Este capítulo presenta los niveles de confianza en las instituciones públicas de Chile basado en datos de la Encuesta de Confianza de la OCDE, realizada entre octubre y noviembre de 2023. Los niveles de confianza están desagregados por características demográficas y socioeconómicas, como también por actitudes políticas, y son comparados con resultados en otros 29 países de la OCDE. Asimismo, el capítulo resume cómo percepciones en materia de gobernanza pública –medidas a través de la fiabilidad, capacidad de respuesta, integridad, apertura y equidad de las instituciones– están asociadas a la confianza en el gobierno nacional, el servicio civil y los gobiernos locales de Chile.
Los determinantes de la confianza en las instituciones públicas de Chile
2. La confianza en las instituciones públicas de Chile
Copy link to 2. La confianza en las instituciones públicas de ChileResumen
Este capítulo presenta los resultados de la Encuesta de Confianza de la OCDE realizada en Chile entre octubre y noviembre de 2023. Proporciona una visión general de los niveles de confianza en las instituciones públicas en Chile y presenta los resultados desagregados por diferentes grupos poblacionales, destacando brechas y patrones específicos. Los resultados en Chile se comparan con los de otros 29 países de la OCDE que participaron en la encuesta. Por último, el capítulo presenta los hallazgos del análisis econométrico sobre los diferentes aspectos de gobernanza pública que tienen la mayor asociación positiva con la confianza en el gobierno nacional, el servicio civil y el gobierno local en Chile. Los resultados de la Encuesta de Confianza de la OCDE sobre estos aspectos/dimensiones de gobernanza pública se presentan en los Capítulos 3 y 4, proporcionando evidencia para mejorar la confianza de la ciudadanía y fortalecer las instituciones democráticas de Chile.
2.1. La Encuesta de Confianza de la OCDE en Chile
Copy link to 2.1. La Encuesta de Confianza de la OCDE en ChileLa Encuesta de la OCDE sobre los Determinantes de la Confianza en las Instituciones Públicas (Encuesta de Confianza de la OCDE) es una herramienta de medición innovadora para los gobiernos democráticos que buscan mejorar la gobernanza pública y reforzar la confianza. Se implementó por primera vez en 2021 en 22 países de la OCDE, creando la primera y más completa base de datos transnacional sobre confianza pública y percepciones de la gobernanza pública hasta la fecha. Proporciona un inventario amplio de los factores que influyen en la confianza de las personas hacia las instituciones públicas y sus expectativas respecto a la participación, la representación y la integridad pública, entre otros (OECD, 2022[1]).
Chile participó por primera vez en la Encuesta de Confianza de la OCDE en 2023. El cuestionario de la Encuesta de Confianza de la OCDE de 2023 se basa en el Marco Analítico de la OCDE sobre los Determinantes de la Confianza en las Instituciones Públicas. Replica el mismo conjunto de preguntas realizadas en 2021, a la vez que introduce algunas preguntas nuevas para obtener una comprensión más profunda de los factores que influyen en la confianza (Cuadro 2.1) (OECD, 2024[2]).
Cuadro 2.1. Encuesta de Confianza 2023 de la OCDE
Copy link to Cuadro 2.1. Encuesta de Confianza 2023 de la OCDEEn la Declaración de la OCDE sobre la Construir Confianza y el Reforzar la Democracia, adoptada por los Ministros/as en la reunión Ministerial de Gobernanza Pública de la OCDE en 2022, los países reconocieron la relevancia de la Encuesta de Confianza de la OCDE y se comprometieron a continuar monitoreando la confianza pública de manera regular, cada dos años.
La segunda ola de la Encuesta de Confianza de la OCDE incluye un amplio rango de 30 países miembros de la OCDE que participaron de manera optativa, con un promedio de 2000 encuestadas/os por país. Veinte países que participaron en la primera ola de la Encuesta de Confianza en 2021 también participaron en 2023. Estos son: Australia, Bélgica, Canadá, Colombia, Corea, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Islandia, Irlanda, Letonia, Luxemburgo, México, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Portugal, el Reino Unido y Suecia. Además, diez nuevos países se unieron a la Encuesta de Confianza en 2023: Alemania, Chequia, Chile, Costa Rica, Eslovaquia, Eslovenia, España, Grecia, Italia y Suiza.
La Encuesta de Confianza de 2023 preguntó a las personas sobre su experiencia y expectativas en relación con la fiabilidad del gobierno, su capacidad de respuesta, su habilidad para abordar desafíos complejos y globales, su integridad, equidad y apertura, además de su satisfacción con los servicios públicos o la participación política. Las preguntas relacionadas con los niveles de confianza y sus determinantes utilizan una escala de respuesta del 0 al 10, anclajes verbales y una opción para responder "no sé", siguiendo las mejores prácticas revisadas y aplicaciones en estudios nacionales. Esto permite variaciones en las respuestas, mejora la calidad general de los datos y su complejidad, y facilita la traducibilidad a diferentes idiomas. La escala de 11 puntos ofrece un análisis más matizado, permitiendo que las personas encuestadas proporcionen una respuesta "neutral" que otras encuestas no contemplan.
La recopilación de datos para la Encuesta de Confianza de la OCDE de 2023 tuvo lugar entre octubre y noviembre de 2023 en la mayoría de los países, incluido Chile.
Un Grupo Asesor, compuesto por personas funcionarias públicas de países miembros de la OCDE, representantes de Oficinas Nacionales de Estadísticas y expertas/os internacionales, lideró el desarrollo del cuestionario de la encuesta y supervisó su implementación y análisis. El Grupo Asesor ayudó a garantizar que el cuestionario se adaptara a los diferentes contextos nacionales, al tiempo que aseguraba una comparación internacional significativa. Chile estuvo representado en el Grupo Asesor por funcionariado de la Secretaría de Modernización del Estado del Ministerio de Hacienda.
Fuente: (OECD, 2024[2])
Además del cuestionario transnacional, la Encuesta de Confianza de la OCDE implementada en Chile incluyó siete preguntas adicionales (Cuadro 2.2). Estas preguntas fueron incorporadas tras una serie de entrevistas en profundidad con expertas/os clave y responsables de políticas, llevadas a cabo para identificar temas estratégicos y factores específicos del contexto que puedan tener un impacto en la confianza en Chile. Una de estas preguntas fue testeada con antelación en la Encuesta de Confianza implementada en Brasil en 2022, como resultado de las discusiones mantenidas por un Grupo Asesor sobre la mejora y adaptación del cuestionario al contexto regional (OECD, 2023[3]). Las preguntas adicionales abarcan temas como las percepciones hacia la confianza recíproca entre la ciudadanía y el gobierno, o la capacidad del gobierno para cooperar con diferentes actores. También evalúan los niveles de confianza en dos instituciones adicionales (el sistema electoral y las organizaciones de la sociedad civil), y recogen información adicional de las personas encuestadas, incluidas sus percepciones sobre la movilidad económica y el crimen.
Asimismo, la redacción del cuestionario implementado en español se ajustó tras una evaluación cognitiva, que tuvo como objetivo asegurar que las preguntas fueran comprensibles y que la traducción fuera precisa, preparando el camino para usar el cuestionario en otros países de la OCDE de habla hispana. El cuestionario completo en español implementado en Chile se puede encontrar en el Anexo B.
Cuadro 2.2. La Encuesta de Confianza de la OCDE en Chile
Copy link to Cuadro 2.2. La Encuesta de Confianza de la OCDE en ChileNotas metodológicas
La Encuesta de Confianza de la OCDE se realizó en Chile entre el 25 de octubre y el 25 de noviembre, y alcanzó una muestra final de 2.008 respuestas. La encuesta en Chile siguió la misma metodología de recolección de datos que en la mayoría de los otros países encuestados, utilizando una encuesta en línea y una muestra no probabilística basada en paneles, asegurando datos representativos por edad, educación, género y región. Además, los niveles de ingreso se consideraron como una cuota flexible, sirviendo como una guía menos restrictiva de representatividad (ver la Figura sobre la Composición de la muestra).
En la recolección de datos de la encuesta en Chile (así como sucedió en Colombia y Grecia), los niveles de educación baja (<Educación básica) y educación media (<Educación media) se combinaron para la cuota de educación y para el análisis en este informe debido a la subrepresentación de personas encuestadas con menor nivel educativo en la muestra. Para obtener más información sobre la subrepresentación del grupo de baja educación en Chile y otros países que experimentaron desafíos similares durante la recolección de datos, consulte el Anexo A.
Ajustes y adiciones al cuestionario
Test Cognitivo
Dado que la encuesta se llevó a cabo por primera vez en Chile, la Secretaría de Modernización del Estado del Ministerio de Hacienda encargó a personas expertas la realización de 12 entrevistas cualitativas para evaluar la traducción al español de las preguntas de la encuesta y la comprensión de términos complejos en el contexto chileno. Las entrevistas cognitivas se dividieron equitativamente entre mujeres y hombres, y entre tres grupos etarios: 18-29, 30-49 y 50+. Además, para asegurar la comparabilidad, las preguntas de la encuesta utilizadas en las entrevistas cognitivas tomaron como punto de partida las traducciones al español de la Encuesta de Confianza de la OCDE 2021 implementada en México y Colombia.
Los resultados de las pruebas cognitivas fueron valiosos y sugirieron varias revisiones tanto en el cuestionario base en español como en inglés. Algunas de las sugerencias fueron específicas al contexto chileno. Por ejemplo, los resultados destacaron que algunos términos políticos, como “consultas públicas”, requerían una explicación adicional, añadiéndose a la respectiva pregunta de la encuesta una definición del término: "Una consulta pública es una forma de recoger la opinión de la ciudadanía para su consideración en la toma de decisiones sobre diferentes políticas públicas, por ejemplo de educación, transporte, medioambiente, entre otros". Explicaciones similares también se incluyeron en otras preguntas para facilitar la comprensión de términos complejos o técnicos relacionados con las instituciones públicas, como deuda pública o emisiones de gases de efecto invernadero, que no todas las personas encuestadas pueden conocer.
Consideraciones y nuevas preguntas incluidas en el cuestionario chileno:
La encuesta en Chile incluyó una pregunta para medir las percepciones sobre la naturaleza recíproca de la confianza entre la ciudadanía y el gobierno. Para el gobierno, ganar la confianza de su ciudadanía no solo implica implementar políticas de manera justa, abierta y receptiva, sino también confiar en que la ciudadanía actuará en el interés público. Además de las discusiones iniciales previas a la implementación de la encuesta, durante las entrevistas realizadas como parte de este estudio, expertas/os destacaron el escepticismo del gobierno y de empleadas/os públicos respecto a creer que las personas actúan realmente en el interés público.
La movilidad social refiere a la capacidad de las personas para mejorar su estatus socioeconómico a lo largo de su vida o en comparación con sus padres, y a menudo se utiliza como una medida importante de igualdad de oportunidades. En un país como Chile, con alta desigualdad de ingresos, comprender las percepciones de las personas sobre sus oportunidades justas e igualitarias es crucial para entender la cohesión social y la confianza en las instituciones públicas.
América Latina se retrata a menudo como la región más violenta del mundo. El reciente aumento en las tasas de homicidios y crimen organizado en Chile ha generado una creciente preocupación pública, a pesar de los niveles de violencia comparativamente bajos del país. La exposición a la violencia criminal, o la preocupación por el crimen, probablemente erosiona tanto la confianza interpersonal como la institucional. El sentimiento de inseguridad que prevalece en un país con alta violencia y criminalidad representa un obstáculo importante para el desarrollo de la confianza (Delhey and Newton, 2003[4]).
Lecciones aprendidas en la revisión del cuestionario para Chile:
Las percepciones de inseguridad y crimen se consideran como un tema de relevancia al influir en la confianza de las personas en las instituciones públicas en Chile, de manera similar a los resultados de la Encuesta de Confianza implementada en Brasil en 2022. De hecho, aquellas personas que se sienten inseguras físicamente tienden a tener menor confianza en el gobierno nacional y otras instituciones públicas en Chile.
La pregunta que aborda la confianza recíproca entre el gobierno y la ciudadanía ha sido una adición novedosa para la encuesta. La pregunta indaga a las personas encuestadas cuánto creen que el gobierno puede confiar en la ciudadanía cuando interactúan con él, por ejemplo, al solicitar beneficios sociales o cumplir con obligaciones fiscales. Es importante destacar que esta formulación de pregunta es más específica que la pregunta general sobre la confianza en el gobierno nacional, y hace referencia a interacciones cotidianas en las que las instituciones públicas esperarían que la ciudadanía actúe con integridad y honestidad, por lo cual también proporciona una medición sobre qué tan confiables la gente espera que sean sus conciudadanos/as.
La medición de la confianza en las instituciones electorales proporciona información importante sobre las bases democráticas de un país. En Chile, la confianza en la institución electoral es relativamente alta (55%). Además, la confianza en las organizaciones de la sociedad civil, al igual que la confianza en otras personas, ofrece una visión valiosa sobre el nivel de acción colectiva y el respeto a las leyes y regulaciones. En línea con datos históricos sobre los niveles de confianza en los demás (Figura 1.2 en el Capítulo 1), solo unas pocas personas en Chile (33%) reportaron alta o moderadamente alta confianza en las organizaciones de la sociedad civil.
La pregunta sobre las percepciones de la capacidad del gobierno para cooperar con actores nacionales para abordar desafíos a largo plazo, incluida en el módulo de fiabilidad, mostró la mayor asociación con la confianza en el gobierno nacional y el servicio civil en Chile, lo que sugiere una demanda por una formulación de políticas más inclusiva, orientada a construir consenso nacional. La inclusión de este ítem sería de particular interés en contextos de fragmentación política, o donde se necesita la construcción de consenso para aprobar reformas relevantes.
Los resultados de estas nuevas preguntas implementadas en el cuestionario de la encuesta en Chile ofrecen valiosos aportes para la región de América Latina y el Caribe (ALC), proporcionando ideas metodológicas que podrían usarse para implementar una Encuesta de Confianza similar en toda la región. La evidencia comparativa sobre la confianza recíproca y las percepciones sobre la capacidad de cooperar para enfrentar desafíos a largo plazo, así como la importancia de la preocupación de las personas por el crimen y la movilidad social, pueden proporcionar una imagen integral de los factores específicos de la región que moldean la confianza en las instituciones públicas.
Eventos específicos del contexto nacional pueden influir significativamente en la percepción de las personas sobre el gobierno y las instituciones públicas. En los últimos años, Chile ha experimentado una evolución continua en las actitudes públicas, altamente influenciada por las protestas sociales de 2019 y los procesos de reescritura constitucional. En particular, el período en que se llevó a cabo la Encuesta de Confianza de la OCDE estuvo marcado por la finalización de un segundo intento de redactar una nueva constitución y un intenso debate público sobre el texto propuesto, programado para ser votado el 17 de diciembre. De manera más amplia, los meses previos a la implementación de la encuesta incluyeron discusiones sobre el futuro rol de los recientemente electos gobernadores regionales y avances en la reforma de seguridad interior. Los titulares en el momento de la encuesta estaban dominados por denuncias de soborno y divulgación de información confidencial (''Caso Audios'' y ''Luis Hermosilla''). Asimismo, surgieron denuncias de corrupción que involucraban el mal uso de fondos públicos dirigidos a ONGs por parte de los gobiernos regionales y oficinas regionales de vivienda y desarrollo urbano. Por su parte, como respuesta a estas denuncias, el gobierno implementó un Comité para regular la relación entre las organizaciones sin fines de lucro y el Estado, y estableció una comisión investigadora (Cámara de Diputadas y Diputados, 2024[5]). Finalmente, durante el año en que se implementó la encuesta, hubo un aumento en las tasas de homicidios y crimen organizado en Chile, lo que generó una creciente preocupación pública, a pesar de los niveles de violencia comparativamente bajos del país. Más allá de la mayor atención de las personas sobre este tema, estos factores contextuales específicos, así como las respuestas del gobierno a los mismos, pueden haber influido en la participación política de la población chilena o en su confianza en las organizaciones de la sociedad civil y otras instituciones públicas.
Los resultados de la Encuesta de Confianza de la OCDE también señalan particularidades del contexto de Chile, tal como es percibido por la ciudadanía. El crimen o la violencia han sido reportados como uno de los tres principales problemas que enfrenta el país por el 62% de las personas, seguido por la inflación (42%) y la inmigración (36%). Durante octubre y noviembre de 2023, cuando se llevó a cabo la encuesta, el panorama económico global mostraba signos tanto de trayectorias de crecimiento moderadas como de resiliencia. Muchas/os ciudadanos de la OCDE estaban preocupados por el aumento de los precios y la inflación, reflejando ansiedad económica y una sensación de inseguridad financiera. El 42% de las personas en Chile mencionó el aumento de precios y la inflación como una de las tres principales preocupaciones del país, pero esta cifra es de casi 20 puntos porcentuales por debajo del promedio de la OCDE (Figura 2.3).
2.2. Resultados de la Encuesta de Confianza de la OCDE 2023
Copy link to 2.2. Resultados de la Encuesta de Confianza de la OCDE 20232.2.1. Una de cada tres personas en Chile confía en el gobierno nacional, debajo del promedio de países de la OCDE
Según la Encuesta de Confianza de la OCDE de 2023, el 30% de la población en Chile tiene una confianza alta o moderadamente alta en el gobierno nacional (Figura 2.4).1 La mayoría de las personas reportó tener poca o ninguna confianza (53%) y el 15% respondió de manera neutral a la pregunta. La proporción de respuestas de confianza alta y moderadamente alta es similar a las reportadas en Colombia (32%) y Costa Rica (35%) en América Latina, y a las de Letonia (29%), Portugal (31%), la República Eslovaca (31%) y Francia (34%) entre los países de la OCDE. En comparación con Chile, en promedio, en los países de la OCDE, alrededor de una de cada cuatro personas (39%) tiene una confianza alta o moderadamente alta en el gobierno nacional (OECD, 2024[2]). En términos comparativos, es importante señalar que, además de los cambios a lo largo del tiempo, diferentes sistemas políticos pueden presentar dinámicas distintas en torno a la confianza en el gobierno. Por ejemplo, en los sistemas presidenciales como el de Chile, la confianza en el gobierno tiende a estar estrechamente asociada con las percepciones que tienen las personas sobre el/la presidente (Salas-Lewin, Clerc and Dinamarca, 2019[6]).
Más allá de los niveles de confianza en las instituciones públicas, la Encuesta de Confianza de la OCDE también evaluó percepciones que podrían contribuir a informar el concepto de "confianza recíproca" en Chile. Se les preguntó a las personas encuestadas hasta qué punto sentían que el gobierno podía confiar en la ciudadanía, en particular en el contexto de la solicitud de beneficios sociales o el pago de impuestos. Si bien las discusiones sobre la confianza pública a menudo se centran en la confianza de las personas en las instituciones públicas, esta relación debe ser, hasta cierto punto, recíproca en una democracia. Al respecto, se ha demostrado que la confianza de las personas en las instituciones es crucial para la gobernanza pública, a su vez, la confianza del gobierno en sus ciudadanas/os genera disposición para consentir y reciprocidad (Cook, 2005[7]). Entender la confianza como una relación bidireccional tiene el potencial de convertir un ciclo vicioso de escepticismo y deshonestidad en un ciclo virtuoso de cooperación y participación (Brezzi et al., 2021[8]; OECD, 2021[9]).
Casi la mitad de las personas en Chile (44%) creen que su gobierno puede confiar en que la ciudadanía proporcionará información precisa al declarar impuestos o al solicitar beneficios sociales. Además, en lo que respecta a la interpretación del estado de la "confianza recíproca" en Chile, esta proporción supera la de personas que creen que el gobierno es confiable (30%), lo que sugiere un desequilibrio en su relación y percepción (Figura 2.5). Esta diferencia tiende a reducirse entre los grupos más vulnerables: los individuos con una baja percepción de voz política, mayores preocupaciones financieras y económicas, y menor nivel educativo se sienten menos optimistas sobre la capacidad del gobierno chileno para confiar en sus ciudadanos/as.
2.2.2. Menos de un cuarto de la población chilena confía en el servicio civil, una de las brechas más grandes en comparación con los países de la OCDE
El funcionariado público suele ser caracterizado como la cara humana de las instituciones públicas y tiende a inspirar mayor confianza que los gobiernos nacionales en la mayoría de los países de la OCDE (OECD, 2022[1]). Esta percepción puede deberse al hecho de que el servicio público a menudo se ve como más cercano a la gente. Sin embargo, este no es el caso en Chile, donde la confianza en el servicio civil nacional y regional es comparativamente baja (Figura 2.7).
Solo el 24% de la población reportó tener una confianza alta o moderadamente alta en el servicio civil nacional, 11 puntos porcentuales por debajo del promedio de los países de la OCDE (Figura 2.6). En Chile, al igual que en otros países latinoamericanos de la OCDE, así como en Brasil (OECD, 2023[3]), la confianza en el servicio civil nacional es menor que la confianza en el gobierno nacional (30%). El estatus del servicio público es un tema de reforma largamente discutido y debatido. Algunos estudios subrayan los principales desafíos del servicio civil chileno, como carreras rígidas, la exposición a cambios vinculados a los ciclos políticos o una burocracia fragmentada, lo que podría explicar sus bajos niveles de confianza entre el público (Brieba et al., 2024[10]). Otras investigaciones destacan la existencia de prejuicios culturales y estereotipos negativos (“burofobia”) hacia las personas funcionarias públicas (Güemes, 2016[11]). Además, algunos/as expertos/as entrevistadas para este estudio señalaron que la disminución de las interacciones cara a cara con las personas funcionarias públicas debido a la digitalización de los servicios públicos podría también aumentar el escepticismo y la distancia hacia el servicio civil, especialmente entre las poblaciones vulnerables.
2.2.3. Los mayores niveles de confianza se reportan en la policía y los menores en el Congreso y los partidos políticos
De la mano de los patrones observados en la mayoría de los países de la OCDE (OECD, 2024[2]), en Chile la policía presenta los niveles de confianza más altos entre las múltiples instituciones políticas bajo análisis. La mayoría (52%) de las personas reporta tener alta o moderadamente alta confianza en la policía, mientras que casi una de cada cinco tiene alta o moderadamente alta confianza en los partidos políticos (14%) y en el Congreso (19%) (Figura 2.7).
Investigación académica ha mostrado que en Chile, al igual que en otros país de ALC, la confianza en las fuerzas armadas y las policías sigue siendo alta, con un apoyo a estas instituciones fuertemente relacionado con las percepciones de las personas sobre el crimen (Solar, 2020[12]). Sin embargo, estos niveles positivos de confianza en la policía contrastan con las preocupaciones sobre la legitimidad de sus actividades durante las protestas sociales de 2019 (Dammert, Elorrieta and Alda, 2021[13]) y su implicación en escándalos de corrupción en forma de malversación de fondos públicos (Cuadro 2.3). Al considerar la confianza en los tribunales y el sistema judicial, la brecha entre Chile y otros países de la OCDE es notable, lo que resalta el escepticismo hacia las instituciones judiciales. En Chile, solo el 25% reportó tener alta o moderadamente alta confianza en los tribunales y el sistema judicial, muy por debajo del promedio de la OCDE del 54%. Los niveles de confianza contrastantes en la policía y los tribunales fueron un punto discutido durante el análisis cualitativo. Los/as expertos/as entrevistados/as para este estudio subrayaron, en particular, que la gente en Chile no percibe ni evalúa a la policía como parte del sistema judicial y de aplicación de la ley nacional. Además, se han destacado como explicaciones alternativas que el hecho de que el poder judicial y los tribunales estén entre las instituciones menos confiadas en Chile puede deberse a la connotación negativa derivada de su papel durante la dictadura, así como las penas "leves" en casos de corrupción de alto perfil (ver Capítulo 4). Otras razones para el bajo apoyo público pueden ser la existencia de un sistema judicial desigual que favorece a las élites con un tratamiento más rápido y eficiente, en comparación con los grupos vulnerables, inclinando las reglas y casos a su favor (United Nations Human Rights Special Procedures, 2024[14]; University of Minnesota, 2019[15]). De hecho, los resultados de una encuesta reciente muestran que el 83% de la población en Chile cree que no es igual ante la ley (TuInfluyes, 2024[16]). Al respecto, el Poder Judicial en Costa Rica ha promovido la Política de Justicia Abierta y el Modelo de Tribunales Abiertos para aumentar la transparencia y abordar los problemas de baja confianza de la ciudadanía, lo cual podría ser un caso de interés para considerar en Chile (Cuadro 2.4).
Cuadro 2.3. La confianza en la policía en Chile
Copy link to Cuadro 2.3. La confianza en la policía en ChileEn Chile, el sistema policial está dividido en dos ramas: “Carabineros de Chile”, responsables de los servicios policiales generales y de garantizar la seguridad en todo el país, y “Policía de Investigaciones” (PDI), encargada de las investigaciones criminales, la recopilación de inteligencia, el control migratorio y la cooperación internacional (ChileAtiende, 2024[17]). Desafortunadamente, los datos de la Encuesta de Confianza de la OCDE, al igual que los de la mayoría de las encuestas transnacionales, no diferencian entre los tipos de policía. Los llamados a reformar a Carabineros se han intensificado tras las protestas públicas y las preocupaciones sobre la conducta policial, sugiriendo la necesidad de mejorar la capacitación, la supervisión y las relaciones comunitarias.
La confianza en la policía sigue siendo generalmente alta en los países de la OCDE, incluyendo Chile (OECD, 2024[2]). Este alto nivel de confianza en la institución en Chile puede parecer sorprendente, dado los incidentes de brutalidad policial durante las protestas sociales de 2019, que, según las investigaciones, suelen impactar negativamente la confianza debido a la cobertura mediática (Mawby, 2013[18]). De hecho, se ha demostrado que la confianza en la policía es vulnerable a procesos a largo plazo o eventos importantes, como incidentes de mala praxis o percepciones de disminución de la efectividad policial (Bradford and Jackson, 2010[19]). Además, las muertes de carabineros en el cumplimiento de su deber (Arnaldo Sepúlveda, Luis Cerda, Víctor Rivera, 2023[20]), junto con el aumento de la percepción de inseguridad, han atraído considerable atención pública, dominando la agenda nacional y llevando a la aprobación de varias leyes de seguridad y control del crimen durante este período (Gobierno del Chile, 2024[21]).
Sin embargo, la confianza en instituciones como la policía a menudo proviene de una comprensión más amplia de su rol, en lugar de experiencias personales directas. Los niveles comparativamente altos de confianza en la policía también pueden ser el resultado de la característica inherente de las democracias constitucionales, donde los elementos políticos del gobierno se separan de aquellos que proporcionan servicios públicos, con estos últimos sirviendo propósitos públicos como la seguridad y el bienestar. A diferencia de las instituciones más políticas, las fuerzas policiales se benefician de un amplio consenso sobre su compromiso entre el público y operan durante períodos prolongados (Uslaner, 2017[22]).
Además, la confianza en la policía puede variar según el estatus socioeconómico, la región o el origen racial y étnico, observándose una menor confianza entre los grupos marginados (Van Craen and Skogan, 2014[23]). En América Latina, la confianza está influenciada por la clase social, las opiniones sobre gobernanza y la percepción de corrupción, siendo común que los pueblos indígenas muestren niveles más bajos de confianza (Caicedo, 2022[24]). Los resultados de la Encuesta de Confianza de la OCDE en Chile destacan brechas significativas en la confianza en la policía entre diferentes grupos poblacionales. Por ejemplo, solo el 46% de las mujeres reportaron confiar en la policía, en comparación con el 57% de los hombres; de manera similar, las mujeres reportaron estar más preocupadas por el crimen. Además, personas con mayor nivel educativo (59%), generaciones mayores (57%) y aquellas con menos ansiedad financiera (65%) mostraron una confianza significativamente mayor en la policía que aquellas con menor nivel educativo (47%), generaciones más jóvenes (41%) y personas con mayores preocupaciones financieras (49%). Estas variaciones subrayan la importancia de los factores contextuales específicos para entender la confianza en las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley.
Fuente: (OECD, 2023[3]).
Cuadro 2.4. La Política de Justicia Abierta y el Modelo de Tribunales Abiertos en Costa Rica
Copy link to Cuadro 2.4. La Política de Justicia Abierta y el Modelo de Tribunales Abiertos en Costa RicaDesde el 2018, el Poder Judicial de Costa Rica ha puesto en marcha el piloto de Política de Justicia Abierta, mejorando significativamente la transparencia y la confianza pública en el sistema judicial mediante la co-creación del Modelo de Tribunales Abierto.
Al comenzar la iniciativa, representantes de la sociedad civil, jueces y personas funcionarias de las oficinas del Poder Judicial (como la Auditoría Judicial) se reunieron en talleres participativos. El objetivo de estos talleres era identificar acciones de justicia abierta para hacer que sus servicios fueran más relevantes y eficientes para las personas usuarias, y, en general, aumentar el valor del sistema judicial para el público.
El Modelo de Tribunales Abiertos se implementó de manera piloto en cuatro tribunales que participaron en capacitaciones sobre justicia abierta, lenguaje claro, participación ciudadana y rendición de cuentas, con un plan de implementación que incluía pasos concretos de acción para los próximos años.
Hasta el momento, el piloto no se ha extendido a otros tribunales, pero los talleres participativos y la definición de la agenda lograron una relación más cercana entre las personas usuarias y el Estado en los tribunales piloto, con el objetivo de generar un efecto positivo en los niveles de confianza en el sistema judicial.
Fuente: PGC Iniciativas Firmes de Confianza (Justicia Abierta, 2024[25]).
En cuanto a las instituciones políticas, el gobierno local (36%) y los gobiernos regionales (29%) en Chile tienen niveles de confianza similares al del gobierno nacional (30%), una tendencia que contrasta con la mayoría de los países de la OCDE, donde la confianza en los gobiernos locales y regionales es generalmente mayor que en el gobierno nacional. Además, el Congreso Nacional (19%) y los partidos políticos (14%) son las instituciones públicas en las que menos se confía en Chile, similar a las tendencias en los países de la OCDE (Figura 2.5). Los bajos niveles de confianza en los partidos políticos en Chile han sido confirmados por otros datos de encuestas, que muestran una tendencia decreciente continua desde principios de la década del 2000 (Latinobarómetro, 1996-2023). Estas percepciones pueden haber sido afectadas por el proceso constitucional y pueden reflejar opiniones comunes sobre la subrepresentación de ciertos grupos en la política (ver Capítulo 1).
Además, el 46% de las personas expresa una confianza alta o moderadamente alta en el sistema electoral, lo que lo convierte en la segunda institución más confiada del país (Figura 2.7). Estos hallazgos sugieren que, a pesar de las fluctuaciones en los niveles de confianza en el sistema electoral a lo largo del tiempo (Latinobarómetro, 2002-2023), las instituciones electorales de Chile parecen estar funcionando bien y en línea con los estándares democráticos (IDEA International, 2021[26]). Además, las recientes reformas electorales han tenido como objetivo aumentar la representación política y abordar la desconexión de los/as votantes con la política.
Finalmente, la confianza en las organizaciones de la sociedad civil, al igual que la confianza en otras personas, ofrece valiosas perspectivas sobre el nivel de acción colectiva y el respeto a las leyes y regulaciones. A diferencia de los datos anteriores de otras encuestas poblacionales que indican baja confianza interpersonal, la mitad de la gente encuestada en Chile (51%) reportó tener una confianza alta o moderadamente alta en otras personas, posiblemente influenciada por el contexto político participativo e inclusivo en el momento de la Encuesta de Confianza de la OCDE.2 Al observar la distribución de las respuestas sobre la confianza en otras personas, la mayor frecuencia de respuestas es neutral ("5" en la escala de 0-10), seguida de confianza moderada y alta (puntuaciones de 6-8). Asimismo, un tercio de la población respondió que tiene una confianza alta o moderadamente alta en las organizaciones de la sociedad civil. Esto puede coincidir con percepciones negativas en el momento de la encuesta, respecto a la supuesta transferencia de fondos irregulares desde los gobiernos regionales a organizaciones con conexiones políticas (Bravo, 2023[27]), lo que podría sugerir potenciales limitaciones para la acción colectiva.
2.2.4. La confianza en las instituciones públicas varía según la sensación de seguridad económica, política y física de cada persona
Existen profundas diferencias dentro de la sociedad chilena en la percepción acerca de las instituciones públicas. Tal como en los países de la OCDE, los grupos marginados —aquellos que enfrentan inseguridad económica, política y física, así como los grupos de población más joven— exhiben una menor confianza en el gobierno nacional. En comparación con los promedios de los países de la OCDE, las brechas en Chile entre los grupos poblacionales son menores por género, edad, ingresos, nivel educativo y percepciones de voz política. Sin embargo, la brecha de confianza en Chile entre aquellos con y sin preocupaciones financieras (25 puntos porcentuales) está por encima del promedio de la OCDE, que es de 17 puntos porcentuales (Figura 2.8).
El sentimiento de agencia política de las personas, incluida su percepción de tener influencia en la toma de decisiones políticas, así como su alineación partidista, son los factores más cruciales para explicar las variaciones en la confianza (OECD, 2024[2]). Las personas en Chile que sienten que el sistema político actual no les permite tener una voz tienden a confiar un 45% menos en el gobierno nacional que aquellas que sienten que tienen voz política. Esta brecha de confianza es menor que el promedio de 47 puntos porcentuales en los países de la OCDE.
La Encuesta de Confianza de la OCDE no tiene preguntas sobre la orientación política y actitudes hacia los partidos políticos, más allá de preguntar sobre el apoyo al gobierno actual en las últimas elecciones nacionales. Sin embargo, esta pregunta de la encuesta que indaga si los/as encuestados/as (habrían) votaron por el gobierno actual es útil para evaluar niveles de polarización, ya que una brecha de confianza en las instituciones públicas puede indicar dinámicas partidistas que contribuyen a la polarización política.
De forma similar a los hallazgos en países de la OCDE (OECD, 2024[2]), en Chile la brecha de confianza entre aquellos que (habrían) votaron por un partido en el poder y aquellos que no lo hicieron es de 30 puntos porcentuales. Esta "brecha partidista" en la confianza en el gobierno nacional no puede considerarse un signo de polarización, pero la confianza en otros aspectos más "administrativos" del gobierno, como la policía, los tribunales, el sistema judicial y el servicio civil nacional, en principio, debería estar protegida del partidismo. En este sentido, también se encontró una brecha significativa en la confianza en el servicio civil nacional según la alineación política (16 puntos porcentuales), lo que indicaría signos de polarización política (Figura 2.9). Entre estos aspectos administrativos del gobierno, la policía es la única institución pública que es percibida como más confiable entre aquellos que no votaron por un partido en el poder, y la brecha de confianza en los tribunales y el sistema judicial es insignificante.
De la mano de las brechas de confianza atribuidas a la agencia política y el partidismo, las percepciones sobre el crimen revelan la siguiente brecha de confianza más significativa en Chile (Figura 2.8). Las personas que están preocupadas por un crimen violento tienen, en promedio, 22 puntos porcentuales menos de confianza en el gobierno nacional que aquellas que no están preocupadas. En otras palabras, solo el 23% de las personas que están preocupadas por el crimen en su entorno reportan tener una confianza alta o moderadamente alta en el gobierno, en comparación con el 45% entre quienes no están preocupadas por el crimen. Dado que el 62% de las personas encuestadas identifica el crimen y la violencia como una de las principales prioridades del país y considerando que la percepción sobre la prevalencia del crimen parece haber aumentado en los últimos años, esta es una tendencia importante a monitorear.
También puede observarse una brecha pronunciada entre las personas preocupadas por problemas financieros. Solo el 27% de la gente que reportó anticipar preocupaciones económicas y financieras en los próximos dos años expresó una confianza alta o moderadamente alta en el gobierno, en comparación con el 52% entre aquellas personas que no están preocupadas. Se observan brechas de confianza similares relacionadas con preocupaciones financieras en relación con los partidos políticos y el servicio civil. Sin embargo, la brecha de confianza relacionada con las preocupaciones financieras es menor para la policía (Figura 2.10).
Además, casi igual de importantes que las preocupaciones financieras sobre el futuro son las percepciones de las personas sobre la movilidad económica. El 35% de las personas que sienten que les irá mejor que a sus padres reportó tener alta o moderadamente alta confianza, mientras que solo el 22% de aquellos que sienten que les irá peor que a sus padres tienen alta o moderadamente alta confianza en el gobierno nacional. Al mismo tiempo, el 32% de mayores ingresos reportó tener alta o moderadamente alta confianza en comparación con el 19% con menores ingresos, una diferencia de 13 puntos porcentuales. Esta brecha de confianza es menor que la brecha promedio de ingresos de 15 puntos porcentuales en los países de la OCDE. Los niveles más bajos de confianza en las instituciones públicas entre las personas con ansiedad económica podrían reflejar un escepticismo hacia la capacidad del gobierno para promover la inclusión económica y abordar las necesidades socioeconómicas de las personas.
Finalmente, las brechas de confianza por edad, educación y género son menores en Chile que en toda la OCDE. Curiosamente, en contraste con los hallazgos transnacionales de la OCDE, en Chile no hay diferencia en la confianza alta o moderadamente alta en el gobierno entre mujeres y hombres (ver Cuadro 2.5). El 30% de las mujeres y el 31% de los hombres expresaron alta o moderadamente alta confianza en el gobierno. Las diferencias por edad son un punto porcentual menor, y por educación, dos puntos porcentuales mayor que en la OCDE (Figura 2.8). Sin embargo, estas similitudes con otros países encuestados no hacen irrelevantes las diferencias por edad y educación. En Chile, los individuos mayores tienen 6 puntos porcentuales más de confianza en el gobierno nacional en comparación con los más jóvenes, mientras que aquellos con niveles educativos bajos o medios muestran 12 puntos porcentuales menos de confianza en comparación con aquellos con educación superior.
Por el contrario, la juventud tiende a confiar más en el congreso nacional (7 puntos porcentuales), los tribunales y el sistema judicial (8 puntos porcentuales), y los partidos políticos (8 puntos porcentuales) que las personas mayores (Figura 2.11). Este resultado sugiere que las generaciones más jóvenes pueden tener una visión más optimista de estas instituciones, lo que puede estar influenciado por una mayor participación en la vida pública, incluidas las consultas públicas y las manifestaciones. Curiosamente, la población joven no siente un mayor sentimiento de agencia política en comparación con las generaciones mayores (ver Capítulo 4). Por otra parte, la generación más joven encuentra menos confiables a la policía (12 puntos porcentuales) y al sistema electoral (13 puntos porcentuales) que la población mayor, siendo ambas las instituciones públicas en las que más confía la población en general (Rodríguez et al., 2024[28]).
Cuadro 2.5. Mejorar la representación de género a través de reformas electorales en Chile
Copy link to Cuadro 2.5. Mejorar la representación de género a través de reformas electorales en ChileDesde el año 2015, algunas reformas institucionales han contribuido a aumentar la representación política de mujeres y grupos minoritarios en la política chilena. Estas reformas fueron parte de esfuerzos más amplios para democratizar el sistema político, mejorar la representación y abordar preocupaciones de larga data sobre la desigualdad y la justicia social en Chile.
Primero, la reforma electoral de 2015 implementó un sistema de representación proporcional de listas abiertas, con cambios importantes para la representación de las mujeres (Ley N° 20.840, Ley N° 20.900 y Ley N° 20.915). La reforma introdujo una cuota legislativa de género para las candidaturas en las elecciones legislativas, exigiendo que un máximo del 60% de las candidaturas sean del mismo género. Además, los partidos reciben un incentivo financiero por cada mujer electa en las elecciones parlamentarias, quienes a su vez son elegibles para un reembolso adicional de los gastos electorales basado en el número de votos recibidos. Asimismo, al menos el 10% de la financiación estatal para cada partido político debe destinarse a promover la representación política de las mujeres.
En segundo lugar, como parte de las reglas institucionales que dieron forma a los procesos de redacción de la nueva constitución, Chile implementó la paridad de género, exigiendo una representación igualitaria de mujeres y hombres en la asamblea constitucional, convirtiéndose en el primer órgano de redacción constitucional en adoptar dicha paridad. Este órgano tenía como objetivo abordar los déficits democráticos y reflejaba la influencia de la movilización y el activismo feminista en el proceso de reforma constitucional.
2.3. Los determinantes de la confianza en las instituciones públicas en Chile
Copy link to 2.3. Los determinantes de la confianza en las instituciones públicas en Chile2.3.1. Los determinantes de gobernanza pública de la confianza en Chile
La confianza en el gobierno y las instituciones públicas está influenciada por muchos factores interrelacionados. El Marco Analítico de la OCDE sobre los Determinantes de la Confianza en las Instituciones Públicas distingue tres categorías de factores que influyen en los niveles de confianza (Tabla 2.1). Primero, cinco principales determinantes de gobernanza pública evalúan el grado en que las personas esperan que las instituciones sean confiables y receptivas al formular e implementar políticas y servicios, al tiempo que mantienen los valores de equidad, integridad y apertura. Aunque estas expectativas pueden variar según la implementación diaria de políticas o la toma de decisiones sobre cuestiones globales, las instituciones que alinean su comportamiento con estas expectativas pueden fomentar sentimientos de seguridad, dignidad y respeto mutuo. Los gobiernos pueden influir directamente en estas percepciones y aprovecharlas para fortalecer la confianza. En segundo lugar, la confianza en las instituciones públicas está influenciada por las percepciones respecto a la capacidad del gobierno para abordar desafíos complejos y globales. Las personas necesitan confiar en que las instituciones públicas pueden gestionar los servicios de manera receptiva y abordar los problemas de política, al mismo tiempo que mantienen la rendición de cuentas y garantizan la participación pública. Por último, varios factores culturales, socioeconómicos y preferencias políticas influyen en la confianza. Construir confianza en las instituciones públicas requiere un enfoque holístico que aborde el desempeño en materia de gobernanza pública y reconozca el impacto de los antecedentes demográficos y socioeconómicos, así como las percepciones de agencia política, en las experiencias y la confianza de las personas en estas instituciones (OECD, 2024[2]).
Tabla 2.1. Marco Analítico de la OCDE sobre los Determinantes de la Confianza en las Instituciones Públicas
Copy link to Tabla 2.1. Marco Analítico de la OCDE sobre los Determinantes de la Confianza en las Instituciones Públicas
Marco Analítico de la OCDE sobre los Determinantes de la Confianza en las Instituciones Públicas |
Considerado en las preguntas de la encuesta sobre percepciones/evaluación de: |
|
---|---|---|
Niveles de confianza en diferentes instituciones públicas |
Confianza en el gobierno nacional, gobierno regional, gobierno local, servicio civil nacional, servicio civil regional/local, Congreso, policía, partidos políticos, tribunales y sistema judicial, organizaciones internacionales |
|
Determinantes de Gobernanza Pública en la Confianza en las Instituciones Públicas |
||
Competencias |
Confiabilidad |
El gobierno está preparado para proteger la vida de las personas en caso de emergencia Los datos personales compartidos con oficinas públicas se utilizan solo para fines legítimos El gobierno regula la IA de manera adecuada y ayuda a las empresas y ciudadanía a utilizarla de manera responsable Satisfacción general con los servicios administrativos y satisfacción con aspectos específicos |
Capacidad de respuesta |
Los servicios públicos mejoran tras las quejas. Las instituciones públicas adoptan ideas innovadoras para mejorar los servicios públicos. La política nacional se modifica en función de la retroalimentación del público. El gobierno utiliza la mejor evidencia disponible para la toma de decisiones |
|
Valores |
Apertura |
Facilidad y disponibilidad de información sobre servicios administrativos. Oportunidad para expresar opiniones ante el gobierno local. Oportunidades de participación y compromiso ciudadano. El gobierno explica claramente el impacto de las reformas |
Integridad |
Corrupción entre las personas funcionarias públicas. Prácticas de "puertas giratorias" para representantes de alto nivel electos/as o nombradas/os políticamente. Rendición de cuentas entre los poderes del gobierno (Congreso, poder judicial, ejecutivo). Influencia indebida en el gobierno |
|
Equidad |
Trato coherente del funcionariado público hacia empresas y personas, independientemente de su origen e identidad. Trato justo en los servicios y beneficios del gobierno. Representación de las necesidades de diferentes regiones y grupos de la sociedad en el Congreso. |
|
Percepción de la acción del gobierno frente a desafíos intergeneracionales y globales |
|
|
Impulsores de confianza cultural, económica y política en las instituciones públicas |
|
En general, las personas en Chile muestran mayor confianza en la capacidad del gobierno para abordar desafíos complejos y globales, así como en la integridad pública, en comparación con el promedio de los países de la OCDE. Similar a los resultados en otros países encuestados, en promedio, las percepciones de la ciudadanía sobre la fiabilidad y apertura del gobierno son más positivas que las de otros determinantes de gobernanza pública. Sin embargo, en comparación con otros países de la OCDE, las personas en Chile expresan actitudes más negativas sobre la equidad de los procesos y tratamientos del gobierno, lo que destaca un área importante para mejorar (Figura 2.10).
Esta sección del capítulo se centra en cómo las percepciones sobre la gobernanza pública afectan la confianza del público en los gobiernos nacional y local, así como en el servicio civil nacional en Chile. Estas relaciones se analizan a través de un análisis econométrico, útil para evaluar múltiples factores que impulsan la confianza en las instituciones públicas e identificar aquellos que tienen la mayor influencia en los niveles de confianza. Más precisamente, el análisis econométrico revela cómo la probabilidad de que una persona tenga una confianza alta o moderadamente alta en una institución pública aumenta con una percepción positiva de los determinantes de gobernanza pública, manteniendo constantes los antecedentes socioeconómicos y políticos de los individuos. El análisis de regresión presentado aquí sigue una metodología similar a la implementada en el Informe de la Encuesta de Confianza de la OCDE 2023 (OECD, 2024[2]) (ver Cuadro 2.5 y Anexo A para más detalles). A pesar de las limitaciones metodológicas, el análisis econométrico es una herramienta útil para entender cuáles son los determinantes de gobernanza pública que tienen la asociación más fuerte con la confianza, incluso al considerar otras variables que se sabe afectan la confianza. Los resultados de este análisis ofrecen una dirección estratégica para que Chile fortalezca la confianza. Las secciones siguientes destacan estos resultados de regresión sobre la confianza en diversas instituciones públicas, mostrando el estado y la fortaleza de la relación de cada determinante de gobernanza con la confianza.
El análisis sobre los determinantes de confianza en Chile sugiere cinco principales resultados (Tabla 2.2):
Primero, los determinantes de la confianza varían entre las instituciones, lo que sugiere que podrían ser necesarias políticas diferentes para construir o fortalecer la confianza en el gobierno nacional, el gobierno local y el servicio civil.
Segundo, las percepciones sobre la rendición de cuentas entre las instituciones y los pesos y contrapesos efectivos, entre los poderes del gobierno, son el único determinante de gobernanza pública que es estadísticamente significativo para la confianza en todas las instituciones públicas bajo análisis (gobiernos nacional y local y el servicio civil). Este resultado destaca la relevancia de fortalecer el estado de derecho y limitar el abuso de poder para la democracia representativa en Chile.
Tercero, las percepciones positivas sobre la capacidad del gobierno para colaborar con actores nacionales al abordar desafíos a largo plazo, tienen un impacto significativo en la confianza en el gobierno nacional y el servicio civil, subrayando la importancia de construir amplios consensos nacionales y promover una toma de decisiones inclusiva en Chile.
Cuarto, tratar a las personas de manera justa y darles la oportunidad de expresar sus necesidades, opiniones y preocupaciones es crucial para construir y restaurar la confianza en las instituciones. Esto se refiere específicamente a las instituciones con las que las personas interactúan a diario, como el gobierno local y el servicio civil. Este resultado enfatiza la importancia de políticas e iniciativas que aborden las desigualdades en el país, no solo en términos económicos, sino también asegurando un acceso equitativo a la toma de decisiones y a los servicios.
Finalmente, abordar las desigualdades a largo plazo, equilibrando los intereses intergeneracionales, también podría mejorar los niveles de confianza en los gobiernos nacional y local.
Cuadro 2.5. Modelos de regresión logística para evaluar los determinantes de la confianza en las instituciones públicas
Copy link to Cuadro 2.5. Modelos de regresión logística para evaluar los determinantes de la confianza en las instituciones públicasLos resultados econométricos presentados a continuación representan un análisis de regresión logística que establece los principales determinantes de la confianza en el gobierno nacional, local y el servicio civil en Chile.
Las variables de resultado –o variables dependientes– en los modelos de regresión implementados para este informe son la confianza en el gobierno nacional, el gobierno local y el servicio civil nacional. Estas tres variables se recodifican como una variable binaria, con dos categorías: baja o ninguna confianza (0-4) y confianza moderada a alta (6-10). Las respuestas (5) y "no sabe" se excluyen.
El análisis operacionaliza las competencias y valores del gobierno (incluida la satisfacción con los servicios administrativos) a través de 19 variables, medidas en una escala de respuesta de 0 a 10 y estandarizadas para el análisis. La agencia política se operacionaliza en dos variables que miden la eficacia política interna y externa, es decir la confianza de las personas en su capacidad de participar e influenciar en la política. Las percepciones sobre las acciones del gobierno en desafíos globales y a largo plazo se miden mediante las preguntas de la encuesta sobre la confianza en el éxito del país en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la confianza en que el gobierno equilibra los intereses de las generaciones actuales y futuras.
A continuación, se explican los detalles técnicos del análisis econométrico.
Especificación del modelo:
Los tres modelos controlan las características sociodemográficas de los individuos (edad, género, educación), la confianza interpersonal, la experiencia de preocupaciones de seguridad o financieras, las percepciones sobre la movilidad económica y la sensación de pertenecer a un grupo discriminado. Los modelos también controlan por si las personas votaron (o habrían votado) por uno de los partidos actualmente en el poder. Los resultados de la regresión que se refieren a las variables de control no son presentados. Todos los modelos incluyen ponderaciones de la encuesta. El modelo de regresión logística utiliza un proceso de eliminación progresiva en el cual solo se mantienen las variables altamente significativas en cada paso de eliminación. Estos modelos de regresión también incluyen tres preguntas adicionales de la encuesta implementadas en la encuesta chilena como variables independientes (Cuadro 2.1).
Interpretación técnica:
Los determinantes estadísticamente significativos se muestran como efectos marginales promedio. Estadísticamente significativo se refiere a aquellas variables de gobernanza pública incluidas en el modelo de regresión logística que resultaron en p<0,05. La interpretación técnica del efecto de la fiabilidad del gobierno en la toma de decisiones basadas en evidencia sobre la confianza, por ejemplo, es que un aumento de una desviación estándar en la percepción de fiabilidad se asocia con un aumento de 8 puntos porcentuales en la confianza en el gobierno nacional. O – teniendo en cuenta todas las demás variables del modelo – y manteniendo el resto constante, pasar del ciudadano promedio a uno con un nivel típicamente más alto de confianza en la fiabilidad del gobierno se asocia con un aumento de 8 puntos porcentuales en la confianza en el gobierno nacional.
Interpretación cautelosa:
Se debe tener cierta precaución al interpretar los resultados de la regresión, ya que solo representan una relación correlacional entre los determinantes de gobernanza pública y la confianza en las tres instituciones públicas, y no una relación causal. Además, todas las variables independientes en el modelo de regresión están correlacionadas y la dirección de la relación entre la confianza y los determinantes de la confianza también podría apuntar en la otra dirección.
Tabla 2.2. .Determinantes de confianza significativos en el gobierno nacional, el servicio civil y el gobierno local en Chile en el año 2023
Copy link to Tabla 2.2. .Determinantes de confianza significativos en el gobierno nacional, el servicio civil y el gobierno local en Chile en el año 2023Cambio en puntos porcentuales en la confianza alta o moderadamente alta en la respectiva institución en respuesta a mejoras en variables seleccionadas de gobernanza pública en Chile, 2023
Gobierno nacional |
Servicio civil nacional |
Gobierno local |
|
---|---|---|---|
Capacidad del gobierno de cooperar con actores nacionales |
12 |
6 |
|
Toma de decisiones del gobierno basadas en evidencia |
8 |
5 |
|
Balance de intereses intergeneracionales |
7 |
9 |
|
El Congreso responsabiliza al gobierno |
5 |
3 |
4 |
Voz política |
5 |
6 |
|
Explicación del impacto de las reformas |
5 |
||
El gobierno regula y apoya el uso de nuevas tecnologías |
5 |
||
Trato justo en solicitudes de servicios |
5 |
6 |
|
Las personas tienen la oportunidad de expresar su opinión en las decisiones locales |
10 |
Nota: La tabla muestra los determinantes estadísticamente significativos de la confianza en el gobierno nacional, el gobierno local y el servicio civil nacional en una estimación logística que controla las características individuales, incluyendo si votaron o habrían votado por uno de los partidos actuales en el poder, y los niveles auto-reportados de confianza interpersonal. Las percepciones de la ciudadanía junto con el tamaño del coeficiente, ofrecen una buena indicación de dónde podría enfocarse el gobierno.
Fuente: OCDE Encuesta de Confianza 2023.
2.3.2. Los determinantes de la confianza en el gobierno nacional en 2023
La capacidad del gobierno de cooperar con actores nacionales para abordar desafíos a largo plazo, el uso de evidencia en la toma de decisiones y el balance en los intereses intergeneracionales están altamente asociados con la confianza en el gobierno nacional de Chile
El determinante de confianza más significativo para el gobierno nacional en Chile es la habilidad del gobierno de cooperar con actores claves como el sector privado o los sindicatos, para abordar desafíos a largo plazo. Esta pregunta de la encuesta —implementada específicamente en la encuesta chilena— muestra que las personas que confían en la capacidad del gobierno para cooperar son 11,6 puntos porcentuales más propensas a tener una confianza alta o moderadamente alta en el gobierno nacional. Este resultado sugiere que, más allá de las iniciativas y políticas para abordar desafíos complejos, el proceso político que las permite es igualmente importante, es decir, la toma de decisiones inclusiva. En promedio, el 45% de la gente en Chile cree que el gobierno puede cooperar con los actores clave; por lo tanto, el gobierno podría aprovechar esta percepción positiva para aumentar la confianza (Figura 2.13).
Similar a los hallazgos en otros países de la OCDE, en Chile la confianza de las personas en su gobierno nacional está fuertemente influenciada por su creencia en que el gobierno utiliza la mejor evidencia disponible para la toma de decisiones y equilibra las necesidades de las generaciones actuales y futuras de manera efectiva. Las personas que confían en estas áreas son respectivamente 8 y 7 puntos porcentuales más propensas a confiar en su gobierno nacional en un grado alto o moderado. Para mejorar la confianza pública, el gobierno chileno podría capitalizar las opiniones ligeramente positivas sobre la capacidad del gobierno para tomar decisiones basadas en evidencia (37%). Además, una prioridad podría ser entender cómo percibe el público la equidad en la gestión de los intereses de diferentes generaciones y considerar estas percepciones en futuras políticas y programas.
Adicional a estos factores, otros aspectos de la gobernanza pública juegan un papel importante en la construcción de la confianza en el gobierno nacional en Chile. Estos incluyen la capacidad del congreso nacional para exigir rendición de cuentas al gobierno, lo que podría aumentar la confianza en 5,4 puntos porcentuales; explicar el impacto de las reformas a los ciudadanos (5,3 puntos porcentuales); y garantizar que los ciudadanos sientan que pueden influenciar las acciones del gobierno, lo cual está asociado con un aumento de 5,2 puntos porcentuales en la confianza. Es importante señalar que esto podría ser un área particular de enfoque para el gobierno chileno, ya que solo el 22% de las personas encuestadas afirmaron que sienten tener una voz en lo que hace el gobierno.
2.3.3. Los determinantes de confianza en el servicio civil en 2023
La capacidad del gobierno de cooperar con actores nacionales y asegurar una voz política son los determinantes más relevantes de confianza en el servicio civil nacional
La capacidad del gobierno para cooperar con actores clave para abordar desafíos a largo plazo, garantizar la voz política y el trato justo son fundamentales para la confianza en el servicio civil en Chile (Figura 2.14). Similar a la confianza en el gobierno nacional, la variable que probablemente tenga la mayor influencia en la confianza en el servicio civil nacional es la capacidad del gobierno para cooperar con otros actores para abordar desafíos complejos a largo plazo, lo que está vinculado a un aumento de 6 puntos porcentuales en la confianza. Otros elementos de gobernanza que también contribuyen significativamente a la confianza en el servicio civil nacional en Chile incluyen garantizar la participación pública y la voz política en las decisiones gubernamentales (6 puntos porcentuales) y tratar con justicia las solicitudes de beneficios públicos (5 puntos porcentuales).
Adicionalmente, dos aspectos de la integridad pública y la fiabilidad se destacan como importantes para la confianza en el servicio civil nacional en Chile. En primer lugar, las percepciones de que el Congreso nacional exige rendición de cuentas al gobierno están asociadas con un aumento de 3.3 puntos porcentuales. Esta es una variable sobre la cual casi la mitad de la gente en Chile tiene percepciones positivas (44%) y, por lo tanto, podría aprovecharse aún más. En segundo lugar, la capacidad del gobierno para regular la tecnología y asistir a la ciudadanía y empresas en su uso responsable podría aumentar la confianza en 4.8 puntos porcentuales. En este tema, el 40% de la población cree que el gobierno está actuando bien.
2.3.4. Los determinantes de confianza en el gobierno local en 2023
Brindar a la ciudadanía la oportunidad expersar sus visiones y equilibrar los intereses intergeneracionales están altamente asociados con la confianza en el gobierno local en Chile
Un factor clave para aumentar la confianza en los gobiernos locales en Chile es la percepción de oportunidad para que las personas expresen sus opiniones sobre decisiones que impactan a su comunidad. Este hallazgo es similar al de otros países de la OCDE (OECD, 2024[2]). Aquellos que creen que es probable que los gobiernos locales ofrezcan oportunidades para que la ciudadanía participe son 10 puntos porcentuales más probables de confiar en su gobierno local (Figura 2.15). Actualmente, el 41% de la gente en Chile siente que es probable que los gobiernos locales sean abiertos en este aspecto, por lo que aumentar esta proporción sería clave para mejorar la confianza en los gobiernos locales.
De interés, y similar a los hallazgos internacionales de la Encuesta de Confianza de la OCDE 2023, la capacidad del gobierno nacional para considerar las necesidades tanto de las generaciones actuales como futuras —vista como probable por el 41% de la población chilena— también afecta la confianza en el gobierno local, con un aumento de 9,3 puntos porcentuales en la probabilidad de tener una confianza alta o moderada. Esto sugiere que las personas valoran la planificación a largo plazo en todos los niveles de gobierno, y más en Chile que en promedio en los países de la OCDE.
La confianza en el gobierno local también se ve influenciada positivamente por las percepciones de las personas sobre el trato equitativo a las solicitudes de beneficios sociales y sus expectativas de que el congreso nacional exija cuentas al gobierno. La expectativa de que una solicitud sea procesada de manera justa está asociada a una probabilidad 5,5 puntos porcentuales mayor de confianza alta o moderadamente alta en el gobierno local, y la rendición de cuentas del gobierno por parte del congreso aumenta la confianza en 3,5 puntos porcentuales.
2.3.5. Oportunidades para mejorar la confianza de forma transversal a las instituciones y grupos de población
Los resultados de la Encuesta de Confianza de la OCDE 2023 indican que los niveles de confianza varían entre las instituciones públicas. La confianza de la ciudadanía chilena en el servicio civil nacional y en los tribunales y el sistema judicial presenta las mayores brechas en comparación con los países de la OCDE. Además, las personas con preocupaciones físicas y económicas, así como con una menor sensación de agencia política, tienen consistentemente niveles más bajos de confianza en las instituciones públicas. De hecho, estas discrepancias en los niveles de confianza entre varios subgrupos destacan la necesidad de políticas específicas que refuercen la confianza en las instituciones públicas entre aquellos que más lo necesitan. Las acciones políticas para mejorar la confianza en todas las instituciones y grupos de población incluyen lo siguiente:
Recoger datos periódicos sobre los determinantes de la confianza para monitorear la evolución de la confianza e identificar dónde invertir para preservar y fortalecer la confianza en las instituciones públicas. En esta área, se debe asegurar que las muestras de las encuestas sean representativas de la diversidad de la población, combinando características socioeconómicas y continuando la medición de percepciones sobre diferentes aspectos de la seguridad.
Las políticas orientadas a mitigar la vulnerabilidad económica percibida y la discriminación podrían ser cruciales para cerrar la brecha de confianza y fomentar la confianza en las instituciones públicas entre todos los grupos de población. Abordar estos factores es esencial, ya que influyen significativamente en los niveles de confianza de los individuos.
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[14] United Nations Human Rights Special Procedures (2024), Statement by the UN Special Rapporteur on the independence of judges and lawyers, Margaret Satterthwaite, at the end of her official visit to Chile (9 August 2024), https://www.ohchr.org/sites/default/files/documents/issues/ijudiciary/statements/20240809-eom-chile-sr-ijl-en.pdf (accessed on 4 September 2024).
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Notas
Copy link to Notas← 1. Este resultado es consistente con las tendencias históricas respecto a la confianza identificadas por otras fuentes descritas en el Capítulo 1. En particular, según la Encuesta Mundial Gallup, el 35% de la gente en Chile reportó confiar en el gobierno en 2023. Esta pequeña diferencia en los resultados puede estar relacionada con la redacción de la pregunta que es diferente en la Encuesta Mundial de Gallup, así como con la escala de respuesta, que es binaria (confío/no confío).
← 2. De acuerdo a la Encuesta de Confianza de la OCDE el 51% de la gente confía en otras personas, un número considerablemente alto en comparación con la confianza en las instituciones públicas, pero aún un 11% por debajo del promedio de la OCDE y el tercer nivel más bajo entre todos los países encuestados. Las diferencias en los resultados para la Encuesta de la OCDE y otras encuestas internacionales pueden estar vinculadas con la redacción de la pregunta sobre la confianza interpersonal. En la Encuesta Mundial de Valores, la serie temporal más extensa, la pregunta formulada a los encuestados/as es: "En términos generales, ¿diría usted que se puede confiar en la mayoría de las personas o que es mejor tener cuidado al tratar con ellas?", mientras que en la Encuesta de Confianza de la OCDE es: "Para comenzar, una pregunta general sobre la confianza. En una escala de 0 a 10, donde 0 es nada y 10 es completamente, en general, ¿cuánto confía en la mayoría de las personas?". La pregunta, tal como se incluye en la Encuesta de Confianza de la OCDE, permite una respuesta más matizada que una respuesta binaria. Además, la redacción de esta pregunta ha sido ampliamente discutida en las Directrices de la OCDE sobre la Medición de la Confianza (OECD, 2017[32]), incluyendo evidencia primaria generada por la Oficina Nacional de Estadísticas del Reino Unido. Su análisis concluye que las preguntas sobre confianza interpersonal que utilizan la redacción "No se puede ser demasiado cuidadoso con la gente", en comparación con una formulación más neutral que se centra únicamente en la confianza "en otras personas", pueden inducir un sesgo de pre-conceptos en los grupos relativamente vulnerables. Las respuestas resultantes podrían reflejar diferencias en el nivel de cautela más que en la confianza (ya que el uso de la palabra "cuidado" puede tener diferentes connotaciones y crear ruido en las respuestas, desviando el enfoque de la confianza).