La Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) es el regulador económico independiente de Perú en materia de agua potable, tratamiento de aguas residuales y disposición sanitaria de desechos. El contexto nacional y sectorial en el que opera el regulador es difícil: solo el 51% de la población tiene acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura.
Desde que se estableció en 1992, la Sunass se ha consolidado como un regulador sólido, con alta capacidad técnica. Su mandato fue ampliado en 2016. De su responsabilidad original — regular a las 50 empresas prestadoras de servicios de agua y saneamiento en el ámbito urbano del país —, ahora su nuevo ámbito de competencia abarca a más de 25 000 proveedores en todo el territorio nacional. Asimismo, se le asignaron nuevas tareas, algunas de las cuales trascienden las funciones básicas de regulación, que son comunes entre el resto de los órganos reguladores sectoriales en el Perú. Para responder a estos cambios, la Sunass emprendió una importante transformación institucional, que incluye el establecimiento de 24 oficinas regionales.
De cara al futuro, es conveniente que la Sunass colabore de forma proactiva con las partes interesadas para gestionar los riesgos y las expectativas relacionadas con la ejecución del mandato ampliado del regulador, mejorar la claridad de las funciones e identificar las áreas en las que incrementar la colaboración y la coordinación podría contribuir a lograr los objetivos de política pública. Es fundamental contar con un conjunto de herramientas regulatorias adecuadas para garantizar los incentivos apropiados que impulsen el desempeño del sector y aumentar el impacto del regulador. Además, una identidad y una cultura consolidadas pueden garantizar la congruencia de los modelos en toda la organización ya reformada y mejorar la eficacia.