Los contratos del sector extractivo duraderos operan en un clima de inversión y de negocios sólido, y deben estar respaldados por un marco legislativo y regulatorio justo, transparente y claro, y aplicarse de forma no discriminatoria.
30. Para el éxito de la inversión en la industria extractiva, es fundamental tener un clima de inversión y de negocios sólido. El desarrollo de recursos mineros, petrolíferos y de gas requiere unas inversiones iniciales considerables antes de la producción, y se caracteriza por tiempos de arranque largos, riesgos elevados y alta incertidumbre (véase el Principio rector III). El sector extractivo se caracteriza por largos períodos de recuperación de la inversión, en los que las inversiones iniciales solo se recuperan tras muchos años de producción. La obtención de un rendimiento justo en consonancia con el riesgo del inversionista se produce en un horizonte temporal largo y está sujeta a la volatilidad, de las condiciones del mercado.
31. Al evaluar el potencial de inversión en un país receptor, los inversionistas sopesarán si el marco legal es fiable, pues permite determinar las obligaciones (fiscales, ambientales, sociales, entre otros) que afectarán a su capacidad para determinar los posibles resultados económicos del proyecto. La transparencia del marco legislativo constituye una importante salvaguardia para los inversionistas extranjeros y debería contribuir a garantizar un uso eficaz de los recursos en beneficio de todos. Esto incluye el establecimiento de leyes, reglamentos y contratos que permitan que la contabilidad y los procedimientos de información proporcionen al público información fiable, sistemática y coherente sobre los ingresos de los recursos y otras obligaciones, y que se disponga la publicación de los contratos firmados en el sector extractivo.
32. Los gobiernos pueden ayudar a reducir tanto la incertidumbre como los riesgos, mediante instituciones que velen por el estado de derecho, con transparencia e integridad, y proporcionando normativas justas, transparentes y claras, sin costos de cumplimiento innecesariamente elevados. Como se destaca en la publicación de la OCDE Marco de acción para la inversión, «[u]na regulación bien diseñada mejora el clima inversor creando un marco eficiente y garantizando un estado de derecho en alto grado. Ahora bien, una buena regulación no significa necesariamente regular menos; antes bien, el Marco sugiere que la carga administrativa debe racionalizarse en aquellos ámbitos en que resulte necesario, que los objetivos regulatorios han de ser transparentes y que su eficacia debe ser controlada y evaluada con regularidad».
33. Los gobiernos deben asegurar que los contratos se cumplirán y que se respetarán los derechos de propiedad, así como la equidad, la previsibilidad, la imparcialidad y la eficacia del proceso de solución de controversias, de modo que los inversionistas tengan garantías de que no se les expropiará ilegalmente su inversión, que tampoco se verá comprometida de otro modo. El papeleo, las cargas burocráticas, la complejidad excesiva y otras limitaciones, como las identificadas en los informes del Banco Mundial sobre la facilidad de hacer negocios, aumentan los costos empresariales y también pueden promover la corrupción. La transparencia, la integridad y la coherencia de la Administración son esenciales para atraer inversión de calidad y asegurar la continuidad de los proyectos extractivos. Los gobiernos deben garantizar la claridad de los procedimientos administrativos, incluida la eficacia de la coordinación entre los diversos ministerios y organismos, así como entre las administraciones centrales y locales.