En este capítulo se describen la evolución del mercado y las proyecciones a mediano plazo de los mercados mundiales del azúcar para el periodo comprendido entre 2024 y 2033. Las proyecciones abarcan el consumo, la producción, el comercio y los precios de la remolacha azucarera, la caña de azúcar, el azúcar, la melaza y el jarabe de maíz rico en fructosa. El capítulo concluye con un análisis de los principales riesgos e incertidumbres que podrían afectar a los mercados mundiales del azúcar durante los próximos 10 años.
OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas 2024-2033
5. Azúcar
Copy link to 5. AzúcarResumen
5.1. Aspectos relevantes de la proyección
Copy link to 5.1. Aspectos relevantes de la proyecciónEl consumo de azúcar aumentará y se mantendrá como el principal edulcorante
Se prevé que el crecimiento del consumo de azúcar se duplicará durante los próximos 10 años en comparación con el decenio pasado, debido sobre todo al crecimiento económico más rápido proyectado para los países de ingresos bajos y medios en Asia y África. Aún se espera que el consumo de azúcar per cápita en estas regiones permanezca considerablemente por debajo del nivel de los países de ingresos altos, ya que la brecha de consumo solo se verá reducida ligeramente. En otras regiones, que abarcan países de Europa y Oceanía, donde el consumo de azúcar es generalmente alto pero disminuye en medio de crecientes preocupaciones sanitarias asociadas con el consumo de azúcar, se prevé que la disminución del consumo per cápita persista.
Asimismo, se espera que, en el próximo decenio, el azúcar continúe dominando el consumo de edulcorantes calóricos, al representar 80% del uso mundial, pese a las medidas emprendidas actualmente para encontrar sustitutos. Se prevé que el consumo del principal edulcorante calórico alternativo, el jarabe de maíz rico en fructosa (HFCS), o isoglucosa, mantendrá su participación de cerca de 8% del consumo total y se abastecerá sobre todo a nivel interno. Otros edulcorantes calóricos, no cubiertos en estas Perspectivas, se verán representados por otros edulcorantes de maíz como la glucosa o la dextrosa, y los edulcorantes de alta intensidad (HIS) menos calóricos como la sacarina, la sucralosa o el aspartamo.
Se espera que la producción de azúcar se incremente 14% durante el periodo de las Perspectivas. Se prevé que la caña de azúcar representará más de 85% de la producción total de cultivos de azúcar, y que el Brasil consolidará su posición como el mayor productor de caña de azúcar. La inversión en el Brasil ha aumentado de manera constante en los últimos años y se espera que la expansión, principalmente de la superficie y el rendimiento, aumente durante el próximo decenio. El aumento de la productividad, incluidas las mejoras varietales y las tasas de extracción más elevadas, impulsarán el crecimiento de la producción de azúcar en la India y Tailandia, y se prevé que la superficie cultivada se mantendrá relativamente fija. En África, se prevé que la producción de caña de azúcar en el principal país productor, Sudáfrica, se amplíe impulsada por las medidas de apoyo gubernamental para el sector, entre ellas la asistencia financiera a los productores de caña de azúcar y a los servicios de apoyo proporcionados por la Asociación Sudafricana del Azúcar (SASA). Respecto de la remolacha azucarera, se prevé que Europa seguirá siendo la principal región productora, aunque la producción solo se esperen aumentos de la producción en la Federación de Rusia (en adelante, Rusia). En la Unión Europea, la menor disponibilidad de productos fitosanitarios y la competencia por el uso de la tierra con cultivos más rentables, limitarán la producción. En Egipto, se espera que la expansión de las plantaciones de remolacha azucarera y la adopción de variedades de semillas de mayor rendimiento impulsen la producción de azúcar en los próximos años, para así consolidar en 2033 su posición como el mayor productor africano de remolacha azucarera.
Durante el próximo decenio, la oferta de edulcorantes producidos a partir de cultivos de azúcar seguirá presionada por los cultivos competidores en países clave, como el maíz y la soya en el Brasil o la yuca en Tailandia. Además, la producción de etanol a partir de cultivos de azúcar seguirá influyendo en los mercados de azúcar, dependiendo de la rentabilidad del azúcar en comparación con la del etanol. En el Brasil, la flexibilidad integrada del sector del azúcar permite tanto la producción de este como la producción de etanol. Sin embargo, se prevé que las condiciones del mercado favorecerán a la producción de azúcar orientada a la exportación durante las Perspectivas. En algunos otros países, la aplicación de políticas públicas que fomentan el desarrollo de biococombustibles también añadirá cierta presión a la disponibilidad de caña de azúcar para la producción de azúcar, en especial en la India, cuyo Programa de gasolina mezclada con etanol (EBP) está destinado a alcanzar una tasa de mezcla de 20% de etanol en la gasolina (E20) para la campaña 2025/26.
Se prevé que, en 2033, el Brasil y la India representarán cerca de 23% (46 millones de toneladas [Mt]) y 19% (38 Mt) de la producción mundial total de azúcar, respectivamente. Se esperan mejores perspectivas de crecimiento en el Brasil, apoyadas por ventas redituables en el mercado internacional; en tanto, que en la India, a pesar de la mejora de los rendimientos de los cultivos y las tasas de extracción, se prevé un aumento menor dado el desvío de la caña de azúcar hacia la producción de etanol. En otros lugares, el mayor aumento significativo se espera que el incremento más importante de la producción, en términos absolutos en comparación con el periodo de referencia, se prevé en Tailandia (+ 4 Mt), el que se espera se recupere del nivel reducido de los últimos años.
El comercio internacional seguirá creciendo como reflejo del aumento de la demanda de las regiones deficitarias en economías de ingresos bajos y medios. Se prevé que, en la campaña en curso, el Brasil manejará 50% del comercio mundial de azúcar, en particular del azúcar sin refinar. Durante el periodo de las Perspectivas, se espera que el equilibrio mundial entre los embarques de azúcar sin refinar y de azúcar blanco (refinada) se mantenga igual en promedio, con cerca de 60% para el azúcar sin refinar, y 40% para el azúcar blanco, ya que las dificultades logísticas persistirán y obstaculizarán cambios importantes en esta distribución. En 2033, las exportaciones provendrán de unos cuantos países: en primer lugar, del Brasil, seguido de Tailandia y la India. Se prevé que las importaciones seguirán menos concentradas. En el periodo base (octubre de 2021 a septiembre de 2024), los principales países importadores eran la República Popular China (en adelante, China) e Indonesia, seguidos por los Estados Unidos. Se prevé que, durante los próximos 10 años, en Asia y en África se registrarán los principales aumentos en las importaciones, en tanto que las disminuciones más fuertes se prevén en la Unión Europea, los Estados Unidos y Rusia, debido a la mayor producción nacional.
Se prevé que los precios internacionales del azúcar en términos reales bajarán de sus altos niveles actuales, tras la recuperación esperada de la producción en la India y Tailandia, y después disminuirán ligeramente durante el periodo de las Perspectivas. Sin embargo, se prevé que el supuesto de los precios internacionales reales constantes del petróleo crudo limitará la presión a la baja sobre los precios, al fomentar el uso de cultivos de azúcar para la producción de etanol. La prima del azúcar blanco (la diferencia entre los precios del azúcar blanco y del azúcar sin refinar) fue particularmente alta (en promedio USD 126 por tonelada) durante el periodo base debido a la preocupación por la escasez de suministros mundiales. Durante el periodo de las Perspectivas, se espera que la prima del azúcar blanco aumente en términos nominales debido a la mayor demanda de importaciones de azúcar blanco en comparación con el azúcar sin refinar.
La dinámica de los mercados de azúcar, según se presenta en estas Perspectivas, está sujeta a múltiples riesgos e incertidumbres, incluidos la evolución del contexto macroeconómico mundial y la puesta en marcha de nuevas políticas públicas relacionadas con el azúcar. Además, las condiciones meteorológicas, la rentabilidad del azúcar frente a la del etanol, y la competencia con otros cultivos son fuentes de incertidumbre respecto de la producción. En cuanto a la demanda, la evolución de la economía mundial que afecta el poder de compra de los consumidores, sus preferencias y los niveles de inflación, son todos factores clave que podrían alterar los hábitos de consumo presentados en estas Perspectivas.
5.2. Tendencias actuales del mercado
Copy link to 5.2. Tendencias actuales del mercadoDespués de alcanzar un máximo de varios años en septiembre de 2023, los precios internacionales del azúcar bajaron al final del año, impulsados por el fuerte ritmo de la producción y las exportaciones en el Brasil, así como por la desaceleración de la demanda. Los precios repuntaron a principios de 2024, ante la preocupación prevaleciente durante las Perspectivas por la siguiente campaña en el Brasil, propiciada por unas precipitaciones por debajo del promedio. Las perspectivas de producción desfavorables en la India y Tailandia, resultado de condiciones climáticas prolongadas más secas de lo normal, también contribuyeron a la presión al alza sobre los precios mundiales del azúcar.
En general, se prevé que la producción mundial de azúcar en la temporada 2023/24 aumentará con respecto del último año, impulsada sobre todo por las expectativas de una gran producción en el Brasil. Además, se prevé que la producción en Europa se recuperará del nivel reducido del año anterior, gracias a un aumento de las plantaciones y de los rendimientos, mientras que también se prevé que la producción de China repuntará. Por el lado de la demanda, a pesar de los altos precios, se prevé que el consumo mundial de azúcar se mantendrá fuerte en la campaña 2023/24. Se espera que las previsiones actuales de producción y de consumo impulsen al mercado de azúcar a una situación cercana al equilibrio. Con mayores disponibilidades para exportación del Brasil que compensarán con creces la disminución de los embarques de Tailandia y la India, se prevé que en la temporada 2023/24, el comercio mundial del azúcar aumentará en comparación con la temporada previa. Se prevé que la demanda mundial de importaciones aumentará, como reflejo sobre todo de la recuperación de las compras de China después de la disminución en la campaña 2022/23, y del aumento de las importaciones de la India, impulsado por los retornos de reexportación.
5.3. Proyecciones de mercado
Copy link to 5.3. Proyecciones de mercado5.3.1. Consumo
Se prevé que durante los próximos 10 años, el crecimiento del consumo mundial de azúcar aumentará 1.2% anual, y alcanzará 198 Mt para 2033, impulsado por el crecimiento demográfico y de los ingresos. Se espera que el consumo per cápita mundial promedio alcance 22.8 kg/cápita en 2033, 4% más que en el periodo base.
El consumo de azúcar aumentará principalmente en los países con un nivel actual de ingesta per cápita bajo. El azúcar, un carbohidrato libre de fibra, es un ingrediente común en numerosos productos alimentarios y bebidas, y representa una fuente fundamental de energía en la alimentación humana. Los niveles elevados de consumo de azúcar se relacionan con problemas de salud; la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir la ingesta de azúcares libres (es decir, el azúcar añadido a los alimentos durante su producción o cocimiento, más aquellos encontrados en la miel, el jarabe y los jugos de fruta) a menos de 10% de la ingesta energética diaria total. Como resultado, en los países donde el consumo per cápita de azúcar ya es alto, se espera que disminuya durante el próximo decenio (Figura 5.2).
Las perspectivas de desarrollo son más fuertes en Asia y África
Asia y África se verán como las regiones que más contribuirán a la demanda mundial adicional, en comparación con el periodo de referencia, y representarán 64% y 32% del crecimiento mundial total, respectivamente. Se espera que los cambios en la dieta impulsados por la urbanización y el aumento de los ingresos disponibles, sean los factores impulsores decisivos del crecimiento del consumo per cápita en estas regiones. Sin embargo, pese al aumento previsto, se prevé que para 2033 el consumo per cápita permanecerá por debajo del promedio mundial, tanto en Asia como en África.
En Asia, se prevé que el consumo per cápita crecerá 0.9% anual durante el próximo decenio, en comparación con 0.5% del decenio anterior. Se espera que la India, seguida por China e Indonesia, sean los países que más contribuyan al aumento general del consumo de azúcar. En la India e Indonesia, se espera que el crecimiento demográfico, aunque más lento que en el decenio pasado, y el crecimiento de los ingresos asociado con el aumento de la demanda de alimentos procesados y bebidas, sustenten el incremento del consumo total de azúcar durante el próximo decenio. En China, el consumo se ha estancado recientemente debido al aumento de los precios. Sin embargo, aun si la población disminuye en términos absolutos después de 2023, se espera que la demanda vuelva a crecer durante el periodo de las Perspectivas, en particular en ciudades en desarrollo de segundo, tercer y menor nivel. No obstante, el consumo de azúcar per cápita de China debería mantenerse muy por debajo del nivel promedio mundial en 2033 (12.8 kg/cáp). También se esperan fuertes perspectivas de crecimiento en los países menos adelantados (PMA) de Asia.
En África, se prevé que los PMA subsaharianos registrarán la mayor tasa de crecimiento del consumo per cápita en la región, debido sobre todo a los aumentos previstos del ingreso disponible relacionado con un mayor gasto en alimentos procesados y bebidas. En cambio, en Sudáfrica, se espera que la tendencia a la baja del consumo per cápita de azúcar registrada en años recientes en medio de medidas gubernamentales para desalentar su uso persista en el próximo decenio; como muchos productores de alimentos ya han reducido su uso, se espera que la disminución sea más lenta que en el decenio pasado.
En el próximo decenio, en términos de equivalentes de carbohidratos, Asia y África seguirán siendo las regiones cuya dieta incluirá la mayor proporción de alimentos básicos (en particular, en el Noroeste y el Norte de África).
Las tendencias a la baja persistirán en otras regiones y países con un alto consumo de azúcar
Tradicionalmente, los países del continente americano, el Caribe y Europa registran el nivel más alto de consumo de azúcar per cápita, y los edulcorantes calóricos representan por lo menos 12% de los carbohidratos en la dieta y más de 20% en los Estados Unidos. Desde 2010, a nivel mundial, en dichos países, el consumo de edulcorantes calóricos ha tendido a disminuir y se destacan los efectos negativos sobre la salud. Se prevé que, durante el próximo decenio, la disminución continuará, aunque a un ritmo más lento.
En América Latina, el mayor exportador de azúcar del mundo, los altos niveles de consumo per cápita han despertado preocupación, por sus efectos negativos sobre la salud. Durante el último decenio, algunos países, entre ellos Chile, Ecuador, México, el Perú y en fecha más reciente Colombia, introdujeron un impuesto sobre las bebidas endulzadas con azúcar, con miras a reducir la ingesta de refrescos. También se tomaron medidas para limitar la venta o la promoción de bebidas azucaradas o caramelos para menores de 18 años; algunos países, como la Argentina, han promulgado leyes para el etiquetado obligatorio al frente del empaque, con umbrales estrictos para productos más saludables. Asimismo, se prevé que, durante el próximo decenio, el consumo per cápita seguirá reduciéndose en algunos países, incluidos la Argentina, el Brasil, Chile, Colombia, México y Paraguay, o bien, permanecerán relativamente estables.
Durante el último decenio, Europa tuvo el segundo mayor consumo de azúcar de las siete regiones consideradas en estas Perspectivas, aunque muy por detrás de Asia. Sin embargo, durante los próximos 10 años, será la única región en la que habrá una reducción. Durante dos decenios, los países europeos han intentado tomar medidas para evitar el consumo excesivo de azúcar. Entre las medidas aplicadas para fomentar hábitos alimentarios saludables se incluye el impuesto al azúcar, que recientemente comenzó a implementarse en Polonia y en Rusia. Las industrias alimentarias también han procurado combatir el problema de la obesidad, al cambiar la composición de sus productos. Se prevé que el consumo de azúcar per cápita en Europa continuará disminuyendo, aunque a un ritmo más lento que en el decenio pasado. En Ucrania, se prevé que el consumo per cápita de azúcar se recuperará durante el próximo decenio, después de bajar notoriamente con el inicio de la guerra en febrero de 2022.
Entre los otros países con un alto consumo de azúcar, se prevé que dicho nivel bajará en Australia y en Nueva Zelandia. La misma tendencia se verá en el Canadá y los Estados Unidos (Figura 5.3). Sin embargo, en los Estados Unidos, que tiene el mayor consumo per cápita de edulcorantes calóricos, 48.1 kg/cápita durante el periodo base, se espera un incremento del consumo de alimentos básicos o frutas y verduras, en detrimento de los edulcorantes calóricos.
El mercado del jarabe de maíz rico en fructosa crecerá lentamente
El jarabe de maíz rico en fructosa (HFCS), el otro edulcorante calórico, se utiliza sobre todo en las bebidas, como sustituto del azúcar. A diferencia de este, se trata de un producto líquido que, por consiguiente, es menos fácil de comercializar. Su consumo mundial seguirá predominando en un limitado grupo de países sin mayores cambios. El mayor productor, los Estados Unidos, seguirá siendo el principal consumidor, pero se espera que continúe el debate sobre si el HFCS plantea un mayor riesgo potencial para la salud que el azúcar, y se espera que continúe la tendencia descendente que comenzó a mediados de la década de 2000. Se prevé que, para 2033, el HFCS representará 32% del consumo de edulcorantes calóricos, en comparación con 36% durante el periodo base. Se prevé que la producción de HFCS en los Estados Unidos permanecerá relativamente estable, en 7 Mt. En términos per cápita, México es el segundo mayor consumidor y se espera que las medidas adoptadas por el gobierno para reducir el consumo de edulcorantes calóricos se mantengan durante los próximos 10 años.
Se espera que China, el segundo mayor productor del mundo, registrará los mayores cambios, ya que su consumo de edulcorantes calóricos per cápita es muy bajo en comparación con el resto del mundo. El aumento de los precios del maíz desde 2020 elevó los costos de producción y consumo de HFCS, lo cual propició la sustitución con azúcar u otros edulcorantes alternativos en los refrescos (eritritol), dependiendo de los precios relativos. Durante el próximo decenio, se prevé que, con precios del maíz más competitivos, la producción china de HFCS aumentará para satisfacer parte del crecimiento de la demanda interna (2.8 kg/cápita para 2033). No se prevé ningún aumento en el Japón y Corea, cuyo consumo se ubica en cerca de 6 kg/cápita. En la Unión Europea, el HFCS seguirá sin poder competir con el azúcar durante el próximo decenio, y en 2033, representará solo 1.2 kg/cápita.
5.3.2. Producción
El del azúcar es un sector intensivo en capital que requiere insumos fundamentales muy costosos —como la energía para la remolacha azucarera y los fertilizantes tanto para esta como para la caña de azúcar—, necesarios para aumentar los rendimientos y el contenido de azúcar. Se espera que, durante el próximo decenio, los precios internos remunerativos sigan apoyando la inversión y el desarrollo, en los cultivos y en las fábricas de azúcar. Se espera que, durante el periodo de las Perspectivas, la producción mundial de azúcar aumente 14%.
Se espera que la producción mundial de azúcar aumente
Se espera que, la producción mundial de azúcar se incremente de 178 Mt durante el periodo base a 202 Mt para 2033; 50% de esta cantidad provendrá de Asia y 27% del Brasil.
Asia seguirá siendo la región líder, con una producción de alrededor de 41% de la producción mundial en 2033. Se espera que la India y Tailandia proporcionen las mayores proporciones del suministro mundial de azúcar de la región, al aumentar su producción 4.8 Mt y 4.4 Mt, respectivamente para 2033, en comparación con el periodo base (Figura 5.4). En Tailandia, se espera que la producción de azúcar se recupere del bajo nivel registrado en años recientes y aumente más que la producción de caña de azúcar, gracias a las mayores tasas de extracción de azúcar. En la India, el segundo mayor productor de azúcar del mundo, se espera que la tasa de crecimiento de su producción de azúcar se vea menor que en el decenio pasado, como reflejo de un crecimiento más lento de la producción de caña de azúcar y una mayor desviación hacia el etanol.
El Brasil, el mayor productor de azúcar del mundo, convierte a América Latina en la segunda región productora de azúcar más importante. Las mayores inversiones en los campos, combinadas con mejores condiciones meteorológicas, ayudaron a la industria nacional a recuperarse de una prolongada crisis financiera. Tomando en cuenta la rentabilidad de los mercados internacionales de azúcar, se espera que la producción se incremente 6.5 Mt durante el próximo decenio.
Se espera que África aumente su participación en la producción mundial, debido sobre todo a los países del África subsahariana, donde se espera que las medidas de apoyo gubernamental y la inversión externa contribuyan al aumento de la producción de azúcar. Asimismo, se espera que condiciones favorables para el cultivo de caña de azúcar, el potencial de expansión de la superficie y menores costos de producción, apuntalen el incremento de la producción.
Se prevé que, la producción en los países de la OCDE seguirá perdiendo participación de mercado. En 2033, la región representará 20.8% del mercado mundial, en comparación con 22.3% en el periodo base. Si bien conservará su posición como el principal productor de este mercado regional en 2033 (36%), se espera que la producción de azúcar de la Unión Europea disminuya, en tanto que se prevé una oferta mayor en los Estados Unidos (+0.7 Mt), con el impulso de varias políticas gubernamentales que apoyan a la industria nacional.1
La caña de azúcar mantendrá su posición como el principal cultivo de azúcar
La caña de azúcar seguirá representando más de 87% de los cultivos de azúcar. Durante el periodo de las Perspectivas, se prevé que la producción mundial de caña de azúcar crecerá 1% anual y alcanzará 2 016 Mt para 2033, y se prevé que el Brasil, la India y Tailandia se verán como los países que más contribuirán al cambio en el volumen de la producción mundial (+135 Mt, +68 Mt y +18 Mt, respectivamente). Esto refleja principalmente rendimientos de cultivos relativamente más altos, sobre todo en la India, Tailandia y las Filipinas, en tanto se espera una expansión de la superficie principalmente en el Brasil con 1.8 millones de hectáreas (Mha) adicionales.
El Brasil es el principal productor de caña de azúcar, pero más de la mitad de esta se usa para producir etanol. En años recientes, la rentabilidad ha alentado la inversión en los campos de caña de azúcar y los retoños han mejorado. Se espera que, durante los próximos 10 años, las prácticas de cultivo de caña de azúcar más sostenibles satisfagan las necesidades del mercado. Se prevé cierta expansión de la superficie, y la proporción de la superficie cultivada con caña de azúcar en la tierra agrícola total disponible (12.0% durante el periodo base) aumentará 13.5% en 2033. Se prevén pocas mejoras en los rendimientos debido a las condiciones climáticas más secas. La caña de azúcar seguirá usándose casi por igual para la producción de azúcar y la de etanol.
En la India, se prevé que el crecimiento de la producción de caña de azúcar provendrá en su mayor parte del mejor rendimiento de los cultivos, ya que no se esperan aumentos de la superficie cultivada debido a la competencia de otros cultivos agrícolas. Se espera que las medidas de apoyo gubernamental, como los precios remunerativos pagados a los productores, la ayuda financiera para facilitar la renovación y el desarrollo varietal, sostengan la producción de caña de azúcar en los próximos años. De igual manera, en Tailandia, también se espera que la producción de caña de azúcar durante el próximo decenio provenga principalmente del mayor rendimiento, pues se espera que la superficie se mantenga relativamente estable. En China, los aranceles de las importaciones brindarán un incentivo para que las autoridades de las principales regiones productoras apoyen a los productores y a los molineros en la modernización y el aumento máximo de sus rendimientos a corto plazo. Sin embargo, solo se espera un crecimiento moderado, ya que el aumento de los costos de los insumos y la competencia por la tierra con otros cultivos, desacelerarán los esfuerzos y la eficiencia en los años próximos.
Las perspectivas son menos sólidas en el caso de la remolacha azucarera. La transformación de este cultivo requiere más energía y fertilizantes para incrementar al máximo el rendimiento y el contenido de azúcar que la producción de azúcar a partir de la caña de azúcar, y esto causa un impacto negativo sobre los márgenes de utilidad. Solo el incremento del rendimiento ayudará al cultivo a mantener su participación de mercado, en especial en los Estados Unidos y China, países en los que se producen ambos cultivos de azúcar, y la remolacha azucarera representa 52% y 10%, respectivamente, de los totales. En la Unión Europea, se prevé que la producción se reducirá, debido más que nada a los altos costos de los insumos en comparación con otros cultivos y a la legislación ambiental más estricta sobre los productos fitosanitarios. Algunos productores optarán por trabajar con cultivos más redituables. Se espera que Egipto, China, los Estados Unidos, Türkiye, Ucrania y Rusia aumenten su producción de remolacha azucarera.
Por otra parte, se espera que, en Egipto, los precios de adquisición remunerativos y una industria de remolacha azucarera recién construida, impulsen las plantaciones de remolacha azucarera, en tanto que también se están tomando medidas para fomentar la adopción de variedades de semillas mejoradas. Asimismo, se espera que los esfuerzos gubernamentales para impulsar la producción agrícola nacional en general contribuyan al aumento de la superficie de remolacha azucarera y los rendimientos de los cultivos, y se espera que la producción aumente en 6 Mt en comparación con el periodo base.
Durante el último decenio, 81% de los cultivos mundiales de azúcar se usó para producir azúcar, pero se espera que esta proporción disminuya a 78% para 2033. En los principales países productores de caña de azúcar, el apoyo a la producción de biocombustibles intensificará la competencia entre los principales usos de la caña de azúcar, el azúcar o el etanol, en particular, dado que los molinos a menudo tienen la opción incorporada de cambiar de uno a otro. Se espera que, para 2033, el Brasil siga siendo el principal productor, con 37% de la caña de azúcar del mundo, 23% de la producción mundial de azúcar, y 81% de la producción mundial de etanol basada en caña de azúcar.
5.3.3. Comercio
El comercio de azúcar mantendrá su solidez durante el periodo de las Perspectivas
El azúcar continuará siendo un producto muy comercializado. Si bien la mayor parte del comercio seguirá correspondiendo al azúcar sin refinar (59% en 2033), la participación de las importaciones de azúcar blanco aumentará relativamente más rápido (Figura 5.5).
Se prevé que las importaciones representarán 37% del consumo mundial en 2033 y que Asia y África seguirán siendo las principales regiones importadoras, que equivalen a 60% y 27% de las importaciones mundiales, respectivamente. En África, las medidas adoptadas para fomentar la capacidad de producción nacional reducirán su proporción de dependencia de las importaciones, las cuales aún representarán 69% del consumo en 2033. Por su parte, se espera que el crecimiento del consumo en los PMA subsaharianos impulse un aumento de la participación del azúcar blanco importado para consumo directo. En Asia, no se esperan cambios importantes en términos de la dependencia: las importaciones de azúcar sin refinar seguirán aumentando, impulsadas sobre todo por los compradores clave, China e Indonesia.
Se espera que las importaciones de azúcar sigan disminuyendo durante el próximo decenio, en particular en los Estados Unidos y Rusia, debido a la mejora de las perspectivas de suministro, y a la disminución de la población en el Japón. Los Estados Unidos es, por tradición, un país deficitario en azúcar, cuyas políticas públicas nacionales2 seguirán fomentando la producción interna y limitando el flujo de importaciones. Dados los precios relativamente más altos del azúcar en los Estados Unidos, México seguirá exportando su azúcar primordialmente para cubrir los requerimientos estadounidenses. Se prevé que, en la Unión Europea, las importaciones de azúcar disminuirán a 1.1 Mt para 2033, debido a la reducción de la demanda.
En lo que respecta a las exportaciones, se prevé que los mercados de azúcar se mantendrán muy concentrados y, por tanto, dependerán de la evolución del mercado en un limitado número de países. Se prevé que, para 2033, los tres principales exportadores tradicionales de azúcar representarán cerca de tres cuartas partes del mercado: el Brasil (64% del azúcar sin refinar, 15% del blanco), Tailandia (11% y 14%, respectivamente), y la India (5% y 11%, respectivamente). En la India y Tailandia, se prevé que las exportaciones de azúcar blanco representarán una mayor proporción de sus exportaciones totales de azúcar, impulsadas por mayores retornos de la prima del azúcar blanco. Australia le seguirá, con cerca de 7% del mercado de azúcar sin refinar.
El Brasil ha iniciado proyectos para desarrollar su infraestructura de almacenamiento, portuaria y de buques, y cobró relevancia durante el bloqueo a la ruta de transporte del Mar Negro. El país seguirá siendo el principal proveedor de azúcar del mundo. Los retornos favorables para la producción de etanol basado en caña de azúcar seguirán desempeñando una función clave, pero, dadas las perspectivas rentables para los mercados de azúcar, se espera que las exportaciones brasileñas de azúcar aumenten 6.5 Mt y alcancen 36 Mt en 2033, 19% de las cuales serán de azúcar blanco, en comparación con el 14% registrado durante el periodo base. Se espera que la falta de suministro estructural de azúcar blanco del Brasil, que prioriza la exportación de azúcar sin refinar en buques a granel y compite fuertemente con otras industrias exportadoras por contenedores en el caso de los envíos de azúcar blanco, persistirá para 2033.
En Tailandia, el segundo mayor exportador de azúcar a nivel mundial, se produce muy poco etanol directamente a partir de la caña de azúcar (menos de 2%), pues los cultivos que más se utilizan son la melaza o la yuca. Se espera que la participación de Tailandia en las exportaciones de azúcar aumente, de 10.5% con un volumen de 7 Mt en el periodo base, a 15%, y que para 2033 sume 11.5 Mt. En la India, no se espera un crecimiento importante de las exportaciones de azúcar ante las continuadas medidas gubernamentales para promover el etanol.
Recuadro 5.1. Prácticas de manipulación en el comercio de azúcar sin refinar y azúcar blanco
Copy link to Recuadro 5.1. Prácticas de manipulación en el comercio de azúcar sin refinar y azúcar blancoEl azúcar sin refinar se obtiene de la caña de azúcar, en tanto que el blanco puede derivarse de la remolacha azucarera o de la caña de azúcar mediante procesos de refinación. El azúcar sin refinar retiene parte de la melaza natural y de las impurezas propias de la caña de azúcar, de ahí su color café y su sabor característico. Este tipo de azúcar puede refinarse para obtener uno de calidad para alimentación, mediante pasos adicionales de procesamiento, como la clarificación, la filtración y la cristalización, hasta convertirse en azúcar blanco. En cambio, el azúcar blanco proveniente de la remolacha se somete a un proceso extensivo de refinación para eliminar toda la melaza y las impurezas, lo que le otorga su característico color blanco, su sabor neutro y su calidad de producto alimentario. La calidad de ambos azúcares a menudo se mide por el grado de polarización, y el valor más alto indica un mayor contenido de sacarosa y pureza. Un valor de polarización de 100 indica una sacarosa absolutamente pura sin impurezas. El azúcar blanco o refinado, apto para el consumo humano, por lo común tiene un grado de polarización de por lo menos 99.5. Aquel con un grado de polarización por debajo de 99.5, suele ser clasificado como azúcar sin refinar. Sin embargo, cabe resaltar que el azúcar sin refinar que cumple con normas y criterios específicos de pureza y limpieza se conoce como azúcar sin refinar para consumo directo, o azúcar moreno, y es adecuado para el consumo humano.
El azúcar sin refinar común se transporta normalmente como cualquier otro producto básico de tipo similar, como los cereales y la soya: a granel, es decir, no empacado sino cargado directamente en camiones, vagones de ferrocarril o las bodegas de los barcos, con destino a las refinerías.
El azúcar blanco como producto alimentario debe manipularse bajo protocolos estrictos de higiene, para así mantener su calidad. Para garantizar que el azúcar blanco perdure como un producto básico de libre circulación a lo largo de todas las etapas —almacenamiento, carga, transporte y entrega— debe mantenerse seco para evitar o limitar su aglutinación, idealmente en un nivel de humedad ambiental por debajo de 70%, y, de ser posible, a una temperatura constante. Por lo regular, el azúcar refinada se transporta en bolsas de polipropileno, las cuales lo protegen de la humedad y de la contaminación durante su manipulación y transporte. Para destinos internacionales, el azúcar blanco puede transportarse en buques de carga fraccionada, pero a un ritmo mucho más lento que el azúcar sin refinar, o en buques con contenedores. Los mismos procedimientos de manipulación utilizados para transportar azúcar blanco, también aplican para el azúcar moreno para consumo humano directo: ambos se embolsan al término de su producción y se protegen de contaminantes durante su transporte.
Las refinerías se construyen no solo en los países productores de azúcar, sino también en aquellos no productores capaces de capitalizar la prima del azúcar blanco importando azúcar sin refinar para luego procesarlo y obtener azúcar refinada, asegurándose de cubrir la demanda nacional o regional. Estos países tienen una ventaja comparativa en términos de costos, incluidos fletes, energía, procesamiento, y se benefician, en ocasiones, de regímenes fiscales y buena infraestructura portuaria, como capacidad de almacenamiento del azúcar sin refinar, sobre todo en regiones como Cercano Oriente y África del Norte (NENA) y la India. Además, algunas refinerías se integran como productoras de remolacha y caña de azúcar, para poder utilizarse durante los periodos posteriores a la finalización de la temporada.
En el Brasil, cerca de tres cuartas partes de las exportaciones de azúcar constan del producto sin refinar. Pese a la transición gradual mundial de los medios de transporte de buques a granel a contenedores, ocurrida durante el último decenio, siguen predominando los transportistas a granel para este azúcar sin refinar. Dicha preferencia refleja consideraciones de tipo logístico, retrasos de la capacidad de refinación y sistemas comerciales.
5.3.4. Precios
Se espera que los precios del azúcar bajen en términos reales
Se prevé que los precios internacionales del azúcar, en términos reales, bajarán de sus altos niveles actuales en medio de la mejora de la disponibilidad mundial de exportaciones, y disminuyan durante el periodo de proyección debido al aumento de la productividad. Asimismo, se espera que la presión descendente sobre los precios se vea parcialmente compensada por los precios internacionales reales constantes del petróleo crudo, ya que esto alentaría el uso de cultivos de azúcar para la producción de etanol.
Se prevé que la prima del azúcar blanco (es decir, la diferencia entre los precios del azúcar blanco y del azúcar sin refinar), que fue particularmente alta (USD 126/t en promedio durante el periodo base) debido a los crecientes costos de la energía y a la escasez en el mercado del azúcar blanco, aumente ligeramente en términos nominales durante el periodo de las Perspectivas, con el aumento de la participación de las exportaciones de este producto en el comercio total para 2033.
5.4. Riesgos e incertidumbres
Copy link to 5.4. Riesgos e incertidumbresEn estas Perspectivas se suponen condiciones climáticas normales que plantean perspectivas favorables para la producción de cultivos de azúcar. Sin embargo, fenómenos meteorológicos desfavorables, como los vinculados con el cambio climático, podrían ejercer un fuerte impacto sobre la producción y los precios, tomando en cuenta la relativamente alta concentración del mercado para la exportación. Un cambio en los rendimientos en comparación con cultivos alternativos podría influir también en las decisiones sobre la plantación.
Nuevas inversiones en investigación y desarrollo en el sector, por ejemplo, en nuevas técnicas de crianza como la edición de genes y nuevas oportunidades de diversificación, incluidos el bioetanol, los bioplásticos y el biogás, podrían influir también en la dinámica del mercado y la disponibilidad de azúcar para exportación.
Los cultivos de azúcar son productos perecederos que pueden perder su contenido de azúcar de no procesarse rápidamente como tal después de la cosecha. Factores como la temperatura ambiente, la humedad y el periodo de almacenamiento también contribuyen a la baja en la recuperación de azúcar. El transporte de productos de azúcar refinada debe hacerse bajo condiciones apropiadas, con el fin de evitar riesgos, como los relacionados con la contaminación. Cualquier mejora en la gestión de la pérdida y el desperdicio de alimentos dentro del sector podría influir en los mercados.
La evolución del mercado de cada país puede afectar también las proyecciones mundiales. Los mercados del azúcar seguirán siendo potencialmente vulnerables a cualquier perturbación en el Brasil, que se espera que desempeñe un papel importante durante el periodo de las Perspectivas, al representar más de 45% del comercio mundial. En la India, desde junio de 2022, solo se permite exportar azúcar con la autorización del Departamento de Alimentos y Distribución Pública; los objetivos son asegurar la disponibilidad nacional adecuada y mantener los precios bajo control. La Unión Europea aumentó sus importaciones de azúcar sin refinar para exportarlo como producto refinado y procesado, beneficiándose del régimen de perfeccionamiento activo. Además, la disponibilidad de los contenedores marítimos a nivel nacional y los costos de los fletes son factores decisivos que impactan considerablemente el comercio de azúcar en el mercado mundial. Por último, cualquier desviación de la prima del azúcar blanco respecto del aumento supuesto en estas Perspectivas podría afectar las decisiones de los países relativas a la capacidad de refinación y entrega.
Puesto que 22% de los cultivos mundiales de azúcar se utiliza para la producción de etanol, incluido el 53% de los cultivos nacionales en el Brasil, la fluctuación de los precios relativos del petróleo crudo frente a los del azúcar sigue siendo una fuente importante de incertidumbre, ya que afecta a la competitividad y la rentabilidad de la producción de azúcar frente a la producción de etanol basada en cultivos de azúcar. En el Brasil, cuando el precio del etanol es inferior a 70% del precio de la gasolina, para el conductor resulta más rentable abastecerse de etanol en vez de gasolina en las estaciones de servicio. En la India, la aplicación de políticas públicas que fomentan el desarrollo de biocombustibles añadirá presión sobre la disponibilidad de caña de azúcar para producir azúcar, mediante el EBP destinado a alcanzar una tasa de mezcla de 20% de E20 para la temporada 2025/26. Cualquier otro suceso relacionado con el fomento de la producción de etanol podría influir en la producción de azúcar.
Las proyecciones sobre el consumo podrían verse afectadas por varios factores, incluida la alta elasticidad de precios de la demanda en países con grandes perspectivas de crecimiento, y por el posible cambio en las preferencias del consumidor hacia productos más saludables, debido a la creciente preocupación por la salud. Además, iniciativas gubernamentales, como la fijación de impuestos sobre los edulcorantes para promover la moderación en su uso, las inversiones en investigación en busca de sustitutos con menos calorías, y la reformulación de productos por parte de la industria alimentaria, podrían influir también en los hábitos de consumo.
Notas
Copy link to Notas← 1. Incluidos el Programa de Crédito Azucarero que respalda los precios pagados a los productores; las Cuotas de Comercialización del Azúcar, dirigidas a asegurar que la producción nacional cubra hasta 85% del consumo interno; el Programa de Flexibilidad con Materia Prima, que desvía todo excedente de azúcar a la producción de etanol, en lugar de los decomisos de préstamos de azúcar a la Corporación de Crédito para Productos Básicos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), y las barreras comerciales para limitar las importaciones destinadas a satisfacer los requerimientos nacionales (mediante cuotas arancelarias [TRQ], acuerdos regionales y los Acuerdos de Suspensión sobre el Azúcar con México).
← 2. Las TRQ establecidas por la Organización Mundial del Comercio (OMC) o en los acuerdos de libre comercio, así como las restringidas importaciones de México debidas al Límite de Exportación Estadounidense (estipulado por el Departamento de Comercio de los Estados Unidos).