La “Estrategia Nacional de Desarrollo 2010-2030: un viaje de transformación hacia un país mejor” es la hoja de ruta de la República Dominicana hacia el crecimiento socialmente incluyente. El Plan Nacional de Desarrollo se articula alrededor de cuatro ejes estratégicos: un Estado con instituciones eficientes y transparentes; una sociedad cohesiva; una economía compleja, innovadora y sostenible, y una sociedad con gestión sostenible del medioambiente. Particular atención se presta al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 16 (paz, justicia e instituciones fuertes) y al ODS 11 (ciudades y comunidades sostenibles) (ECLAC, 2018). Las políticas para elevar la productividad incluyen consolidar una gestión de las finanzas públicas sostenibles, asegurar un suministro confiable de electricidad a precios competitivos y desarrollar un sistema de educación superior de calidad, que responda a las necesidades del desarrollo nacional. Al mismo tiempo, el plan incluye políticas para consolidar la democracia participativa y el sistema electoral, mejorar el sistema de seguridad nacional y profesionalizar a la policía.
El segundo eje estratégico se orienta a garantizar educación, salud y seguridad social para todos al apelar a la cohesión territorial, la igualdad de oportunidades y bajos niveles de pobreza y desigualdad. Las políticas recomendadas incluyen la universalización de la educación pública del nivel preescolar a la secundaria, la promoción de una cultura de equidad entre hombres y mujeres, el fortalecimiento de las capacidades administrativas de los municipios para impulsar el desarrollo local y la disminución de la desigualdad entre las zonas rurales y las urbanas en lo referente a servicios y oportunidades económicas. Además, la República Dominicana adoptó un Índice de Pobreza Multidimensional que cuenta con cinco dimensiones: salud; educación y cuidado infantil; sustento y trabajo; vivienda y entorno; brecha digital y convivencia, así como con 24 indicadores en 2017.
En términos de capacidades de financiación pública, los ingresos fiscales totales de la República Dominicana equivalieron a 13.7% del PIB en 2016 (en comparación con 22.7% en ALC y 34.3% en la OCDE). El país se suscribió a la Convención Multilateral sobre Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal, pero no al Acuerdo Multilateral entre Autoridades Competentes para el Intercambio de Informes País por País ni al Acuerdo Multilateral entre Autoridades Competentes sobre el Intercambio Automático de Información Relativa a Cuentas Financieras para combatir la defraudación fiscal.
La política de cooperación internacional coincide con la Estrategia Nacional de Desarrollo. El Sistema Nacional de Cooperación Internacional para el Desarrollo (SINACID) está armonizado con el Sistema Nacional de Planificación e Inversión Pública, así como con el Sistema Integrado de Administración Financiera del Estado. A 2016, bajo el Viceministerio de Cooperación Internacional (VIMICI), los sectores en los que se concentraba la mayoría de las iniciativas eran salud, agricultura y pesca, y educación, seguidos de justicia, medioambiente, industria y comercio. La principal fuente de cooperación eran fondos multilaterales y bilaterales. Los socios clave incluyen la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón, la Organización Panamericana de la Salud, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.