Índice de Políticas para PyMEs: América Latina y el Caribe 2024

8. Dimensión 6: Transformación productiva

Resumen

En la dimensión de Transformación productiva, los países de América Latina han logrado avances significativos desde su desempeño en 2019. La región muestra objetivos más sólidos a nivel estratégico, aunque persisten los retos para traducirlos en planes de acción eficaces.

La heterogeneidad más pronunciada dentro de la región se observa en la integración en las cadenas de valor globales (CVG). Mientras que algunos países han aplicado con éxito programas avanzados y de larga duración en este ámbito, otros, obstaculizados por décadas de políticas orientadas hacia el interior, se han mantenido al margen de las CVG. Salvar esta brecha representa una oportunidad para el aprendizaje colectivo y la mejora estratégica en toda la región.

En este capítulo se evalúa el nivel de desarrollo de las políticas para potenciar a las PyMEs como agentes de transformación productiva y se analizan los marcos políticos destinados a mejorar la productividad.

Marco de evaluación

El marco empleado para evaluar el nivel de desarrollo de las políticas de aprovechamiento de las PyMEs como agentes de transformación productiva evalúa los marcos políticos destinados a mejorar la productividad. Esto incluye un examen de si estos marcos aprovechan eficazmente el papel de las PyMEs. Además, a nivel programático, la evaluación implica el examen de programas específicos que animan a las PyMEs a colaborar a través de aglomeraciones productivas, como los clústeres, e integrarse en las cadenas de valor regionales y globales (OECD/CAF, 2019[1]).

En esta dimensión se ha introducido un cambio metodológico significativo desde la evaluación anterior. Mientras que las subdimensiones 6.1 Estrategias de mejora de la productividad y 6.2 Medidas de mejora de la asociación productiva mantienen las mismas preguntas que en su versión piloto de 2019, la subdimensión 6.3 Integración en las cadenas de valor globales y regionales fue objeto de una revisión exhaustiva. El marco analítico se ha mejorado con preguntas adicionales que hacen hincapié en la aplicación, el monitoreo y la evaluación de las políticas, con el objetivo de aumentar la granularidad de esta evaluación. Como resultado, el marco de evaluación de esta dimensión se compone de lo siguiente (véase Figura 8.1):

• Estrategias de mejora de la productividad: Los indicadores de esta subdimensión evalúan a nivel estratégico la capacidad de los marcos de mejora de la productividad para aprovechar el papel de las PyMEs, incluido el diseño de la estrategia y los elementos que incluyen objetivos mensurables, plan de acción, un presupuesto adecuado, mecanismos de monitoreo y evaluación, la participación de otros actores en su realización, incluidos el sector privado, la sociedad civil y el mundo académico, así como los esfuerzos de coordinación interministerial para la aplicación de la estrategia.

• Medidas de fomento de la asociatividad productiva: Los indicadores de esta subdimensión evalúan, a nivel programático, las medidas dirigidas a potenciar la asociatividad a través de la formación y fortalecimiento de conglomerados, junto con la creación de parques industriales y científicos, considerando en qué medida estos programas contribuyen al desarrollo de las PyMEs.

• Integración en cadenas de valor globales y regionales: Los indicadores de esta subdimensión investigan los programas de apoyo diseñados para facilitar la inclusión de las PyMEs en las cadenas de valor globales y regionales. La evaluación abarca los componentes de estos programas, incluida la identificación de nichos de mercado, la transferencia de tecnología y el establecimiento de vínculos entre pequeñas y grandes empresas. Además, evalúa los esfuerzos de monitoreo y evaluación.

Figura 8.1. Marco de evaluación - Transformación productiva

La ponderación de las tres subdimensiones, determinada mediante opiniones de expertos y debates con los coordinadores nacionales, asigna un peso igual del 33,33% a cada una de ellas. Dado que la subdimensión 6.1 se centra en el nivel estratégico, mientras que las siguientes subdimensiones se orientan hacia el nivel programático, esta ponderación implica que las puntuaciones globales de las dimensiones se inclinan hacia programas activos que apoyan la asociatividad y la integración, incluso en ausencia de marcos estratégicos.

Análisis

Los países participantes de América Latina y el Caribe (ALC) muestran en general un desempeño relativamente alto en la dimensión de transformación productiva (véase Figura 8.2), con la mayoría de ellos puntuando por encima del nivel 3, destacando Paraguay como excepción. A pesar de contar con estrategias operativas, existe una importante heterogeneidad en la región en lo que respecta a los mecanismos de implementación, monitoreo y evaluación. La puntuación media entre los países de AL9 es de 3,93. Aunque las puntuaciones más altas se observan generalmente a nivel estratégico dentro de la subdimensión de Medidas para mejorar la productividad, la mayoría de los países de AL9 muestran puntuaciones más bajas a nivel programático en la subdimensión de Integración a las cadenas de calor globales (CVG). Las excepciones notables a esta tendencia son Uruguay y Argentina, que muestran puntuaciones más altas en este aspecto.

Figura 8.2. Puntuaciones ponderadas para la dimensión 6: Transformación productiva

Nota: Las puntuaciones están en una escala de 1 a 5, siendo 5 la más alta. La comparación con 2019 no es exacta debido a cambios en la metodología. Consulte el capítulo 2 para obtener más información sobre la metodología. Los datos de 2019 para Brasil, y Paraguay no están disponibles ya que no participaron en la evaluación de 2019.

Subdimensión 6.1: Políticas para mejorar la productividad

Las puntuaciones indican que los países de ALC evaluados cuentan con planes estratégicos moderadamente avanzados para mejorar la productividad. Estos planes exhiben diversidad de forma y contenido, y la mayoría muestra avances en la especificidad de metas medibles, planes de acción y objetivos con plazos más precisos en comparación con la evaluación de 2019. Mientras que Paraguay, ausente en la edición de 2019, aún tiene un margen de mejora considerable, Brasil destaca por sus estrategias sólidas, que presentan elementos concretos de implementación, monitoreo y evaluación.

Cuadro 8.1. Puntuación subdimensión 6.1: Políticas para mejorar la productividad

	Argentina	Brasil	Paraguay	Uruguay	Chile	Colombia	México	Perú	Ecuador	AL9	Mercosur	AP
Puntajes	3.71	4.85	3.24	3.82	4.75	4.85	4.33	4	4.39	4.21	3.90	4.48

Nota: Las puntuaciones se expresan en una escala de 1 a 5, siendo 5 la más alta.

Los países latinoamericanos avanzan al incluir objetivos mensurables en sus políticas para mejorar la productividad

Aunque todavía existe una notable ausencia de visión estratégica sobre el papel de las PyMEs en el proceso de transformación productiva (Dini and Stumpo, 2020[2]), los países latinoamericanos están trabajando activamente en estrategias para mejorar las medidas de productividad. Ocho de los nueve países cuentan con un plan estratégico para mejorar la productividad de las PyMEs.

En la evaluación de 2019, solo Colombia y Perú conectaron sus marcos estratégicos existentes con planes de acción y objetivos cuantificables y sujetos a plazos. Para 2024, todos los países avanzan en la inclusión de objetivos cuantificables en su estrategia. En particular, la iniciativa Brasil Mais Productivo (BMP, Brasil Más Productivo) de Brasil, que se actualizó recientemente, destaca por su enfoque bien diseñado, dirigido específicamente a la industria manufacturera y dando prioridad a las empresas ubicadas en agrupaciones empresariales (OECD, 2020[3]). Chile, como parte de la Agenda Productiva 2023, ha introducido un eje dedicado a las PyMEs, acompañado de objetivos estratégicos propuestos. Paraguay ha implementado el Plan Estratégico PyME 2018-2023, que cuenta con un diagnóstico integral y acciones específicas que identifican actores, coordinadores y objetivos. Mientras tanto, en Ecuador, junto con la Política Industrial 2016-2025 existente, el país ha establecido la Estrategia de Competitividad, asignando una de sus líneas de acción a Ecuador Productivo.

Cuadro 8.2. Estrategias de transformación productiva de los países de ALC

País	Estrategia de transformación productiva	Características de la estrategia
Argentina	Argentina productiva 2030 Plan de desarrollo productivo, industrial y tecnológico	El plan incluye varias referencias a las PyMEs a lo largo del mismo, con diferentes líneas de actuación a nivel programático. Este plan aboga por la integración de las PyMEs en las cadenas de suministro.
Brasil	Brasil más productivo (política federal)	Programa centrado en la mejora de la productividad de las PyMEs, con mecanismos claros de aplicación y sólidos sistemas de monitoreo y evaluación.
Chile	Agenda de Productividad 2023	La Agenda de Productividad 2023, contiene el eje 7 dedicado específicamente a PyMEs más productivas, con diagnóstico y propuesta de líneas de acción.
Colombia	CONPES 3866 Política Nacional de Desarrollo Productivo 2016-2025	La política busca promover el desarrollo productivo e incrementar la productividad de las empresas existentes en todas las regiones, contiene un diagnóstico y líneas de acción.
Ecuador	Estrategia de Competitividad de Ecuador: Ecuador Productivo, Ecuador Global y Ecuador Innova	La estrategia incluye un diagnóstico y delinea acciones para las PyMEs en todo el territorio, buscando la simplificación de procesos, la reducción de costos, la expansión de mercados, la integración en nuevos mercados y la agregación de valor. También hace hincapié en la importancia de fomentar la innovación y el espíritu emprendedor.
México	Programa Sectorial de Economía (PROSECO) Programa Especial de Productividad y Competitividad (PEPC) 2020-2024	El programa incluye, entre sus cuatro objetivos prioritarios, la promoción de la creación y consolidación de PyMEs productivas para una mayor inclusión productiva. El programa funciona como una herramienta para mejorar las capacidades a medio y largo plazo de las personas y las empresas en México.
Paraguay	Plan Estratégico para PyMEs 2018-2023	El Plan Estratégico cuenta con un diagnóstico y delinea acciones específicas que identifican actores, coordinadores y objetivos dedicados a las PyMEs.
Perú	Plan Estratégico de Desarrollo Nacional - Perú 2050 Plan Nacional de Competitividad y Productividad 2019-2030	El Plan Estratégico incluye el objetivo específico 3.4: Incrementar los niveles de desarrollo productivo y sustentable de las PyMEs con indicadores y metas para medir los avances. Plan con líneas de acción específicas para las PyMEs, con objetivos claros vinculados a plazos.
Uruguay	Diferentes acciones delineadas por la Estrategia Nacional de Desarrollo Uruguay 2050	Diversas acciones a nivel programático llevadas a cabo por DINAPYME.

El diálogo público-privado sobre productividad y la coordinación interministerial son prácticas arraigadas en AL9

Actualmente, todos los países con un plan estratégico para mejorar la productividad lo tienen en funcionamiento. Sin embargo, sólo Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México mencionan que está bien dotado de financiación para cubrir todas sus acciones, mientras que Perú afirma que está adecuadamente financiado para cubrir la ejecución de sus objetivos básicos.

Si bien estos planes estratégicos se coordinan interministerialmente, con la excepción de Paraguay, su implementación también ha estado acompañada de diálogos público-privados sobre productividad. Los esfuerzos de Argentina se destacaron durante la evaluación de 2019 con un programa de Mesas Ejecutivas para la Transformación Productiva en curso, mientras que el resto de los países de AL9 suelen dialogar a través de Consejos Consultivos. Estos consejos se encargan de informar, supervisar o definir un plan de trabajo colectivo.

Los países de ALC están realizando importantes esfuerzos para reforzar sus sistemas de monitoreo y evaluación de sus medidas de transformación productiva

Los países latinoamericanos se están esforzando en el monitoreo y la evaluación, lo que se traduce en planes de acción y estrategias más detallados con objetivos mensurables y vinculados a un calendario. Esto se suma a los indicadores clave de rendimiento a nivel de marco y a la notificación periódica de estadísticas. Uruguay ha establecido un Sistema de Indicadores de Seguimiento de la Productividad Industrial (SIMPI), manifestado en una plataforma web que ofrece medidas de la productividad total de los factores (PTF) por sector de actividad para orientar las decisiones de política pública. En cambio, Brasil dispone de indicadores para supervisar el rendimiento de sus políticas de mejora de la productividad, además de realizar un monitoreo de los beneficiarios de sus programas. Colombia ha demostrado un gran esfuerzo al incorporar un detallado Plan de Acción y Seguimiento (PAS) con objetivos cuantificables de duración definida.

Subdimensión 6.2: Políticas para mejorar las aglomeraciones productivas

Reforzar las redes y los vínculos de las PyMEs con socios clave es un elemento importante de la Recomendación de la OCDE sobre la política para PyMEs y la iniciativa empresarial. En general, la mayoría de los países de la región cuentan con políticas que promueven o fomentan la formación de clusters. Estos programas, que en el caso de algunos países se encontraban en fase piloto durante la evaluación de 2019, han adquirido mayor relevancia y madurez, lo que se evidencia en sus mayores esfuerzos de monitoreo y evaluación. Sin embargo, existen diversos escenarios en términos de implementación, con algunos países que reportan presupuestos suficientes para la implementación, mientras que otros enfrentan limitaciones de recursos, como se refleja en las puntuaciones generales para esta subdimensión (véase Cuadro 8.3).

Cuadro 8.3. Puntuación subdimensión 6.2: Políticas para mejorar las aglomeraciones productivas

	Argentina	Brasil	Paraguay	Uruguay	Chile	Colombia	México	Perú	Ecuador	AL9	Mercosur	AP
Puntajes	4.57	4.93	2.33	4.16	4.84	4.36	4.08	3.99	3.72	4.11	4	4.32

Nota: Las puntuaciones se expresan en una escala de 1 a 5, siendo 5 la más alta.

Las políticas públicas en América Latina apoyan activamente la creación de clusters productivos, promoviendo su formación a través de diversos incentivos

Siete de los nueve países evaluados cuentan con políticas públicas que incentivan la formación de aglomeraciones productivas, como parte de las estrategias de implementación evaluadas en la subdimensión 6.1. Los cambios más significativos en esta subdimensión se observan en México. En 2019, el INADEM gestionó diversas convocatorias para la asociatividad de las PYMES, pero con su disolución, la prioridad pasó a la empresa pública estratégica. Esto transfirió la responsabilidad de las medidas para mejorar las asociaciones productivas a la Secretaría de Economía (SE), junto con leyes estatales que promueven estos esfuerzos. En Ecuador, hubo un giro positivo con el Decreto Ejecutivo No.68, asignando al Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca (MPCEIP) la responsabilidad de brindar asistencia técnica y financiera a las PyMEs que deseen formar o unirse a un cluster, implementando diversas acciones. Sin embargo, no existen registros de avances de su reciente creación.

Por otro lado, en materia de parques industriales en Uruguay, el nuevo régimen, basado en la Ley Nº 19.784 y reglamentado por el Decreto Nº 79/2020, introdujo, el concepto de Parques Científico-Tecnológicos, manteniendo el concepto de Parques Industriales y definiendo la modalidad de Parque Especializado.

Las limitaciones presupuestarias plantean uno de los retos más importantes para la aplicación de las políticas destinadas a promover las agrupaciones industriales y la aglomeración de empresas

Las altas puntuaciones en el bloque temático de planificación y diseño se ven algo atenuadas por los resultados en el bloque temático de implementación. Aunque la mayoría de los países evaluados cuentan con políticas orientadas a la promoción de clusters industriales y aglomeraciones empresariales, y se ha producido una movilización de fondos principalmente a través de canales gubernamentales para su implementación, sólo la mitad de ellos indican poseer un presupuesto suficiente para financiar sus iniciativas.

La mayoría de los programas están estructurados como convocatorias de propuestas, con Chile, Perú y Uruguay -cuyos programas se encontraban en la fase de implementación piloto durante la evaluación de 2019- mostrando ahora una mayor madurez.

En primer lugar, América Latina cuenta con sólidos sistemas de monitoreo y evaluación de sus políticas de fomento del asociacionismo productivo.

Los sistemas de monitoreo y evaluación de los programas de apoyo a las agrupaciones son predominantemente sólidos, y sus resultados orientan los ajustes y cambios. Al mismo tiempo, todos los países indican que recopilan datos sobre la ubicación geográfica y la concentración de las PyMEs que se benefician de los servicios de apoyo. Un ejemplo de ello es el Programa de Apoyo a la Competitividad de Argentina, que incluye informes públicos semestrales de monitoreo con indicadores clave de rendimiento centrados tanto en los resultados como en el impacto.

Subdimensión 6.3: Integración en las cadenas de valor regionales y globales

Los esfuerzos para integrar a las PyMEs en las CVG varían mucho entre los países de AL9, como indican las puntuaciones obtenidas para esta subdimensión (véase Cuadro 8.4). Mientras que algunos países cuentan con prácticas bien establecidas, otros, debido a décadas de políticas orientadas hacia el interior, se han mantenido al margen de las CVG.

Cuadro 8.4. Puntuación subdimensión 6.3: Integración en las cadenas de valor regionales y globales

	Argentina	Brasil	Paraguay	Uruguay	Chile	Colombia	México	Perú	Ecuador	AL9	Mercosur	AP
Puntajes	3.96	1.26	2.40	4.49	4.12	4.14	4.28	3.80	3.77	3.58	3.03	4.08

Nota: Las puntuaciones se expresan en una escala de 1 a 5, siendo 5 la más alta.

Los programas de apoyo destinados a facilitar la inclusión de las PyMEs en las cadenas de valor globales en AL9 presentan una amplia heterogeneidad

La Recomendación de la OCDE sobre Política para PyMEs y Emprendimiento destaca la importancia de las medidas políticas para mejorar la participación de las PyMEs y los emprendedores en las CVG. Los países que no participaron en la evaluación de 2019, a saber, Brasil y Paraguay, carecen de programas gubernamentales de apoyo a la integración de las PyMEs en las CVG. Por el contrario, los otros siete países presentan sistemas relativamente avanzados en este ámbito, lo que se refleja en puntuaciones superiores al nivel 4. Esta disparidad, con Brasil y Paraguay en el nivel 1, subraya la importante heterogeneidad de la región. En el caso de estos siete países, sus programas se ajustan a las estrategias descritas en la subdimensión 6.1 y siguen buenas prácticas en materia de consultas público-privadas. La variación en las puntuaciones se deriva principalmente de la gama de actividades a las que estos programas se dirigen o dan prioridad para facilitar la integración de las PyMEs en las CVG, junto con el hecho de si pretenden concienciar sobre los beneficios de la integración en las CVG.

En particular, México destaca con la plataforma MIPYMES.MX, una iniciativa posterior a COVID-19 que cuenta con secciones dedicadas al desarrollo de capacidades y a la exportación. Esta plataforma orienta a las PyMEs mexicanas en sus esfuerzos por integrarse en las CVG. Argentina, a través de su plan Argentina Productiva 2030, ha destinado una sección específica a la integración de las PyMEs en las cadenas de suministro. El Programa de Desarrollo de Proveedores de Uruguay, que se encontraba en su fase inicial en 2019, ha madurado significativamente desde entonces. Mientras tanto, las iniciativas actuales de Perú están dirigidas por el Plan Nacional de Exportación - PENX 2025, que incluye un pilar específico dedicado a la integración en las CVG.

La cofinanciación a través de Programas de Apoyo a Proveedores es una práctica habitual en los países latinoamericanos

Los esfuerzos de los países de AL9 para integrar a las PyMEs en las CVG se centran principalmente en programas de desarrollo de proveedores. Desde la última evaluación, no se han producido cambios significativos en estos programas. En el caso de Chile, Colombia, Perú y Uruguay, las convocatorias abiertas se dirigen a las grandes empresas para que presenten propuestas para el desarrollo de sus proveedores. En cambio, Argentina y México se dirigen directamente a los propios proveedores.

Aunque se han producido cambios positivos en el monitoreo y la evaluación, aún queda mucho por mejorar.

Todos los países de AL9 que cuentan con programas destinados a facilitar la inclusión de las PyMEs en las CVG disponen de mecanismos activos de monitoreo y evaluación. Sin embargo, su desarrollo varía significativamente, no sólo en la forma en que se ejecutan, sino también en los elementos que incorporan. El programa de proveedores de Chile cuenta con una larga y consolidada trayectoria como mecanismo sólido.

En cambio, países como Uruguay, además de sus esfuerzos en curso, están en proceso de adaptar el MIEM, un programa informático diseñado para centralizar la información sobre el apoyo prestado a las empresas. Esto incluye la identificación de cada programa, ayuda o importe concedido, el sector de la empresa y la zona en la que se centra la ayuda. Esta iniciativa pretende mejorar la eficacia en el acceso a la información, permitiendo un mejor monitoreo y control de los beneficiarios, así como un análisis más exhaustivo de los instrumentos en vigor.

Transformación productiva para el desarrollo de PyMEs dirigidas por mujeres

México y Chile han puesto en marcha programas gubernamentales específicos para fomentar la integración de las PyMEs dirigidas por mujeres en las cadenas de valor globales.

El gobierno mexicano participa en la iniciativa "SheTrades" del Centro de Comercio Internacional (CCI), que beneficia a PYMES lideradas por mujeres. Sirve como plataforma para el intercambio de experiencias entre empresarias, socios estratégicos y gobiernos, promoviendo el desarrollo productivo y la integración a las CVG. Activa Empresarias es una iniciativa conjunta del Sistema de las Naciones Unidas en Chile, que proporciona una plataforma colaborativa e inclusiva para conectar las ofertas de las mujeres empresarias con los requisitos de productos/servicios de las empresas compradoras. Su objetivo es aumentar la participación de las empresas dirigidas por mujeres en las cadenas de suministro, tanto a nivel nacional como internacional, mostrando el trabajo de las mujeres y promoviendo oportunidades para mejorar la productividad y la competitividad en diversos sectores económicos.

En cuanto al establecimiento de indicadores nacionales de desempeño específicos de género para supervisar los resultados de las políticas destinadas a mejorar la productividad de las PyMEs, solo el MIEM de Uruguay ha mejorado sus sistemas de información de cartera, incluida la recopilación de datos sobre sus políticas y registros. En este sentido, en el marco del V Plan Nacional de Acción de Gobierno Abierto 2021-2024, coordinado por la AGESIC, se está implementando el Programa de Transparencia y Rendición de Cuentas de los beneficios otorgados al sector productivo y empresarial. En este programa se han incluido indicadores de género para medir los resultados de las políticas dirigidas a mejorar la productividad de las PYMES, entre otros.

El camino a seguir

Basándose en las iniciativas en curso, los responsables políticos de la región AL9 podrían dar prioridad a las recomendaciones expuestas en el Cuadro 8.5.

Cuadro 8.5. Recomendaciones para la dimensión 6. Transformación productiva

Ámbito	Retos y oportunidades	Recomendaciones de políticas
Políticas para mejorar la productividad	Las estrategias existentes pueden mejorar su eficacia integrando plazos concretos y definiendo claramente los actores responsables de cada línea de actuación.	Mejorar las estrategias elaborando planes de acción con plazos concretos y actores responsables claramente identificados para garantizar una aplicación eficaz.
Medidas de fomento de la asociación productiva e integración en las cadenas de valor regional y globales	Las políticas públicas de ALC que apoyan activamente la creación de agrupaciones productivas, promoviendo su formación mediante diversos incentivos, pueden aumentar la concienciación sobre los beneficios asociados a la adhesión a estas agrupaciones. Existe una considerable heterogeneidad entre los países de AL9 en sus estrategias de integración de las PYME en las cadenas de valor globales. Mientras que algunos países pueden reforzar las iniciativas existentes, otros podrían beneficiarse de aprender de las experiencias de sus homólogos para aprovechar las ventajas de la integración.	Realizar un mapeo exhaustivo de las agrupaciones existentes y establecer una base de datos consolidada de los mecanismos de apoyo disponibles para las PyMEs. Esta iniciativa pretende concienciar sobre las ventajas asociadas a la pertenencia a clusters y a la integración en cadenas de valor globales. Brasil y Paraguay, basándose en las buenas prácticas de sus homólogos de AL9, podrían poner en marcha programas de desarrollo de proveedores para fomentar los vínculos empresariales entre las PyMEs locales con el objetivo de impulsar la participación de las PyMEs en las cadenas de valor globales. Introducir iniciativas de matchmaking para fomentar vínculos más fuertes entre las PyMEs y las grandes empresas, aprovechando el potencial de las grandes empresas para actuar como clientes, socios de innovación y asesores de las PyMEs. Establecer vínculos entre las organizaciones nacionales de clusters y los agentes regionales, reflejando la importancia de la proximidad espacial en gran parte de la actividad de los clusters. Mejorar el monitoreo basado en los resultados y la recopilación de datos para las políticas que promueven la integración de las PyMEs en las cadenas de valor globales. Poner en marcha un marco para medir el rendimiento de las PyMEs tras adoptar las iniciativas previstas, con el objetivo de proporcionar información valiosa sobre los efectos tanto positivos como negativos de las políticas seleccionadas. Esta evaluación demostrará posteriormente la viabilidad de estas políticas tanto para los beneficiarios como para la asignación eficaz de los recursos gubernamentales. Los países AL9 podrían considerar la posibilidad de llevar a cabo evaluaciones periódicas de las CVG para identificar sectores con gran potencial y descubrir nuevas oportunidades de mercado, lo que permitiría tomar decisiones informadas sobre el apoyo directo a las PyMEs.

Referencias

[2] Dini, M. and G. Stumpo (2020), Mipymes en América Latina: un frágil desempeño y nuevos desafíos, https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/2c7fec3c-c404-496b-a0da-e6a14b1cee48/content.

[3] OECD (2020), SME and Entrepreneurship Policy in Brazil 2020, OECD Studies on SMEs and Entrepreneurship, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/cc5feb81-en.

[1] OECD/CAF (2019), América Latina y el Caribe 2019: Políticas para PYMEs competitivas en la Alianza del Pacífico y países participantes de América del Sur, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/60745031-es.