Este capítulo ofrece una evaluación de Brasil. Comienza con una visión general del contexto brasileño y, a continuación, analiza los progresos de Brasil en ocho dimensiones mensurables. El capítulo concluye con recomendaciones de políticas específicas.
Índice de Políticas para PyMEs: América Latina y el Caribe 2024
13. Brasil
Resumen
Panorama
Brasil debuta en el Índice de Política para PyMEs (SME PI) de América Latina y el Caribe con un buen rendimiento general (véase Figura 13.1), situándose por encima de la media regional en cuatro de las ocho dimensiones evaluadas: Marco institucional (Dimensión 1), Servicios de desarrollo de las PyMEs y contratación pública (Dimensión 4), Innovación y tecnología (Dimensión 5) y Digitalización (Dimensión 8). Se sitúa en la media en la dimensión Acceso Al Financiamiento (Dimensión 3).
Sin embargo, los notables resultados del país en las medidas de mejora de la productividad y asociación se ven contrarrestados por importantes retos en la integración del comercio global, lo que supone un gran obstáculo para la internacionalización de las PyMEs. Esto afecta a sus resultados en las dimensiones de Transformación Productiva (Dimensión 6) y Acceso al Mercado e Internacionalización (Dimensión 7). Además, a pesar de un compromiso a largo plazo con la simplificación legislativa y la reforma normativa, el entorno operativo de las PyMEs en Brasil sigue siendo relativamente difícil, marcado por procedimientos complejos y elevadas cargas administrativas, especialmente en lo que respecta al registro de empresas y a los procesos de declaración y pago de impuestos.
La creación del nuevo Ministerio de Emprendimiento, Microempresa y Pequeña Empresa subraya la importancia que la administración que asumió el poder el 1 de enero de 2023 atribuye al desarrollo de las PyMEs. Esto representa una valiosa oportunidad para que Brasil siga avanzando en sus políticas de desarrollo de las PyMEs.
Contexto
Durante 2020, Brasil se vio significativamente afectado por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, experimentó una de las contracciones del PIB más bajas de la región, con un 3,6% (OECD, 2024[1]). Los niveles de pobreza y pobreza extrema, del 16,3% y el 1,4% respectivamente, aunque elevados, fueron inferiores a la media de la región de América Latina y el Caribe (ALC) (OECD et al., 2021[2]). En 2021, la economía brasileña mostró una recuperación, alcanzando una tasa de crecimiento del 5,3%, atribuida al éxito de la campaña de vacunación y al impulso del consumo interno. En 2022, el crecimiento se desaceleró hasta el 3%, influido por políticas monetarias restrictivas y efectos meteorológicos adversos que limitaron la producción y la productividad agrícolas (OECD, 2023[3])La economía brasileña creció un 3% en 2023, impulsada por sectores como la agricultura, la industria y los servicios, junto con el aumento del consumo de los hogares. Sin embargo, se prevé una ralentización en 2024, con una tasa de crecimiento prevista del 1,8%, atribuida a la reducción del consumo privado y la inversión debido al endurecimiento de las condiciones crediticias (OECD, 2024[1]).
En Brasil, el principal indicador de la inflación es el Índice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA), que registró un aumento del 5,7% en 2022, por debajo del máximo del 10,1% alcanzado en 2021. La tasa de inflación relativamente elevada, unida al endurecimiento de las condiciones crediticias, contribuyó a debilitar el consumo de los hogares en 2022. En respuesta a las presiones inflacionistas observadas en 2021, derivadas de las presiones mundiales sobre los precios de las materias primas y la energía, el Comité de Política Monetaria del Banco Central de Brasil siguió una senda restrictiva, que concluyó con un tipo de interés de referencia del 13,75% a finales de 2022. En 2023, la inflación se moderó hasta el 4,6% en el marco de una política monetaria más restrictiva aplicada desde 2022, alcanzando el tipo de interés oficial el 11,7% en diciembre de ese año (COPOM, 2023[4]). Se prevé un nuevo descenso de la inflación, lo que probablemente dará lugar a nuevas reducciones del tipo de interés, apoyando la inversión y el consumo de los hogares.
En 2022, la tasa de desempleo de Brasil alcanzó un máximo del 9,3%, mostrando una notable disminución con respecto al 13,2% registrado en 2021, lo que indica una recuperación postpandemia (IBGE, 2023[5]). Sin embargo, una parte considerable de la mano de obra sigue ocupada en el trabajo informal. En 2023, la tasa de desempleo seguía disminuyendo hasta el 7,7%, mientras que el sector informal representaba el 39,2% de la población activa. Las microempresas y las pequeñas empresas contribuyen en gran medida a la creación de empleo, ya que se calcula que crearon 12,4 millones de puestos de trabajo entre 2007 y 2019 (OECD, 2022[6]).
Dimensión 1. Marco institucional
Brasil ha establecido un marco institucional avanzado para la política de las PyMEs, marcado por la presencia de una agencia nacional de desarrollo de las PyMEs bien financiada y estructurada: Serviço Brasileiro de Apoio às Micro e Pequenas Empresas (Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas, SEBRAE) y varias instituciones especializadas, algunas de las cuales operan en colaboración con el sector privado. Esto queda patente en la puntuación global de 4,26 obtenida por Brasil en la dimensión relativa al marco institucional de las PyMEs. La importancia concedida a la política de las PyMEs se ve subrayada por la reciente creación del Ministerio de Emprendimiento, Microempresa y Pequeña Empresa.
Brasil carece de una definición unificada de PyME. Por un lado, el gobierno federal utiliza ampliamente la definición establecida por la Ley 123/2006 basada en los ingresos brutos anuales. Por otro lado, diversas instituciones implicadas en la política de PyME utilizan criterios diferentes. El Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, IBGE) considera el número de empleados para la investigación, teniendo en cuenta el sector de actividad en la industria, el comercio y los servicios, un método que también utiliza el SEBRAE siempre que no se disponga de datos sobre los ingresos brutos anuales. Según la definición del SEBRAE, una microempresa tiene hasta 19 asalariados (Industria) o hasta 9 asalariados (Comercio y Servicios); una pequeña empresa tiene de 20 a 99 asalariados (Industria) o de 10 a 49 asalariados (Comercio y Servicios); y una mediana empresa tiene de 100 a 499 asalariados (Industria) o de 50 a 99 asalariados (Comercio y Servicios). El Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (BNDES) emplea su propia definición basada en la facturación anual. Como resultado, la puntuación de Brasil en la subdimensión Definición de PyME es 4.
Por el contrario, Brasil obtiene una de las puntuaciones más altas en la subdimensión de Planificación estratégica, diseño de políticas y coordinación, con 4,32. Desde octubre de 2023, el mandato federal para la política de las PyMEs se ha asignado al Ministerio de Emprendimiento, Microempresa y Pequeña Empresa mediante la escisión del Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios. Antes de este cambio, entre 2015 y 2023, el mandato dependía del Ministerio de Economía y anteriormente, de 2013 a 2015, fue gestionado por la Secretaría de la Micro y Pequeña Empresa, dependiente de la Presidencia Federal. La creación del nuevo ministerio subraya la importancia atribuida por la administración que asumió el cargo el 1 de enero de 2023 al desarrollo de las PyMEs.
El marco institucional actual para la política de las PyMEs en Brasil ha sido establecido por la Ley nº 123 del 6 de diciembre de 2006. Esta ley introdujo el Estatuto Nacional de la Microempresa y de la Pequeña Empresa, que esboza las normas generales de apoyo a las PyMEs y define las competencias a nivel federal, estatal y municipal, incluido el Distrito Federal de Brasilia, en relación con los regímenes fiscales, el trabajo, las normas de seguridad social y el acceso al crédito para las microempresas y las pequeñas empresas. La ley asigna explícitamente a la Unión (Gobierno Federal) el mandato de formular la Política Nacional de Desarrollo de las Micro y Pequeñas Empresas.
En 2019 se elaboró el primer plan nacional para el desarrollo de las PyMEs. Actualmente se está formulando en Brasil un nuevo plan plurianual para el desarrollo de las PyMEs mediante un proceso de consultas interministeriales y entre los sectores público y privado. Este plan está diseñado para abarcar seis dimensiones políticas e incluirá una sección sobre monitoreo y evaluación.
La aplicación de las políticas en Brasil se lleva a cabo a través del Sistema S. Las organizaciones del Sistema S se clasifican como "organizaciones paraestatales" con autonomía operativa y fuentes de financiación independientes derivadas de un impuesto sobre los salarios. Aunque estos organismos trabajan bajo la dirección del gobierno, gozan de cierto grado de autonomía. El Sistema S incluye varias agencias públicas con tareas especializadas.
Por otro lado, SEBRAE funciona como la principal agencia para el desarrollo de las PyMEs en el país. SEBRAE tiene una plantilla de más de 6.800 empleados y oficinas en todo el país. La agencia está dirigida por el Consejo Deliberativo Nacional, que incluye a representantes de instituciones públicas y de las principales organizaciones del sector privado.
Otros organismos del Sistema S son el Serviço Nacional de Aprendizagem Industrial (Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial, SENAI), responsable de la formación profesional industrial, y el Serviço Nacional de Aprendizagem Comercial (Servicio Nacional de Aprendizaje Comercial, SENAC), el servicio nacional de formación. El Foro Permanente de la Micro y Pequeña Empresa, compuesto por todos los ministerios y organismos públicos que se ocupan de la política de las PyMEs, junto con representantes de las organizaciones del sector privado, desempeña las funciones de coordinación, monitoreo y evaluación de las políticas.
Además, Brasil tiene una práctica bien establecida de Consultas público-privadas (CPP), respaldada por un marco jurídico avanzado, como indica su puntuación de 4,33 en esta subdimensión. La base legal para esta práctica se ha fortalecido con el art. 29 de la Ley 13.655 de 2018, que estipula que la emisión de actos normativos puede ser precedida por una Consulta Pública para obtener aportes de las partes interesadas, preferiblemente a través de medios electrónicos, y estos aportes serán considerados en el proceso de toma de decisiones. Todos los organismos y sectores gubernamentales involucrados en la formulación de normas empresariales están obligados a realizar consultas públicas, permitiendo que la sociedad civil y las entidades privadas expresen sus puntos de vista y contribuyan al proceso.
El sector privado de Brasil demuestra una importante capacidad de presión y participa activamente en todas las fases de elaboración, aplicación y coordinación de las políticas. Las principales asociaciones del sector privado y de PyMEs forman parte de entidades como el Comitê Gestor do Simples Nacional (Comité Gestor del Simples Nacional). que contribuye a formular regímenes fiscales para las PyMEs, el Foro Permanente de Microempresas y Pequeñas Empresas, y el Consejo Deliberativo Nacional del SEBRAE. Estas plataformas ofrecen vías de participación y colaboración del sector privado en el proceso de formulación de políticas.
Además, el marco legal para las startups, establecido por la Ley 182/2021 y sancionado ese mismo año, representó un compromiso clave para fomentar el emprendimiento innovador en Brasil. Esta legislación introdujo conceptos y criterios para categorizar a las empresas como startups, definiéndolas como empresas nuevas o de reciente creación que incorporan la innovación en sus modelos de negocio, productos o servicios. La ley incluye medidas destinadas a mejorar el entorno empresarial general del país. En particular, hace hincapié en reforzar la seguridad jurídica de las inversiones en empresas de nueva creación.
En otro aspecto, el compromiso del gobierno para combatir la informalidad laboral y empresarial es evidente, como refleja la puntuación de 4,30 obtenida por Brasil en la dimensión Medidas para reducir la informalidad. El Estatuto de la Microempresa y de la Pequeña Empresa, aprobado en 2006, tenía como uno de sus principales objetivos la formalización de microempresarios individuales, microempresas y pequeñas empresas. Para estimular la formalización de las empresas, el gobierno brasileño ha tomado medidas para reducir las cargas administrativas y simplificar los procedimientos de administración fiscal.
Ejemplos de estas políticas son las medidas para racionalizar y simplificar el proceso de creación de una empresa, aplicadas a través de iniciativas como REDESIM (véase Dimensión 2. Entorno operativo y simplificación de los procedimientos) y la Ventanilla Única (VU). Además, el gobierno brasileño ha introducido regímenes fiscales simplificados como el Simples Nacional y el Microempreendedor Individual (MEI) para promover la formalización empresarial en Brasil. La creación del Instituto MEI tiene como objetivo expreso la formalización y la inclusión productiva de los emprendedores. Según las estadísticas disponibles, actualmente hay 15,5 millones de Microempresarios Individuales activos en el país.
El camino a seguir
Crear un grupo de trabajo compuesto por las instituciones pertinentes, representantes del sector privado, estadísticos y expertos en política de PyME para desarrollar una definición unificada de PyME adoptada por todas las instituciones públicas y autoridades locales.
Establecer mecanismos para supervisar la aplicación del nuevo plan de desarrollo de las PyMEs a medio plazo y recopilar los datos y la información necesarios para evaluar el impacto del plan en el desarrollo del sector de las PyMEs.
Garantizar la participación de los representantes del sector privado, incluidos los de los jóvenes empresarios, las mujeres empresarias, las nuevas empresas y las microempresas, en todas las fases de la política de la PyME, desde el diseño y la elaboración hasta la aplicación, el monitoreo y la evaluación.
Establecer un consejo consultivo integral que reúna y coordine las aportaciones políticas de diversas mesas de consulta, como Simples Nacional, el Foro Permanente de la Micro y Pequeña Empresa y el Consejo Deliberativo Nacional del SEBRAE.
Dimensión 2. Entorno operativo y simplificación de procedimientos
El entorno operativo de las PyMEs en Brasil es relativamente difícil, marcado por procedimientos complejos y elevadas cargas administrativas, especialmente en lo que respecta al proceso de registro de empresas y a la declaración y el pago de impuestos. A pesar del compromiso a largo plazo con la simplificación legislativa y la reforma normativa, el solapamiento de los regímenes jurídicos y normativos federales y estatales añade complejidad al sistema, creando barreras a la introducción y aplicación de reformas eficaces. Brasil obtiene una puntuación global de 3,03 en esta dimensión, ligeramente por debajo de la media regional (3,15).
La creación de la Red Nacional para la Simplificación del Registro y Legalización de Empresas y Negocios (REDESIM) por parte del Gobierno Federal en 2007 inició un proceso sistemático de simplificación legislativa y reforma normativa. Centrada inicialmente en los procesos de registro y constitución de empresas, REDESIM pretendía reducir el tiempo y los costes, automatizar y agilizar los procedimientos y eliminar las visitas innecesarias a los organismos públicos. Con el tiempo, el Gobierno amplió la simplificación legislativa y la reforma normativa a otros ámbitos, aunque a un ritmo relativamente lento. En la actualidad, sólo se ha revisado el 25% de la legislación empresarial, y los resultados de estas reformas han sido desiguales. En la actualidad, no existe un plan nacional global de simplificación legislativa y reforma reglamentaria, y las reformas se llevan a cabo de forma ad hoc.
El Análisis de Impacto Normativo (AIN) solo se aplica a los principales actos legislativos, y los informes de AIN no se publican sistemáticamente. Las directrices para el AIR se formalizaron con el Decreto n.º 10.411 en junio de 2020, asignando la supervisión a la Secretaría para la Defensa de la Competencia y la Competitividad de la Secretaría Especial para la Productividad, el Empleo y la Competitividad del Ministerio de Economía. Brasil obtiene una puntuación de 3,08 en la subdimensión de Simplificación legislativa y análisis del impacto regulatorio.
A pesar de las iniciativas emprendidas por REDESIM y las Instrucciones Normativas del Departamento Nacional de Registro Empresarial e Integração (Departamento Nacional de Registro e Integración Empresarial, DREI), los procedimientos de registro de empresas en Brasil siguen siendo relativamente complejos, lo que se refleja en la puntuación de 3,06 para la subdimensión Registro de empresas, ligeramente por debajo de la media de ALC (3,24). Desde 2020 se han realizado esfuerzos para agilizar los procedimientos de registro de empresas con diferentes entidades, lo que ha dado lugar a algunos avances. En la actualidad, estos procedimientos se completan, de media, en menos de un día.
Por ahora no hay ninguna ventanilla única operativa, pero los nuevos empresarios pueden interactuar con distintas administraciones en un mismo lugar (multiventanillas). Al registrarse, la nueva empresa recibe un número de identificación único que puede utilizarse en toda la administración pública. Actualmente, el registro en línea sólo está disponible para empresarios individuales y microempresas.
El gobierno federal ha introducido una herramienta de supervisión llamada Company Map para seguir los procesos de registro y cierre de empresas en todo el país. La herramienta proporciona datos mensuales sobre los procedimientos de registro de empresas, incluido el tiempo medio para abrir una empresa, el número de empresas abiertas y cerradas, y detalles sobre la ubicación y las actividades.
En otro orden de cosas, los resultados de Brasil en Facilidad para cumplimentar los impuestos son de 2,50, lo que indica importantes áreas de mejora en este ámbito. El sistema fiscal brasileño se caracteriza por un alto nivel de complejidad, lo que impone una pesada carga administrativa a las empresas privadas. Esta complejidad resulta de la combinación de regímenes fiscales y procedimientos administrativos federales y estatales.
Aunque el gobierno brasileño ha puesto en marcha medidas para simplificar el pago de impuestos, como la creación de los regímenes Simples Nacional y MEI, persisten los retos para las PyMEs brasileñas. Estos retos incluyen el alto coste del cumplimiento, un elevado número de impuestos y la complejidad de las normas fiscales tanto a nivel federal como estatal. Se han creado dos comités permanentes para trabajar en la reforma fiscal, y SEBRAE es miembro de ambos comités.
En el ámbito de los servicios de administración electrónica, Brasil obtiene una puntuación de 3,60. La transformación digital del Gobierno Federal se guía por dos documentos estratégicos: la Estratégia de Governo Digital (Estrategia de Gobierno Digital, EGD) 2020-2023, que se actualiza cada tres años, y la Estrategia Brasileña de Transformación Digital.
Las acciones relacionadas con la prestación de servicios de administración electrónica al sector privado son llevadas a cabo por la Secretaria de Governo Digital (Secretaría de Gobierno Digital, SGD) y el Ministério da Gestão e Inovação em Serviços Públicos (Ministerio de Gestión e Innovación en los Servicios Públicos). La Secretaria Extraordinária para Transformação do Estado (Secretaria Extraordinaria para la Transformación del Estado, SETE) y el Ministério da Gestão e da Inovação em Serviços Públicos (Ministerio de Gestión e Innovación en los Servicios Públicos, MGI) también actúan en este ámbito.
Los mandatos de estas entidades están definidos por el Decreto 10.332, aprobado en abril de 2020. La gama actual de servicios de administración electrónica es relativamente amplia y abarca ámbitos como la cumplimentación de impuestos, la cumplimentación de las cotizaciones a la seguridad social y la realización de encuestas estadísticas de empresas.
La DGA prevé la prestación de algunos servicios que beneficiarán a las PyMEs, incluidos servicios en línea para simplificar y agilizar la apertura, modificación y cierre de empresas en Brasil, con el objetivo de completar estos trámites en un día. Uno de los objetivos de la DGA era introducir al menos veinte nuevos servicios interoperables de interés para empresas y organizaciones de aquí a 2022.
El camino a seguir
El Gobierno Federal de Brasil podría revitalizar el programa de reforma regulatoria y simplificación legislativa, aprovechando la experiencia acumulada por REDESIM en el registro de empresas. Podría empezar por identificar los principales obstáculos reglamentarios a los que se enfrentan las empresas privadas, realizar un análisis exhaustivo de las barreras actuales al crecimiento de la empresa privada y formular un plan a medio plazo para un programa de reforma reglamentaria con objetivos claramente definidos y seleccionados en cooperación con representantes del sector privado.
Racionalizar los procedimientos de registro de empresas, incluyendo el registro simultáneo ante las autoridades federales y estatales, estableciendo una red de ventanillas únicas y ampliando los procedimientos de registro en línea a todas las categorías de empresas.
Considerar la creación de un grupo de trabajo para formular una reforma del régimen fiscal aplicado a las PyMEs, evaluando el tipo impositivo efectivo para los distintos tipos de PyME y minimizando el número de declaraciones y pagos de impuestos exigidos por las autoridades fiscales federales y locales.
Poner en marcha programas para fomentar la adopción de servicios de administración electrónica por parte de las PyMEs como parte de la Estrategia de Gobierno Digital posterior a 2023.
Dimensión 3. Acceso al financiamiento
Brasil se sitúa en el nivel medio en la dimensión Acceso al financiamiento, con una puntuación de 3,25. En la subdimensión Marco legal, regulatorio e institucional del acceso al financiamiento, Brasil obtiene una puntuación de 3,08, por debajo de la media de 3,46 de AL9. Esta puntuación inferior se debe principalmente a su limitada regulación del mercado de valores. Sin embargo, Brasil destaca en el registro de activos y la ponderación de garantías. El país cuenta con normativas e instituciones muy desarrolladas para el registro de activos tangibles e intangibles. Los bienes muebles son ampliamente aceptados como garantía, con el apoyo de un catastro accesible, aunque parcialmente en línea, y un registro público de garantías reales sobre bienes muebles. Además, la normativa relativa al porcentaje de garantía exigido para los préstamos a medio plazo a las PyMEs es mínima. A pesar de estos puntos fuertes, Brasil se enfrenta a importantes retos debido a la falta de un marco jurídico para el mercado de capitales de las PyMEs, un apoyo mínimo para cumplir los requisitos de cotización y la ausencia de un mercado separado para las PyMEs de baja capitalización.
Por otra parte, Brasil alcanza la puntuación más alta entre los países AL9 en la subdimensión Fuentes diversificadas de financiación empresarial, con un 4,62, gracias a su amplia gama de productos financieros disponibles para las PyMEs. Destacan los programas de financiación a la exportación del Banco do Brasil y del BNDES, que proporcionan recursos a los exportadores para la producción y comercialización en el extranjero. Además, la Ley Complementaria nº 123/2006 (Estatuto Nacional de las Micro y Pequeñas Empresas) prevé, en su artículo 60-A, la creación del Sistema Nacional de Garantía de Crédito (SNGC), que integrará el Sistema Financiero Nacional. Para facilitar esto, se publicó el Decreto No. 10.780/2021, que delinea la propuesta e implementación de acciones destinadas a establecer y consolidar el SNGC, regular la aceptación y provisión de garantías por parte de las instituciones financieras dentro del SNGC, y establecer criterios prudenciales y de supervisión, entre otras medidas. Sin embargo, este reglamento sigue siendo objeto de debate en el seno del Grupo de trabajo creado oficialmente en 2021 por la Orden Interministerial SEPEC-SETO-ME-BCB nº 11.591/2021.
Además, Brasil cuenta con planes de microfinanciación financiados por el Estado y regula mecanismos como la microfinanciación a través de la Resolución 88 de la CVM, que ha introducido importantes innovaciones para aumentar los volúmenes de financiación y la seguridad de los inversores en el país.
En la subdimensión de Educación financiera, Brasil obtiene una puntuación de 3,30, una de las más altas de la región. Esta elevada puntuación es el resultado de los esfuerzos realizados para diseñar y aplicar una Estrategia Nacional de Educación Financiera que incluye a las PyMEs como grupo destinatario clave. El SEBRAE de Brasil ofrece en su sitio web una amplia gama de programas y cursos gratuitos de educación financiera dirigidos a PyME y empresarios. Además, se han realizado esfuerzos para recopilar información sobre las capacidades financieras de la población, aunque la mayoría de las mediciones no se han centrado específicamente en los conocimientos de los microempresarios. Por ejemplo, en 2020, la Comisión de Valores, con el apoyo de la CAF, realizó encuestas de capacidad financiera a individuos utilizando la metodología de la OCDE. Sin embargo, estas encuestas se centran en medir la educación financiera de los individuos, no de las PyMEs. La OCDE desarrolló una metodología específica en la que Brasil participó en un ejercicio de medición, y los resultados se publicaron en 2021. Además, como parte de las evaluaciones PISA de la OCDE, se han medido los conocimientos financieros de los jóvenes (15 años) en Brasil.
Por último, Brasil se enfrenta a retos en la subdimensión de Procedimientos eficientes para hacer frente a la quiebra, con una puntuación de 2,02. Aunque cuenta con leyes de aplicación universal basadas en principios internacionalmente aceptados, estas leyes no se aplican a las empresas estatales, y el país carece de sistemas de alerta temprana para situaciones de insolvencia. Aunque la Ley de Insolvencia prevé mecanismos de conciliación antes de la quiebra, no existen sistemas de alerta temprana ni acuerdos extrajudiciales menos gravosos. Además, los datos de las empresas insolventes no son accesibles al público y, una vez pagada la deuda, el caso se elimina casi automáticamente del registro.
En cuanto a ofrecer nuevas oportunidades a los emprendedores cuyas ideas iniciales no han tenido éxito, Brasil aún no ha desarrollado políticas públicas en este sentido, lo que representa un área de mejora que podría complementarse con esfuerzos adicionales de educación financiera dirigidos a las PyMEs. También es destacable la falta de regulación de las operaciones garantizadas, que no contempla la recuperación de activos tras la reorganización empresarial ni prioriza el pago de impuestos u otras deudas. Por último, el tratamiento diferenciado de las micro y pequeñas empresas en los procesos de insolvencia, con plazos de pago ampliados, es otra cuestión relevante en el marco regulatorio brasileño.
El camino a seguir
Reforzar la accesibilidad y disponibilidad del catastro y los registros de garantías.
Promover un marco jurídico del mercado de capitales para las PyMEs.
Desarrollar una estrategia para apoyar a las PyMEs en el cumplimiento de los requisitos de cotización y promover la creación de una sección o mercado separado para las PyMEs escasamente capitalizadas.
Brasil podría seguir reforzando la coordinación entre las distintas instituciones públicas y privadas que trabajan para promover la educación financiera de las PyMEs, con el fin de mejorar la eficacia de los programas y evitar duplicaciones.
Diseñar y aplicar mecanismos de alerta temprana para identificar posibles situaciones de quiebra y poder tomar las medidas correctivas necesarias.
Desarrollar un marco jurídico para las operaciones garantizadas.
Diseñar y aplicar programas de formación para segundas oportunidades, dirigidos a personas que han visto quebrar sus empresas.
Dimensión 4. Servicios de desarrollo de las PyMEs y compras públicas
Brasil muestra un buen rendimiento en esta dimensión, con una puntuación global de 4,57, sólo por detrás de otros dos países de la región. El rendimiento es especialmente sólido en los servicios de desarrollo empresarial (4,67) y los servicios de desarrollo empresarial (4,60), con un rendimiento relativamente inferior en las compras públicas (4,40).
SEBRAE tiene el mandato de planificar, coordinar y orientar los programas técnicos de apoyo a las PyMEs, en consonancia con la política nacional de desarrollo y, en concreto, con las políticas relacionadas con la industria, el comercio y la tecnología. La elaboración de la política de servicios de desarrollo empresarial (SDE) se apoya en estudios sobre la demanda de dichos servicios, en particular el Global Entrepreneurship Monitor, y en investigaciones de la Unidade de Gestão Estratégica (Unidad de Gestión Estratégica) de SEBRAE.
Las operaciones del SEBRAE se financian mediante impuestos o ingresos de naturaleza fiscal, según la información facilitada por el gobierno. Esto representa una ventaja frente a otros modelos menos sostenibles financiados por préstamos o por la financiación de la asistencia internacional. Algunos de los programas emblemáticos de SDE son el Programa Brasil Mais Produtivo (Brasil Más Productivo, BMP), cuyo objetivo es mejorar la calidad de la gestión en las PyMEs y la adopción de tecnologías digitales y procesos innovadores, y que ha sido actualizado recientemente (véase Dimensión 6. Transformación productiva). El apoyo se presta en forma de cursos de formación, apoyo técnico y consultoría especializada totalmente financiados por el SEBRAE para las empresas que reúnen los requisitos, así como planes de cofinanciación con asociaciones empresariales y municipios. Un ejemplo es el programa EMPRETEC para la formación de competencias empresariales en el que SEBRAE financia el 70% del programa y el empresario el 30% restante. El presupuesto para SDE en Brasil es de aproximadamente 5.500 millones de reales (1.280 millones de dólares), financiados principalmente por SEBRAE y que representan el 0,11% del presupuesto total del gobierno.
Además, las acciones de SEBRAE también tienen como objetivo promover el desarrollo de un mercado privado de SDE a través del Sistema de Gestão de Fornecedores do SEBRAE (Sistema de Gestión de Proveedores), que ofrece licitaciones abiertas para la acreditación de consultores del sector privado en áreas como recursos humanos, espíritu empresarial, educación, servicios financieros y contables, marketing y ventas, negocios internacionales, planificación empresarial, etc.
Otra iniciativa importante para apoyar a los empresarios emergentes es el llamado Sistema S (véase Dimensión 1. Marco institucional), que pretende promover el desarrollo de las empresas brasileñas a través de servicios administrados por entidades privadas que ofrecen formación y asistencia a los empresarios.
Brasil también se beneficia de un sistema de leyes, reglamentos y medidas para promover la participación de las PyMEs en las oportunidades de contratación pública, incluyendo la división en lotes de las licitaciones a partir de un determinado tamaño, la posibilidad de formar consorcios de PyME y participar en licitaciones conjuntas, cuotas de participación para las PyMEs y pagos puntuales.
Brasil cuenta con un sistema bien establecido de contratación electrónica (e-procurement), conocido como Comprasnet. Comprasnet es una plataforma de contratación pública electrónica que utilizan los organismos federales, los gobiernos estatales, los municipios y las empresas públicas. La plataforma se utiliza para una amplia gama de actividades de contratación, incluida la publicación de licitaciones, la presentación de ofertas y la adjudicación de contratos. Se han introducido algunas medidas para facilitar la participación de las PyMEs en Comprasnet, incluido un proceso de registro simplificado y regímenes especiales para que las PyMEs participen en la contratación pública. Además, Brasil aplica un Sistema de Cadastramento Unificado de Fornecedores (Sistema de Registro Unificado de Proveedores) que contribuye a facilitar la participación de las PyMEs en la contratación pública proporcionando una lista de proveedores que pueden participar en la contratación pública en Brasil y facilita la verificación de las cualificaciones de los proveedores. En general, Brasil cuenta con un sólido marco político para la prestación de servicios de desarrollo empresarial para PyME y emprendedores y un marco de contratación pública completo que facilita la participación de las pequeñas empresas en los mercados públicos.
El camino a seguir
Para avanzar, Brasil podría más:
Aclarar explícitamente cómo el sistema de SDE implementado por SEBRAE ayuda a avanzar en la estrategia nacional de PyMEs y en los objetivos del plan nacional de desarrollo.
Desarrollar las medidas de apoyo a los emprendedores y a las startups, en particular la existencia y el funcionamiento de sistemas nacionales de incubadoras y aceleradoras de empresas, más allá de la existencia del Sistema S.
Aclarar cómo aprovechan las PyMEs el sistema nacional de contratación electrónica y establecer programas o SDE para ayudar a las PyMEs a participar mejor en los mercados públicos.
Dimensión 5. Innovación y tecnología
Brasil cuenta con un impresionante abanico de ayudas públicas a disposición de las PyMEs para facilitar e incentivar la innovación, que forman parte de un sólido marco para la política de innovación. Sin embargo, las deficiencias en las prácticas de monitoreo y evaluación lastran la puntuación de Brasil en la dimensión Innovación y tecnología que, con un 4,11, se sitúa por encima de la media regional (3,98).
La Política Nacional de Innovación fue establecida por el Decreto nº 10 534 en octubre de 2020. Esto proporciona el marco para la política de innovación de Brasil. La Cámara de Innovación se creó como instrumento para supervisar la aplicación de la Política Nacional de Innovación. El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación actúa como secretaría de la Cámara, que es presidida por la Casa Civil y cuenta con la participación de otros nueve ministerios. En 2021, la Cámara de Innovación aprobó la Estrategia Nacional de Innovación y los Planes de Acción, que establecen las iniciativas que deben adoptarse en este ámbito durante el siguiente período de cuatro años. La estrategia contiene una serie de acciones dirigidas a las PyMEs, entre las que se incluyen ayudas para formación y consultoría en sectores específicos, así como subvenciones para el desarrollo tecnológico. En general, el marco de la política de innovación de Brasil está bien organizado, se centra especialmente en las PyMEs y cuenta con mecanismos para fomentar la coordinación intergubernamental. Estos factores contribuyen a una puntuación de 4,35 en la subdimensión Marco institucional.
La disponibilidad de servicios de apoyo a la innovación de las PyMEs es relativamente fuerte en Brasil. Estos apoyos incluyen una red de 363 incubadoras (el 61% de las cuales tienen su sede en universidades), un portal en línea para conectar a las empresas con los investigadores y una serie de parques tecnológicos, como por ejemplo el Parque Científico y Tecnológico de la Universidad Estatal de Campinas-São Paulo. Sin embargo, podría hacerse más para analizar las necesidades de las PyMEs y las barreras a las que se enfrentan a la hora de llevar a cabo actividades innovadoras. Esto podría facilitar el desarrollo de políticas que aborden con mayor precisión los retos y las oportunidades para la innovación de las PyMEs en Brasil. Como ocurre en la mayoría de los países latinoamericanos incluidos en el estudio, la puntuación de 3,95 obtenida por Brasil en la subdimensión Servicios de apoyo se ve mermada por un débil rendimiento en el componente de monitoreo y evaluación.
Brasil obtiene una puntuación de 4,02 en la subdimensión Financiación de la innovación. Las ayudas directas a la financiación de la innovación de las PyMEs incluyen la concesión de subvenciones a las PyMEs para cubrir los costes de las infraestructuras de investigación, la transferencia de tecnología o la contratación de servicios tecnológicos. Además, en noviembre de 2022, la ahora Secretaria de Desenvolvimento Industrial, Inovação, Comércio e Serviços (Secretaría de Desarrollo Industrial, Innovación, Comercio y Servicios, SDIC) del Ministério do Desenvolvimento, Indústria, Comércio e Serviços (Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios, MDIC) puso en marcha una plataforma de contratación pública para la innovación. También existen incentivos fiscales a la I+D a través de la Ley nº 11 196 de 2005. El Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas (SEBRAE) consolida y publica información sobre el apoyo financiero a la innovación de las PyMEs, aunque existen lagunas evidentes en la cobertura de la información facilitada. Además, a pesar de los diversos canales de apoyo disponibles, la participación de las PyMEs es relativamente baja.
El camino a seguir
En el futuro, el gobierno de Brasil podría considerar:
Introduccir evaluaciones de impacto periódicas de los principales programas de innovación, adoptando metodologías fiables con grupos de control de empresas que no participaron en los programas.
Crear una ventanilla única digital de información sobre ayudas a la innovación disponibles para las PyMEs.
Identificar y abordar los obstáculos que impiden a las PyMEs aprovechar las ayudas financieras a la innovación.
Dimensión 6. Transformación productiva
Los esfuerzos bien coordinados de Brasil para mejorar la productividad de las PyMEs quedan patentes en su notable puntuación de 3,64 en la dimensión Transformación productiva. El país alcanza la puntuación más alta de la región en las dos primeras subdimensiones. Sin embargo, su puntuación global se ve afectada negativamente por la puntuación en la subdimensión 3, Integración en las cadenas de valor globales, lo que refleja áreas de oportunidad en este ámbito.
La subdimensión de Estrategias para mejorar la productividad en Brasil recibe una puntuación de 4,85, la más alta entre los países AL9, guiada principalmente por el programa BMP. Esta notable iniciativa del gobierno federal comenzó en 2016 y se reforzó significativamente en 2023 como parte de la Nova Indústria Brasil - la nueva política industrial brasileña. Coordinado por el MDIC en colaboración con la Agencia Brasileña de Desarrollo Industrial (ABDI), SEBRAE, SENAI, Financiadora de Estudos e Projetos (Agencia de Financiación de Estudios y Proyectos, FINEP), Empresa Brasileira de Pesquisa e Inovação Industrial (Empresa Brasileña de Investigación e Innovación Industrial, EMBRAPII) y el BNDES.
El nuevo BMP se propone llegar a más de 200.000 personas a través de sus nuevas plataformas digitales y apoyar directamente a más de 200.000 personas y 90 000 PyMEs industriales hasta 2027. Desde sus primeras iteraciones, en 2016, el programa ha impactado a más de 170.000 PyMEs, incluidas aproximadamente 30.000 empresas industriales. El programa se desarrolla en fases, en función de las necesidades y el grado de preparación de la empresa, e incluye la mejora de las prácticas de gestión y la optimización de las líneas de producción, la implantación de soluciones digitales y el desarrollo y la adopción de soluciones de Industria 4.0 en las PyMEs. BMP destaca no solo por su estructura bien diseñada, sino también por su clara aplicación y sus sólidos mecanismos de monitoreo y evaluación, lo que allana el camino para su expansión.
Desde 2004, Brasil aplica el Grupo de Trabalho Permanente para Arranjos Produtivos Locais (Grupo de Trabajo Permanente para los Acuerdos Productivos Locales, GTP-APL) como principal política federal y estatal para promover las aglomeraciones productivas y el desarrollo empresarial local. A lo largo de los años, la política de APL ha evolucionado, ampliando su alcance más allá de la asistencia técnica para abarcar el apoyo a las exportaciones de las PyMEs y la transferencia de tecnología entre las PyMEs y los organismos de investigación.
El desempeño en esta área se mide a través de Indicadores Clave de Desempeño (ICRs) establecidos, haciendo un monitoreo efectivo del progreso positivo de esta política. Además, el SEBRAE lleva a cabo diversas iniciativas para la integración productiva a través de Acuerdos de Cooperación Técnica (ACT) con el gobierno federal, considerando activamente los comentarios del sector privado en el ámbito del Foro Permanente para las Micro y Pequeñas Empresas. El buen desempeño de Brasil en esta área se refleja en su sólida puntuación de 4,93 en la subdimensión de Medidas para Mejorar las Asociaciones Productivas, la más alta entre los AL9.
La puntuación global de Brasil se ve lastrada por sus resultados en la subdimensión Integración de la cadena de valor global (1,26). El país se enfrenta a un reto importante en términos de integración del comercio mundial, lo que supone un gran obstáculo para la internacionalización de las PyMEs. En la actualidad, no existe ninguna política específica que aborde este aspecto. El Programa Nacional de la Cadena Productiva del SEBRAE destaca como una iniciativa clave para el desarrollo de proveedores, centrándose en las micro y pequeñas empresas (MPE). Si bien el programa ayuda a las MPE a satisfacer las demandas de las grandes empresas ancla y a establecer relaciones comprador- proveedor, actualmente no existe ningún esfuerzo para integrar a las MPE nacionales en las cadenas de suministro de las empresas multinacionales (EMN) con sede en Brasil (OECD, 2020[7]).
El camino a seguir
Para mejorar la participación de las PyMEs brasileñas en las cadenas de suministro mundiales,
Brasil podría remitirse a las recomendaciones de políticas esbozadas en el informe de la OCDE sobre la política para PyMEs y el Emprendimiento en Brasil (OECD, 2020[7]). Una estrategia clave podría consistir en la aplicación de programas de desarrollo de proveedores, aprovechando los vínculos comerciales entre las PyMEs locales y las empresas multinacionales. Inspirándose en iniciativas exitosas de países pares dentro de los países AL9, Brasil puede adaptar sus programas para fomentar la colaboración, mejorar la competitividad y facilitar la integración de las PyMEs brasileñas en las cadenas de suministro globales.
Dimensión 7. Acceso al mercado e internacionalización de las PyMEs
Brasil ha alcanzado una notable puntuación de 3,89 en la dimensión Acceso al mercado e internacionalización, mostrando un fuerte rendimiento en varias subdimensiones y destacando las oportunidades de mejora en términos de beneficios de la integración.
En el área de Programas de apoyo a la internacionalización, Brasil obtuvo una puntuación de 4,38. En julio de 2023, el Decreto 11.593 introdujo la Política Nacional de Cultura Exportadora, con el objetivo de fomentar una mentalidad orientada a la exportación y aumentar el número de exportadores brasileños, especialmente entre las PYME. Este decreto también creó el Comité Nacional de Promoción de la Cultura Exportadora, un órgano colegiado encargado de aplicar y supervisar la política. Además, otras iniciativas clave incluyen el Plan Plurianual 2024-2027, destinado a ampliar el papel del país en el comercio internacional de bienes y servicios. Además, el Plan Nacional de Cultura Exportadora (PNCE) y la Agência Brasileira de Promoção de Exportações e Investimentos (Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones, ApexBrasil) desempeñan papeles cruciales. ApexBrasil, bajo la supervisión del MDIC, lleva a cabo actividades para promover las exportaciones, atraer inversiones extranjeras y apoyar la internacionalización de las empresas nacionales.
El Plan Estratégico 2020-2023 de ApexBrasil establece objetivos claros para reforzar el posicionamiento de Brasil como socio comercial mundial, generar inteligencia empresarial y mejorar la competitividad internacional. La agencia ofrece varios programas de apoyo, como "Exporta Mais Brasil", que facilita encuentros entre empresas brasileñas y compradores internacionales, y el Programa de Qualificação para Exportação (Programa de Cualificación para la Exportación, PEIEX). En 2022, ApexBrasil apoyó a más de 14.000 empresas, subrayando su compromiso con las PYME. Además, el PEIEX y el SEBRAE desempeñan papeles fundamentales en la formación y orientación de las empresas para operar en el mercado internacional. Desde principios de 2023, el gobierno brasileño pretende aumentar la participación de las mujeres en el comercio exterior.En la subdimensión de Facilitación del comercio, Brasil obtuvo una puntuación sobresaliente de 4,36, lo que refleja su compromiso de apoyar a las empresas en su proceso de internacionalización. El programa “Aprender a Exportar” ofrece una plataforma en línea con contenidos orientados a la educación para la exportación, que abarca una amplia gama de temas relevantes y se adapta al nivel de conocimientos del usuario. Además, la plataforma "Acesse o Mundo" permite a cualquier empresa, incluidas las PyMEs de cualquier región o sector, recibir una evaluación gratuita y automatizada de la madurez exportadora y una lista personalizada de acciones para la internacionalización. Esta herramienta ayuda a identificar los servicios de exportación necesarios para acceder o ampliar las ventas en los mercados internacionales.
La plataforma Brasil Exportação, financiada por el gobierno británico, tiene como objetivo promover un crecimiento económico inclusivo y sostenible, centrándose en las microempresas y las pequeñas empresas. ApexBrasil ofrece herramientas y programas que facilitan el acceso de las empresas a los mercados internacionales, con especial atención a las PyMEs. Además, el Portal Único de Comercio Exterior (SISCOMEX), coadministrado por la Secretaría de Comercio Exterior del MDIC y la Secretaría Especial de la Receita Federal do Brasil (RFB) del Ministerio de Hacienda, es un sistema integrado que simplifica el registro, monitoreo y control de las operaciones de comercio exterior. Desde julio de 2023, la nueva Instrucción Normativa nº 2154/2023 de la RFB actualiza el Programa OEA (Operador Económico Autorizado) brasileño, promoviendo una mayor seguridad y agilidad en los flujos de comercio exterior, facilitando la inclusión de nuevos actores y reduciendo los costes administrativos tanto para las empresas como para las autoridades. Esta actualización incluye novedades como la incorporación de la Agencia Marítima al Programa OEA, con el objetivo de reforzar la eficiencia y la seguridad en el comercio internacional.
En la subdimensión de comercio electrónico, Brasil destaca con una puntuación de 4,30. El país ha importantes normativas para proteger a los consumidores en línea, como el Decreto n.º 7.962 de 2013, que complementa el Código de Protección del Consumidor y establece normas claras para las transacciones electrónicas. Esta medida garantiza la transparencia en la información sobre los productos, la identificación completa del proveedor, un servicio de atención al cliente eficiente y el respeto del derecho de desistimiento del consumidor. Además, la Ley General de Protección de Datos (LGPD) de Brasil de 2018 proporciona un marco legal integral para la protección de datos personales. El gobierno brasileño también está comprometido con la transformación digital a través de la Estrategia Brasileña de Transformación Digital (E-Digital). Esta iniciativa busca firmar acuerdos internacionales para garantizar la seguridad del comercio electrónico transfronterizo y apoyar la expansión de las exportaciones a través del comercio electrónico. A nivel nacional, el programa E-xport de ApexBrasil promueve la internacionalización de las empresas brasileñas a través del comercio electrónico, ofreciendo recursos como diagnósticos de preparación, formación en marketing internacional y asesoramiento técnico para la creación de tiendas en línea. El Programa Nacional de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas (PRONAMPE) proporciona apoyo financiero a las micro y pequeñas empresas, incluido el acceso a líneas de crédito especiales para invertir en tecnología y desarrollar plataformas de comercio electrónico. El SEBRAE, por su parte, ofrece formación y asesoramiento integral en comercio electrónico, así como eventos y ferias centrados en este ámbito, promoviendo el desarrollo y la competitividad de las microempresas y pequeñas empresas del sector del comercio electrónico en Brasil. Esta sólida infraestructura y el apoyo gubernamental posicionan a Brasil como líder regional en comercio electrónico, ofreciendo importantes oportunidades de crecimiento económico y expansión empresarial.
Por otro lado, el país ha alcanzado una puntuación sobresaliente de 4,53 en la subdimensión Normas de calidad, apoyado por la Ley del Sistema Nacional de Metrología, Normalización y Calidad Industrial (Ley nº 5.966/1973). Esta ley establece la estructura y las competencias del Instituto Nacional de Metrologia, Qualidade e Tecnologia (Instituto Nacional de Metrología, Calidad y Tecnología, INMETRO), responsable de promover la calidad de los productos y servicios, asegurar la fiabilidad de las mediciones y garantizar la seguridad de los productos para los consumidores. El INMETRO, vinculado al Ministerio de Economía, regula las normas técnicas, la evaluación de la conformidad, la acreditación de laboratorios y la certificación de productos. Además, organiza seminarios, conferencias y eventos educativos sobre temas relevantes de metrología y calidad. INMETRO participa activamente en proyectos de cooperación, difundiendo conocimientos metrológicos en ALC y en los países africanos de habla portuguesa.
Por último, en la subdimensión de los Beneficios de la integración regional, Brasil obtuvo una puntuación de 1,09, lo que indica una baja percepción de los beneficios derivados de la integración en ALC. Sin embargo, el Plan Plurianual 2024-2027 destaca la necesidad de que Brasil reivindique su política exterior a través de la participación activa en organismos multilaterales y regionales de integración, tanto en el ámbito económico-comercial como en el social, político y medioambiental. El Plan Estratégico ApexBrasil 2024-2027 también pretende ampliar la participación de las empresas brasileñas en el exterior, diversificando tanto los orígenes como los destinos de las exportaciones, y promoviendo la sostenibilidad. El objetivo es el crecimiento cualitativo y cuantitativo de la presencia internacional de las empresas brasileñas, haciendo hincapié en el equilibrio entre los estados brasileños en las exportaciones, el desarrollo regional y la expansión de los mercados emergentes. Destacan los acuerdos comerciales firmados por Mercosur, del que Brasil es miembro de pleno derecho, con países como Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Egipto, India, Israel, México y Perú, así como los acuerdos con otros bloques regionales como la Comunidad Andina (CAN) y la Unión Aduanera del África Austral (SACU).
El camino a seguir
Para mejorar los resultados de Brasil en esta dimensión podrían considerarse las siguientes acciones:
Reforzar los programas de apoyo a la internacionalización de las PyMEs, incrementando la inclusión de este segmento en las iniciativas puestas en marcha. Esto mejorará la inserción del país en los mercados internacionales. Asimismo, se deben fortalecer los mecanismos en beneficio de la integración subregional, a través de programas estandarizados y colaborativos, con un adecuado monitoreo.
Mejorar los canales de información con las PyMEs sobre los procedimientos de exportación, incluidos los programas especiales, las disposiciones y normativas simplificadas, la formación en materia de exportación y los mecanismos de financiación de las exportaciones, entre otros.
Mejorar los mecanismos de monitoreo y evaluación de los programas aplicados por los distintos organismos, centrándose en los destinados a mejorar el comercio electrónico y las normas de calidad, mediante indicadores mensurables y su publicación periódica.
Mejorar el acceso y la información de las PyMEs sobre la certificación como OEA, estableciendo canales de comunicación definidos y ventajas diferenciadas.
Dimensión 8. Digitalización
Brasil cuenta con un impresionante abanico de ayudas públicas diseñadas para facilitar el acceso de las PyMEs a la conexión de banda ancha, un prerrequisito crucial para un sólido marco político de digitalización. Sin embargo, las deficiencias en las prácticas de monitoreo y evaluación afectan a la puntuación de la dimensión de Digitalización de Brasil, que, con un 4,44, se sitúa por encima de la media regional.
El país ha avanzado mucho en su Estrategia Nacional de Digitalización, centrada en garantizar una transformación digital integradora, mejorar la ciberseguridad y fomentar una economía digital próspera. Encabezada por la Secretaría Nacional de Transformación Digital, la estrategia hace hincapié en pilares clave como la gobernanza electrónica, la infraestructura digital y la innovación impulsada por los datos. El enfoque de futuro de Brasil pretende aprovechar las tecnologías digitales para mejorar los servicios públicos, aumentar la eficiencia del gobierno y fomentar el crecimiento económico. La visión holística de la estrategia abarca diversos sectores, con el objetivo de crear una sociedad empoderada digitalmente, lo que contribuye a una puntuación de 4,33 en la subdimensión Estrategia Nacional de Digitalización.
En la subdimensión de Conectividad de banda ancha, Brasil obtiene una impresionante puntuación de 5. El país ha puesto en marcha ambiciosas iniciativas para ampliar el acceso a Internet, especialmente en regiones remotas y desatendidas. Entre los proyectos más destacados figura el Plan Nacional de Banda Ancha, que pretende mejorar las infraestructuras de Internet y su asequibilidad. La colaboración de Brasil con organizaciones internacionales facilita el intercambio de conocimientos, permitiendo la adopción de las mejores prácticas en conectividad digital. A través de asociaciones con los sectores público y privado, Brasil sigue mejorando su panorama de conectividad, garantizando que los ciudadanos, independientemente de su ubicación, puedan participar plenamente en la era digital.
Al igual que muchos países latinoamericanos incluidos en el estudio, la puntuación de 4,00 obtenida por Brasil en la subdimensión de Competencias digitales se ve mermada por su débil rendimiento en el componente de monitoreo y evaluación. A pesar de ello, Brasil ha puesto en marcha programas integrales para mejorar la alfabetización digital, dirigidos a diversos grupos demográficos. Iniciativas como el Programa Nacional de Inclusión Digital se centran en dotar a las personas de habilidades digitales esenciales, fomentando una población digitalmente alfabetizada. Además, el énfasis de Brasil en la educación y la formación subraya su dedicación a cultivar el talento en las tecnologías emergentes. Al integrar las competencias digitales en la educación formal y la formación profesional, Brasil está sentando las bases de una mano de obra cualificada capaz de impulsar la innovación y el crecimiento económico sostenible.
El camino a seguir
En el futuro, el gobierno de Brasil podría considerar:
• Reforzar los mecanismos de monitoreo y evaluación de las políticas de digitalización para, por ejemplo, garantizar el impacto estratégico de las iniciativas destinadas a mejorar la alfabetización digital de las PyMEs.
• Enriquecer su Estrategia Nacional de Digitalización incorporando objetivos cuantificables, planes de acción, entidades responsables, presupuestos y plazos, fomentando una aplicación exhaustiva y estrategias específicas de digitalización de las PyMEs dentro de planes generales.
Referencias
[4] COPOM (2023), COPOM Statements, https://www.bcb.gov.br/en/monetarypolicy/copomstatements.
[5] IBGE (2023), Taxa média de desemprego cai a 9,3% em 2022, menor patamar desde 2015, https://agenciadenoticias.ibge.gov.br/agencia-noticias/2012-agencia-de-noticias/noticias/36351-taxa-media-de-desemprego-cai-a-9-3-em-2022-menor-patamar-desde-2015.
[1] OECD (2024), Real GDP forecast (indicator), https://doi.org/10.1787/1f84150b-en (accessed on 13 March 2024).
[3] OECD (2023), OECD Economic Surveys: Brazil 2023, OECD Publishing, https://doi.org/10.1787/a2d6acac-en.
[6] OECD (2022), Financing SMEs and Entrepreneurs 2022: An OECD Scoreboard, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/e9073a0f-en.
[7] OECD (2020), SME and Entrepreneurship Policy in Brazil 2020, OECD Studies on SMEs and Entrepreneurship, OECD Publishing, https://doi.org/10.1787/cc5feb81-en.
[2] OECD et al. (2021), Latin American Economic Outlook 2021: Working Together for a Better Recovery, OECD Publishing, https://doi.org/10.1787/5fedabe5-en.