Los proyectos de infraestructura pública representan una oportunidad para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo social. Al decidir qué proyectos realizar, los gobiernos deben considerar su relación calidad-precio, que supone la combinación de calidad, cantidad, características y costos óptimos, calculados a lo largo de la vigencia del proyecto. Además, los proyectos deben ser rentables y asequibles tanto para el gobierno como para el usuario final. Para garantizar que se consideren estos factores, muchos países tienen marcos con criterios y metodologías claros para evaluar la rentabilidad de los proyectos y funciones definidas para cada actor del proceso. Estos marcos consideran qué costos deben evaluarse para determinar la asequibilidad de un proyecto; por ejemplo, los gastos de construcción, mantenimiento, operación y monitoreo.
Los países de América Latina y el Caribe (ALC) tienen diferentes arreglos institucionales para sus marcos de evaluación de la relación calidad-precio y la asequibilidad de los proyectos de infraestructura. En 11 de los 15 países de ALC encuestados (73%), los ministerios de finanzas desempeñan un papel de control en la aprobación de todos los proyectos de infraestructura propuestos, determinando si cumplen con los requisitos establecidos. En Brasil y la República Dominicana, los ministerios de finanzas solo desempeñan esta función en los proyectos de asociación público-privada (APP). Los marcos de 6 de los 15 países de ALC (40%) cuentan con procesos formales para evaluar la relación calidad-precio de todos los proyectos de APP, mientras que 3 países restringen esta evaluación a los proyectos de APP que superan un determinado umbral. Además, en Ecuador, Nicaragua y República Dominicana, todos los proyectos son evaluados por un experto independiente e imparcial, mientras que en Bolivia, Chile y Costa Rica estas evaluaciones de expertos solo se llevan a cabo en proyectos de relevancia específica. Cabe destacar que República Dominicana lleva a cabo tanto evaluaciones internas como independientes de la relación calidad-precio para todos los proyectos de infraestructura (Tabla 8.1).
Los países de ALC utilizan diferentes metodologías para evaluar la asequibilidad y relación calidad-precio de los proyectos de infraestructura. La más común es el análisis de costo-beneficio, utilizado por 13 de los 15 países encuestados (87%). La segunda metodología más común para evaluar los proyectos de infraestructura es el análisis de costo-efectividad, empleado por 7 de los 15 países de ALC para proyectos de APP (46%) y por 9 (60%) para otros proyectos de infraestructura. Del mismo modo, algunos países de ALC evalúan los proyectos mediante estimaciones del flujo de caja a lo largo del ciclo del proyecto (7 de 15 para proyectos de APP; 5 de 15 para otros proyectos). En adición, otras metodologías son utilizadas por menos países, como la metodología de casos de negocio, que solo utilizan Brasil y México. Cabe destacar que Brasil utiliza todas las metodologías consideradas en la encuesta para evaluar sus proyectos de infraestructura (Gráfico 8.4).
Los costos que se tienen en cuenta al evaluar la asequibilidad de un proyecto son igual de importantes que las metodologías utilizadas para determinar la relación calidad-precio. La mayoría de los países de ALC tiene en cuenta los costos de construcción (14 de 15; 93%), y los de mantenimiento y operación (12 de 15; 80%). No obstante, pocos países evalúan otros costos, como las estimaciones para adaptaciones y renovaciones (solo consideradas por cuatro países) y los relacionados con la clausura (solo Colombia) (Gráfico en línea F.5.1). Es posible para los países de ALC mejorar las estimaciones de costos, lo que ayudaría a reducir los riesgos de retrasos en los proyectos de infraestructura por problemas de adaptación o de cierre de obras por incumplimiento con los plazos o con los marcos regulatorios.