Los gobiernos pueden utilizar la inteligencia artificial (IA) para diseñar mejores políticas, tomar decisiones más acertadas y específicas y mejorar la comunicación con los ciudadanos y la calidad de los servicios públicos. La región de América Latina y el Caribe (ALC) está tratando de aprovechar el potencial de la IA para promover la transformación digital del sector público. La OCDE, en colaboración con CAF, Banco de Desarrollo de América Latina, preparó este informe para entender la línea base de acciones estratégicas y capacidades para la IA en el sector público; identificar los enfoques y acciones específicas para usar esta tecnología en la construcción de gobiernos eficientes, eficaces y receptivos; e impulsar la colaboración en la búsqueda de una visión regional para la IA en el sector público. Este informe incorpora un balance de las estrategias y compromisos de cada país en torno a la IA en el sector público, incluyendo su alineación con los Principios de IA de la OCDE. También incluye un análisis de los esfuerzos realizados para crear capacidades clave de gobernanza y poner en marcha los facilitadores críticos de la IA en el sector público. Concluye con una serie de recomendaciones para los gobiernos de ALC.
Uso estratégico y responsable de la inteligencia artificial en el sector público de América Latina y el Caribe
Abstract
Executive Summary
La inteligencia artificial está reformando las economías, y promete aumentar la productividad, mejorar la eficiencia y reducir los costos. Los Gobiernos tienen una posición privilegiada en relación con la IA, ya que determinan las prioridades estratégicas nacionales, las inversiones públicas y la normativa aplicable. Asimismo, reconocen la importancia y el potencial futuro de esta tecnología en numerosos sectores económicos: más de 60 países están desarrollando estrategias nacionales de IA. Dado que admiten que los temas relativos a la inteligencia artificial trascienden las fronteras, los países están adoptando cada vez más abordajes regionales, lo que comprende acciones coordinadas en la Unión Europea (UE) y la Unión Africana, entre los estados nórdicos y bálticos y las naciones árabes, y dentro del G7 y del G20. A su vez, la OCDE fortaleció sus acciones relativas a esta tecnología en los últimos años con el impulso del observatorio OECD.AI. De hecho, los Principios de la OCDE sobre Inteligencia Artificial adoptados en 2019 constituyen los primeros estándares intergubernamentales en la materia.
Tal como los Gobiernos de otras partes del mundo, los de la región de América Latina y el Caribe buscan explotar el inmenso potencial de la IA de una manera estratégica y fiable. Siete países de la región ya elaboraron o están elaborando una estrategia nacional de IA (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay), y siete ya adhirieron a los Principios de la OCDE sobre Inteligencia Artificial (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Perú).
La importancia de incorporar la IA en el sector público está reflejada en la mayoría de las estrategias nacionales relativas a esta tecnología. En realidad, los Gobiernos, cada vez más, utilizan la IA para la innovación y transformación del sector público, y redefinen la forma en la que diseñan y entregan políticas y servicios. El presente informe, realizado por la OCDE en colaboración con CAF, banco de desarrollo de América Latina, analiza el uso estratégico y responsable de la IA por parte del sector público de América Latina y el Caribe.
Principales hallazgos
En la región de ALC, siete países cuentan con una estrategia nacional de IA. Tales estrategias se caracterizan porque, o bien están orientadas específicamente al sector público, o bien proponen un abordaje más amplio y presentan un apartado dedicado a este sector. Todas tienden a poner énfasis en temas clave, como la ética, la gobernanza de la IA, la adopción de esta tecnología, la colaboración intersectorial y la contratación pública, competencias y capacidades, datos e infraestructura técnica. Representan un importante paso adelante, pero divergen en cuanto a medidas a tomar y habilitadores para impulsar el avance. Si bien todas presentan acciones y objetivos, y la mayoría establece metas cuantificables, muchas no especifican cronogramas, mecanismos de financiamiento ni herramientas de monitoreo.
Asimismo, los países de la región están ensayando diversos usos de la IA en el sector público, como la respuesta ante el COVID-19, la mejora de la eficiencia y de la toma de decisiones del Gobierno, el enriquecimiento de las relaciones con los ciudadanos y las empresas y la prestación de servicios, el aumento de la seguridad y protección públicas, el fortalecimiento de la integridad y la rendición de cuentas del sector público, y el mejoramiento de los sistemas de educación.
Además de la aplicación de los Principios de la OCDE sobre Inteligencia Artificial, este organismo internacional identificó una serie de factores clave que resultan de importancia crítica para cosechar los beneficios de la IA en el sector público y, al mismo tiempo, mitigar los riesgos:
Elaborar un enfoque responsable, fiable y con centro en el ser humano respecto del uso de la IA en el sector público, que considere la ética de los datos, garantice la imparcialidad y la mitigación del sesgo, contemple la transparencia y la explicabilidad de los algoritmos, promueva la seguridad y protección digitales, establezca mecanismos de rendición de cuentas, y garantice un enfoque inclusivo y centrado en el usuario.
Desarrollar capacidades de gobernanza fundamentales, que comprendan liderar, coordinar y generar apoyo para la IA; liderar y elaborar estrategias en materia de datos; crear espacios para la experimentación; entender los problemas del sector público y el potencial de la IA para solucionarlos; y garantizar la preparación de cara al futuro a través de una gobernanza preventiva.
Poner en funcionamiento habilitadores clave, tales como datos, financiamiento, conocimientos especializados tanto internos como externos, e infraestructura digital.
Otro de los hallazgos de la OCDE es que las capacidades de los países de la región varían:
Colombia y Uruguay surgen como líderes de la región de ALC, con una cantidad de estrategias y abordajes bien pensados que, en cierta medida, ya están en marcha.
Argentina, Brasil, Chile y Perú demostraron liderazgo en varios temas relacionados con los factores mencionados y un fuerte compromiso con la puesta en ejecución, aunque con un nivel de madurez digital menor que los líderes regionales.
Costa Rica y México también demostraron un sólido compromiso. No obstante, Costa Rica precisa más apoyo y más acciones en ciertas áreas, mientras que México —el primer país de la región que publicó una estrategia nacional de IA y líder regional en el pasado— parece no tener claras las prioridades actuales y futuras.
Barbados y Panamá, y, en una leve menor medida, República Dominicana, Ecuador, Jamaica y Paraguay, demostraron capacidad inicial para potenciar la IA en el sector público, a través de, por ejemplo, leyes de protección de datos y otras iniciativas. Si bien estas acciones no estaban dirigidas a la IA en forma explícita, pueden tener efectos indirectos positivos.
Bolivia, Trinidad y Tobago, y Venezuela necesitan realizar acciones importantes y pueden requerir apoyo de otros países de la región para avanzar en la exploración del uso de la IA en el sector público.
Principales recomendaciones
El presente informe formula 13 recomendaciones a los Gobiernos nacionales de América Latina y el Caribe a efectos de maximizar los posibles impactos positivos del uso de la IA en el sector público, y de minimizar las consecuencias negativas o no deseadas:
1. Explorar el desarrollo y la ejecución de una estrategia y una hoja de ruta de la IA en el sector público para América Latina y el Caribe a través de un abordaje regional colaborativo.
2. Desarrollar y adoptar estrategias y hojas de ruta nacionales para la IA en el sector público.
3. Elaborar una estrategia de datos nacional para el sector público que abarque distintos aspectos relativos a los datos y que cimente la aplicación de la IA.
4. Explorar las posibilidades de cooperar y colaborar a escala regional para elaborar proyectos e iniciativas de IA en el sector público.
5. Respaldar las actividades que se realicen en materia de IA a nivel subnacional y reflejarlas en políticas e iniciativas de IA más amplias.
6. Fortalecer el énfasis en la implementación de estrategias de IA en el sector público para garantizar la concreción de los compromisos asumidos.
7. Tomar medidas que respalden la sostenibilidad a largo plazo de las estrategias e iniciativas de la IA en el sector público.
8. Llevar a la práctica los Principios de la OCDE sobre Inteligencia Artificial y configurar un marco nacional de ética para una IA fiable.
9. Tener en cuenta como un elemento central las consideraciones sobre el uso de una IA fiable en el sector público que se identifican en el presente informe.
10. Arbitrar los medios para generar una capacidad de liderazgo sostenida a nivel central e institucional que guíe y supervise la adopción de la IA en el sector público.
11. Valerse de técnicas de gobernanza anticipada de la innovación para prepararse para el futuro.
12. Tener en cuenta como un elemento central las consideraciones sobre gobernanza que se identifican en el presente informe.
13. Tener en cuenta enfáticamente como un elemento central los habilitadores críticos de la IA en el sector público que se identifican en el presente informe.
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