Las funciones de comunicación de los centros de gobierno (CdG) son vitales para garantizar la difusión efectiva de los objetivos gubernamentales y fomentar la transparencia, responsabilidad y participación (OCDE, 2021). Además, a medida que la tecnología digital alimenta la demanda de información instantánea, los CdG son responsables de asegurar la difusión precisa y oportuna de los mensajes gubernamentales a todos los grupos de la sociedad. La transformación digital también ha permitido a los ministerios y funcionarios interactuar con los ciudadanos en tiempo real. En este contexto, una estrategia de comunicación coordinada e integral es esencial para fomentar la confianza en la integridad del gobierno y su enfoque (Shostak et al., 2023).
La gestión de la participación en los medios es una de las funciones de comunicación más comunes para los CdG en América Latina y el Caribe (ALC), asignada en seis de los nueve países encuestados (67%). Los CdG también lideran la estrategia de comunicación en cinco de esos países (56%), similar al porcentaje de los países de la OCDE, y desempeñan un papel principal en las comunicaciones durante crisis en seis (67%, en comparación con el 58% de los países de la OCDE). Los sitios web gubernamentales, el marketing por correo electrónico, las redes sociales, los videos y publicidad en línea, conocidos como comunicación digital, forman parte de las funciones de cuatro CdG (44%). Si bien la mayoría de los países de la OCDE reconocen la evaluación como una competencia central en comunicación, muchos de ellos la consideran una de las tres competencias más desafiantes para los CdG (OCDE, 2021). Solo los CdG en El Salvador y Paraguay evalúan las actividades de comunicación para determinar su relevancia, efectividad y el logro de los objetivos, y para informar sobre actividades futuras de comunicación. Algunos países cuentan con un enfoque de todo el gobierno, y el CdG coordina estrategias y las ejecuta en colaboración con otras instituciones gubernamentales (siete de nueve países). Por ejemplo, en Colombia y Perú cada ministerio tiene su propio jefe de prensa o comunicación social a cargo de la participación en los medios, quien opera dentro de una red de comunicación pública para todo el gobierno y está en coordinación con las pautas establecidas por su CdG o se adhiere a ellas (OCDE, 2021 y Gráfico 3.5).
Es esencial para la efectividad del CdG tener objetivos claros para sus actividades de comunicación. Los objetivos más comunes en los países de ALC son definir estrategias para comunicar las prioridades de políticas y promover la transparencia (en siete de nueve países; 78%). Otros objetivos menos comunes son aumentar el conocimiento público sobre políticas o servicios, gestionar situaciones de crisis o emergencias (en cuatro de nueve en ambas, el 44%), y comprender y analizar la opinión pública (tres de nueve, 33%) (Gráfico 3.6).
El papel de la comunicación pública no se limita a informar, también desempeña un papel en el fortalecimiento de la transparencia y rendición de cuentas. Al concientizar sobre deficiencias en la implementación de políticas y ayudar a explicar sus desafíos, puede contribuir a mejorar el diseño y la implementación de políticas y servicios. Para ello, los gobiernos deben contar con herramientas adecuadas para comunicarse con los ciudadanos. Ocho de nueve países (89%) utilizan discursos del jefe de gobierno u otros líderes gubernamentales para difundir información sobre los avances del gobierno. Tres países complementan los discursos con la publicación de informes periódicos de rendición de cuentas y dos, con tableros de seguimiento de acceso público. La comunicación también puede ayudar a fortalecer la confianza al mejorar la capacidad de respuesta del gobierno y, a su vez, la percepción de equidad por parte de los ciudadanos. Una forma de lograrlo es a través de sesiones de preguntas y respuestas, en las que el gobierno aborda las preocupaciones de los ciudadanos, utilizadas en Colombia y Honduras (Gráfico 3.7).