La recuperación del mercado laboral de la recesión de la pandemia de COVID-19 ha sido sólida, pero perdió impulso en 2022 y principios de 2023 en el contexto de la desaceleración económica. Sin embargo, el empleo y el desempleo se han mantenido firmes, y las tasas de puestos vacantes siguen siendo altas en la mayoría de los países, a pesar de algunos signos de relajamiento. Hasta mayo de 2023, la tasa de desempleo de la OCDE cayó al 4,8%, un nivel no visto en décadas.
El mercado laboral español ha demostrado una notable resistencia y dinamismo en los últimos tiempos, como demuestra el crecimiento del empleo del 1,2% en el primer trimestre de 2023. La tasa de desempleo española ha alcanzado su nivel más bajo en décadas, situándose en el 12,7% (véase la Figura 1). Sin embargo, a pesar de esta evolución positiva, España sigue enfrentándose a la tasa de desempleo más elevada de los países de la zona del euro, manteniéndose muy por encima de la tasa media de la OCDE.
Tras una sólida recuperación después de la crisis del coronavirus con una tasa de crecimiento del 5,5%, se prevé que la expansión económica de España se modere hasta el 2,1% en 2023 y el 1,9% en 2024. Para el segundo semestre de 2023, se espera que el PIB supere los niveles anteriores a la pandemia. Este fuerte crecimiento ha contribuido a una reducción significativa del desempleo, que, sin embargo, se prevé que se mantenga en un nivel relativamente alto (12,6%) durante el resto de 2023.
La reforma del mercado laboral de 2021 contribuye a mejorar la calidad del empleo en España. Un año después de su entrada en vigor, el número de contratos temporales se ha reducido en un 30% y la mayoría de los nuevos contratos son indefinidos, lo que ha reducido las diferencia en la proporción de contratos temporales entre España y otros países europeos de la OCDE. El uso de los contratos indefinidos para el trabajo estacional – un uso promovido por la reforma – puede contribuir a una reducción de la tasa de temporalidad, una conclusión que deberá confirmarse mediante una evaluación de impacto programada para el 2025 para corregir posibles desviaciones y garantizar nuevos avances.