El marco de gobierno corporativo promoverá la transparencia y la equidad de los mercados, así como la asignación eficiente de los recursos. Será coherente con el estado de Derecho y respaldará una supervisión y una ejecución eficaces.
Un gobierno corporativo eficaz requiere un marco legal, reglamentario e institucional sólido en el que los agentes del mercado puedan confiar al entablar relaciones contractuales privadas. Al promover la transparencia y la equidad de los mercados, este marco también desempeña un papel importante en el fomento de la confianza en los mercados, necesaria para apuntalar la consecución de objetivos económicos más amplios. Este marco de gobierno corporativo suele basarse en elementos de legislación, regulación, normas de cotización, acuerdos de autorregulación, iniciativas contractuales, compromisos voluntarios y prácticas empresariales que son consecuencia de las circunstancias, la historia y la tradición específicas de los países. Por lo tanto, la combinación ideal de estos elementos variará de un país a otro.
Los elementos legislativos y reglamentarios del marco de gobierno corporativo pueden complementarse con elementos de normativa no vinculante como, por ejemplo, códigos de gobierno corporativo, basados en el principio de «cumplir o explicar», para así ofrecer flexibilidad y tener presentes las especificidades de cada empresa. Lo que funciona bien en el caso de una empresa, un inversor o un actor interesado en concreto no tiene por qué aplicarse necesariamente de forma general a empresas, inversores y actores interesados que operen en otro contexto y en circunstancias distintas. Por lo tanto, cualquier elemento concreto de un marco específico de gobierno corporativo puede no ser eficaz para dar respuesta a una cuestión concreta en materia de gobierno en todas las situaciones. Antes bien, los métodos para fomentar o exigir buenas prácticas de gobierno corporativo deben tener por objeto el logro de los resultados deseados adaptando los enfoques a las circunstancias particulares. Por ejemplo, el resultado deseado de garantizar la aplicación efectiva de determinadas prácticas de gobierno corporativo puede lograrse de manera más eficiente en mercados en los que los inversores institucionales desempeñan un papel importante en la mejora de dichas prácticas en consonancia con las recomendaciones de los códigos de normativa no vinculante, mientras que en los mercados en los que los inversores adoptan un papel más pasivo, el regulador puede optar por exigir y hacer cumplir determinadas normas de gobierno corporativo. Las normas del marco de gobierno corporativo se revisarán y, cuando sea necesario, se ajustarán a medida que se acumulan nuevas experiencias y cambian las condiciones empresariales.
Los países que deseen aplicar los Principios realizarán un seguimiento de su marco de gobierno corporativo, con el objetivo de mantener y consolidar su contribución a la integridad del mercado, el acceso a los mercados de capitales, los resultados económicos y la transparencia y el buen funcionamiento de los mercados. En este contexto, es importante que se tomen en consideración las interacciones y la complementariedad entre distintos elementos del marco de gobierno corporativo y su capacidad global para promover prácticas éticas, responsables y transparentes. Este análisis se concebirá como una herramienta fundamental para el proceso de desarrollo de un marco eficaz de gobierno corporativo. Para ello, es esencial consultar a los ciudadanos de forma efectiva y continua. En algunos países, puede ser necesario recurrir también a iniciativas de información a las empresas y sus actores interesados sobre las ventajas de la aplicación de prácticas sólidas de gobierno corporativo.
Por otra parte, al desarrollar dicho marco, los legisladores y los organismos reguladores nacionales tendrán debidamente en cuenta la necesidad y los frutos del diálogo y la cooperación internacional efectivos. Si se dan estas condiciones, es más probable que se evite el exceso de regulación en el marco de gobierno corporativo, se favorezca el emprendimiento y se limite el riesgo de conflictos de intereses perjudiciales tanto en el sector privado como en las instituciones públicas.
I.A. El marco de gobierno corporativo se desarrollará teniendo presente su impacto en el acceso de las empresas a la financiación, los resultados económicos globales y la estabilidad financiera, la sostenibilidad y resiliencia de las empresas, la integridad del mercado y los incentivos que genera para los agentes del mercado y para el fomento de la transparencia y el buen funcionamiento de los mercados.
Los mercados de capitales desempeñan un papel fundamental a la hora de dotar a las empresas de fondos que les permitan innovar y apoyar el crecimiento económico, así como diversificar eficazmente sus fuentes de financiación. La financiación mediante de renta variable y renta fija también contribuye a la resiliencia de las empresas para superar las recesiones temporales sin dejar de cumplir sus obligaciones frente a la plantilla, los acreedores y los proveedores. Los responsables de la formulación de políticas y los organismos reguladores deben tener en cuenta la manera en que el marco de gobierno corporativo puede fomentar el acceso de las empresas a la financiación en el mercado e influir en él.
La organización de la actividad económica a través de empresas es un motor potente del crecimiento. Por consiguiente, el marco legal y reglamentario en el que estas operan es clave para los resultados económicos globales. Los responsables de la formulación de políticas también tienen la responsabilidad de establecer un marco que pueda satisfacer las necesidades de las empresas que operan en circunstancias muy diversas y, así, favorecer la aparición de nuevas oportunidades para crear valor y para determinar la forma más eficiente de utilizar los recursos. Por tanto, cuando proceda, los marcos de gobierno corporativo tendrán en cuenta la proporcionalidad, en particular, en lo que respecta al tamaño de las empresas cotizadas. Entre otros factores que pueden requerir flexibilidad, se encuentran la estructura de propiedad y de control de las empresas, su presencia geográfica, sus sectores de actividad y su fase de desarrollo. Los responsables de la formulación de políticas centrarán su atención en los resultados económicos más recientes y, a la hora de estudiar las distintas políticas posibles, llevarán a cabo un análisis de su repercusión sobre variables esenciales que influyen en el funcionamiento de los mercados, por ejemplo, en lo que respecta a las estructuras de los incentivos, la eficiencia de los sistemas de autorregulación y la gestión de los conflictos de intereses sistémicos. Los mercados transparentes y eficaces disciplinan a los agentes del mercado y fomentan la rendición de cuentas.
I.B. Los requisitos legales y reglamentarios que influyen en las prácticas de gobierno corporativo serán coherentes con el estado de Derecho, así como transparentes y exigibles. Los códigos de gobierno corporativo pueden ofrecer un mecanismo complementario de apoyo al desarrollo y evolución de las buenas prácticas de las empresas, siempre que su condición esté debidamente definida.
En caso de que se requieran nuevas leyes y reglamentos para, por ejemplo, resolver imperfecciones evidentes del mercado, estos se diseñarán de forma que puedan aplicarse y exigirse de manera eficiente y equitativa a todas las partes. Un modo eficaz de lograrlo consiste en que el Estado y otras autoridades reguladoras consulten a las empresas, sus organizaciones de representación, accionistas y otros agentes interesados. Asimismo, se establecerán mecanismos para que las partes puedan proteger sus derechos. Las medidas políticas se diseñarán en función de sus costes y beneficios globales para evitar un exceso de regulación, normas de imposible cumplimiento y consecuencias imprevistas que puedan obstaculizar o perturbar la dinámica empresarial.
Las autoridades dispondrán de potestades ejecutivas y sancionadoras eficaces para disuadir de comportamientos deshonestos y favorecer prácticas de gobierno corporativo sólidas. Además, también podrán impulsarse medidas encaminadas a exigir el cumplimiento a instancia de particulares, y el equilibrio eficaz entre estas medidas y las realizadas a instancia pública y variará según las especificidades de cada país.
Los objetivos en materia de gobierno corporativo también se formulan en códigos y normas que carecen de rango de ley o de reglamento. Las buenas prácticas recomendadas en dichos códigos suelen fomentarse mediante mecanismos de divulgación de información del tipo «cumplir o explicar» u otras variantes como «aplicar y/o explicar». Aunque estos códigos pueden desempeñar un papel importante en la mejora de los acuerdos y prácticas de gobierno corporativo, pueden generar incertidumbre entre los accionistas y las partes interesadas sobre su categoría y aplicación. Cuando se utilizan códigos y principios como norma nacional o como complemento de disposiciones legislativas o reglamentarias, la credibilidad del mercado exige que se especifique claramente su ámbito de aplicación, su fuerza vinculante y las posibles sanciones por incumplimiento.
I.C. El reparto de responsabilidades entre las distintas autoridades y organismos de autorregulación se articulará de forma clara y se diseñará para servir a los intereses generales.
Habitualmente, en los requisitos y prácticas de gobierno corporativo influyen varios ámbitos jurídicos, tales como las normas en materia de valores, contabilidad y auditoría, y cotización; la legislación en materia societaria, concursal, contractual, laboral y fiscal; y, potencialmente, el Derecho internacional. Las prácticas de gobierno corporativo de las empresas también se ven a menudo afectadas por la legislación en materia de derechos humanos y medio ambiente, y cada vez más por las leyes relacionadas con la seguridad digital, la privacidad de los datos y la protección de los datos personales. En estas circunstancias, existe el riesgo de que la diversidad de disposiciones jurídicas ocasione solapamientos e, incluso, conflictos no intencionados, lo que puede frustrar la capacidad de perseguir objetivos clave de gobierno corporativo. Es fundamental que los responsables de la formulación de políticas sean conscientes de este riesgo y adopten medidas para garantizar un marco institucional y reglamentario coherente y estable. Una ejecución eficaz requiere, asimismo, que se asigne claramente a las distintas autoridades las responsabilidades en materia de supervisión, aplicación y exigencia del cumplimiento, de modo que se respeten y se ejerzan con la máxima eficacia las competencias de los diversos departamentos y órganos que se complementan. Los posibles conflictos entre objetivos, por ejemplo, en el caso de que se haya designado una misma institución para atraer empresas y sancionar incumplimientos, se evitarán o gestionarán mediante disposiciones claras en materia de gobierno. El solapamiento y, quizá, las contradicciones entre las normas de distintos países es otra de las cuestiones que deberán supervisarse para evitar la aparición de vacíos legales (es decir, asuntos que han pasado desapercibidos y que no son responsabilidad explícita de ninguna autoridad) y minimizar el coste que supone para las empresas cumplir con los requisitos de los varios sistemas.
En los casos en que se deleguen responsabilidades reguladoras o de supervisión en entidades que no sean públicas, conviene que se evalúen expresamente las razones y las circunstancias que lo aconsejan. Además, las instituciones públicas conservarán funciones de control para garantizar que la autoridad que se ha delegado se ejerce de manera justa y coherente y conforme a Derecho. Resulta también esencial que la estructura de gobierno de las entidades en que se delega sea transparente y contribuya a los intereses generales, incluidas las salvaguardias adecuadas para solucionar posibles conflictos de intereses.
I.D. La regulación de los mercados de valores favorecerá un gobierno corporativo eficaz.
Los mercados de valores pueden desempeñar un papel significativo en la mejora del gobierno corporativo a través del establecimiento y la exigencia de requisitos que promuevan su eficacia entre las sociedades emisoras cotizadas. Asimismo, constituyen un sistema mediante el cual los inversores pueden expresar interés o desinterés por el gobierno corporativo de un determinado emisor comprando o vendiendo sus títulos, según proceda. La calidad de las normas de los mercados de valores que sobre criterios de cotización y que regulan las operaciones en sus entornos constituye un elemento importante del marco de gobierno corporativo.
Hoy en día, lo que tradicionalmente se ha llamado la «bolsa de valores» adopta todo tipo de formas. En la actualidad, la mayoría de las grandes bolsas son en sí mismas sociedades anónimas cotizadas cuyo objetivo es maximizar sus beneficios y que compiten con otras bolsas y centros de negociación con el mismo propósito. Independientemente de cuál sea la estructura concreta del mercado de valores, los responsables de la formulación de políticas y los organismos reguladores evaluarán el papel que han de desempeñar las bolsas de valores y los centros de negociación en lo que respecta a la regulación, la supervisión y las medidas de exigencia del cumplimiento de las normas de gobierno corporativo. Para ello, es necesario analizar cómo los distintos modelos empresariales de las bolsas afectan a la motivación y la capacidad para llevar a cabo estas funciones.
I.E. Las autoridades competentes en materia de supervisión, regulación y exigencia del cumplimiento dispondrán de las facultades, la autonomía, la integridad y los recursos suficientes para cumplir sus obligaciones con profesionalidad y objetividad. Asimismo, sus resoluciones serán oportunas, transparentes y fundamentadas.
Las responsabilidades de supervisión, regulación y exigencia del cumplimiento se atribuirán a órganos funcionalmente independientes; que rindan cuentas en el ejercicio de sus funciones y responsabilidades; y que dispongan de las competencias, los recursos adecuados y la capacidad para llevar a cabo sus funciones y ejercer sus potestades, en particular, en lo concerniente al gobierno corporativo. Muchos países han abordado el desafío de la independencia política del supervisor del mercado de valores mediante la creación de un órgano de gobierno formal (una junta, un consejo o una comisión) cuyos miembros se eligen por un periodo establecido. Algunos países escalonan los nombramientos desvinculándolos del calendario político, lo que favorece aún más la independencia. Otros han tratado de reducir los posibles conflictos de intereses mediante la aprobación de políticas contrarias a las puertas giratorias que imponen la obligación de que transcurra un determinado periodo de tiempo antes de pasar a ejercer en el sector. Dichas restricciones deben tener en cuenta la capacidad de los organismos reguladores para atraer a personal directivo con la experiencia pertinente. Estos órganos deben poder desempeñar sus funciones sin que surjan conflictos de intereses y sus decisiones estarán sujetas a control judicial y administrativo. Al mismo tiempo, el personal de supervisión debe estar adecuadamente protegido frente a los costes relacionados con la defensa de sus acciones u omisiones cometidas en el ejercicio de sus funciones de buena fe.
Para evitar conflictos de intereses (incluida la posible interferencia política o empresarial en los procesos de supervisión y exigencia del cumplimiento), puede reforzarse la independencia operativa con autonomía en relación con las decisiones presupuestarias y de gestión de recursos humanos. Esa autonomía debe ir acompañada de normas éticas estrictas y mecanismos de rendición de cuentas, en particular, de decisiones oportunas, transparentes y plenamente explicadas que estén abiertas al escrutinio público y judicial. El aumento de la actividad de las sociedades y del volumen de datos que se hacen públicos puede desbordar los recursos de las autoridades competentes en materia de supervisión, regulación y exigencia del cumplimiento, con el resultado de que precisarán de gran cantidad de personal plenamente cualificado para llevar a cabo una supervisión y un trabajo de investigación eficaces, para lo cual requerirán de la financiación adecuada. Muchos países imponen gravámenes a las entidades supervisadas en combinación con la financiación pública (o como alternativa a esta). Esto puede favorecer una mayor autonomía financiera de las administraciones públicas para llevar a cabo sus mandatos, estructurando al mismo tiempo dichas tasas para evitar que impidan la independencia de supervisión de los participantes del sector regulado y proporcionando una transparencia adecuada sobre los criterios adoptados para fijarlas. La capacidad para atraer a personal de forma competitiva incrementará la calidad e independencia de la supervisión y la exigencia del cumplimiento.
I.F. Las tecnologías digitales pueden mejorar la supervisión y la aplicación de los requisitos de gobierno corporativo, pero las autoridades supervisoras y reguladoras deben prestar la debida atención a la gestión de los riesgos asociados.
Muchos países recurren a las tecnologías digitales para mejorar la eficacia de los procesos de supervisión y exigencia del cumplimiento relacionados con el gobierno corporativo, lo que repercute positivamente, por ejemplo, en la integridad del mercado. También pueden aliviar la carga normativa de las entidades reguladas, que a su vez pueden utilizar herramientas digitales para reducir los costes derivados del cumplimiento y mejorar la capacidad de gestión de riesgos. También puede recurrirse a las tecnologías digitales para conseguir que el cumplimiento normativo sea menos oneroso para las empresas, con vistas a mantener el rigor y el alcance de la regulación en materia de gobierno corporativo y la divulgación de información empresarial mediante mejoras en el funcionamiento del marco existente.
La adopción de soluciones digitales en los procesos de regulación y supervisión también conlleva retos y riesgos. Reviste gran importancia, entre otros aspectos, garantizar la calidad de los datos y la adecuada competencia técnica del personal, sopesar la interoperabilidad entre sistemas al desarrollar formatos de información y gestionar las dependencias de terceros y los riesgos para la seguridad digital. Cuando se recurre a la inteligencia artificial y la toma de decisiones algorítmica en los procesos de supervisión, es fundamental mantener un elemento humano para mitigar los riesgos de incorporar los sesgos existentes en los modelos algorítmicos y los derivados de una dependencia excesiva de los modelos y las tecnologías digitales.
Al mismo tiempo, los organismos reguladores de la mayoría de los países defienden el valor de un enfoque tecnológicamente neutral que propicie la innovación y la adopción de soluciones tecnológicas alternativas. Dado que las tecnologías evolucionan y pueden servir para reforzar las prácticas de gobierno corporativo, el marco regulador puede requerir una revisión y ajustes para facilitar su uso.
I.G. Se mejorará la cooperación transfronteriza, en particular, a través de sistemas bilaterales y multilaterales de intercambio de información.
Los altos niveles de participación extranjera en las sociedades y de negociación transfronterizas exigen una firme cooperación internacional entre las autoridades reguladoras, en particular, a través de sistemas bilaterales y multilaterales de intercambio de información o acciones conjuntas de supervisión. La cooperación internacional está ganando importancia en el ámbito del gobierno corporativo, especialmente en los casos en que las empresas operan en muchos países mediante entidades, cotizadas o no, y aspiran a cotizar en bolsa en varios países.
I.H. La claridad de los marcos reguladores debe garantizar la supervisión efectiva de las empresas cotizadas dentro de los grupos de empresas.
Los grupos de empresas bien gestionados que operan bajo marcos adecuados de gobierno corporativo pueden contribuir a lograr beneficios derivados de las economías de escala, sinergias y otros factores de eficiencia. No obstante, en algunos casos, los grupos de empresas dispensan un trato no equitativo a los accionistas y las partes interesadas. La prevalencia de los grupos de empresas en muchos países ha acentuado, por lo tanto, la necesidad de que los organismos reguladores garanticen que el marco de gobierno corporativo proporcione medios para supervisarlos eficazmente. De lo contrario, las estructuras extensas y complejas de los grupos de empresas pueden plantear riesgos para los accionistas y las partes interesadas de las empresas matrices o filiales cotizadas dentro de las estructuras del grupo, incluso a través de operaciones abusivas con partes vinculadas. Algunas empresas del grupo también podrían servir para transferir fondos dentro del grupo como parte de las estrategias de planificación fiscal de este, o pueden emplear los fondos para la remuneración del consejo de administración o los directivos o el pago de dividendos.
Los grupos de empresas que operan en diferentes sectores y países exigen la cooperación entre los organismos reguladores nacionales y entre países para reforzar la eficacia y la coherencia de la supervisión reguladora, en particular, a través del intercambio de información sobre las actividades de los grupos de empresas con fines de supervisión y exigencia del cumplimiento. Para ello, se anima a los países a elaborar una definición práctica y criterios para la supervisión de los grupos de empresas que se centren en aspectos como la relación de control de las empresas del grupo y su matriz, el domicilio de las empresas y la idoneidad de la inclusión en los informes financieros consolidados, entre otros aspectos. En algunos países, las empresas han adoptado protocolos y directrices de gobernanza a nivel de grupo como herramienta para autorregular la actividad del grupo.