Los países en desarrollo acogen a más de un tercio de los migrantes internacionales del mundo. La mayoría de los inmigrantes son trabajadores migrantes y obtienen un empleo formal o, con más frecuencia, informal, en los países de destino. La inmigración desempeña, pues, una función clave en el desarrollo económico de los países de destino. Sin embargo, varios países de ingresos bajos y medios carecen tanto de pruebas empíricas como de conciencia de la manera en que los migrantes pueden contribuir a distintos sectores de las economías, y muy pocos han concebido y puesto en marcha marcos apropiados en sus políticas públicas. Una gran economía informal, asociada con una escasa capacidad de gestión de la migración laboral y la falta de políticas activas para el mercado laboral, impiden a muchos países de destino obtener el máximo provecho de la inmigración.
El Centro de Desarrollo de la OCDE, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisión Europea han colaborado para atender estas preguntas desafiantes. Trabajando en diferentes contextos, nuestra colaboración tiene por objeto ayudar a los países en desarrollo a elaborar políticas eficaces a fin de aprovechar la inmigración para el logro de buenos resultados de desarrollo. Lo anterior comprende ampliar la base de pruebas empíricas de la contribución de la inmigración al desarrollo, brindar consejo sobre la gobernanza de sistemas integrales de inmigración y vincular las estrategias de desarrollo para impartir coherencia a las políticas dentro de los países y entre unos y otros.
El presente informe, Cómo los inmigrantes contribuyen a la economía de los países en desarrollo, es un paso adelante en la evaluación de la contribución de la inmigración al desarrollo y el mejoramiento de las estrategias de desarrollo. Se basa en el proyecto conjunto de la OCDE y la OIT Evaluación de la contribución económica de la migración laboral en los países en desarrollo como países de destino (ECLM, por sus siglas en inglés). El proyecto llevó a cabo análisis comparables de diez países de ingresos bajos y medios –Argentina, Costa Rica, Côte d’Ivoire, Ghana, Kirguistán, Nepal, la República Dominicana, Ruanda, Sudáfrica y Tailandia– para presentar una descripción más amplia de las distintas maneras en que los inmigrantes contribuyen a las economías de los países que los acogen. Distintos componentes clave de la economía se exploran mediante una combinación de metodologías cuantitativas y cualitativas.
El informe examina empíricamente cómo afectan los inmigrantes tres componentes clave de la economía: el mercado laboral, el crecimiento económico y las finanzas públicas. Analiza el contexto político e histórico de la inmigración en cada país y propone maneras de fomentar la contribución de los inmigrantes en distintos contextos mediante las respuestas adecuadas de políticas públicas. El informe destaca el hecho de que los efectos de la inmigración no son simples. Dependen del contexto y las condiciones económicas del país, así como de las características de los inmigrantes. Sin embargo, cualquier país puede maximizar los efectos positivos de la inmigración adoptando políticas coherentes encaminadas a gestionar e integrar mejor a los inmigrantes, para que puedan invertir en la economía y contribuir a ella de manera legal allí donde trabajan y viven, viviendo seguros y llevando una vida plena.
El informe también brinda una base de diálogo y consejo sobre políticas públicas para los responsables del desarrollo y de la elaboración de políticas que procuran integrar a los inmigrantes a su economía y sociedad a fin de beneficiar tanto a los inmigrantes como a los ciudadanos autóctonos. Siguiendo la guía de las medidas que han de tomarse en cada país con los interesados clave y los responsables de la elaboración de políticas públicas, el Centro de Desarrollo de la OCDE y la OIT esperan continuar su cooperación con los países socios a fin de mejorar la contribución de la inmigración al logro de mejores resultados económicos y de desarrollo.