El Plan Quinquenal de Desarrollo 2014-2019 “El Salvador: productivo, educado y seguro” tiene como base la filosofía del Buen Vivir, con énfasis en la consolidación de la democracia y la construcción del Estado de derecho. Las tres prioridades del plan —empleo productivo, educación y seguridad ciudadana efectiva— se plasman en 11 objetivos, prestando especial atención al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 16 (paz, justicia e instituciones fuertes) y el ODS 11 (ciudades y comunidades sostenibles) (ECLAC, 2018). Los objetivos primero y séptimo se centran en la economía y el respeto al medioambiente. Las políticas para estos objetivos prevén la diversificación de la producción y la mejora de la competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas. También contemplan la diversificación de las fuentes de energía, priorizando las fuentes renovables y la gestión integral del sistema hídrico.
El Plan de Desarrollo aborda también la inclusión social y el acceso equitativo a los servicios públicos de calidad. Estos incluyen proyectos para modernizar las instituciones educativas y mejorar la asistencia a las escuelas, crear el Sistema Nacional Integrado de Salud y consolidar el Sistema de Protección Social Universal. Por otra parte, El Salvador adoptó un Índice de Pobreza Multidimensional nacional en 2015. Dicho índice consta de cinco dimensiones (infancia y adolescencia; condiciones de la vivienda; acceso al trabajo; salud y seguridad alimentaria; y calidad del hábitat) y cuatro indicadores por cada dimensión reunidos mediante la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples.
Los objetivos medulares del plan siguen siendo el aumento de la seguridad de los ciudadanos, el uso de la cultura nacional para lograr la cohesión social y un Estado centrado en su ciudadanía e impulsado por los resultados. Estos objetivos pueden contribuir a establecer políticas que refuercen a la policía local, el programa “Yo cambio” para propiciar cárceles seguras y el Sistema de Defensa Nacional.
En términos de las capacidades de financiación pública, los ingresos fiscales totales de El Salvador equivalieron a 17.9% del PIB en 2016 (en comparación con 22.7% en ALC y 34.3% en la OCDE). El Salvador se suscribió a la Convención Multilateral sobre Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal en 2015, pero dicho instrumento no se ha puesto en marcha aún.
Las prioridades de cooperación internacional de El Salvador a escala nacional, regional y mundial coinciden con el Plan Quinquenal. Las áreas prioritarias para los proyectos de cooperación internacional incluyen la protección social, como intervenciones en el mercado laboral para la población joven, seguridad social, asistencia social, salud pública y educación; crecimiento económico, integración y comercio regionales; y seguridad y prevención del delito. Como receptor de cooperación internacional, los socios más frecuentes del país son España, Luxemburgo, Estados Unidos, Japón, Corea, Alemania, Italia, la Unión Europea y el Sistema de Naciones Unidas. Como proveedor de Cooperación Sur-Sur, El Salvador colabora con la mayoría de los países de la región ALC.
En 2016, el gobierno instauró, en alianza con Estados Unidos, las estrategias establecidas en el Plan “El Salvador Seguro”, entre ellas la integración del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia (CNSCC). Estas acciones se están implementando junto con los demás países miembros del Triángulo Norte (Honduras y Guatemala). En cooperación con Japón, El Salvador se propone desarrollar entre 2016 y 2021 un marco institucional para garantizar la gestión integrada de las lagunas Olomega y El Jocotal, como un enfoque modelo, para promover la preservación y el manejo integral de humedales en El Salvador.