La malaria, el dengue y el Zika son tres enfermedades que se transmiten por las picaduras de mosquitos infectados. Están presentes en LAC con diversos grados de incidencia. La malaria es una enfermedad tropical ocasionada por un parásito transmitido por los mosquitos hembras Anopheles. Después de permanecer en el hígado, los parásitos de la malaria se multiplican en los glóbulos rojos, causando síntomas como fiebre, dolor de cabeza y vómitos. Como parte de los ODS, la ONU se estableció como meta acabar con la epidemia de paludismo para el 2030. Entre 2000 y 2017, ha habido una reducción global del 60% de las muertes por malaria, convirtiéndola en uno de los mayores éxitos de salud pública del siglo XXI (The Global Fund, n.d.[23]).
En la región de LAC, los esfuerzos de los países han reducido en gran medida los nuevos casos de malaria hasta el punto de que ha sido casi o completamente erradicada en Costa Rica, Belice, Argentina, El Salvador y Paraguay, además de que varios países ya no reportan datos de incidencia. Sin embargo, la región sigue siendo vulnerable a los brotes. La mayor incidencia en la región se encuentra en Venezuela, con 48 casos por cada 1.000 habitantes en riesgo en 2017, casi triplicándose en los últimos 3 años, después de haber sido casi erradicada (Figura 3.29, panel izquierdo). Además, Venezuela también ostenta el mayor número de muertes por malaria con 456 personas fallecidas en el país, seguido de Haití, Guyana y Brasil con 81, 33 y 30 muertes, respectivamente.
El dengue es una infección viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti y sigue siendo un problema de salud pública en las Américas, a pesar de los esfuerzos de los países por detenerlo y mitigarlo. El dengue causa una grave enfermedad similar a la gripe (por ejemplo, fiebre alta, dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos, náuseas, vómitos, inflamación de las glándulas, dolores musculares y articulares, sarpullido) y a veces puede llegar a provocar una complicación potencialmente letal llamada dengue grave o hemorrágico. Una vez infectados, los humanos se convierten en los principales portadores y multiplicadores del virus, actuando como origen del virus para los mosquitos no infectados. No existe un tratamiento específico para la fiebre del dengue (OMS, 2019[24]).
La incidencia del dengue en la región es heterogénea, destacándose Nicaragua con 934 casos por cada 100.000 habitantes en 2018, seguido de Belice con 564, Paraguay con 469 y Granada con 428 (Figura 3.30). La letalidad de la enfermedad también varía, alcanzando un porcentaje de más del 1% sólo en Jamaica. En la mayoría de los países de la región, las enfermedades no generaron ninguna muerte durante el año 2018.
El Zika es una enfermedad viral causada por el virus Zika transmitido por el mosquito Aedes aegypti, que consiste en fiebre leve, sarpullido, dolores de cabeza, artralgia, mialgia, astenia y conjuntivitis no purulenta. Una de cada cuatro personas puede desarrollar síntomas, pero en los afectados la enfermedad suele ser leve, con síntomas que pueden durar entre dos y siete días. No hay un tratamiento específico para la enfermedad del Zika (OPS, 2019[25]).
La incidencia del Zika es muy alta en Panamá con 66 casos por cada 100.000 habitantes en 2018. Belice, Guatemala y Bolivia le siguen con 33, 16 y 13 casos por cada 100.000 habitantes. No se reportaron muertes por Zika en 2018 (Figura 3.31).
Las enfermedades de transmisión vectorial afectan de manera desproporcionada a las comunidades vulnerables, que carecen de métodos adecuados de prevención, sistemas de saneamiento e infraestructuras modernas. Es fundamental que los países garanticen el acceso a una cobertura de buena calidad entre estas comunidades para protegerlas de las enfermedades transmisibles como el paludismo, el dengue y el Zika. La preparación y el control de los brotes son cruciales para una adecuada prevención y respuesta, para lo cual los países deben desarrollar sus capacidades y recursos. Por ejemplo, el uso de mosquiteros tratados con insecticidas y la fumigación residual de interiores son medidas preventivas importantes para que las poblaciones de riesgo eviten las picaduras de los mosquitos.