Los Principios rectores de los contratos duraderos en el sector extractivo marcan un hito para el Centro de Desarrollo de la OCDE y para toda la comunidad de desarrollo, y ello, por tres razones.
En primer lugar, abordan la compleja cuestión de cómo negociar un acuerdo justo para los gobiernos, los inversionistas y las comunidades. Los contratos con desequilibrios no son sostenibles: tensan las relaciones entre los gobiernos y los inversionistas, y plantean conflictos sociales en torno a los proyectos extractivos. Un contrato puede lograr buenos resultados de desarrollo si garantiza un intercambio justo de los beneficios entre los gobiernos, los inversionistas y las comunidades a lo largo del ciclo de vida del proyecto, así como en un amplio espectro de resultados y condiciones de mercado. Los Principios rectores ofrecen una guía para que esto sea así.
En segundo lugar, los Principios rectores, refrendados por la Junta de Gobierno del Centro de Desarrollo, son una herramienta sin precedentes que refleja el consenso alcanzado por sus 56 miembros, 27 de los cuales son miembros de la OCDE y 29, economías emergentes o en desarrollo. Son la muestra de que el Centro de Desarrollo, con su membresía única, se erige como foro político con participación igualitaria de una serie de países, no solo para debatir temas de interés compartido, sino también para consensuar y desarrollar propuestas innovadoras para los retos del desarrollo.
En tercer lugar, los Principios rectores son el producto de un esfuerzo colaborativo de los gobiernos, la industria, la sociedad civil, los especialistas y las organizaciones internacionales. Este proceso multipartito es un logro per se, pues cada actor llega con perspectivas diferentes; a veces, discrepantes. Al comienzo del proceso, se hacía patente entre las partes una cierta desconfianza. El Centro de Desarrollo, como facilitador, desempeñó un papel crucial para acercar posiciones. Mediante un diálogo abierto y transparente, los participantes hicieron verdaderos esfuerzos por comprender la motivación y la posición de los demás, con vistas a lograr soluciones compartidas.
Lejos de contentarse con un acuerdo de mínimos, estos Principios rectores miran al futuro. Pretenden facilitar un entendimiento común entre las partes para abordar los aspectos difíciles de su relación, mostrando cómo superar las tensiones y cómo afrontar los temas contenciosos que puedan surgir durante las negociaciones. Las actuaciones recomendadas están pensadas para mantener alineados los intereses a lo largo del ciclo de vida del proyecto extractivo, con un equilibrio de riesgos y beneficios, compartidos por gobiernos, inversionistas y comunidades.
Al refrendar los Principios rectores, la Junta de Gobierno reconoce la importancia, la relevancia y la repercusión inicial de esta herramienta, expresando su apoyo político para que se utilicen en la negociación de contratos del sector extractivo duraderos.
En calidad de presidente de la Junta de Gobierno, permítanme expresar mi deseo de que los Principios rectores devengan un marco común de referencia para negociar contratos duraderos y sostenibles en el sector extractivo y para fortalecer los resultados de desarrollo.
Embajador Manuel Escudero
Presidente de la Junta de Gobierno, Centro de Desarrollo de la OCDE