Los sistemas sanitarios de todo el mundo estuvieron en la primera línea de respuesta a la pandemia de COVID-19. En un contexto de urgencia e incertidumbre, se asignaron recursos financieros adicionales a este sector y a menudo se flexibilizaron los procedimientos para hacer frente a las necesidades de emergencia. En consecuencia, y de manera similar a los países de la OCDE, los de América Latina y el Caribe (ALC) recurrieron al uso de fondos de contingencia y extrapresupuestarios, presupuestos suplementarios y otras medidas, incluidos préstamos y reajustes de recursos, así como al monitoreo de estas medidas. La respuesta a la COVID-19 no fue homogénea y se vio influenciada por las diferentes realidades institucionales y herramientas disponibles.
Los países de ALC encuestados utilizaron diferentes canales para asignar recursos a emergencias específicas. Una de las respuestas más utilizadas fue reasignar fondos del presupuesto de salud existente, utilizado por 8 de los 13 países en 2020 (62%), y por 5 de 13 en 2021 (38%). El mismo número utilizó préstamos de organizaciones internacionales o de países: 8 de 13 en 2020, y 5 de 13 en 2021. Las medidas presupuestarias implementadas por los países para hacer frente a la pandemia variaron entre 2020 y 2021. En 2020, la mayoría de los países respondieron con presupuestos suplementarios votados por los legisladores para reasignar y aumentar la capacidad de gasto del Ministerio de Salud y/u otras instituciones del sector sanitario. En cambio, en 2021, la mayoría de los países incluyeron su respuesta presupuestaria en el proceso presupuestario anual ordinario del sector salud (Tabla 6.1).
La pandemia también afectó los ingresos por contribuciones a la seguridad social sanitaria de la mayoría de los países de diferentes maneras. Dado el impacto de la pandemia en la actividad económica y el empleo, la mayoría de los países reportaron una caída en las contribuciones a la seguridad social en 2020. En 2021, las contribuciones de Colombia se aumentaron, mientras que Argentina y El Salvador seguían experimentando disminuciones. A pesar del impacto de la pandemia, Brasil, Paraguay y República Dominicana registraron aumentos tanto en 2020 como en 2021. Las contribuciones se mantuvieron estables en Haití en ambos años (Gráfico 6.10).
Todos los países encuestados adoptaron una metodología para rastrear y reportar los gastos en salud, a fin de garantizar la rendición de cuentas de los gastos relacionados con la pandemia y promover la transparencia. La mayoría de los países publicaron informes de medidas y gastos relacionados con la pandemia (12 de 13; o 92% en 2020, y 11 de 13 en 2021). Por ejemplo, Paraguay desarrolló la herramienta digital “Mapa Inversiones + Módulo COVID-19” para hacer un seguimiento de todos los gastos, tales como programas, contratos, subvenciones y donaciones relacionadas con la emergencia sanitaria. Además, la mayoría de los países dedicaron presupuestos especiales a la COVID-19, o códigos contables que permitían gestionar estos gastos de forma separada del presupuesto ordinario, lo que facilitaba el seguimiento y la presentación de informes (Gráfico 6.11).