Este capítulo presenta la historia de los sistemas de cuentas nacionales, desde el siglo XVII hasta hoy. Después de una mirada a las primeras cuentas, se ofrece un análisis detallado de los sistemas de cuentas nacionales SCN de 1953, 1968, 1993 y 2008. También se examinan los Sistemas Europeos de Cuentas (SEC/ESA) 1995 y 2010. Para ambos sistemas, se explica claramente qué aspectos de los SCN y de los SEC/ESA han evolucionado a lo largo de los años, con recuadros útiles que subrayan los cambios en cada iteración, en particular la última (SCN 2008/ESA 2010).
Comprendiendo las Cuentas Nacionales
Capítulo 13. Sistemas Internacionales de cuentas nacionales: Pasado y futuro
Abstract
Se dispone de cuatro estudios recientes sobre la historia de las cuentas nacionales. El prólogo al Sistema de Cuentas Nacionales 1993 (“Perspectivas del SCN 1993: Mirando atrás y mirando adelante”) describe el desarrollo de las versiones del SCN de 1953, 1968 y 1993. André Vanoli, el experto francés en cuentas nacionales, presenta en A History of National Accounts (Vanoli, 2005), una visión general impresionante. Angus Maddison, en su introducción a The World Economy: Historical Statistics (OECD, 2003), describe los primeros intentos de medir el ingreso nacional, una historia muy entretenida de las cuentas nacionales, relacionándolas con los primeros desarrollos de la teneduría de libros y la contabilidad comercial en la época dorada de los mercaderes de Venecia (Glesson-White). Maddison es la fuente principal de la siguiente sección.
13.1. Desde el comienzo mismo…
Históricamente han sido las guerras y las amenazas de guerra las que han dado un mayor ímpetu al desarrollo de las cuentas nacionales. Estas eran vistas como un marco cuantitativo para establecer políticas de movilización de los recursos de una nación, tanto para involucrarse en guerras como para reparar los daños que de ellas se derivan. Las primeras cuentas nacionales fueron desarrolladas en el siglo XVII por William Petty. Su Verbum Sapienta (1665) presentaba un conjunto de cuentas nacionales de Inglaterra y el país de Gales, diseñado para la movilización de recursos durante la segunda guerra Anglo-holandesa, que tuvo lugar entre 1664 y 1667. En 1694, Charles Davenant publicó un conjunto rudimentario de cuentas nacionales en su Essay upon Ways and Means of Supplying the War (se refería a la guerra de la Liga de los Augsburgo, que tuvo lugar entre 1668 y 1697), y esto estimuló a su amigo Gregory King a producir un conjunto más detallado de cuentas económicas y demográficas en Natural and Physical Observations and Conclusions on the State and Condition of England (1696). En 1707, Sebastien le Prestre de Vauban publicó estimativos del ingreso nacional de Francia en La dîme royale. El interés de Vauban por este tema surgió de su experiencia en movilizar recursos para la construcción de fuertes militares en las fronteras norte y este de Francia.
13.2. …hasta las primeras cuentas modernas
Saltando algunos siglos hasta la era moderna, las primeras estadísticas oficiales del ingreso nacional fueron publicadas en los Estados Unidos en 1934 por Simon Kuznets (Premio Nobel 1971) y en el Reino Unido en 1941 por Richard Stone (Premio Nobel 1984). El objetivo también era establecer un marco cuantitativo para la movilización en tiempos de guerra y la reconstrucción en tiempos de paz.
En 1947, Richard Stone escribió el informe “Definición y medición del ingreso nacional y los agregados con él relacionados”, para el Subcomité de Estadísticas del Ingreso Nacional del Comité de Expertos Estadísticos de la Liga de las Naciones. Este fue el primer paso hacia un sistema internacional de cuentas. Posteriormente, Stone fue invitado por la Organisación para la Cooperación Económica Europea (OCEE que posteriormente se convertiría en la OCDE) para desarrollar un sistema de cuentas nacionales que pudiera ser utilizado por los países miembros en el seguimiento de la reconstrucción posbélica bajo el Plan Marshall, denominado así en honor del Secretario de Estado de los Estados Unidos. Este plan consistía en un ambicioso programa de ayuda financiera de los Estados Unidos y Canadá a los países europeos que habían sido devastados en la Segunda Guerra Mundial. El resultado de los trabajos de Stone, publicado por la OCEE en 1952 bajo el título A Standardized System of National Accounts, puede considerarse en justicia como el primer sistema international de cuentas nacionales. Al año siguiente las Naciones Unidas publicaron una versión revisada del sistema de la OCEE bajo la denominación de A System of National Accounts and Supporting Tables. A este último se hace referencia a continuación, bajo la denominación SCN 1953.
13.3. El SCN 1953
El principal autor del SCN 1953 – Richard Stone – observaba que los intentos de cuantificar la economía nacional habían seguido cuatro trayectorias distintas:
medición del ingreso nacional;
construcción de tablas insumo-producto (input-output);
análisis de flujos de fondos, y
elaboración de hojas de balance.
Para Stone, las cuatro aproximaciones estaban estrechamente ligadas y esperaba que, después de algún tiempo, se combinarían en un solo sistema. Sin embargo, el SCN 1953 se limitó a la primera de las aproximaciones reseñadas. Los autores del texto reconocieron otra limitación: la ausencia de cuentas a precios constantes, que se consideraban otra área que podría desarrollarse en el futuro.
El SCN 1953 se compone de un conjunto sencillo de seis cuentas: el PIB como suma de los gastos finales, el ingreso nacional, la formación interna de capital, el ingreso disponible, y la capacidad/necesidad de financiación (o préstamo neto/endeudamiento neto) de los hogares y del gobierno general y la cuenta del resto del mundo. A estas cuentas se añadía un conjunto de cuadros normalizados que los países debían utilizar para remitir estos datos a la oficina estadística de Naciones Unidas. Además de establecer las relaciones contables de base – que continúan sin cambios fundamentales hasta el presente –, el SCN 1953 ha tenido el mérito de resolver un cierto número de problemas que eran objeto de debate en esta época. Por ejemplo:
La producción se definió en forma tal que incluyera dos tipos importantes de producción por cuenta propia: la producción agrícola de subsistencia y los servicios de alquileres de vivienda por cuenta propia. Sin embargo, la producción de otros servicios para autoconsumo de los hogares (cocinar, limpiar, cuidar niños y otras tareas domésticas) fue excluida de la producción que se mide por el sistema.
No se hizo ninguna distinción entre producción legal y producción ilegal. Las actividades se consideran productivas desde el momento en que los bienes y servicios se intercambiaban voluntariamente entre productores y consumidores. A pesar de esta recomendación tan oportuna, es interesante comprobar que no todos los grandes países de la OCDE incluyen, hoy en día, estimativos completos de la producción ilegal en el PIB.
Los gobiernos fueron tratados como productores, pero, como los servicios que producen no se venden, se decidió medirlos por la suma de sus costos de producción – remuneración de los asalariados, consumo intermedio y consumo de capital fijo –. La misma aproximación debía utilizarse para las instituciones sin fines de lucro. Sin embargo, esta extensión no fue aplicada inmediatamente en todos los países. Por ejemplo, Francia no consideró al gobierno como productor sino hasta 1976.
La formación de capital se definió como los gastos realizados sobre objetos físicos – construcciones, maquinaria, carreteras – que pueden producir servicios productivos durante varios años. Otros tipos de gasto que pueden también producir un flujo futuro de servicios, pero que no se materializan físicamente (la publicidad, la investigación y el desarrollo, por ejemplo), se trataban como consumo corriente. Los gastos en educación, o la inversión en capital humano, como a veces se denominan estos gastos, se excluyeron de la formación de capital “porque los seres humanos no son asimilables a activos económicos”.
En la década que siguió a la publicación del SCN 1953, unos 60 países comenzaron a publicar de manera regular algunos elementos de las cuentas nacionales. Muchos países de la OCDE eran capaces de completar todos los cuadros previstos por el SCN 1953, mientras que otros se contentaban con publicar estimaciones del PIB, obtenidas como suma de los valores agregados de las diferentes industrias, con un detalle muy sumario por tipo de gasto final. A pesar de su simplicidad, estas cuentas se revelaron útiles para seguir los desarrollos económicos y los efectos de las políticas monetaria y fiscal. Igualmente, fue importante el papel creciente de la contabilidad nacional como sistema que permite estructurar a las otras estadísticas económicas, como los índices de producción industrial, los índices de precios, los datos de ventas al por menor y los datos de empleo. Las definiciones y clasificaciones del SCN 1953 fueron aplicadas en estas áreas.
13.4. El SCN 1968
A principios de los años 1960 se llegó al consenso entre los contables nacionales de que había llegado la hora de revisar el SCN 1953 para tomar en cuenta los desarrollos alcanzados en materia de tablas insumo-producto (en Francia y en Holanda, por ejemplo), en estadísticas de flujos de fondos (en el Reino Unido) y en cuentas de patrimonio (en Estados Unidos). Además, la mayoría de los países de la OCDE habían desarrollado cuentas a precios constantes y habían publicado cuadros mucho más completos que los sugeridos por el SCN 1953.
También se produjo un cambio en materia de política económica. De una utilización de las cuentas nacionales como instrumento para comprender lo ocurrido en el pasado reciente y para prever el futuro inmediato, quienes tomaban las decisiones políticas empezaron a interesarse por una política activa de planificación económica. Detallados planes quinquenales se pusieron en marcha en Egipto o la India, por ejemplo, mientras que una forma más flexible de “plan indicativo” fue implantada por Francia y otros países occidentales. El nuevo sistema fue diseñado para apoyar este creciente interés por la planificación económica.
El SCN 1953 era una obra de 46 páginas, cuyas cuentas solo ocupaban 2 de ellas. El SCN 1968 (titulado A System of National Accounts, United Nations, 1968) estaba compuesto por 250 páginas, de las que solo las cuentas ocupaban 12. Además de describir con gran detalle las diversas operaciones y sus fuentes – tales como las tablas insumo-producto y los balances – el SCN 1968 introdujo numerosas innovaciones (véase el Recuadro 13.1). Pero el nuevo sistema no cambió las identidades contables, ni el tamaño de la frontera de la producción, ni la distinción entre formación de capital y gastos corrientes, todos los cuales fueron heredados del sistema precedente.
Recuadro 13.1. ¿Qué era nuevo en el SCN 1968?
Todas las unidades que intervienen en operaciones monetarias se clasificaron en sectores institucionales. En el SCN 1953, solo los hogares y el gobierno habían sido identificados explícitamente. En el SCN 1968, las sociedades fueron divididas en dos sectores, el sector sociedades no financieras y el sector sociedades financieras, y las instituciones sin fines de lucro se identificaron como un sector separado.
Las cuentas de los sectores institucionales se ampliaron para incluir: una cuenta de producción; una cuenta de ingresos y gastos, cuyo saldo contable es el ahorro bruto; una cuenta de capital con la capacidad/necesidad de financiación como saldo contable, y la cuenta financiera, que muestra la adquisición de activos financieros y cuando se contraen pasivos.
El SCN 1968 hizo una distinción entre productores de mercado y productores de no mercado. Los primeros (que se detallan por industrias) venden bienes y servicios obteniendo beneficios, mientras que los segundos (denominados “otros productores”), típicamente entidades del gobierno y de las instituciones sin fines de lucro, prestan servicios y, a veces, proveen bienes gratuitamente o a un precio nominal. Se hace una distinción similar entre “mercancías” (vendidas con beneficio) y “otros bienes y servicios”.
El SCN 1968 dedicó un capítulo completo al “Sistema como base para las comparaciones de precios y cantidades”, es decir, las cuentas nacionales a precios constantes. Aunque el sistema proponía algunas recomendaciones prácticas, el texto era esencialmente teórico. Una importante contribución fue indicar los límites de la medición a precios constantes. Los gastos finales pueden convertirse a precios constantes deflactándolos con los índices de precios apropiados. El valor agregado puede expresarse a precios constantes por el ingenioso método (aparentemente inventado por la oficina nacional de estadística de Irlanda) de deflactar la producción bruta y el consumo intermedio por sus propios índices de precios, obteniendo por diferencia el valor agregado bruto a precios constantes. Ambas estadísticas se pueden calcular a precios constantes porque se refieren a flujos que se pueden descomponer en un componente de precio y un componente de cantidad. No es ese el caso de otros agregados de las cuentas, remuneración de los asalariados, renta de la propiedad, impuestos, excedente de explotación, etc. Sin embargo, estos últimos agregados se pueden expresar en términos de poder de compra constante – que responden a la pregunta: ¿qué cantidad de bienes y servicios se puede comprar con el salario de este año, comparada con el salario del año precedente?, pero poder de compra constante es un concepto diferente de precios constantes.
El SCN 1968 fue una etapa importante en la integración de las cuatro aproximaciones que Stone había identificado en 1953. Las tablas insumo-producto se integraron en las cuentas de bienes y servicios; las cuentas financieras se integraron igualmente en la tabla de flujo de fondos mostrando las dos partes de cada operación para los diversos instrumentos financieros; y se explicaron (parcialmente) los enlaces entre los balances, o posiciones patrimoniales, de apertura y los balances, o posiciones patrimoniales, de cierre y las operaciones registradas en las cuentas durante el año.
13.5. El SCN 1993
El SCN 1968 representó un gran avance en la medición de los fenómenos macroeconómicos, pero ningún sistema puede sobrevivir sin cambios. Las economías se transforman y los sistemas contables internacionales se tienen que adaptar a las nuevas realidades con el fin de representarlas. La decisión de revisar el SCN 1968 se adoptó a principios de los años 1980, en gran parte como resultado de las discusiones de las reuniones anuales de contables nacionales de los países miembros organizadas por la OCDE, y en el curso de las conferencias bianuales de la International Association for Research on Income and Wealth (IARIW). Los archivos de las reuniones de la OCDE están disponibles en el sitio Web de la OCDE.
El SCN 1953 había sido escrito por un comité de cinco expertos y el SCN 1968 por un grupo de, aproximadamente, quince expertos. Para el SCN 1993 se decidió ampliar el grupo y más de 50 estadísticos y economistas estuvieron vinculados al proceso de revisión. Un grupo más amplio que en el pasado de oficinas nacionales de estadística tomaron parte en el proceso de revisión. Las dos versiones previas habían sido publicadas solo por Naciones Unidas, mientras que el SCN 1993 fue publicado conjuntamente por la OCDE, la Comisión Europea (es decir, EUROSTAT), el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y las Naciones Unidas. Otras organizaciones internacionales fueron también consultadas, incluyendo la Organización Internacional de Trabajo, las comisiones regionales de Naciones Unidas y la Commonwealth of Independent States.
Mientras el proceso de revisión seguía su curso, las aspiraciones de convertir el SCN en un verdadero sistema internacional recibieron un fuerte impulso por la caída del muro de Berlín. Los países del bloque soviético habían venido utilizando su propio sistema de Cuentas Nacionales – el denominado Sistema del Producto Material –, pero a principios de los años 1990, estos países anunciaron que habían decidido adoptar el SCN. China, Mongolia y Vietnam tomaron poco más tarde la misma decisión. Actualmente solo dos países no han adoptado formalmente el SCN 1993 como base de sus cuentas nacionales – Cuba y Corea del Norte –.
Una particularidad importante del SCN 1993 es que es consistente con otros sistemas estadísticos, tales como las recomendaciones de la OCDE sobre las Estadísticas de Inversión Directa, y los manuales del FMI sobre Balanza de Pagos y Estadísticas de Finanzas Públicas. Evidentemente, esto constituye una gran ventaja, tanto para los usuarios de estos datos como para las oficinas nacionales de estadística. El SCN 1993 es más explícito sobre casos que han planteado dificultades a muchos países, como: las operaciones de seguro, los cargos por servicios bancarios imputados (que ahora se denominan servicios de intermediación financiera medidos indirectamente o “SIFMI”), el arrendamiento (leasing) financiero frente al arrendamiento operativo y el consumo de capital fijo. Además, hay capítulos separados sobre cuentas satélites y las matrices de contabilidad social, o “SAM”. Obviamente, todo esto se ha hecho al precio de un aumento considerable del número de páginas (el SCN 1993 tiene unas 700). El Recuadro 13.2 recoge las principales innovaciones de esta revisión.
Recuadro 13.2. ¿Cuáles eran las novedades del SCN 1993?
Los Balances se han integrado totalmente en el sistema. Para enlazar los stocks de activos al principio del período con los stocks de activos al final del período, además de tener en cuenta las operaciones realizadas durante el período, se requiere no solo una cuenta de revalorización (que ya se había introducido en el SCN 1968), sino también una cuenta adicional para registrar las variaciones en el volumen de los activos. Estas variaciones aparecen en casos como el descubrimiento de reservas minerales, el crecimiento natural de recursos biológicos no cultivados (como, por ejemplo, los aumentos del bosque natural) y las pérdidas catastróficas originadas por terremotos o tempestades, el agotamiento de las reservas de petróleo, y así sucesivamente. La cuenta adicional, extrañamente denominada “Cuenta de otras variaciones en el volumen de activos”, para distinguir estos cambios de los cambios en volumen debido a inversiones, por ejemplo, fue introducida en el sistema para registrar fenómenos de este tipo.
Las cuatro cuentas de los sectores institucionales del SCN 1968 se ampliaron hasta un total de dieciséis. Lo esencial de este aumento proviene de una fragmentación de las cuentas del SCN 1968. Las cuentas de ingresos y gastos del SCN 1968 se descompusieron en seis cuentas separadas, con el fin de hacer aparecer nuevos saldos contables que se pensaba eran relevantes para el análisis económico.
En los sistemas previos, se mostraba el gobierno como consumidor de toda su producción. En el SCN 1993 se hace una importante distinción entre servicios del gobierno que se prestan individualmente a los hogares (educación y servicios de salud, por ejemplo) y servicios que se prestan colectivamente a la comunidad como un todo (seguridad y defensa, por ejemplo). Aunque el gobierno paga por la producción tanto de los servicios individuales como de los colectivos, se puede considerar que los hogares son los verdaderos consumidores de los servicios individuales. Por consiguiente, se introdujo en el sistema un nuevo concepto, el “consumo efectivo de los hogares”, que equivale al valor de los servicios individuales prestados por el gobierno, más los bienes y servicios que los hogares adquieren pagándolos de su bolsillo.
El SCN 1993 prestó mucha más atención a los estimativos en volumen, con la recomendación, que tiene su origen en los últimos resultados de la teoría de números índices, de utilizar índices de Fisher o, al menos, el encadenamiento anual de índices de Laspeyres.
El SCN 1993 amplió la frontera de los activos para incluir gastos en software, en exploraciones minerales y en objetos de valor. En los sistemas precedentes, los gastos en software (insignificantes antes de los años 1970), se trataban como gastos corrientes. En el SCN 1993 todos los gastos en software – no importaba si se tratara de software comercial, software desarrollado en casa o software desarrollado a petición de un cliente por una compañía especializada – se consideraban como formación de capital. Las empresas mineras habían venido registrando como gastos de capital los gastos de exploración (es decir, los fondos gastados en la búsqueda de nuevos depósitos de minerales, yacimientos de gas, etc.), cualquiera que sea el resultado de las prospecciones, y esta aproximación es la que ha adoptado el SCN 1993. Los originales artísticos tienen que ver con la producción de películas, grabaciones musicales, manuscritos, etc. originales, que dan lugar a flujos futuros de ingresos, por ejemplo bajo la forma de regalías, Objetos valiosos son objetos tales como cuadros, antigüedades, joyas y metales preciosos, que se adquieren como “reservas de valor”. En los sistemas precedentes, la mayoría de estos objetos formaban parte de los gastos de consumo de los hogares.
13.6. El Sistema Europeo de Cuentas 1995
En los años 1960, la naciente Unión Europea llegó a la conclusión de que necesitaba armonizar las estadísticas de cuentas nacionales de sus Estados miembros. Fruto de este impulso fue la creación en 1970 del Sistema Europeo de Cuentas SEC (ESA en inglés), del cual se hizo una versión revisada en 1979. Esta última fue reemplazada por el European System of Accounts 1995, o 1995 ESA, que es la versión europea del SCN 1993. En adelante, el sistema europeo se designa por las siglas ESA/SEC.
El ESA/SEC 1995, es compatible en un 99% con el SCN 1993, pero, además, imparte recomendaciones más precisas en ciertos casos dudosos que el SCN 1993 había dejado deliberadamente abiertos. Por ejemplo, en el SCN 1993 la distinción entre productores “de mercado” y “de no mercado” se basa en la noción de precios “económicamente significativos”. El ESA/SEC 1995 precisa que un productor de no mercado es aquel cuya producción se vende a un precio que cubre menos del 50% de sus costos de producción. Lo que ha sucedido en este caso es que el ESA/SEC 1995 ha definido que un precio es “económicamente significativo” cuando cubre más del 50% de los costos de producción. Estas recomendaciones más precisas son necesarias porque las estadísticas de cuentas nacionales se utilizan por la Comisión Europea para asignar los fondos de desarrollo regional, calcular la contribución al presupuesto europeo y, más recientemente, en el seguimiento de la sostenibilidad de las finanzas públicas (véase el Recuadro 9.1, relativo a los criterios de Maastricht) y, recientemente, los desbalances macroeconómicos.
Que las cuentas nacionales se utilicen en Europa con fines administrativos ha supuesto, por una parte, un gran estímulo para la armonización y la utilización de estas estadísticas y, por otra, ha introducido una cierta rigidez en su elaboración. El ESA/SEC 1995 está incorporado en la legislación de la UE, lo que implica que la armonización de las cuentas nacionales constituye un requerimiento legal, tanto para los Estados miembros de la UE como para los países que soliciten incorporarse en el futuro. El SCN 1993 fue diseñado para que tuviera suficiente flexibilidad, de forma que pudiera aplicarse en países con sistemas económicos muy diferentes y en diversas fases de desarrollo económico. En consecuencia, el SCN 1993 es algo menos efectivo que el ESA/SEC 1995, en asegurar la comparabilidad internacional.
13.7. El SCN 2008
En 2009 se decidió reemplazar el SCN 1993 con el SCN 2008. Al final del 2014, la mayoría de los países de la OCDE se habían acogido a las normas revisadas. Las excepciones, Chile, Japón y Turquía proyectaban implementar el SCN 2008 hacia finales de 2015. Respecto de las diferencias entre el SCN 1993 y el SCN 2008, las más importantes se refieren a la contabilización de activos y pasivos, la inclusión de los nuevos desarrollos del sector financiero, algunos aspectos relacionados con la creciente globalización de la economía y mejores descripciones de las finanzas gubernamentales y del sector informal. El Recuadro 1.4 ilustra el cambio para Francia. El incremento en el número de páginas (inflación de páginas), ya mencionado en la sección sobre el SCN 1993, se pudo detener solamente al utilizar un formato en dos columnas, con más palabras por página. El SCN 2008 completo, introduce más de 50 cambios al SCN 1993. Los principales cambios incluyen:
Tratar como activo la Investigación y el Desarrollo (I+D). Tras décadas de discusión, se ha decidido registrar los gastos en I+D como formación bruta de capital (FBCF) y no como consumo intermedio, a pesar de las dificultades que implica este cambio. Una de las dificultades es que, en la mayoría de los países, las normas contables no hacen la misma recomendación (I+D se trata como un gasto corriente). Como consecuencia, es más difícil obtener datos adecuados. Sin embargo, muchos países tienen ya una larga historia de recolección de datos de acuerdo con el llamado Manual Frascati, que se ha revelado como una invaluable fuente de información. Este cambio ha aumentado el nivel del PIB, pero difícilmente afectará el PIN.
Tratar como activos los gastos en sistemas de armamento militar mayor. El nuevo SCN registra los ítems de defensa – naves de guerra, misiles balísticos y tanques, etc. – como bienes de capital fijo. Esto elevará el nivel del PIB, no por el cambio de estos montos de gasto de consumo final a FBKF sino porque se registrará un consumo de capital fijo adicional que se añade al valor de la producción y del consumo del gobierno.
Tratamiento de los bienes enviados para procesamiento en el exterior. El SCN 1993 trataba los bienes enviados para procesamiento en el exterior, y ulterior retorno al país de donde se habían enviado, como si se estuvieran afectados por un cambio de propiedad. Los bienes se registraban en las exportaciones y en las importaciones. El SCN 2008 recomienda que el comercio exterior se registre sobre una base estricta de cambio de propiedad. Esto puede tener un impacto importante sobre la distinción entre comercio de bienes y comercio de servicios, principalmente para países que están fuertemente comprometidos en el procesamiento de bienes. De manera más general, el SCN 2008 ha también generado mucha discusión sobre el tratamiento de los arreglos de producción global, por ejemplo como tomar en cuenta los llamados “productores sin plantas de producción” (factory-less producers).
La valoración de la producción del gobierno y de la producción para uso propio. Como se explicó en el Capítulo 4, el SCN 1993 había sido criticado por subestimar el costo del uso del capital del gobierno, pues no agregaba al consumo de capital un retorno sobre el capital para reflejar el costo completo de los “servicios del capital”. No se pudo sin embargo llegar a un acuerdo sobre la inclusión de un retorno sobre el capital para los activos fijos del gobierno. Por otra parte, se acordó incluir tal retorno sobre el capital para los productores de mercado (hogares y sociedades) cuando se mide la producción para uso final propio.
Ampliación de los pasivos pensionales. El SCN 1993 solo registra pasivos pensionales a los planes con fondos especiales. El SCN 2008 extiende este tratamiento a todos los esquemas de pensiones de empleadores privados (con o sin fondos especiales), mientras que a los esquemas del gobierno para sus propios empleados y los esquemas de seguridad social, se les permite una cierta flexibilidad. Para llegar a cifras comparables internacionalmente para los esquemas del gobierno, se ha decidido introducir un “cuadro complementario” en el cual se contabilicen todos los esquemas de pensión, con o sin reservas. Esta ampliación puede tener un impacto importante sobre la medición de la deuda del gobierno, porque en algunos países esquemas pensionales para los empleados del gobierno sin reservas, involucran obligaciones cuantiosas. Otro cambio que en algunos países puede tener un impacto sustancial sobre el déficit del gobierno, está relacionado con el registro de cuantiosos pagos únicos que hacen las empresas públicas al gobierno para compensarlo por asumir las obligaciones pensionales de esas empresas. El registro de estos pagos no había quedado claro en el SCN 1993 y en Europa se decidió tratarlos como transferencias de capital; las transacciones relevantes deben tratarse en el SCN 2008 como transacciones financieras que no afectan el déficit del gobierno.
Suavizado en la medición de la producción de los seguros generales. En el SCN 1993 la producción de los seguros generales (denominados en el SCN como seguros no de vida) se mide esencialmente como la diferencia entre primas e indemnizaciones. El ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 evidenció un problema que había inquietado a los contables nacionales de varios países – específicamente las variaciones bruscas de la producción de un período a otro, y aún llegar a niveles negativos, dependiendo de la magnitud de los siniestros cubiertos por las pólizas. En el SCN 2008, se ha acordado medir la producción deduciendo las indemnizaciones incurridas ajustadas y no las efectivas.
Inclusión de las opciones sobre acciones como parte de la remuneración de los asalariados. Durante la burbuja de los mercados de valores de finales de los años 1990, los empleados en muchas compañías de alta tecnología aceptaron bajos salarios a cambio de tener la oportunidad de adquirir acciones de sus compañías a un precio reducido. La lógica del SCN 1993 requería que las opciones sobre acciones se trataran como operaciones financieras, excluidas de la remuneración de asalariados. Sin embargo, los empleados que reciben opciones sobre acciones las consideran parte de su remuneración. Por tanto, las opciones sobre acciones se incluyen como remuneración de los asalariados en el nuevo SCN.
Clasificación de las sociedades de cartera en el sector de las sociedades financieras. El SCN 1993 recomendaba que las sociedades de cartera (holding companies) fueran clasificadas en el sector institucional en el que se concentrara la principal actividad del grupo de subsidiarias. De acuerdo con SCN 2008, estas sociedades de cartera siempre deben incluirse en el sector de las sociedades financieras.
A la par que el SCN, el Sistema Europeo de Cuentas (ESA) 1995, también ha sido revisado y remplazado por el ESA 2010 para mantener la coherencia entre el conjunto de normas globales y su equivalente europeo. El Recuadro 13.3 ilustra el impacto de la implementación del SCN 2008/ESA 2010 en el caso de Francia.
Recuadro 13.3. Revisiones de las cuentas nacionales de Francia debidas a la implementación del SCN 2008/ESA 2010
Francia publicó sus nuevos datos basados en el SCN 2008/ESA 2010 en mayo de 2014. Como en todos los estados miembros de la OCDE, el resultado de la implementación del nuevo SCN/SNA fue el incremento del valor del PIB, en Francia del 3.2% (61.2 miles de millones de euros), comparado con el estimativo previo. Esta cifra se refiere al año 2010. Sin embargo, como el cambio es estructural, en el sentido de que el PIB está revisado al alza sistemáticamente en una proporción similar, se trata de algo representativo. Una consecuencia de este “cambio de nivel” es que el crecimiento del PIB no se ve globalmente afectado. No todo el cambio se debe al nuevo SCN. Parte de este cambio se debe a una revisión por nuevas fuentes de información, para la estadística empresarial y otros factores (inclusión de la isla Mayotte), por un valor equivalente a 0.8% del PIB (15.4 miles de millones de euros). Estrictamente hablando, el impacto de los cambios conceptuales en el SCN 2008/ESA 2010 está limitado a 2.4% de PIB (46.4 miles de millones de euros). El Cuadro 13.1 muestra el cambio en otras variables. Un impacto interesante es que las relaciones que utilizan el PIB como denominador disminuyen, simplemente por el aumento del PIB. Este es en particular el caso de la deuda pública, que disminuye 1.5 puntos porcentuales. Esto es menor que el aumento del PIB (3.2%), porque algunas reclasificaciones han contribuido al aumento de la deuda pública (el numerador).
Cuadro 13.1. Francia: Revisiones de las cuentas nacionales SCN 2008/ESA 2010, mayo 2014
Cifras en miles de millones de euros en %
Revisión del nivel de 2010 en % |
Nuevo nivel para 2010 |
Fuente de revisión |
Valor |
|
---|---|---|---|---|
PIB |
3.2% |
1 996.5 |
Capitalización de I+D. Sistemas de armamento. Bases de datos. Nuevas fuentes estadísticas de empresas. |
41.5 |
INB |
3.2% |
2 039.3 |
Capitalización de I+D. Sistemas de armamento. Bases de datos. Nuevas fuentes estadísticas de empresas. |
3.3 |
Tasa de utilidad de empresas no financieras |
1.5% |
31.6% |
Capitalización de I+D y Bases de datos. Nuevas fuentes estadísticas de empresas. |
1.2 |
Participación de la manufactura en el valor agregado total |
0.7% |
13.5% |
Capitalización de I+D y Bases de datos. Nuevas fuentes estadísticas de empresas. |
41.5 |
Exportaciones totales |
5.2% |
520.5 |
Bienes para procesamiento. Nuevas fuentes estadísticas. |
3.3 |
Importaciones totales |
3.7% |
558.1 |
Bienes para procesamiento. Nuevas fuentes estadísticas. |
1.2 |
FBKF |
16.9% |
441.1 |
Capitalización de I+D. Sistemas de armamento. Bases de datos. Nuevas fuentes estadísticas de empresas. |
-9.9 |
Déficit público/PIB |
-0.3% |
6.8% |
Impacto variable dependiendo del año debido al nuevo tratamiento de las transferencias pensionales y de créditos tributarios. |
30 |
Deuda pública/PIB |
-1.5% |
80.8% |
Incremento del PIB. Reclasificaciones. |
-8.6 |
Fuente: INSEE (2014), “Les comptes nationaux passent en base 2010”, L’économie française – Comptes et dossiers, www.insee.fr/fr/themes/comptes-nationaux/default.asp?page=base_2010/methodologie/methodo-2010.htm.
En conclusión, el SCN es un sistema de estadísticas que se actualiza permanentemente, que es usado también de manera más extensa, y que evoluciona en paralelo con los nuevos desarrollos de la economía. Un aspecto interesante es que la medición del PIB se ha modificado de manera sistemática en las diferentes versiones del SCN hacia un concepto más amplio, extendiendo progresivamente la frontera de la producción, lo que aumenta el PIB. Esto ha ocurrido una vez más con el SCN 2008, con la capitalización de la (I + D) y del armamento militar. Es posible que este proceso siga. Por ejemplo, es posible que el concepto de capital humano que no se ha incorporado dentro de la frontera de los activos en el SCN 2008 se vuelva cada vez más relevante en las economías de la OCDE en el futuro. Su incorporación a las cuentas nacionales incrementaría otra vez la frontera de la producción. Pero esto no va a ocurrir mañana…
Referencias
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