Los proyectos de infraestructura abiertos, inclusivos y transparentes facilitan la participación de partes interesadas y la realización de procesos de contratación competitivos que logren los objetivos deseados. Cuando las partes interesadas ven que sus aportes tienen un impacto real en las decisiones (ej. en la elaboración de los planes de infraestructura), se refuerza su confianza y se crea un ciclo virtuoso de mayor y mejor participación. Esta confianza fomenta un sentido de propiedad para las partes interesadas, destacando la importancia de sus opiniones (OCDE, 2022). Asimismo, permitir la participación de empresas extranjeras o regionales que estén fuera de la zona del proyecto, disuadir de la manipulación de las licitaciones (es decir, que los contratistas acuerden de antemano quién ganará la licitación) y promover la contratación electrónica contribuye a la creación de proyectos abiertos e inclusivos. Para promover procesos competitivos que ofrezcan igualdad de oportunidades a licitadores de todos los tamaños, los gobiernos pueden simplificar los trámites administrativos, facilitar las oportunidades de subcontratación y permitir que las pequeñas empresas participen en contratos que superen sus presupuestos.
La participación de las partes interesadas en la planeación a largo plazo de los proyectos de infraestructura permite que estos compartan sus preocupaciones y generen aportes que pueden contribuir a mejorar tanto la planeación como los proyectos resultantes. Los países de América Latina y el Caribe (ALC) con planes de infraestructura a largo plazo utilizan diferentes mecanismos para facilitar la participación en su elaboración. En 2022, seis países disponían de mecanismos de participación. Por ejemplo, cuatro países comparten los borradores del plan con las partes interesadas. Brasil publica borradores del plan de infraestructura para que el público los comente, mientras que Colombia cuenta con plataformas de consulta en las que los ciudadanos pueden opinar a lo largo de la planeación (Gráfico 8.8).
El proceso de contratación puede aumentar también la inclusión e impulsar la competitividad siendo abierto, neutral y transparente. De los 15 países de ALC encuestados, 9 (60%) garantizan la apertura del proceso de contratación permitiendo la participación de empresas extranjeras o de otras regiones del país. Además, algunos países fomentan la neutralidad del proceso, a través del diseño de los documentos de licitación evitando que sean restrictivos o personalizados (8 de 15 países; 53%); y fomentan la transparencia, utilizando sistemas de contratación electrónica para todo el ciclo de contratación y publicando futuras oportunidades de contratación (en ambos casos, 8 de 15 países). De los 15 países encuestados, solo Uruguay cuenta con incentivos para que los funcionarios eviten la manipulación de licitaciones, reduciendo el riesgo de colusión (Gráfico 8.9).
Los procesos de contratación abiertos facilitan el acceso a competidores de todos los tamaños. Para esto, 13 de los países de ALC encuestados (87%) cuentan con uno o más mecanismos para favorecer la participación de las empresas más pequeñas en los procesos de contratación. Por ejemplo, 6 de 15 países (40%) permiten la subcontratación y los acuerdos de licitación conjunta. Bolivia, Brasil, Costa Rica y Uruguay han simplificado los procesos administrativos para reducir las cargas que supone la participación, mientras que Brasil, Costa Rica, México y Panamá permiten que las empresas más pequeñas participen, aunque no puedan ofertar por la totalidad del monto del contrato. Perú facilita la participación de pequeñas y medianas empresas (pymes) concediéndoles un bono de 5% sobre la puntuación obtenida en la licitación (Gráfico 8.10).