Subcriterio 11.1. La profesión de “inspector” se encuentra definida como una combinación de capacidades técnicas (propias del campo) y competencias “centrales” vinculadas a la gestión de riesgos, promoción del cumplimiento, etc. El profesionalismo es la base del ejercicio de la discrecionalidad basada en riesgos
La actividad de inspección y de hacer cumplir las normas es una profesión, la cual es distinta a ser un especialista técnico (de temas ambientales o de salud, por ejemplo). Aunque se requiere tener conocimientos y habilidades técnicas, estos son sólo una parte de lo que se necesita. Definir la profesión de inspector como una distinta a la de un especialista técnico, es un elemento importante, y que implica definir cuáles son las competencias necesarias para ser un inspector: comprensión y gestión de riesgos, comunicación y orientación, promoción y apoyo al cumplimiento de las obligaciones, habilidades de investigación, etc. Sólo los inspectores profesionales con una comprensión clara de su misión y de las herramientas que pueden ser usadas para cumplirla (así como de sus limitaciones) pueden ejercer la discrecionalidad adecuadamente. En tal sentido, el marco para la profesión del inspector debe estar establecido oficialmente y constituir la base para las prácticas de reclutamiento, descripciones de puestos, capacitaciones y evaluaciones de desempeño.
Subcriterio 11.2. La capacitación de los inspectores y del equipo de promoción del cumplimiento es realizado, desde la etapa de contratación y durante su carrera en el trabajo, para asegurar conocimientos actualizados y métodos adecuados
Con base en el marco profesional descrito anteriormente, se necesita desarrollar y llevar a cabo la capacitación del equipo inspector, tanto al inicio (antes o después del reclutamiento) y también durante su carrera. La capacitación inicial puede ser efectuada en un contexto universitario (con cursos específicos) o en otro tipo de institución, existiendo una diversidad de enfoques aplicables para ello. Lo crucial es que los inspectores reciban tanto el entrenamiento técnico adecuado (y actualizaciones regulares), como capacitación sus funciones y cómo ejercitarlas mejor (actualizaciones acerca de nuevos métodos, etc.).
Subcriterio 11.3. Se evalúan con regularidad las competencias de los profesionales y las capacidades de la organización. Se hacen esfuerzos para mejorarlos continuamente
Exigir competencias y proporcionar capacitaciones es insuficiente sin una evaluación periódica. Esto debe utilizarse para identificar brechas, necesidades y lograr mejoras. Entonces, no sólo se deben hacer evaluaciones de las capacidades individuales (autoevaluación y evaluación de desempeño), sino también de la capacidad de los servicios de inspección en su integridad.