El marco de debida diligencia descrito en este Manual se aplica tanto a la deforestación como a la degradación forestal. Para facilitar la lectura, el término "deforestación" se utiliza aquí para referirse a ambas.
Los bosques no son el único ecosistema natural que puede verse afectado negativamente por la conversión a la producción agrícola. La sabana, los pastizales, las turberas y los humedales, entre otros, también pueden correr peligro al considerar el uso de la tierra. Muchas políticas de debida diligencia adoptadas por las empresas abarcan ahora la conversión de estos ecosistemas y de los bosques, e incorporan referencias, por ejemplo, a la protección de zonas de alto valor de conservación y con altas reservas de carbono. Aunque este Manual se centra únicamente en los bosques, las medidas de debida diligencia que describe también son aplicables a la conversión de otros ecosistemas naturales.
En el Glosario figura un listado completo de las definiciones utilizadas en este Manual.