Los Principios de Gobierno Corporativo de la OCDE y del G20 sirven de orientación a los responsables de la formulación de políticas para evaluar y mejorar el marco legal, reglamentario e institucional del gobierno corporativo, con vistas a favorecer la confianza y la integridad del mercado, la eficiencia económica, el crecimiento sostenible y la estabilidad financiera.
Como principal referencia internacional para el buen gobierno corporativo, los Principios tienen un alcance mundial y reflejan las experiencias y ambiciones de diversos países con distintos sistemas jurídicos y en diferentes fases de desarrollo. Además, son una de las Normas Fundamentales de los Sistemas Financieros Sólidos del Consejo de Estabilidad Financiera.
Estos Principios revisados son el resultado de 18 meses de trabajo. Reflejan el firme deseo de todos los miembros de la OCDE y del G20 de que los Principios ofrezcan orientaciones sobre la sostenibilidad y la resiliencia de las empresas y ayuden a estas a gestionar los riesgos medioambientales y sociales, profundizando en cuestiones como la divulgación de información, el papel y los derechos de los accionistas y las partes interesadas y las responsabilidades de los consejos de administración de las empresas.
En primer lugar, ayudan a las empresas a mejorar el acceso a la financiación, en particular, la procedente de los mercados de capitales. De este modo, promueven la inversión, la innovación y el aumento de la productividad, y fomentan el dinamismo económico en general.
En segundo lugar, ofrecen un marco de protección a los inversores, entre los que se incluyen los hogares con ahorros invertidos. Una estructura formal de procedimientos en favor de la transparencia y la rendición de cuentas de los consejeros y los directivos ante los accionistas contribuye a generar confianza en los mercados.
En tercer lugar, favorecen la sostenibilidad y resiliencia de las empresas, lo que, a su vez, contribuye a la sostenibilidad y resiliencia de la economía en general.
Tiene por objeto ayudar a mejorar el acceso de las empresas a los mercados financieros en un entorno en el que las expectativas de los inversores están evolucionando y apoyar la confianza de los inversores basada en una información de mercado más transparente y unos derechos reforzados para los inversores.
Los Principios ayudarán a dar respuesta al creciente papel de los inversores institucionales mediante el fomento de códigos de buenas prácticas y la revelación de conflictos de intereses por parte de los servicios de asesoramiento, como los asesores de voto y los proveedores de índices basados en datos ambientales, sociales y de gobernanza. También contienen nuevas recomendaciones que reflejan la creciente importancia de la deuda de las empresas y el papel de los obligacionistas en los mercados de capitales.
Los responsables de la formulación de políticas, los organismos reguladores, las organizaciones internacionales y los agentes del mercado desempeñan un importante papel en la correcta aplicación de los Principios para que los países y las empresas puedan seguir experimentando las ventajas del buen gobierno corporativo. La OCDE seguirá colaborando estrechamente con todas las autoridades nacionales competentes y con otros asociados para promover la aplicación de los Principios a escala mundial.
Mathias Cormann,
Secretario General de la OCDE