2024 es un año de grandes apuestas para la democracia y la prosperidad en todo el mundo. Los ciudadanos en más de 60 países, casi la mitad de la población mundial, acudirán a las urnas. Sin embargo, la confianza en las instituciones sigue siendo baja, dividiéndose en partes iguales entre los que dicen confiar en su gobierno y nacional y los que no. Además, aunque las nubes sobre la economía mundial se están disipando, la inflación persistente en muchos países y las continuas tensiones geopolíticas presentan riesgos constantes para el costo de la vida y el crecimiento económico.
La corrupción agrava estos retos. Profundiza las desigualdades y debilita el crecimiento económico, erosiona la resiliencia y el buen funcionamiento de las democracias, e impide la representación y la confianza en el gobierno. Aunque en los últimos años los países de la OCDE han invertido mucho en la mejora de sus marcos anticorrupción, el trabajo dista mucho de estar terminado y aún quedan muchas mejoras por hacer. Los esfuerzos por promover la integridad pública deben intensificarse.
Esta primera edición del informe Perspectivas de anticorrupción e integridad 2024 pretende apoyar el trabajo continuado de los países para combatir la corrupción, defender la integridad, salvaguardar las democracias y prosperidad en los años por venir. Basándose en los nuevos datos recopilados a través de los Indicadores de Integridad Pública de la OCDE, demuestra las fortalezas y debilidades, así como las oportunidades y amenazas de los sistemas anticorrupción y de integridad, destacando las oportunidades de mejora tanto para la recolección de datos como la implementación. Estas mejoras deben realizarse si los países quieren responder a algunos de los retos más importantes que enfrentan actualmente, a saber, la transición verde, el auge de la inteligencia artificial, y el aumento de la injerencia extranjera y la corrupción estratégica.
El informe es el primero de una nueva serie de informes bienales que harán seguimiento al desempeño de los marcos de integridad de los países de la OCDE y analizarán los riesgos para la integridad.
Los Indicadores de Integridad Pública, que proporcionan la mayor parte de los datos primarios para este informe, se desarrollaron para y con los gobiernos, sobre la base de la Recomendación del Consejo sobre Integridad Pública y otros instrumentos jurídicos internacionales de organismos como las Naciones Unidas, la Unión Europea y el Consejo de Europa. Los indicadores fueron desarrollados por un Grupo de Trabajo formado por miembros del Grupo de Trabajo de Altos Funcionarios de Integridad Pública: Alemania, Austria, Brasil, Chile, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Italia, Países Bajos, Polonia, Reino Unido, República Checa y República Eslovaca. Los indicadores fueron aprobados en 2019 por todos los países miembros de la OCDE.
Este informe fue aprobado por el Comité de Gobernanza Pública mediante procedimiento escrito el 14 de marzo de 2024.