En este capítulo se describe la evolución reciente del mercado y se destacan las proyecciones a mediano plazo de los mercados mundiales del pescado para el periodo comprendido entre 2024 y 2033. Se analiza la evolución de los precios, la producción, el consumo y el comercio de pescado de captura y de acuicultura. El capítulo concluye con un análisis de los principales riesgos e incertidumbres que podrían afectar a los mercados mundiales del pescado durante los próximos 10 años.
OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas 2024-2033
8. Pescado
Copy link to 8. PescadoResumen
8.1. Aspectos relevantes de la proyección
Copy link to 8.1. Aspectos relevantes de la proyecciónCrecimiento más lento de la producción, el consumo y el comercio de pescado
Se espera que el consumo de pescado1 para alimentación aumente en todo el mundo, aunque a un ritmo más lento que el del decenio pasado. Se prevé que Asia representará 77% del pescado adicional disponible para consumo humano durante el periodo de las Perspectivas, pese al crecimiento más lento que el del decenio pasado; le siguen África (16%) y el continente americano (8%). A la inversa, se espera que la oferta de alimento para pescado en Europa disminuya, aunque a una tasa más lenta que la del decenio pasado. Se prevé que, sobre una base per cápita, el consumo promedio mundial aparente de pescado para alimentación sumará 21.4 kg (equivalente de peso en vivo) para 2033, por arriba de los 20.8 kg del periodo base (promedio de 2021-2023). No obstante, hay una considerable variación en el nivel y la tendencia del consumo de pescado per cápita entre países y regiones (Figura 8.1). En específico, se prevé que el consumo de pescado per cápita aumentará durante el periodo de las Perspectivas en todos los continentes, excepto en Europa y África. En el caso de África, esta disminución se debe principalmente a que la población crece más rápido que la oferta y se espera que ocurra pese a su ya bajo nivel de consumo de pescado per cápita. Se espera que el mayor incremento se registre en Asia, con un nuevo aumento de su alto nivel de consumo de pescado per cápita. Se prevé que la proporción de pescado utilizada para consumo alimentario de la producción total de pescado de captura y de acuicultura permanecerá relativamente constante, en cerca de 90% a lo largo del periodo de las Perspectivas. El 10% restante se destinará a propósitos no alimentarios, sobre todo para la producción de harina y aceite de pescado.
Se espera que los precios de todos los grupos de producto (acuicultura, pesca de captura, alimento para pescado comercializado, harina y aceite de pescado) disminuyan en términos reales durante el periodo de las Perspectivas. Se espera que el precio del aceite de pescado sufra la mayor baja, cayendo 18% durante el próximo decenio. El precio del aceite de pescado aumentó 112% entre 2021 y 2023, alcanzando niveles excepcionalmente altos, impulsados en parte por el alto precio del aceite vegetal y por problemas de suministro; se espera que vuelva a su nivel normal en la parte inicial del siguiente decenio. Si bien el crecimiento desacelerado de la demanda de pescado y sus productos, en particular en Asia, provocará la baja en términos reales de los precios en los sectores de captura y acuícola, el crecimiento ralentizado de la productividad en la acuicultura y el limitado crecimiento de la producción de pesca de captura mitigarán estos efectos hasta cierto punto. Por consiguiente, se espera que la baja de los precios reales sea relativamente moderada durante el periodo de las Perspectivas.
Se prevé que la producción mundial de pescado crecerá durante el periodo de las Perspectivas y ascenderá a 206 Mt para 2033, es decir, un aumento de 22 Mt en comparación con el periodo base (promedio de 2021-2023). Sin embargo, se espera que el ritmo del crecimiento sea más lento que el del decenio pasado. El aumento de la producción es impulsado por la constante ampliación de la acuicultura, en particular en Asia. Se prevé que más de 85% de la producción adicional provendrá de la acuicultura, lo que elevará su participación en la producción mundial de pescado a 55%, por arriba de 51% del periodo base. Se espera que los mayores aumentos de la producción sucedan en la República Popular China (en adelante, China), la India e Indonesia, y representen cerca de 80% de la producción acuícola adicional. Se prevé que la producción de pesca de captura aumentará moderadamente, con volúmenes que fluctúan entre 89 millones de toneladas (Mt) en los años de El Niño2 y 94 Mt. Las proyecciones para el pescado toman explícitamente en cuenta el fenómeno de El Niño, y reconocen sus grandes repercusiones para la producción de pesca de captura y, en consecuencia, para la producción de harina de pescado en el Perú y otros países sudamericanos. Se prevé que, durante el periodo de las Perspectivas, la producción mundial de harina y aceite de pescado crecerá ligeramente más rápido que la de pescado. Dicho crecimiento es señal de recuperación de los bajos niveles registrados durante el periodo base, primordialmente debido a las restricciones de la temporada de pesca en el Perú y a que una proporción creciente de harina y aceite de pescado se produce a partir de residuos de pescado.
Se espera que las exportaciones mundiales de pescado para consumo humano sigan creciendo durante el periodo de las Perspectivas, aunque a una tasa más lenta que la del decenio pasado. Esta tendencia indica una desaceleración a largo plazo de la ampliación del comercio, y un efecto a corto plazo relacionado con la pandemia de COVID-19. Las cantidades comercializadas fueron particularmente altas durante el periodo base, debido sobre todo al fuerte repunte del comercio tras los bajos niveles registrados en 2020 provocados por la pandemia de COVID-19. Asia, encabezado por China, prevalecerá como el principal impulsor del aumento de las exportaciones, seguido por el continente americano. A la inversa, se espera que las exportaciones de África y Oceanía disminuyan durante el periodo de las Perspectivas. África y el continente americano absorberán la mayor parte del crecimiento de las importaciones; por su parte, se espera que los niveles de estas en los casos de Asia y Europa bajen durante el periodo de las Perspectivas, ya que la demanda se cubrirá cada vez más con la producción interna en estas regiones y el consumo per cápita en Europa bajará.
El cambio climático es una de las principales fuentes de incertidumbre que el sector de pesca de captura afrontará durante el próximo decenio. En 2023, se registraron temperaturas históricamente altas en la superficie del mar y, según parece, la tendencia persistirá. Las temperaturas cada vez más altas en la superficie marina afectarán negativamente la producción mundial de pesca de captura, pero los efectos se distribuirán de manera desigual. El mejoramiento de la gestión de la pesca de captura al adoptar métodos y herramientas de adaptación adecuadas podría compensar también estos efectos en algunas regiones. Más aún, la conclusión de la siguiente ronda de negociaciones sobre los subsidios a la pesca de captura, llevadas a cabo en el seno de la Organización Mundial de Comercio (OMC), también generará incertidumbre en torno a la producción mundial de pesca de captura. En la acuicultura, las reformas en materia de políticas públicas son la principal fuente de incertidumbre. Es probable que las reformas fiscales recientemente implantadas en Noruega afecten la producción de salmón cultivado y que los efectos de las reformas de las políticas públicas adoptadas por China, el mayor productor acuícola del mundo, sean más obvios durante el próximo decenio.
8.2. Tendencias actuales del mercado
Copy link to 8.2. Tendencias actuales del mercadoRetorno a las tendencias previas a la pandemia de COVID-19 tras la fuerte recuperación de esta
En 2023, la producción mundial de pescado permaneció estable en términos generales, en 186 Mt, lo cual marca un crecimiento de la producción acuícola y una disminución de la producción de pesca de captura. Esta disminución fue fuerte sobre todo en el Perú, donde la temporada de pesca se acortó para garantizar la sostenibilidad de la biomasa de anchoveta, especie utilizada principalmente para la producción de harina y aceite de pescado.
De acuerdo con el índice de precios del pescado de la FAO,3 los precios internacionales de este producto fueron 1.5% menores en 2023 que en 2022, tras el aumento de 19% registrado en 2022. En 2023, después del auge de 2022, los precios de los productos acuícolas bajaron. Dicha baja se debió primordialmente a la reducción de los precios de los camarones y los langostinos, y de las especies de pescado blanco cultivadas, como la tilapia. Por el contrario, los precios de las especies silvestres siguieron aumentando a lo largo de 2023, dados los menores volúmenes de producción.
Entre 2020 y 2022, el panorama del comercio internacional total resultó seriamente afectado por la pandemia de COVID-19, y el pescado y sus productos no fueron la excepción. Después de bajar en 2020, los volúmenes mundiales de exportación de pescado repuntaron rápidamente durante 2021 y 2022, gracias a la fuerte recuperación de la demanda a nivel mundial. La recuperación en términos de valor fue incluso más pronunciada, por el aumento de los precios. Sin embargo, en 2023, las exportaciones mundiales de pescado para consumo humano bajaron de nuevo, reflejando la disminución de las cantidades comercializadas y de los precios.
8.3. Proyecciones de mercado
Copy link to 8.3. Proyecciones de mercado8.3.1. Consumo
El pescado puede utilizarse en varias formas, tanto para alimentación como para otros propósitos. El pescado que no se consume como alimento se reduce a harina y aceite de pescado o se utiliza como peces ornamentales, crías, alevines, cebo, insumos farmacéuticos y forraje directo para la acuicultura, la ganadería y otros animales. La mayor parte de la producción pesquera y acuícola se usa para consumo humano y se prevé que este porcentaje se mantendrá estable en términos generales, para alcanzar 90% en 2033. En conjunto, se prevé que el pescado disponible para consumo humano aumentará 21 Mt (equivalente de peso en vivo) para 2033, y alcanzará 186 Mt. Esto equivale a un incremento total de 13% en comparación con el periodo base, es decir, a un ritmo más lento que el crecimiento de 25% del decenio pasado. Lo anterior se debe primordialmente a la reducción de la producción disponible, la desaceleración del crecimiento demográfico y la saturación de la demanda en algunos países, en particular los de ingresos altos.
El crecimiento de la demanda provendrá en su mayor parte de los países de ingresos bajos y medios, que serán responsables de 95% del incremento del consumo y, para 2033, utilizarán 82% del pescado disponible para consumo humano. Además del crecimiento demográfico en curso, la demanda en los países de ingresos bajos y medios se fortalecerá por el aumento de los ingresos y la urbanización, la cual elevará la demanda de proteína animal, incluido el pescado, a expensas de los alimentos de origen vegetal. En general, en los países de ingresos bajos y medios, el consumo de pescado como alimento aumentará 15% para 2033 en comparación con el periodo base, es decir, a un ritmo mucho más lento que el de 33% registrado durante el decenio pasado. A la inversa, en los países de ingresos altos, se espera que el consumo de pescado para alimentación crezca poco (+3.0% para 2033), debido principalmente a la desaceleración del crecimiento demográfico y económico, aunado al envejecimiento de la población.
Se espera que el pescado disponible para consumo humano aumente en todos los continentes, excepto en Europa, donde se espera que disminuya 2.2% para 2033. Esta disminución se atribuye a una ligera reducción del consumo de pescado en la Unión Europea, como se observó en el decenio pasado, y a una gran disminución del consumo de alimentos a base de pescado en Rusia, debido principalmente a la combinación del aumento de las exportaciones y la reducción de las importaciones. Por el contrario, se espera un crecimiento considerable en África (+25%), seguido por Oceanía (+14%), Asia (+13%) y el continente americano (+11%). Se prevé que Asia equivaldrá a 77% de la cantidad adicional de pescado consumido para 2033, a la cual China por sí sola aportará 33%. Se prevé que la participación del pescado cultivado en la cantidad total de pescado disponible para alimentación seguirá aumentando año tras año. Asimismo, se prevé que, para 2033, 60% del pescado disponible para consumo humano provendrá de la acuicultura, cifra por arriba de 57% registrado en el periodo base.
Se prevé que, sobre una base per cápita, el consumo aparente de pescado en 2033 será de 21.4 kg en equivalente de peso en vivo, 2.7% por arriba de los 20.8 kg del periodo base. Esto representa un aumento menor que el de los decenios anteriores. Se prevé también que el consumo de pescado per cápita aumentará en Asia, en el continente americano y en Oceanía, y se espera que baje en África y Europa. Se prevé que, en África, el consumo de pescado per cápita disminuirá a 9.3 kg equivalente de peso vivo para 2033, por debajo de los 9.6 kg del periodo base; debido principalmente a que la población crece con mayor rapidez que el suministro de pescado. En tanto que en África del Norte se espera que el consumo de pescado per cápita aumente, se espera también que en el África subsahariana baje considerablemente. Esta situación es preocupante pues la región tiene la mayor prevalencia de subalimentación del mundo y porque el pescado cumple una función fundamental en la región, al proporcionar valiosos micronutrientes y proteínas, en niveles mayores que el promedio mundial en el caso de las proteínas.
Se prevé que, de los 21 Mt de equivalente de peso en vivo de pescado utilizado para usos no alimentarios, la harina y el aceite de pescado representarán 85%. El resto se destinará a otros usos no alimentarios, como peces ornamentales, crías y alevines, cebo, insumos farmacéuticos o forraje directo para la acuicultura. Se prevé que, para 2033, 83% de la harina de pescado y 70% del aceite de pescado se consumirán como forraje para la acuicultura. A nivel mundial, dado que la producción acuícola crece con mayor rapidez que la de harina de pescado, se usa una mayor cantidad de harina de semillas oleaginosas para las raciones de forraje en la acuicultura (Figura 8.2). Asimismo, se espera que, para 2033, la cantidad prevista de harina de semillas oleaginosas utilizada en la acuicultura, aumente 32%, para alcanzar 12 Mt; por su parte, la cantidad de harina de pescado utilizada en la acuicultura llegaría a 4.8 Mt, 15% más que en el periodo base. China se mantendrá como el principal consumidor de harina de pescado, con una participación prevista de 37% del total para 2033. El consumo de aceite de pescado está ligeramente menos concentrado que el de la harina de pescado y se espera que, para 2033, Noruega, la Unión Europea y Chile representen 43% del consumo total de aceite de pescado.
8.3.2. Producción
Se prevé que la producción mundial de pescado, que contempla tanto a la pesca de captura como a la acuicultura, aumentará de 185 Mt durante el periodo base a 206 Mt para 2033. Mientras que la cantidad total que se produce sigue en aumento, tanto la tasa como el nivel absoluto de crecimiento siguen a la baja. Se espera que la producción mundial de pescado se incremente 12% (o 22 Mt) durante el próximo decenio, en comparación con 21% (o 32 Mt) del decenio pasado. La acuicultura impulsará la desaceleración del crecimiento y, a la vez, mantendrá su papel como la fuerza principal de la expansión total de la producción mundial de pescado. Se espera que, para 2033, la acuicultura represente 55% de la producción mundial de pescado, en comparación con la participación de 51% en el periodo base.
Se prevé que la producción acuícola alcanzará 112 Mt para 2033, lo que implica un aumento de 20% en relación con el periodo base, en comparación con 52% del decenio pasado. Se espera que este menor crecimiento de la producción acuícola se deba a la disminución prevista del aumento de la productividad a nivel mundial, provocada por las regulaciones ambientales y la reducción de la disponibilidad de ubicaciones de producción óptimas. China seguirá siendo el mayor productor acuícola, aunque se espera que su participación en la producción acuícola mundial se estabilice en cerca de 55%, lo cual refleja la anticipación del fuerte crecimiento de la producción acuícola en otros países, como la India e Indonesia (Figura 8.3). Se espera que la producción acuícola crezca en todos los continentes y en casi todos los países a lo largo del periodo de proyección. Sin embargo, la distribución de la producción acuícola seguirá desequilibrada: se prevé que, para 2033, Asia representará 89% de la producción acuícola mundial, el continente americano 5%, Europa y África 3% cada uno y Oceanía, una participación insignificante.
En cuanto a los grupos de especies, todos los tipos de producción acuícola seguirán aumentando, aunque con tasas de crecimiento variadas. Se prevé que la carpa conservará su posición como el principal grupo de especies en términos de volumen, al constituir 33% de la producción acuícola total para 2033. No obstante, se prevé que su proporción de la producción acuícola total disminuirá durante el periodo de las Perspectivas. La tendencia descendente refleja la creciente demanda de una selección más amplia de especies acuáticas, sobre todo en los países asiáticos, donde más se consume la carpa. De igual manera, la participación de salmónidos en la producción acuícola total disminuirá ligeramente, a 4% desde 5% en el periodo base, como reflejo del crecimiento más lento que el de otras especies cultivadas, atribuido sobre todo a limitaciones de la producción de Noruega, el productor líder, vinculadas con la aplicación de impuestos adicionales (tema analizado en detalle en la subsección titulada “Riesgos e incertidumbres”). Los moluscos conservarán una participación estable que representará 20% de la producción acuícola total; por su parte, se prevé que los camarones y langostinos (10%), la tilapia (7%) y los peces de agua dulce, como bagres y pangas (16%) aumentarán más rápido que los otros grupos de especies. Se prevé que dicho crecimiento generará un aumento de su participación en la producción acuícola total.
Asimismo, se prevé que la producción de pesca de captura alcanzará 94 Mt para 2033, 3.5% más que en el periodo base. Si bien parte de este aumento se relaciona con la particularmente baja producción de anchoveta en el Perú en 2023 por razones de gestión de las existencias, sí refleja el crecimiento de la producción durante el periodo de las Perspectivas, sobre todo en África y el continente americano. Se espera que la distribución de la producción de pesca de captura en todos los continentes permanezca, en términos generales, sin cambios durante el periodo de las Perspectivas. Asia representará justo más de la mitad de la producción mundial de pesca de captura para 2033, seguido por el continente americano (20%), Europa (15%), África (12%) y Oceanía (2%). China seguirá siendo el mayor país productor y equivaldrá a 13% de la producción mundial pesquera para 2033 (Figura 8.3).
Se espera que la proporción de la producción mundial de pesca de captura reducida a harina y aceite de pescado permanezca estable durante el periodo de las Perspectivas, en cerca de 19%. No obstante, se espera que, para 2033, la producción de harina y aceite de pescado crezca 15% y 17%, respectivamente, para alcanzar 6.0 Mt y 1.7 Mt en peso de producto. Este aumento refleja predominantemente el incremento de la producción de pesca de captura durante el periodo de las Perspectivas y el creciente porcentaje de harina de pescado obtenido a partir de sus residuos. Se prevé que, para 2033, la proporción de harina de pescado que se produce a partir de despojos de pescado aumentará de 29% en el periodo base, a 30% para 2033, y que la de aceite de pescado se estabilizará en 58%. El Perú seguirá siendo el principal productor de harina de pescado durante el periodo de las Perspectivas, y Chile, el principal productor de aceite de pescado.
8.3.3. Comercio
Los productos acuáticos mantendrán su alto nivel de comercialización, fomentado por el aumento del consumo, la mejora del almacenamiento, la conservación y el transporte, así como por las políticas de liberalización. Dichas tendencias facilitaron el surgimiento de cadenas complejas de suministro, en las que el pescado y sus productos a menudo cruzan varias fronteras nacionales antes de su consumo final. Se espera que, para 2033, cerca de 35% de la producción pesquera y acuícola total se integre en el comercio internacional (31%, excluido el comercio intracomunitario de la Unión Europea) en forma de productos para consumo humano o para fines no alimentarios. Una proporción de dicho comercio consiste en el intercambio constante de productos en diferentes etapas de procesamiento entre países y regiones.
Se prevé que las exportaciones mundiales de pescado para consumo humano totalizarán 45 Mt de peso vivo para 2033, 4.0% (o 1.7 Mt) más que en el periodo base. Sin embargo, dicha tasa de crecimiento representa una desaceleración, al compararla con el crecimiento de 9.1% registrado en el decenio pasado e influido por factores a largo y a corto plazos (Figura 8.4). El crecimiento del comercio se desaceleró considerablemente desde la década de 2010, y se espera que la tendencia continúe durante el periodo de las Perspectivas, sustentada por factores a corto plazo. Las cantidades comercializadas fueron particularmente altas durante el periodo base, calculadas como promedio de 2021 a 2023, lo cual tiende a reducir la tasa de crecimiento prevista durante el periodo de las Perspectivas. Este alto nivel de cantidades comercializadas en el periodo base primordialmente refleja el fuerte repunte del comercio tras los niveles bajos registrados en 2020 debido a la pandemia de COVID-19.
Se prevé que la mayor parte del crecimiento de las exportaciones de pescado para consumo humano se originará en los países asiáticos, las cuales representarán 57% de las exportaciones adicionales para 2033. Se espera que los países asiáticos, al ser los principales productores, se mantengan como los mayores exportadores. Se prevé que, para 2033, Asia representará cerca de la mitad de las exportaciones mundiales para consumo humano. China seguirá siendo el mayor exportador de pescado para consumo humano, al representar 19% del total para 2033, en comparación con 17% en el periodo base. También se espera un fuerte crecimiento de Rusia y Ecuador, así como fuertes reducciones en los países del norte de África.
Asimismo, se prevé que la Unión Europea, los Estados Unidos, China y el Japón mantendrán su posición como los principales importadores de pescado para consumo humano. Se prevé que, para 2033, dichos países representarán colectivamente 50% de las importaciones mundiales, lo que implica una ligera reducción respecto de 52% alcanzado en el periodo base. Esta disminución de la participación de los importadores tradicionales refleja la creciente demanda de productos alimentarios de pescado de otras regiones del mundo. Se espera que África tenga el mayor crecimiento de las importaciones (+38%) durante el periodo de las Perspectivas. Se prevé que el crecimiento de las importaciones en África superará al de la producción, lo cual provocará una mayor dependencia de las importaciones de pescado para consumo humano. Asimismo, se prevé que la proporción de las importaciones en el suministro de alimentos pesqueros de África aumentará a 38% para 2033, en comparación con 34% en el periodo base.
Por otra parte, se prevé que el comercio de harina de pescado será bastante estable a lo largo del periodo de proyección, con un crecimiento limitado de 4.0%, para alcanzar 3.6 Mt de peso de producto en 2033. Se espera que el Perú siga siendo, por amplio margen, el principal exportador de harina de pescado, aunque sus exportaciones se reduzcan casi a la mitad en 2023 debido al acortamiento de la temporada de pesca. Sin embargo, se espera que las existencias de anchoveta se recuperen rápidamente, lo cual permitirá que los volúmenes de producción y de exportación repunten a partir de 2024. Se prevé que la Unión Europea, Viet Nam y Chile mantendrán su posición como los otros grandes exportadores de harina de pescado. China seguirá siendo el principal importador de harina de pescado y, para 2033, representará cerca de la mitad del total de importaciones; esto resalta la importancia de su producción acuícola, ya que la harina de pescado es un ingrediente esencial en la producción de forraje. Se prevé que, con el impulso del aumento de la producción, las exportaciones de aceite de pescado aumentarán 12% durante el próximo decenio y para 2033, ascenderán a 1.1 Mt de peso de producto. Noruega y la Unión Europea se mantendrán como los principales importadores, con participación de las importaciones mundiales de aceite de pescado de 24% y 22%, respectivamente, para 2033.
8.3.4. Precios
Se espera que los precios bajen a lo largo del periodo de las Perspectivas
Se espera que los precios de todos los grupos de producto bajen en términos reales durante el periodo de proyección. En 2023, el precio de los productos de pescado comercializados bajó tras los aumentos debidos a la recuperación de la pandemia de COVID-19 y la presión inflacionaria. En todos los grupos de productos, se espera que los precios del pescado bajen, tanto en términos nominales como reales hasta 2025-2027, antes de reanudar un lento crecimiento. Se espera que los precios del aceite de pescado se mantengan altos en relación con sus valores históricos, pero que en los demás grupos de productos (harina de pescado, acuicultura, captura y alimento para pescado comercializados) sean ligeramente menores que los niveles históricos. En general, la disminución de los precios en el periodo de las Perspectivas es similar en magnitud a la del decenio pasado, excepto en el caso del aceite de pescado (Figura 8.5).
Los precios de los productos acuícolas y de captura bajarán, en términos reales, 11% y 15%, respectivamente. En ambos casos, la baja se deberá al incremento de la competencia por parte de otras fuentes de proteína, en particular la carne de aves de corral, cuyos precios se espera que bajen 20% durante el periodo de las Perspectivas (impulsados por el aumento de la producción). Esta disminución de la demanda de pescado y sus productos se equilibra por el limitado crecimiento de la producción de pesca de captura y la desaceleración del crecimiento de la acuícola, lo cual limitará el impacto de la reducción de la demanda en la segunda mitad del periodo de producción.
Se espera que, en términos nominales, los precios de los productos acuícolas se incrementen 15% (+2.0% anual) durante el periodo de las Perspectivas, lo que equivale a una disminución en términos reales de 11% (-0.0% anual). Se trata de un aumento de precio nominal mayor que el prevaleciente en el decenio pasado (+10.5% a +0.8% anual) y de una menor disminución del precio real (-16% a -1.8% anual). La menor disminución de los precios reales refleja la desaceleración del crecimiento de la producción durante el periodo de las Perspectivas, en comparación con el decenio pasado. Si bien se espera que los precios bajen en general durante los próximos 10 años, en realidad se prevé que aumenten respecto de los de 2027, a medida que la demanda se equipare y supere el crecimiento de la producción.
Se prevé que los precios en términos reales de la pesca de captura bajarán más durante el periodo de las Perspectivas (-15% a -0.6% anual) que en el decenio pasado (-6.1% a -0.3% anual). Las razones tras esta diferencia son el moderado aumento de la producción esperado durante el periodo de las Perspectivas y la mayor competencia de fuentes de proteína de menor precio (por ejemplo, la carne de aves de corral). Se espera que los precios bajen con mayor rapidez hasta 2027, antes de estabilizarse para el resto del periodo de proyección. La reducción se debe al retroceso de los precios desde el punto máximo alcanzado en el periodo base, provocado por la presión inflacionaria pospandemia de COVID-19.
Los precios del aceite de pescado experimentaron un aumento excepcional en términos reales de 112% durante 2022 y 2023. Esto sucedió gracias a varios factores diferentes, incluidos la cancelación de la temporada de anchoa de 2023 en el Perú —uno de los mayores productores del mundo— y los excepcionalmente altos precios del aceite vegetal, causados también por problemas en la cadena de suministro. Por consiguiente, los altos precios prevalecientes en el periodo base implican que se espera que los precios del aceite de pescado bajen 18% (-1.6% anual) durante el periodo de las Perspectivas, en comparación con el aumento de precios de 99% (+5.8% anual) observado en la última década. Se espera que los precios del aceite de pescado sufran una fuerte baja hasta 2027, a medida que la oferta retorne a niveles más regulares. Sin embargo, se espera que, después de 2027, los precios comiencen a aumentar lentamente, tomando en cuenta la constante y fuerte demanda de forraje para la acuicultura y para consumo humano. A diferencia de los demás grupos de producto, se espera que el precio del aceite de pescado siga siendo alto en relación con sus niveles históricos.
Se prevé que los precios de la harina de pescado bajarán lentamente 14% (-0.7% anual) en términos reales, en comparación con el decenio pasado (-14% a -2.1% anual). A diferencia del aceite de pescado, el precio de la harina de pescado no ha aumentado tanto como el de la harina de semillas oleaginosas tras la pandemia de COVID-19. El regreso a un nivel más regular de sustitución entre la harina de pescado y la de semillas oleaginosas, combinado con la disminución de la captura de anchoveta en el Perú en 2023, provocó que el coeficiente de precios se acercara más a los niveles históricos. En la primera mitad del periodo de las Perspectivas, el precio de la harina de pescado se mantendrá bajo en comparación con sus niveles históricos, dados los bajos precios esperados de la harina de semillas oleaginosas, y los pequeños aumentos de precio esperados en los años del fenómeno de El Niño. Debido a la constante demanda del sector acuícola, se espera que los precios de la harina de pescado y la relación con los precios de la harina de semillas oleaginosas vuelvan a los niveles históricos a finales del periodo de las Perspectivas.
8.4. Riesgos e incertidumbres
Copy link to 8.4. Riesgos e incertidumbresEl cambio climático, las modificaciones regulatorias y las negociaciones en el ámbito internacional sobre los subsidios a la pesca de captura, son algunas de las mayores fuentes de incertidumbre enfrentadas por los sectores de la pesca y la acuicultura. El cambio climático se ha convertido en uno de los factores estresantes que más presionan la vida acuática, incluidos los recursos pesqueros de captura y de acuicultura (Barange et al., 2018[1]). El año anterior fue el más caliente que se haya registrado en la temperatura de la superficie del mar (Copernicus, 2023[2]), y parece que la tendencia continuará en 2024. Dicho aumento de la temperatura provocará la disminución del potencial mundial de la pesca de captura, así como la redistribución de los recursos de la pesca de captura marina, en la que algunas regiones se benefician y otras pierden. Los cambios en la productividad y la distribución ponen bajo riesgo la gestión de la pesca de captura, pues debilitan los supuestos estacionarios de los modelos biológicos en los que se basan las decisiones relativas a la gestión. La pesca en agua dulce y la acuicultura también encaran un fuerte estrés climático que afecta su viabilidad. Además, los fenómenos extremos impulsados por el clima (por ejemplo, olas de calor marinas, ciclones, sequías e inundaciones) aumentan en frecuencia y gravedad, con consecuencias difíciles de predecir, que pueden presentarse rápidamente y afectar de manera inmediata y duradera tanto la pesca de captura como la acuicultura. Los efectos climáticos y los resultados de las estrategias de adaptación implantadas para abordarlos representan fuentes importantes de incertidumbre para las proyecciones.
Las políticas de moderación del clima también afectan la producción de pesca de captura y acuícola en maneras difíciles de prevenir. Las respuestas tecnológicas y las políticas públicas puestas en marcha para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provenientes de la pesca de captura y de la acuicultura, podrían cambiar la manera de operar de los productores. Por un lado, mejorar la gestión de la pesca de captura es una estrategia eficaz para su mitigación y podría aumentar o reducir la producción a corto plazo; por otro lado, las estrategias para apartarse de los métodos de pesca intensivos podrían disminuirla en algunas áreas. En el caso de la acuicultura, las políticas de mitigación podrían afectar el crecimiento de la producción y la inversión durante el próximo decenio. En las proyecciones de la pesca de captura y de la acuicultura, es difícil determinar dónde y cómo se manifestarán estos efectos. En la actualidad, la OCDE trabaja con algunos países para comprender a fondo los retos enfrentados por el sector, e identificar las mejores prácticas de política para la adaptación y mitigación del cambio climático en la pesca de captura y la acuicultura.
Para ayudar a los estados vulnerables a mitigar los efectos, a menudo devastadores, del cambio climático, el proyecto Transformación azul de la FAO puede abrir un camino para reducir el hambre y propiciar la gestión sostenible de los océanos, los mares y los recursos marinos, al reconciliar las prioridades en materia de la sostenibilidad ambiental, la seguridad alimentaria y el sustento. La Transformación azul adopta un enfoque sistémico centrado en sistemas de pesca y acuicultura más eficientes, resilientes, sostenibles, con perspectiva de género e incluyentes; sistemas promovidos mediante la mejora de políticas y programas para una gestión integrada con fundamento científico, innovación tecnológica y participación del sector privado. La hoja de ruta de la Transformación azul4 de la FAO proporciona un breve resumen de esta iniciativa, desarrollada en torno a tres objetivos globales que reflejan la visión de la Organización de lo que la transformación de los sistemas alimentarios acuáticos debe lograr para 2030 y más allá, armonizando sus políticas y acciones prioritarias de acuerdo con ella.
Aparte del cambio climático, las negociaciones de los subsidios actuales para la pesca de captura en el seno de la OMC crean incertidumbre para las proyecciones de la pesca de captura. Las disciplinas vinculantes sobre los subsidios a la pesca de captura que se negocian actualmente podrían afectar considerablemente a las flotas pesqueras del mundo, en particular las de altura. Sin embargo, los países no llegaron a un acuerdo en la ronda más reciente de negociaciones que tuvo lugar en la reunión ministerial de la OMC en febrero de 2024, pero sí convinieron en continuar los debates, lo cual significa que la sincronización y la magnitud de dichos efectos no son claras. Además, el primer acuerdo de la OMC sobre los subsidios a la pesca de captura podría entrar en vigor durante el periodo de las Perspectivas y afectar su producción, pese al alcance menor de las modalidades de dichos subsidios.
Los cambios regulatorios también crean incertidumbre al desarrollar las proyecciones de la acuicultura. Los cambios de las políticas gubernamentales, particularmente los relativos a los impactos ambientales, podrían alterar la distribución y la tasa de crecimiento de la acuicultura. En concreto, el 14.o plan quinquenal de China (2021-2025) parte de los cambios regulatorios ya realizados en el 13.o plan quinquenal para mejorar la sostenibilidad del sector acuícola, entre ellos la estabilización de la superficie de acuicultura, el fomento del reciclamiento del agua, la mejora del tratamiento de los efluentes y la reducción del uso de antibióticos en la producción. Dichas regulaciones y la actual turbulencia económica prevaleciente en China, podrían afectar la producción nacional y tener implicaciones a nivel mundial, dada la importancia de China como productor y comerciante de pescado y sus productos. Fuera de China, se espera que el impuesto sobre los recursos que grava las utilidades obtenidas de los criaderos de salmón en Noruega (el llamado “impuesto del salmón”), adoptado en 2023, reduzca la rentabilidad y represente una fuente adicional de incertidumbre, dado que Noruega es el mayor productor de salmón cultivado del mundo. Las proyecciones suponen que el impuesto se eliminará en 2026, lo que conllevará un aumento de 9% de la producción acuícola noruega durante el periodo de las Perspectivas, en comparación con el periodo base. El análisis de escenario también indica que, de mantenerse dicho impuesto, la producción acuícola noruega podría disminuir 8% para 2033. Las variaciones entre estos escenarios en efecto demuestran el grado de incertidumbre en torno a la producción del salmón derivado del impuesto en cuestión.
Referencias
[1] Barange, M. et al. (2018), Impacts of Climate Change on Fisheries and Aquaculture. Synthesis of Current Knowledge, and Mitigation Options.
[2] Copernicus (2023), October 2023 - Exceptional temperature anomalies; 2023 virtually certain to be warmest year on record, Copernicus Climate Bulletins Newsflash, European Commission, https://climate.copernicus.eu/copernicus-october-2023-exceptional-temperature-anomalies-2023-virtually-certain-be-warmest-year.
Notas
Copy link to Notas← 1. En este capítulo, los términos “pescado”, “productos alimentarios marinos”, “producción o productos pesqueros y acuícolas” o “productos acuáticos de origen animal” se utilizan para referirse a peces, crustáceos, moluscos y otros animales acuáticos, pero excluyen a los mamíferos acuáticos, los cocodrilos, los caimanes, los lagartos, las algas marinas y las plantas acuáticas. Todas las cantidades se expresan en equivalente de peso vivo, excepto las relacionadas con la harina y el aceite de pescado.
← 2. Los años de El Niño establecidos en el modelo son 2024, 2028 y 2032.
← 3. Calculado en términos nominales y abarca los productos pesqueros y acuícolas.
← 4. La hoja de ruta de la Transformación azul de la FAO puede consultarse en https://www.fao.org/3/cc6646en/cc6646en.pdf.