En este capítulo se describen la evolución del mercado y las proyecciones a mediano plazo de los mercados mundiales de carne para el periodo comprendido entre 2024 y 2033. Las proyecciones abarcan el consumo, la producción, el comercio y los precios de la carne de vacuno y ternera, de cerdo, de aves de corral y de ovino. El capítulo concluye con un análisis de los principales riesgos e incertidumbres que podrían afectar a los mercados mundiales de la carne durante los próximos 10 años.
OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas 2024-2033
6. Carne
Copy link to 6. CarneResumen
6.1. Aspectos relevantes de la proyección
Copy link to 6.1. Aspectos relevantes de la proyecciónLa demanda mundial de carne se desacelerará
Se espera que, a mediano plazo, el promedio mundial de gramos diarios de proteína cárnica consumida per cápita aumente 3% o 0.5 kg adicionales en equivalente en peso comestible al menudeo (en adelante, r.w.e.)/año para 2033, la mitad del incremento registrado en el decenio pasado. La reciente disminución de los costos del forraje y la reducción de la inflación general en muchas partes del mundo no han compensado por completo otros gastos de producción más altos, lo cual apuntalará los precios minoristas de la carne y restringirá el crecimiento de la demanda. Además, el menor crecimiento demográfico y la reestructuración demográfica disminuirán el crecimiento de la demanda agregada de carne. Se prevé que el consumo mundial de carne aumente 12% para 2033 en relación con el periodo base 2021-2023 de las Perspectivas.
La pandemia de COVID-19 y la recesión económica afectaron seriamente el costo de vida e influyeron en la conducta del consumidor respecto del consumo de carne. Algunos cambios de comportamiento implican salir menos a comer, cocinar más en casa debido al trabajo a distancia y tender a consumir proteínas más asequibles; lo que coloca al precio como un factor de decisión clave, junto con las preocupaciones por la salud o por el medio ambiente. Los consumidores se han ajustado a los precios más altos de la carne y a la disminución de su poder de compra, al optar por carnes y cortes de carne de menor costo y al cambiar el gasto en el consumo de alimentos fuera del hogar por los propios de la industria de comida rápida. Sin embargo, según los supuestos generales de las Perspectivas de un crecimiento moderado y una menor inflación, y tomando en cuenta el énfasis en valorar la vida saludable, la concienciación sobre el cambio climático y la elección de alimentos basada en el estilo de vida, las personas con ingresos más altos pagarán cada vez más por opciones de carnes premium menos procesadas. Esta tendencia refleja una creciente preferencia por la calidad más que por la cantidad en sus decisiones sobre las dietas.
Se espera que los avances en la productividad, debidos en gran parte a la mejora de la genética y la gestión de la explotación agrícola, optimicen las tasas de reproducción y el peso del sacrificio de animales, y ayuden a garantizar que la oferta siga el ritmo de la demanda (Figura 6.1). Este equilibrio se mantendrá incluso mientras la industria enfrenta desafíos, como la necesidad de invertir en modernizar la producción, la escasez de mano de obra, el cumplimiento de normas y la sostenibilidad ambiental, en un contexto de condiciones climáticas adversas y riesgos de enfermedades de los animales. Estos avances en la productividad, bien se trate de sistemas de producción intensivos o extensivos, desempeñarán un papel cada vez más decisivo en la planificación y la gestión de la producción de carne, al asegurar la sostenibilidad y limitar el impacto ambiental de la ganadería.
En las Perspectivas se prevé un crecimiento mundial de la población ganadera de cerca de 2 000 millones de piezas de ganado bovino, 1 000 millones de piezas de cerdos, 32 000 millones de piezas de aves de corral, y alrededor de 3 000 millones de piezas de ganado ovino. Por consiguiente, se prevé que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provenientes de la industria de la carne aumentarán 6% para 2033. Este incremento de las emisiones es menor que el crecimiento de 12% en la producción de carne, lo cual se atribuye a la mayor proporción de aves de corral en la mezcla de producción de carne y a los avances en la productividad que permiten que se produzca más carne por animal y se reduzcan las emisiones de GEI por unidad de carne producida.
El crecimiento económico de los principales mercados de carne sigue siendo relativamente débil y, si bien la República Popular China (en adelante, China) se mantendrá como el mayor mercado único de carne, el ritmo de su recuperación económica es incierto. El papel de China en el mercado mundial de la carne sigue siendo fundamental en la economía mundial de la carne, ya que su participación en el mercado del comercio, aunque a la baja respecto del alto nivel alcanzado recientemente, seguirá representando 16% para 2033. Aumentan las señales de que el país dependerá cada vez menos de las importaciones de carne de no rumiantes. La disminución de las importaciones de carne de cerdo por parte de China desde 2020, contribuyó a reducir la producción en tres de los principales exportadores (los Estados Unidos de América [en adelante, los Estados Unidos], la Unión Europea y el Canadá) a partir de 2021, mientras que la producción del Brasil creció debido en gran parte a la depreciación del tipo de cambio real, que aumentó la competitividad de este sector en el último decenio. También es notoria una disminución menos drástica, pero similar, de las importaciones de carne de aves de corral por parte de China.
Este cambio comercial provocado por China también influye en que las exportaciones mundiales de carne vuelvan a los bajos niveles registrados en 2019; lo que refleja el gran impacto sobre la dinámica del mercado mundial de carne de cerdo en particular, pero también sobre las Perspectivas del sector de la carne a nivel mundial. El comercio mundial de carne se expandirá a mediano plazo, impulsado por la creciente demanda vinculada con el crecimiento del ingreso per cápita en los países asiáticos y por el crecimiento de la población del África subsahariana. El ritmo al que aumentará el comercio será moderado en comparación con el decenio pasado, y se prevé que la proporción de la producción de carne comercializada a nivel mundial volverá al máximo inducido por el brote de peste porcina africana (PPA), registrado en 2021 hacia el final del periodo de proyección.
En 2023, los precios de la carne empezaron a bajar de sus niveles históricamente altos en términos nominales. En términos reales, las Perspectivas prevén que los precios reales de todas las carnes regresarán gradualmente a sus niveles de tendencia descendente a largo plazo, influenciados por un menor crecimiento de la demanda, menores costos reales del forraje y mejoras continuas en la productividad, sobre todo en lo referente a la genética.
Los brotes de enfermedades de los animales plantean grandes incertidumbres para el sector de la carne, y las repercusiones económicas de esos incidentes a menudo perturban los mercados y requieren mucho tiempo para resolverse. Lo anterior destaca la importancia de las acciones colaborativas en materia de bioseguridad para asegurar la sostenibilidad del sector, particularmente ante los riesgos que corren las exportaciones y las importaciones. El impacto ambiental de la industria de la carne, en especial su considerable consumo de recursos y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), se verá determinado por las tendencias de la demanda mundial, las mejoras de la productividad y la puesta en marcha de políticas públicas ambientales. Los cambios demográficos, la concienciación sobre la salud y las inquietudes en materia ambiental, podrían disminuir poco a poco el consumo de carne. Además, la industria debería orientarse a proporcionar proteínas de alta calidad y al mismo tiempo asegurar la sostenibilidad, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, mediante el incremento del bienestar de los animales, el bienestar de los trabajadores, la disminución del empacado y la minimización de la pérdida y el desperdicio de los alimentos. Por último, los trastornos actuales en los pasajes interoceánicos, sobre todo el Canal de Suez, el Canal de Panamá y el Mar Negro, representan un complejo reto para el comercio. Estos trastornos, causados por tensiones geopolíticas, fenómenos naturales y dificultades logísticas, afectan la disponibilidad de forraje proteico y las cadenas mundiales de suministro de carne. Todo ello genera incrementos en el costo del transporte, retrasos e ineficiencia en la cadena de suministro, que afectan directamente el costo y la disponibilidad de los productos cárnicos.
6.2. Tendencias actuales del mercado
Copy link to 6.2. Tendencias actuales del mercadoSuministro mundial de carne lento en un contexto de altos costos de producción
En 2023, la producción mundial de carne aumentó hasta cerca de 354 millones de toneladas (Mt), un aumento moderado de 0.7% en comparación con el año anterior. En Asia, especialmente en China, el sector de la carne de cerdo cambió, a medida que los pequeños productores dejaban la industria, liquidaron sus rebaños debido a la escasa rentabilidad y a normas de producción más estrictas. En América del Sur, el crecimiento de la producción se debe a la mayor competitividad con unos tipos de cambio depreciados, en tanto que Oceanía se benefició del incremento de la oferta de animales listos para el sacrificio. Las ganancias se compensan en parte por la menor producción de Europa ocasionada por el aumento de los costos del cumplimiento de las leyes ambientales más estrictas, los menores rendimientos debidos a la alta inflación, las enfermedades de los animales y la reducción de la población ganadera. África ha enfrentado condiciones climáticas adversas y conflictos que perturban las operaciones ganaderas. América del Norte se enfrenta a disminuciones de la producción como respuesta a los menores rendimientos para los productores debido a los altos costos de producción, incluidos los gastos por concepto de intereses.
El comercio mundial de carne bajó a 39 Mt en 2023, 3% menos que el año anterior. En África y Europa, las importaciones están presionadas y limitadas por el lento crecimiento económico, la alta inflación y la depreciación de la moneda que afecta las compras de los consumidores. No obstante, en Asia y Oceanía, la demanda de importaciones aumenta de manera moderada, gracias a las ventas de servicios alimentarios. En cuanto a las exportaciones, los Estados Unidos y Australia aumentaron sus envíos debido a su condición de países libres de enfermedades y a sus precios competitivos. Los precios mundiales de la carne bajaron en 2023 después de un máximo histórico nominal en 2022, debido sobre todo a una mayor disponibilidad de exportación de las principales regiones exportadoras, y a la desaceleración de la demanda de importaciones por parte de los principales países importadores de carne.
6.3. Proyecciones de mercado
Copy link to 6.3. Proyecciones de mercado6.3.1. Consumo
Los países de ingresos medios propician los aumentos mundiales de la demanda de carne
Se prevé que para 2033 el consumo de carne de aves de corral, de cerdo, de vacuno y de ovino crecerá 16%, 8%, 11% y 16%, respectivamente. El consumo per cápita de carne aumentará 2% para 2033, tan solo 0.5 kg/año/persona, sobre una base r.w.e., que asciende a 28.6 kg/año/persona r.w.e. Se trata de solo un tercio de la tasa de crecimiento del decenio pasado. El consumo en la mayoría de los países de ingresos altos (que representa 32% del consumo total de carne por el 16% de la población en 2023) seguirá estancado, cambiando su composición con base en el tipo y la calidad de la carne consumida.1 Debido a su menor consumo base y a los incrementos más rápidos de la población y los ingresos, 79% del aumento se generará en los países de ingresos medios. Sobre una base nacional, se espera que el crecimiento del volumen de consumo de carne, aparte del suscitado en China y la India debido a su vasta población, será mayor en Viet Nam, los Estados Unidos y el Brasil. A nivel mundial, predomina una creciente tendencia entre los consumidores a sensibilizarse cada vez más a las dificultades en términos del bienestar animal, ambiental y sanitario. En algunos casos, los cambios en las preferencias pueden reducir el consumo de carne per cápita, como sucede en la Unión Europea, en la que se prevé una continua sustitución de la carne de vacuno, de cerdo y de ovino por carne de aves de corral.
Se prevé que el consumo mundial de carne de aves de corral alcanzará 160 Mt listas para cocinar (en adelante, r.t.c.), lo cual representará la mitad de la carne adicional consumida. El aumento del consumo de carne de aves de corral en el último decenio se debió al aumento del consumo en Asia, sobre todo en China, la India, Indonesia y Viet Nam. Dichas tendencias persistirán, pero se prevé que el consumo crecerá con rapidez en otras regiones, entre ellas el Brasil, México, la Unión Europea y los Estados Unidos. El incremento mundial del consumo de proteína de carne de aves de corral como proporción de las proteínas totales de la carne, ha sido la característica principal del crecimiento del consumo de carne durante décadas, y se espera que esta tendencia continúe (Figura 6.2). Para 2033, la carne de aves de corral representará 43% de la proteína consumida de todas las fuentes de carne, seguida por las de cerdo, bovino y ovino. Lo anterior se debe a varios factores, el más importante de los cuales es el precio, ya que la carne de aves de corral es, por un gran margen, la de menor precio. Además, contiene una combinación más saludable de proteína y grasa que las otras carnes. Los aspectos ambientales también contribuyen al cambio hacia la carne de aves de corral, pues la producción de carne roja es más intensiva en recursos y provoca altas emisiones de GEI. Por consiguiente, la carne de aves de corral resulta más atractiva para los consumidores conscientes de la relevancia de la sostenibilidad y el medio ambiente.
Se prevé que el consumo mundial de carne de cerdo crecerá en todas las regiones, excepto en Europa, donde el consumo ya es elevado, y la concienciación sobre las preocupaciones por la salud, el ambiente y la sociedad repercuten significativamente en la elección de los consumidores. Sin embargo, la carne de cerdo seguirá siendo la más consumida en la región europea; será la segunda que contribuya más al crecimiento total del consumo de carne, y se prevé que, para 2033, llegará a 131 Mt c.w.e. No obstante, durante el periodo de proyección se registrará una disminución de 2% en términos per cápita mundiales r.w.e. En los países latinoamericanos, se prevé que el consumo per cápita aumentará en 1.3 kg/año r.w.e., debido a los precios relativos favorables de la carne de cerdo y la de vacuno. En otros sitios, se prevé que la demanda per cápita crecerá menos o permanecerá estancada.
Se prevé que el consumo mundial de carne de vacuno llegará a 81 Mt c.w.e. durante el próximo decenio, más o menos en consonancia con el crecimiento demográfico, y permanecerá estable en cerca de 6 kg per cápita r.w.e. Se prevé que, en la mayoría de las regiones, la ingesta de carne de vacuno se reducirá, con excepción de la región de Asia y el Pacífico, donde se prevé que el consumo per cápita de carne de vacuno aumentará 0.5 kg/año r.w.e. Esto se debe en parte al crecimiento de la clase media, que ha elevado la demanda de carne, incluida la de vacuno. Se prevé que en China, la India y el Pakistán, que constituyen el segundo, el quinto y el sexto de los mayores consumidores de carne de vacuno (incluida la de búfalo), si bien con un nivel relativamente bajo en términos per cápita, verán un crecimiento adicional en su consumo per cápita para 2033. En cambio, se espera que, en América Latina, América del Norte y Oceanía, que históricamente han mostrado preferencia por la carne de vacuno, vean la disminución más importante del consumo per cápita, a medida que los precios de esta carne aumenten más que los de sus sustitutos. Por otra parte, crece la preocupación por el impacto ambiental de la producción de carne de vacuno, que se percibe como una gran fuente de emisiones de GEI.
Si bien el consumo de la carne de ovino constituye una parte relativamente pequeña del mercado mundial de la carne, sigue siendo una fuente esencial de proteína para muchos consumidores de Oriente Medio y África del Norte, donde la carne de cerdo no se considera un sustituto. Aunque se presentan algunos cambios en los hábitos alimentarios a nivel mundial, se prevé que la contribución de la carne de ovino a la proteína cárnica total permanecerá estable (Figura 6.2). A menudo se trata de una opción alimentaria tradicional, es decir cultural, pese a que las carnes de vacuno y de aves corral son mucho más accesibles y económicas que la de ovino.
6.3.2. Producción
El crecimiento de la productividad es clave para contener el aumento de los costos
En los últimos años, en todo el mundo, los altos costos de producción, los cada vez más estrictos marcos regulatorios y los diversos brotes de enfermedades han sido grandes retos para los productores de carne. Si bien los altos costos del forraje han disminuido, los crecientes costos operativos y de la mano de obra dificultan la actividad de los productores, procesadores y minoristas, en particular al inicio del periodo de las Perspectivas, ya que la inflación de los precios de los insumos y las tasas de interés también se mantienen altas. Las regulaciones ambientales y de salud animal se multiplican en todas partes, con los costos asociados de cumplimiento. En este contexto, los participantes del sector tienen que esforzarse para aumentar la productividad y así mantener su competitividad. En las Perspectivas se prevé que el aumento de la productividad será resultado de mejores prácticas de reproducción y gestión operativa, así como los mayores pesos de sacrificio. En la Figura 6.1 se muestra con detalle cómo evolucionarán estas mejoras durante las Perspectivas. Como se observa en el Cuadro 6.1,2 también se prevé que, siguiendo la tendencia, perdurará la mayor eficiencia del forraje, al reducir el requerido por kilo de producción de carne.
Se prevé que la producción mundial de carne de cerdo aumentará 12% o 41 Mt c.w.e., para llegar a alrededor de 388 Mt c.w.e. para 2033. La mayor parte del crecimiento de la producción de carne tendrá lugar en Asia, encabezada a nivel mundial por un aumento de 19 Mt de la producción avícola (Figura 6.3). En China, el repunte de la producción de carne de cerdo tras el brote anterior de PPA compensará la disminución prevista de la producción de esta carne en Europa, donde factores como la crítica social, los brotes de PPA, el carácter más estricto de las leyes ambientales y de bienestar de los animales, impactarán los mercados. Los suministros de carne de América Latina seguirán aumentando la participación en la producción, con el apoyo de condiciones competitivas más favorables.
La carne de aves de corral aumentará su predominio en el complejo de la carne y representará la mitad de la carne adicional producida en el próximo decenio. Con el impulso de la demanda interna, la producción avícola se expandirá con mayor rapidez en los países en desarrollo. La creciente demanda de proteína animal, incluyendo huevos para los sectores de panadería y repostería, apuntala el crecimiento. La de aves de corral tiene ventajas sobre las demás carnes en cuanto al ciclo de producción, mayor coeficiente de conversión de forraje con menores costos, y cercanía con los mercados urbanos en rápida expansión.
Varios factores restringirán el crecimiento del sector avícola. La densidad cada vez mayor de la producción avícola incrementa los riesgos de contraer enfermedades (por ejemplo, la influenza aviar altamente patógena) y, pese a que las mejoras en la detección y el tratamiento facilitan más su contención, estos también aumentan los costos para la industria. Asimismo, la producción avícola enfrenta desafíos ambientales y sanitarios, en particular los relativos al uso de antibióticos y a la preocupación por el bienestar de los animales.
Cuadro 6.1. Tendencias de los coeficientes de conversión de forraje de no rumiantes en algunos países
Copy link to Cuadro 6.1. Tendencias de los coeficientes de conversión de forraje de no rumiantes en algunos países
País |
Productos básicos |
Promedio 2021/2023 |
2014-2023 |
2024-2033 |
---|---|---|---|---|
kg de forraje/ kg de carne peso vivo |
%/año |
%/año |
||
Argentina |
Carne de aves de corral |
1.77 |
-0.13 |
-0.06 |
Carne de cerdo |
3.62 |
-0.27 |
-0.17 |
|
Australia |
Carne de aves de corral |
1.76 |
-0.15 |
-0.06 |
Carne de cerdo |
3.60 |
-0.29 |
-0.14 |
|
Brasil |
Carne de aves de corral |
1.73 |
-0.16 |
-0.05 |
Carne de cerdo |
3.44 |
-0.35 |
-0.15 |
|
Canadá |
Carne de aves de corral |
1.73 |
-0.16 |
-0.05 |
Carne de cerdo |
3.44 |
-0.35 |
-0.15 |
|
China |
Carne de aves de corral |
1.24 |
0.71 |
0.46 |
Carne de cerdo |
3.01 |
3.85 |
0.53 |
|
Estados Unidos |
Carne de aves de corral |
1.73 |
-0.16 |
-0.05 |
Carne de cerdo |
3.44 |
-0.35 |
-0.15 |
|
India |
Carne de aves de corral |
2.15 |
-0.01 |
-0.04 |
Carne de cerdo |
4.48 |
-0.01 |
-0.04 |
|
Sudáfrica |
Carne de aves de corral |
2.1 |
0.03 |
-0.04 |
Carne de cerdo |
4.38 |
0.03 |
-0.04 |
|
Tailandia |
Carne de aves de corral |
2.13 |
-0.03 |
-0.12 |
Carne de cerdo |
4.43 |
-0.03 |
-0.12 |
|
Unión Europea |
Carne de aves de corral |
1.77 |
-0.14 |
0.06 |
Carne de cerdo |
3.53 |
-0.34 |
-0.14 |
|
Viet Nam |
Carne de aves de corral |
2.15 |
-0.02 |
-0.06 |
Carne de cerdo |
4.47 |
-0.02 |
-0.06 |
Nota: Las tasas de crecimiento de la tendencia se calculan a partir de la regresión de tendencias durante el periodo indicado.
Fuente: OCDE/FAO (2024), “OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas”, Estadísticas de la OCDE sobre Agricultura (base de datos).
Se supone que, durante la primera mitad del periodo de las Perspectivas, los países asiáticos se recuperarán de la PPA y, por tanto, la producción mundial de carne de cerdo aumentará 0.5% anual durante los próximos 10 años. La mayor parte del aumento tendrá lugar en las regiones asiáticas afectadas por la PPA, donde está en proceso la conversión de explotaciones caseras mayormente a pequeña escala, en empresas comerciales a gran escala, que operan con estándares más altos de bioseguridad.
La producción de carne de vacuno aumentará a mediano plazo, con mayor peso en canal de los animales, mejoras en su genética y adelantos en la gestión de la explotación. La producción ascenderá a 81 Mt c.w.e. a finales del periodo de las Perspectivas (Figura 6.3). El factor que más contribuirá a esta expansión del suministro mundial de carne de vacuno es el crecimiento logrado por China tras las mejoras tecnológicas. La India será también uno de los países que más contribuirá al aumento de la producción, ya que se han tomado medidas para mejorar la infraestructura de la industria de la carne, incluidas plantas integradas de procesamiento de la carne orientadas a la exportación, pues la carne de búfalo proveniente de este país tiene una enorme demanda en el mercado internacional. En tanto que los Estados Unidos y el Brasil continuarán reduciendo sus rebaños bovinos al inicio del periodo de las Perspectivas, en Australia, el aumento de la capacidad de sacrificio y de la rentabilidad impulsará una mayor producción de carne de vacuno durante el periodo de las Perspectivas.
Asimismo, se prevé que la producción mundial de carne de ovino sumará 19 Mt c.w.e. para 2033, debido a la reconstrucción de los rebaños y al aumento de las tasas de partos que respondieron al alza de los precios; esto aplica en especial a China, país que aportará 16% de producción adicional. Se prevé que en la Unión Europea, la producción supere ligeramente el nivel actual, pese a la prolongada baja observada en los países que entraron a formar parte de ella antes de 2004, a los apoyos al ingreso vinculados a la producción, y a los precios favorables al productor en los principales Estados miembros productores de carne de ovino. Se espera que el compromiso de Nueva Zelandia de reducir las emisiones de GEI limite el tamaño de los rebaños, a medida que las tierras destinadas a la producción de carne de ovino se conviertan en plantaciones orientadas a obtener créditos de carbono.
El sector ganadero enfrentará la creciente preocupación por su huella ambiental. Se prevé que, para 2033, las emisiones de GEI de la ganadería se habrán elevado 6%. Dicho aumento es menor que el de la producción de carne, debido al cambio hacia la producción avícola, a las iniciativas nacionales para fomentar emisiones bajas en carbono, y al aumento de la productividad, factores que incrementan la producción de carne de un determinado inventario de animales. El mayor crecimiento de las emisiones de GEI relacionadas con la carne tendrá lugar en África, donde serán más de 15% más altas en 2033 que en el periodo base. Por otra parte, se espera que las emisiones derivadas de la producción de carne en Europa y Oceanía disminuyan 6% y 1%, respectivamente (Figura 6.4).
Las implicaciones de las Perspectivas para las emisiones de GEI provenientes de la producción de carne coinciden en general con las del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Si se mira más allá del mediano al largo plazo, se prevé que las tendencias demográficas y las preferencias del consumidor provocarán un aumento de 6.2 Gt CO2-eq en 2015, a 9.1 Gt CO2-eq para 2050, sin ninguna intervención en la reducción de las GEI, sin cambios en la emisión por unidad de producción y sin mejoras en la eficiencia a lo largo de la cadena de producción (Recuadro 6.1).
Recuadro 6.1. Caminos hacia menores emisiones: una evaluación global de las emisiones de gases de efecto invernadero y las opciones para mitigarlas de los sistemas agroalimentarios ganaderos
Copy link to Recuadro 6.1. Caminos hacia menores emisiones: una evaluación global de las emisiones de gases de efecto invernadero y las opciones para mitigarlas de los sistemas agroalimentarios ganaderosEn un nuevo informe de la FAO se presenta un análisis minucioso de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de los sistemas ganaderos, y se exploran varias opciones para mitigarlas. El Modelo de evaluación ambiental de la ganadería mundial, cuantifica las emisiones relacionadas con la ganadería, incluidas las directas de la fermentación entérica y de la gestión de estiércol, y las emisiones indirectas de la producción de forraje y otros insumos. En el informe se sostiene que, en 2015, los sistemas ganaderos contribuyeron con alrededor de 6.2 gigatoneladas de emisiones equivalente de CO2, lo cual representa cerca de 12% de todas las emisiones antropogénicas de GEI. La cría de ganado, que equivale a 62% de la producción sectorial, es la mayor fuente de emisiones. En el informe también se analizan variaciones importantes de la intensidad de emisiones en los diferentes países y de los sistemas de producción, influidos por factores como la raza, las prácticas de gestión y las condiciones ambientales. Si bien no hay una solución universal para bajar las emisiones provenientes de la ganadería, es fundamental adoptar prácticas sostenibles para reducir las emisiones y mitigar el impacto ambiental de los sistemas ganaderos, al mejorar la salud de los animales, las prácticas de reproducción, la calidad del forraje y otras medidas focalizadas de mitigación de los GEI, como la manipulación del rumen y aditivos para el forraje. Estas medidas pueden reducir las emisiones y, al mismo tiempo, satisfacer el aumento de 20% de la demanda 20% de productos ganaderos que se prevé que vendrá de América y de Asia para 2050.
Fuente: FAO (2023), Pathways towards lower emissions – A global assessment of the greenhouse gas emissions and mitigation options from livestock agrifood systems. Roma. https://doi.org/10.4060/cc9029en.
Las medidas para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos (PDA) en el sector también pueden reducir la necesidad de producción, y de ahí, disminuir la huella de recursos del sector. Se ha llamado la atención mundial sobre el aspecto de la pérdida y el desperdicio de alimentos en la cadena de valor alimentaria, analizado ampliamente en el Capítulo 1 y descrito en relación con el sector ganadero en la edición pasada del informe OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas 2023-2032,3 en el Recuadro 6.2 se observa que las estimaciones de la pérdida y el desperdicio de alimentos difieren, según la metodología utilizada. Las estimaciones actuales utilizadas en el modelo Aglink-Cosimo suponen que se pierde o se desperdicia 20% de la producción (69 Mt) en c.w.e. del sector de la carne, y que el consumo del hogar representa 55% del desperdicio total de alimentos, seguido por la distribución (25%) y las pérdidas posteriores al sacrificio (20%).4
Promover una bioeconomía circular a lo largo de las cadenas de suministro de productos ganaderos puede aportar algunos beneficios. Es probable que las medidas también incluyan una mayor capacitación para optimizar la gestión de las explotaciones agrícolas; instalaciones adecuadas de la cadena de frío; innovaciones como el envasado activo y la identificación por radiofrecuencia para alargar la vida útil de los productos en los anaqueles; mejores estrategias organizacionales en la distribución, como la rotación de existencias para procurar que los productos más antiguos (primeros en entrar) se vendan o se utilicen antes que los productos más recientes (primeros en salir), y la información para el consumidor sobre la manipulación, la planificación y el almacenamiento de alimentos, para mitigar el desperdicio eficazmente. Destacar la importancia de realizar intervenciones focalizadas en cada etapa para mitigar la pérdida y el desperdicio de alimentos en el sector de la carne podría mejorar los enfoques de las políticas públicas.
6.3.3. Comercio
Las exportaciones de carne regresarán al nivel máximo de 2021 a finales del periodo de las Perspectivas
El comercio de la carne alcanzó niveles históricamente altos en el periodo 2020-2021, debido en gran parte a la demanda de importaciones por parte de China durante el brote de PPA, cuando representó casi una cuarta parte de las importaciones mundiales. Al recuperarse el sector chino de la carne, la política de autosuficiencia de China fortalecerá la producción de carne de cerdo y la de aves de corral, esta última afectada por la gripe aviar. Dada la importancia del comercio de China, el comercio mundial de carne seguirá a la baja en el primer año de las Perspectivas. No obstante, si se toma en cuenta el crecimiento subyacente de los mercados africanos, el comercio regresará a su nivel de 40 Mt equivalente de peso en canal (en adelante, c.w.e.), alcanzado por última vez en 2021 (Figura 6.5).
Se espera que, para 2033, América del Norte y América del Sur representen más de la mitad (56%) de las exportaciones mundiales de carne, proporción que permanecerá estable durante el periodo de las Perspectivas. Lo mismo sucederá con la participación de los dos principales exportadores, el Brasil y los Estados Unidos, 20% cada uno.
Por su parte, se espera que, en la Argentina, Australia, el Brasil y Tailandia se registre el aumento más significativo de las exportaciones mundiales de carne, beneficiándose de tipos de cambio favorables y la disponibilidad de forraje. La disminución de las exportaciones de carne de la India es de destacarse, pues consisten en carne de búfalo de menor precio que cubre la demanda de carne de bajo costo en los países en desarrollo.
Las exportaciones mundiales de carne de la Unión Europea seguirán a la baja, como ha sucedido desde 2021, para llegar a 15% en 2033. El crecimiento más significativo de la demanda de importaciones se origina en África, continente que representará 73% de las importaciones adicionales de todos los tipos de carne. Si bien las importaciones chinas de carne se mantendrán altas en el inicio del periodo de proyección, se prevé una disminución gradual a medida que la producción de carne de aves de corral y la de cerdo se recuperen del brote de enfermedades. En términos de composición, la carne de aves de corral representará 72% de las importaciones adicionales de carne, con lo cual su participación en las importaciones totales de carne llegará a 41% para 2033.
Australia y Nueva Zelandia seguirán encabezando el mercado mundial de carne de ovino. Se espera que Australia incremente sus exportaciones de cordero (carne de mayor valor) destinadas a restaurantes de lujo, a expensas de la de carnero; por su parte, en Nueva Zelandia, las exportaciones disminuirán lentamente, a medida que el uso de la tierra deje de destinarse a la ganadería ovina. El creciente consumo de la clase media en Oriente Medio es la fuente del aumento de la demanda de importaciones.
6.3.4. Precios
Se espera que los precios reales de la carne se mantengan muy por debajo de su punto máximo alcanzado en 2013-2014
En las Perspectivas se prevé que los precios de la carne a mediano plazo, tras los altos precios de los últimos años, bajarán gradualmente tras la reducción de los costos del forraje y de la inflación general, tanto en términos nominales como reales, al inicio del periodo de las Perspectivas. A medida que aumenten los ingresos, es probable que el gasto de los consumidores en carne, en especial la de aves de corral, se recupere. Las Perspectivas suponen que los precios reales de la carne regresarán paulatinamente a sus niveles de tendencia a largo plazo, influenciados por los menores costos reales del forraje y las continuas mejoras de la productividad; sin embargo, se espera que el menor crecimiento de la demanda de carne roja mantenga bajos los precios. Asimismo, se prevé que, en términos reales, los precios de la carne sean entre 7% a 19% menores que sus promedios de 2021-2023 (Figura 6.6).
6.4. Riesgos e incertidumbres
Copy link to 6.4. Riesgos e incertidumbresLa bioseguridad es una preocupación fundamental para la industria de la carne
El sector de la carne enfrenta varias incertidumbres para satisfacer la creciente demanda de productos cárnicos y, al mismo tiempo, abordar las preocupaciones por las enfermedades de los animales, el clima y la sostenibilidad ambiental, las preferencias del consumidor, el bienestar animal, la salud pública y las políticas comerciales.
Los brotes de enfermedades son una amenaza constante para los mercados. Tienen diversos costos socioeconómicos que dependen del país y de la situación, incluida la pérdida de mercados de exportación, la reducción de las importaciones de los países afectados o la disminución de las compras de los consumidores debido al interés por la salud. Si bien estos costos pueden ser altos a nivel mundial, es posible moderarlos con suministros de mercados alternativos libres de la enfermedad o siguiendo los protocolos de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que ubican los impactos de las enfermedades sobre el comercio.5
Las condiciones estacionales y el cambio climático tendrán efectos negativos pero inciertos sobre las Perspectivas. Primero, podrían reducir la disponibilidad de forraje, agua y otros recursos fundamentales para la producción ganadera. Segundo, acrecentar la adopción de políticas para abordar el cambio climático puede aumentar los costos de producción y de cumplimiento de las regulaciones. Tercero, el cambio creciente en las preferencias del consumidor hacia compras más respetuosas con el medio ambiente, puede disminuir la demanda de productos cárnicos tradicionales, lo cual tendría implicaciones importantes para la industria de la carne.
Los consumidores prefieren cada vez más alimentos saludables.6 Se mencionó ya que sus preferencias han cambiado a favor de la carne de aves de corral, por ser alta en proteínas y baja en grasas animales. También se expresa preocupación por los efectos para la salud del consumo de carne roja7 en comparación con la blanca. Además, el interés en el ámbito de la salud pública sobre la resistencia a los antibióticos va en aumento y hay presiones para reducir su uso en la crianza de animales.
Por último, el comercio internacional desempeña una función esencial en el sector de la carne, y los cambios en las políticas comerciales —aranceles y prohibiciones relacionadas— pueden causar también un gran efecto sobre los mercados nacionales y mundiales. Tras varias décadas de un comercio más liberal, las tendencias recientes hacia un mayor proteccionismo reducirán el comercio y, en general, bajarán los precios comerciales.
Notas
Copy link to Notas← 1. En los Estados Unidos, por ejemplo, Kuck, G. y G. Schnitkey. “An Overview of Meat Consumption in the United States.” farmdoc daily (11):76, Department of Agricultural and Consumer Economics, University of Illinois at Urbana-Champaign, 12 de mayo de 2021.
← 2. Véase un análisis más detallado en OCDE/FAO (2022), OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas 2022-2031, OECD Publishing, París, https://doi.org/10.1787/820ef1bb-es. Recuadro 6.1 “Cambio de la productividad en el sector de la carne”.
← 3. OCDE/FAO (2023), OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas 2023-2032, OECD Publishing, París, https://doi.org/10.1787/820ef1bb-es.
← 4. Promedio 2021-2023, con importantes variaciones regionales y desigualdades entre los grupos de alimentos.
← 5. En la actualidad, un país afectado por la PPA no está obligado a detener por completo sus exportaciones si adopta las medidas recomendadas por la OMSA.
← 6. “Affordability, freshness, taste and nutritional value figure among consumers’ top priorities when making food purchases in the nine surveyed countries (Capítulo 5)”. OECD (2023), How Green is Household Behaviour? Sustainable Choices in a Time of Interlocking Crises, OECD Studies on Environmental Policy and Household Behaviour, OECD Publishing, París, https://doi.org/10.1787/2bbbb663-en.
← 7. Efectos sobre la salud de la carne roja y procesada: OMS https://www.who.int/news-room/questions-and-answers/item/cancer-carcinogenicity-of-the-consumption-of-red-meat-and-processed-meat.