https://doi.org/10.1136/tc-2022-057486.
[32] OCDE (2021), Health at a Glance 2021: OECD Indicators, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/ae3016b9-en.
[18] OCDE/ Banco Mundial (2023), Health at a Glance: Latin America and the Caribbean 2023, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/532b0e2d-en.
[1] OMS (2024), Global Health Observatory: Age-standardized estimates of current tobacco use, tobacco smoking and cigarette smoking (Tobacco control: Monitor), Organización Mundial de la Salud, https://www.who.int/data/gho/data/indicators/indicator-details/GHO/gho-tobacco-control-monitor-current-tobaccouse-tobaccosmoking-cigarrettesmoking-agestd-tobagestdcurr (consultado el 20 de febrero de 2024).
[33] OMS (2023), WHO report on the global tobacco epidemic 2023: Protect people from tobacco smoke, Organización Mundial de la Salud, https://www.who.int/publications/i/item/9789240077164.
[24] OMS (2022), 2021 Global Progress Report, Organización Mundial de la Salud, https://fctc.who.int/publications/i/item/9789240041769.
[31] OMS (2021), Informe OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo, 2021: abordar los productos nuevos y emergentes, Organización Mundial de la Salud, https://www.who.int/publications/i/item/9789240032095.
[30] OMS (2020), The Global Strategy to Accelerate Tobacco Control 2019-2025: focusing and intensifying efforts to implement the WHO Framework Convention on Tobacco Control, Organización Mundial de la Salud, https://fctc.who.int/newsroom/news/item/11-11-2020-global-strategy-to-accelerate-tobacco-control-teaser-campaign (consultado el 31 de marzo de 2023).
[27] OMS (2019), WHO global report on trends in prevalence of tobacco use 2000-2025, third edition, Organización Mundial de la Salud, https://www.who.int/publications/i/item/who-global-report-on-trends-in-prevalence-of-tobacco-use-2000-2025-third-edition.
[29] Paraje, G., M. Muñoz and L. Pruzzo (2023), Impacto de la ratificación del Convenio Marco para el Control del Tabaco sobre el número de fumadores en la Región de las Américas, Tobaconomía, https://tabaconomia.uai.cl/wp-content/uploads/2023/06/Impacto-de-la-ratificacion-del-Convenio-Marco-final.pdf.
[22] Pichon-Riviere, A. et al. (2020), “The health and economic burden of smoking in 12 Latin American countries and the potential effect of increasing tobacco taxes: an economic modelling study”, The Lancet Global Health, Vol. 8/10, pp. e1282-e1294, https://doi.org/10.1016/s2214-109x(20)30311-9.
[23] Pichon-Riviere, A. et al. (2023), “Health, economic and social burden of tobacco in Latin America and the expected gains of fully implementing taxes, plain packaging, advertising bans and smoke-free environments control measures: a modelling study”, Tobacco Control, pp. tc-2022-057618, https://doi.org/10.1136/tc-2022-057618.
[25] Rodriguez-Iglesias, G. and F. Chaloupka (2018), The Economics of Tobacco and Tobacco Control in Latin America, Tobacconomics, https://tobacconomics.org/files/research/429/Economics-Tobacco-Control-Latin-America_2.3.pdf.
[26] Sandoval, R. et al. (2022), “Advances in Tobacco Control in the Region of the Americas, 2020”, Revista Panamericana de Salud Pública, Vol. 46, p. 1, https://doi.org/10.26633/rpsp.2022.202.
[35] Sandoval, R. et al. (2022), “Lessons learned from fostering tobacco taxes in the Americas and implications for other health taxes”, Revista Panamericana de Salud Pública, Vol. 46, p. 1, https://doi.org/10.26633/rpsp.2022.188.
[16] Sarich, P. et al. (2022), “Tobacco smoking changes during the first pre-vaccination phases of the COVID-19 pandemic: A systematic review and meta-analysis”, eClinicalMedicine, Vol. 47, p. 101375, https://doi.org/10.1016/j.eclinm.2022.101375.
Anexo 1.A. Leyenda de los criterios MPOWER del CMCT de la OMS
Copy link to Anexo 1.A. Leyenda de los criterios MPOWER del CMCT de la OMSAnexo Cuadro 1.A.1. Explicación de la leyenda de los criterios MPOWER del CMCT de la OMS
Copy link to Anexo Cuadro 1.A.1. Explicación de la leyenda de los criterios MPOWER del CMCT de la OMS
M |
P |
O |
W (Advertencias en los paquetes) |
W (Medios de comunicación) |
E |
R |
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Se dispone de datos recientes, representativos y periódicos tanto de adultos como de jóvenes. |
Todos los lugares públicos están completamente libres de humo (o al menos el 90% de la población está cubierta por una legislación subnacional completa sobre entornos sin humo). |
Se ofrece una línea telefónica nacional de ayuda para dejar de fumar, y (costos cubiertos) tanto del tratamiento de sustitución con nicotina como de algunos servicios de ayuda para el abandono del tabaco. |
Advertencias de gran tamaño (que cubren en promedio el 50% o más del frontal y la parte posterior del empaque) con todas las características pertinentes. |
Campaña nacional con al menos siete características pertinentes, incluidas las emisiones en televisión y/o radio. |
Prohibición de todas las formas de publicidad directa e indirecta (o al menos el 90% de la población está cubierta por una legislación subnacional que prohíbe completamente la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco). |
Los impuestos indirectos representan el 75% o más del precio de venta al público de los cigarrillos. |
|
Se dispone de datos recientes y representativos tanto de adultos como de jóvenes. |
De seis a siete lugares públicos están completamente libres de humo. |
Tratamientos de sustitución con nicotina y/o algunos servicios de ayuda para el abandono del tabaco (al menos uno de los cuales tiene cubiertos los costos). |
Advertencias de tamaño medio (que cubren en promedio entre el 30% y el 49% del frontal y la parte posterior del empaque) con todas las características pertinentes, o advertencias de gran tamaño que no reúnen entre una y tres de las características pertinentes. |
Campaña nacional con cinco o seis características pertinentes. |
Prohibición en la televisión, la radio y los medios impresos nacionales, así como de algunas formas de publicidad directa y/o indirecta, pero no todas. |
Los impuestos indirectos representan un 50% o más y menos del 75% del precio de venta al público de los cigarrillos. |
|
Se dispone de datos recientes y representativos de adultos o de jóvenes. |
De tres a cinco lugares públicos están completamente libres de humo. |
Se ofrecen tratamientos de sustitución con nicotina y/o algunos servicios de ayuda para el abandono del tabaco (sin que tengan los costos cubiertos). |
Advertencias de tamaño medio que carecen de una o más de las características pertinentes, o advertencias de gran tamaño que no reúnen cuatro o más de las características pertinentes. |
Campaña nacional con entre una y cuatro características pertinentes. |
Prohibición solo en la televisión, la radio y los medios impresos nacionales. |
Los impuestos indirectos representan un 25% o más y menos del 50% del precio de venta al público de los cigarrillos. |
|
No hay datos conocidos, no hay datos recientes, o los datos no son ni recientes ni representativos. |
Ausencia total de prohibición, o hasta dos lugares públicos completamente libres de humo. |
Medidas inexistentes. |
Advertencias inexistentes o de pequeño tamaño (que cubren en promedio menos del 30% del frontal y la parte posterior del empaque). |
No se ha llevado a cabo ninguna campaña nacional de al menos tres semanas de duración entre julio de 2020 y junio de 2022. |
Ausencia completa de prohibición, o la prohibición no incluye la televisión, la radio y los medios impresos nacionales. |
Los impuestos indirectos representan menos del 25% del precio de venta al público de los cigarrillos. |
Fuente: Informe OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo (OMS, 2023[33]).
Notas
Copy link to Notas← 1. La elasticidad-precio de la demanda a corto y a largo plazo se refiere a la respuesta en el tiempo de la demanda de un producto frente a cambios de precios, esto es, a la manera en que los consumidores adaptan su comportamiento en función de los cambios en el precio. En este contexto, la elasticidad a corto plazo para los cigarrillos muy probablemente sea inelástica, ya que los consumidores no encuentran sustitutos inmediatos a este producto. Dado que el consumo de cigarrillos difiere de otros productos debido a su naturaleza adictiva, la elasticidad suele ser especialmente baja, sobre todo en el corto plazo. No obstante, en el largo plazo, la demanda para los cigarrillos puede ser más elástica si los consumidores encuentran otras alternativas o si los productores modifican la producción.
← 2. Los cigarrillos electrónicos incluyen sistemas electrónicos de administración de nicotina (SEAN). Proporcionan nicotina a los usuarios mediante la transformación de un líquido en vapor.